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JUNTA CENTRAL D~ HIG1~NE
bpoa de' la Junta. al Con~reso Nacional de 1915
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BOGOTA-COLOM8IA
Imprenta y Lit"tl'afía de J. Ca.í •. -2';4. ,arrHa (:¡"
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2. REPUBLICA DE COLOMBIA
JUNTA CENTRAL DE HIGIENE
Exposición ~e la Junta al Con~reso Nacional ~e 1915
BOGOr A-COLOMBI A
. Imprenta y Litotll'afla de J. Ca.í •. -254. eanera 6·
BANCO o/!l' f!lA "'REPJ8U:::A.
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3. JUNTA CfNIRAL Df HIGlfNf
E.posi('ióu dll
la ,Juuta al COlffl'eSO Naeiouill de lYlj
Honorables Senadores y Representantes:
La Junta Central de Higiene desea exponeros la situa-
ción sanitaria del país, las labores que ha efectuado en los
siete meses que lleva de existencia y la colaboración que
respetuosamente solicita de vosotros como necesidad im-
periosa para mejorar la higiene nacional.
Como bien sabeis esta Junta fue creada por la Ley 84
de 1914. Dio principio a sus trabajos el 5 de diciembre
de ese mismo año. Por Decreto número 1480 del ano
pasado el Poder Ejecutivo le encargó la Administración
total de los Lazaretos, que estaban antes encomendados al
Ministerio de Gobierno. En atención a la doble función
que desempeña, dividiremos este escrito en dos partes:
una relativa a la higiene y otra a los Lazaretos.

4. - 'i--
HIGIENE
La organización que dio la Ley a este ramo de la
Administración pública es la siguiente: una junta Central
compuesta de cuatro médicos con un escribiente; una Di-
rección de Higiene en cada Departamento, desempeñada
por un médico y un escribiente; un Médico de Sanidad en
cada uno de los puertos siguientes: Ríohacha, Santa Marta
Puerto Colombia, Cartagena, Quibdó, Tolú, Barranquilla,
Calamar, Oamarra, Puerto Berrio, Honda, Oirardot, Oro-
cué, Arauca, Buenaventura, Guapi, Tumaco y Barbacoas.
La junta Central o, las Direcciones departamentales de
Higiene nombran Comisiones Sanitarias en las poblaciones
importantes o atacadas por alguna epidemia, las que son
onerosas o remuneradas por el respectivo Departamento o
Municipio. Hay, además, dos Inspectores de Sanidad marí-
tima, uno en el Atlántico y otro en el Pacífico, como lo
exigen las Convenciones Sanitarias Internacionales a que
adhirió Colombia.
La situación en que ha comenzado sus tareas la junta
Central de Higiene no ha sido favorable. Desde el mes de
junio del ano pasado se presentó en la capital de la Repú-
blica una grave epidemia de sarampión que se ha exten-
dido por casi todo el país, y que ha hecho y continúa
haciendo numerosas víctimas, sobre todo en la Costa
Atlántica. La disenteria, endémica en muchas regiones,
tomó desde el mes de julio en la ciudad de Barranquilla el
carácter de alarmante epidemia, debida, según opiniones
respetables, a los desagUes del cuartel, que se vierten en el
cano de Barranquilla, de donde se provee de agua la gente
pobre; de allí se extendió ,la epidemia a casi todas las
poblaciones del Departamento del Atlántico como Sabana-
larga, Puerto Colombia, Molinero, Isabel López, Baranoa,
etc. Siguió luego las márgenes del rlo Magdalena e inva-
dió a Calamar, Magángué. Mompós, La Gloria, Oamarra,
Bodega Central, Loma de Corredor, Badillo, Canaletal,
Bocas del Rosario y llegó hasta Puerto Berrío; penetró a

5. Antioquia y causó muchas victimas en Yolombó, Carolina,
Zaragoza, ete. Después de una calma que hizo concebir
esperanzas halagtienas recrudeció en BarranquiJa, volvió
a invadir varios pueblos riberefios del Magdalena, como
Pedraza y Cerro de San Antonio, y luego pasó, asociada
al sarampión, a Cartagenil, Santa Marta, Arjona, etc.
Actualmente hace estragos en las provincias de Ocafia y
Bucaramanga. Brotes aislados e inexplicables se han pre-
sentado en algunos lugares ·da Boyacá y Cundinamarca,
como Guateque, Gachetá, Manta y Vergara.
La viruela, endémica desde hace muchos afios en
Colombia, ha tomado también forma epidémica, por for-
tuna con caracteres benignos, en diversas poblaciones del
pais: Cali, Ibagué, Bogotá, Bucaramanga, Cúcuta, etc .. han
presentado numerosos casos.
La .mala provisión de aguas de la mayor parte de las
poblaciones hace que las enfermedades hidricas por exce-
lencia: la fiebre tifoidea y la disenteria, sean huéspedes per-
manentes de casi todas. En Antioquia, por ejemplo, de
noventa y dos Municipios solo diez no presentaron defun-
ciones por estas causas. En los nueve meses trascurridos
del 1.0 de junio de 1914 al 28 de febrero de 1915 hubo en
ellos cuatrocientas veinticinco defunciones por disenteria
y trescientas setenta y seis por fiebre tifoidea.
Nuestras tierras calientes son continuamente devasta-
tadas por el paludismo y tanto éstas como las templadas,
por la anemia trl'pical. Estas cos cnfe~l11edades son el
mayor obstáculo para la colonización y cultivos de nues-
tras más fértiles regiones y la causa del fracaso de muchas
empre~as, que sin ellas serían fecundas y redentoras.
Toda la Naci6n ve Cl n espanto los progresos crecien-
tes de la sífilis y demás enfermedades venéreas )( del alco-
holism(l, enemigos no sólo de la vida y de la salud del in-
dividuo sino de la raza, como factores reconocidos de de-
generación y agot;:miento.
Bien conocidos son de vosotros los estragos que causa
en todo el país la lepra, a pesar de los ingentes gastos que
para obtener el aislamiento se hace en los Lazaretos.

6. li
Otro enemigo que hace progresos entre nosotros es
la tuberculosis, contra la cual luchan abiertamente todas
las naciones civilizadas. Las estadisticas demuestran que
en muchas localidades un 25° o de la mortalidad total es
producida por esta causa, y hasta nuestros climas fríos,
que antes se juzgaban indemneS, presentan hoy numerosos
pacientes de esta c]ase; en Bogotá. por ejcmplo, es raro
el mes en que no pasan de veinte los tuberculosos que
mueren.
Nuestros puertos marítimos no están saneados como
lo exigen las Convenciones Sanitarias. 4ue obligan a Co-
lumbia, y como lo pidcn los intereses de nuestro comercio
y de nuestra poblaciÓn. La Lcy 77 de Ell2 exige que el
saneamiento de Buenavcntura y Cartagena sea contratado
en condiciones especiales con una COlllp;:¡ñía extranjera;
empresa irrealizable en los presentes momentos yobs-
táculo para la construcciÓn si4uiera de una EstaciÓn Sani.
taria en aquellos importantes puertos. Sólo en Puerto Co-
lombia tenemos Estación Sanitaria bien serv:da y con todos
los adelentos modernos, pero a pesar de ella nuestro pllt'rto
es declarado sospechoso por las Naciones con que comer-
ciamos, porque la localidad no est;í saneada, como ]0
prueba el hecho de que de ros mil quinientos habitantes
que tiene, hil habido mes ell que ti escientos noventa y
nueve estuvieron enfermos. Adcmás, Puerto (llomhia estcÍ
en conexión íntima con Barrélllqui!la, ciudad 4ue carece de
hospital de aislamiento, de alc:¡otarilladu, de servicin de
desinfecciÓn y hasta de ulla oficin;l de vacunación y en
donde las enfermedades infecciosas hacen continuamente
numerosas '/ictimas.
El 20 del presente mes de julio se inaugurÓ la Esta-
ción Sanitaria de Santa Marta, fÓlido y elegante edificio,
construido de acuerdo con la higiene moderna y con todas
las comodidades y siguiendo un plano adoptado por
la Junta Central de Higicne. La obra ha estado bajo la ins-
pe.:ción del Director departamental de Higiene, doctor
Manuel Cotes, quien ha prestado así un gran servicio al
país. La EstaciÚn tiene acueducto propio y planta de luz

7. -.-- ,
eléctrica. local para desinfección y pabellones para enfer-
mos, para sospechosos y para el personal de la Adminis-
tración.
En la guarnición de Santa Marta se ha presentado en
este año, como en los anteriores, una epidemia de neumo-
nía con una mortalidad elevada; por fortuna está para
darse al servicio la Estación Sanitaria de aquel puerto ]0
que permitirá atender a la sanidad.
Nuestros puertos del Pacífico han estado continua-
mente amenazados por la fiebre amarilla y la peste bubó-
nica, endémicas en algunas Repúblicas del Sur. En Tu-
maco hubo en el mes de octubre último algunos casos de
fiebre amarilla. importada de Panamá; las autoridades
sanitarias obraron con actividad yenergia y lograron domi-
narla en poco tiempo. Por esta razón la Junta ha tomado
empeño en Cjue se construya allí una Estación Sanitaria
semejante a la de Santa Marta; confiamos en que pronto
se dará principio a los trabajos. pues ya la Junta Central
de-Higiene acordó los planos y obtuvo del Gobierno se des-
tinara una cantidad para dar principío a las obras.
Como sombras del cuadro que acabamos de trazar se
observa que la educación higiénica del pÚblico está por
hacer; aun entre personas cultas se encuentran muchas
ideas falsas y preocu paciones que se oponen a la defensa
social: /la se admíte la contagiosidad de muchas enferme'
dades, se duda de la eficacia de las providencias que se
toman y se cree firmemel1te que muchas afecciones se pre-
vienen o se curan con prácticas absurdas o con medica-
ciones anodinas. Persuadida la Junta Central de Higiene
de la importancia de esta educación y que debe comenzar
desde la escuela primaria, solicitó desde el principio del
all0 del señor Ministro de Instrucción PÚblica qU,e las Cá-
tedras de higiene de las Escuelas Normales Isluvieran
regentadas por profesores competentes, con la esperanza
de que los futuros maestros adquirieran y pudieran trans-
mitir a sus discípulos ideas claras y correctas sobre tan
importante materia. Otro medio de educar es hacer propa-
ganda por la prensa, en hojas sueltas. cartillas, conferen-

8. -- R -
cias, etc., pero esto r~quiere fuertes erogaciones que la
Nación no está por ahora en situación de hacer.
La indolencia del pÚblico v de muchas autoridades es
otro obstáculo para la obra sanitaria. A pesar de que la
Ley 84 de 1914 declaró obligatorias las disposiciones ema-
nadas de esta Junta y de las Direcciones departamentales
de Higiene, las autoridades de los Municipios y de los
Departamentos rara vez las hacen cumplir, y el pueblo,
que no comprende el beneficio que de ellas deriva, les opo-
ne resistencia casi invencible.
Falta reglamentación en muchas materias, y los malos
hábitos inveterados y las condescendencias indebidas
tienden a convertirse en ley. No hay, por ejemplo, disp06i-
ción que señale en las poblaciones el perímetro fuera del
cual deban situarse las fábricas de productos peligrosos e
insalubres, y así vemos dentro de ellas fábricas de sus-
tancias deletéreas o inflamables con grave peligro de
la vida de todos los habitantes; en la mayor parte de las
poblaciones los vecinos se desembarazan de los residuos
orgánicos arrojándolos a las corrientes de agua o a corta
distancia de las habitaciones, comprometiendo así la salud
de muchos; aun en las ciudades importantes no hay regla-
mentos para las construcciones, de manera que éstas se
hacen sin tener en cuenta las reglas de la higine y sin pen-
sar en el maftana.
En los Departamentos y en los Municipios no hay
hábito de destinar una parte de sus presupuestos para los
gastos que la higiene exige; la', Asambleas y Cabildos in-
tencionalmente parecen olvidarla y cuando ocurre una grave
epidemia quíeren que el Gobierno Nacional haga todas las
erogaciones que la situación impone. Al principio del afto
se dirigió la Junta a todas las Asambleas pidiéndoles que
establecieran, siquiera en las capitales de los Departamen-
tos, comisiones sanitarias remuneradas que velaran por la
salubridad de esas localidades; sólo Bogotá, Bucaramanga,
Cartagena y Medellin las sostienen, aunque recortándoles
cada ano una parte de sus atribuciones u honorarios. Seria
conveniente que la ley fijara el porcientaje de las rentas

