Moisés fue elegido por Dios para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. Su madre lo puso en una cesta en el río Nilo para salvarlo de una orden del faraón que mandaba matar a todos los recién nacidos varones hebreos. Fue encontrado por la hija del faraón y criado en el palacio. Más tarde, Dios se le apareció en una zarza ardiente y le encargó la misión de pedirle al faraón que dejara libre a su pueblo, con la
1. El elegido de Dios para liberar a su pueblo
Maximiliano García Folgueiras
2. Moisés era parte de la segunda
generación de israelitas nacidos
en Egipto. Su nacimiento tuvo
lugar cuando un faraón egipcio
había ordenado que todo varón
hebreo recién nacido fuese
ahogado en el Nilo. Esa orden
era para que el Pueblo de
Israel, el Pueblo de Dios no
siguiera creciendo.
La madre de Moisés se fue al
río y puso la cestita con el bebé
en el agua, entre las plantas a
la orilla del río, cerca del
palacio del Faraón, para
intentar esconderlo. Pero la hija
del Faraón lo encontró y se lo
llevó al Palacio, para cuidarlo, y
lo llamó Moisés, que significa
“salvado de las aguas”.
3. Moisés fue educado entre los
hebreos y aprendió a quererlos
y comprenderlos. Entendió que
ese era el pueblo de Dios, y que
deseaban volver a Canaán, la
tierra que Él les había
prometido, y así liberarse de los
malos tratos recibidos de parte
del pueblo egipcio.
Un día vio que un egipcio
maltrataba a uno de sus
hermanos, y se enfadó tanto
que mató al egipcio y lo sepultó
en la arena. Cuando el faraón se
enteró, quiso hacerle pagar por
ello, pero éste huyó de Egipto, y
se fue al desierto, donde trabajó
como pastor.
4. Pasó el tiempo y murió el faraón, pero con el nuevo, los hijos de Israel
seguían siendo maltratados. Dios escuchó las súplicas de su pueblo y decidió
actuar.
Un día cerca del monte Horeb, (monte Sinaí), Moisés vio que una zarza
estaba ardiendo sin cesar, pero no se consumía. Se acercó para mirar, pero El
Señor, que estaba en medio de la zarza le dijo: “¡Moisés! ¡Moisés!” Él
respondió: “Aquí estoy”. El Señor le dijo: “No te acerques, quítate las
sandalias porque el lugar que pisas es tierra santa” Y añadió: “Yo soy el Dios
de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob; he
visto la aflicción de mi pueblo en Egipto y he bajado para liberarlo de las
manos de los egipcios y para conducirlos a una tierra fértil y espaciosa, una
tierra que mana leche y miel. Quiero enviarte al faraón para que saques a los
hijos de Israel de Egipto”
5. Moisés se puso en camino hacia Egipto, y se encontró con su hermano
Aarón, al que Dios había mandado para que le ayudara. Juntos fueron a
entrevistarse con el faraón para que diera permiso a los israelitas para salir
de Egipto, pero éste se lo negó. El enfado de Dios fue tal que mandó plagas
sobre Egipto, entre ellas tiñó las aguas de sangre y mandó plagas de ranas,
mosquitos y tábanos, enfermedades al ganado, y tormentas de granizo. Las
plagas culminaron con la muerte de todos los primogénitos egipcios. Dios
ordenó a los hebreos marcar sus puertas con la sangre de un cordero, y de
esa forma la sombra de la muerte no entraría en sus casas para matar a sus
primogénitos. Como no había ninguna sangre de cordero en la puerta, la
sombra de la muerte mató al hijo del faraón. Ésta fue la plaga que
finalmente convenció al faraón de que debía liberar a los hebreos.
Dios ordenó a Moisés que estuvieran listos para salir de Egipto. Y así
salieron miles y miles de personas con Moisés al mando, que lideró al
pueblo israelita, iniciando así la larga travesía hacia la tierra prometida.
6. El Faraón los había dejado irse, pero
decidió salir a perseguirlos, y los
alcanzó en el mar Rojo. Con un gran
ejército, partió para recuperar a sus
esclavos. Atrapados entre el ejército
egipcio y el mar, los hebreos se
desesperaron.
Extendió Moisés su mano sobre el
mar; y Dios, por medio de un fuerte
viento solano que sopló toda la
noche, hizo que el mar retrocediera;
y cambió el mar en tierra seca, y
fueron divididas las aguas. Y los
hijos de Israel entraron por en
medio del mar, en seco, y las aguas
les eran como un muro a su derecha
y a su izquierda.
Cuando los egipcios intentaron
seguirlos, las aguas volvieron a su
cauce, ahogando a todo el ejército
egipcio.
7. En el desierto no se puede cultivar plantas, ni
pastos para animales. Por eso los israelitas se
quejaron, por falta de agua y alimento. Entonces
Dios le dijo a Moisés:
“Haré llover alimento del cielo para ustedes”.
Cada día la gente podrá salir a recoger todo el
alimento necesario para ese día. Con esto los
pondré a prueba para ver si siguen o no mis
instrucciones. Así que durante los cuarenta años
que duró la travesía por el desierto, Dios les
mandaba el alimento que se llamaba Maná. Y
también le dijo:
“Vete delante del pueblo y lleva contigo a
ancianos de Israel; lleva en tu mano el cayado
con que heriste el río, y ve, que yo estaré allí
delante de ti, en la roca de Horeb. Hiere la roca, y
saldrá de ella agua para que beba el pueblo”.
