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Casos de Fiebre Amarilla en Portuguesa, Venezuela: ¿un brote
selvático espurio?
Manuel Muñoz-Rodríguez1,2
, Jazzmin Arrivillaga1
, Juan-Carlos Navarro2
1
Laboratorio de Ecología Molecular de Vectores. Departamento de Estudios Ambientales.Universidad Simón Bolívar. Sar-
tenejas.Venezuela. 2
Laboratorio de Biología de Vectores. Instituto de Zoología y Ecología Tropical. Universidad Central
de Venezuela. Caracas. Venezuela.
RESUMEN
Solicitud de sobretiros: Juan-Carlos Navarro. Laboratorio de Biología de Vectores. Instituto de Zoología y Ecología Tropical. Universidad Central de
Venezuela. Caracas. Venezuela. E-mail: juan.navarro@ciens.ucv.ve
Recibido: el 15 de octubre de 2010. Aceptado para publicación: el 20 de diciembre de 2010
Introducción. En 2005 se detectaron en una zona
rural del Estado Portuguesa, Venezuela, casos
de Fiebre Amarilla (FA) en humanos confirma-
dos por aislamiento viral. El brote se asoció a la
intromisión de campesinos al bosque donde se
asume que circula el virus en forma enzoótica.
Sin embargo, este tipo de diagnóstico resulta im-
preciso, ya que hoy día, producto del urbanismo
el contacto hombre-vector-hospedador autóctono
se ha incrementado, a la vez que se ha observado
una expansión del hábitat de vectores urbanos.
En el caso de la FA, esto supondría una revisión
en la manera de abodar el problema en cuanto a
la determinación del vector involucrado (urbano
o selvático-rural), lo cual es vital para desarrollar
medidas preventivas y de control.
Objetivo. Evaluar en forma rápida la entomofauna
y la distribución espacio-temporal de vectores de
la familia Culicidae asociada a un foco de FA y
estimar su implicación en la transmisión del virus
de FA y otros patógenos.
Materiales y Métodos. Se realizaron muestreos
puntuales de mosquitos adultos y larvas, diferen-
ciados temporal y espacialmente (zona interve-
nida-boscosa). Para ello se emplearon trampas
CDC (luz / CO2
) durante 24h para, capturas con
aspiradores mecánicos de mosquitos en resposo
y en actividad de alimentación. Las fases inma-
duras fueron colectadas por succión del líquido
en diferentes recipientes o criaderos naturales y
artificiales. Las especies fueron identificadas por
medio de claves disponibles y comparación con
material de museo. La estructura de la comunidad
se evaluó y se comparó mediante índices de diver-
sidad y similaridad.
Resultados. Se observó co-existencia de especies
de Haemagogus y Sabethes con Aedes aegypti
en la zona intervenida de viviendas y en el área
boscosa contigua, principalmente en muestreos
diurnos empleando cebo humano, lo que evidencia
un comportamiento antropofílico, y por ende un
factor de riesgo epidemiológico importante a ser
considerado.
Conclusión. El inventario de la entomofauna aso-
ciada al foco de FA evidencia la potencialidad de
transmisión local en el área de mayor intervención
humana sin el desplazamiento de la población
hacia la zona boscosa tal como es considerado en
el ciclo clásico de transmisión de fiebre amarilla
selvática, con base en la poca diferenciación en
la composición de especies vectoras del virus FA
entre la zona de viviendas y la boscosa, lo que
revela conectividad ecológica entre el área de vi-
viendas (caserío) y la menos intervenida (bosque) a
pesar de la fragmentación del hábitat. La presencia
conjunta de epecies de transmisión selvática y
urbana en las áreas de actividad humana sugiere
que no existe una diferenciación espacial entre el
clásico ciclo selvático y el urbano en la localidad
de Santa Lucía.
Este artículo está disponible en http://www.revbiomed.uady.mx/pdf/rb102135.pdf
163
Rev Biomed 2010; 21:163-177
Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010
Artículo Original
164
Revista Biomédica
Palabras clave: Culicidae, enfermedad re-emer-
gente, Haemagogus, mosquitos, riesgo epidemio-
lógico, Sabethes, urbanización de enfermedades
ABSTRACT
Cases ofYellow Fever in Portuguese, Venezuela:
A Spurious Jungle Outbreak?
Introduction. In 2005, in a rural locality of Por-
tuguesa State-Venezuela, was detected a small
outbreak of Yellow Fever (YF) confirmed by virus
isolation. These cases were associated to introduc-
tion of peasants into nearby rainforest where the
virus have been circulating in an enzootic cycle.
Nevertheless, this diagnosis is imprecise, because
nowadays as consecuence of expansion of urban
areas, the human contact with wild vectors and
hosts has increased, like as the domestic vectors
distribution. The situation above described, would
suppose to reconsider which vectors are involved
in the transmission of YF in a specific place,
which is important for prevention and control
strategies.
Objective. To realise a rapid survey the mosquito
fauna potentially associated to be involved in a
YF local outbreak, search its spatio-temporal dis-
tribution and to infer the possible role in the virus
transmission.
Materials and Methods. Field samplings of adult
mosquitoes temporal and spatially, were done,
using CDC light-traps (light/CO2
) 24h hours, also
using mechanical aspirators in resting places and
human bait. The larvae were collected in differ-
ent natural and artificial breeding containers by
mechanical suction. The species were identified
by available keys and specimens museum compari-
son. The community structure was evaluated and
compared using diversity and similarity indices.
Results. Overlaping occurrence in time and space
of Haemagogus and Sabethes species with Aedes
aegypti in sites with major human activity (dwell-
ings area) and also in the forest. These species
shown anthropophilic biting pattern, which rep-
resent an important epidemiological risk.
Conclusions. The mosquito fauna found in the
locality suggest the possibility of local transmis-
sion ofYF both in dwellings and forest, without the
requirement of human displacement to nearby for-
est as the classical sylvan YF transmission cycle,
since there are not differentiation in the vector
species composition involved in the transmission
of YF between forest and houses zones. This fact
reveals an ecological connectivity despite the frag-
mentation of natural habitat. Our results evidence
that, in Santa Lucia, there are not spatial-temporal
differentiation between a potential sylvan cycle
and urban cycle.
Key words: Culicidae, emergent diseases,
epidemiological risk, Haemagogus, mosquitoes,
Sabethes, disease urbanization
INTRODUCCIÓN
	 Alrededor de un 17% de los agentes cau-
sales de zoonosis que afectan hoy día a los seres
humanos, a los animales domésticos y de vida
silvestre, son transmitidos entre los diferentes
hospedadores vertebrados a través de un vector
natural que en la mayoría de las enfermedades
metaxénicas está representado por un inverteb-
rado (1-6). Estos vectores naturales cumplen un
rol fundamental en el mantenimiento, reproduc-
ción y propagación de un agente patogénico en el
ambiente, motivo por el cual, investigaciones que
estén destinadas a estudiar la ecología y la biología
de estos vectores son de gran importancia para el
desarrollo de estrategias de manejo y control de la
enfermedad (7-10). Entre los vectores naturales,
los mosquitos de la familia Culicidae tienen gran
interés médico y veterinario, en función de los
valores altos de abundancias y el comportamiento
antropofílico en ambientes urbanos, peridomésti-
cos y silvestres, así como su incriminación como
vectores naturales en los brotes epidémicos produ-
cidos por los diversos agentes etiológicos que estos
insectos transmiten (7), entre los que podemos
mencionar al virus de la Fiebre Amarilla (FA).
El arbovirus causal de FA, perteneciente
al género Flavivirus y a la familia Flaviviridae,
Muñoz-Rodríguez et al.
se mantiene en la naturaleza entre dos ciclos de
transmisión: uno selvático o enzoótico y uno
urbano o epizoótico. En el primero, participan en el
rol de reservorios, primates no humanos, mientras
que el papel de marsupiales y roedores como
hospedadores primarios permanece en estudio
(11-15). Los vectores involucrados en el ciclo
selvático son principalmente mosquitos de los
géneros Haemagogus y Sabethes, especialmente
las especies Haemagogus janthinomys Dyar,
Haemagogus albomaculatus Theobald,
Haemagogus leucocelaenus Dyar & Shannon y
Sabethes chloropterus (Humboldt) (12,15). Estas
especies de mosquitos han sido consideradas de
hábitos estrictamente silvestres y arborícolas (de
actividad en dosel de bosques), en función de los
criaderos que explotan a lo largo su ciclo de vida,
preferentemente plantas epífitas, huecos de árboles
y bambús, axilas de bromelias, cáscaras de frutos
caídos y los frondes de plantas características
de zonas boscosas, aunque también, aunque
con menor frecuencia, se han reportado estadíos
larvales de estas especies en recipientes artificiales
(12,16). Los mosquitos hembras de estás especies
se alimentan especialmente de primates no
humanos, infectándose con el virus cuando pican
a un reservorio que presenta niveles de viremia
lo suficientemente altos, completándose el ciclo
de transmisión cuando el mosquito en procura de
una segunda ingesta se alimenta de un hospedador
susceptible (14,17,18). También se ha reportado
la transmisión transovárica (11-15).
Tradicionalmente se ha considerado que
el humano es un hospedador accidental, infectán-
dose del agente etiológico, cuando por motivos
de trabajo o entretenimiento, se introduce en el
bosque, nicho ecológico de especies de mosqui-
tos Haemagogus y Sabethes, quienes mantienen
la circulación del virus en el ciclo enzoótico (11,
12,19,20). El humano que se ha infectado en una
zona enzoótica, durante los primeros 3 días de in-
cubación del virus se traslada a centros urbanos, se
convierte en un portador y amplificador del agente
causal de la FA en la población introduciendolo el
un posible ciclo urbano (11,12). De esta manera,
el ciclo urbano se considera supeditado a la injer-
encia del hombre en un ambiente boscoso donde
circula el virus en su forma: primate silvestre-
mosquito-primate silvestre o algún reservorio
como marsupiales arborícolas. En el ciclo urbano,
el hombre actúa como r fuente de infección, siendo
el vector Aedes aegypti (L.), un mosquito con alto
grado de antropofília y solapamiento de nicho
con el humano, pudiendo este vector transmitir el
patógeno, horizontal y verticalmente a través de
la picada y por vía transovárica respectivamente
(14,15,19,21,22).
