1. EL PRE¢IO DE VIVIR
“EL CONSUMISMO, NUEVO CREDO DE LA
HUMANIDAD”
Escrito por: José Cho
@Photocho19
Este no es un mensaje religioso, ni gubernamental, no es político y es sin fines lucrativos,
está prohibido la venta de este artículo y es de libre reproducción.
2. EL PRE¢IO DE VIVIR
“EL CONSUMISMO, NUEVO CREDO DE
LA HUMANIDAD”
[La palabra consumismo proviene del
«consumĕre» que significa gastar o destruir.]
latín
“La Felicidad es
interior no
exterior, por lo
¿Cuanto tiempo nos toma saber todas las formas de
vida que tiene una necesidad? ¿Cuantos sueños hay
que dejar pasar sin poderlos cumplir? Débil y frágil
como cristal es la vida, ¿Que le da valor? ¿Que la hace
mejor o peor que la tuya o la mía?, ¿Que la hace justa
o injusta?, en cada mirada, en cada rostro, veo como
sin saber sobrevivimos a cada día, sin saber el ¿Por
que? Ni el ¿Como? de lo que la propia vida nos da,
buscamos culpables si saber el delito, atacamos con
violencia sin tener un enemigo, tomamos un camino sin
saber a donde lleva, porque parecemos muertos
vivientes, ¿Por qué el amor se convirtió en un mito y el
hambre y la pobreza se hace mas reales cada día?,
porque aun que vivimos en un mismo suelo pareciera
que cada persona lleva consigo su propia bandera y
fronteras para no mezclarse entre si; aquel que tiene
un sueño, no es digno de estar con el que los puede
comprar, porque hemos pasado siglos perdiendo el
tiempo en buscar muchas formas para diferenciarnos
de otros. Es aquí donde lo material se convierte en
parte de nuestra vida, tanto que dependemos de
obtener riquezas para satisfacer esa necesidad de ser
diferente y pertenecer a un grupo determinado de
entes llenos de prejuicios, envidia, maldad, soberbia
yorgullo, en donde se endulza un café con tres
cucharadas de poder y se compran sonrisas para
quedar bien.
tanto no depende
de lo que
tenemos, si no de
lo que somos”.-
Pablo Neruda
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3. Como aquel cantautor Panameño Rubén Blades dijera en una de sus famosa
canciones: “Era una ciudad de plástico, de esas que no quiero ver”, quizás
nadie quiso que fuera así pero todos y cada uno de nosotros hemos sido
absorbido por una rutina vacía y una imponente necesidad de obtener cosas
que ni siquiera podemos pagar, seguimos una corriente globalizada, un
asesino silencioso que nos obliga a alcanzar una alta posición social, no por
lo que somos; si no por lo que tenemos. Nadie esta preparado para
enfrentarse consigo mismo e ir en contra de todos sus deseos vánales de
poder sentirse superior y diferente a los demás, pero hay cosas que no se
pueden comprar y que por ser intangibles pierden su valor ante una sociedad
hipnotizada que se limita a darle valor solo a lo que tiene precio y que
encuentran detrás de las vidrieras en algún centro comercial, sin saber que
todo aquello que es valorado por cifras y monedas se agota, se daña y
desaparece tarde o temprano al igual que nuestros cuerpos son expuesto a
morir; sin embargo, no somos capases de verlo ni de percibirlo, es tanta la
influencia comercial en nuestras vidas, que la necesidad de tener y no poder
afecta nuestro sentimientos y estados de animo llevándonos al limite de
nuestro comportamiento humano. Somos tan vulnerables que hacemos lo
que sea necesario para poder obtener esa satisfacción y llenar la sed material
de nuestras almas vacías.
Los días pasan sin percibir lo que hacemos, así como nuestras piernas
caminan por reflejos e inercia, nuestras mentes adoptan una posición
adormecida por una rutina y una entorno lleno de necesidades, dificultades
que nublan nuestros sentidos. De esta forma el único camino al escape de
tanta presión es la violencia, en cualquiera modalidad y de cualquier forma,
poco a poco nos convertimos en bombas con alto peligro de explotar a
cualquier contacto sin saber a quien atacamos ni que consecuencia esto
tendrá, somos victimas y somos victimarios, asesinos en potencias, llenos de
impotencia, complejos y vacíos de espíritu.
