1. TEORIA ONOMATOPÉYICA
Esta enuncia que el lenguaje nació de la imitación de los diversos sonidos
producidos por lo diferentes elementos que conformaban el medio ambiente en el
que se encontraba el hombre, como era el caso de los ruidos producidos por
animales. Respecto a esta teoría, hasta en la antigüedad filósofos griegos pensaban
que las palabras poseían una adecuación natural con aquello que querían simbolizar.
Tal adecuación existe ciertamente en algunas palabras, como aquellas que
contienen fonemas sibilantes (por ejemplo: s, z, ch) y parecen estar relacionados
con sonidos producidos por el agua. Estas palabras, precisamente por su asimilación
al sonido que representan, suelen ser muy parecidos en varios idiomas.
La teoría onomatopéyica deja ciertos interrogantes con respecto a las verdaderas
motivaciones que tuvieron los seres humanos para buscar comunicarse entre sí,
otras hipótesis mencionan que el hombre simplemente no buscaba imitar los
sonidos de la naturaleza, sino que a través de un análisis más profundo se puede
determinar que el desarrollo del lenguaje inicia cuando el hombre comienza a
adquirir la capacidad de razonar y se da cuenta de su existencia.
Esta teoría es muy interesante ya que nos damos cuenta que el hombre primitivo en
épocas atrás aprendió a desarrollar el habla y de esa manera se comunicaban entre
sí, es así como los habitantes de ese entonces se vieron en la necesidad de interactuar
el uno con el otro ya que la comunicación es el pilar indispensable para realizar una
determinada actividad, en esa situación expresaban lo que sentían porque también
se decía que no tenían la capacidad de razonar pero que la naturaleza sirvió de
mucho, ya que pasaba muchas cosas que ellos no entendían no hallaban una
respuesta, pero a través de los sonidos fue muy importante para que ellos se den
cuenta de las cosas que pasaban y así imitaban los sonidos como eran de pájaros y
de otros animales. Es así como la comunicación humana de nuestros ancestros ha
avanzado de manera extraordinaria porque se vieron en la necesidad de sobrevivir
día a día enfrentarse a múltiples situaciones de gran peligro y la vida que llevaban
era muy rustica en todos los aspectos y para ello se basaron en todo lo que acontecía
y así iban poco a poco encontrando la manera más factible de comunicarse mediante
la mímica, los gritos y expresiones facilitaban su comprensión.