8. Durante la travesía por el desierto, Dios
confirió los Diez Mandamientos directamente
a Moisés en el monte Sinaí. Moisés subió a
dicho monte a recibir las Tablas de la Ley, y
estuvo en Sinaí durante cuarenta días, hasta
que recibió de Dios dos tablas de piedra
escritas con Su dedo.
Cuando Moisés bajó a notificar a su pueblo,
descubrió que en su ausencia los israelitas
habían fundido metales preciosos y
construido un becerro de oro, a semejanza de
un cuadrúpedo ídolo egipcio, y comprendió
que lo veneraban. Moisés montó en cólera y
arrojó las Tablas de la Ley, destruyendo
asimismo el ídolo de oro. Las prescripciones
divinas no obstante serían reescritas y
restablecidas por Moisés, siendo adoptadas
por el pueblo.
Moisés convocó a todo Israel y le
dijo: “Escucha, Israel, las normas y los
mandamientos que te enseño en este día;
ustedes los aprenderán y cuidarán de
ponerlos en práctica.”
9. Subió Moisés desde la llanura de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga,
que está frente a Jericó, y Dios le mostró toda la Tierra Prometida, y le dijo:
“Esta es la tierra que juré dar a Abraham, a Isaac y a Jacob. Yo la daré a tu
descendencia. Te he permitido verla con tus ojos, pero no pasarás a ella”. Y
allí murió Moisés.
Josué, que estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto
sus manos sobre él, continuó el camino. Después de cuarenta años por el
desierto, llegaron al Río Jordán y vieron la Tierra Prometida que quedaba al
atravesar el río. Dios le dio las instrucciones a Josué para pasar el río, que
también se abrió, igual que el Mar Rojo, y los israelitas pasaron pisando el
fondo del río a pie, porque las aguas del Río Jordán quedaron frenadas más
arriba para que pudieran pasar. Y así los israelitas fueron estableciéndose en
las ciudades de la Tierra Prometida y comenzaron su vida allí.
10.
11. ¿Quién? ¿Quiénes son los protagonistas?
¿Qué? ¿Qué sucedió en la historia?
¿Cuándo? ¿Cuándo aconteció el evento?
¿Dónde? ¿Dónde transcurre la historia?
¿Por qué? ¿Con qué finalidad se hizo?
¿Cómo? ¿Cómo fueron los hechos?
12. 1. ¿Por qué puso a Moisés su madre en una cesta?
2. ¿Qué significa Moisés?
3. ¿En qué forma se le apareció Dios?
4. ¿Qué misión le encargó Dios y quién le ayudó a cumplirla?
5. ¿Qué hizo el faraón cuando le dijo Moisés que dejase a su pueblo libre?
6. ¿Qué mandó Dios para que dejasen libre a su pueblo?
7. ¿Qué fue lo que hizo cambiar al faraón de opinión?
8. ¿Cómo se protegen los israelitas de eso?
9. ¿Qué le pasó al faraón cuando quería recuperar a los esclavos?
10. ¿Por qué se quejaron los israelitas a Moisés?
11. ¿Qué hizo Dios para ayudarlos?
12. ¿Dónde recibió Moisés las Tablas de la Ley?
13. ¿Qué sucedió cuando se las mostró a la gente?
14. ¿Quién siguió el camino hacia la Tierra Prometida tras la muerte de
Moisés?
13. Plagas
1º
2º
3º
4º
5º
6º
7º
8º
9º
10º
Oscuridad
Mosquitos
Ranas
Agua en la sangre
Muerte de los primogénitos
Úlceras
Langostas
Tábanos
Epidemia del ganado
Tormenta de granizo
Orden
14. Claves de la Biblia Palabras principales
Ex 1, 10-13,22
Ex 2, 1-5
Ex 3, 1-10
Ex 7
Ex 14, 5-16, 21-26
Ex 16, 1-17
Ex 17, 3-6
Ex 20, 1-17
Ex 24, 12-18
Num 27, 12-23
La zarza ardiente
Maná caído del cielo
Las plagas de Egipto
Pueblo de Israel esclavo
Separación de las aguas
del mar Rojo
Moisés recogido de las
aguas
Muerte de Moisés
Becerro de oro
Brotar agua de la piedra
Las Tablas de la Ley
16. Cada noche oré,
no sé si alguien me escuchó,
en el alma un canción
que nunca entendí,
no hay miedo en mi interior
aunque haya tanto que temer
moverás montañas
porque en ti esta el poder
habrá milagros hoy
si tienes fe
la ilusión no a de morir
Un gran milagro
hoy al fin veré
Si tienes fe lo lograras
podrás si tienes fe.
Malos tiempos son
ni la oración ayuda ya
la esperanza puede huir
cual pájaro y volar
mas hoy yo sigo aquí
creciendo en gozo y en amor
con la fe y la devoción
que nunca imaginé
habrá milagros hoy
si tienes fe,
la ilusión no a de morir
un gran milagro
hoy al fin veré
si tienes fe lo lograras,
podrás si tienes...
17. El elegido de Dios para liberar a su pueblo
Maximiliano García Folgueiras