2. El hijo del guardabosques de Tuttlingen, en la
Selva Negra,
volvía a avanzadas horas de la noche
de una juerga en la que se había vaciado
en su vientre más botellas de lo razonable.
El joven que se llamaba Berthold,
atravesaba canturreando los prados inundados
por los rayos de luna y los agradables bosques
de abetos más oscuros.
3. De repente se detuvo bruscamente. Algo
sobrenatural parecía clavarlo en el suelo.
A pocos metros del camino se extendía
una laguna llena de flores, cuyas orillas
suavemente inclinadas se perdían entre
las cañas.
4. A dos pasos de la orilla, una joven encantadora,
sumergida en el agua hasta la cintura, peinaba su
larga cabellera.
Pero la impresión de Berthold fue mayor todavía
cuando la joven, en vez de huir, le respondió con
dulzura, sin mostrar el menor temor.
5. El joven volvió a ver a la
muchacha al día siguiente y
pronto nació entre los dos
una profunda pasión.
Entonces la muchacha de
las aguas hizo saber a su
enamorado que se llamaba
Evelina, que era de la raza
de las ondinas y que para
casarse con ella debería
hacer una extraña promesa:
la de no ir nunca con ella
sobre el agua.
6. Berthold hizo la promesa y se consumó el matrimonio. Era una
alegría verlos, y de la mañana a la noche, igual que de la
noche a la mañana, las dos criaturas se amaban con tanto
abandono y tanta naturalidad que los vecinos sentían deseos
de imitarlos. La llegada del invierno no cambió esta feliz
armonía.
7. Una mañana Berthold dijo a
su mujer: " -Luego saldrás
conmigo; te he preparado
una sorpresa". Cuando
llegaron a la laguna en la
que Eveline se había
aparecido por primera vez, el
joven sacó de un paquete
dos pares de patines y
exclamó: "- Qué alegría
esposa mía, te voy a
enseñar a patinar".
8. Pero Eveline se puso pálida como la nieve. "-¡Tu
promesa! Berthold se echó a reír y levantando a su
mujer en volandas, la depositó sobre el hielo. Pero ¡ay!
el hielo se rompió y, mientras Berthold se agarraba
desesperado a los bloques de hielo, Eveline se
sumergió y desapareció para siempre.
9. El tiempo ha secado las lágrimas del
guardabosques. Sus amigos le han hecho
comprender que es demasiado joven para
quedarse viudo.
10. Se ha vuelto a
casar con una
graciosa
muchacha pide
hacer feliz a un
joven. Mientras los
violines resuenan
todavía a lo lejos,
los dos recién
casados se han
penetrado.
11. Una sombra se
yergue en medio de
ellos y los separa. Es
Eveline. Al día
siguiente, y al otro, y
al otro...la misma
escena se repite.
12. La recién casada
ha regresado,
Bethold fue
encerrado en una
casa de salud,
donde aún sigue
hablando de la
bella ondina que
vive en la laguna.
13. “En toda historia de
amor siempre hay
algo que nos acerca a
la eternidad y a la
esencia de la vida,
porque las historias de
amor encierran en sí
todos los secretos del
mundo.”
Paulo Coelho
14. Fin de Un Amor
No sé si es que cumplió ya su destino,
si alcanzó perfección o si acabado
este amor a su límite ha llegado
sin dar un paso más en su camino.
Aún le miro subir, de donde vino,
a la alta cumbre donde ha terminado
su penosa ascensión. Tal ha quedado
estático un amor tan peregrino.
No me resigno a dar la despedida
a tal altivo y firme sentimiento
que tanto impulso y luz diera a mi vida.
No es su culminación lo que lamento,
su culminar no causa la partida,
la causará, tal vez, su acabamiento.
Manuel Altolaguirre