A partir de la introducción de virus causal
de la FA en el continente Americano en el si-
glo XVI, son muchos los reportes de epidemias
emergentes y re-emergentes de este mal en la
región Neotropical, pasando a constituir uno de
los principales problemas para la salud pública en
muchos países de la región, Venezuela entre ellos
(12,13,23). En este país, los primeros casos de FA
se remontan a finales del siglo XVII, desde ese
momento la enfermedad ha re-emergido de manera
intermitente hasta la actualidad (13,23). Luego de
un período de 40 años sin registros de casos, se
produce una onda epidémica de FA entre los años
2002-2005, con nuevos casos clínicos en varios
estados y localidades del país, que incluían:Apure,
Barinas, Mérida, Táchira, Zulia, Portuguesa Bolí-
var y Amazonas (12,13,24). Durante esos brotes
epidémicos, la política de control implementada
por los entes públicos consistió en la vacunación
de la población de las localidades afectadas.
Históricamente, en Venezuela, los casos
humanos reportados corresponden a personas
que se han introducido a zonas boscosas como
consecuencia de actividades como: la siembra,
la recolección de madera, la cría de animales,
la minería, la explotación petrolera y turismo,
al mismo tiempo, estos casos ocurrieron en
localidades cercanas a las regiones identificadas
como endémicas, a saber: Selvas de San Camilo,
Selvas de Guayana y Selvas del sur-oeste del
Lago de Maracaibo (12,13,23). Por estas razones,
165
Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio?
Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010
Revista Biomédica
los casos fueron reportados como selváticos.
Sin embargo, no se realizaron estudios eco-
epidemiológicos que permitieran confirmar el
lugar de infección, lo cual tiene gran importancia al
momento de desarrollar estrategias efectivas dentro
del programa de control de la FiebreAmarilla, que
manejan los ministerios de salud, cuando se aborda
un foco activo de FA con casos agudos.
Por otro lado, la población humana se
encuentra en continuo crecimiento demográfico,
lo que ha generado el crecimiento constante de
las zonas urbanas y sub-urbanas en las principales
ciudades a nivel mundial, así como también
en ciudades secundarias, pero en ausencia de
una planificación urbana (3,5, 9, 10,25). Este
hecho ha generado que en las áreas periféricas
de los centros urbanos se encuentre mayor
abundancia de personas viviendo en condiciones
de hacinamiento y con precariedad de servicios
básicos, principalmente de servicio de agua, lo que
ha sido un factor modulador de la colonización y
proliferación de Aedes aegypti vector urbano de
la FA y del virus dengue (10,21,22,25).
	 Por otro lado, esta población que vive en
los bordes de las ciudades, se encuentra más
expuesta a la fauna autóctona que las personas
que habitan en los centros urbanos.Algunos de los
componentes de esta fauna podrían cumplir el rol
de reservorios o de vectores de diversos agentes
causales de zoonosis, por lo que las poblaciones
humanas que habitan en los puntos periféricos
de los centros urbanos, como consecuencia del
efecto de borde, tienen mayor frecuencia de
contacto con la fauna silvestre local, mientras
que, la población más cercana al centro de la
distribución tienen menor riesgo epidemiológico,
debido a la menor potencialidad de translocación
del patógeno en el caso donde la transmisión de la
enfermedad involucre fauna silvestre, doméstica y
humanos (26). Algunas de estas especies, dentro
de la diversidad de la fauna silvestre (insectos
y mamíferos), cumplen el rol de reservorios
y de vectores dentro del ciclo zoonótico de la
FA (10,25), por lo que las barreras geográfico-
espaciales que separan a los ciclos selváticos y
urbanos, en muchas localidades sean cada vez más
tenues y tiendan a desaparecer, lo que implica que,
el status de un caso de FA selvático/urbano, no es
fácilmente determinado únicamente por el sitio de
ocurrencia.
En esta investigación se empleó un método
de evaluación rápida de la entomofauna de
especies de la familia Culicidae para determinar la
potencialidad de un área como foco de infecciones
zoonóticas, particularmente FA. De esta forma
se evaluó la presencia espacio-temporal de
especies que han sido incriminadas como vectores
potenciales o efectivos del agente causal de la
FA, y otras zoonosis, asociadas a dos áreas con
diferente grado de intervención antropogénica
dentro de una misma localidad geográfica en
donde se registraron casos clínicos de FA en
humanos para el año 2009.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
	 Los muestreos se realizaron en la población
rural o “caserio” de Santa Lucía, localizada en las
coordenadas 9°10´3´´N, 69°58´9´´ W, ubicado
en las cercanías del río Anus, en el Municipio
Sucre, Estado Portuguesa, Venezuela. Las princi-
pales actividades humanas en la localidad son las
agropecuarias de subsistencia y las turísticas en
pequeña escala (balneario). La temperatura media
anual oscila entre 22-26°C y las precipitaciones
anuales entre 1400-1800mm (27). La vegetación
característica es de bosque húmedo tropical, con
fragmentación producto de la actividad humana,
con presencia de construcción de caminos que con-
ducen a los habitantes de la zona a internalizarse
en el bosque para su jornada de trabajo agrícola,
búsqueda de fuente de agua y para el pastoreo de
los animales domésticos. Se distinguen al menos
dos niveles de intervención por urbanismo no
planificado: zona 1 (zona con mayor intervención
por la existencia de asentamientos humanos, casas-
patios y carretera principal) y la Zona 2 (el parche
de bosque primario semi-intervenido).
166
Revista Biomédica
Muñoz-Rodríguez et al.
167
En la Figura 1 se muestra una imagen
satelital del área de muestreo, en ella se indican
los sitios específicos de colecta. En la figura
las marcas amarillas corresponden a los sitios
de muestreo ubicados en la zona boscosa,
mientras que las rojas corresponden a la zona
intervenida. Se realizaron colectas en once puntos
de la localidad, cinco en bosque, y seis en zonas
intervención antropogénica. Los puntos de colecta
se mantuvieron tanto en temporada de lluvia como
en temporada de sequía, y sus coordenadas se
encuentran a disposición del solicitante.
Metodología de muestreo de mosquitos
adultos
	 La colecta de mosquitos de la familia
Culicidae se realizó durante 7 días, divididos
en dos muestreos puntuales, uno en la habitual
temporada lluviosa, realizado en agosto del 2009,
durante 4 días, y otro en diciembre del mismo
año, en temporada de sequía, durante 3 días.
La recolección de las muestras se realizó en dos
horarios: diurno (8:30 -18:00 h) y nocturno (18:00-
8:30 h), y en dos zonas diferenciadas en función de
su grado de intervención humana; zona intervenida
ozona1(casas,carreteraprincipalypatios)definida
como aquella en donde la vegetación autóctona
fue desplazada producto de la tala, la quema y/o
construcción, y la zona boscosa o zona 2 (caminos
en medio de la zona boscosa y dentro del bosque)
en donde la acción antropogénica es mucho menos
perceptible. Debido a la diferenciación temporal
y espacial se pueden distinguir 8 condiciones de
muestreo diferentes que incluyen la escala espacial
y temporal: bosque-diurno-lluvia (BDLL), bosque-
nocturna-lluvia (BNLL), intervenida-diurna-lluvia
(IDLL), intervenida-nocturna-lluvia (INLL),
bosque-diurna-sequía (BDS), bosque-nocturna-
sequía (BNS), intervenida-diurna-sequía (IDS),
intervenida-nocturna-sequía (INS).
Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio?
Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010
Figura 1. Imagen satelital de la localidad de muestreo. En color amarillo se resaltan los sitios de colectas
ubicados en zona boscosa, en rojo, los ubicados en zona intervenida.
Revista Biomédica
168
Revista Biomédica
	 El muestreo diurno se realizó: 1-capturando
insectos que se encontraban posados sobre ani-
males domésticos o de producción, o que se encon-
traban en reposo en hueco de árboles. La captura
de los insectos se realizó utilizado un aspirador de
vidrio manual; 2- implementación de cebo animal
y 3-trampas CDC con CO2
.
	 El muestreo nocturno se realizó utilizando
trampas CDC con CO2
y trampa de Shannon. To-
das las muestras de mosquitos adultos capturados
fueron almacenadas en nitrógeno líquido. Las
muestras fueron transportadas vía terrestre para
su procesamiento en el Laboratorio de Biología
de Vectores (LBV) en el Instituto de Zoología y
Ecología Tropical de la Universidad Central de
Venezuela.
Metodología de muestreo de larvas
	 Tanto en temporada de sequía como en tem-
porada de lluvia, se exploró el área en búsqueda
de criaderos de mosquitos en las Zonas 1 y 2. En
los criaderos positivos, se procedió a extraer con
un succionador manual el agua almacenada, la
cual fue vertida en bolsas de polietileno. Poste-
riormente, las muestras de larvas vivas fueron
trasladadas al laboratorio, para el desarrollo de una
cría asociada, los mosquitos adulto emergidos se
almacenaron en un ultracongelador a -80°C, para
fines de identificación taxonómica y posterior
aislamiento viral.
Identificación taxonómica
	 Las identificación de los mosquitos adultos
se realizó utilizando claves taxonómicas basadas
en la morfología externa de los mosquitos (28-31)
y mediante la comparación de los ejemplares con
la colección de referencia asociada al LBV.
Análisis de composición de especies y
diversidad
	 Los parámetros utilizados para hacer
comparaciones entre las dos zonas y los distintos
tipos de criaderos muestreados fueron: abundancia
(número de individuos por especies), frecuencias
relativas (cantidad de individuos de determinada
especie entre el número total de especímenes
colectados), riqueza (número de especies),
diversidad (índice de Shannon-Weiner) y
similaridad (índice de Jaccard y el índice de
Morisita-Horn). Para los índices utilizados el valor
mínimo es 0 y el valor máximo es 1 (32).
RESULTADOS
En el Caserío Santa Lucía se colectaron un total de
421 ejemplares pertenecientes a 33 especies, de los
cuales 16 representan especies que han sido repor-
tadas como transmisoras de agentes infecciosos,
ya sea de forma comprobada o potencial.
