Mi tribuna de hoy en #Heraldo de #Aragón: "El humor y la responsabilidad". "El humor nos sirve para ensanchar nuestra interpretación de la vida y del mundo".
Tribuna: "El #humor y la #responsabilidad" en #heraldo. #charliehebdo
1. Jueves 29 de enero de 2015 l Heraldo de Aragón22 l TRIBUNA
LA sombra del cierre del
cuartel Sancho Ramírez se
cierne amenazante sobre
Huesca. Tal vez la capital
altoaragonesa no vislum-
braba tan negros nubarro-
nes desde la agria crisis del
metal de los años noventa.
En aquella década, la cas-
cada de cierres de las esca-
sas fábricas que quedaban
(Sanyo-Eurotrón SA, In-
dustrias Albajar o Humsa,
amén de otras medianas
empresas) dejó a la ciudad
sin el poco tejido industrial
que conservaba y la abocó
exclusivamente a sobrevi-
vir como centro adminis-
trativo en su condición de
capital de provincia. Un
monocultivo peligroso
ahora que los gestores po-
líticos se empecinan en
adelgazar la Administra-
ción pública a toda costa,
sin tener en cuenta las im-
plicaciones sociales y eco-
nómicas que la decisión
conlleva. En este contexto,
en el de la reestructura-
ción del Ejército de Tierra,
parece enmarcarse la
anunciada desaparición
del citado acuartelamiento
oscense. Hay que tener
muy en cuenta que el cuar-
tel Sancho Ramírez consti-
tuye actualmente la tercera
empresa local, por detrás
del hospital San Jorge y el
Ayuntamiento de Huesca.
Con 238 empleos directos
tiene una plantilla similar a
la de la Diputación Provin-
cial de Huesca. Como po-
demos apreciar, se trata en
todos los casos de institu-
ciones oficiales de diferen-
tes niveles administrativos.
Ni una sola compañía pri-
vada ocupa puesto de ca-
beza en este particular ran-
quin de principales empre-
sas, lo que ayuda a com-
prender por qué Huesca es
primordialmente una urbe
de funcionarios, dedicada
a los servicios, con un en-
torno agrícola en progresi-
va recesión. En estas cir-
cunstancias es más grave
el impacto económico y
social que supondría para
la ciudad el fin de la activi-
dad de la única instalación
militar que se mantiene
abierta y que, según algu-
nos cálculos, provocaría
unas pérdidas aproxima-
das de ocho millones de
euros anuales. La ciudad,
afortunadamente, se mue-
ve y ya ha surgido una pla-
taforma vecinal en defensa
del cuartel, que ha recogi-
do en pocos días en la ca-
lle unas 2.000 firmas. Que-
da poquísimo tiempo para
reaccionar y hacer ver al
Ministerio de Defensa que
su decisión hipoteca a to-
da una ciudad.
mgallego@heraldo.es
Mariano Gállego
Huesca
tiembla El humor y la responsabilidad
YO no soy Charlie. No se ofen-
dan. Vaya por delante mi solida-
ridad hacia las víctimas de París,
varias de ellas de religión musul-
mana, con las que me identifico
plenamente desde el punto de
vista humano. También vaya mi
repulsa a todo tipo de barbarie. Y
más, si es motivada por cuestio-
nes políticas, como en este caso,
aunque se disfracen de religiosas.
Si bien, dicho sea de paso, cada
día estoy más convencido de que
la religión tiene que ser parte de
la solución.
Se valora positivamente el cre-
ciente rechazo por parte de los lí-
deres musulmanes sobre el uso
de la violencia en nombre de
Dios. Solo hay que leer las reac-
ciones de los cuatro imanes reu-
nidos con el papa Francisco la
misma mañana de los atentados,
para darse cuenta que lo tienen
bien claro; que la única respues-
ta frente a atentados como este,
es la mano tendida entre creyen-
tes de distintas religiones. Es la
mejor respuesta que se puede dar
a este tipo de extremismo. El pa-
pa Francisco declaraba a los pe-
riodistas, en el avión en el que re-
gresaba de Manila: «Yo no puedo
insultar, provocar a una persona
continuamente, porque corro el
peligro de que se enfade y corro
el peligro de recibir una reacción
injusta; es algo humano».