9. - tt -
departamentales o municipales que debieran destinarse a
esta clase de gastos, en cuya distribución parece natural
que se oiga la voz del Director departamental de Higiene.
En los paises bien organizados son onerosas muchas
funciones que se rozan con la higiene, y los ciudadanos las
desempefian gustosamente; tal pasa con la inspección
médica escolar y la vacunación antivariÓlica. Entre nos-
otros falta espíritu público y muchas personas rehusan el
cargo hasta de miembros de una comisión sanitaria tran-
sitoria.
*••••••
A pesar de la crisis fiscal que nos agobia, el Gobierno
Nacional ha atendido oportunamente nuestras indicaciones
y ha gastado sumas de consideración para combatir las
epidemias reinantes y para satisface r necesidades urgen~
teso Así se ha podido proveer de médicos y de medicinas
a las diversas regiones invadidas por las epidemias como
Gamarra, Calamar, Isabel López, Mompós, Magangué,
Bodega· Central, Loma de Corredor, Bucaramanga, etc.
Especialmente para atender a la gente desvalida se han
enviado fondos cuantiosos a Cartagena, Barranquilla y
Santa Marta; comisiones para examinar leprosos han ido
a algunas poblaciones de Antioquia, Boyacá y Santander ;
se ha dotado a diversas ciudades de aparatos de desinfec-
ción y de los elementos necesarios para su funcionamiento:
en este caso están Barranquilla, Santa Marta, Honda,
Puerto Berrío y Girardot. Recientemente se ha dispuesto
traer a Bogotá dos de estos aparatos para que sirvan de
principio a la Oficina de desinfección municipal que mu-
chas veces se ha pedido al Concejo Municipal, el cual
siempre ha n:husado establecerla.
Para atender las diversas epidemias y sanear las
poblaciones, la Junta ha solicitado frecuentes informes de
las autoridades políticas y sanitarias y ha dictado todas
las medidas que ha creído convenientes. Ha prestado deci-
dido apoyo a los Directores departamentales de Higiene, a
2

10. - 10-
las Comisiones Sanitarias y a los Médicos de Sanidad que
han solicitado su colaboración.
A los diversos Ministros del Despacho ha pedido pro-
videncias que eran de su resorte: al de Instrucción Pú-
blica, la mejora de los locales de escuelas y colegios, la
ensel'ianza de la higiene, el establecimiento de la educa-
ción fisica en las escuelas, el cumplimiento del Acuerdo
de esta Junta sobre higiene escolar, etc. Al de Gue:-ra, la
ampliación y reforma de los cuarteles, especialmente de
Barranquilla, Santa Marta y Cali. Al de Agricultura y Co-
mercio, que apoyara a la Junta para obtener que las Com-
pañias de Navegación Fluvial cumplan el Acuerdo que
sobre higiene de los buques dictó el Consejo Superior de
Sanidad; que ordenara la canalización de los caños de
Barranquilla y Soledad como el mejor medio de combatir
las epidemias que han asolado aquellas ciudades. Al de
Relaciones Exteriores, que impusiera a los Agentes Con-
sulares de la República la obligación de dar a nuestras ins-
pecciones marítimas informes quincenales del estado sani-
tario de los lug;-res en que residen. Al de Hacienda, que
ordenara la exención de derechos de Aduana para los medi-
camentos y desinfectantes que se han importado con mo-
tivo de las epidemias, y de los emeres y muebles que han
venido para las EstacIones Sanitarias; la provisión de
lanchas para practicar las visitas sanitarias a los buques.
Al del Tesoro, la provisión oportuna de fondos; al de
Obras Públicas, el suministro de útiles; y al de Gobierno,
la reforma de diversas cárceles, el nombramiento de mé-
dicos de sanidad en varios puertos, la aprobación de con-
tratos y gastos del ramo de sanidad, la publicación de los
Acuerdos y Resoluciones de la Junta, el envio del dinero
que ha sido necesario para combatir las epidemias ya men-
cionadas. Para ésto se han hecho Ias siguientes remesas
en los últimos meses: a Santa marta, '$ 1,000; a Cartagena,
'$ 3,200; a Barranquilla, '$ 7,200 Y a Bucaramanga, '$ 500.
A diversos Consejos Municipales se ha dirigido la
Junta en busca de medidas sanitarias: al de Bogotá, sobre
provisión de aguas de la ciudad, sobre aumento del

11. ~ 11 .-
número de vacunadores, sobre mejoras en el Hospital de los
Alisos; al de Girardot, sobre situación del matadero, de lo:;
depósitos de cueros y cementerio; al de Barranquilla, sobre
creación de una oficina de vacunación; al de Bucaraman-
ga, sobre creación de una Comisión Sanitaria permanente .
. Temerosa la junta de que al suprimirse el Consejo·
Superior de Sanidad quisiera el público hacer caso omiso
de todo lo dispuesto anteriormente sobre higiene, dictó la
Resolución número 15, que ratifica y declara vigentes los
Acuerdos y Resoluciones de la antigua junta Central de
Higiene, del Consejo Superior de Sanidad y de las extingui-
das Juntas Departamentales de Higiene, aligerando con
esta medida su propia tarea y la de las oficinas de higiene
de los Departamentos.
Para organizar el trabajo y hacerla fecundo ha dic-
tado el Acuerdo número 15 sobre reglamento de las ofiCi-
nas departamentales de higiene; el número 17 sobre regla-
mento de la junta y el número 21 sobre funciones de los
médicos de los puertos marítímos y fluviales.
Habiendo querido evadir las Compañías de navega-
ción el cumplimiento del AcuerJo número 13 de 1914
sobre reglamentación sanitaría de los buques que hay en
los rios de la República, dictó la Resolución número 41
que ratifica en todas sus partes aquel Acuerdo y la núme-
ro 16 que determina el modo como se deben practicar las
visitas sanitarias en la Dorada y Arrancaplumas.
Por medio de la Resolución número 59 creó una
Comisión Sanitaria permanente en el puerto de Tumaco,
con el encargo especial de vigilar la construcción de la
estación sanitaria que se proyecta en aquel lugar, como
ya queda dicho atrás.
Para atender necesidades de higiene urbana ha dic-
tado la Resolución número 18 que fija los sitios donde
pueden arrojarse las basuras, el Acuerdo número 19 sobre
higiene de las fábricas de productos alimenticios y de
bebidas alcohólicas y de los lugares de expendio de éstos;
el Acuerdo número 20 sobre higiene de los hoteles, casas
de asistencia y pensiones de familia y el Acuerdo nú mere
22.sobre expendios d~ c;a~i1e."" .

12. - 12-
La Resolución número t 7 creó tina Comisión Sani-
taria permanente en Bucaramanga; la número 49, otra en
Facatativá; la número 88, otra accidental en Barranquilla;
la número 92, otra en Honda; la número 94, otra en Santa
Librada; y la número 100, otra en Ocaña. Todas estas Co~i-
. siones deben atender al saneamiento de las localidades.
La Junta Central de Higiene hace la distribución per-
manente en todo el pais de la vacuna antivariólica y ha
hecho también la de los sueros antidiftético y antidisen-
térico que le ha proporcionado el Gobierno.
Ha resuelto la Junta todas las consultas que sobre
puntos de higiene le han hecho las autoridades o los par-
ticulares.
Exige a los Directores departamentales de Higiene
y a los Médicos de Sanidad de los puertos un informe
mensual de sus trabajos; estudia esos do.:umentos y pide
a quien corresponda las reformas que indican y adopta las
medidas que juzga convenientes y prácticas.
Como la Junta desempeña en Cundinamarca las fun-
ciones de Dirección Departamental de Higiene ha prestado
en este carácter algunos servicios: practicó visitas en
las hoyas hidrográficas de los ríos San Francisco y San
Cristóbal; en el botadero de basuras de Llano de Mesa;
en el Panóptico, en el cuartel de Chapinero y en uno de la
ciudad, y en algunas casas particulares. Dos veces ha ido
una comisión de su seno a practicar visitas sanitarias a
Facatativá y otra a Girardot. Ha dado instrucciones y me-
dicamentos para las epidemias de -Gachetá, Guatavita,
Vergara y Guayaba!.
Aun cuando segllll la Ley 84 las disposiciones de la
Junta de Higiene tienen el carácter de actos oficiales obli-
gatorios, respetuosamente os pedimos que dictéis algunas
leyes para que la respetabilidad de esa augusta Corpora-
ción les de la mayor eficacia-posible.
Se necesita una ley de inmigración que impida la
entrada al país de individuos atacados de efermedades
contagiosas o que por sus condiciones étnicas o murales
hayan de ser factores de degeneración de la raza o de per-
turbación de la tranquilidad pública.

13. -1:i-
La Ley 77 de 1912, por ser inaplicable en los presen-
tes momentos, necesita reformarse. Sin ésto no podrán
construirse Estaciones Sanitarias en los puertos de Buena-
ventura y Cartagena, ni hacer ninguna mejora sanitaria
en ellos.
, Se impone la creación de un Laboratorio bacterioló-
gico en una de las ciudades de la Co~ta Atlántica con un
profesor muy competente para atender al estudio de las
enfermedades de aquella regiÓn y como complemento
indispensable de las Estaciones sanitarias de los puertos.
La declaración obligatoria de las enfermedades infecto-
contagiosas es el primer paso para hacer una profilaxis
eficaz y sólo una ley podría vencer el obstáculo que opone
el secreto profesional.
Una ley que estableciera sanatorios y dispensarios
para el tratamiento de la tuberculosis y de las enfermeda-
des venéreas, siquiera en las capitales de los Departamen-
tos, realizaría un gran beneficio.
Es urgente que la ley prohiba la introducción y
expendio del ajenjo y que ponga algunas cortapisas a los
progresos que el alcoholismo está haciendo entre nos-
otros, tales como la limitación del número de expendios,
sanciones para los que vendan licor .a lús menores de
edad y a los ebrios consuetudinal ¡os, etc.
Deberia fijar una ley el porcientage de las rentas
que los Departamentos y Municipios deban destinar exclu-
sivamente para los gélstos de la higiene, así como un tanto
por ciento de los derechos de Aduana que haya de desti-
narse al saneamiento del puerto respectivo ..
Es tan urgente la necesidad de proveer de agua pota-
ble las poblaciones, que la Junta vería con gusto que
vosotros la considerarais como primordial, y decidierais
no atender solicitudes de auxilius para puentes, colegios,
templos, hospit:tles, etc. si la población peticionaria no
está provista de agua potable: lo primero es vivir.
Los puertos del río 'Magdálena necesitan hospitales
para atender los enfermos y limitar las epidemias, y refor-
mas higiénicas importantes. La Dorada, por ejemplo, neee-

14. -- 14 -
sita una formal transformación; lo que hay allí es una
afrenta para el país, y no se concibe cÓmo puede mante-
nerse en condiciones tales el puerto fluvial a donde llegan
todos los pasajeros que vienen al interior.
Verdaderamente plausible seria el que, siquiera en
parte por ahora, se diera cumplimiento a la Ley 23 de
1911 sobre lucha contra la anemia tropical.
La Ley 33 d~ 1914 sobre ejercicio de las profesivnes
médicas. necesita reformas sustanciales que no enumera-
mos porque los distinguidos médicos que han parte de esa
honorable Corporación, las conocen y de scgut"O propon-
drán lo conveniente.
DIRECCIONES DEPARTAMEt-.TALES DE HIGIENE
Estas oficinas reemplazan a las juntas departamen-
tales de Higiene. La junta Central de Higiene dispuso que
las Resoluciones expedidas por aquellas extinguidas jun-
tas continuara'l en vigor, de mane~a que asi no se inte-
rrumpía la labor de t~sas Corporaciones. Desde los prime-
ros días de sus sesiones dictó la Junta Central de HIgiene
el reglamento a que deben sujetarse las Oficinas departa-
mentales de Higiene. como lo dispone la Ley 84 de 1914.
Segtm el reglalnento de las Direcciones de Higiene,
los asuntos en que de preferencia han de ocuparse son (os
siguientes: .
1.. Lo que se relaciona con el ejercicio de la medi-
cina y de la farmacia. venta de drogas, venenos, especifi-
cas y medic~mentos secretos.
2." Calidad de alimentos, condimentos, bebidas
3.° Aguas potables, acueductos, cañerías, albañales.
4.0 Saneamiento de poblaciones y habitaciones par-
fieu lares.
5.° Salubridad de cuarteles, escuelas. cokgios, talle-
res, hospitales, prisiones y demás habitaciones colectivas.
6.0 Industrias religrosas, insalubres o incómodas.
7.0 Medidas que deben tomarse para prevenir, dete-
tener y combatir las enfermedades epidémicas.