Determinación de la presencia de vectores de
Fiebre amarilla y otras especies relacionadas
En la zona 1 se colectaron tres especies de
Culicidae asociadas a la transmisión del agente
causal de la FA, Haemagogus celeste (N=2), Aedes
aegypti. (N=2), Haemagogus janthinomys (N=1).
Mientras, que en la zona 2 se identificaron cuatro
especies, A. aegypti (N=2), Sabethes cyaneus
(N=1 adulto), Sabethes aurescens (N=2 en fase
pupal) y Sabethes undosus (N=1 en fase pupal).
Sin embargo, existen diferencias estacionales: las
especies del género Haemagogus, S. aurescens y
S. undosus se capturaron durante la temporada de
lluvia, mientras que las especies A. aegypti y S.
cyaneus en la temporada de sequía (Figura 2)
Estructura de la comunidad de insectos adultos
de la familia Culicidae (Cuadro 1)
Muestreo diurno vs. muestreo nocturno
Durante el día se colectó mayor abundan-
cia y riqueza de mosquitos, que en los muestreos
nocturnos. El número de individuos fue siete veces
mayor, mientras, el número de especies práctica-
mente duplica el muestreo nocturno. Este mismo
patrón se repite al considerar únicamente las
especies que han sido reportadas como vectores
de patógenos, la abundancia es mayor 2,5 veces
y el número de especies muestreadas es el doble
numéricamente respecto a las horas nocturnas.
Muñoz-Rodríguez et al.
169
Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio?
Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010
Figura 2. Presencia y solapamiento espacial de vectores involucrados en el ciclo de transmisión de la FA
Durante el muestreo diurno se registró la ocur-
rencia de mosquitos de los géneros Limatus,
Wyeomyia y Aedes, siendo Aedes serratus la es-
pecie vectora potencial más abundante, con cerca
del 70% de las especies colectadas. Otro género
de importancia médica y de ocurrencia diurna en
la zona de muestreo fue Psorophora, en especial
Psorophora cyanescens con ocurrencia y abundan-
cia baja durante horas nocturnas. Mientras, que en
el muestro nocturno y crepuscular se colectaron
ejemplares de Culex (7 especies) y Aedes serratus,
con un porcentaje de ocurrencia entre el 60 y 30%,
respectivamente.
Muestreo en zona boscosa vs. muestreo en zona
intervenida
En la colecta realizada en la zona boscosa,
se determinó que la abundancia total de mosquitos
es aproximadamente 12 veces mayor representada
por 9 especies, mientras que la abundancia de
mosquitos vectores (4 especies) es casi 7 veces
respecto a la zona de mayor actividad antrópica.
Mosquitos de género Limatus son las es-
pecies dominantes durante el muestreo realizado
en la zona boscosa, con una ocurrencia del 60%.
La especie de importancia médica capturada con
mayor abundancia en el bosque fue A. serratus,
la cual representa cerca de un 18% del total de
especies y aproximadamente un 70% entre las
especies vectoras colectadas en la zona. En esta
zona bosacosa se colectaron ejemplares adultos de
A. aegypti, los cuales representaron un 0,5% del
total mosquitos capturados en zona boscosa y un
2% de los organismos de importancia médica.
En la zona intervenida las especies domi-
nantes fueron Limatus asulleptus (diurna) y Culex
dolosus (nocturna) representando alrededor de un
16% cada una. Las especies de importancia médica
dominantes fueron A. aegypti, H. celeste, C. quin-
quefasciatus, C. corniger y P. cyanescens, con un
porcentaje de ocurrencia de 60% del total de vec-
tores capturados para la zona. En contraste con lo
observado en zona boscosa, la especie A. serratus
se encuentra ausente en la zona intervenida.
170
Revista BiomédicaRevista Biomédica
Cuadro 1
Presencia de especies de mosquitos de la familia Culicidae colectados en
muestreos diferenciados espacial-temporalmente
Especies Día Noche Lluvia Sequía Bosque Intervenida
Limatus asulleptus1,3,5
177 0 47 130 172 5
L.durhami 1,3,5
49 0 31 18 47 2
Aedes serratus 1,2,5,6,7
54 14 45 23 67 1
A.aegypti*5,7
4 0 0 4 2 2
A.terrens 5
1 0 0 1 1 0
A.whitmorei 5
1 0 0 1 1 0
Haemagogus janthinomys*3
1 0 1 0 0 1
H.celeste*3
2 0 2 0 0 2
Sabethes cyaneus*5
1 0 0 1 1 0
Wyeomyia circumcicncta1,3,5
27 0 24 3 27 0
W.moerbista 1
6 0 6 0 6 0
W.celaencephala 1
1 0 1 0 1 0
Psorophora cyanescens 4,5,7
5 1 1 5 4 2
P.ferox 1,5
2 0 1 1 2 0
P.saeva3,5
8 0 2 6 6 2
P.cilipes 1
1 0 1 0 1 0
P.cingulata1
1 0 1 0 1 0
Culex quinquefasciatus 2,4,6
0 5 3 2 3 2
C.nigripalpus2
0 2 2 0 2 0
C.inflictus4
1 2 3 0 2 1
C.peus2
0 2 2 0 2 0
C.brevispinosus 2,6
0 2 1 1 2 0
C.corniger 2, 4
0 7 7 0 5 2
C.dolosus 2,4
0 8 8 0 3 5
Mansonia amazonensis 4
0 2 2 0 0 2
Anopheles apicimacula 4
0 1 0 1 0 1
Johnbelkinia longipes1,3,5
5 0 4 1 4 1
J.leucopus5
3 0 0 3 3 0
Total 350 46 195 201 365 31
Riqueza 20 11 22 16 24 15
Total vectores 78 31 69 40 96 13
Riqueza vectores 10 6 11 8 12 8
1 Diurna-Boscosa-Lluvia; 2 Nocturna-Boscosa-Lluvia; 3 Diurna-Intervenida-Lluvia; 4 Nocturna-Intervenida-Lluvia;
5 Diurna-Boscosa-Sequía, 6 Nocturna-Boscosa-Sequía; 7 Diurna-Intervenida-Sequía. (*) Mosquitos involucrados
en el ciclo de la FA. En negrillas: Mosquitos reportados como vectores comprobados o potenciales
Muñoz-Rodríguez et al.
171
Muestreo en temporada lluviosa vs. muestreo
en temporada de sequía
Se registró una mayor abundancia y riqueza
de especies en la colecta llevada a cabo durante la
temporada de lluvia. Con respecto a la abundancia
de los mosquitos de importancia médica, en los
muestreos llevados a cabo durante la temporada
lluviosa se colectaron aproximadamente 1,7 veces
más lo capturado en temporada de sequía, a pesar
de colectar 3 especies vectoras menos. En ambas
colectas (lluvia-sequía) las especies dominantes
fueron L. asulleptus, L. durhami y A. serratus.
(Cuadro 1)
Índice de diversidad
	 En la Figura 3 se muestran los valores de
los índices de diversidad de Shannon-Wiener
calculados considerando únicamente las especies
de mosquitos de importancia en salud pública,
para cada una de los 8 condiciones de muestreo
diferenciadas temporal y espacialmente. Los
resultados evidencian mayor diversidad en la zona
boscosa en horas nocturnas-temporada de lluvia y
horas diurnas-sequía, en ambas el índice calculado
fue cercano a 0,65.
Índices de similaridad
En el Cuadro 2 se muestran los índices
de similaridad de Jaccard y Morista-Horn ob-
tenidos al contrastar la composición de especies
y sus abundancias relativas en cada una de los 8
condiciones de muestreo diferenciadas temporal
y espacialmente. Ninguno de los valores de Jac-
card es igual o superior a 0,5 lo que indica baja
similaridad en cuanto a composición de especies
de mosquitos vectores.
Un patrón diferente muestra el índice de
Morisita-Horn, el cual considera la abundancia
relativa de las especies comunes entre dos
localidades. Con excepción, en aquellas
condiciones que no compartían especies en común
(índice de Jaccard igual 0), los valores del índice
de Morisita-Horn son mayores o cercanos a 0,5
para todas las comparaciones, lo que es indicativo
de la existencia de superposición de nicho de las
especies comunes entre las localidades.
Tipos de criaderos y colecta de pre-adultos
Tres tipos de criaderos fueron registrados:
recipientes artificiales, y dos naturales: huecos
de árboles e internudos de bambús rotos. Los
recipientes artificiales se encontraron dentro de
la zona intervenida y en los límites de ésta con la
zona boscosa, en estos recipientes se identificó un
total de 15 individuos pre-adultos pertenecientes a
3 especies Limatus durhami (N=10) , C. dolosus
(N=3) y C. corniger (N=2), está última señalada
como especie vectora.
En los huecos de árboles, se colectó
un total de 12 individuos pertenecientes a 5
especies, ninguna de ellas relacionadas con la
transmisión de patógenos. La colecta en este tipo
de criadero estuvo representada por L. durhami
(N=6), Limatus asulleptus (N=3), Aedes iolita
(N=1) y Toxorhynchites guadeloupensis (N=1).
En internudos de bambús rotos se muestreó un
total de 4 individuos de 3 especies, todas ellas de
importancia médica: C. quiquefasciatus (N=1),
S. aurences (N=2) y S. undosus (N=1). No se
observó ninguna especie de importancia médica
ocupando más de un tipo de criadero.
Antropofilia
	 En la Figura 4 se muestran las frecuencias
relativas de los mosquitos de importancia médica
colectados utilizando cebo humano. Cerca del
40% de los individuos capturados pertenecen a la
especie A. serratus, 15% a P. cyanescens y 12% a
A. aegypti. Las especies H. celeste (6%), H. jan-
thinomys (4%) y S. cyaneus (4%), si bien aparecen
en porcentajes bajos, todos los ejemplares fueron
colectados a través de esta técnica, lo que indica
alto grado de antropofília.
DISCUSIÓN
Un total de 16 de las 33 especies colectadas
han sido reportadas como transmisoras de agen-
tes infecciosos, ya sea de forma comprobada o
Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio?
Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010
172
Revista BiomédicaRevista Biomédica
Figura 3. Índices de diversidad de mosquitos vectores por localidad.
