2. La Hispania cristiana de los godos a punto estuvo de ser aniquilada cuando, en el año 711, los musulmanes se apoderaron de la Península Ibérica
3. Tras ganar los territorios gobernados por Don Rodrigo, los musulmanes llegaron a las estribaciones de los Pirineos obligando a los godos de Witiza a convertirse al Islam o a replegarse en las Galiasen busca del amparo de los francos
4. La situación se tornó desesperada cuando los musulmanes penetraron en la Septimania y conquistaron el Rosellón y el Narbonesado
6. En el año 730, derrotaron a los musulmanes en la batalla de Poitiers/Tours y los obligaron a retroceder al Sur de los Pirineos
7. El estado franco acogió a los refugiados visigodos en su territorio, pero a fin de evitar las peleas que los habían llevado al desastre, instaló a la facción de Alamundo en el Ducado de Vasconia y, separados por los francos del Condado de Toulouse, acomodó a los cath-alaunes de Ardón en la Marca de Gotia
8. Algunos años más tarde, Carlomagno ocupó el trono de los francos y, con la ayuda del Romano Pontífice, unificó en un gran imperio todos los territorios que había heredado y conquistado
9. Acto seguido, inició la reconquista de la Península Ibérica. Para gobernar las plazas ganadas, Carlomagno creó la Marca Hispánica
10. La tormentosa sucesión que se produjo a la muerte del emperador, Ludovico Pío, llevó a la desmembración del Imperio y la Marca Hispánica le correspondió al rey de Francia
11. Como correspondía a la ley franco-goda, la Marca Hispánica fue dividida en demarcaciones territoriales llamadas condados
12. La situación de debilidad del Reino Franco fue aprovechada por el condado de Pamplona para independizarse y erigirse en reino
13. El Condado de Aragón no tardó en unirse al Reino de Pamplona, seguido de los condados de Sobrarbe y Ribagorza
14. El resto de condados de la Marca Hispánica permanecieron gobernados por nobles francos y bajo la jurisdicción del rey de Francia
15. Uno de estos condados de la Marca Hispánica era el Condado de Barcelona, constituido en el año 801 por el emperador Carlomagno y otorgado al conde Bera, hijo mayor del conde Guillermo I de Tolosa
16. En el año 820, Bera fue acusado de traición y exiliado a Ruán
17. El condado de Barcelona le fue otorgado a Rampón, noble franco del círculo imperialRampón murió en el año 825. Entonces, el emperador otorgó el Condado de Barcelona a Bernardo de Septimania, hermano menor del conde Bera
18. El conde Bernardo estaba casado con la princesa Dhuoda, hija de Lupo Sánchez y sobrina de Centolio Lupus, Scemen y Garseand.A su vez, Dhuoda era hermana de Aznar de Aragón y de Sancho de la Valdonsella
19. Bernardo de Septimania era uno de los hombres de confianza del emperador Ludovico Pío, pero acusado de mantener relaciones ilícitas con la segunda esposa del cesar, Judith de Baviera, tuvo que abandonar la corte de Aquisgrán y refugiarse en sus posesiones barcelonesas
20. Bernardo de Septimania acabó siendo ejecutado por Carlos el Calvo, al que había correspondido Ia Francia Occidental en el reparto sucesorio
21. Carlos el Calvo, entonces, entregó el condado barcelonés a Sunifredo, hijo del conde Borrell, de la dinastía Sancha, quien lo sumó a los condados del Rosellón y de la isla de Cerdeña que acababa de arrebatarle a su primo, Aznar Galindez de Aragón
22. Pero las cosas tampoco fueron bien con Sunifredo y tras algunos nombramientos condales más, fallidos, Carlos el Calvo otorgó el Condado de Barcelona a Wifredo el Velloso, primogénito de Sunifredo
