1. El Credo
y sus implicaciones
Mirando los
Testigos de la
Fe en la
historia de la
Iglesia
2. Mirando los Testigos de la Fe
Documentación
Historia mínima de la Iglesia. Agustín Churruca sj. Minuto de
Dios colección Iglesia 33, 1986
Para leer la historia de la Iglesia. Jean Comby. Ed. Verbo
Divino.
La historia del cristianismo. Paul Jhonsosn. Ed. Vergara
Editores 1989
El cristianismo, esencia e historia. Hans Kung. Ed. Trotta.
1997
Manual de historia de la Iglesia. Jesús Alvarez cmf. Ed.
Claretiana. 1982
3. ¿Por qué este tema?
1. Un llamado del Año de la Fe:
Mirar a los testigos de la fe.
A lo largo de este Año, será decisivo volver a recorrer la
historia de nuestra fe, que contempla el misterio insondable
del entrecruzarse de la santidad y el pecado. Mientras lo
primero pone de relieve la gran contribución que los
hombres y las mujeres han ofrecido para el crecimiento y
desarrollo de las comunidades a través del testimonio de
su vida, lo segundo debe suscitar en cada uno un sincero y
constante acto de conversión, con el fin de experimentar la
misericordia del Padre que sale al encuentro de todos.
(Benedicto XVI. PF, 13).
4. El llamado a la conversión (cf.PF, 6).
El llamado a la comprensión de la
fe… (cf. PF 10..11).
El llamado a recorrer la historia de
Los llamados nuestra fe. (cf. PF, 13).
del Año de la fe El llamado a profesar la fe. … (cf. PF,
8 y 9).
El llamado a la misión. (cf. PF, 7. 10).
El llamado al testimonio de la
caridad. (PF, 14)
2. Para saber dar razón de nuestra esperanza:
“Creo en la Santa Iglesia, la comunión de los santos…”
5. 3. Necesidad conocer nuestra Iglesia en su historia.
«Aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo»
Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana
Dicho de otro modo: quien no
sabe nada de historia, no
sabe qué lugar ocupa en la
vida.
Conocer la historia de la
Iglesia es entender la acción
del Espíritu Santo para afirmar
“Creo en la Santa Iglesia, la
comunión de los santos…”
6. Hoy día se pide que la iglesia evolucione,
se modernice…. Suena bien, sin
embargo, ¿acaso eso implica construir
una nueva iglesia, restaurarla o
renovarla?
4. Saber hacer Iglesia
Algunos pensaran que si esa historia ha
Construir la historia sido buena para su pueblo ¿por qué no
sin olvidar el pasado repetirla?
La respuesta es sencilla, evolucionar es
más fructífero que acomodarnos en lo
conocido.
Evolucionar no significa olvidar nuestros orígenes, pues
recordándolos sabremos también hacia donde queremos ir.
El conocimiento de la historia te dará argumentos
para construir tu futuro.
8. Miramos a los A santa María, la Virgen, a los discípulos y
apóstoles. A los santos confesores y
héroes de la Fe mártires. A todos aquellos hombres y
mujeres, de toda edad, cuyos nombres
están escritos en el libro de la vida que, a
lo largo de la historia, “han confesado la
belleza de seguir al Señor Jesús allí
donde les llamaba a dar testimonio de ser
cristianos: en la familia, en la profesión, en
la vida pública y el desempeño de los
carismas y ministerios que se les
confiaban” (Porta Fidei, 13)
Con la mirada fija en Jesucristo,
«que inició y completa nuestra fe» (Hb 12, 2)
En él, muerto y resucitado por nuestra
salvación, se iluminan plenamente los
ejemplos de fe que han marcado los últimos
dos mil años de nuestra historia de
salvación. (PF, 13).
9. Testigos de la fe. Siglo I-V
Los discípulos y apóstoles: los que compartieron su fe.
Los padres de la Iglesia: clarificaron y defendieron su fe.
Los mártires: murieron por su fe.
Los monjes: consagraron su vida a Cristo.
En cada uno de ellos, de manera personal, se hizo presente Cristo, gracias a su
Espíritu que obra mediante la Palabra y los Sacramentos. De hecho, el estar
unidos a Cristo, en la Iglesia, no anula la personalidad, sino la abre, la transforma
con la fuerza del amor, y le confiere, ya aquí sobre la tierra, una dimensión eterna”.
“pregustamos la belleza de esta vida de total apertura a la mirada de amor de Dios
y de los hermanos, en la que estamos seguros de alcanzar a Dios en el otro y el
otro en Dios... En los santos vemos la victoria del amor sobre el egoísmo y sobre la
muerte: vemos que seguir a Cristo lleva a la vida, a la vida eterna, y da sentido al
presente, a cada instante que pasa, porque lo llena de amor, de esperanza”.