La historia nos dice quienes fuimos y de donde venimos, pero ¿Realmente en
la actualidad estamos escribiendo alguna historia para las generaciones
próximas? O solo le estamos dejando de herencia grandes dosis de
anestesia para que sigan vivos ignorando el dolor y reprimiendo cualquier
trauma haciendo compras innecesarias para así sentirse bien consigo mismo.
Estamos tan inundados del mercado que no notamos las cosas mas sencillas
en nuestros al rededor, padecemos de un síntoma casi de muerte cerebral.
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4. Estamos en constante autodestrucción de nuestras almas; algo que en teoría
no existe pero que podemos referirnos a ella como la esencia de lo que
somos, lo que encierra nuestros sentimientos y nuestra sabiduría, todo eso
que nos hace sentir vivos y que es permanente hasta que nuestro cuerpo,
que es materia, desaparezca.
“Muchos se refieren a la muerte como el fin de la vida y el inicio de otra vida
mucho mejor, otros que la muerte es el estado en donde nuestro ser se
encuentra con un ser superior a nosotros y que nos hace eternos, pero hasta
ahora no podemos calcular cuanto puede costar una vida, hasta que llega la
hora de su muerte.
Hemos llegado a darle precio a la salud casi al limite de comprar la vida,
porque para alguien que no tiene como pagar por atención medica y padece
de alguna enfermedad, esto llega a ser como un castigo, refugiándose así en
una esperanza divina casi ciega que quizás nunca llegue y creando personas
que solo viven en una fe por necesidad y no por convicción. Mientras aquel
que tiene el poder del dinero puede darle precio al aire que respira y de paso
alimentar el ego y la vanidad comprando “la belleza física” mostrando ciertos
patrones de inconformidad y llenando su vacío con nada, perdiendo el control
de si mismo y dejándose llevar por aquel monstro que nadie ve y que todos
pensamos es inofensivo. Compramos la vida y le damos precio a la belleza;
nos ponemos, nos quitamos y perdemos identidad, copiamos formas de vidas
inalcanzables a nuestra realidad buscando una falsa plenitud que no es
eterna y que se nos escapa como agua de las manos.
“Lo que tiene precio, poco valor tiene” - Friedrich Nietzsche
Existe una fuerza invisible dentro de nosotros que nos obliga a creer que
necesitamos obtener más pertenencias materiales y con esto se suma todo
nuestros temores y complejos haciéndonos creer que somos inferiores a
aquella imagen que idolatramos de nosotros mismos en donde somos
perfectos, casi Dioses con todo lo que deseamos y siendo este como un
sueño recurrente haciéndonos creer que con llegar a esto desaparecerán
todo nuestros sufrimientos y cumpliremos así con la felicidad eterna en
nuestras vidas.
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5. Compramos la belleza y la usamos como llave maestra para abrir todas las
puertas de nuestra propia vanidad, creemos conseguir todo por medio de ella
y nos convertimos en seres especiales dentro de la sociedad que nos acepta
por lo que nota a simple vista y no por nuestros ideales o conocimientos. Al
darle un valor económico a lo que catalogamos como hermoso, nos podemos
preguntar: ¿Qué pasaría si por un accidente perdemos este status de belleza
superficial en nuestras vidas?, este fenómeno podría afectar toda nuestra
vida, porque nuestra vida solo dependía de ese estado material de belleza
física, llevándonos a sentir que lo perdimos todo, aun estando vivos. La
belleza puede valorarse en un sentimiento puro que enriquece a nuestro
espíritu, pero también puede materializarse en algo visual y poderosamente
atractivo a lo que percibimos a simple vista.