Cuadro 2
Índices de similaridad de Jaccard y Morisita-Horn entre las diferentes
zonas de muestreos diferenciadas espacial y temporalmente. Vectores
BDLL:Bosque día lluvia,BNLL:Bosque noche lluvia, IDLL: intervenida día lluvia, INLL: intervenida noche lluvia,
BDS: bosque sequía día, BNS: bosque noche sequía, IDS: intervenida día sequía, INS: intervenida noche sequía. Cada
recuadro corresponde a la comparación de similaridad realizada, en cada caso las localidades que se contrastan se
identifican observando la fila y la columna. El valor superior de cada recuadro corresponde al índice de Morisita-Horn,
mientras que el inferior al índice de Jaccard.El recuadro negro indica que en la localidad INS no se colectaron especies
de importancia médica.
Muñoz-Rodríguez et al.
173
potencial. No obstante la abundancia absoluta
representa un parámetro importante para evaluar
riesgo epidemiológico, debido a que en un foco
determinado la transmisión es efectiva cuando los
niveles de abundancia de mosquitos supera ciertos
niveles críticos (33-35), nos enfocamos en evaluar
de manera rápida la entomofauna asociada a la
localidad de ínteres. Por tanto, se consideró que
la simple ocurrencia de una especie constituye un
factor potencial de riesgo epidemiológico, y que
ante variaciones favorables para las poblaciones
de vectores, éstos puede incrementar sus densi-
dades, y así la probabilidad de contacto vector-
hospedador.
En la zona intervenida y en el nivel de suelo
se colectaron especies pertenecientes a los géne-
ros Haemagogus y Sabethes. H. janthinomys es
un vector confirmado del virus de FA, mientras
que especies de Sabethes son considerados como
vectores secundarios (14,36). Estas especies se
caracterizan por poseer un hábitat principalmente
selvático y una distribución vertical favorable a
la zona arbórea cercana al dosel de los árboles
(14,16,37-40). Los adultos fueron colectados
en su totalidad a través del empleo de cebo hu-
mano, lo que indica la existencia de un grado
alto de antropofilia, y determinante en el contacto
vector-humano y la transmisión de patógenos. La
presencia de estas especies alimentandose sobre
humanos en las cercanías de las viviendas y del
camino principal, aún en época de larga sequía
donde se espera muy baja densidad de estos insec-
tos, revela que en la zona intervenida incrementa
la posibilidad de tramsmisión de FAen el poblado
de Santa Lucía sin el evento de internarse en el
área boscosa ni la presencia de un período lluvioso,
pero con la condición de una actividad diurna.Adi-
cionalmente, con el incremento de la abundancia
poblacional en el período de lluvia, se esperaría
una mayor probabilidad de contacto (41).
A.aegypti fue colectada tanto en zona
intervenida como en zona boscosa. Su presencia,
como especie altamente antropofílica y urbana en
el área boscosa se atribuye a la presencia de gran
cantidad de recipientes artificiales de diferentes
tipos que fueron observados en los patios de la
viviendas, los cuales se reconocen ampliamente
como criaderos de esta especie (7,42), sugieriendo
a su vez la evidente introducción desde zonas
netamente urbanas. No obstante, no se hallaron
Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio?
Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010
Figura 4. Frecuencias relativas de los mosquitos de importancia médica atraídos mediante el empleo de
cebo humano.
174
Revista Biomédica
criaderos larvales positivos para esta especie,
lo que se atribuye a la falta de pluviosidad que
caracterizó a la localidad y al país durante todo
el año 2009, cuando se realizó el muestreo. Sin
embargo, es reconocida la capacidad de los huevos
de resistir a la desecación por hasta seis meses
(43), pudiendo permanecer adultos en actividad
en epoca de sequía y con criaderos secos, por lo
que se esperaría que con la llegada del período
de lluvia tradicional se incremente la abundancia
de este vector. El caserío presenta un sistema
de mangueras o tubos plásticos que surten del
agua a las viviendas de manera eficiente a partir
de una fuente natural, por lo que los envases de
almacenamiento de agua son escasos, mientras que
los recipientes de desecho deben ser importantes
en épocas de lluvia. La presencia de A. aegypti
en un foco de FA constituye un factor de riesgo
importante, pues hace posible la circulación
del virus en un ciclo que involucre el ambiente
domiciliario (7,14,42).
Especial interés epidemiológico tiene el
solapamiento espacial encontrado entre mosquitos
Haemagogus, Sabethes y A. aegypti en las zonas
boscosa e intervenida. Si bien no se observó so-
lapamiento temporal entre Aedes y Haemagogus,
es muy factible que ocurra en temporadas de altas
precipitaciones. Esta situación no permite inferir
con certeza el posible vector involucrado en el
brote 2005-06 y ante un eventual brote en la locali-
dad, evaluando únicamente el lugar de ocurrencia
de los casos y hábitos de movilidad de las personas
afectadas dentro de la localidad.
La identificación de los vectores que
intervienen en la transmisión es vital para cortar
efectivamente la transmisión del virus, debido
a que medidas destinadas a atacar la población
inmadura del mosquito A. aegypti, que se desarrolla
principalemente en recipientes artificiales y en
las cercanías a las viviendas humanas, no tendrá
efecto alguno sobre la población de Haemagogus
y Sabethes, cuyo nicho es selvático y viceversa
(12,16,42). Ante este panorama, existe igual
probabilidad de que el brote ocurrido en la
localidad entre los años 2005-2006 se haya debido
la a transmisión por parte de las especies selváticas,
por una especie urbana como A. aegypti o por
ambos tipos de vectores. Este resultado evidencia
que bajos estos tres escenarios posibles durante
la misma epoca del año, se pierde el “límite”
entre los clásicos ciclos selváticos y urbanos
con segregación de nicho entre hospedadores
vertebrados y vectores producto del avance de la
población humana hacia áreas rurales/enzoóticas.
Adicionalmente, la entrada en el continente y
posible avance de A. albopictus (Skuse) un vector
que tiende a ocupar zonas de gran vegetación en
áreas urbanas sea un punto adicional a considerar
en los ciclos de muchos patógenos que estas
especies puede transmitir, entre ellos el virus de
la fiebre amarilla (44,45).
	 La campaña de vacunación a posteriori
del brote, disminuye la probabilidad actual de
un efecto entre la población humana, por lo que
la posibilidad de emergencia de casos nuevos
de fiebre amarilla es baja en el corto plazo. No
obstante, el crecimiento de población susceptible,
producto de migraciones y nacimientos, y el
factor de que en las cercanías a la localidad se
encuentra un balneario que recibe visitantes de las
localidades aledañas, debe ser considerado a futuro,
sindo importante las campañas de eliminación de
criaderos de A. aegypti, investigación en procura
de aislar el virus en las especies de Haemagogus y
Sabethes colectadas en la localidad y verificación
de actividad enzoótica, y el desarrollo de una
vigilancia estricta sobre las densidades de estas
especies y mantenimiento de las campañas
de vacunación en la zona. Esto disminuiría la
probabilidad nuevos brotes epidémicos.
	 La composición de las poblaciones de
mosquitos vectores se muestran heterogéneas
y diferenciadas temporal y espacialmente. Esto
se evidencia en la disparidad encontrada con
los índices de diversidad de Shannon-Wiener,
calculados por cada punto, y la poca similaridad
expresada en los índices de Jaccard. Son escasas
las especies vectoras comunes entre las diferentes
Muñoz-Rodríguez et al.
175
localidades, sin embargo, estas por lo general,
representan especies dominantes en más de un
sitio, lo que se manifiesta en los altos valores de los
índices de Morisita-Horn, parámetro que considera
frecuencia relativa de las especies compartidas.
En este sentido observamos que, A. serratus,
la especie más abundante en el muestreo, se
presenta casi exclusivamente en la zona boscosa,
sin embargo, por su hábito diurno y crepúscular,
fue una de las especies más abundantes en varias
localidades (46,47).
	 El muestreo nocturno se caracterizó por
presentar una importante riqueza de mosquitos del
género Culex, coincidiendo con su ciclo circadiano
(16). C. quinquefasciatus y C. corniger representan
los mosquitos vectores dominates en zona boscosa
y zona intervenida en horas nocturnas. Es de
gran importancia realizar estudios que busquen
determinar la ocurrencia o no de estas especies en
las viviendas en temporada de lluvia, ya que ambas
especies, junto con A. aegypti son especies urbanas
y periurbanas con alta actividad antropofílica y
han sido colectados en el interior de viviendas en
varios estudios (21,42,47). La presencia de estas
especies características de ambientes urbanos
indica claramente el grado de intervención humana
en una localidad lejana de la ciudad mas cercana,
promoviendo así un “nexo epidemiológico” de
posibles enfermedades de orígen selvático con
aquellas de características urbanas.
	 En el período diurno y en el bosque se
encontr la mayor abundancia y riqueza de especies,
tales como A. serratus, A. aegypti, P. cyanescens,
P. ferox, Johnbelkinia leucopus (Dyar & Knab), y
S. cyaneus. Esta actividad coincide con el hábito
de muchos trabajadores agrícolas y ganaderos del
poblado de Santa Lucía, los cuales se internan
diariamente en la zona boscosa para cumplir con
sus jornadas laborales. Este hecho implica un
importante riesgo epidemiológico para la población
humana, pues incrementa la probabilidad contacto
entre vector-humano (41). Siendo estas especies
señaladas como vectores potenciales de los virus
de Encefalitis Equina Venezolana, Mayaro, Rocio,
West Nile y otros virus es importante la realización
de estudios de prevalencia de arbovirus en la zona
(36,38,47,48).
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo representa parte del Trabajo Especial
de Grado del Lic en Biología de MM-R (USB). A Jonathan
Liria (FACYT, Univ Carabobo) por el apoyo en la logística
de muestreo en campo, Gabriela Rangel, Adriana Zorrilla
y Nelson Moncada (LBV-UCV) por su colaboración en los
muestreos y procesamiento en laboratorio.Ala población de
Santa Lucía por su hospitalidad. Financiamiento: Proyecto
Misión Ciencia, FONACIT-MCT 2008000911-4 (JCN);
Invensys Systems Latin America Corporation (LOCTI
2007–2009).
