“Se trata de no quedar atrapado de nuevo en la discusión sobre (las mejores o verdaderas) teorías, enfoques o escuelas de pensamiento pedagógico –allí donde nadie quiere que se entrometan con las propias convicciones-: la metodología propuesta deberá ser útil para maestros y directivos docentes, no para recomendar el “mejor modelo pedagógico”, ni menos formular alguno desde cualquier teoría, incluida esta, sino para que un colectivo de maestros dentro de una institución formadora de Docentes pudiese disponer de unas herramientas conceptuales.