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LA LECTURA
Oswaldo Romero M
INTRODUCCIÓN
La lectura es uno de los inventos humanos más sorprendentes. Nos permite conocer
el pensamiento universal, más allá de la distancia y del tiempo. Como una poderosa
herramienta intelectual que es, facilita la búsqueda de los conocimientos registrados
en los documentos escritos. Sin embargo, en la sociedad, depositaria de la cultura,
hay personas con serias limitaciones en la lectura.
La mayoría de la población de nuestro país, al igual que en América Latina, no
ha desarrollado el hábito de la lectura. Son pocos quienes alcanzan a comprender lo
esencial de los mensajes o ideas contenidas en los textos. El problema es
estructural y tiene su base en la forma cómo se orientó la lectura en los primeros
años escolares.
El documento escrito es el soporte material de la lectura. Si tomamos como
referente el modelo instrumental de la comunicación, el texto es el canal del diálogo
imaginario que se lleva a cabo entre el autor que codifica el mensaje y el lector que
lo decodifica. El texto contiene tanto el ideario como la ideología del autor; al lector le
corresponde el derecho de aceptar o rechazarlo.
La lectura permite reconocer palabras que expresan conceptos, frases que
exponen ideas y párrafos que describen pensamientos. Un nivel de lectura al que se
llega luego de un período de constancia y esfuerzo, es el llamado metasemántico.
La persona que lo adquiere, está en capacidad de captar significados ocultos, como
puede ser la posición de compromiso del autor con respecto a la sociedad.
Sostenemos que la habilidad de lectura se mejora con entrenamiento, esfuerzo y
compromiso. Está al alcance de todos el desarrollar destrezas para ampliar el campo
de reconocimiento visual, incrementar el ritmo y velocidad de lectura, mejorar los
niveles de comprensión, así como la capacidad para retener las ideas.
El lector entrenado puede mejorar su capacidad intelectual, al confrontar su
pensamiento con las ideas de otros hombres, que se encuentran separados en el
tiempo y en el espacio. Por esta razón el libro, base física de la lectura, ocupa y
seguirá ocupando un lugar importante en la sociedad contemporánea, a pesar del
sorprendente desarrollo de los medios audiovisuales, en los que la televisión ocupa
un lugar destacado.
El presente trabajo intenta caracterizar los elementos de la lectura, para tener
una mejor comprensión de este proceso intelectual. Se ha considerado pertinente
tomar como base los aportes de Lizardo Carvajal y Bernabé Tierno Jiménez, quienes
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han enfocado el tema de una manera que se ajusta a nuestros propósitos y
esquema de trabajo.
Finalmente, queremos señalar que si se adquiere una base conceptual sólida, se
estará en capacidad de aprovechar las incontables riquezas que guardan los
documentos escritos.
CARACTERIZACIÓN DE LA LECTURA
Por lectura se entiende la capacidad humana de interpretar los mensajes que traen
los documentos escritos. Es tan importante desarrollar esta habilidad, que en todos
los sistemas educativos se inicia con este gran objetivo. La lectura es consubstancial
a la vida. Una persona que carezca de esta capacidad, no tiene cabida en el mundo
contemporáneo.
El documento escrito
De acuerdo con Cota (1978), las obras expositivas son “...todas aquellas que
declaran en forma objetiva el resultado de reflexiones, observaciones o
investigaciones, manifestando los conocimientos que el autor tiene sobre el hombre
y el medio que lo rodea”.
Carvajal (1992), señala que el documento escrito es consustancial al trabajo
intelectual, porque constituye el antecedente en el proceso de búsqueda de nuevos
conocimientos. Además, porque una vez logrado un nuevo conocimiento, el
documento escrito es el medio que lo sintetiza y lo expone.
El trabajador intelectual, en su constante labor a lo largo de la Historia, ha
considerado el documento escrito, como un medio eficaz de información y
exposición del conocimiento humano. El imaginario grupal lo ha asimilado como uno
de sus valores más importantes en la dimensión de la cultura.
Sin embargo, en nuestro medio socio-cultural existen obstáculos que limitan la
lectura. Vamos a describir cada uno, atendiendo a las características más
relevantes:
Obstáculos económicos
La lectura, como actividad social está determinada, en sus características y
circunstancias, por la época y las condiciones sociales en las que se desarrolla. La
época actual se caracteriza, a diferencia de anteriores épocas, por una gran
producción editorial, pero esta situación no es halagadora para los países
dependientes, debido a las crecientes tendencias a la monopolización y por los
costos, el documento escrito está considerado como artículo de lujo. Éstas son
cadenas que obstaculizan la práctica de la lectura.
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Obstáculos educacionales
La sociedad concibe la Escuela como un medio de formación. Por supuesto, la
enseñanza de la lectura es uno de esos medios y al mismo tiempo, el sistema
educacional es un obstáculo para la práctica de la lectura científica, al ir creando
barreras entre el lector y el texto. En efecto, el libro se manipula a diario, pero sin
fundamento teórico y la lectura es una práctica empírica; se hace un culto al libro, al
texto escolar, dando como resultado el rechazo del lector.
El libro como derecho cultural
La lectura es un derecho público cultural. Sin embargo, de acuerdo con Lizardo
Carvajal (1992, p26), el Estado en los países de América Latina muy poco ha hecho
para poner los libros al alcance de la población. Las bibliotecas públicas en los
países latinoamericanos están en condiciones verdaderamente precarias, su fondo
bibliográfico no se corresponde con los avances de la ciencia, la técnica o la
creación artística y literaria; y, los servicios, si los hay, son muy artesanales.
Las bibliotecas de las universidades tienden a constituirse en islas de solución
parcial frente a este problema.