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Casos de fiebre amarilla en portuguesa

  • 1. Casos de Fiebre Amarilla en Portuguesa, Venezuela: ¿un brote selvático espurio? Manuel Muñoz-Rodríguez1,2 , Jazzmin Arrivillaga1 , Juan-Carlos Navarro2 1 Laboratorio de Ecología Molecular de Vectores. Departamento de Estudios Ambientales.Universidad Simón Bolívar. Sar- tenejas.Venezuela. 2 Laboratorio de Biología de Vectores. Instituto de Zoología y Ecología Tropical. Universidad Central de Venezuela. Caracas. Venezuela. RESUMEN Solicitud de sobretiros: Juan-Carlos Navarro. Laboratorio de Biología de Vectores. Instituto de Zoología y Ecología Tropical. Universidad Central de Venezuela. Caracas. Venezuela. E-mail: juan.navarro@ciens.ucv.ve Recibido: el 15 de octubre de 2010. Aceptado para publicación: el 20 de diciembre de 2010 Introducción. En 2005 se detectaron en una zona rural del Estado Portuguesa, Venezuela, casos de Fiebre Amarilla (FA) en humanos confirma- dos por aislamiento viral. El brote se asoció a la intromisión de campesinos al bosque donde se asume que circula el virus en forma enzoótica. Sin embargo, este tipo de diagnóstico resulta im- preciso, ya que hoy día, producto del urbanismo el contacto hombre-vector-hospedador autóctono se ha incrementado, a la vez que se ha observado una expansión del hábitat de vectores urbanos. En el caso de la FA, esto supondría una revisión en la manera de abodar el problema en cuanto a la determinación del vector involucrado (urbano o selvático-rural), lo cual es vital para desarrollar medidas preventivas y de control. Objetivo. Evaluar en forma rápida la entomofauna y la distribución espacio-temporal de vectores de la familia Culicidae asociada a un foco de FA y estimar su implicación en la transmisión del virus de FA y otros patógenos. Materiales y Métodos. Se realizaron muestreos puntuales de mosquitos adultos y larvas, diferen- ciados temporal y espacialmente (zona interve- nida-boscosa). Para ello se emplearon trampas CDC (luz / CO2 ) durante 24h para, capturas con aspiradores mecánicos de mosquitos en resposo y en actividad de alimentación. Las fases inma- duras fueron colectadas por succión del líquido en diferentes recipientes o criaderos naturales y artificiales. Las especies fueron identificadas por medio de claves disponibles y comparación con material de museo. La estructura de la comunidad se evaluó y se comparó mediante índices de diver- sidad y similaridad. Resultados. Se observó co-existencia de especies de Haemagogus y Sabethes con Aedes aegypti en la zona intervenida de viviendas y en el área boscosa contigua, principalmente en muestreos diurnos empleando cebo humano, lo que evidencia un comportamiento antropofílico, y por ende un factor de riesgo epidemiológico importante a ser considerado. Conclusión. El inventario de la entomofauna aso- ciada al foco de FA evidencia la potencialidad de transmisión local en el área de mayor intervención humana sin el desplazamiento de la población hacia la zona boscosa tal como es considerado en el ciclo clásico de transmisión de fiebre amarilla selvática, con base en la poca diferenciación en la composición de especies vectoras del virus FA entre la zona de viviendas y la boscosa, lo que revela conectividad ecológica entre el área de vi- viendas (caserío) y la menos intervenida (bosque) a pesar de la fragmentación del hábitat. La presencia conjunta de epecies de transmisión selvática y urbana en las áreas de actividad humana sugiere que no existe una diferenciación espacial entre el clásico ciclo selvático y el urbano en la localidad de Santa Lucía. Este artículo está disponible en http://www.revbiomed.uady.mx/pdf/rb102135.pdf 163 Rev Biomed 2010; 21:163-177 Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010 Artículo Original
  • 2. 164 Revista Biomédica Palabras clave: Culicidae, enfermedad re-emer- gente, Haemagogus, mosquitos, riesgo epidemio- lógico, Sabethes, urbanización de enfermedades ABSTRACT Cases ofYellow Fever in Portuguese, Venezuela: A Spurious Jungle Outbreak? Introduction. In 2005, in a rural locality of Por- tuguesa State-Venezuela, was detected a small outbreak of Yellow Fever (YF) confirmed by virus isolation. These cases were associated to introduc- tion of peasants into nearby rainforest where the virus have been circulating in an enzootic cycle. Nevertheless, this diagnosis is imprecise, because nowadays as consecuence of expansion of urban areas, the human contact with wild vectors and hosts has increased, like as the domestic vectors distribution. The situation above described, would suppose to reconsider which vectors are involved in the transmission of YF in a specific place, which is important for prevention and control strategies. Objective. To realise a rapid survey the mosquito fauna potentially associated to be involved in a YF local outbreak, search its spatio-temporal dis- tribution and to infer the possible role in the virus transmission. Materials and Methods. Field samplings of adult mosquitoes temporal and spatially, were done, using CDC light-traps (light/CO2 ) 24h hours, also using mechanical aspirators in resting places and human bait. The larvae were collected in differ- ent natural and artificial breeding containers by mechanical suction. The species were identified by available keys and specimens museum compari- son. The community structure was evaluated and compared using diversity and similarity indices. Results. Overlaping occurrence in time and space of Haemagogus and Sabethes species with Aedes aegypti in sites with major human activity (dwell- ings area) and also in the forest. These species shown anthropophilic biting pattern, which rep- resent an important epidemiological risk. Conclusions. The mosquito fauna found in the locality suggest the possibility of local transmis- sion ofYF both in dwellings and forest, without the requirement of human displacement to nearby for- est as the classical sylvan YF transmission cycle, since there are not differentiation in the vector species composition involved in the transmission of YF between forest and houses zones. This fact reveals an ecological connectivity despite the frag- mentation of natural habitat. Our results evidence that, in Santa Lucia, there are not spatial-temporal differentiation between a potential sylvan cycle and urban cycle. Key words: Culicidae, emergent diseases, epidemiological risk, Haemagogus, mosquitoes, Sabethes, disease urbanization INTRODUCCIÓN Alrededor de un 17% de los agentes cau- sales de zoonosis que afectan hoy día a los seres humanos, a los animales domésticos y de vida silvestre, son transmitidos entre los diferentes hospedadores vertebrados a través de un vector natural que en la mayoría de las enfermedades metaxénicas está representado por un inverteb- rado (1-6). Estos vectores naturales cumplen un rol fundamental en el mantenimiento, reproduc- ción y propagación de un agente patogénico en el ambiente, motivo por el cual, investigaciones que estén destinadas a estudiar la ecología y la biología de estos vectores son de gran importancia para el desarrollo de estrategias de manejo y control de la enfermedad (7-10). Entre los vectores naturales, los mosquitos de la familia Culicidae tienen gran interés médico y veterinario, en función de los valores altos de abundancias y el comportamiento antropofílico en ambientes urbanos, peridomésti- cos y silvestres, así como su incriminación como vectores naturales en los brotes epidémicos produ- cidos por los diversos agentes etiológicos que estos insectos transmiten (7), entre los que podemos mencionar al virus de la Fiebre Amarilla (FA). El arbovirus causal de FA, perteneciente al género Flavivirus y a la familia Flaviviridae, Muñoz-Rodríguez et al.
  • 3. se mantiene en la naturaleza entre dos ciclos de transmisión: uno selvático o enzoótico y uno urbano o epizoótico. En el primero, participan en el rol de reservorios, primates no humanos, mientras que el papel de marsupiales y roedores como hospedadores primarios permanece en estudio (11-15). Los vectores involucrados en el ciclo selvático son principalmente mosquitos de los géneros Haemagogus y Sabethes, especialmente las especies Haemagogus janthinomys Dyar, Haemagogus albomaculatus Theobald, Haemagogus leucocelaenus Dyar & Shannon y Sabethes chloropterus (Humboldt) (12,15). Estas especies de mosquitos han sido consideradas de hábitos estrictamente silvestres y arborícolas (de actividad en dosel de bosques), en función de los criaderos que explotan a lo largo su ciclo de vida, preferentemente plantas epífitas, huecos de árboles y bambús, axilas de bromelias, cáscaras de frutos caídos y los frondes de plantas características de zonas boscosas, aunque también, aunque con menor frecuencia, se han reportado estadíos larvales de estas especies en recipientes artificiales (12,16). Los mosquitos hembras de estás especies se alimentan especialmente de primates no humanos, infectándose con el virus cuando pican a un reservorio que presenta niveles de viremia lo suficientemente altos, completándose el ciclo de transmisión cuando el mosquito en procura de una segunda ingesta se alimenta de un hospedador susceptible (14,17,18). También se ha reportado la transmisión transovárica (11-15). Tradicionalmente se ha considerado que el humano es un hospedador accidental, infectán- dose del agente etiológico, cuando por motivos de trabajo o entretenimiento, se introduce en el bosque, nicho ecológico de especies de mosqui- tos Haemagogus y Sabethes, quienes mantienen la circulación del virus en el ciclo enzoótico (11, 12,19,20). El humano que se ha infectado en una zona enzoótica, durante los primeros 3 días de in- cubación del virus se traslada a centros urbanos, se convierte en un portador y amplificador del agente causal de la FA en la población introduciendolo el un posible ciclo urbano (11,12). De esta manera, el ciclo urbano se considera supeditado a la injer- encia del hombre en un ambiente boscoso donde circula el virus en su forma: primate silvestre- mosquito-primate silvestre o algún reservorio como marsupiales arborícolas. En el ciclo urbano, el hombre actúa como r fuente de infección, siendo el vector Aedes aegypti (L.), un mosquito con alto grado de antropofília y solapamiento de nicho con el humano, pudiendo este vector transmitir el patógeno, horizontal y verticalmente a través de la picada y por vía transovárica respectivamente (14,15,19,21,22). A partir de la introducción de virus causal de la FA en el continente Americano en el si- glo XVI, son muchos los reportes de epidemias emergentes y re-emergentes de este mal en la región Neotropical, pasando a constituir uno de los principales problemas para la salud pública en muchos países de la región, Venezuela entre ellos (12,13,23). En este país, los primeros casos de FA se remontan a finales del siglo XVII, desde ese momento la enfermedad ha re-emergido de manera intermitente hasta la actualidad (13,23). Luego de un período de 40 años sin registros de casos, se produce una onda epidémica de FA entre los años 2002-2005, con nuevos casos clínicos en varios estados y localidades del país, que incluían:Apure, Barinas, Mérida, Táchira, Zulia, Portuguesa Bolí- var y Amazonas (12,13,24). Durante esos brotes epidémicos, la política de control implementada por los entes públicos consistió en la vacunación de la población de las localidades afectadas. Históricamente, en Venezuela, los casos humanos reportados corresponden a personas que se han introducido a zonas boscosas como consecuencia de actividades como: la siembra, la recolección de madera, la cría de animales, la minería, la explotación petrolera y turismo, al mismo tiempo, estos casos ocurrieron en localidades cercanas a las regiones identificadas como endémicas, a saber: Selvas de San Camilo, Selvas de Guayana y Selvas del sur-oeste del Lago de Maracaibo (12,13,23). Por estas razones, 165 Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio? Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010