15. - 15 --
8: Asuntos relacionados con la higiene infantil.
9." Mortalidad y sus causas.
10. Movimiento de población y estadística demo·
gráfica.
11. Geografía médica.
12. Epizootias.
Dlreccllln departamental lIe HIgiene de Antloqula
Está a cargo del doctor Juan B. Londofto:
El Director se ocupó, primero, en la organización de
la Oficina, de conformidad con el Acuerdo número 15 de
1914, y promovió la creación de Comisiones Sanitarias en
las principales poblaciones del Departamento, por medio
de una. circular telegráfica a los Presidentes de los Conce-
jos Municipales para que apropiaran las partidas necesa .•
rias para tal fin. Merced a ésto hay médicos oficiales en
algunas poblaciones, corno Abejorral, Marinill:l, Yarumal,
Yolombó, ete. La reorganización de la Comisión Sanitaria
d~ Medellín, la de la Oficina de Accidentes y del Dispen-
sario fue objeto de las dos primeras Resoluciones de esa
Dirección. La Comisión Sanitaria permanente de Medellín
ha continuado funcionando sin tropiezo, haciendo cumplir
todas las disposiciones vigentes sobre higien¿, y ense-
t'lando practicamentc, tanto a los particldarcs com') a los
jefes de diversas empresas, la manera de mantener el aseQ
en sus establecimientos y de suministrar a (os habitantes
productos inofensivos. La Comisión Sanitaria está consti-
tuida así: Médico Director, dOctor Jesús Maria Duque i
Jefe del Laboratorio de Bacteriología, doctor Gustavo Uribe
E; Jefe del Laboratorio de Química, E. Ehrensperger; Mé-
dico Jefe de la Oficina de Accidentes y Dispensario, doctor
Luciano Restrepo I.; Veterinario, profesor Pedro M. Eche-
verria; Practicante Secretario, ~eñor ]aramillo Berrio. Ult;-
mamente el Concejo Municipal suprimió la Inspección Sa-
nitaria y se creó un empleado subalterno que depende del
Alcalde; medida que considera desacertada el Director de

16. - 16 -
Higiene, porque aquella prestaba a la Comisión Sanitaria
un apoyo efectivo.
El Director ha pedido a los Concejos Municipales
la creación de Médicos Municipales y ha insistido sobre
esa medida como el unico medio eficaz de higienizar las
poblaciones y de estudiar las enfermedades reinantes,
endémicas y epidémicas. Manifiesta la eficélcia que tuvie-
ron las Comisiones Sanitarias de Yolombó y Carolina, crea-
das con motivo de la aparición de la epidemia de disen-
teria, en los meses de marzo y abril últimos, porque fue-
ron apoyadas por el Gobierno Departamental, el cual las
invistió del carácter que tienen los Médicos de Sanidad;
suministraron mediclmentos a los enfermo:) pobres, dicta-
ron disposiciones de carácter local y combatieron eficaz-
mente el flagelo.
Considera el Directo~ de Higiene mencio nado que
una de las necesidades más imperiosas es el saneamiento
de Puerto Berrio, como punto de partida del ferroca-
rril que llega a Medellín. Hay dos obras indí::ipensdbles
para conseguir tal fin: la primera e'5 la provisión de
agua potable, tomada del río Magdalena, arribl de la pobla-
ción y conducida por tuberia de hierro al centro del pobL1do;
y la segunda, la creación de un hospital, obra a la cual deb~
tontribuir la Nación con un a:lxilio especial, pue5 además
de ser indispensable para la defensa del Departamento,
debe servir para dar asistencia a los viajeros que puedan
enfermar a su paso por allí. El D:rector pidió a la Asam-
blea un auxilio para dar principio a la obra, pero nada
obtuvo, y ahora se dirige por conducto de la Junta Central
al Congreso, con la esp~ranza de obtener apoyo. Mani-
fiesta también como necesidad urgente en esa población, el
secar el terreno y proteger con petróleo conv~llie It~mente
los charcos que forman las aguas lluvias, sobre todo en las
calles transversales; y la CC/llstrucció1 de excus1dos, de
acuerdo con las últimas reglas de la higiene. Aconseja
el Director construir un malecón a la orilla del río. dos
buenas alcantarillas maestra,;, en dirección sur a norte, por
las dos calles principales; el desagtie de la laguna situada

17. -- li -
detrás del poblado y la construcción de depósitos y fiUr-os
apropiados. Con este objeto la Gobernación del Departa-
mento ha enviado a los Estados Unidos un Agente
encargado de contratar un ingeniero que haya de efectuar
esos' trabajos y especialmente el hospital. Es m~nifiesta la
necesidad de que se ayude al Gobierno Departamental y a
la Dirección de Higiene con el auxilio del Gobierno Nacio-
nal, porque es lastimoso ver que en ese puerto y sus
cercanías morir la gente en las calles y en las canoas, s.in
ninguna clase de recursos.
Las enfermed~des dominantes en ese clima son: ente-
ritis, disenteria, anemia tropical y paludismo, enfermeda-
des todas curables con algún esfuerzo.
Ha indicado la Dirección el error que se comete derri-
bando los montes, pues de esta manera el caudal de aguas
de jas poblaciones merma de un modo considerable, motivo
por el cual en algunas de esas poblaciones el agua se ha
escaseado considerablemente.
La capital del Departamento carece del elemento indis-
pensable por ese error de destruir las arboledas de la parte
alta de la ciudad. El Director se ha dirigido a las autori-
dades Municipales con el fin de que se subsane ese daf'io.
La Dirección ha ordenado l1acer el análisis de las
aguas de que se provee Medellín, y como estos análisis
han revelado que las aguas son de mala calidad y con-
taminadas, ha dado orden al Director de la Comisió.n
Sanitaria para que estudie los medios de mejorarla y
se ha llamado la atención del Gobierno Departamental y
del Municipio para que se ocupen en suministrar a la
población agua pura en cantidad suficiente.
Con motivo de la epidemia de disenteria se hicieron
en los laboratorios Municipales análisis bacteriológicQs y
químicos de las agual del rio Magdalena en Puerto Berrio,
de Cisneros, Yolombó y Carolina y todas resultaron ~UcilS
e jmpotables.
Cuando por virtud de la Ley 84 de 1914 quedó dist.le{~a
la Junta departamental de Higiene, no se habié¡n reunido
todavía los datos de mortalidad en el seg~ndo semeltre
. 8

18. - IR -
del año pasado. Para completados y reunir los del primer
semestre del actual, se han enviado a los Alcaldes modelos
para cuadros de mortalidad, con indicación de la edad, el
sexo, profesión y causa de ]a muerte, lo que facilitará con-
siderablemente el formar la estadística.
Todo el virus vacuno recibido de la Junta Central ha
sido repartido por correo a las poblaciones del Departa-
mento para emplearlo principalmente en las escuelas,
colegios y en la fuerza pública acantonada en las pobla-
ciones.
La reglamentación de las profesiones médicas, según
la Ley 83 de 1914, ha dado por resultado que se haya for-
mado la estadística del personal científico médico y farma-
céutico y del personal empírico.
Avisa la Dirección que se han observado casos de
lepra en algunas poblaciones, tales como Amagá, Envigado,
Rionegro y en las cercanías de Medellin, y se ha nombrado
un médico en comisión para que vaya a reconocer esos
enfermos.
Se han dictado las siguientes resoluciones:
Por la cual se reorganiza la Comisión Sanitaría de
Medellín.
Por la cual se reorganiza la Oficina de Accidentes y
Dispensario Interno de Salubridad.
Por la cual se reform! la relativa a estadística demo-
gráfica.
Por la cual se dispone el modo de sanificar la cabe-
cera del Municipio de Barbosa.
Por la cual ie nombra una Comisión Sanitaria en
Yolombó.
Por la cual se nombra otra en el Municipio de Zara-
goza.
Por la cual se crea una Comisión Sanitaria para Ca-
rolina.
Por la cual se crea una Comisión Sanitaria en la línea
del ferrocarril, con residencia en Copacabana.
Por la cual se designa el sitio en que debe construirse
el matadero público del Municipio de MontebelQ,

19. - lH -
Desde mayo último la oficina ha suministrado datos
sobre la marcha de la epidemia de disenteria, y hecho notar,
que en Puerto Berrio no ha habido sino un solo caso en,
los úttimos días. En Yolombó, después de dos o tres casos
mortales, se avisó que la epidemia había desaparecido, lo
mismo que en Zaragoza, población visitada por el doctor
Juan B. Tamayo, de Amalfi, quien estudió laepidemiay aten-
dió convenientemente los enfermos.
En el Peñón, después de dos otres casos graves, des-
apareció totalmente la epidemia. En la Iinea del ferrocarril
el doctor Dionisio Arango Ferrer, Médico de la Comisión
Sanitaria de Copacabana, atendió los enfermos. La epide-
mia desapareció también.
Las autoridades locales han atendido las indicaciones
del Director y de las Comisiones y en todas partes se preo-
cupan de la calidad del agua potable, de la leche y otros
alimentos. El Director reclama el auxilio de $ 2,000 con
que la Nación debe contribuir para la creación de los labo-
ratorios en las capitales de los Departamentos, según el
artículo 6." de la Ley 72 de 1914.
Se han practicado en el laboratorio de la Comisión
Sanitaria análisis de muestras de café, aguas, leches y
bebidas fermentadas, como cervezas, kolas, etc., los cuales
son muy interesantes.
El doctor Londofio ha enviado una estadística demo-
gráfica completa, en que están reunidos los datos de la
mortalidad en el Departamento en un año, con especifica-
ción de las enfermedades que han causado la muerte. Este:
trabajo es de mucho mérito, y es el único de su género
completo que se ha recibido. La Junta ha felicitado al doc-
tor Londofio por esta labor.
Dirección de H!glene del Atlántico
" l ¡.
El sel10r doctor Oscar Noguera. es el Dire~tor de ~
Higiene de ese Departamento, quien ha)ie~kado su vasta
ilustración y sus energias a tratar de impla~tar toda ,dase

20. - 20-
de medidas higiénicas, tanto en la ciudad de Barranquilla
como en las demás poblaciones de esa importante sección
de la Republica. Se propone por estos medios disminuir la
cifra de mortalidad que es, en tiempo normal, en Barranqui-
Ha de 24 por 1,000 y que ha llegado a subir al 33 por
1,000, salvando asi para el trabajo los numerosos bra-
zos que una crecida cifra de mortalidad quita a la indus-
tria. Después de tomar posesión' de su cargo en diciem-
bre de 19]4, organizó la oficina, que está abierta desde
las 8i. a las ]] de la mañana, y de la ] hasta las 5 de la
tarde, pero se atiende en elJa, además, a las personas que
lo soliciten hasta las 9 de la noche.
Con fecha 2 de enero el Director de Higiene dirigió
un oficio al Gobernador para solicitar la creación de una
oficina de vacunación en aquellos Municipios del Depar-
tamento que estuvieran en condiéiones financieras de
hacerlo, para cumplir el Acuerdo nÚmero 12 del Consejo Su-
perior de Sanidad. A principios de marzo se dirigió nueva-
mtnte al Gobernador en el mismo sentido y este empleado
lo hizo a su vez al Concejo Municipal y al Alcalde. El
Concejo no votó suma alguna para este gasto.
Temeroso de la aparición de una ·epidemia de viruela
en el Departamento, que puede ser muy grave porque aun
en Barranquilla son contadas las personas menores de
quince ano~ que estén vacunadas, la Dirección pidió a
Nueva York vacuna para inocular terneras y tratar de pro-
ducir mensualmente la cantidad de virus suficiente para la
vacunación de ese Departamento. Es de advertir que la
Ordenanzll de sanidad de 1911 que está vigente, dispone
que para todos los habitantes del Departamento del Atlán-
tico la vacui1ación es obligatoria y que en cada presupueto
anual de gastos debe incluirse una partida de $ 1,500 oro
para el sostenimiento de un parque de vacunación, y para
pagar un vacunador oficial ambulante. El doctor Noguera
pidió oportunamente aja Asamblea de este año el cumpli-
miento de esta disposición, pero no fue atendido.
Con el fin de cumplir el Acuerdo número 13 de 1914
del Consejo Superior de Sanidad y por no haber Médico de