La lectura como proceso informativo
De acuerdo con Carvajal (1992, p31), información significa dar forma o aspecto a
algo, crear una idea o una noción. Se entiende que la información tiene que ver con
el mundo objetivo, en el cual un determinado sistema, objeto o proceso logra
transmitir, transferir o generar sus propiedades a otro sistema, objeto o proceso. En
consecuencia, la formación de un individuo es, en gran parte, resultado de sus
lecturas.
Características
En cuanto a las características de la lectura, resulta interesante mencionar las
siguientes ideas de Carvajal (1992, pp 32-34):
La lectura es un proceso de información distribuida o multiplicada, desde el
autor que genera el mensaje, hasta el lector quien lo asimila, pasando por el
editor y el distribuidor del texto.
La razón de ser del documento escrito es el propio lector, con su reflexión y
acción.
Las ideas se conservan en el tiempo y en el espacio, mediante diversos
mecanismos documentales.
El texto es corriente de información, arrastra o no al lector, dependiendo de la
fuerza del mensaje.
La información tiene densidad, en cuanto a la calidad y cantidad del
documento.
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La lectura como proceso de comunicación
La lectura, a más de ser un proceso de información, es un proceso de comunicación
social. En él se corresponden sus componentes. Se trata de un proceso complejo,
que lo podemos graficar, para poder apreciar como concurren sus múltiples
elementos:
Fig.1. La lectura como proceso de comunicación.
La lectura como proceso semiológico
La lectura a más de ser un proceso informativo, es un proceso semiológico, en
cuanto requiere signo, como medio de transmisión del mensaje.
Se puede reconocer, siguiendo a Carvajal (1992, p35), tres clases de símbolos:
los signos lógicos, los modelos y los símbolos con los que el lector enfrenta la
interpretación de un lenguaje total o semiológico.
En la lectura están presentes el verbo y la imagen. Se articulan palabras, frases
y oraciones con modelos y símbolos:
Fig. 2. La lectura como proceso de interpretación del lenguaje total o semiológico.
Fuente: Lizardo Carvajal (1992, p 37).
Referente / Tema
Emisor - Autor Receptor - LectorCANAL DOCUMENTO
Mensaje / Contenido
SIGNOS LÓGICOS MODELOS
LENGUAJE TOTAL O SEMIOLÓGICO
SÍMBOLOS
INTERPRETACIÓN DE TEXTO DE LECTURA
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TIPOS DE LECTURA
LECTURA
La lectura constituye el proceso de interpretación de un sistema de signos (lógicos,
modelos, símbolos), cuyo objetivo es la transferencia de una determinada
información o conocimiento.
Según Carvajal (1992, p41), en la lectura se pueden identificar dos niveles:
1. El nivel espontáneo de lectura, al que corresponden todas aquellas formas y
situaciones de lectura en las cuales las condiciones externas dominan al
lector.
2. El nivel metódico o lectura científica, caracterizado por la metodicidad, la
dirección y el registro por parte del lector para lograr resultados, con objetivos
y metas.
Lectura científica
Según Carvajal (1992, p42), el nivel de lectura científica, posee dos propiedades del
método:
1. Previsión o planeación, mediante la cual la lectura científica resuelve el
problema de su por qué y su para qué; o sea su necesariedad y sus objetivos.
2. Conceptualización, por la que el lector logra asumir una posición crítica,
independiente y objetiva frente al mensaje que se quiere transmitir y a su vez
interpretar.
Su carácter metódico hace de la lectura científica una actividad creadora,
dinámica en la acción de interpretación de textos.
Características
1. La lectura científica es lectura dirigida
A diferencia de la lectura espontánea, la lectura científica resuelve el problema de
sus objetivos, propósitos y metas con anterioridad a la acción de leer y no después.
La dirección de la lectura en un nivel científico, significa que el lector debe fijar unas
metas y unos objetivos en el marco de un plan.
2. La lectura científica es lectura registrada
Se entiende por registro el mecanismo mediante el cual una información se conserva
tanto en el tiempo como en el espacio. El registro cerebral no es suficiente para
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efectos de una lectura técnica y densa en información, por lo que hay que recurrir a
las diversas técnicas de registro de la lectura.
A buen registro, corresponde una buena calidad de la lectura y ésta será más
provechosa y creadora en la medida que su registro sea más completo, coherente y
objetivo. (Carvajal, 1992. p42).
Registro de lectura
Lizardo Carvajal (1992, p43) considera dos tipos de medios:
1. Los medios intelectuales de mayor importancia en la conservación de la
lectura son el apunte o nota y el subrayado
2. Los medios materiales son múltiples, siendo importante el cuaderno de
apuntes, la libreta, las hojas para enlegajar y la ficha o tarjeta de apuntes.
INTERPRETACIÓN DE TEXTOS
Karel Kosik citado por Carvajal (1992, p44), propone las siguientes reglas o puntos
nodales en la lectura científica, dirigida y con propósitos investigativos:
1. No dejar puntos oscuros o inexplicados. La lectura debe explicar todos los
elementos que componen el sistema textual del mensaje.
2. Comprender la obra en su totalidad. El texto total, no puede ser interpretado
por una de sus partes, sino por las del conjunto, interrelacionadas y sujetas a
un plan único del autor.
3. Especificidad del texto. Asimilación correcta, tanto en el tiempo como con
relación a las condiciones sociales, técnicas o científicas.
Lectura rápida
Mediante el recurso de lectura rápida, el lector puede formarse una idea general o
global de la obra, tanto en su estructura como en su contenido; es la lectura veloz,
sin vocalización o subvocalización. Se hace sin regresión.