  • 4. Revista Biomédica los casos fueron reportados como selváticos. Sin embargo, no se realizaron estudios eco- epidemiológicos que permitieran confirmar el lugar de infección, lo cual tiene gran importancia al momento de desarrollar estrategias efectivas dentro del programa de control de la FiebreAmarilla, que manejan los ministerios de salud, cuando se aborda un foco activo de FA con casos agudos. Por otro lado, la población humana se encuentra en continuo crecimiento demográfico, lo que ha generado el crecimiento constante de las zonas urbanas y sub-urbanas en las principales ciudades a nivel mundial, así como también en ciudades secundarias, pero en ausencia de una planificación urbana (3,5, 9, 10,25). Este hecho ha generado que en las áreas periféricas de los centros urbanos se encuentre mayor abundancia de personas viviendo en condiciones de hacinamiento y con precariedad de servicios básicos, principalmente de servicio de agua, lo que ha sido un factor modulador de la colonización y proliferación de Aedes aegypti vector urbano de la FA y del virus dengue (10,21,22,25). Por otro lado, esta población que vive en los bordes de las ciudades, se encuentra más expuesta a la fauna autóctona que las personas que habitan en los centros urbanos.Algunos de los componentes de esta fauna podrían cumplir el rol de reservorios o de vectores de diversos agentes causales de zoonosis, por lo que las poblaciones humanas que habitan en los puntos periféricos de los centros urbanos, como consecuencia del efecto de borde, tienen mayor frecuencia de contacto con la fauna silvestre local, mientras que, la población más cercana al centro de la distribución tienen menor riesgo epidemiológico, debido a la menor potencialidad de translocación del patógeno en el caso donde la transmisión de la enfermedad involucre fauna silvestre, doméstica y humanos (26). Algunas de estas especies, dentro de la diversidad de la fauna silvestre (insectos y mamíferos), cumplen el rol de reservorios y de vectores dentro del ciclo zoonótico de la FA (10,25), por lo que las barreras geográfico- espaciales que separan a los ciclos selváticos y urbanos, en muchas localidades sean cada vez más tenues y tiendan a desaparecer, lo que implica que, el status de un caso de FA selvático/urbano, no es fácilmente determinado únicamente por el sitio de ocurrencia. En esta investigación se empleó un método de evaluación rápida de la entomofauna de especies de la familia Culicidae para determinar la potencialidad de un área como foco de infecciones zoonóticas, particularmente FA. De esta forma se evaluó la presencia espacio-temporal de especies que han sido incriminadas como vectores potenciales o efectivos del agente causal de la FA, y otras zoonosis, asociadas a dos áreas con diferente grado de intervención antropogénica dentro de una misma localidad geográfica en donde se registraron casos clínicos de FA en humanos para el año 2009. MATERIALES Y MÉTODOS Área de estudio Los muestreos se realizaron en la población rural o “caserio” de Santa Lucía, localizada en las coordenadas 9°10´3´´N, 69°58´9´´ W, ubicado en las cercanías del río Anus, en el Municipio Sucre, Estado Portuguesa, Venezuela. Las princi- pales actividades humanas en la localidad son las agropecuarias de subsistencia y las turísticas en pequeña escala (balneario). La temperatura media anual oscila entre 22-26°C y las precipitaciones anuales entre 1400-1800mm (27). La vegetación característica es de bosque húmedo tropical, con fragmentación producto de la actividad humana, con presencia de construcción de caminos que con- ducen a los habitantes de la zona a internalizarse en el bosque para su jornada de trabajo agrícola, búsqueda de fuente de agua y para el pastoreo de los animales domésticos. Se distinguen al menos dos niveles de intervención por urbanismo no planificado: zona 1 (zona con mayor intervención por la existencia de asentamientos humanos, casas- patios y carretera principal) y la Zona 2 (el parche de bosque primario semi-intervenido). 166 Revista Biomédica Muñoz-Rodríguez et al.
  • 5. 167 En la Figura 1 se muestra una imagen satelital del área de muestreo, en ella se indican los sitios específicos de colecta. En la figura las marcas amarillas corresponden a los sitios de muestreo ubicados en la zona boscosa, mientras que las rojas corresponden a la zona intervenida. Se realizaron colectas en once puntos de la localidad, cinco en bosque, y seis en zonas intervención antropogénica. Los puntos de colecta se mantuvieron tanto en temporada de lluvia como en temporada de sequía, y sus coordenadas se encuentran a disposición del solicitante. Metodología de muestreo de mosquitos adultos La colecta de mosquitos de la familia Culicidae se realizó durante 7 días, divididos en dos muestreos puntuales, uno en la habitual temporada lluviosa, realizado en agosto del 2009, durante 4 días, y otro en diciembre del mismo año, en temporada de sequía, durante 3 días. La recolección de las muestras se realizó en dos horarios: diurno (8:30 -18:00 h) y nocturno (18:00- 8:30 h), y en dos zonas diferenciadas en función de su grado de intervención humana; zona intervenida ozona1(casas,carreteraprincipalypatios)definida como aquella en donde la vegetación autóctona fue desplazada producto de la tala, la quema y/o construcción, y la zona boscosa o zona 2 (caminos en medio de la zona boscosa y dentro del bosque) en donde la acción antropogénica es mucho menos perceptible. Debido a la diferenciación temporal y espacial se pueden distinguir 8 condiciones de muestreo diferentes que incluyen la escala espacial y temporal: bosque-diurno-lluvia (BDLL), bosque- nocturna-lluvia (BNLL), intervenida-diurna-lluvia (IDLL), intervenida-nocturna-lluvia (INLL), bosque-diurna-sequía (BDS), bosque-nocturna- sequía (BNS), intervenida-diurna-sequía (IDS), intervenida-nocturna-sequía (INS). Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio? Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010 Figura 1. Imagen satelital de la localidad de muestreo. En color amarillo se resaltan los sitios de colectas ubicados en zona boscosa, en rojo, los ubicados en zona intervenida.
  • 6. Revista Biomédica 168 Revista Biomédica El muestreo diurno se realizó: 1-capturando insectos que se encontraban posados sobre ani- males domésticos o de producción, o que se encon- traban en reposo en hueco de árboles. La captura de los insectos se realizó utilizado un aspirador de vidrio manual; 2- implementación de cebo animal y 3-trampas CDC con CO2 . El muestreo nocturno se realizó utilizando trampas CDC con CO2 y trampa de Shannon. To- das las muestras de mosquitos adultos capturados fueron almacenadas en nitrógeno líquido. Las muestras fueron transportadas vía terrestre para su procesamiento en el Laboratorio de Biología de Vectores (LBV) en el Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Universidad Central de Venezuela. Metodología de muestreo de larvas Tanto en temporada de sequía como en tem- porada de lluvia, se exploró el área en búsqueda de criaderos de mosquitos en las Zonas 1 y 2. En los criaderos positivos, se procedió a extraer con un succionador manual el agua almacenada, la cual fue vertida en bolsas de polietileno. Poste- riormente, las muestras de larvas vivas fueron trasladadas al laboratorio, para el desarrollo de una cría asociada, los mosquitos adulto emergidos se almacenaron en un ultracongelador a -80°C, para fines de identificación taxonómica y posterior aislamiento viral. Identificación taxonómica Las identificación de los mosquitos adultos se realizó utilizando claves taxonómicas basadas en la morfología externa de los mosquitos (28-31) y mediante la comparación de los ejemplares con la colección de referencia asociada al LBV. Análisis de composición de especies y diversidad Los parámetros utilizados para hacer comparaciones entre las dos zonas y los distintos tipos de criaderos muestreados fueron: abundancia (número de individuos por especies), frecuencias relativas (cantidad de individuos de determinada especie entre el número total de especímenes colectados), riqueza (número de especies), diversidad (índice de Shannon-Weiner) y similaridad (índice de Jaccard y el índice de Morisita-Horn). Para los índices utilizados el valor mínimo es 0 y el valor máximo es 1 (32). RESULTADOS En el Caserío Santa Lucía se colectaron un total de 421 ejemplares pertenecientes a 33 especies, de los cuales 16 representan especies que han sido repor- tadas como transmisoras de agentes infecciosos, ya sea de forma comprobada o potencial. Determinación de la presencia de vectores de Fiebre amarilla y otras especies relacionadas En la zona 1 se colectaron tres especies de Culicidae asociadas a la transmisión del agente causal de la FA, Haemagogus celeste (N=2), Aedes aegypti. (N=2), Haemagogus janthinomys (N=1). Mientras, que en la zona 2 se identificaron cuatro especies, A. aegypti (N=2), Sabethes cyaneus (N=1 adulto), Sabethes aurescens (N=2 en fase pupal) y Sabethes undosus (N=1 en fase pupal). Sin embargo, existen diferencias estacionales: las especies del género Haemagogus, S. aurescens y S. undosus se capturaron durante la temporada de lluvia, mientras que las especies A. aegypti y S. cyaneus en la temporada de sequía (Figura 2) Estructura de la comunidad de insectos adultos de la familia Culicidae (Cuadro 1) Muestreo diurno vs. muestreo nocturno Durante el día se colectó mayor abundan- cia y riqueza de mosquitos, que en los muestreos nocturnos. El número de individuos fue siete veces mayor, mientras, el número de especies práctica- mente duplica el muestreo nocturno. Este mismo patrón se repite al considerar únicamente las especies que han sido reportadas como vectores de patógenos, la abundancia es mayor 2,5 veces y el número de especies muestreadas es el doble numéricamente respecto a las horas nocturnas. Muñoz-Rodríguez et al.