Pero permítanme detenerme
en la reacción más común ante la
sátira, que, porque suele ser jus-
ta, porque suele señalar faltas
morales y pretensiones falaces,
porque hiere, porque denuncia,
suele provocar la furia de aque-
llos a quienes acusa. Y porque el
objeto de la sátira es muchas ve-
ces un personaje autoritario y po-
deroso, la reacción es con fre-
cuencia la censura, la prisión o,
como es el caso, la violencia te-
rrorista.
Escribía hace días Manuel Ál-
varez Junco, profesor de Bellas
Artes de la Complutense, que de-
bemos tributar nuestro rendido
agradecimiento a ‘Charlie Hebdo’
y a su labor de sátira indiscrimi-
nada frente a cualquier integris-
mo, sea musulmán, cristiano o ju-
dío. También, que el humor es la
capacidad humana para percibir
aspectos ridículos o absurdos de
la realidad y destacarlos ante los
demás de forma ingeniosa; un fe-
nómeno, por cierto, que siempre
nos ha servido para obtener una
visión diferente de la vida y en-
sanchar las interpretaciones de
los conflictos propios y ajenos.
Pero hay que añadir algo. Siendo
como es básico y necesario, el hu-
mor también debe ser responsa-
ble. No todo rasgo de humor es
incuestionable y oportuno en
cualquier momento y ocasión.
Nadie defenderá una broma so-
bre una víctima de violencia de
género, un chiste repugnante an-
te un niño o un ocurrente petar-
do en una reunión de víctimas
del terrorismo. Quiero pensar
que todos sabemos cuándo una
broma es responsable y cuándo
no lo es. Ya saben que siempre he
defendido desde estas páginas de
HERALDO la libertad de expre-
sión y que, sin este derecho, el
mundo está en peligro. Pero, al
mismo tiempo, creo que debería-
mos cuidar de marcar distancias
claras con caricaturas blasfemas
u ofensivas contra los creyentes
musulmanes, cristianos, budis-
tas, sintoístas o judíos, como las
que tantas veces ha publicado
‘Charlie Hebdo’.
Me reconforta leer que la reac-
ción de los escolares musulma-
nes franceses ante los atentados,
quiero pensar que por influencia
de sus mayores, ha sido de repul-
sa. Solo hay que ver sus dibujos o
leer sus enfados ante los terroris-
tas porque han «traicionado y co-
rrompido» la esencia del islam,
más que defenderlo. Aparte, les
preocupa el daño que estas accio-
nes causan a la imagen del islam
y de la comunidad musulmana. A
su vez, el imán Dr. Khaled Hanafy
argumenta que «condenar estos
ataques no es suficiente y que la
comunidad musulmana, antes
que nadie, debe tomar medidas
prácticas, porque el peligro que
amenaza a Europa es una amena-
za para los musulmanes también,
al ser parte integrante de la so-
ciedad europea; tienen un papel
que desempeñar en la protección
Roy Tarpley, Grecia y Podemos
HACE unas semanas moría Roy
Tarpley. Elegido mejor sexto
hombre de la NBA en la tempo-
rada 1987-88, sus problemas con
las drogas hicieron que la liga de
baloncesto norteamericana lo ex-
pulsara de su competición. Aca-
bó en Grecia, que por aquel en-
tonces fichaba a los mejores ju-
gadores a golpe de talonario. Así,
a Roy Tarpley –al que, por cierto,
tuve oportunidad de ver en el Pa-
bellón Príncipe Felipe en la tem-
porada 1992-93, jugando con el
Aris de Salónica, al lado de uno
de los mayores blufs de la histo-
ria del CAI Zaragoza, J.J. Ander-
son, ‘El Magic de los pobres’– le
acompañaron nombres como Do-
minique Wilkins, aquel estupen-
do matador de los Halcones de
Atlanta, el Laker Byron Scott o el
rocoso Cliff Levingston. Dracmas
cambiados por dólares y todos
los jugadores yugoslavos que uno
pudiera nacionalizar. Así, y con
una caterva de fanáticos violen-
tos y descerebrados, los griegos
han campado a sus anchas en el
baloncesto desde los años noven-
ta hasta ahora.
