Los riñones se encuentran en el aparato urinario y filtran la sangre para eliminar los desechos y el exceso de agua del cuerpo. Si los riñones fallan, los desechos y el agua se acumulan en la sangre, causando una afección llamada uremia con síntomas como hinchazón, dificultad para respirar y fatiga. Si no se trata, la uremia puede provocar convulsiones, coma y hasta la muerte.