2. ¿Qué es el estrés?
Es un estado en el que se halla un organismo cuando siente
amenazado su equilibrio a causa de determinados agentes
de agresión.
Los estresantes pueden ser de tipo
físico, químico, infeccioso o psicológico (H. Selye).
El síndrome de adaptación comprende tres grados:
Reacción de alarma.
Resistencia con adaptación óptima.
Agotamiento.
3. Consideraciones sobre el estrés
Todos estamos sometidos a estrés.
Depende de la transacción del individuo
con su ambiente.
Se define en función de la percepción que
el individuo tiene tanto del evento
estresante como de sus habilidades y
destrezas para enfrentar dicha situación.
A la larga pueden convertirse en trastornos
de naturaleza somática.
El estrés puede ser un estímulo para la
acción.
5. ¿Y los niños?
El niño está expuesto a lo largo de su desarrollo a
presiones ineludibles que pueden generar estrés.
Aunque los estímulos estresantes pueden ser de otro
tipo, las respuestas son parecidas a las del adulto.
La única opción que tenemos para ayudarlos a mitigar
los efectos del estrés es fortalecer sus habilidades para
enfrentarlo.
Vivir experiencias estresantes no es necesariamente
traumático, puede convertirse en una oportunidad de
fortalecer el carácter y aumentar la autoestima .
6. Señales
Son acciones de los niños que confunden y asustan a
los padres.
Desde el punto de vista del niño es un mensaje que
transmite un sentimiento o una necesidad.
Se presentan cuando el niño:
No tiene las palabras para expresar sus sentimientos o
apuros.
Cree que sus padres no pueden o no quieren escuchar
sus palabras.
Quiere obtener un resultado.
Quiere enviarse un mensaje a sí mismo.
7. Características de las señales
Casi siempre generan emociones negativas en los
padres.
Pueden ser de diversos tipos:
físicas, mentales, conductuales, verbales, no verbales.
Varían en los niños de diferentes edades.
No son fáciles de percibir.
El adulto debe esforzarse por captar el mensaje oculto
tras la señal.
8. Algunas señales
Berrinches.
Amigos imaginarios y fantasías.
Mentir.
Robar.
Conductas regresivas.
Tartamudez.
Hiperactividad.
Timidez e introversión.
Escapar del hogar.
Negarse a comer.
Insomnio y terrores nocturnos.
Rivalidad entre hermanos.
Fobia escolar.
9. ¿Qué puedo hacer?
Conocer sobre conducta y desarrollo infantil.
Conocer y aprender a aplicar algunos principios y
técnicas conductuales que han probado ser eficaces
para enfrentar exitosamente el estrés.
Aprender como explicar al niño lo que debe hacer y
convencerlo de que practique lo aprendido en
situaciones reales y concretas.
10. Para enfrentar el estrés
Ayude al niño a ampliar su vocabulario.
Enseñe al niño a identificar sus emociones.
Escuche al niño cuando hable de sus emociones.
Sea consistente en la disciplina.
Otorgue al niño responsabilidades acordes a su edad.
Analice las situaciones que pueden estar generando estrés en el
niño, cuando este emite una señal.
Recuerde que el castigo es una técnica que debe emplearse con
mucho cuidado. Se sanciona el acto, no la persona.
Las conductas ignoradas tienden a debilitarse.
Refuerce el proceso, no el logro obtenido.
Dosifique el reconocimiento y el refuerzo.
Ayúdelo a conocerse y aceptarse.
11. Técnicas eficaces
Relajación muscular.
Manejo y control de autoverbalizaciones.
Enfrentarse progresivamente a fuentes generadoras de
tensión.
12. ¿Dónde acudir?
Psicopedagogo de la institución educativa en la que
estudia el niño.
Psicólogo, psiquiatra infanto-juvenil, dependiendo del
origen del estrés y la severidad de las señales:
Hospital Victorino Santaella.
Casa de la mujer.
Fundación del Niño.
Cáritas.
Iglesia Nuestra señora del Carmen.
Dispensario Padre Torres.
13. ¡Gracias por su atención!
Dios les bendiga y acompañe en
la labor de educar a sus hijos.