21. - :n ---
Sanidad en el puerto fluvial de Barranquilla en los cuatro
primeros meses del presente año, el Director de Higiene
hizo practicar las visitas sanitarias en los buques y llevar
a efecto las reformas higiénicas indispensables en ellos.
Sus observaciones importantes sobre este asunto se en-
cuentran en la parte del informe que trata del puerto
fluvial de Barranquilla y en el del Médico de Sanidad
doctor Arango.
Por la aparición del sarampión desde octubre del año
próximo pasado, y teniendo ,~ncuenta la fácil trasmisión
de algunas enfermeJades corno el tracoma, la tuberculosis
pulmonar, y la sífili~, dictó la Dirección en enerO del
presente año, la Resolución número 2 para implantar en
los establecimientos d~ educación las medidas higiénicas
indispei1s11bles. Con el fin de atender debidamente a la
higiene escolal' fueron visitadas las escuelas por la Comi-
sión Sanitaria nombrada por la Resolución número 6 de
este año. De la inspección verificada resulta que ningún
establecimiento de educación tiene un local apropiado
para escuela; la Escuela Normal de Institutoras, mejor
provista en este sentido que las demás, adolece de grandes
defectos, principalmente por lo reducido del espacio con
que cuenta para dormitorios y para estudio; por la falta
de enfemeria, etc. Se encontró, al practicar la visita, tina
señorita enferma de tracoma, a quien por medio del Di-
rector de Instrucción Pública se hizo retirar del esta blt-
cimiento. Observa además e[ doctor Noguera que la ali
mentación de las alumnas es muy deficiente y que nin-
guna está vacunada; estos hechos los ha dado a conocer
a[ Director de Instrucción Pública, doctor A. Carbo-
nell, persona ilustrada y que hace todo lo que está a su
alcance para mejorar la higiene escolar. Las demás escue-
las de [a ciudad de ~arranquilla tampoco satisfacen en
cuanto a la higiene. Los locales ocupados por la Es-
cuela Normal de Institutores y [a anexa a ésta son muy
malos y es urgente que l'ie voten las partidas necesarias
para construir edificios adecuados ...>
El Director de Higiene hace-las siguientes observa-

22. ciones generales respech) de los establecimientos de edu-
cación: l.", ninguno de los alumnos está vacunado; 2.°, de
los alumnos matriculddos no concurren sino la mitad
próximamente y los d~más de:an de hacerla, en parte por
enfermedades propias o de sus familias, en parte por
carencia de recursos; 3.°, los locales dejan mucho que
desear en cuanto a la higiene.
El Director de InstrucciÓn pública solicitó de la Asam-
blea Departamental el nombramiento de médicos escolares.
Pero según opinión del doctor Noguer;¡ si se consel va
de un modo permanente la Comisión Sanitaria que hoy
funciona, el Médico de Sanidad local podría funcionar
como Médico escolar, y dictar conferencias de higiene en
las Escuelas Normales, a las cuales deberían concurrir los
maestros y maestras que están ya en servicio, para que
éstos a su vez pUt:dan dar cnser1anzas de higiene en todas
las escuelas primarias y secundarias.
Con motivo de estarse agotando el terreno existente
para las inhumaciollcs, se agitó en 1.1 ciudad de Barran-
quilla entre las autoridades y el Cuerpo Médico la cues-
tión de ensanchar el cementerio existente o de construir
uno nuevo. El Director de Higiene fue de opiniÓn que
debia ensancharse el cementerio existente por considerar
que la construcción de un cementcrio nuevo era más difícil
y tardía; con tal fin dictó la Resolución número 3 en que
se dispuso el ensanche, fundada en con~ideraciones de
orden científico. Dicha Resolución fue pasada en con-
sulta a la Junta Central de Higiene, la cual resolvió que la
Dirección de Higiene pJdia solicitar la construcción de un
nuevo cementerio, pero que no era de la competencia del
Ramo de Higiene señalar el ensanche de un cementerio
especial o la construcción de otro en determinado Jugar,
por estar esta materia sometida a leyes especiales.
La Dirección de Higiene del At!ántico ha prestado par-
ticular atención a vigilar el ejercicio de la profesión médica;
ha llamado repetidas veces sobre esto la atención de las
autoridades ejecutivas por ser a ellas a quienes corres-
ponde hacer,cumplir la Ley 83 de 1914, y ha manifestado

23. .)q
- -"--
al Director de Instrucción Pública la necesidad de exigir
que los dip!omas extranjeros sean autentícados por los
Agentes consulares de Colombia; llama la atención, ade-
más, hacia el artículo de la citada ley que autoriza para
ejercer la medicina a personas que no son médicos,
mediante la solicitud de veinticinco vecinos apoyados por
dos médicos, y solicita de la Junta Central de Higiene que
dé los pasos conducentes para que se suprima de la Ley
83 el parágrafo en referencia, que según él es inconve-
niente.
Las conjicioncs higiénicas de Barranquilla son pési-
mas, y no r1cbe sorprender, por consiguiente, que la mor-
talidad haya llegado a ser alarmante en tiempo de epide-
mia. El Director envía un cuadro comparatívo de la mor-
talidad en los primeros meses del año de 1914 y 1915, así:
En 1914 Enero .... 88 En 1915 Enero .... 144
Febrero .. 80 Febrero .. 132
Marzo 88 Marzo 184
Abril. 87 Abril , 278
Mayo 119 Mayo 417
De estas defunciones corresponden a la disenteria:
En 1914 Enero .... 11 En 1915 Enero .... 11
Febrero .. 8 Febrero .. 13
Marzo 13 Marzo 19
Abril 6 Abril 42
Mayo 13 Mayo 46
El sarampión, que comenzÓ a presentarse en el último
trimestre de 1914, fue aumentando en el presente año, y
dió una mortalidad de 25 defunciones en las tre~ primeras
semanas de este afto y en veintiuna semanas ocasionó
203 defunciones. El estado sanítario llegó a ser tan malo
como no se había visto nunca pues en el mismo tiempo,
además del sarampión y la disenteria, hubo por conse-
cuencia de otras enfermedades. como fiebre perniciosa,
tuberculosis, enteritis etc., una mortalidad de 588 perso-
nas en 147 días, y en una sola semana, la vigésima, hubo
una mortalidad de 110 personas por las diversas cau-
sas mencionadas. Preocupada la Dirección con esa mor-

24. -- ~.t -
talidad dictó la Resolución número 4 con el fin de impedir
la propagación de las enfermedades infecciosas, pero
habiendo continuado la epidemia con mayor intensidad
en el segundo trimestre, solicitó del Gobierno, por con-
ducto de la Junta Central de Higiene, que se situara en
la Administración de Hacienda Nacional de esa ciudad la
suma necesaria para atender a las epidemias reinantes. A
petición de la Junta Central el Gobierno s;tuó primero en
esa Administración la suma de '$ 3,100 Yen seguida $2,000
más; al recibir la primera remesa la Dirección dictó las
Resoluciones 5 y 6 por las cuales se crea una ComisiÓn
Sanitaria prural. Dicha Comisión ha estado haciendo la
inspección sanitaria de la cárcel, escuelas, edificios públi-
cos y corno tenia un médico en su seno, éste recetó a los
enfermos pobres de esa ciudad y de Soledad. Un ayudante
se trasladó a Puerto Colombia en donde la situación era
alarmante puesto que en el mes de abril se presentaron
399 casos de enfermedad, entre sarampión y rnteritis
disenteriforme, de los cuales 1) 7 de forma grave. El señor
Aguilar, quién trató esos enfermos y dictó las medidas
convenientes, manifestó t:ue (a aparición de la langosta en
ese mes influyó de una manera marcada en la gravedad
de los accidentes epidémicos, porque la acumulación de
esos acridios a la orilla del mar y de los arroyos, produjo
un estado de putrefacción tal que obligó a ll}uchos habitan-
tes a abandonar el lugar; la presencia de un médico allí
que tratara a los enfermos hizo bajar la mortalidad de 23
defunciones, que hubo en el mes de abril, a 5 en el mes de
mayo. En la capital la labor sanitaria fue activa no sólo
por el considerable número de enfer;nos que se atendieron
diariamente, sino por las numerosas ins;Je~ciones en todos
los barrios; las visitas domkiliarias señalaron el curs') de
la epidemia. La zona de la ciudad más atacada fue la calle
de El Sol, la Esperanza yla parte situada hacía el lado del
Buen Retiro. Son esos lugares insalubres por estar situa-
das las casas en terrenos bajos y húmedos, anegados por
las avenidas del Magdalena. Esos terren~s en vez de estar
avenados, han sido rellenados crm basuras y en esos mis-

25. -- 25 -
mos puntos se han construido casas pequeñas de paja y
pasajes donde viven hacinadas muchas personas, lo cual
ha causado una mortalidad mayor allí que en otros luga-
res de la población. Uno de los beneficios mayores que
podría hacerse a los habitantes de esos barrios sería pro-
veerlos de un agua de mejor calidad, prohibiéndoles en
absoluto el uso del agua del caño, aun para los oficios
domésticos. El doctor Miguel Arango, Médico de Sanidad
de Barranquilla, indica las siguientes causas de insalubridad
de la ciudad: el desaseo de las vías públicas y de las casas
particulares, la aglomeraciÓn de basuras, la escasez de
letrinas y sumideros, la cría de cerdos en los patios y
solares dentro del poblado, la existencia de pesebre ras
desaseadas y de habitaciones notoriamente insalubres
llamadas Pasajes, donde se acumula gente pobre y desa-
seada. El doctor Arango indica también que una de las
mayores causas de insalubridad en Barranquilla y Sole-
dad, consiste en que los canos de una y otra se han con~
vertido en aguas muertas, con orillas senagosas, las cuales
desprenden considerable fetidez. Además de ésto una gran
parte de la gente pobre consume agua precisamente de
ese caño infectado, en el cual se aumenta la contamina-
ción con las inmundicias que arrastran las lluvias y las que
se arrojan de las casas que carecen de letrinas y que tie-
nen en sus patios crias de cerdos y otros animales.
En vista de estos informes y de los del Director de
Higiene, la Junta Central ~e Higiene solicitó y obtuvo del
sefior Ministro de Agricultura que destinara una draga
para limpiar esos canos y restablecer el curso franco de
las aguas.
Toda el agua que se consume en Barranquilla es de
mala calidad; fuera de la infectada del caño, que consume
la gente pibre, la gente acomodada consume agua del
acueducto tomad. del río Magdalena, la cual no es de
buena calidad porque carece de filtros que la purifiquen.
Se consumen alimentos aiterados y aun adulterados,
principalmente en lo que se refiere a la carne y a la leche,
pues la primera se vende sin haber sufrido la inspección
4

26. suficiente, y la segunda se adultera mezclandola con el
agua del caño de Barranquilla.
La miseria extrema a que ha llegado el pueblo hace
que las epidemias sean más graves; que los niños nazcan
muertos o que no tengan resistencia para las enfermeda-
des. El Médico de Sanidad en el informe que rinde al Di-
rector de Higiene señala los remedios siguientes: 1.0
con-
servar la Comisión Sanitaria, aunque se reduzca el perso-
nal, al Inspector de Sanidad con su Agente, asociado al
Médico de Sanidad; 2.° reforzar la acción de la Comisión
Sanitaria con un vigoroso cuerpo de Agentes de Sanidad
y creé que para ésto debía darse cumplimiento al artículo
12dela Ordenanza número 19 de 1911, que destina 30
Agentes para el servicio de Sanidad; 3.° canalizar los
callos de Barranquilla y Soledad; prolongar el acueducto
con tubería de hierro por toda la ciudad y establecer fil-
tras; 4." higienizar las casas de habitación de acuerdo con
las disposiciones de las autoridades sanitarias; hacer que
se cumpla la Ordenanza de Policía vigentc, la cual ordena
que todas las casas estén provistas de pozos sépticos en
vez de los antiguos excusados, que son focos de infección.
Hasta ahora no se han logrado establecer pozos sépticos
en los edificios públicos sino únicamente en el mercado de
granos, la Escuela Normal de 'lnstitutoras, la Carcel
pública de Barranquilla y el Resguardo de Puerto Colom-
bia; 5.0 es necesario construír habitaciones sanas para obre-
ros, destruír las chozas malsanas y las casas llamadas
pasajes; 6.' establecer hornos de cremación para basuras,
7.° construcción de un hospital para enfermedades conta-
giosas; 8.° construcción adecuada de edificios públicos
cuarteles y colegios, y 9.0
enseñanza de la higiene en toda~
las escuelas.
Para todo esto es necesario, según el Director de
Higiene, el apoyo decidido de la NaciÓn que obligue al
Departamento y al Municipio a prestar su contingente y
una parte de sus rentas, y que la Nación destinar un por-
cientaje de derechos de importación para el saneamiento
de los principales puertos.