23. Por la Capitular de Quierzy, el Condado de Barcelona se convirtió en hereditario, lo cual no significa que las posesiones administradas por Wifredo el Velloso se convirtiesen en independientes; tan sólo que uno de sus hijos tenía derecho a heredarlo Pero seguía siendo un feudo vasallo del rey de Francia y los soberanos franceses debían sancionar la titularidad para que ésta fuese legítima
24. El condado de Barcelona, a partir de entonces, fue administrado por los descendientes del conde Wifredo el Velloso que tomaron el apellido Borrell como nombre de su linaje y de la dinastía de los condes de Barcelona
25. El conde Borrell II se casó con Letgarda de Tolosa, hija de Ponce Ramón I, duque de Aquitania y conde de Tolosa
26. Eran los tiempos en que Almanzor asediaba la ciudad de Barcelona creando graves problemas a sus condes
27. El conde Ramón Borrell, hijo y sucesor de Borrell II, considerando más prestigioso el apellido de su madre, lo adoptó como nuevo nombre de su dinastía, que en adelante se apellidó Ramón de Barcelona
28. Durante el gobierno de Ermesinda ondearon en Barcelona las armas de su padre, el duque de Gothia, Rogerio el Viejo
29. Ermesinda de Carcasona, tras la muerte de su marido, el conde Borrell, ejerció la regencia del condado de Barcelona por ser menor su hijo y sucesor, Berenguer Ramón I
30. Las relaciones entre madre e hijo fueron tormentosas y estuvieron plagadas de conflictos
31. La condesa Ermesinda tuvo un gran protagonismo, también, en la vida de su nieto, el conde Berenguer Ramón I, al que empujó a repudiar a Blanca de Narbona para raptar a Almodis de la Marca, vizcondesa de Marsella y esposa de Pons Guillaume de Tolosa
32. Se empezaba a hablar de preparar una cruzada a Levante donde se conquistarían nuevos territorios, y el conde de Barcelona aspiraba a obtener el título de Duque de los Cath-alaunes cuya heredera era AlmodisDe ese modo podría participar en la cruzada como miembro de la nobleza imperial
34. Pues el heredero del título resultó ser Ramón de Saint Gilles, hijo del primer matrimonio de Almodís y cabeza de la dinastía de los Baltho, Baux o Bas
35. Los hijos de Almodís y el conde de Barcelona, los gemelos Berenguer Ramón y Ramón Berenguer II, sólo recibieron de su madre el derecho a ostentar sus armas personales
36. En la actualidad, continúan siendo el emblema del Condado de Barcelona
37. El nieto de Almodís de la Marca, Ramón Berenguer III de Barcelona, se casó con Dulce de Provenza, Duquesa de Gothia, por lo que pasó a ostentar la dignidad en calidad de consorte, así como a ejercer la regencia del Condado de Provenza
38. Así lo reconocieron los cónsules de Pisa que, en la carta enviada a Ramón Berenguer III para invitarlo a participar en la conquista de Mallorca, lo catalogaron como Dux Cathalaunicum
39. Del mismo modo lo constataron, también, los vizcondes de Bas (vicecomes de Baux o Balzo) que disputaron el título a los Ramones de Barcelona en las llamadas Guerras Balcencas
40. Con la condesa Dulce llegaron a Barcelona la lengua lemosina y las Armas Soberanas del Reino de Arles-Provenza, heredadas de su antepasado, el rey Bosón
41. A la muerte de la condesa Dulce, el Condado de Provenza fue heredado por su hijo mayor, Berenguer Ramón, a quien correspondieron, además, el Escudo de Soberanía con las barras del Reino de Arles y el título de Dux Cathalaunicum
42. El resto de los descendientes de Doña Dulce podían ostentar las armas de Provenza, pero no como Escudo Soberano sino como armas personalesPara distinguirlas de las armas soberanas, debían rematarlas con la corona que corresondiera a su título nobiliario
43. El segundo hijo de la condesa Dulce, Ramón Berenguer IV de Barcelona, heredó de su padre los condados de Barcelona, Gerona y Osona en el año 1131