  • 7. 169 Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio? Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010 Figura 2. Presencia y solapamiento espacial de vectores involucrados en el ciclo de transmisión de la FA Durante el muestreo diurno se registró la ocur- rencia de mosquitos de los géneros Limatus, Wyeomyia y Aedes, siendo Aedes serratus la es- pecie vectora potencial más abundante, con cerca del 70% de las especies colectadas. Otro género de importancia médica y de ocurrencia diurna en la zona de muestreo fue Psorophora, en especial Psorophora cyanescens con ocurrencia y abundan- cia baja durante horas nocturnas. Mientras, que en el muestro nocturno y crepuscular se colectaron ejemplares de Culex (7 especies) y Aedes serratus, con un porcentaje de ocurrencia entre el 60 y 30%, respectivamente. Muestreo en zona boscosa vs. muestreo en zona intervenida En la colecta realizada en la zona boscosa, se determinó que la abundancia total de mosquitos es aproximadamente 12 veces mayor representada por 9 especies, mientras que la abundancia de mosquitos vectores (4 especies) es casi 7 veces respecto a la zona de mayor actividad antrópica. Mosquitos de género Limatus son las es- pecies dominantes durante el muestreo realizado en la zona boscosa, con una ocurrencia del 60%. La especie de importancia médica capturada con mayor abundancia en el bosque fue A. serratus, la cual representa cerca de un 18% del total de especies y aproximadamente un 70% entre las especies vectoras colectadas en la zona. En esta zona bosacosa se colectaron ejemplares adultos de A. aegypti, los cuales representaron un 0,5% del total mosquitos capturados en zona boscosa y un 2% de los organismos de importancia médica. En la zona intervenida las especies domi- nantes fueron Limatus asulleptus (diurna) y Culex dolosus (nocturna) representando alrededor de un 16% cada una. Las especies de importancia médica dominantes fueron A. aegypti, H. celeste, C. quin- quefasciatus, C. corniger y P. cyanescens, con un porcentaje de ocurrencia de 60% del total de vec- tores capturados para la zona. En contraste con lo observado en zona boscosa, la especie A. serratus se encuentra ausente en la zona intervenida.
  • 8. 170 Revista BiomédicaRevista Biomédica Cuadro 1 Presencia de especies de mosquitos de la familia Culicidae colectados en muestreos diferenciados espacial-temporalmente Especies Día Noche Lluvia Sequía Bosque Intervenida Limatus asulleptus1,3,5 177 0 47 130 172 5 L.durhami 1,3,5 49 0 31 18 47 2 Aedes serratus 1,2,5,6,7 54 14 45 23 67 1 A.aegypti*5,7 4 0 0 4 2 2 A.terrens 5 1 0 0 1 1 0 A.whitmorei 5 1 0 0 1 1 0 Haemagogus janthinomys*3 1 0 1 0 0 1 H.celeste*3 2 0 2 0 0 2 Sabethes cyaneus*5 1 0 0 1 1 0 Wyeomyia circumcicncta1,3,5 27 0 24 3 27 0 W.moerbista 1 6 0 6 0 6 0 W.celaencephala 1 1 0 1 0 1 0 Psorophora cyanescens 4,5,7 5 1 1 5 4 2 P.ferox 1,5 2 0 1 1 2 0 P.saeva3,5 8 0 2 6 6 2 P.cilipes 1 1 0 1 0 1 0 P.cingulata1 1 0 1 0 1 0 Culex quinquefasciatus 2,4,6 0 5 3 2 3 2 C.nigripalpus2 0 2 2 0 2 0 C.inflictus4 1 2 3 0 2 1 C.peus2 0 2 2 0 2 0 C.brevispinosus 2,6 0 2 1 1 2 0 C.corniger 2, 4 0 7 7 0 5 2 C.dolosus 2,4 0 8 8 0 3 5 Mansonia amazonensis 4 0 2 2 0 0 2 Anopheles apicimacula 4 0 1 0 1 0 1 Johnbelkinia longipes1,3,5 5 0 4 1 4 1 J.leucopus5 3 0 0 3 3 0 Total 350 46 195 201 365 31 Riqueza 20 11 22 16 24 15 Total vectores 78 31 69 40 96 13 Riqueza vectores 10 6 11 8 12 8 1 Diurna-Boscosa-Lluvia; 2 Nocturna-Boscosa-Lluvia; 3 Diurna-Intervenida-Lluvia; 4 Nocturna-Intervenida-Lluvia; 5 Diurna-Boscosa-Sequía, 6 Nocturna-Boscosa-Sequía; 7 Diurna-Intervenida-Sequía. (*) Mosquitos involucrados en el ciclo de la FA. En negrillas: Mosquitos reportados como vectores comprobados o potenciales Muñoz-Rodríguez et al.
  • 9. 171 Muestreo en temporada lluviosa vs. muestreo en temporada de sequía Se registró una mayor abundancia y riqueza de especies en la colecta llevada a cabo durante la temporada de lluvia. Con respecto a la abundancia de los mosquitos de importancia médica, en los muestreos llevados a cabo durante la temporada lluviosa se colectaron aproximadamente 1,7 veces más lo capturado en temporada de sequía, a pesar de colectar 3 especies vectoras menos. En ambas colectas (lluvia-sequía) las especies dominantes fueron L. asulleptus, L. durhami y A. serratus. (Cuadro 1) Índice de diversidad En la Figura 3 se muestran los valores de los índices de diversidad de Shannon-Wiener calculados considerando únicamente las especies de mosquitos de importancia en salud pública, para cada una de los 8 condiciones de muestreo diferenciadas temporal y espacialmente. Los resultados evidencian mayor diversidad en la zona boscosa en horas nocturnas-temporada de lluvia y horas diurnas-sequía, en ambas el índice calculado fue cercano a 0,65. Índices de similaridad En el Cuadro 2 se muestran los índices de similaridad de Jaccard y Morista-Horn ob- tenidos al contrastar la composición de especies y sus abundancias relativas en cada una de los 8 condiciones de muestreo diferenciadas temporal y espacialmente. Ninguno de los valores de Jac- card es igual o superior a 0,5 lo que indica baja similaridad en cuanto a composición de especies de mosquitos vectores. Un patrón diferente muestra el índice de Morisita-Horn, el cual considera la abundancia relativa de las especies comunes entre dos localidades. Con excepción, en aquellas condiciones que no compartían especies en común (índice de Jaccard igual 0), los valores del índice de Morisita-Horn son mayores o cercanos a 0,5 para todas las comparaciones, lo que es indicativo de la existencia de superposición de nicho de las especies comunes entre las localidades. Tipos de criaderos y colecta de pre-adultos Tres tipos de criaderos fueron registrados: recipientes artificiales, y dos naturales: huecos de árboles e internudos de bambús rotos. Los recipientes artificiales se encontraron dentro de la zona intervenida y en los límites de ésta con la zona boscosa, en estos recipientes se identificó un total de 15 individuos pre-adultos pertenecientes a 3 especies Limatus durhami (N=10) , C. dolosus (N=3) y C. corniger (N=2), está última señalada como especie vectora. En los huecos de árboles, se colectó un total de 12 individuos pertenecientes a 5 especies, ninguna de ellas relacionadas con la transmisión de patógenos. La colecta en este tipo de criadero estuvo representada por L. durhami (N=6), Limatus asulleptus (N=3), Aedes iolita (N=1) y Toxorhynchites guadeloupensis (N=1). En internudos de bambús rotos se muestreó un total de 4 individuos de 3 especies, todas ellas de importancia médica: C. quiquefasciatus (N=1), S. aurences (N=2) y S. undosus (N=1). No se observó ninguna especie de importancia médica ocupando más de un tipo de criadero. Antropofilia En la Figura 4 se muestran las frecuencias relativas de los mosquitos de importancia médica colectados utilizando cebo humano. Cerca del 40% de los individuos capturados pertenecen a la especie A. serratus, 15% a P. cyanescens y 12% a A. aegypti. Las especies H. celeste (6%), H. jan- thinomys (4%) y S. cyaneus (4%), si bien aparecen en porcentajes bajos, todos los ejemplares fueron colectados a través de esta técnica, lo que indica alto grado de antropofília. DISCUSIÓN Un total de 16 de las 33 especies colectadas han sido reportadas como transmisoras de agen- tes infecciosos, ya sea de forma comprobada o Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio? Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010
  • 10. 172 Revista BiomédicaRevista Biomédica Figura 3. Índices de diversidad de mosquitos vectores por localidad. Cuadro 2 Índices de similaridad de Jaccard y Morisita-Horn entre las diferentes zonas de muestreos diferenciadas espacial y temporalmente. Vectores BDLL:Bosque día lluvia,BNLL:Bosque noche lluvia, IDLL: intervenida día lluvia, INLL: intervenida noche lluvia, BDS: bosque sequía día, BNS: bosque noche sequía, IDS: intervenida día sequía, INS: intervenida noche sequía. Cada recuadro corresponde a la comparación de similaridad realizada, en cada caso las localidades que se contrastan se identifican observando la fila y la columna. El valor superior de cada recuadro corresponde al índice de Morisita-Horn, mientras que el inferior al índice de Jaccard.El recuadro negro indica que en la localidad INS no se colectaron especies de importancia médica. Muñoz-Rodríguez et al.