A través de los siglos la belleza a tenido un precio, sobre todo la mujer,
usándose para satisfacer los placeres mortales de el hombre que puede
adquirir este “servicio” como cualquier otro, entonces es aquí donde llegamos
al limite de nuestro comportamiento humano ya que le damos precio y valor
económico y material a nuestros cuerpos, haciendo de el un mercado de
ofertas y demanda, perdiendo cualquier valor intangible de nuestro ser y
espíritu, perteneciendo al poder mismo que el dinero le otorga a una persona,
siendo presos de nuestras necesidades y viviendo infelices para tratar de
encontrar aquella felicidad material, porque aquella persona que se refugia en
lo que obtiene por dinero es capaz de vivir con sentimientos falsos para poder
conseguir aquella felicidad plasmada en lo material, por que todo debe tener
un precio y el propio ser humano se a encargado de rebajarse y ponerse así
mismo un valor económico para ser parte de una sociedad que lo empuja a
un abismo de prejuicios y mediocridad si no tiene lo que todos tienen.
Las necesidades fisiológicas son algo natural, todos los seres vivos necesitan
de alimentos para subsistir, de oxigeno para respirar, de el agua para calmar
la sed, pero al pasar de los siglos esas mismas necesidades que algún día
nos fueron suplidas por la naturaleza ahora son expuesta con etiquetas de
precios para poder tenerlas. Existen necesidades básicas las cuales se han
convertido en casi obligación pagar por las mismas, algún precio puesto por
algún monopolio del mercado, pero este mismo nos empuja a sentir la
necesidad de tener otros bienes no tan necesarios ni vitales para la
subsistencia de los seres humanos. Ayudado por la publicidad que dejo de
ser persuasiva a ser una herramienta impulsiva de el consumismo
innecesario, la falta de educación y cultura hace que cosechemos mentes
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6. vacías y fáciles de convencer, esto nos hace vulnerable a creer que podemos
ser alguien por lo que tenemos y no por nuestras capacidades.
Cresemos con la mentalidad de obtener riquezas por medio de nuestros
logros intelectuales y obtener todo lo que algún día deseamos; entonces,
¿Qué seria de aquel que estudio toda su vida y aun no logra comprar sus
sueños?, este sentirá frustración y decepción de la vida misma porque creyó
que este seria la forma correcta de comprar lo que le haría completamente
feliz y perdió toda su vida enfocándose en algo material, que se perdió de los
detalles que llenan el espíritu de un ser, de los sentimientos, las experiencias
y el conocimiento. Somos educados para creer que al final de nuestra
educación esta será recompensada algún día en abundancia y riquezas, que
no te hará falta nada y serás realmente feliz.
Todos tenemos el mismo derecho de tener las mismas cosas y de vivir en lo
que conocemos como “vivir bien”, pero esta calificación de la vida no es la
misma para todos. Algunas personas que se enfoquen en lo espiritual se
referirán a “vivir bien” en estar en paz consigo mismo y los demás y sentirse
aceptado por algún ser supremo siguiendo los valores y parámetros de
alguna religión o estilo de vida. Por otro lado, una persona que su fin sea la
sabiduría y el conocimiento, basara su teoría de “vivir bien” a estar en una
constante actividad cultural y artística sintiéndose en plenitud con el mismo y
sus conocimientos intelectuales y científicos; sin embargo, aquel que esta
aferrado a lo material calificara la frase “vivir bien” a lo que pueda comprar,
adquirir u obtener y así poder contabilizar sus riquezas materiales y
totalmente desechables en cantidades que el pueda ver y usar para poder
sentirse aceptado y así participar en una sociedad consumista.
Estos tres tipos de personas no son uno diferentes a el otro, los tres tienen
que coexistir en un sistema mercantil capitalizado y quizás encontrarse en un
gran supermercado comprando alimentos,
pero cada uno teniendo
necesidades totalmente opuestas y en busca del como llenar aquel espacio
vacío que naturalmente tenemos al nacer, uno la llenará con fe, el otro con
sabiduría y el último con material. Este último aparentará estar mucho mejor
que los demás aunque su estado anímico, mental e intelectual sean
deplorable, esta persona hará lo necesario por mostrar que no necesita mas
nada que no pueda comprar. En la mayoria de las ocasiones el consumista
excesivo es compulsivo, siempre siente la necesidad de tener mas aunque
sea un bien inservible, para él todo es útil y lo necesita para ser aceptado o
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7. visto como alguien muy poderoso en la sociedad. ¿Pero que pasaría si esta
persona no puede adquirir lo que desea?, realmente todos nos sentimos de
un u otro modo presionados a tener bienes materiales para mayor facilidad en
nuestras vidas y hacemos lo que está a nuestro alcance para poder pagarlo,
pero aquella persona que siente una fuerte necesidad de sentirse aceptado
por este grupo “Elite” de personas con un alto rango social y que simplemente
por falta de dinero no puede ser parte del mismo; tratara si puede aparentar y
copiar actitudes, con algún bien material o adquiriendo algún servicio que
estas personas por su alto poder adquisitivo pueden costear pero que él por
solo aparentar se olvidad de su realidad y de sus compromisos, agotando
todo recurso disponible solo por aparentar y así sentirse bien consigo mismo,
por que llenó ese vacío y ahora se siente aceptado y parte de la sociedad.