(Benedicto XVI , nov 1, 2012)
10. Los discípulos y apóstoles.
Por la fe, dejaron todo para seguir al
Maestro (cf. Mt 10, 28). Creyeron en las
palabras con las que anunciaba el Reino
de Dios, que está presente y se realiza
en su persona (cf. Lc 11, 20).Vivieron en
comunión de vida con Jesús, que los
instruía con sus enseñanzas, dejándoles
una nueva regla de vida por la que
serían reconocidos como sus discípulos
después de su muerte (cf. Jn 13, 34-35).
Por la fe, fueron por el mundo entero, siguiendo el
mandato de llevar el Evangelio a toda criatura (cf. Mc 16,
15) y, sin temor alguno, anunciaron a todos la alegría de
la resurrección, de la que fueron testigos fieles.
Por la fe, los discípulos formaron la primera comunidad reunida
en torno a la enseñanza de los Apóstoles, la oración y la
celebración de la Eucaristía, poniendo en común todos sus
bienes para atender las necesidades de los hermanos (cf. Hch
2, 42-47).
11. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y
profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular.
Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va
levantando hasta formar un templo consagrado al
Señor (Ef 3,20).
12. Por el Espíritu Os he dicho estas cosas estando entre
vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu
Santo la Iglesia es Santo, que el Padre enviará en mi
nombre, os lo enseñará todo y os
apostólica. recordará todo lo que yo os he dicho
(Jn 14,25-26).
El Espíritu capacita a la Iglesia para
comprender las palabras de
Jesús, enseñarlas y transmitirlas fielmente
A cada uno de nosotros se le ha dado la
gracia según la medida del don de
Cristo... él ha constituido a unos,
apóstoles, a otros, profetas, a otros,
evangelistas, a otros, pastores y doctores
para el perfeccionamiento de los santos,
en función de su ministerio, y para la
edificación del cuerpo de Cristo (Ef 4,7-13).
13. Siglos I - V
Cristianos en un mundo que no les comprende
Del paradigma
Como son vistos por los otros
- Acusaciones y objeciones protocristiano-
- La respuesta: Apologías apocalíptico
- Tiempo de definición de la fe al vetero eclesial
- Los concilios helenista.
En sus escritos intentan presentar con
Los apologistas claridad la doctrina y las costumbres
cristianas para disipar los malentendidos.
Los Apologistas y confesores, "Padres de la Iglesia" ,
son pastores y escritores eclesiásticos, obispos en su mayoría.
14. Padres de la Iglesia
Su labor consistió principalmente en
explicar el pensamiento cristiano con un
lenguaje exacto y “científico”, que
redujera la posibilidad de errores de
interpretación.
Sus enseñanzas son consideradas por la
Iglesia como fundamento indispensable de
la doctrina ortodoxa cristiana.
Por su cercanía a los Apóstoles nos
presentan la correcta interpretación de las
Sagradas Escrituras.
Los Padres de la Iglesia crearon una nueva cultura, transformando
orgánicamente la milenaria cultura clásica en cultura cristiana.
15. San Ignacio de Antioquía
Grandes Padres griegos son:
San Ignacio de Antioquía (35-107)
Policarpo de Esmirna (c. 70 - c. 155)
San Atanasio, de Alejandria (c. 297-373)
San Basilio Magno, de Cesarea (329-79)
San Gregorio Nacianceno, Obispo de Sasima (329-90)
San Juan Crisóstomo, de Constantinopla (347-407)
Dionisio el PseudoAreopagita, teólogo místico (finales
del siglo V)
Hermas, autor de El Pastor (siglo II)
San Hilario Y latinos:
San Hilario, Obispo de Poitiers (315-368)
San Ambrosio de Milán (340-97)
San Agustín de Hipona (354-430)
San Jerónimo, sacerdote, exegeta, traductor de la
Vulgata. (343-420)
San Gregorio Magno (I), Papa (540-604)
Orígenes (185ca. -254)
Tertuliano, apologista, fundador de la teología
latina (160-223)
16. El Espíritu dirige a la Iglesia por medio de profetas.
Y así puso Dios en la Iglesia, primeramente apóstoles;
en segundo lugar profetas; en tercer lugar maestros...
(1 Cor 12, 28).
A estos (los profetas) se les reveló que no para sí
mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que
ahora os son anunciadas por los que os han predicado el
evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las
cuales anhelan mirar los ángeles (1 Pe 1, 12).