44. Tres años más tarde, en 1134, murió el rey de Aragón, Alfonso I el Conquistador. Su testamento revolucionó la Cristiandad. Había dejado los Reinos de Aragón y de Pamplona a las ordenes del Santo Sepulcro, el Hospital de San Juan de Jerusalén y el Temple
45. El conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, aprovechando la oferta del nuevo rey de Aragón, Ramiro II, aceptó ejercer la Regencia de Aragón y casarse con la heredera, la princesa Petronila , una niña de dos años
46. Sin la menor duda, Ramón Berenguer IV de Barcelona era la persona más apta para solucionar los graves problemas de Aragón Podía negociar con las ordenes de caballería por ser hijo de Templario y con el Papa, Calixto II, por estar casada su hermana, la reina Berenguela, con el sobrino del pontífice, el emperador Alfonso VII de Castilla
47. Para alcanzar su propósito, Ramón Berenguer IV tuvo que reconocer en las capitulaciones matrimoniales que los condados del Rosellón y de Cerdeña pertenecían a los Sancho, dinastía reinante en Aragón
48. Todos los pactos establecidos en las capitulaciones entre el conde de Barcelona y el rey de Aragón son claros, sujetos al derecho de la época y poco interpretables, a pesar de las especulaciones de muchos cronistas, sólo achacables a su ignorancia jurídica
49. Según los mismos, el rey de Aragón era Ramiro II y la única heredera su hija Petronila. El conde Ramón Berenguer IV de Barcelona ejercería la regencia del reino en nombre de su suegro y a la muerte de éste en nombre de su esposaEn aplicación de la ley sálica vigente en Aragón, las mujeres no gobernaban, pero sí transmitían los derechos. Por tanto, Petronila transmitió los derechos reales de su padre, el rey Ramiro, a su hijo, el rey Alfonso II de Aragón
50. Ramón Berenguer IV sólo tendría derecho a ceñirse la Corona de Aragón en caso de no engendrar sucesor y sobrevivir a la reina PetronilaNo hubo lugar. El conde de Barcelona se casó con la heredera de Aragón en 1150 y tuvieron cinco hijos, de los que cuatro les sobrevivieron
51. Otro de los temas que se negoció con sumo cuidado fue el correspondiente a las armas e insigniasDado que la ley heráldica aragonesa obligaba a elegir un solo blasón de entre todos los posibles como armas personales, Ramón Berenguer IV eligió las armas de su madre, las barras de oro y gules de los reyes de Arles-Provenza, por ser las más encumbradas que tenían los Ramones de Barcelona
52. En obediencia a las leyes heráldicas, Ramón Berenguer IV brisó su blasón con la corona condal
53. Sin embargo, éste no era el Escudo Soberano, rematado con la corona real que su hijo convertiría años más tarde en la Señal Real de los reyes de Aragón
54. No podía serlo puesto que el Escudo Soberano pertenecía al Dux Cathalaunicum, que era su hermano, Berenguer Ramón II de Provenza
55. Otra de las cuestiones que ha generado controversia es el título de príncipe otorgado a Ramón Berenguer IV de Barcelona por el rey Ramiro II de AragónSu denominación exacta era Príncipe de Aragón y fue creado para ser la dignidad ostentada por los consortes de las reinas de AragónNada tenía que ver con la Marca Hispánica ni con el Condado de Barcelona, sobre el que el rey Ramiro II de Aragón no tenía jurisdicción alguna
56. Dicho título aragonés no convertía a Cataluña en Principado, ni mucho menos Y, desde luego, a nadie se le ocurrió entonces denominar Principado a los Condados de la Marca Hispánica Entre otras cosas porque habría molestado muchísimo al rey de Francia, de quien eran vasallos, y al resto de administradores condales, exactamente igual de condes que Ramón Berenguer IV