Lectura denotativa
El recurso de lectura denotativa, según lo manifestado por Lizardo Carvajal en su
libro La Lectura, Metodología y Técnica, está dirigido a la comprensión literal del
texto y al conocimiento objetivo de su estructura intelectual. Se busca la síntesis o el
esquema del cual partió el autor para la producción o creación de la obra. Los
medios de registro de los que se vale el lector son: la nota de resumen, el esquema
lingüístico, la gratificación de los pasajes, etc.
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Lectura connotativa
Mediante este recurso, el lector busca el significado indirecto, sugerido, implícito, no
evidente, que el texto conlleva. El autor usa la metáfora, u otro recurso literario, para
expresarse. La connotación permite descubrir entre líneas el sentido que el texto
contiene.
Lectura intrínseca
El recurso de lectura intrínseca, lleva al lector a profundizar las ideas del autor,
mediante sus propios argumentos e ideas. Las tesis planteadas por el autor, son
explicadas o sustentadas por las propias ideas del autor contenidas en el texto.
Lectura extrínseca
Con este recurso, las ideas expuestas por el autor, son refutadas o sustentadas por
las ideas de los otros autores o por las ideas del mismo lector. Esta lectura lleva a la
consulta de nuevas fuentes para extrapolar y a más de ser un recurso, es una actitud
del lector frente a lo que lee, considerando que la lectura es un proceso continuado y
permanente.
TIPOLOGIA
El lector utiliza como instrumento de trabajo el documento escrito y debe poseer una
concepción clara del documento que usa o que necesita: de su esencia, alcances y
limitaciones, estructura, ordenamiento lógico, ubicación, etc. En una palabra, al decir
de Carvajal (1992, p51), el lector debe ser un documentalista.
LA BASE FÍSICA DE LA LECTURA
EL DOCUMENTO EN GENERAL
Se llama documento en general a todo objeto, sistema o proceso que suministre
información sobre algo. Por ejemplo: utensilios destinados a la producción, objetos
domésticos, de distracción, juego y diversión, de defensa y de guerra, religiosos o
mágicos, objetos políticos como banderas, emblemas, etc.
Pueden ser de naturaleza viva e inanimada. También se puede distinguir objetos
documentales, iconográficos y audiovisuales. En consecuencia, la lectura no se
realiza solo sobre documentos escritos.
Clasificación de los documentos escritos
Por el tipo de información que posean, los documentos escritos se clasifican en
primarios y secundarios. (Carvajal, 1992, pp52, 53).
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El documento escrito primario es aquel que trata un tema, lo problematiza, lo
profundiza y lo resuelve. Por ejemplo las monografías o los artículos de revistas.
Documento secundario es el que tiene como finalidad remitir al lector a nuevos
documentos en donde el tema es tratado con profundidad. Por ejemplo toda la
literatura de consulta y referencia, como diccionarios, enciclopedias, etc.
El libro como documento escrito
Según Carvajal (1992, p53), libro es un documento escrito con no menos de 48
páginas. Puede ser documento primario o secundario, de carácter científico o
técnico, literario o recreativo.
De acuerdo a la forma en que tratan un tema se distinguen los siguientes tipos
de libros:
Compendio: abarca todas las partes de un tema.
Monografía: trata un tema con mayor profundidad.
Compilación: sistematiza varias monografías, ensayos, etc.
Memorias: reúne conclusiones y desarrollo de eventos.
Manuales: enseñan a construir o realizar algo.
Guías: documento secundario que orienta un documento primario.
TIPOS DE PUBLICACIONES
Las publicaciones periódicas
La publicación periódica ha tomado un lugar de predominancia en la época
contemporánea. Aparece bajo la forma de seriadas, revistas y prensa.
Publicaciones técnicas
Las publicaciones técnicas son un punto de apoyo para la investigación y en los
procesos de comprensión de lectura, es una literatura específica dirigida a pequeños
círculos y de alta tenacidad (Carvajal, L. 1992, p55).
Entre las publicaciones de este tipo se distinguen las siguientes:
Los catálogos técnicos
Los catálogos de empresas
Estándares y especificaciones
Patente
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Documentos Inéditos
Entre los documentos no impresos llamados inéditos, que interesa su lectura se
cuentan los archivos, de instituciones o particulares, que contienen informaciones
primarias y las tesis o disertaciones doctorales, que son el resultado de arduas
labores de investigación.
EL DISCURSO LOGICO
ESTRUCTURA DEL DOCUMENTO ESCRITO
Todo documento existe por y para la idea. La estructura del documento escrito tiene
dos dimensiones: por un lado la base material y por otro la estructura lógica que
soporta a la idea. (Carvajal, 1992, p 61).
De una manera gráfica se puede representar de la siguiente forma:
Fig. 3. Estructura del documento.
Todo documento escrito constituye una ideoteca, que contiene el ideario o la
ideología del autor. La ideoteca, al decir de Carvajal, significa muchas ideas
coordinadas entre sí.
Lenguaje y pensamiento
Tanto las ideas como los pensamientos se expresan a través del lenguaje, mediante
palabras, frases y oraciones. Como se verá más adelante, las ideas están
expresadas en los párrafos del texto: cada uno de éstos contiene una idea. La
lectura es por lo tanto, el proceso de identificación de las ideas del autor, más allá de
la simple reproducción de las palabras.
ESTRUCTURA LÓGICA
DOCUMENTO
ESTRUCTURA MATERIAL
IDEA
Existe por y para
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Concepto
Según Lizardo Carvajal (1992), concepto es un pensamiento concreto de cosas; por
ejemplo, país, nación, suma, hombre, niño, etc. Un concepto expresa una idea, un
objeto, un sistema o proceso, mediante el empleo de palabras o frases. Los
conceptos pueden ser más específicos, por ejemplo transferencia de tecnología.