No podemos ponerle precio a algo que no es materia, si pagamos por algo
sea lo que sea debe ser consumido y así mismo agotado, no es eterno,
perdemos el tacto y la razón de esto, pensamos que todo debe tener un
precio y que nada es eterno y nos olvidamos de nuestro espíritu, nuestra
sabiduría y nuestra alma, todo aquello que nos impulsa a ser grandes no en
tamaño ni en riquezas si no en esencia, no es olvidarse de lo material es vivir
con ello y no vivir para ello, ser un hombre sabio y no ser un hombre que se
deja llevar por su mas crudos y bajos deseos momentáneos.
Cuando nuestras mentes inocentes de niño no sabían de precios ni números,
solo nuestros sentimiento le daba el valor a lo que nos gustaba por ejemplo
nuestros juguetes.
¿Por qué no usar ese mismo sentimiento para valorar la vida y lo que nos
rodea?, ver el sol salir o la lluvia caer es gratis no tiene valor en el mercado,
pero ¿Qué valor tiene en nuestras vida?, debemos darle mucho mas valor a
los momentos que se nos brindan día con día y que no somos capaces de
aprovechar, simplemente no lo notamos ni lo valoramos porque estamos tan
programados a solo darle valor a lo que nos cuesta; es decir, lo que tiene
precio y pagamos por eso, pero las sensaciones, sentimientos o actos
naturales de nuestro entorno que se nos da gratis y que siempre estarán ahí,
no le damos el mismo valor de lo que hubiéramos comprado en una tienda.
El alma pierde valor en el momento en el que ignoramos su existencia, el
espíritu es algo imaginario y la sabiduría es inerte para los que la mediocridad
atrapó, entonces solo nos queda lo que vemos, tocamos y usamos: la
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8. materia. ¿En que momento lo que somos paso a un segundo plano y lo que
tenemos se convirtió en protagonista de nuestras vidas?, con cada
generación que pasa perdemos mas y mas el valor de la vida, no existe el
respeto a el ser humano ni a sus sentimiento, nadie se interesa por llenar su
mente y espíritu, prefieren llenar sus bolsillos y carteras para así tomar
mucho más valor como personas y sentirse mucho más importantes dentro
de la sociedad.
El progreso económico de un pueblo es necesario para sobrevivir; pero no
para sentirse vivo, este “progreso” debe ir de la mano de la cultura y la
educación, porque si no seremos esclavos perpetuo de la mediocridad, el
inicio de un progreso cultural dentro de una nación es la de respetar las
demás formas de pensar y aprender de ellas, debemos aceptar todas las
formas de expresión y encontrar en cada una la belleza y el valor no material
de las mismas.
Dentro de una nación donde la superación y el progreso se mide con cuantas
torres de cemento rozan las nubes o cuantos autos se vendieron en un año y
la cultura y la educación pasan a un segundo plano sin importancia, no
podrás esperar mucho de sus habitantes. Muchos pueblos sufren de esto y
en ocasiones el sistema adormece a la población y las hace vulnerable a la
cantidad de información inútil que el mercado impone a nivel mundial y así
nunca perder el poder de controlar estas mentes débiles y vacías de cultura
para así lograr su cometido que es influenciar a toda una región y continentes
imponiendo métodos y hábitos que antes fueran extraños hoy en día son
parte de una rutina que ni si quieras percibimos y que adoptamos por inercia.