  • 11. 173 potencial. No obstante la abundancia absoluta representa un parámetro importante para evaluar riesgo epidemiológico, debido a que en un foco determinado la transmisión es efectiva cuando los niveles de abundancia de mosquitos supera ciertos niveles críticos (33-35), nos enfocamos en evaluar de manera rápida la entomofauna asociada a la localidad de ínteres. Por tanto, se consideró que la simple ocurrencia de una especie constituye un factor potencial de riesgo epidemiológico, y que ante variaciones favorables para las poblaciones de vectores, éstos puede incrementar sus densi- dades, y así la probabilidad de contacto vector- hospedador. En la zona intervenida y en el nivel de suelo se colectaron especies pertenecientes a los géne- ros Haemagogus y Sabethes. H. janthinomys es un vector confirmado del virus de FA, mientras que especies de Sabethes son considerados como vectores secundarios (14,36). Estas especies se caracterizan por poseer un hábitat principalmente selvático y una distribución vertical favorable a la zona arbórea cercana al dosel de los árboles (14,16,37-40). Los adultos fueron colectados en su totalidad a través del empleo de cebo hu- mano, lo que indica la existencia de un grado alto de antropofilia, y determinante en el contacto vector-humano y la transmisión de patógenos. La presencia de estas especies alimentandose sobre humanos en las cercanías de las viviendas y del camino principal, aún en época de larga sequía donde se espera muy baja densidad de estos insec- tos, revela que en la zona intervenida incrementa la posibilidad de tramsmisión de FAen el poblado de Santa Lucía sin el evento de internarse en el área boscosa ni la presencia de un período lluvioso, pero con la condición de una actividad diurna.Adi- cionalmente, con el incremento de la abundancia poblacional en el período de lluvia, se esperaría una mayor probabilidad de contacto (41). A.aegypti fue colectada tanto en zona intervenida como en zona boscosa. Su presencia, como especie altamente antropofílica y urbana en el área boscosa se atribuye a la presencia de gran cantidad de recipientes artificiales de diferentes tipos que fueron observados en los patios de la viviendas, los cuales se reconocen ampliamente como criaderos de esta especie (7,42), sugieriendo a su vez la evidente introducción desde zonas netamente urbanas. No obstante, no se hallaron Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio? Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010 Figura 4. Frecuencias relativas de los mosquitos de importancia médica atraídos mediante el empleo de cebo humano.
  • 12. 174 Revista Biomédica criaderos larvales positivos para esta especie, lo que se atribuye a la falta de pluviosidad que caracterizó a la localidad y al país durante todo el año 2009, cuando se realizó el muestreo. Sin embargo, es reconocida la capacidad de los huevos de resistir a la desecación por hasta seis meses (43), pudiendo permanecer adultos en actividad en epoca de sequía y con criaderos secos, por lo que se esperaría que con la llegada del período de lluvia tradicional se incremente la abundancia de este vector. El caserío presenta un sistema de mangueras o tubos plásticos que surten del agua a las viviendas de manera eficiente a partir de una fuente natural, por lo que los envases de almacenamiento de agua son escasos, mientras que los recipientes de desecho deben ser importantes en épocas de lluvia. La presencia de A. aegypti en un foco de FA constituye un factor de riesgo importante, pues hace posible la circulación del virus en un ciclo que involucre el ambiente domiciliario (7,14,42). Especial interés epidemiológico tiene el solapamiento espacial encontrado entre mosquitos Haemagogus, Sabethes y A. aegypti en las zonas boscosa e intervenida. Si bien no se observó so- lapamiento temporal entre Aedes y Haemagogus, es muy factible que ocurra en temporadas de altas precipitaciones. Esta situación no permite inferir con certeza el posible vector involucrado en el brote 2005-06 y ante un eventual brote en la locali- dad, evaluando únicamente el lugar de ocurrencia de los casos y hábitos de movilidad de las personas afectadas dentro de la localidad. La identificación de los vectores que intervienen en la transmisión es vital para cortar efectivamente la transmisión del virus, debido a que medidas destinadas a atacar la población inmadura del mosquito A. aegypti, que se desarrolla principalemente en recipientes artificiales y en las cercanías a las viviendas humanas, no tendrá efecto alguno sobre la población de Haemagogus y Sabethes, cuyo nicho es selvático y viceversa (12,16,42). Ante este panorama, existe igual probabilidad de que el brote ocurrido en la localidad entre los años 2005-2006 se haya debido la a transmisión por parte de las especies selváticas, por una especie urbana como A. aegypti o por ambos tipos de vectores. Este resultado evidencia que bajos estos tres escenarios posibles durante la misma epoca del año, se pierde el “límite” entre los clásicos ciclos selváticos y urbanos con segregación de nicho entre hospedadores vertebrados y vectores producto del avance de la población humana hacia áreas rurales/enzoóticas. Adicionalmente, la entrada en el continente y posible avance de A. albopictus (Skuse) un vector que tiende a ocupar zonas de gran vegetación en áreas urbanas sea un punto adicional a considerar en los ciclos de muchos patógenos que estas especies puede transmitir, entre ellos el virus de la fiebre amarilla (44,45). La campaña de vacunación a posteriori del brote, disminuye la probabilidad actual de un efecto entre la población humana, por lo que la posibilidad de emergencia de casos nuevos de fiebre amarilla es baja en el corto plazo. No obstante, el crecimiento de población susceptible, producto de migraciones y nacimientos, y el factor de que en las cercanías a la localidad se encuentra un balneario que recibe visitantes de las localidades aledañas, debe ser considerado a futuro, sindo importante las campañas de eliminación de criaderos de A. aegypti, investigación en procura de aislar el virus en las especies de Haemagogus y Sabethes colectadas en la localidad y verificación de actividad enzoótica, y el desarrollo de una vigilancia estricta sobre las densidades de estas especies y mantenimiento de las campañas de vacunación en la zona. Esto disminuiría la probabilidad nuevos brotes epidémicos. La composición de las poblaciones de mosquitos vectores se muestran heterogéneas y diferenciadas temporal y espacialmente. Esto se evidencia en la disparidad encontrada con los índices de diversidad de Shannon-Wiener, calculados por cada punto, y la poca similaridad expresada en los índices de Jaccard. Son escasas las especies vectoras comunes entre las diferentes Muñoz-Rodríguez et al.
  • 13. 175 localidades, sin embargo, estas por lo general, representan especies dominantes en más de un sitio, lo que se manifiesta en los altos valores de los índices de Morisita-Horn, parámetro que considera frecuencia relativa de las especies compartidas. En este sentido observamos que, A. serratus, la especie más abundante en el muestreo, se presenta casi exclusivamente en la zona boscosa, sin embargo, por su hábito diurno y crepúscular, fue una de las especies más abundantes en varias localidades (46,47). El muestreo nocturno se caracterizó por presentar una importante riqueza de mosquitos del género Culex, coincidiendo con su ciclo circadiano (16). C. quinquefasciatus y C. corniger representan los mosquitos vectores dominates en zona boscosa y zona intervenida en horas nocturnas. Es de gran importancia realizar estudios que busquen determinar la ocurrencia o no de estas especies en las viviendas en temporada de lluvia, ya que ambas especies, junto con A. aegypti son especies urbanas y periurbanas con alta actividad antropofílica y han sido colectados en el interior de viviendas en varios estudios (21,42,47). La presencia de estas especies características de ambientes urbanos indica claramente el grado de intervención humana en una localidad lejana de la ciudad mas cercana, promoviendo así un “nexo epidemiológico” de posibles enfermedades de orígen selvático con aquellas de características urbanas. En el período diurno y en el bosque se encontr la mayor abundancia y riqueza de especies, tales como A. serratus, A. aegypti, P. cyanescens, P. ferox, Johnbelkinia leucopus (Dyar & Knab), y S. cyaneus. Esta actividad coincide con el hábito de muchos trabajadores agrícolas y ganaderos del poblado de Santa Lucía, los cuales se internan diariamente en la zona boscosa para cumplir con sus jornadas laborales. Este hecho implica un importante riesgo epidemiológico para la población humana, pues incrementa la probabilidad contacto entre vector-humano (41). Siendo estas especies señaladas como vectores potenciales de los virus de Encefalitis Equina Venezolana, Mayaro, Rocio, West Nile y otros virus es importante la realización de estudios de prevalencia de arbovirus en la zona (36,38,47,48). AGRADECIMIENTOS Este trabajo representa parte del Trabajo Especial de Grado del Lic en Biología de MM-R (USB). A Jonathan Liria (FACYT, Univ Carabobo) por el apoyo en la logística de muestreo en campo, Gabriela Rangel, Adriana Zorrilla y Nelson Moncada (LBV-UCV) por su colaboración en los muestreos y procesamiento en laboratorio.Ala población de Santa Lucía por su hospitalidad. Financiamiento: Proyecto Misión Ciencia, FONACIT-MCT 2008000911-4 (JCN); Invensys Systems Latin America Corporation (LOCTI 2007–2009). REFERENCIAS Irwin P, Jefferies R1. .Arthropod-transmitted diseases of companion animals in SoutheastAsia. Trends Parasitol 2004; 20: 27-34. Harrus S, Baneth G2. . Drivers for the emergence and re-emergence of vector–borne protozoal and bacterial diseases. Int J Parasitol 2005; 35: 1309-318. Chomel B, BelottoA, Meslin, F3. . Wildlife, Exotic Pets, and Emerging Zoonoses. Emerg Infect Dis 2007; 13: 6-13. Gracia M, Calvete C, Estrada R, Castillo J,4. Peribánez M, Lucientes J. Fleas parasitizing domestic dogs in Spain. Vet Parasitol 2008; 151: 312-19. Otranto D, Stevens J, Cantacessi C, Gasser R5. . Parasite transmission by insects: a females affair? Trends Parasitol 2008; 24: 116-20. Wei H, Li X, Martcheva M6. . An epidemic model of a vector-borne disease with direct transmission and time delay. J Math Anal Appl 2008; 342: 895-908. Machado-Allison C E.7. Ecología de los Mosquitos (Culicidae) III. Adultos. Acta Biológica Venezuela. Caracas; 1982; 11: 133-237. OMS8. . Lucha Biológica Contra los Vectores de Enfer- medades; 1982. p.68. OMS9. . Lucha Antivectorial Integrada; 1983.p. 84. OMS10. . Fiebres Hemorrágicas Víricas; 1985.p.132. Da Costa, P.11. Febre Amarela. Rev Soc Bras Med Trop 2003; 36: 275-93. Suárez A12. . Fiebre Amarilla repunta de nuevo en Venezuela. VITAE 2003 [citado 2009 Junio 17]. Disponible en: http:://caibco.ucv.ve. Plaz J, Martinez C, Rodríguez N13. . Fiebre Amarilla. Ministerio para el Poder Popular para la Salud 2004 [citado 2008 diciembre 20]. Disponible en: www.msds. gov.ve. Barret A, Higgs S14. . Yellow Fever: A Disease that Has Yet to Be Conquered. Annu Rev Entomol 2006; 52: Fiebre amarilla, ¿brote selvático espurio? Vol. 21, No. 3, septiembre-diciembre de 2010
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