Palabra y frase
A través de las palabras y las frases, el hombre expresa sus conceptos; o sea, esos
conocimientos generales y concretos de las cosas. Carvajal (1992), ilustra con los
siguientes ejemplos:
EXPRESIÓN GRAMATICALMENTE LOGICAMENTE
“TERMODINAMICA” Palabra Concepto
“AREA BAJO LA CURVA” Frase Concepto matemático
Fig. 4. Categorización gramatical y lógica de las expresiones.
Juicio
Al decir de Lizardo Carvajal (1992), juicio es un pensamiento que afirma o niega algo
mediante palabras. Los juicios también pueden ser abstractos como por ejemplo
“Este país pertenece al tercer mundo” o concretos, por ejemplo: “Esa suma es
incorrecta”.
Los juicios, por su amplitud pueden ser universales, generales y particulares o
específicos.
La oración
La oración es el elemento básico del lenguaje escrito. Según Carvajal (1992), la
oración puede ser considerada como un discurso lógico, pero todavía incompleto. La
oración, además, es la expresión de un juicio y el lenguaje escrito aporta al sistema
de juicios.
El raciocinio
El raciocinio es una forma superior de pensamiento que permite inducir o deducir, a
través del discurso lógico más complejo, ideas complejas ordenadas
sistemáticamente en los párrafos del documento escrito. (Carvajal, 1992. pp64-65).
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El párrafo
Siguiendo a Carvajal (1992. p65), el párrafo es una secuencia sistemática y
ordenada de ideas expresadas por oraciones. Dentro del documento escrito, el
párrafo es la unidad básica del discurso lógico.
ESTRUCTURA FORMAL
De acuerdo con Carvajal (1992), la oración es un sistema de conceptos. El párrafo
es un sistema de oraciones. El apartado es un sistema de párrafos. El capítulo es un
sistema de apartados. La sección es un sistema de capítulos. Las partes contienen
secciones. Los documentos, como por ejemplo un libro, están formados por partes.
En consecuencia, todo libro o documento contiene de mayor a menor amplitud:
partes, secciones, capítulos, apartados, párrafos y oraciones, las cuales expresan
conceptos.
“Desde el punto de vista de su contenido, el párrafo a través de la Oración
Directriz, expresa la Idea principal y mediante las oraciones complementarias, las
Ideas secundarias” (Carvajal, 1992. p69).
LECTURA Y ANÁLISIS DE UN LIBRO
Consideramos pertinente, integrar en esta sección las propuestas que plantea
Bernabé Tierno Jiménez. Estamos de acuerdo con sus ideas, pues se ajustan a las
características de nuestra población y a los objetivos de nuestro trabajo:
Cualquiera que sea el nivel educativo en que se encuentre el estudiante, saber
manejar y utilizar convenientemente un libro de consulta es de la mayor importancia,
pues durante muchos años tendrá que enfrentarse a una serie de libros
recomendados o necesarios para ampliar su formación.
Deberá estar entrenado para realizar previamente un examen rápido del libro en
general y de cada capítulo en particular, adoptando una actitud activa, haciéndose
constantemente preguntas, para extraer las ideas fundamentales que necesita fijar,
sistematizar y utilizar para un fin determinando.
Si únicamente se necesita tener una idea general sobre una cuestión
determinada, será suficiente una lectura rápida, no excesivamente minuciosa;
aunque es aconsejable, hacer una breve reflexión después de cada capítulo, para
comprobar cómo la idea general expresada en el título del libro es completada,
matizada y explicada por el autor.
Consideremos que el propósito consiste en lograr un conocimiento detallado,
sistemático y lo más completo posible sobre una materia concreta. Tras la primera
lectura rápida, se deberá realizar una segunda y tercera lectura detenida y profunda.
Es posible, entonces, llegar de las ideas y aspectos más relevantes a los de menor
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importancia, pero necesarios, para lograr ese conocimiento detallado que se
persigue.
Pasos a seguir
Si solo se pretende obtener la respuesta adecuada a un problema concreto, lo más
práctico es limitar el análisis a aquél capítulo, apartado o fragmento. En cualquier
caso, es necesario seguir los pasos siguientes.
1. Vistazo general a los siguientes elementos: colección a la que pertenece,
editorial, cubiertas, solapas, portada, contraportada, dedicatoria, del autor,
agradecimiento a colaboradores, prólogo, introducción, índice general,
sistemático o analítico, capítulos, glosario de términos técnicos, apéndice,
anexos, resúmenes, tablas, cuadros, diagramas, ilustraciones, bibliografía,
notas al margen o al pie de página, fe de erratas, epílogo.
De este vistazo general, se habrá obtenido una idea aproximada del plan que se
ha trazado el autor al escribirlo y el lector estará mejor preparado para una
lectura más rápida y comprensiva.
2. La portada supone una forma de entrar en el libro. El tema general está
expresado en el título y el nivel o enfoque vendrá en el subtítulo o en breves
frases descriptivas. También en la portada y en la contra-portada
encontraremos una breve reseña del autor, su titulación, experiencia,
publicaciones.
3. Una vez dentro del libro es el propio autor quien en el prólogo o introducción
presenta su propia obra. Dice por qué ha escrito el libro, a quienes va dirigido,
la finalidad que persigue, la estructura que le ha dado y cómo nos aconseja
utilizarla.
4. Es el momento del lector activo que ha de comenzar por una lectura-análisis
detallada de los índices sistemático y analítico.
En el índice sistemático, el autor expone los temas principales y secundarios y
ofrece una idea clara de la sistematización en capítulos, secciones y
apartados. Es el momento de conocer las ideas y divisiones más importantes
y la forma que se relacionan entre sí.
