El sueño de Ártica trata de la vida de una niña llamada Ártica que desde pequeña quería ser profesora.
Según iba creciendo, Ártica veía que el sistema educativo, en cuanto a su metodología, era pobre y sus compañeros y ella se aburrían en clase. Cuando decidió ingresar en la universidad para estudiar la carrera de Educación Infantil, Ártica fue aprendiendo muchas cosas pero lo que más la sorprendió fue una asignatura llamada TIC. A partir de ahí, Ártica vio en las TIC una solución para cambiar el panorama educativo; decidió formarse más y cumplir su sueño: volver al colegio (como profesora) que la vio crecer y soñar, aplicar sus conocimientos en sus enseñanzas y ayudar a todo el mundo que lo necesite.
2. Hace 28 años nació una niña
que se llamaba Ártica.
Ártica era una niña despierta,
alegre, observadora y muy
soñadora.
3. Cuando cumplió los 5 años sus padres la llevaron al colegio y al
contrario que otros niños, ella se soltó de la mano de su mamá y papá y,
con una sonrisa de oreja a oreja, entro con decisión a su escuela.
4. A Ártica le gustaba mucho ir a clase y
relacionarse con los demás (siempre
ayudaba a quién le pedía ayuda y al
que no también) hasta tal punto que,
en toda su trayectoria escolar, era la
más querida por sus compañeros de
clase y profesores.
5. Pasados los años, Ártica y sus
compañeros, maduraron y
entraron al instituto para seguir su
aprendizaje. Todo era muy distinto
al colegio.
En los recreos, muchas veces,
entre ellos hacían debates de si les
había gustado las clases y que
cambiarían… A Ártica todo le
parecía bien porque a ella le
encantaba aprender pero… veía
que la forma que tenían de
enseñar sus profesores, a veces,
era muy aburrida y, tanto a ella
como a sus compañeros, se les
hacían pesadas las clases.
6. En el último curso de bachillerato a Ártica y sus compañeros les tocaba
tomar unas de las decisiones más importantes de su vida… a que
dedicarse en el futuro.
Ártica tenía claro que su futuro estaría relacionado con ayudar a la
gente, aprender de ellos y que todos lo demás aprendiesen de ella…
¡Quería ser profesora! Pero en los meses próximos a la selectividad
Ártica estaba cabizbaja y pensativa…
7. Ella tenía claro que quería ser
profesora, incluso antes de ser
consciente de ello, pero no le
gustaba la metodología que se
estaban impartiendo en los
centros. Comprendía que los
años pasaban y los cursos iban
siendo más difíciles pero, en su
cabeza no cabía que el sistema
educativo no tomase cartas en
el asunto sobre cómo abordar
las clases; si hubiera sido así,
no se hubiera tenido que
despedir de muchos de sus
amigos que ya no querían
seguir estudiando debido a que
estaban desanimados porque
no les motivaba estudiar.
8. Pasada la selectividad y matriculada en
la universidad para cursar magisterio
infantil, Ártica fue conociendo
compañeros nuevos y aprendiendo
cosas que nunca antes había conocido
e, incluso, se enamoró. Cada día que
pasaba para ella era una ilusión nueva.
Ella entro con muchas ganas y, a la
vez, con muchas dudas de como
acabaría siendo como maestra pero,
según iba pasando la carrera, cada día
se iba dando más cuenta de lo bien que
había hecho eligiendo esa futura
profesión.
9. En segundo de carrera Ártica estaba un
poco confusa… Le habían puesto una
asignatura de la que nunca antes había
escuchado hablar. La asignatura era TIC y
trataba sobre las tecnologías aplicadas a
la educación infantil. Ártica, por mucho
que quería, no imaginaba como podría
servirle a sus compañeros y a ella esa
asignatura para el aprendizaje de niños
tan pequeños.
10. Según pasaba el curso, Ártica se fue dando cuenta que no era tan
locura incorporar las TIC en educación infantil, de hecho, se dio
cuenta de que las TIC daban respuesta a su preocupación principal…
Como reforzar y cambiar la metodología que existía hasta ahora en las
aulas de los colegios para que los niños aprendan con más motivación
y con una manera más dinámica, manteniendo un permanente
contacto con el profesorado y ayudándose mutuamente.
Si los niños de hoy en día son
nativos digitales ¿Por qué tenemos
que privarles de las tecnologías?
11. Terminada la carrera de infantil, Ártica curso
primaria, se especializo en educación especial,
hablaba a la perfección Inglés e hizo cursos
relacionados con las tecnologías para la educación
en general.
Todos los centros en los que había
estado haciendo prácticas estaban
encantados con ella, los niños la
querían y todo el profesorado y
dirección estaban maravillados
con todo lo que aportaba ella en
sus centros y como sabía aprender
de las cosas que les enseñaban los
demás día a día. Pero Ártica tenía
una asignatura pendiente… volver
al colegio donde ella creció y
donde empezó a amar, desde
pequeña, su profesión.
Tengo experiencia y
formación…
¿Por qué no seguir
aprendiendo y compartir mis
conocimientos en la escuela
en la que me vio crecer y
soñar?
12. Pasado un año, y después de opositar, Ártica logro entrar en el colegio
que la vio crecer. Al entrar allí era como volver al pasado, el olor que
le transmitían los pasillos era como lo recordaba en su niñez ¡nada
había cambiado! Es verdad que algunos profesores ya se habían
jubilado y que habían hecho algunas reformas e, incluso, vio que las
aulas estaban informatizadas, poco pero era un paso hacia delante, y
se alegró. A partir de ahí Ártica conoció a sus nuevos compañeros,
saludo a antiguos profesores y comenzó un largo recorrido educativo.