57. Así puede leerse todavía en el cenotafio que la Orden del Santo Sepulcro erigió a Ramón Berenguer IV en el monasterio de Ripoll
58. Las cosas ya estaban bastante mal con Francia sin necesidad de complicarlas másEn 1152, un año y medio después de la boda de Ramón Berenguer IV con Petronila de Aragón se produjo el esperpéntico divorcio de Leonor de Aquitania y el rey Luís VII de Francia
59. Dos meses después, la brava Leonor cometió la acción que más podía fastidiar a su ex-marido: se casó con el rey Enrique II de Inglaterra
60. Aquella boda dio un vuelco espectacular al mapa de Francia y redujo las propiedades del rey francés a menos de la mitadAquitania, aunque nominalmente vasalla del rey de Francia, era gobernada por el rey de InglaterraEl Condado de Toulouse, feudo francés, se había quedado descolgado, a merced de los Aquitanos
61. Ramón Berenguer IV de Barcelona, que a consecuencia de la muerte de su hermano mayor ejercía la regencia provenzal en nombre de su sobrino, Ramón Berenguer III de Provenza, había iniciado un acercamiento al Imperio, enemigo de la Corona de AragónEllo le había reportado la ayuda de los Ginoveses de Borgoña para conquistar Lérida y Tortosa, así como para participar en la Toma de Almería
62. Crecido con estas victorias, el conde de Barcelona vio en la debilidad del rey de Francia la ocasión de liberar sus feudos del dominio francésSe convirtió en el amigo y el mayor aliado del rey Enrique II Plantagenet-Anjou, soberano de Inglaterra
63. La estrategia del rey de Inglaterra y del regente de Aragón era clara:Dominar el Sur de Francia y restaurar el antiguo Reino de Aquitania para independizar los feudos occitanos e hispánicos del dominio francés
64. La muerte impidió a Ramón Berenguer IV de Barcelona alcanzar sus propósitos El regente de Aragón falleció el año 1162 en Borgo San Dalmazzio, en el Ginebresado, cuando se dirigía a Turín para entrevistarse con el emperador Federico IISólo hacía cinco años que había muerto su suegro, el rey Ramiro II de Aragón
65. Su viuda, la reina Petronila, en un gesto poco reconocido por los historiadores, se hizo cargo del gobierno en el Reino de Aragón y en el Condado de Barcelona hasta que su primogénito, Alfonso, cumplió la edad legal para gobernar
66. En 1164, Petronila abdicó como reina de Aragón y condesa de Barcelona en su hijo, Alfonso II, apodado el CastoDadas las contradictorias exigencias de los testamentos paternos sobre el nombre que debía llevar su dinastía, Alfonso II renunció a las anteriores denominaciones, Sancha o Ramona, e instituyó el apellido Aragón como nuevo nombre de sus descendientes y herederos
67. Poco después, Alfonso II heredó de su primo, Ramón Berenguer III de Provenza, sus posesiones, el título de Dux Cathalaunicum y el escudo soberano de la Casa de ProvenzaDon Alfonso convirtió dichas armas en blasón real por el mismo motivo que las había elegido su padre: por su prestigio y antigüedad: “Don Alfonso II mudó las armas e seynnales de Aragón e prendió bastones” (Crónica de San Juan de la Peña) Pero no fueron armas condales las que ostentó sino armas reales, a las que su padre no tenía derecho
68. Ninguna unión se había producido entre el Condado de Barcelona y el Reino de Aragón, por la sencilla razón de que era jurídicamente imposible
69. Los reyes de Aragón eran soberanos mientras los condes de Barcelona eran vasallos feudales del rey de Francia
70. La incómoda situación de ser monarca soberano, y al mismo tiempo vasallo de un rey vecino, fue heredada por Pedro II de Aragón
71. Como soberano aragonés era vasallo de la Iglesia de Roma, pues sus antepasados le habían enfeudado el reino a cambio de la investidura