En el índice analítico se encontrará los temas ordenados alfabéticamente en
una lista que suele ir al final del libro. Es de gran utilidad, ya que ofrece un
temario pormenorizado y detallado con la página exacta donde encontrar lo
necesario.
5. Emplear 15 ó 20 minutos en recorrer todas las páginas del libro con mucha
atención, antes de iniciar la lectura, capítulo a capítulo, de la siguiente forma:
leer los títulos, repasar rápidamente los breves resúmenes que trae cada
capitulo y al final se presta atención a los mapas, gráficos, diagramas e
ilustraciones al tiempo que se lee aquellas frases que el autor subraya o destaca
de alguna manera. Ya se tiene una impresión general sobre el contenido
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6. Se debe empezar, pues, la lectura capítulo a capítulo, con muchísima atención
pero concetrándola especialmente en el primer párrafo que suele ser una
recopilación más amplia del contenido de todo el capítulo. Se puede realizar las
anotaciones al margen y a pie de página que parezcan oportunas y anotar las
dudas que surjan y las preguntas que vengan a la mente.
7. Confeccionar un esquema o diagrama en el que estén bien expresados los
puntos básicos de la lectura comprensiva que se acabó de hacer y resumir el
contenido en 15 o 20 líneas. Se debe ir relacionando los contenidos de los
capítulos.
8. Cuando se haya terminado de leer el libro, confeccionar el esquema o diagrama
general ayudándose de los que se ha realizado después de la lectura de cada
capítulo y redactar una síntesis de todo el libro, perfectamente estructurada y
personalizada, en un lenguaje personal teniendo siempre como referencia el
esquema general.
Estructura expositiva
Es muy importante descubrir lo antes posible la estructura o disposición de las ideas
en un texto, para conocer en qué parte del desarrollo del tema se encuentran las
ideas fundamentales. Esto permitirá ahorrar tiempo y que la lectura sea más eficaz.
Las estructuras expositivas más empleadas son:
Enumeración simple de los hechos
Mediante la cual el autor se limita a ofrecer datos de su propia experiencia o de la
realidad observada.
Tesis demostración
Con los hechos y circunstancias que conducen a afirmar o suponer algo en concreto,
(tesis). A la tesis sigue la demostración, punto por punto, que justifica lo afirmado.
Cuestión o problema a resolver
El autor comienza planteando una cuestión, continúa analizando una a una las
posibles causas y termina ofreciendo las soluciones pertinentes. En este tipo de
estructuras, la respuesta a cada cuestión va al final.
Formas organizativas de exposición
Las estructuras expositivas anteriores, son las más frecuentes; pero, no siempre
aparecen en su estado puro, sino mezcladas y con ciertas variaciones. Queda, sin
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embargo, un tipo de estructura específica de los libros de texto y conviene descubrir
su orden en cada asignatura; conocerlo, facilitará muchísimo la lectura.
La bibliografía
Es importante averiguar si la bibliografía reseñada por el autor, ha sido utilizada al
escribir el libro o sencillamente se ha limitado a acumular una serie de títulos
referidos al mismo tema.
No menos importante es averiguar si el libro que tenemos en las manos
constituye, un verdadero avance en el tema que trata y presenta con base firme el
conocimiento que tiene su autor de cuanto se ha publicado sobre la cuestión
trazada hasta el momento.
CONCLUSIONES
La unidad menor, pero esencial, en toda lectura de estudio es el párrafo. Cada
párrafo es un eslabón en la cadena completa de ideas básicas de que se compone
la lección o capítulo.
Si se llega a dominar a la perfección la localización de la idea central de cada
párrafo y se logra enlazarla con las demás que conforman, unitariamente, los
distintos apartados de que se compone cada capítulo, se comprobará, por uno
mismo, que en la mitad del tiempo se aprenderá más y mejor.
El párrafo es aquella parte del escrito, que se halla comprendida entre dos
puntos y aparte; y, que casi siempre gira en torno a una idea fundamental. Cada
párrafo ofrece una perfecta unidad de pensamiento y una vez desarrollada su
exposición de la idea central, se inicia un nuevo período o párrafo.
Los párrafos están formados por una o varias frases que acompañan a la frase
principal y se agrupan en frases secundarias que aclaran la idea central. Se entiende
por idea o frase principal las palabras que expresan lo fundamental del pensamiento
del autor.
La idea principal
Está contenida en una de las frases del párrafo que por contenerla, se llama frase
principal o clave, pero ¿qué podemos hacer para encontrarla? Puede ir colocada al
principio, en el medio o al final del párrafo.
Cuando la idea principal va al principio del párrafo
Comienza afirmando claramente algo esencial y después, en las ideas secundarias
se aportan datos, razones y aspectos que confirman lo expresado en la idea
principal.
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Si se encuentra en el centro del párrafo
Se comprueba que el principio sirve de introducción, preparación o preámbulo de la
idea central a la que anuncia. En la última parte del párrafo el autor aclara o amplía
la idea principal.
Cuando está al final
Se observa que tanto las primeras frases, como las del medio: aportan datos,
ofrecen razonamientos y constituyen una amplia introducción o preámbulo, que
termina con la idea principal como conclusión, donde se completa toda la
argumentación de un párrafo que, evidentemente, es inductivo.
En los párrafos inductivos, es importante leer con gran atención las frases
previas que conducen a la frase final, en la que aparecen bien claros todos los
conceptos.
Es bastante frecuente que cada autor mantenga constante su tendencia a
expresar la idea principal en una parte determinada de la estructura del párrafo y es
importante descubrir esta inclinación en las primeras lecturas. Esto permitirá
aumentar la velocidad y la comprensión de lectura en los capítulos que queden por
leer.