¿De dónde salía el dinero? De
las farmacéuticas, de los armado-
res... También, sospecho que fo-
tocopiaban billetes en los sótanos
del Partenón, pero eso no está
confirmado. Grecia como el
ejemplo de los noventa, los no-
venta como los nuevos ochenta y
después, las Olimpiadas del 2004
y suma y sigue. Grecia, falseando
las cuentas para entrar en el euro;
Grecia y sus servicios ferroviarios
de oro y platino... Y, mientras, ga-
nando copas de Europa, recopas y
alguna Korac (ese Walter Berry
contra el Stefanel Trieste).
Ha ganado Syriza, comunistas
de perfil bajo; pero, como aquí,
esa izquierda que solo es laica en
los programas de mano y que se
siente cómoda con el populismo
nacionalista. Había momentos de
éxtasis cósmico en las redes so-
ciales. Volvíamos a sentir envidia
de Grecia, no por el tapón de
Vrankovic o la imagen casi mito-
lógica de los fans del Aris de Sa-
lónica arrancando los asientos del
Príncipe Felipe en la Final Four de
1990, no... sentíamos envidia por-
que la verdadera revolución ha-
bía comenzado.
Repasando los resultados de las
elecciones en el país heleno, me
encuentro con que los comunis-
I El hu-
mor nos sirve para en-
sanchar nuestra inter-
pretación de la vida y
del mundo.
Por José María
Moncasi de Alvear,
director del Máster
Universitario en Már-
quetin y Comunica-
ción Corporativa de
la Universidad San
Jorge
Por Octavio Gómez
Milián
tas son primero y los nazis com-
pletan el pódium. No sé si es la
Europa de entreguerras o una
broma que amenaza con ser ma-
cabra en la semana del aniversa-
rio de Auschwitz. No hay fantas-
mas recorriendo el continente,
solo espectros del pasado.
De todas maneras, volviendo a
los mitos del terror clásico, los
políticos actuales parecen una
manada de muertos vivientes
hambrientos. Así que quizá fun-
cione el Frankenstein de izquier-
das amalgamadas que está por ve-
nir. Porque en España, hay que ad-
mitirlo, la mayoría de sus habitan-
tes no siente apego por su país (el
oficial, no el sentimental), tiene
que funcionar un presidente que
sepa menos de historia que el
guionista de Alatriste. Yo sé que
Pablo Iglesias nos hará felices,
por lo menos los primeros días.
Felices y funcionarios. A todos, a
mí el primero.
y en la promoción de la paz so-
cial en ella». Así mismo, este
imán argumenta que «no es una
excusa válida que esta revista pu-
blicase caricaturas anti-Profeta.
Insultos fueron dirigidos al Pro-
feta durante su vida y después de
su muerte; el Corán condena ta-
les difamaciones y nunca se de-
tendrá. Por lo tanto, la respuesta
adecuada es a través del pensa-
miento, el arte y la opinión, no el
asesinato o el terrorismo».
Me preocupa también muy mu-
cho la oleada de antisemitismo
que se propaga en el país vecino,
cuyo resultado es que diez mil ju-
díos franceses se irán en 2015 a
Israel. Ya saben que Francia es el
país que alberga la mayor comu-
nidad judía de Europa, unos qui-
nientos mil aproximadamente.
En este sentido, se ha detectado,
según la Agencia Judía para Israel
en Francia, un aumento del 91%
de los actos antisemitas entre
enero y julio de 2014, respecto al
mismo período del año anterior,
y se registraron quinientos vein-
tisiete casos frente a doscientos
setenta y seis de 2013, con actos
que van desde agresiones verba-
les o físicas hasta pintadas en
templos o profanaciones de tum-
bas. Pero, como dice Daniel
Benhaïm, presidente de la Agen-
cia Judía de Francia, la huida a Is-
rael (el ‘aliyá’) se inscribe en una
lógica migratoria «más general
que la simple cuestión del antise-
mitismo».
Viene muy a cuento de la ma-
sacre de París aquello de lo que
reflexionaba Voltaire en su ‘Tra-
tado sobre la tolerancia’ (capítu-
lo XXII): «Voy más lejos, os digo
que hay que mirar a todos los
hombres como hermanos nues-
tros», incluidos turcos, chinos o
judíos –afirmaba–, al ser sin du-
da todos «hijos del mismo padre,
criaturas del mismo Dios».