27. ..-~.¡
En el informe rendido por el Médico de la Comisión
Sanitaria de Barranquilla es manifiesto el beneficio pres-
tado por dicha Comisión pues el doctor de la Hoz,
médico de ella, atendió durante el mes de abril 132 enfer-
mos, cntre ellos 71 de sarampión, 52 de disenteria. De la
inspección efectuada por la Comisión en los barrios más
afectados por la epidemia, como <.'1 de San Roque, resulta,
lo siguiente: casas con patios sucios, 338; casas sin des-
agUes, 800; con pesebreras malas, 20; sin excusados, 796;
sin pozos sépticos, 1089; sin depósito para basuras; 99.
La Comisión Sanitaria ha verificado más de seis mil
inspecciones sanitarias en el curso del primer semestre en
casas particulares, así como en colegios, cárceles, cuarte-
les, en el mercado, l'xpendios de víveres, etc.; ha atendido
a la higiene de los distritos de Soledad, Sabanalarga, Bara-
nDa y Puerto Colombia, y l1a dictado las disposiciones
necesarias para mejorar el aseo público y privado, el
,/ abasto de agua, el acarreo de basuras, el expendio de
víveres.
La Dirección de Higiene ha atendido también la epi-
demia de disenteria en otros lugares como Isabel López,
Molinero, Candelaria, Campo de la Cruz, Manatí, Bodega
Central, Mompós, Loma de Corredor, ete., lo mismo que en
Gamarra, La Gloria, Badillo y otros lugares de las riberas
del Magdalena, enviando instrucciones y medicamentos a
todos ellos cuando lo ha considerado necesario o cuando
lo ha ordenado así la Junta Central de Higiene.
Desplegando un celo y actividad extraordinarios, ha
sido el doctor Noguera un inteligente y activo colabora-
dor de la Junta Central de Higiene para pedir al Exterior
emetina, sueros antidisentérico y antidiftérico, y otros
medicamentos que ha sido necesario traer para auxiliar en
las epidemias a la clase pobre, y luchar contra ellas no
!'olamente en Barranquilla sino en varios Municipios de
Bolívar, Magdalena y Santander, pues ha remitido suero
y emetina a Ocaña, a Cúeuta y a Bucaramanga, y a varias
poblaciones ribereñas del M:¡gdalena, azotadas por la
disenteria.

28. - 2H-
Dirección de Hlulene de Bolívar
Desempeña las funciones de Director de Higiene el
doctor Manuel Pájaro H.
En el mes de enero se ocupó en resolver las consul- ,
tas del Gobernador del Departamento referentes al ejerci-
cio de las profesiones de médico y cirujano por individuos
sin título universitario. Con fecha 26 de enero dictó la
Resolución nÚmero 4 sobre ejercicio de la profesión de
farmacéuta, que tiene disposiciones muy convenientes. Dio
instrucciones a las autoridades sanitarias del Departamento
sobre las medidas profilácticas que debian cumplirse
respecto a la disenteria epidémica, enfermedad que se
presentó en el Retiro y Magangué; e hizo conocer igual-
mente las prescripciones higiénicas que era necesario
seguir para limitar la epidemia, entre ellas la manera
de practicar la desinfección que en esta enfermedad se
exije. Se ocupó igualmente en informarse del estado
sanitario de todas las poblaciones de la circunscripción
para mejorar, en cuanto fuera posible, sus malas condi-
ciones higiénicas.
Con fecha 3 de febrero la Dirección de Higiene se
dirigió al Gobernador del Departamento para hacerle
presente la necesidad de que el Gobierno Departamental
atendiera de un modo preferente a la salubridad pública.
Le indicó la conveniencia de organizar la higiene tocal, de
establecer un parque de vacunación y de nombrar un
Médico de Sanidad Municipal para poner en práctica las
diversas disposiciones sobre la materia. Manifestó al Go-
bernador que era urgente dictar disposiciones eficaces
para que los Alcaldes lleven las estadísticas de las enfer-
medades reinantes, de los nacimientos, y del estado civiL
Elaboró un proyecto de ordenanza, que se expidió, por la
cual se autoriza al Gobernador para nombrar unaJunta de
tres médicos, que servirá de cuerpo consultivo al Director
de Higiene. Por esta ordenanza se reglamenta la manera

29. ---- :!!I --
como el Inspector local de Sanidad y la PoUda Sanitaria
deben cumplir las disposiciones. del Director de Higiene, y
se señalan las sumas necesarias pata los gastos que
demanda su cumplimiento.
Con motivo de haberse presentado ·Ia epidemia de
sarampión en Cartagena, nombró una Comisión Sanitaria
en esa ciudad, compuesta del Alca'de, del Médico de
Sanidad, del Médico del Hospital de Caridad y dos Facul-
tativos más, e hizo imprimir y repartió profusamente una
cartilla de disposiciones profilácticas para impedir la pro-
pagación del sarampión.
Habiendo aumentado en la ciudad de Magangué el
número de enfermos de disentería epidémica en el mes de
febrero, envió el Director de Higiene medicamentos e ins-
trucciones, y nombró una Comisión Sanitaria en ese lugar
para atender a los enfermos atacados de disenteria y
sarampión.
A causa de haber sido invadidas por las mismas epi-
demias la ciudad de Cartagena y Calamar, dictó la Reso-
lución número 5 de 27 de marzo, para organizar con-
venientemente la$ Comisiones Sanitarias y luchar contra
tales epidemias.
En vista de la mala situación sanitaria de Calamar y
de las repetidas solicitudes en viadas por el Alcalde de esa
población, para que se enviara un médico que asistiera
a los enfermos pobres, nombró uno para ese lugar. Otro
tanto hizo con la ciudad de Magangué. Estos médicos
tenían la obligación de recetar gratuitamente a ]os enfer-
mos pobres de los caseríos vecinos.
Con motivo de la epidemia de disenteria que desde el
mes de febrero ha azotado las pobiaciones de la Costa,
solicitó fondos para atender a los gastos más urgentes.
La Junta Central de Higiene obtuvo que el Gobierno
enviara al Director de Higiene. en dos remesas, $ 3.200
que debían invertirse de acuerdo con la Comisión Sanitaria
Municipal de Cartagena, formada por ciudadanos patrio-
tas y respetables. Esos fondQs$írvieron muy eficaz yopor-
tunamente para enviar medicamentos a distintas poblacio-

30. --:w -
nes del Departamento, atender a las necesidades de los
enfermos pobres y dominar las epidemias.
En presencia d~ la alarmante situación creada en
Cartagena por el sarampión y la disenteria, un grupo de
comerciantes respetahles e interesados por el bien público,
presidido por el señor D. Gerónimo Martínez, formó la
Comisión Sanitaria Municipal de que hemos hablado, y
que está prestando muy eficaces servicios.
Según el informe del Director de Higiene, de febrero
a mayo fueron at<lcadas por el sarampión y la disenteria,
que han tenido excepcional gravedad, las siguientes pobla-
ciones: Calamar, Cartagena, M:lgangué, Mompós, Tur-
baco, Sincé, Arjona, y San Juan. En Calamar y en Mom-
p6s han cedido las epidemias, mas no así en Magangué,
donde el estado s3nitario es todavía muy malo.
La estadística de la mortalidad en Cartagena ha sido
.esta: en febrero, 44. defunciones; en marzo, 90; en abril,
195; en mayo, 254; de éstas 119 por sarampión, y 203,
por disenteria y otras afecciones intestinales.
El Director de Higiene ha tenido al corriente a la Junta
Centr al de Higiene, por telégrafo, de las medidas que ha
dictado con el fin de combatir las epidemias, no solamente
en Cartagena sino en el Departamento.
En Cartagena funciona una Oficina de Sanidad Muni-
cipal, que está bien organizada, dirigida por un notable
médico que ha prestado importantes servicios. Tiene esta
oficina un laboratoril¡) bacteriológico y químico regular-
mente dotado y bajo una dirección competente. Sea esta la
ocasión de hacer notar que solamente los Concejos Muni-
cipales de Bogútá, Medellín y Cartagena sostienen oficinas
municipales bien organiladas. Si las demás capitales de
Departamento siguieran este benéfico ejemplo, se facilita-
rían mucho las labores de la Junta Central y de los Direc-
tores departamentales. de Higiene. Esta medida está al
alcance de todas nuestras capitales, y sólo se requieren
buena voluntad y algÚn esfuerzo de las respectivas Asam-
bleas y Municipalidades.
El doctor Pájaro H. ha redactado y puesto en circu-

31. --- :1 -
lación folletos instructivos para que el público conozca las
medidas de la higiene respecto a la prevención de las
enfermedadc$ y al modo como se propagan. Merecen espe-
cial mención sus folletos sobre sarampión y disenteria.
Dirección de Higiene de Boyacá
El doctor Carlos Reyes Archila es el Jefe de esta ofi-
cina. Su primer cuidado, después de organizar convenien-
temente la oficina, fue practicar una minuciosa visita en el
Pan6ptico de Tunja, en las cárceles, en las Escuelas Nor-
males, en el Colegio de Boya~á, en el cuartel, en el Hos-
pital de la ciudad y en varios otros establecimientos
públicos.
De estas visitas ha dado cuenta, en informes detalla-
dos, a esta Junta, y ella los ha trascrito a los respectivos
Ministros, pidiendo que se remedien los graves defectos
apuntados por el Director de Higiene. La situación del
Tesoro no ha permitido realizar sino muy pocas de 1<'5
reformas que se pidieron.
Encontró el Director de Higiene que la viruela se
había propagado en varias poblaciones del Departamento.
Por eso se ocupó en la organización de la vacunación,
pues no habea quien vacunara en los Municipios. Dictó
una Resolución por la cual se establecían oficinas de vacu-
nación gratuita, con vacunadorell nombrados por los
Alcaldes y costeados por el respectivo Municipio, como lo
dispone el Acuerdo número 12 de 1914, y distribuyó oror·
tunamente la vacuna antivariolos;¡ que le envió la Junta
Central de Higiene. Afortunadamente en casi todos los
Municipios se cumplió esta Resolución, Que dio por resul-
tado la desaparición de la viruela. Se ha podido continuar
con regularidad la vacunación.
Varias otras enfermedades infeccio'5as aparecieron en
el Departamento, tales corno la fiebre tifoidea, la disente"
ria y la tos ferina. La primera se pudo limitar fácilmente.

32. -- 32 -
La disenteria se presentó en la Provincia de Oriente, en
forma grave. Se dictaron la5 medidas prcfilácticas y, ade-
más, el Director de Higiene públicó e hizo circular una
cartilla higiénica al alcance de las autoridades y del
público para hacer conocer el tratamiento preventivo de la
enfermedad y la manera como ésfa se propaga. Para faci-
litar el cumplimiento de las medidas higiénicas y para
atender a los enfermos pobres, el Director nombró una,
Comisión Sanitaria en la mencionada Provincia. La disen-
teria cesó por fortuna pronto, a pesar de haberse presen-
tado con gravedad. Según opin:ón de los médicos de la
región, la disenteria fue bacilar, y comO prueba de esto
se anota el buen resultado que dio la aplicación del suero
antidisentérico.
La tos ferina se presentó en el mes de abril cn varios
Municipios, especialmente en las Provincias de Tundama
y de So~amoso, donde ha revestido gravedad y ocasionado
entre los niños numerosas defunciones.
Entre las causas de la fiebre tifoidea, que se presentó
con gravedad en Tunja y en otros Municipios, apunta la
falta de excusados públicos y de alcantarilla:: en la capital
del Departamento; y la contaminación dc las aguas en
otras poblac:oncs, además de la falta anota de excusa-
dos, etc.
El Director de Higiene ha continuado la publica-
ción de la Revista de Higiene de Bayacá. que sirvió el año
pasado de órgano de publicidad a la exnnguida jUl1ta
Departamental de Higicne. Es justo reconocer el apoyo que
le ha prestado el Gobernador del Departamento. El mismo
Director, continuando la práctica iniciada por esa Junta.
ha publicado varias cartillas populares sobre gripa, saram-
pión, disenteria, difteria, tos ferina y alcoholismo, y ~c pro-
pone continuar estas publicaciones.
Funciona en la Provincia de Occidente y en el Terri-
torio Vásquez del Departamento, una Comisión Sanitaria
permanente encargada especialmente de combatir la ane-
mia tropical. Esta Comisión fue creada para dar cumpli-
miento a una Ordenanza de la Asamblea, que destinó la
cantidad de $ 5.000 para los gastos que esta benéfica

33. - 3:~-
labor ocasione. La Comisión ha visitado ya varios de los
Municipios donde reina la éll1quilostomosis e instituído el
tratamiento. conveniente, indicando al mismo tiempo los
medios profilácticos que deben observarse. La Comisión,
a cargo del doctor F. E. PJez, está levantando un cro-
quis de cada una de las poblaciones que ha visitado, que
estará acompañado de la descripción geogrúfica de cada
región, en el cual se indicarán su clima y demás particu-
laridades que puedan interesar. Son satisfactorios los resul-
tados que hasta hoy se han obtenido.
El Director de Higiene ha estado reconociendo los
enfermos sospechosos de lepra de este Departamento, a fin
de establecer el diagnóstico antes de enviarlos al Lazareto.
En el primer semestre de este año ha examinado 96 enfer-
mos de esta clase, de los cuales solamente 37 han resul-
tado leprosos. El examen ha sido clínico y bacteriológico.
D1reccl6n de Higiene de Caldas
El Gobierno encomendó al doctor Emilio Robledo la
dirección de la Higiene en este Departamento.
Tan pronto como se hizo cargo de la oficina el Direc-
tor de Higiene se dirigió por medio de circulares a los
Alcaldes del Departamento para encarecerlcs la necesidad
de vigilar por la higiene pública y privada, y de cumplír
las disposiciones relativas a este importante ramo del ser-
vicio público. También ha solicitado de los Alcaldes que
le envíen mensualmente datos sobre movimiento de la
población, enfermedades reinantes en cada Municipio, cau-
sas de las defunciones, etc., a fin de poder formar una esta-
dística demográfica. Aunque hasta hoy los datos que se
le han enviado son deficientes, abriga la esperanza de qlle
al fin las autoridades, pen etradas de la importancia de la
estadística médíca, los suministrarán completos.
Ha visitado el doctor Robledo las cárceles, los hospi-
tales, los establecimientos de educación, el cuarttl y demás
edificios públicos. Respecto al cuartel ocupado por la guar-
5