La idea principal, a veces, no se expresa de manera explícita y clara en ninguna
frase o palabra clave, sino que va implícita a lo largo de todo el párrafo. En estos
casos debemos saber extraer toda la exposición del pensamiento del autor, que
parece perderse entre sinónimos y rodeos, dándole forma con nuestras propias
palabras.
Otro tanto ocurre cuando la idea principal no se encuentra en un solo párrafo,
sino que el autor la ha desarrollado en dos o más. En ese caso se deberá formar un
todo en la mente encajando perfectamente las distintas piezas o trozos de
pensamiento como si se tratara de un rompecabezas.
Se puede encontrar párrafos que contienen más de una idea principal y los
llamados de transición, que no contienen ninguna idea importante y no tienen otro fin
que servir de eslabón (enlace) entre un párrafo y otro.
La frase principal
Expresa una afirmación más amplia y genérica donde quedan incluidas y
resumidas las demás frases.
Es la más abstracta y de mayor comprensión.
Es la verdaderamente imprescindible dentro del párrafo. Si se la suprime, el
pensamiento del autor queda incompleto, sin verdadero sentido.
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Las frases secundarias
Son una simple repetición de la frase principal con distintas palabras.
Ofrecen detalles, matizan y aportan argumentos que prueban lo expresado en
la idea principal. Si se suprimen las frases secundarias apenas se altera el
sentido general del párrafo. Sólo se pierden ciertos matices que no afectan al
contenido esencial.
El capitulo
Un capítulo o lección está encabezado por un título genérico que abarca los
diferentes apartados de que consta; sus diversos párrafos forman una unidad de
pensamiento.
Los párrafos
Sintetizando, podemos manifestar que estas unidades de pensamiento:
Favorecen la concentración mental.
Obligan a la comprensión y captación de lo fundamental.
Por ser un texto escrito, siempre estarán a nuestro alcance.
RECOMENDACIONES
El saber abordar los libros de texto, de consulta, literarios, históricos, filosóficos y de
cualquier tipo es una habilidad útil, y hasta imprescindible, para los estudiantes que
deben pasar mucho tiempo dedicados a la lectura de diferentes publicaciones,
intentando extraer, comprender, fijar, sistematizar, y utilizar para sus propios fines
las ideas fundamentales que contienen.
Un examen previo seguido de un análisis minucioso de la estructura del libro
facilitará la velocidad y comprensión de lo leído.
Examinar el libro
En cualquier libro se llega por la portada. De una rápida ojeada, en breves segundos
se podrá informarse sobre: el tema general, expresado en el título, el nivel o
enfoque, que suele estar contenido en el subtítulo o en las breves frases
descriptivas, el nombre del autor, su experiencia, publicaciones y la fecha y editorial
de la publicación.
Una vez dentro del libro, el prólogo es una breve presentación que casi siempre
hace el propio autor de la obra. Nos dice por qué lo escribió, a quienes va dirigido,
que finalidad persigue, cuál es la estructura de su obra y cómo debe utilizarse. Tan
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solo la lectura del prólogo da la idea de si vale la pena leerlo y también, de la
necesidad de realizar una lectura profunda o superficial.
El tercer paso es examinar detenidamente los índices sistemático y analítico.
Por cuanto en el índice sistemático el autor expone los temas, principales y
secundarios, y ofrece una idea precisa de cómo está organizado el documento en
capítulos, secciones y apartados, se debe examinarlo para descubrir los temas
claves que aborda y la forma como éstos se relacionan con otros.
Al ofrecer el índice analítico los temas ordenados alfabéticamente en la lista que
trae al final el libro, se puede encontrar la referencia que se busca, sin pérdida de
tiempo.
Antes de empezar
Es importante, en primer lugar, recorrer todas las páginas del libro, desde la primera
a la última, durante unos 5-10 minutos, tiempo dedicado a “hojear” y “ojear” con gran
atención, para leer los títulos de cada capítulo y sus apartados y repasar los
resúmenes que suelen contener al final; observar detenidamente los mapas,
gráficos, ilustraciones, diagramas... y leer alguna que otra frase de cada capítulo
empleando la lectura de salteo y en zigzag.
Esta ojeada superficial permitirá completar esa primera impresión general sobre
su contenido, para leerlo con verdadero aprovechamiento. El tiempo que se invierta
en el examen de un libro tal y como se ha indicado, será muy bien empleado cuando
se aborde la lectura detallada, capítulo a capítulo.
Se debe prestar atención al primer párrafo: Casi siempre ofrece el autor una
síntesis de lo que sigue. También al último párrafo: es como un sumario de lo que ha
dicho. Si se mantiene como constante esta idea general clara, obtenida tras el
examen previo del libro, será fácil ligar de una manera nítida y precisa los nuevos
conceptos que aparecen tras la lectura detenida. Este es el camino para leer un libro
con aprovechamiento.
Descubrir su estructura
Todo texto responde a una determinada estructura o disposición de las ideas. El
lector debe descubrirla durante la pre-lectura, para que al realizar la lectura
detallada, sepa en cada momento en qué parte del desarrollo del tema se encuentra.
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COMO DESARROLLAR LA VELOCIDAD LECTORA
La velocidad ideal sería la del pensamiento. Es decir, que las palabras se
conviertan en ideas de forman instantánea.
Las ventajas de la lectura rápida son muchas porque permite adquirir una
información general sobre un tema en brevísimo espacio de tiempo o encontrar un
dato concreto de forma rápida y eficaz.
Sin embargo, no siempre es lo más conveniente y correcto leer a gran
velocidad, tal es el caso de la lectura reposada y serena que precisa un texto bello o
demasiado intrincado y profundo. Entonces, la lentitud sería lo adecuado.
