Los orígenes del pueblo de Israel se remontan a Abraham, Isaac y Jacob, patriarcas seminómadas que vivieron entre los siglos XVIII y XIII a.C. en Mesopotamia. Dios llamó a Abraham y le prometió hacer de su descendencia un gran pueblo, asentándose progresivamente en la región de Canaán. Más tarde, algunos de sus descendientes emigraron a Egipto debido a la escasez, pero terminaron siendo esclavizados hasta el éxodo narrado en el libro de Éxodo.
2. Los Patriarcas
Los orígenes del pueblo de Israel se remontan a la
llegada de distintos clanes de tribus seminómadas de
origen semita provenientes de la región mesopotámica.
Podemos situar estos acontecimientos entre los siglos
XVIII a XIII a. C.
La Biblia nos habla de esta época en los relatos de los
patriarcas, Abraham, Isaac, Jacob, en el libro del
Génesis (capítulos 12 a 37).
Estos asentamientos son progresivos y no se dan de una
vez. Los clanes poseen estructuras sociales
semejantes. Son grupos familiares centrados en la
autoridad paterna.
3. Abram y la promesa
Un Dios que llama
Dios quiere comenzar un diálogo con los hombres, para
ello eligen una tribu de pastores que en su continuo
caminar buscando buenos pastos para su ganado,
lleven consigo y veneren al dios de su tribu y de su
familia. Dios va entrando en el mundo y en la historia
de a poco y silenciosamente. Comienza a ocupar un
lugar en el corazón de Abram, de su familia, de su clan.
Se le manifiesta como un Dios que bendice a los suyos,
que hace promesas importantes. Lo único que le pide a
Abram es la fe cargada de confianza en que Él es un
Dios fiel..
4. La respuesta de Abram
La vocación de Abram la encontramos en Gn 12 Dios le
pide que deje su tierra, y que se dirija a un país que le
será indicado. Dios promete hacer de Abram, un “gran
pueblo”, portador de bendiciones a todos los pueblos.
Abram obedece sin poner la menor objeción.
La expresión “y se puso en marcha” tiene mas fuerza
que largas descripciones.
Abram, no habla, demostrando así su incondicional
obediencia a una orden y a una promesa cuyo valor no
puede imaginar. Lo que se dice de Abraham es para
presentarlo como modelo de fe en la aceptación de la
Palabra de Dios. El tiempo transcurre y las promesas no
se cumplen (Gn 15) Abraham expresa su desaliento,
cansancio, desilusión …Sobre todo esto triunfa la fe.
5. Las promesas son indispensables para un grupo
humano (Gn 12,1-3)
La tierra, la posteridad, la bendición, la mediación de
Abram en la bendición de todos los pueblos (Gn 15,18
y Gn 17,2), entre las promesas divinas incluyen
también la alianza.
Agar, nacimiento de Ismael (Gn 16)
La esterilidad de Sarai (Gn 16,1) y de Rebeca (Gn
25,21), (Gn 30) Lia y Raquel, todo orientado a
demostrar que la descendencia surge de la voluntad
divina, que está en el origen de la vida del pueblo de
Israel.
El sacrificio de Isaac (Gn 22),
Descendencia de Abraham, Isaac, Jacob, 12 tribus de
Israel.
6. Con el paso del tiempo, descendientes de estos
primeros clanes emigran a Egipto, el imperio más
poderoso de ese tiempo, en busca de mejores
condiciones de vida.
Esto se ve favorecido por las invasiones de los pueblos
hicsos a Egipto, que debilitarían el poder de los
faraones y llegarían a dominar el norte de Egipto (a
partir del 1730 a. C.)
Al vencer a los hicsos y expulsarlos de sus tierras (hacia
el 1580 a. C.), los egipcios comienzan a oprimir
duramente al pueblo hebreo que llega a la esclavitud.
La Biblia nos cuenta acerca de esta situación en los
comienzos del libro del Éxodo.