34. - :l-i -
nicíÓn de Manizales, indicó varias reformas importantes,
como son el establecimiento de Cuadras y Enfermerías
que tengan buenas condiciones higiénicas. La Junta ha
solicitado del Ministerio de Guerra que se hagan estas
reformas. Los informes relati vos a los demás estableci-
mientos se han comunicado a los respectivos Ministerios.
En relación con la higiene de la capital del Departa-
mento el Director de Higiene ha dictado disposiciones
convenientes y que hacían falta, tales como reformas en el
matadero público; eliminación de las pesebre ras insalu-
bres; sobre la provisión de aguas por medio de bombas;
reglamentación del aseo de las calles; sobre albañales en
la ciudad, y sobre expendio de carnes. Esas disposiciones
eran muy necesarias pues se había generalizado el abuso
de vender carne de cerdo con triquinosis; también era
urgente corr~ir la manera de beneficiar y de acarrear las
carnes. Muchas de estas disposiciones se dictaron para los
demás Municipios del Departamento.
El Director de Higiene ha examinado varios indi'¡i-
duos sospechosos de lepra para enviar al Lazateto a aque-
llos que realmente eran leprosos, y ordenado la desinfec-
ción de los locales que ocuparon éstos. Se ocupa en reu-
nir los datos para formar una nueva estadística de las per-
sonas que haya todavía en el Departamento calificadas
como leprosas.
El doctor Robledo ha emprendido una provechosa
propaganda respecto a la profilaxis de varias enfermeda-
des. Ordenó la publicación de carteles que contienen, en
caracteres bien legibles, los conocimientos modernos sobre
contagio y profilaxis de la tuberculosis y sobre anemía tro-
pical. Cada vez que se ha presentado alguna enfermedad
de las que pueden ser epidémicas, ha hecho publicaciones
en estilo sencillo, a fin de enseñarle al pueblo la manera
como puede y debe preservarse de la enfermedad, y se ha
impuesto la tarea de dictar conferencias semanales en el
Instituto Universitario de Maninles; excelente medio de
llamar la atención del público hacia la higiene y de ins-
truirlo en ella, que ojalá adoptaran todos los Directores
deDartamentales de Higiene.

35. Ha estado atendiendo el Director citado a la vacurta·
cil)n antivariolosa en los establecimientos de educacit'ln, pú-
blicos y privados, y a la oportnna distribución de la vacuna
en los Municipios.
Ha informado el doctor Robledo que tiene ya termi-
nado, y pronto lo publicará, un trabajo sobre Geografla
médica del Departamento de Caldas, con indicaciones
acerca de la flora y la fauna de las principales regiones de
Caldas. La Junta felicita al doctor Robledo por este trabajo
de indiscutible utilidad y quizá el primero en su clase que
se publica en el país.
Dirección de HIDlene del eauca
Esta Dirección está a cargo del doctor Juan N. Wallis
O. Al empezar a ejercer sus funciones se dirigió, por medio
de circulares, a los Alcaldes de los Municipíos para indi-
caries la necesidad de tomar medidas para emprender el
aseo general de las poblaciones; de vigilar las fuentes que
las proveen de agua potable para evitar que las contami-
nen; de retirar de las poblllciones las crías de cerdos; de
asear los mataderos; de la recolección de basuras etc., y
dio instrucciones sobre todo esto.
Ha practicado varias visitas de inspección en los loca-
les de las escuelas primarias, en las escuelas Normales,
en el Seminario y en los demás colegios; en la cárcel y en
el cuartel. De cada una de las visitas ha pasado a esta
Junta un informe detallado, en los Que ha anotado las refor-
mas que requieren esos establecimientos. Gracias a estas
indicaciones se han logrado corregir en ellos muchos
defectos de higiene.
Con motivo de haber aparecido la fiebre tifoidea en
en la ciudad de Popayán en el mes de marzo, dictó las
medidas profilácticas correspondientes. que hizo publicar
para conocimiento del público y de las autoridades.
La viruela apareció en diciembre último en algunos
Municipios, y más tarde se propagó a' otros de lIna manera

36. - 36-
alarmante. Se activó por esto la vacunación y la revacuna-
ción antivariolosa y se dictaron medidas preventivas, que se
comunicaron a las autoridades. Las providencias, y espe~
cialmente las relacionadas con la vacunación, fueron aten-
didas, y por esto a fines de febrero ya habia desapare-
cido casi por completo la viruela. La vacunación se ha
continuado, como [o dispuso el Director de Higiene, aun-
que con bastantes dificultades.
Partiendo del Municipio de Pitayá, apareció una epi-
demia de gripa muy grave y que produjo alarma. El Direc-
tor de Higiene atendió oportunamente a los enfermos, y
aun solicitó autorización para trasladarse al Municipio
citado; prescrihió los tratamientos y envió medicamentos
que suministró la Gobernación. La enfermedad se extin-
guió en pocas semanas.
Ha dirigido el doctor Wallis a los Concejos Munici-
pales circulares sobre higiene pública y privada, entre las
cuales está (a que trata del establecimiento de oficinas
Municipales de vacunación antivariolosa, en que pide que
incluyan en S'IS preslJpuestos partidas para sostener vacu-
nado res oficiales. Muy poco') Municipios han atendido esta
circular, pues, como sucede en todos los Departamentos, los
Concejos Municipales no estiman la importancia de las
medidas higiénicas.
Otra circular fue la relativa al establecimiento de ofici-
nas de estadística médica en los Municipios, a fin de tener
una estadística demográfica que sirva. El Director de
Higiene ha estado remitiendo los datos que le han sumi-
trado algunos Municipios. Para que haya uniformidad en
la clasificación se ha dispuesto que se siga el modelo de
Bertillon.
Ha dictado el mismo Director varias resoluciones rela
tivas a la profilaxis de las enfermedades infecciosas que
se han presentado en el Departamento con peligro de que
se conviertan en epidemias, tales como la fiebre tifoidea y
la difteria. Para combatir ésta pidió a la Junta suero, que se
le envió y que prestó oportuno servicio. Otras resolucio-
nes se refieren a medidas locales de higiene en la capital
del Departamento.

37. -- 37 -
Dirección de Higiene del Departamento del Hulla
No se han recibido informes del Director de Higiene
de este Departamento, quien últimamente se ha visto pre-
cisado a pedir una licencia por enfermedad.
Dirección de Higiene del Depal'tamento del Magdalena
Ha tenido a su cargo esta Oficina el doctor Manuel
Cotes.
El estado sanitario del Departamento fue bueno hasta
el mes de enero último; en este mes aparecieron algunos
casos de disenteria grave en varios Municipios. El Direc-
tor de Higiene nombrÓ en éstos Comisiones Sanitarias, a
las cuales comunicó las medidas profilácticas convenien-
tes; para atender mejor a las poblaciones invadidas nom-
bró al doctor Vásquez Médico en comisiÓn, a quien sumi-
nistró el Gobierno departamental los medicamentos indis-
pensables, y fe cubrió el valor de sus honorarios.
Desde el principio del año el Director de Higiene se
ocupó en mejorar las malas condiciones en que se hallan
varios establecimientos públicos de la capital del Depar-
tamento. En la cárcel del Circuito, en el cuartel de la Poli-
cía y en los colegios, dispuso que se construyeran excusa-
dos inodoros, y donde esto no fuere posible, pozos sépti-
cos de acuerdo con la higiene; indicó varias otras refor-
mas importantes a todo lo cual atendió el Gobernador.
Para continuar esas obras el Director de Higiene solicitó
Y obtuvo de la Asamblea que se incluyera en el presu-
puesto la cantidad de dinero necesaria.
Respecto al cuartel en que se halla el Regimiento que
hace la guarnición en Santa Marta, el doctor Cotes ha
estado informando las malas condiciones en que se halla.
Aunque el edificio se encuentra en buen estado, es insufi-
ciente y los soldados están alli aglomerados, lo que hace
indispensable y urgente el cambio de local por otro más

38. amplio, o dividir la fuerza. El vestuario deficiente, los exce-
sivos ejercicios a 4ue en este elima se somete la tropa; la
falta de camas, de manera que el soldado tiene que dormir
sobre un piso de cemento, y a veces en los patios, al aire
libre, todo esto ha contribuido a la gran mortalidad que se
ha observado en el Regimiento. La Junta Central de Higiene
se ha dirigido itcrativamente al señor Ministro de Guerra
para pedirle que se ponga remedio a esta situación.
Parte del Regimiento se hizo trasladar a la quinta de
San Pedro Alejandrino, pero allí ha sido victima del palu-
dismo, porque no se ha hecho nada por sanear la locali-
dad y sus alrededores, según comunica el Director de
Higiene. Esta providencia fue inconveniente porque se
expusieron a la contaminación las aguas que van al acue-
ducto de la ciudad; por esta razón hubo que retirar de allí
la tropa. También ha dispuesto el doctor Cotes que se
desinfecte el edificio de la Aduana, que está contiguo al
cuartel y que se halla en lamentable estado de desaseo.
Desde fines de marzo y rrincipios de abril, es decir,
en la misma época que el año pasado, apareció en el Regi-
miento una neumonia infecciosa de gravrdad tal. que casi
todo soldado afectado de ella moría, no obstante la activi-
dad con que se le tratara. En este aílO la neumonía se ha
limitado a Santa Marta, pues sólo excepcionalmente se
han observado algunos casos fuéra de esa capital. La
Dirección de Higiene dispuso el inmediato aislamiento de
los enfermos y dictó otros medios de profilaxis, lo que
seguramente ha hecho limitar la enfermedad.
Aconseja el doctor Cates como medida urgente la
construcción de un edificio especial para cuartel, por el
sistema de pabellones adecuado5, como el mejor medio de
evitar las epidemias en la tropa y el peligro de que ellas se
propaguen en la ciudad.
Además de la neumonía infecciosa de que se ha
hablado, se han presentado en la capital del Departa-
mento y en varios Municipios la disenteria infecciosa y el
sarampión; éste se ha extendido extraordinariamente y
ha hecho numerosas víctimas. La disenteria ha sido tam-

39. - :n¡ -
bién muy grave pero no ha tenido grande extensión. A
estas enfermedades se ha agregado la viruela en varios
Municipios.
El Director de Higiene ha dictado medidas de higiene,
tanto para Santa Marta como para los Municipios inva-
didos por las epidemias, y ha activado la vacunación y la
revacunación.
A solicLtud de la Junta Central de Higiene el Ministe-
rio de Gobierno envió a la Dirección Departamental de
Higiene mil pesos oro para los gastos que demandan las
medidas dictadas, y el Departamento ha contribuido con
el dinero de que ha podido disponer. La Junta dispuso
además, que se envie de Barranquilla, suero antidisenté-
rico y emetina para atender a las personas pobres ata-
cadas de disenteria. Ultimamente la Junta ha pedido al
Gobierno que remita '$ 1,500 más, pues la epidemia de
sarampión se ha extendido y adquirido mayor gravedad.
Como ya se ha dicho atrás, al cuidado del doctor Cotes
ha estado la inspección de la Estación Sanitaria; a él ha
correspondido dirigir los trabajos de esta importante obra,
cuya construcción se contrató con un hábil ingeniero extran-
jero. Gracia5 a la consagraciÓn y competencia del doctor
Cotes los edificios se construyeron con solidez. elegancia y
economia, y de acuerdo con los planos adoptados por la
Junta Central de Higiene en noviembre de 19 ~3. Los traba-
jos se principiaron en diciembre del mismo año y la Esta-
ción se inaugurÓ el 20 de julio Último.
Dirección de Hlaiene del Departamento de Narlño
Es Jefe de esta Oficina el doctor Julio C. Moncayo.
Al encargarse de la Dirección Departamental de
Higiene halló pendiente el importante problema de la con-
veniente provisión de aguas potables a la capital del
Departamento. La cc nducción y la distribución de esas
aguas son enteramente rudimentarias y antihigiénicas. Las