Somos soldados defensores de los derechos humanos, del progreso y el
desarrollo, entonces por que de la misma forma en que permitimos la
destrucción de áreas verdes por edificaciones y centros comerciales, no nos
exigimos a nosotros mismos destruir los tabúes que nos limitan a construir
seres llenos de cultura e historia, con cimientos más fuertes que los de un
rascacielos y la educación sea nuestra mejor arma para enfrentarnos ante
estos grandes opresores que nos quieren obligar a pertenecer en un sistema
lleno de limitaciones económica, la educación es lo que nos puede librar de
estas cadenas de prejuicios y de la visión de un mundo plano, ser dueño de
riquezas incalculables es posible si nos enfocamos más en ser que en tener.
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9. “Materialismo”
[Actitud de la persona que da excesivo valor a las cosas materiales, como el dinero o
las propiedades también se le conoce como materialismo a la doctrina filosófica que
considera que solo existe la materia y que reduce el espíritu a una consecuencia de
ella.]
En el lenguaje común es usado como una etiqueta peyorativa para un estilo
de vida que busca riqueza, dinero y comodidades en lugar del desarrollo
espiritual o mental. Este término no tiene que ver con la posición de filósofos
o científicos materialistas, sino que se identifica con el término consumismo.
El materialismo es una corriente de la Filosofía que surge estricta y
exclusivamente como contrapartida de otra, denominada idealismo, para
responder a aquella cuestión fundamental de la filosofía sobre qué es
primero: el pensamiento o lo material. Entonces y como se desprende ya
desde el nombre que se le atribuyó, el materialismo le da absoluta
preeminencia al mundo material, siendo que siempre lo material precederá al
pensamiento.
El concepto no afecta sólo a la visión filosófica del mundo sino también a la
ciencia. Aunque en las ciencias naturales los enfoques no-materialistas
quedaron descartados hace mucho tiempo, en ciencias sociales ha existido
en los últimos siglos una polémica en torno al materialismo como enfoque de
investigación. Más recientemente Marvin Harris propuso un enfoque de
investigación materialista de las culturas y las sociedades llamado
materialismo cultural. E, incluso, Paul y Patricia Churchland han promovido
una forma extrema de materialismo, conocida como materialismo eliminativo
que sostiene que los fenómenos mentales en realidad no existen y que hablar
de los reflejos mentales, como se hace en psicología popular es algo así
como dar crédito a las enfermedades causadas por el diablo. En España, un
representante actual del materialismo con una línea de pensamiento similar
es por ejemplo Martín López Corredoira, 3 4 5 6 al abogar por una visión del
mundo en la que todo lo existente es materia-energía física siguiendo sus
correspondientes leyes naturales y excluyendo la posibilidad de cualquier otro
ente no-material (mente, libre albedrío, persona en tanto que ser con
identidad propia, sentimientos,...), o relegándolo a mera representación
mental de algo inexistente en sí.
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10. El materialismo ha sido entendido frecuentemente como una forma
enteramente científica y racionalista de ver el mundo, particularmente por
pensadores religiosos que se le oponen y por marxistas. El materialismo
como principio filosófico o científico típicamente contrasta con el dualismo, la
fenomenología, el idealismo y el vitalismo.
La definición de «materia» en el materialismo filosófico moderno comprende a
todos los entes científicamente observables, como la energía, fuerzas y la
curvatura del espacio. Muchos autores del siglo XX, particularmente
epistemólogos y filósofos de la ciencia, prefieren la denominación de
fisicalismo porque carece tanto de las connotaciones emocionales de la
palabra «materialismo» como de las restricciones históricas asociadas a éste.
Enfatiza lo físico, sea materia o energía.
Dependemos mas de lo que poseemos que de lo que somos.
“El consumismo como educación”
Entendiendo que el sistema económico global se rige por el intercambio de
bienes por dinero y viceversa, podremos básicamente tener un juicio de que
este acto es algo normal para que el sistema siga su curso y la sociedad
pueda funcionar con las actividades diarias económica que esta impone.