El Espíritu Santo dirige la Iglesia asistiendo a
sus miembros en la toma de decisiones
Hemos decidido, el Espíritu Santo y
nosotros, no imponeros más cargas
que las indispensables... (Hch 15,1-
2.4-7.22.28)
18. Cristianos en un mundo que les persigue
Nerón , Trajano, Marco
Aurelio Diocleciano
La firmeza de la fe.
Los Mártires
Cristianos que, por amor a Jesucristo, prefirieron la muerte antes que
renegar de su fe. Fueron testigos del Evangelio de Jesucristo, modelos
de amor y fidelidad en su tiempo.
“por la fe, los mártires entregaron su vida como testimonio de la verdad
del Evangelio, que los había transformado y hecho capaces de llegar
hasta el mayor don del amor con el perdón de sus perseguidores”, para
concluir “también nosotros vivimos por la fe: para el reconocimiento vivo
del Señor Jesús, presente en nuestras vidas y en la historia” (n. 13).
19. El testimonio
de los Mártires
Lorenzo
Ignacio de Antioquía
Perpetua y Felicitas
Lucia
Cecilia
El mártir nos interroga en qué se basa y fundamenta nuestra fe, y
nos habla del Reino de Dios entre nosotros (Cf. Mt. 5, 11-12). El
mártir protesta, diríamos, contra las situaciones en que prevalece al
mal. Por el martirio el vencedor termina vencido, no por revancha,
sino por la fuerza que le sostiene en el martirio. Su victoria no
humilla al vencido, sino que nos habla de fidelidad y coherencia a su
fe. (Ob Ramón del Hoyo López, Jaén)
20. En la persecución, el Espíritu Santo ayuda a la Iglesia
Si sois ultrajados por el nombre de Cristo, sois
bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa
sobre vosotros. Ciertamente, por lo que hace a ellos, él es
blasfemado, pero por vosotros es glorificado (1 Pe 4,14).
El Espíritu Santo os enseñará en la
misma hora lo que debéis decir
(Lc 12,12).
Pero cuando os lleven para
entregaros, no os preocupéis por lo
que habéis de decir, ni lo penséis,
sino lo que os sea dado en aquella
hora, eso hablad, porque no sois
vosotros los que habláis, sino el
Espíritu Santo (Mc 13,11).
21. ¡¡¡PIENSA!!!!
“La sangre de los mártires
es semilla de los cristianos” Tertuliano
22. Cristianos en un mundo que les acepta
Tiempos de Paz
Constantino
Libertad religiosa
Religión de Estado
Lenta eliminación del
paganismo
Por la fe, hombres y mujeres han
El monaquismo consagrado su vida a Cristo, dejando
todo para vivir en la sencillez evangélica
la obediencia, la pobreza y la castidad,
signos concretos de la espera del Señor
que no tarda en llegar.
23. Anacoretas o Ermitaños
“…habitan solos en los desiertos y
Monjes
toman su nombre del hecho de que se
han retirado lejos de los hombres" .
(San Jerónimo)
por medio del aislamiento casi total, la
abstinencia sexual, las penitencias, el
trabajo manual y oración, buscaban
llegar a un grado mas de perfección y
unión con Dios.
La Convivencia comunitaria
Basilio de Cesarea
San Benito
Evangelizaron a los bárbaros, fueron los
educadores de Europa,
algunos se consagraron a la trascripción
de manuscritos o composición de libros
piadosos y crónicas de la historia,
otros se consagraron a la creación de
aldeas agrícolas.
24. Hundimiento
del Imperio Desmembración del Imperio en miles
de Principados y jurisdicciones.
La invasión de los bárbaros.
División entre la Iglesia Católica de
habla latina y la Bizantina de habla
griega.
El cristianismo pierde terreno.
Nacimiento del
Islamismo, (Mahoma), y su
expansión a partir del 662.
Y la Iglesia sigue en la Historia
y sigue haciendo Historia
25. La historia de una vida es un cúmulo de aciertos
y errores que te enseñan el camino a seguir
Por la fe, hombres y mujeres de toda edad, cuyos nombres están
escritos en el libro de la vida (cf. Ap 7, 9; 13, 8), han confesado a lo
largo de los siglos la belleza de seguir al Señor Jesús allí donde se les
llamaba a dar testimonio de su ser cristianos…
Nosotros somos
testigos suyos de estas
cosas, y también el
Espíritu Santo, el cual
ha dado Dios a los que
lo obedecen (Hch
5,32).
También nosotros vivimos por la fe: para el
reconocimiento vivo del Señor Jesús, presente en
nuestras vidas y en la historia.