40. - ·iO-
medidas que de acuerdo con el Consejo Municipal se han
adoptado, permiten corregir los principales defectos. La
primera medida ha sido desviar convenientemente las
corrientes de agua impura contaminada por habitaciones
vecinas, que se mezclaban a las aguas que consume la
población; esta reforma se ha completado con la desviación
de las aguas de los puntos en que puede ser contaminada,
y con la construcción de una cañería adecuada. Tcrmina-
•
das estas obras se construirán dos tanques de distribución
con sus correspondientes filtros. La Dirección de Higiene
dictó una resolución sobre el servicio de inspección de las
aguas para vigilar éstas de la mejor manera posible entre-
tanto se terminan las obras citadas.
Se han practicado visitas a los establecimientos de
instrucción, e indicado las reformas que deben hacerse,
tanto en los locales como en el mueblaje, para que éste
tenga las condiciones que la higiene exige.
Ha verificado el Director de Higiene visitas frecuentes
a los lugares de expendio de guarapo y chicha, para vigilar
las condiciones higiénicas en que se hallen. El doctor Mon-
cayo ha estudiado el procedimiento para la fabricación de
la chicha en Nariño, comparándolo con el empleado en Cun- .
dinamarca y Boyacá. Ha hallado diferencias notables en
el método empleado en Nariño, el cual no da allí lugar a
la producción de tomainas como en los otros Departamen-
tos mencionados, de manera que la chicha es en Nariño
menos nociva. La chicha se fabrica en cantidad menos con-
siderable.
Con bastante actividad se ha atendido en el Departa-
mento al servicio de vacunación. Se ha empleado vacuna
importada de Quito, y la que se remite del Parque de
Vacunación de esta ciudad. La primera da en lo general
resultados más seguros, debido ésto, sin duda, a que no
está sometida a una travesía tan larga y se emplea más
pronto. Se han nombrado vacunadores oficiales en variag
Provincias.
El doctor Moncayo ha comunicado a las autoridades
de policía varias disposiciones im portantes respecto a la

41. - 41 -
inspección sanitaria de las casas, de la') peluquerías, de
las calles, de los mataderos, de las plazas de mercado,
ete., sobre inspección de carnes y leches y otras sustan-
cias alimenticias.
Ha reinado en Barbacoas una fiebre infecciosa que ha
hecho varias victimas. Hay duda respecto al diagnóstico,
pues no hay alli médico; creen algunos que se trate de
fiebres palúdicas de forma perniciosa, pero es más proba-
ble que se trate de fiebre amarilla, importada de algunos
de los puertos del norte del Ecuador. Por este motivo la
Junta resolvió enviar en comisión un médico del Departa-
mento de Narino a Barbacoas y pedir al Ministerio de
Gobierno envíe los recursos que le fuere posible. Desgra-
ciadamente hasta hoy no se ha encontrado un médico com-
petente que se encargue de esta comisión, no obstante los
esfuerzos de la Junta.
Dlreccl6n Departamental de Hlglenll de Santander del Sur
Fue designado el doctor Alejandro Pefia Solano para
dirigir esta Oficina.
En este Departamento se presentó la viruela desde el
principio del afio. El Director de Higiene dictó las medi-
das del caso y para activar la vacunación y re vacunación
expidió una resolución por la cual se crean Oficinas Muni-
cipales de vacunación; pero como no fue posible que en
todos los Municipios importantes se sostuviera una Ofi-
cina permanente de vacunación, se dispuso sei'lalar cier-
tos días y horas para vacunar, apelando al ap('lyo del
Alcalde y de los Comisarios respectivos. En vista de la
indiferencia de los Municipios para sostener la vacuna-
ción, el Director de Higiene obtuvo que el Gobierno
Departamental dispusiera que los Municipios incJuyeran
cn llUS presupuestos una partida en relación con la impor-
tancia de la población para este gasto. La medida ha pro-
ducido ya buenos efectos en algunos Distritos, y por su
parte el Director ha continuado entendiéndose con los
6

42. - 42 -
Alcaldes, enviándoles vacuna para mantener siempre la
vacunación.
La aparición de unos pocos casos de difteria en Buca-
ramanga alarmó, con razón. El Director de Higiene hizo
conocer las medidas preventivas y pidió a la Junta Cen-
tral de Higiene suero antidiftérico, que se le envió inme-
diatamente y llegó en oportunidad; la enfermedad no se
propagó, por fortu nao
En el año pasado funcionó en Bucaramanga una
Comisión Sanitaria Municipal, con el carácter de perma-
nente, bien reglamentada y con personal suficiente y com-
petente. Desgraciadamente el nuevo Consejo Municipal y
el Alcalde descuidaron este importante servicio y lo deja-
ron desorganizar, suprimiendo la modesta partida votada
por el Concejo anterior; medida inconsulta que no corres-
ponde a la categoria de la capital del Departamento. Pre-
ciso es reconocer los esfuerzos loables que el señor Gober-
nador hizo para evitar la suspensión de la Comisión, pues
improbó el Acuerdo sobre presupuesto de gastos del Muni-
cipio. Gracias a los esfuerzos del Director de Higiene, apo-
yado por el Gobierno Departame ltal, se logró que se con-
tinuara sosteniendo la Comisión, aunque muy mal remunc-
rada y reducido inconsultamente el personal, pues se supri-
mió el puesto de Veterinario, que es indispensable para la
higlene:urbana.
Tanto el Director de Higiene como la Comisión Sani-
taria han emprendido la lucha contra los mosquitos visi-
tanda todos los predios urbanos para hacer suprimir los
depósitos abiertos de agua; haciendo llenar o cubrir los
hoyos ea los solares y evitando se aglomeren basuras;
labor tanto más importante y que debe redoblarse, cuanto
en años pasados se presentó en esa capital una epidemia
que fue de fiebre amarilla, según la mayoría de los médi-
cos que la observaron.
La Comisión se ocupa también en trabajos bacterio-
lógicos relacionados con la higiene. El Médico de la Comi-
sión, doctor D. Peralta, encargado de este servicio, ha ayu-
dado eficazmente en el examen de los enfermos sospecho-

43. sos de lepra, a fin de establecer el diagn()stico antes de
Ilcvarlos al Lazareto.
En cuanto a higiene infantil e higiene escolar, el doc-
tor Pefia Solano ha tomado interés para mejorarlas .en lo
posible.
La disenteria se presentó en marzo en el Corregi-
miento de Bocas del Rosario. A solicitud del Director de
Higiene la Junta Central dispuso que el doctor Hoyos,
Médico nombrado en comisión, atendiera los enfermos de
ese Corregí miento y de otra~ poblaciones, les suministrara
los medicamentos urgentes e hiciera cumplir las medidas
profiláctícas.
A la fiebre tifoidea que apareció en Bucaramanga y
otras poblaciones tU'/O también que atender el Director de
Higiene. Hizo publicar y circular profusamente las instruc·
dones y medidas que debían observarse; dispuso que se
prestara mayor cuidado al asco de la población, a la des-
trucción de los muladares y a la lucha eotra las moscas;
ordenó la desinfección de los locales donde había enfermos
y llamó la atención al peligro de usar, sin hervir, las
aguas de fuentes que nacen en los alrededores de la
ciudad.
Ultimamente se ha anunciado la aparición de la disen-
teria en Bucaramanga; en previsión de que pudiera tomar
el carácter de epidemia, como ha sucedido, el Director ha
dado a conocer las precauciones que deben tomarse. Por
su parte laJunta Central de Higiene ha hecho un pedido al
Exterior, por cable, de más suero antidisentérico y más
emetina que puedan necesitarse en el caso de qlle la disen-
teria continúe invadiendo a los dos Departamentos, La
Junta ha hecho enviar a Bucaramanga 225 tubos de suero
antidisentérico de· que pudo disponer, y solicitó que se
enviaran $500 para gastos urgentes de desinfección. Próxi-
mamente enviará 200 tubos más de suero.
Se ha prestado también atención en la Dirección de
Higiene al servicio de profiláxis venérea, el que quedará
bien establecido si se logra fundar la casa de sanidad des-
tinada a este objeto y auxiliada por una ley reciente.

44. Dlreccl6n Departamental de Hlolene del Norte de Santander
D.esempena la Dirección el doctor Jesús Mendoza c.,
quien no principió a funcionar sino el último de febrero
próximo pasado.
En el Rosario y en Chinácota había aparecido la
viruela, que se extendió a otros Municipios; por esta cir-
cunstancia el Director solicitó el concurso de los Consejos
Municipales y de los Alcaldes para activar la vacunaci6n.
Ni en Cúcuta ni en los demás Municipios se pudo conse-
guir que se nombraran vacunadores oficiales. En la capi-
tal se dedicaron a vacunar los Médicos Legistas, el
Médico de la guarnición y el Director de Higiene. Este
dictó e hizo publicar una resolución en que se prescriben
minuciosas medidas profilácticas.
Una de las necesidades más urgentes de la higiene
en la capital del Departamento, era atender a la reglamen-
tación del aseo de la ciudad, de la plaza de mercado cubier-
to y del matadero público y de la venta de carnes; sobre
todos esto~ asuntos dictó resoluciones el Director de
Higiene, las que tienen disposiciones de reglamentación
detalladas y bien elaboradas.
Se han practicado visitas en los establecimientos
públicos. Entre éstos fue objeto tle un informe especial el
que está destinado para cuartel de la Guarnición. Del
informe se deduce la necesidad indispensable de cam-
biarlo, por las pésimas condiciones en que se halla, y
porque no solamente es un peligro para los soldados sino
para la población. Se comunicó este informe al señor
Minsitro de Guerra ..
También ha enviado el Director de Higiene un informe
sobre el estado del edificio destinado para cuartel de la
policía de las fronteras, informe en que indica los defectos
de dicho cuartel, en el cual hay varios focos de infección.
Se comunicb el informe al señor Ministro de Gobierno.
Deseando saber la Junta las condiciones en que se
halle la capital del Departamento respecto de la fiebre

45. - ,15-
amarilla, pidió datos al Director Departamental de Higiene,
quien informa que todos los médicos admiten que existe
la fiebre amarilla, pero que desde 1883, época en que fue
importada de Maracaibo, se ha ido atenuando, ell térmi-
nos que ya hoy nadie tenle a la infección. Por esta cir-
cunstancia se han descuidado las medidas higiénicas pre-
ventivas de esta enfermedad. Los depósitos de agua
descubiertos y los charcos en las calles y en los solares
son fuentes flbundantes de mosquitos, de los cuaJes nadie
se defiende, pues no se usa el toldillo sino excepcional-
mente; no se emplean telas de alambre en las puertas ni
en las ventanas. Se dispuso darle instrucciones para
emprender la campalia contra los mosquitos a fin de pre-
venir posibles futuras epidemias, que pueden presentarse
en forma grave. A cargo del mismo Director de Higitne
está el reconocimiento de individuos sospechosos de lepra,
para resolver cuáles deben llevarse al Lazareto. Sobre el
particular se le han dado las correspondientes instruc-
ciones.
Dirección departamental de Higiene del Tollma
Es Director de Higiene de este Departamento el doc-
tor CI;1Udio Renjifo M.
Por haberse recibido informes de que en el Municipio
de Piedras había aparecido una enfermedad contagiosa de
la cual había muerto una familia compuesta de seis per-
sonas, se dispuso que el Director de Higiene del Tolima
se trasladara a dicho Municipio, para que, en asocio del
Médico de Sanidad de Girardot, estudiara la enfermedad.
que se decía haber invadido también a Ouataquicito, y
dictara las medidas del caso. Se averiguó que las defun-
ciones habían sido ocasionadas por una res atacada de
carbón bacteridiano, cuya carne habían ingerido las vícti-
mas. En Ouataquicito produjo alarma una defunción por
una fiebre remitente biliosa. Se dictaron las medidas pro-
filác ticas respecto al carbón bacteridiano.