Por eso, el buen lector jamás es monótono. Sabe siempre adaptar la velocidad
al tipo de lectura y a los fines que pretende.
El lector medio lee al 50% de sus posibilidades. Si toma un libro y comienza a
leer, es muy probable que su velocidad de lectura sea de 240 a 250 palabras por
minuto (ppm), pero con un poco de entrenamiento, logrará leer 100 palabras más por
minuto. Con ejercicio continuado, al cabo de un tiempo razonable, estaría muy
próximo a las 500 ppm sin descender la comprensión.
¿Por qué algunos leen más deprisa?
Nuestro cerebro es solo capaz de conocer las palabras cuando los ojos se quedan
quietos durante ese brevísimo espacio de tiempo. En cada fijación de los ojos sólo
quedan perfectamente enfocadas cuatro o cinco palabras con absoluta claridad,
mientras que a uno y a otro lado del foco no se ven con tanta precisión las palabras,
pero el cerebro las reconoce y capta.
El número total de palabras que puede reconocer el cerebro de cada persona se
le llama haz de reconocimiento o campo de visión. Quienes pueden captar una línea
entera de una sola hojeada tienen un haz de reconocimiento máximo y en pocos
segundos se beben una página. Quienes, por el contrario, disponen de un haz de
reconocimiento de tan sólo una o dos palabras necesitarán varias fijaciones para
leer un renglón y su lectura será muy lenta.
Defectos característicos
En general, casi todas las personas presentamos, en mayor o menor grado, alguno
de estos defectos:
Campo de visión muy pequeño, si sólo se captan de un vistazo una o dos
palabras como máximo.
Demasiadas fijaciones o detenciones, de la mirada en cada línea.
Vocalizaciones, tal y como se leía de niños en la escuela primaria. Apenas
practican la lectura silenciosa, leen como hablándose a sí mismos.
19. 23
Regresiones o vuelta atrás, porque se pierde el rastro de la lectura, olvidando
el comienzo de la frase antes de llegar al final. Se detiene tanto que se pierde
el hilo y se debe comenzar nuevamente.
Al no poseer hábitos de lectura, la mayoría de las personas presenta uno o más
de los defectos señalados. Esto significa que no se sabe leer. Para superar esta
deficiencia, es necesario reconocer las propias limitaciones y hacer el esfuerzo para
progresar constantemente, día a día, reentrenando la habilidad. A continuación, se
presentan algunas sugerencias:
Desarrollar la velocidad
Una forma de conseguirlo es practicar con:
Ejercicio para regular el ritmo.
Se debe Intentar leer a toda velocidad los textos pero empleando un solo golpe de
vista para cada grupo de palabras en que se divide cada línea. Cuantas más
palabras se conozcan y más se esté familiarizado con ellas, más rápidamente se
podrá identificarlas.
Amplitud de vocabulario
A menor número de fijaciones, mayor velocidad en la lectura. Pero el tiempo de una
fijación depende de la rapidez con que identifiquemos las palabras comprendidas en
nuestro haz de conocimiento y la identificación siempre vendrá dada por la
familiaridad de las palabras.
En cualquier caso, la lectura será más veloz si la amplitud de nuestro léxico es
notable. Se recomienda por tanto, hacer uso del diccionario, así se descubrirá
también el significado de la palabra por el contexto y se podrá saltar palabras que
resulten redundantes.
Salud y estado de ánimo
En principio, cualquier defecto de visión influye en el descenso de la velocidad en la
lectura, por lo que la visita al especialista es obligada. Además, cualquier situación
de cansancio, falta de energías o estado de debilidad general o cansancio físico
momentáneo lógicamente producirá descenso notable en la velocidad y rendimiento
de la lectura.
No se debe leer en un vehículo porque se forza demasiado la vista. Se debe
procurar estar bien descansado y relajado físicamente y muy concentrado para
aprovechar al máximo, realizando una lectura perfectamente comprensiva.
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TIPOS DE LECTURA Y NIVELES DE COMPRENSIÓN
Adaptado de Bernabé Tierno Jiménez
El buen lector domina a la perfección los distintos tipos de lectura, en función de los
objetivos propuestos, al abordar cualquier tema objeto de estudio. En otras
palabras, nuestra forma de leer varía según el tipo de lectura empleado y el fin que
nos proponemos. Los siguientes son los tipos de lectura:
Global
El fin que se pretende es tomar contacto con los contenidos fundamentales, para
formarse una idea general o de conjunto, muy clara, aunque sin descender a
detalles.
Este tipo de lectura puede y debe hacerse a bastante velocidad, forzando la mente a
ceñirse exclusivamente a lo esencial.
Selectiva o de abeja
Es una lectura de búsqueda de aspectos muy concretos de interés para el lector.
Descubre lo que le interesa, lo extrae del resto de la información y lo hace suyo para
utilizarlo cuando lo necesite. En este caso, prescinde por completo de aquello que
no es de su interés.
Crítica
Con este tipo de lectura intentamos entender que es lo que quiere comunicar el
autor del escrito y lo contrastamos con nuestras ideas ya formadas al respecto sobre
el mismo tema. De ese contraste surge un reajuste de nuestros conocimientos, pues
la información recibida nos hace ver con mayor precisión, claridad y riqueza de
datos. Requiere bastante tiempo y reposo.
Comprensiva
Es la lectura del lector responsable y trabajador que no queda tranquilo, hasta estar
seguro de haber entendido perfectamente todo el contenido de la lectura. A veces,
el texto se resiste un poco a que entremos a desentrañar todo el mensaje que
encierra y es necesario ser muy persistentes y sagaces para hacerlo totalmente
nuestro.