Desde los primeros años de vida de un ser humano es expuesto al mercado y
al ataque constante de el consumir y tener bienes materiales para estar
dentro de la normalidad que la vida comercial a impuesto a través de los
años, somos educados prácticamente para ser esclavos de todo lo material,
ya que esos mismos bienes que poseemos terminaran convirtiéndose en
dueños de nuestras vidas, deseos y tranquilidad. Es precisamente en las
edades tempranas que heredamos esos deseos de obtener cosas para ser
mejores que los demás como si tratase de una competencia y dicha actitudes
son herencias de generaciones y generaciones que han adoptado
inconscientemente esta clase de educación como si fuese la correcta por ser
llamada sistema económico global dentro del rango de una vida “normal”,
pero si tenemos la opción de vivir con lo justo hasta donde nuestra realidad
nos permita y no hasta donde nuestros instinto de avaricia nos pidan estar,
¿Por qué el hombre no se conforma con lo que llega a tener? Parece una
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11. pregunta sencilla de responder pero realmente es de un alto nivel de
complejidad.
El hombre desde su infancia es absorbido por constantes deseos de tener
todo lo que veamos por el simple hecho de no tener una conciencia de control
ni satisfacción realmente desarrollada, inconscientemente nuestros padres
nos complacen en todo sin darse cuenta el daño a largo plazo que esto
puede tener. Al pasar de los años cuando esta actitud de querer todo lo que
nos gusta y ser dueño de diversos bienes materiales se convierte en una
costumbre, es en este punto donde este impulso se podría denominar como
un síntoma patológico del ser humano de insatisfacción con lo que ya tiene y
necesita mas aunque sea algo innecesario en su vida la persona siente que
debe obtenerlo para satisfacer su ego y estar dentro de la normalidad de su
estatus social.
A medida que crecemos nos enseñan que debemos estudiar para tener
empleo y esto a su vez se refleja en un pago por tus servicios laborales que
se convierte en flujo de dinero que necesitas para satisfacer tus necesidades
naturales y complacer esta constante necesidad de obtener bienes materiales
que el mismo sistema económico global te impone como regla vital del flujo
en la economía.
Somos educado a base de la vieja premisa “Estudiar para ser alguien el vida”
y alguien en la vida significa vivir con todas las comodidades extra que solo el
dinero te puede dar, no se basa en enriquecer tu sabiduría como persona, si
no de educarte para cumplir objetivos económicos específicos de una
sociedad que vive reflejada bajo un patrón creado con la finalidad de seguir
este ejemplo como la única forma correcta de vida. Somos victimas y
victimarios de esta sociedad que poco a poco se consume ella misma sin
darse cuenta que ignoramos las pequeñas cosas que no tienen precio y por
ende no le damos ese valor que se merecen.
Con cada nivel de pedagogía que el hombre experimenta se da cuenta mas y
mas que pertenece a un sistema que lo obliga a ser parte de la red
económica y que no puede salirse de la misma por que no hay otra forma
legal y correcta de seguir obteniendo bienes materiales. Desde tiempos de la
antigua Roma los hijos de los emperadores eran educados para seguir
gobernando su imperio, mientras que los hijos de los esclavos eran educados
para seguir sirviendo al imperio. Este ejemplo sigue hasta nuestros tiempos
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12. solo que con un pincelazo de arte sutil es enmascarado con una supuesta
oportunidad de superación dentro de un sistema monopolizado y claramente
dividido en clases sociales.
Si bien es cierto la educación tiene su recompensa real dentro de la
economía global, siempre y cuando nosotros como personas le demos ese
valor correcto a nuestros conocimientos adquiridos a través de años de
estudio.
Esto se refleja dentro de la historia de un ingeniero que fue llamado a arreglar
una computadora muy grande y extremadamente compleja, una computadora
que valía 12 millones de dólares. Sentado frente a la pantalla, oprimió unas
cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el
aparato. Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio
vuelta y media a un minúsculo tornillo. Entonces encendió de nuevo la
computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente.El presidente
de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el
acto.
- ¿Cuánto le debo? preguntó.
- Son mil dólares, si me hace el favor.
- ¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos momentos de trabajo?
¿Mil dólares por apretar un simple tornillito? ¡Ya sé que mi computadora
cuesta 12 millones de dólares, pero mil dólares es una cantidad disparatada!
Le pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que la
justifique.