13. En su aula había una gran diversidad. Había niños de diferentes
países, niños traviesos y tranquilos pero había un niño que
destacaba entre todos los demás. Ese niño se llamaba Tico y tenía
Síndrome de Down. A Ártica eso no le impacto, al contrario, le
pareció muy enriquecedor para todos sus alumnos y para ella
tenerlo en clase porque todos iban a aprender mucho de él y
viceversa.
14. Pero había una cosa que a Ártica no le
cuadraba… El colegio estaba
informatizado pero todos los dispositivos
que tenían no estaban adaptados a las
clases y eran inservibles como soportes
educativos. Les servían para exponer y dar
vida a sus exposiciones pero poco más.
Después de ese día Ártica se fue hablar
con la dirección y el profesorado para
saber que pasaba.
15. Después de hablar con sus compañeros y
director del colegio, Ártica entendió
porque estaba sucediendo aquello. El
colegio había conseguido tener
ordenadores y pizarras digitales pero no
tenían presupuesto para ofrecer cursos a
los profesores para aprender cómo
manejar esas tecnologías por lo que, por
mucho que quisieran utilizarlas no sabían.
Ártica se puso manos a la obra. Todas las
tardes durante un mes daba cursos a sus
compañeros sobre cómo utilizar estas
herramientas de aprendizaje. Pasado este
periodo sus compañeros y ella estaban
súper contentos y motivados porque por
fin podían utilizar herramientas que
estaban a su alcance para poder dar una
mejor enseñanza a sus alumnos y así
poder aprender todos.
16. Desde entonces Ártica daba clases a sus alumnos con los soportes
digitales. Los alumnos cada día mostraban más interés y participaban
en clase con la creación de cuentos, blog de clase, etc. Y Tico, por
fin, había logrado integrarse más en el grupo hasta tal punto que,
todos sus compañeros, no tomaban ninguna decisión sobre las tareas
que hacían hasta que el no exponía sus argumentos. Gracias a las
tecnologías Tico aprendió mucho y logro una mayor interacción y
curiosidad por las clases y compañeros.
17. Los compañeros de trabajo de Ártica ya no usaban el ordenador
como soporte para explicar sus clases sino que empezaron a
incorporarla en su metodologías, logrando una mejora en las
calificaciones de los alumnos, una mayor participación en clase,
interés en las materias y logrando un trato entre profesor/
alumno más estrecho y comunicativo.
18. Ártica por fin había cumplido su sueño, ser profesora e impartir clases
motivadoras, creativas y enriquecedoras tanto para el desarrollo y aprendizaje
de sus alumnos como el de ella misma y sus compañeros de profesión.
FIN
19. Como se observa en este relato, las TIC son una herramienta muy
importante para la enseñanza de los alumnos sea cual sea su edad y
condición.
Los alumnos que estamos educando hoy en día son nativos digitales,
es decir, son niños que desde muy pequeños ya saben cómo manejar
una Tablet, un móvil, un ordenador, etc. Por lo tanto, ¿por qué
privarles de las tecnologías si ellos nacen en un mundo lleno de
ellas?
Hay que empezar a abrir las mentes de las personas y cerrar un
poco el concepto de que las tecnologías son malas para los niños.
Las tecnologías son malas siempre que se utilicen de manera
incorrecta, pero utilizadas de buena manera son unas herramientas
útiles y necesarias para la formación de alumnos y profesores.
20. Internet abre a los alumnos, y a la educación en general, una
diversidad de posibilidades. A través de internet podemos buscar
información, dar soporte a nuestro conocimiento, interactuar con más
personas de otros lugares sobre distintos saberes y dejar nuestro
conocimiento escrito para que muchas más personas se puedan
beneficiar de ella y viceversa.
Incorporando las TIC en la educación se abren grandes caminos.
Dejamos que el alumno forme parte de su aprendizaje, es decir, le
damos un poco de rienda libre para que el investigue las cosas y, a su
vez, el profesor le va guiando para lograr un mayor y eficaz
aprendizaje. Con esta metodología el niño gana en confianza,
habilidades sociales, soltura, creatividad… No son, por decirlo de
alguna manera, ovejas detrás de un pastor, son personas con
capacidad de, por ellos mismos, buscar conocimientos y luego
ponerlos en común, llegar a un consenso mediante un debate y ver
qué es lo que se ha aprendido y lo que no. Con las TIC los alumno
además están fomentando su capacidad de investigación mediante la
búsqueda y comparativas de información.
21. Incorporar las Tic en la educación no significa que tengamos a los
alumnos jugando a videojuegos todo el día, esto es un concepto
erróneo. El alumnado va a seguir teniendo la misma enseñanza que
hasta hora pero más modernizada y , además, les abre las puertas de
la creatividad y el trabajo en grupo. Las TIC son un anclaje para
mejorar la educación y aprendizaje de nuestros alumnos y
profesorado.
Por lo tanto, hay que intentar que mediante el usos adecuado de las
tecnologías profesores, padres y alumnos utilicen estas herramientas
tan potentes para un buen aprendizaje para así tener unos alumnos
competentes, formados adecuadamente y preparados para el día de
mañana.
22. Trabajo realizado por:
Raquel Fernández Arias.
Universidad Autónoma de Madrid.
2º Grado en Educación Infantil.
Grupo 211.