72. Pertenecían, por tanto, a la facción güelfa que se enfrentaba a los gibelinos imperiales por el DominiunMundi
73. Pero como conde de Barcelona, Pedro II era vasallo del rey de Francia
74. Sólo fue aliviado de la dignidad de Dux Cathalaunicum que, junto con el feudo de Provenza, su padre le dejó a su otro hijo, Alfonso II de Provenza
75. La herencia no era envidiable pues la Iglesia había lanzado una cruzada contra los Cath-alaunes por practicar su antigua religión arriana, a la que se llamó Cáth-arria o Cátara
76. En un principio, el rey Pedro II apoyó a la Iglesia Romana en el conflicto, llegando a recibir el sobrenombre de el Católico debido a su participación en la Batalla de las Navas de Tolosa
77. Pero, inesperadamente, el rey de Francia se unió al Papado para liderar la cruzada contra los Cátharos
78. Bien mirado, era el único medio que tenía para derrotar al rey de Aragón, aliado del rey de Inglaterra, y comenzar a recuperar sus feudos aquitanos
79. La cruzada fue salvaje, sobre todo en Beziers y Carcasona, por lo que Don Pedro no tuvo más remedio que acudir en auxilio de su hermano y vasallo, Alfonso II de Provenza, y de su cuñado, Raimundo VII de Tolosa
80. El rey Pedro intentó por todos los medios evitar la lucha. Para ello, incluso, comprometió a su hijo, Jaime, el heredero de Aragón, con la hija del caudillo de la cruzada, Simón de Monfort
81. El príncipe Jaime, de sólo tres años, quedó como rehén en la fortaleza de Carcasona hasta alcanzar la edad de cumplir el pacto
82. Sin embargo, una vez tuvo en su poder a Don Jaime, Simón de Monfort no cumplió lo acordado y se dispuso a atacar
83. Al rey Pedro II de Aragón no le quedó otro remedio que pelear
84. Reunió a sus leales y se preparó para la batalla. Murió al frente de sus tropas en Muret
85. El papa lo había excomulgado por apoyar a los Cátaros por lo que fue enterrado en el Monasterio de Sijena, fuera de suelo sagrado
86. El rey de Francia se había salido con la suya. Sus posesiones anteriores y posteriores a la Cruzada hablan con mas elocuencia que cualquier argumento
87. Los Cátaros habían sido derrotados, ya no existían motivos para retener al rey de Aragón. El papa ordenó que liberaran a Don Jaime y que quedase bajo la tutoría de los Templarios en Monzón. El rey tenía seis años
88. Jaime I el Conquistador volcó los mayores esfuerzos de su reinado en conquistar los reinos de Mallorca y de Valencia a los musulmanes
90. La muerte sin herederos varones de su primo, Ramón V de Provenza, abrió un problema sucesorio de incalculables consecuencias, germen de las posteriores luchas entre franceses y aragoneses por las posesiones italianas
91. Los matrimonios de las cuatro hijas de Ramón Berenguer V de Provenza excluían al rey Jaime I de Aragón de la sucesión provenzal
92. La apropiación de Provenza por parte de Carlos de Anjou, marido de Beatriz de Provenza, obligó a los reyes de Francia y de Aragón a establecer un acuerdo por el que quedaran claros los derechos sobre sus posesiones
94. En virtud del acuerdo, Jaime I obtuvo todos los feudos de la Marca Hispánica situados al Sur de los Pirineos y el rey de Francia todos los del Norte
95. El Condado de Barcelona había dejado de ser un feudo del rey de Francia para convertirse en un feudo de los reyes de Aragón. El hecho de que concurriesen en la misma persona los títulos de rey de Aragón y conde de Barcelona no varía las jurisdicciones soberana y vasalla de las instituciones
96. Pero con el nuevo orden se iniciaba un periodo histórico que llevaría a la constitución de la Corona de Aragón