2. Caperucita Roja. misión anillo
Había una vez una niña que se llamaba Caperucita Roja.
Un día, su mamá le dijo: “Caperucita, llevále a tu abuela
este anillo porque se va a casar con tu abuelo”
Caperucita se fue a la casa de su abuela. En el camino se le
perdió el anillo y lo encontró el lobo. Caperucita lo vio y le
dijo:
- Lobo, ¿me das el anillo?
-No, porque voy a casarme con un lobo mujer –le dijo el
lobo.
Entonces, Caperucita le dio un anillo de hojas verdes para
que el lobo le devolviera su anillo. El lobo aceptó y le
regresó el anillo.
Al final, Caperucita le llevó a su abuela el anillo. Su abuela
y su abuelo se casaron y vivieron felices para siempre.
3. CAPERUCITA AZUL. La sirena y
el lobo marino
Había una vez una niña llamada Caperucita Azul.
Un día, fue al parque. Ahí conoció a unos niños y se hicieron
amigos. Uno se llamaba Juan y otra Merlia.
Pero un día, Caperucita Azul y sus amigos encontraron un lobo
marino. Los niños comenzaron a nadar más rápido que el lobo
para escapar.
Cuando el lobo, por fin, se iba a comer a los sirenitos, una caña
de pescar lo atrapó. En la caña había carnada y el pescador
creyó pescar un pez. Alzó la caña, vio al lobo marino y pensó: “Si
un pez es rico, ¿por qué un lobo marino no?”
Entonces, cocinó al lobo, le gustó y se lo comió. Y todos los
sirenos festejaron felices.
4. Adaptación de Caperucita roja
Había una vez una niña que se llamaba Caperucita.
Un día, su abuela le compró una capa de color rojo.
Desde ese día, la llamaron Caperucita Roja.
Un día, su mamá le dijo: “¡Estoy feliz!” y que se vaya a
jugar con su amiga loba y su amigo lobo.
Después, Caperucita quería dormir. Roncaba muy fuerte.
De repente, su mamá le dijo que baje a comer sopa
paraguaya. Caperucita comenzó a comer y de pronto, se
tragó una mosca. Su mamá la vio y gritó: “¡Aaaaaaah!”
En seguida, llevó al médico a Caperucita. Sin embargo,
nada pudo hacer. Caperucita murió y su mamá se puso
muy triste. Su abuela también se puso triste.
5. Caperucita y sus zapatos rojos
Había una vez una niña llamada Caperucita Roja.
Un día, su mamá le compró unos zapatos rojos brillantes.
Caperucita quería irse a la plaza con esos zapatos. Su mamá le pidió
que tuviera cuidado porque, por el pasto, andaba escondido un
tigre muy malo. Entonces, Caperucita dijo que iba a tener cuidado.
Luego, Caperucita se fue a la plaza. Después de jugar un rato,
estaba muy cansada, encontró una casa, entró, se acostó y se
durmió. Cuando despertó, estaba muy hambrienta y se dio cuenta
de que habían desaparecido sus zapatos.
Entonces, fue al bosque a buscar unas manzanas y sus zapatos
olvidándose de los consejos de su mamá. De pronto, apareció el
tigre y traía los zapatos de Caperucita. Caperucita se asustó mucho.
De repente, vino un caballero y espantó al tigre. Entonces, el
caballero le dijo que deje esos zapatos. Y el tigre dejó los zapatos.
Al final, el tigre fue a esconderse y nunca más volvió a molestar a
Caperucita.
6. Caperucita y el lobo
Había una vez una niña que se llamaba Caperucita
Roja.
Un día, su mamá cocinó cebiche para el almuerzo.
Luego, Caperucita fue caminando por el bosque y se
encontró al lobo. Entonces, el lobo se la comió entera.
Luego, un cazador se encontró con el lobo y vio que
su panza estaba gorda porque se había comido a
Caperucita.
Entonces, el cazador, con un cuchillo, cortó su panza y
vio a Caperucita y la salvó
7. Caperucita, la princesa
Había una vez una princesa que se
llamaba Caperucita Roja.
Un día, vino una bruja malvada y se llevó a
la princesa.
Entonces, vino el príncipe y fue a
rescatarla.
Finalmente, se peleó con la bruja, rescató
a la princesa y se casaron.
8. Caperucita y su abuela
Había una vez una niña que se llamaba Caperucita
Roja y vivía en un castillo con la mamá y su papá.
Un día, la mamá le regaló una canasta. Caperucita
le llevó a su abuela unos sanguchitos en la canasta.
En el camino se entretuvo mirando vidrieras.
Caperucita corrió muy rápido porque se le hacía
tarde.
Cuando Caperucita llegó a la casa de la abuela. La
abuela la estaba esperando enojada porque había
llegado tarde y estaba muy preocupada.
Caperucita le pidió perdón, la abuela la perdonó y
se dieron un fuerte abrazo.
9. Caperucita. la espía
Había una vez un espía que se llamaba Caperucita.
Un día, el lobo se fue a la casa de Caperucita y se
comió a su mamá. Después, el lobo se fue al bosque.
Cuando Caperucita volvió a su casa, encontró que su
mamá no estaba. En seguida, salió a buscarla al bosque
y se encontró con el lobo. El lobo le preguntó: “Niña,
¿dónde vas?”. Caperucita le respondió: “Estoy
buscando a mi mamá”.
Cuando el lobo se fue, Caperucita comenzó a buscar
huellas. Las huellas eran del lobo. Caperucita le dijo:
“¡Tú te comiste a mi mamá!”
Al final, vino el cazador, le dio una pócima al lobo y
salió la mamá y Caperucita estaba feliz.