El ingeniero asintió con la cabeza y se fue.A la mañana siguiente, el
presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y
procedió a pagarla en el acto, sin chistar.La factura decía:
Servicios prestados: Apretar un tornillo US $1 dólar. Saber qué tornillo apretar
US $999 dólares.
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13. “Consumidos por la Publicidad”
[La publicidad es una forma de comunicación comercial que intenta incrementar el
consumo de un producto o servicio a través de los medios de comunicación y de
técnicas de propaganda.]
El hombre antiguo experimento la esclavitud como forma de vida y recibían
ordenes de emperadores, reyes y gobernantes. Al pasar los años y eliminarse
la esclavitud y promover la libertad de los pueblos que eran maltratados y
obligados a seguir ordenes, el hombre logro ser libre de elegir y decidir a
quien servirle y que era mas conveniente para el y los suyos.
Esta libertad de selección hizo que el hombre rechazara inconscientemente
cualquier producto, servicio o bien material cuya compra fuese difundida
como una orden u obligación. Este cambio en la historia del hombre y su
ordenación como sociedad obligo al mercado a exponerse de otra forma mas
sutil y persuasiva, un poco indirecta y muchas veces con mensajes
subliminales para atacar el subconsciente del ser humano y hacer que sienta
la necesidad natural de obtener el bien material de una u otra forma.
Muchos culpan a la publicidad y los medios de comunicación como los
culpables del consumismo y el materialismo que inunda nuestra sociedad,
pero si bien es cierto que mucha de la influencia consumista proviene de los
medios y la publicidad también debemos ser realistas con nuestro entorno y
reconocer las diversas opciones alternas que tenemos como sociedad para
no caer en estos trucos del mercado. Muchos expertos aseguran que la gran
cantidad de publicidad con la que el hombre es atacado a diario hace
inconscientemente que se convierta en un consumidor compulsivo.El
consumo de la mayoría de los bienes y servicios es creado e impuesto por la
publicidad, pues muchas veces consumimos cosas que nos son
necesarias;usando la persuasión como medio eficaz para llegarle al ser
humano y esto hace que las grandes empresas busquen que su publicidad
sea la mejor y llegue a la mayor cantidad de personas posibles.
La publicidad apela a los sentimientos, al sentido de partencia, el status
social, los deseos sexuales y la moda, todos estos mensajes son enviados de
forma sutil sin que lo noten a simple vista para despertar en el ser humano la
necesidad de consumo. En muchas ocasiones el hombre por ser de una
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14. clase económica baja, carece de recursos para obtener algún bien material
de alto costo, tomando opciones cuyo el mismo sistema económico implanta
dentro de la sociedad para promover el consumo, como prestamos bancarios,
tarjetas de créditos y otras formas diversas de pagos y cuotas que hacen al
hombre volver a los años en donde era esclavo, pero hoy de una manera mas
formal por el sistema económico global.
Es en este punto donde el mercado se divide y la publicidad juega un rol muy
importante en el consumismo ya que no se puede ofrecer lo mismo a un
consumidor de clase alta que a uno de clase baja, esta división es algo
estratégico para ofrecerle algo mas económico al consumidor y que en
muchas ocasiones lo que se ofrece por menos dinero resulta de menos
calidad. Sin embargo lo que le es ofrecido al consumidor de clase media y
alta es algo mas que simple persuasión de obtenerlo, es hacerle creer que
obteniendo este producto tendrá prestigio y una posición mas privilegiada
dentro de la sociedad materialista, buscando su aceptación. Claramente en la
actualidad no vivimos en regímenes de esclavitud, sin embargo socialmente
estamos atado a lo que nos exige el sistema social que compremos.
Encerrado con la palabra “normal” para que sea el patrón a seguir de
generaciones en generaciones como una copia de vidas pasadas pero con un
toque de modernismo y un presunto progreso que algunas clases sociales
esperan que llegue con una fe a ciegas para lograr una superación
económica y de status social.
Es frustrante como saber que el mercado nos manipula a través de la
publicidad y recibimos ordenes constantes en nuestras vidas y que aun
siendo libres seguimos presos de nuestros bienes materiales y necesidades
vitales.
Escrito por José Elías Cho Martínez en el año del 2012
Contacto: www.facebook.com/photocho19 En Twitter @Photocho19para ver
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