En este tipo de lectura (que presupone lógicamente la lectura global) es
fundamental que el lector se haga todas las preguntas lógicas posibles sobre el
contenido, tratando de dar cumplida respuesta. “A la comprensión se llega por la
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interrogación”. Se debe preguntarse, una y otra vez, sobre lo que se ha leído, hasta
estar convencido de que se puede responder todo.
Reflexiva
Es la lectura del pensador, del filósofo, del hombre profundo. Mientras se lee de
forma lenta y reposada, se produce una lluvia de ideas de gran calidad y riqueza de
contenido que el lector va cotejando, jerárquicamente y relacionando, buscando
todas las afinidades, aproximaciones y contrastes. Requiere más tiempo que ningún
otro tipo de lectura, pues constituye el grado más elevado de abstracción y reflexión
del que se alimenta el pensamiento realmente creativo.
LOS DISTINTOS NIVELES
Se ha señalado que, en toda lectura, es imprescindible captar el mensaje que
encierra el texto. Pero, leer es también una forma de diálogo sin palabras, de
pensamiento a pensamiento, con un interlocutor presente sólo intelectualmente en
su propia obra, en el libro.
Ese es el poder mágico de la lectura: hacer posible que nuestro pensamiento se
ponga en contacto con otras formas de pensar, profundice en los mensajes, los
analice, valore y cale en ellos a distintos niveles de comprensión.
Los autores señalan los siguientes niveles de comprensión de cualquier tipo de
mensaje:
Cero o fonético
La lectura convierte los signos escritos en fonéticos. Se identifican perfectamente las
letras y las palabras, sin llegar a captar su significado. La comprensión es
prácticamente nula.
Literal o decodificación primaria
Es el grado elemental de la lectura que se caracteriza por una comprensión
superficial del mensaje del autor. La mayoría de los estudiantes no superan este
nivel literal de captación del mensaje y constituye la causa determinante del fracaso
escolar.
Difícilmente accede el alumno a profundizar, entender y dominar las ideas
básicas de la lectura y el aprendizaje; y, las sesiones del estudio son una carga
pesada y aburrida. El aprendizaje literal o memorístico a que recurren termina por
hacerles odiar el estudio y desistir, por ello, en no pocos casos.
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Nivel profundo o categorial
Es una lectura más de ideas y de contenidos que de palabras, que permite
profundizar en el pensamiento del autor hasta captarlo y dominarlo en toda su
plenitud, pero sin ir “más allá”, sin trascenderlo totalmente.
Nivel crítico, metasemántico o metatextual
Este nivel de comprensión presupone el nivel profundo o simbólico, ya que se pasa
de los hechos o ideas a sus consecuencias. En la valoración de lo leído se
distinguen claramente los hechos, de las distintas opiniones, injerencias y
conclusiones claves a que puedan llegar sobre estos hechos los distintos autores.
El lector debe poseer, sobre el tema de estudio, unos conocimientos previos
suficientes, que le servirán como referencia válida para emitir su propio juicio con
objetividad. Ha de saber trascender el texto: ir un poco más allá de él.
Nivel literario
Este nivel de comprensión, de signo marcadamente culto, pretende analizar y
descubrir la belleza del lenguaje, la calidad de estilo, la riqueza expresiva, si se trata
de un género doctrinal, satírico o de humor, etc., más que profundizar en el
contenido del texto en sí. Es evidente que el estudiante que prenda obtener
excelentes resultados en el estudio ha de ejercitarse cada día más en la lectura con
niveles de comprensión profundo y crítico; y, de ser posible, literario o estético.
DEFECTOS DE LA LECTURA
Es importante que el estudiante averigüe si comete en su lectura alguno de los
defectos que están señalados a continuación:
Dispersión mental
Incapacidad para centrar la atención, interrumpiendo la lectura con preocupaciones
ajenas al libro. Basta un disgusto, o una tensión por un tema personal para que se
pierda el hilo. La vista se desliza por la página sin captar el contenido.
Inconstancia
El trabajo intelectual requiere repetición, insistencia. La lectura como aportación
diaria al aprendizaje es insustituible. El lector inconstante o circunstancial nunca
llegará a ser un buen estudiante.
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Pasividad
Jamás un libro se entrega del todo al lector que mantiene ante él una actitud pasiva.
Es preciso releer, extractar, subrayar, esquematizar, contrastar, preguntarse sobre lo
leído, con mente activa y despierta.
Hipercriticismo
Actitud opuesta a la pasividad que adoptan algunos lectores con prejuicios frente a
ciertos libros o autores. Imposibilita profundizar en los contenidos de forma
absolutamente imparcial.
Actitud Dubitativa
Cuando en la lectura aparecen datos, alusiones y cuestiones cuyo sentido se nos
escapa, permanecer en la duda equivale a bloquear el proceso del aprendizaje. Es
la actitud del estudiante perezoso e irresponsable.
EJERCICIOS QUE AMPLÍAN EL CAMPO DE VISIÓN
Procura fijar la mirada en el punto central de cada renglón tratando de captar todas
las palabras de un solo vistazo.
Si
procuras
sintetizar
con precisión
y gran amplitud
muchas más palabras
sin duda podrás aumentar
hasta límites insospechados
tu actual haz de reconocimiento
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Dos golpes de vista por línea
La propiedad fundamental
de la percepción es la de ser
selectiva esto significa
aquello a lo que se atiende
mientras que el resto de
los estímulos pasan
desapercibidos por nuestros …
Tres golpes de vista por línea
Cuiden padres y educadores
que la luz natural o
artificial entre la izquierda
en sujetos diestros y
por la derecha en los zurdos.
tampoco permitan al estudiante
acercar la vista al libro
a más de treinta centímetros
BIBLIOGRAFÍA
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