46. - .tIj-
Ha tenido el Director de Higiene especial cuidado en
hacer practicar la vacunación antivariolosa, y para esto
dictó resoluciones sobre la organización de este servicio
en los Municipios, muchos de los cuales han tomado inte-
rés en cumplirlas, pero en otros, que son la mayoria, no se
ha procurado atendetias, a pesar de los casos de viruela
que en ellos se han presentado. El Director de Higiene ha
insistido en sus displ)siciones y pedódicamenfe envía
vacuna a los Distritos del Departamento.
El Director de Higiene ha visitado con frecuencia los
establecimientos públicos y rendido informes detallados
sobre el estado en que se encuentran, indicando las medi-
das más urgentes. Los relacionados con los establecimien-
tos de educación, con el pan óptico y con el cuartel se han
comunicado iI los respectivos Minist<:rios.
También ha estudiado el doctor Rengifo varios asun-
tos relacionados con la higiene local de la capital del
Departamento, tales como el cementerio, plaza de mercado,
cría de cerdos, excusados públicos, aseo de la ciudad.
Además, ha hecho indicaciones sobre plofilaxis de la
viruela y de la tuberculosis y aconsejado medios de com-
batir el alcoholismo. A los Alcaldes ha estado haciendo
indicaciones respecto a la necesidad y medios de mante-
ner la pureza de las aguas destinadas al consumo de las
poblaciones, y a la vigilancia de los desagiies; a los emplea-
dos respectivos los ha interesado en vigilar por la higiene
de los locales de las escuelas y para que hagan cumplir
los acuerdos sobre este particular.
A los esfuerzos del doctor Rengifo se debe el quc la
Dirección de Higiene cuente con un pequeño laboratorio,
que es una excelente base para un laboratorio bacterioló-
gico que pueda satisfacer las necesidades del Departa-
mento.

47. -- .j i ---
Dirección departamental de Higiene del Valle
Fue designado para dirigir esta Oficina el doctor
Rafael Barberi.
No se ha recibido el informe de los trabajos de esta
Oficina en el curso del primer semestre de este año. Por
los informes parciales y por las notas recibidas se tiene
conocimiento de que el Director d~ Higiene ha trabajado
con actividad.
Uno de sus primeros cuidados ha sido procurar la
organización del servicio de vacunación antivariolosa,
exigiendo a las autoridades el cumplimiento de los acuer-
dos y resoluciones sobre el particular, y pidiendo el esta-
blecimiento de Oficinas de Vacunación en los Municipios.
Varios de éstos han atendido las disposiciones del Direc-
tor, y de este modo la vacunación se ha hecho obligatoria
y se ha logrado propagar la vacuna. Es de esperarse que
los demás Municipios procedan de la misma manera.
Ha sido constante el Director de Higiene en visitar
los establecimientos de educación, los cuarteles y las pri-
siones. En estas visitas ha hecho a las respectivas autori-
dades las indicaciones para mejorar el estado sanitario de
estos locales y ha enviado informes a esta Junta.
La aparición de la viruela en la capital del Departa-
mento y en varios otros Municipios ocupó la atención del
Director de Higiene, quien dictó las medidas convenientes
de profilaxis y las comunicó a las autoridades. La epide-
mia de viruela logró limitarse.
A la higiene urbana ha consagrado también su aten-
ción el Director de Higiene. Además de las disposiciones
que sobre aseo de la ciudad, sobre pulperías, mercado,
etc., sohre fábricas insalubres, destrucción de depósitos
de agua y charcos, recolección de basuras, inspección de
viveres, cte., se ha entendido con los Alcaldes y Concejos
Municipales de todos los Municipios del Departamento
para que se adopten en esos lugares medidas de la misma
naturaleza, y ha expedido los reglamentos necesarios para

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cada asunto de los mencionados. Esta providencia ha dado
buenos result:3dos, pues de los datos enviados a la Junta
aparece que en la mayor parte de los Municipios se han
adoptado y puesto en práctica las medidas dictadas por
el Director de Higiene, lo que demuestra que si las Direc-
ciones de Higiene tienen constancia lograrán al fin vencer
la inercia de las autoridades y la indiferencia del público.
También ha obtenido el Director de Higiene que la
mayor parte de los Municipios lleven la estadística demo-
gráfica y le envíen los datos correspondientes de acuerdo
con las ínstrucciones que él les ha comunicado. Aunque
todavia son insuficientes estos documentos, al fin se
logrará una estadística bastante completa en ese Depar-
tamento.
A la higiene de las escuelas también se ha atendido
en este Departamento. El Director de Higiene ha enviado
con insistencia circulares a los directores de colegios, a
los maestros de escuela y a las autoridades, sobre la
urgente necesidad de dar cumplimiento al Acuerdo y a las
resoluciones de la Junta Central de Higiene sobre la mate-
ria, y para que se mejoren las condiciones higiénicas de
los locales, en cuanto fuere posible.
El Director de Higiene de este Departamento ha
quedado encargado de la inspección de los buques Que
navegan en el río Callca para hacer cumplir el Acuerdo
número 13 de 1914 sobre navegación fluvial.
Sanidad de los Puertos
La civilización, y con elta el comercio universal, exi-
gen cada día con más urgencia quc las naciones atiendan
al saneamiento efectivo de los lugares que les sirven para
sus comunicaciones y tratos internacionales, y puede hoy
decirse que el cumplimiento de este deber es una condi-
ción indispensable para las relaciollt's de los pueblos entre
si. En ello hay raz6n y justicia, porque así como aun la

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más rigurosa profilaxis individual es impotente para pro-
teger la colectividad si por algún defecto en su aplicación
se contaminan otras personas, así llegan también a ser
inútiles las precauciones destinadas a proteger una Nación
si aquellas otras con las cuales está en relación infringen
las leyes de la higiene o descuidan sus prescripciones. Ni
las fronteras, ni aun los mismos mares, son entonces vallas
que basten a detener las pandemias que diezman la huma-
nidad y destruyen la riqueza. Para prevenir los desastres,
cuyas dolorosas consecuencias ya han palpado los pue-
blos, se acude a la higiene internacional, que hoy puede
limitar el dominio de esos flagelos conciliando los intere-
ses del comercio universal, que no pueden desatenderse
impunemente, con los más elevados de la salud general,
que son ley suprema.
Las Convenciones Sanitarias Internacionales han
logrado, en cuanto es posible, avenir estos opuestos inte-
reses. Adherida Colombia a estas Convenciones adquirió
derechos que la favorecen y obligaciones que ha estado
cumpliendo.
Por medio de las Leyes 17 de 1908 y 109 de 1912,
adhirió Colombia a las Convenciones Sanitarias Internacio-
nales celebradas en Wáshigton y París, respectivamente.
Los articulas 35 y 36 de 'la primera de estas Convenciones,
y los articulas 42 y 43 de la segunda imponen ~I deber
de construír una Estación Sanitaria central y estaciones y
elementos de desinfección en cada puerto, de manera que
no haya necesidad de enviar los navíos a otros puertos
para la desinfección, y obligan también a la Nación «a man-
tener un servicio médico organizado regularmente en cada
puerto maritimo, y una vigilancia médica permanente del
estado sanitario de las tripulaciones y de la población del
puerto.~
Para cumplir estas estipulaciones, la Ley 17 de 1908,
ya citada, creó los puestos de Inspectores de Sanidad de
los puertos y de Médicos de Sanidad de éstos, y ordenó
que se construyeran dos Estaciones Sanitarias Centrales,
una en el Atlántico y otra en el Pacifico.
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50. - ;;0 -
Estaciones Sanitarias
La Estación Sanitaria Central del Atlántico se cons-
truyó en Puerto Colombia, en la isla de Puerto Belillo, de
acuerdo con los planos adoptados por la Junta Central de
Higiene en 1910. La obra estuvo bajo la inmediata direc-
ción e inspección del doctor Julio A. Vengoechea, en su
carácter de Presidente de la Junta departamental de Higiene
del Atlántico, entidad que quedÓ encargada del manejo de
los fondos destinados para la obra, de acuerdo con la Ley
17 de 1908. Más tarde el doctor Vengoechea, como Inspec-
tor de Sanidad, organizó el servido de la Estación, que
desde entonces está a su inmediato cuidado.
Para darse cuenta la Junta Central de Higiene del
estado en que se hallaba este importante establecimiento,
resolvió que una comisión, compuesta del Médico de Sani-
dad del Puerto de Barranquilla y de una persona compe-
teRte nombrada por el Gobernador del Atlántico, practi-
cara una detenida visita de inspecciÓn. Compusieron esta
comisión los señores general Daniel Ortiz, nombrado por
, el Gobernador, y el doctor Miguel Arango M. Al final de
esta exposición encontraréis el importante informe de esta
comisión, del que tomamos los siguientes conceptos, hacia
los cuales llamamos vuestra atención:
"Tiene el Sanatorio tres embarcaciones: una en que
está montado el aparato Clayton, para fumig-ar los buques,
operación que se hace en dos horas, dejando el buque con-
venientemente desinfectado; y dos lanchas de g-asolina, la
mayor de las cuales I~S de treinta y seis caballos de vapor
y una velocidad de doce millas por hora; y la otra de once
caballos y de un andar de catorce millas. Estas embarca-
ciones están muy bien conservadas, su maquinaria brilla
de limpieza y prestan un correcto servicio. Hay abiertos
dos canales, cuyo objeto principal es el de poner en movi-
miento las aguas del lado oriental del sanatorio.
"En una extensiÓn bastante considerable se ha hecho
la tala de los manglares, con lo cual y COll el completo
¡lseo, se ha cOllseg-uido la absoluta extinción del mosquitu.

51. --- ~1 -
"Sesenta mil pesos, poco más o menos, se han gastado
en el descuaje de montes, construcción de edificios, mue-
lles, embarcaciones, maquillarias, mucbles y demás útiles
y enseres del Sanatorio; suma a nuestro juicio relativa-
mente pequeña y que pone de manifiesto la pureza y tino
con que se han manejado los fondos.
"Debido a la labor incansable y a la competencia del
doctor Julio A. Vengoechea, así como a su acendrado
patriotismo, tiene hoy el pais este sanatorio, el que, según
la opinión de competentes auto ridades, nada tiene que
envidiar a los mejores de Sll clase que se han montado en
Hispanoamérica.»
La comisiÓn termina su informe haciendo constar que
en el establecimiento reina el orden más completo, y que
tanto el Médico Jefe como los demás empleados cumplen
con sus deberes.
La Estación se compone de los siguientes edificios:
un pabellÓn de observación, pata pasajeros sanos, con sus
correspondientes separaciones; una enfermería para pasa-
jeros en quienes se sospeche alguna enfermedad transmi-
sible; un pabellón para enfermedades comunes; un pabe-
llón para enfermedades pestilenciales; un local para desin-
fección, y edificios para los empleados, para labora torio y
para la administración.
En la cámara de desinfección l'stá convenientemente
montada tina estufa de desinfección, de gran modelo.
Fl1nciona la estación COIl el personal señalado en la
ley de presupuestos, exceptuando el Administrador, por-
que la Junta Central de Higiene resolvió que el Jefe inme-
diato y Administrador de la Estación lo fuera el Médico de
Sanidad del puerto. Por esta razón solicitó que se supri-
miera ese puesto, y asi lo resolvió el Gobierno.
Tiene el establecimiento servício de agua potable,
planta de luz eléctrica, un casino bien instalado, jardin y
paseos. «El aspecto del Sanatorio, dice la comisión, es pin-
tororesco y alegre y previene el ánimo del visitante en
su favor.»
Aunque nO,_h~Uega~<?1 por fortuna, el caso de que a•• O" •• ,,_' _. , _ t'" ,

52. la Estación vayan enfermos de peste, de cólera o de fiebre
amarilla, está siempre lista para cumplir, cuando fuere nece-
sario, los deberes que imponen los pactos internacionales.
Allí se ha efectuado con regularidad la desinfección de los
buques que llegan después de haber tocado en puertos
infestados o sospechosos; se han aislado varios pasajeros
y se han rechazado otros por motivos de sanidad, de
acuerdo con las disposiciones vigentes sobre inmigración.
*
* *
El 20 de julio próximo pasado se inauguró la Esta-
ción Sanitaria de Santa Marta, construída de acuerdo con
la Ley 59 de 1913, que votó la cantidad de '$ 25,000 para
obras de saneamiento del puerto de Santa Marta. Los edi-
ficios Geconstruyeron de acuerdo con el plano adoptado
por la junta Central de Higiene en diciembre de 1913,
época en que se dio principio a la obra. De acuerdo con
la misma ley, la junta departamental de Higiene del Mag-
dalena se encargó del manejo de los fondos y de la inspec-
ción de las obras; posteriormente quedó reemplazada la
Junta citada por el Director departamental de Higiene,
doctor Manuel Cates, quien ha llevado a feliz término los
edificios. El doctor Cates ha prestado con esto un señalado
servicio, con desinterés y patriotismo que la junta se com-
place en reconocer.
Se compone la Estación de un pabellón con doble
servicio, para pasajeros en observación o en cuarentena;
un pabellón, también de dos servicios, para enfermedades
infecciosas; otro para habitación del Médico de Sanidad y
demás empleados y laboratorio, y, finalmente, edificios para
cocina, lavaderos, servidumbre, etc. Sólo falta un local para
la desinfección, que se construirá próximamente.
Tiene la Estación una planta eléctrica ya montada en
un local apropiado que suministra luz y fuerza que se
aprovecha para la provisión de agua potable, que se toma
del río Manzanares.
Los edificios están sobre una base de mampostería de