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BCE:¿remiten las gangas?
1. BCE: ¿REMITEN LAS GANGAS?
Manfred Nolte
Era cuestión de tiempo que los gobiernos y sus bancos centrales reaccionasen
ante las crecientes tensiones inflacionistas. Aunque el consenso general del
mercado a escala global es que se trata de un fenómeno de recalentamiento
coyuntural, ha resultado ser menos pasajero de los previsto y la maquinaria
pública se ha visto obligada a moverse en la foto, aunque sea por mera
responsabilidad y huir de una imagen de inmovilismo. Las reacciones de los
bancos centrales contienen variantes y nosotros nos centraremos en la reciente
decisión del Banco Central europeo, que es lógicamente la que directamente nos
concierne. Lo cierto es que el Instituto con base en Frankfurt ha reconocido que
la presión inflacionista esrelativamente persistente, y ha aumentado su previsión
hasta el 2,6% para 2021(en media anual), y hasta el 3,2% en 2022, antes de que
vuelva por debajo de su objetivo del 2% (1,8%) en 2023.
Pero¿de qué estamos hablando? Hagamos antes un poco de memoria. Lahistoria
económica recordará a 2020 como el año en que el debate en torno a las finanzas
públicas pasó de la sostenibilidad de los déficits públicos y la deuda a la mera
sostenibilidad y viabilidad del modelo económico. En 2019, el debate sobre la
economía sostenible tenía gran número de adeptos entre los defensores de la
ortodoxia que abogaban porque el gastopublico se ejecutase dentro de los límites
de los presupuestos públicos equilibrados. En 2021, el debate ya no ha sido sobre
presupuestos equilibrados sino sobre el destino y las condiciones de la inversión
pública y del apoyo público a la economía para recuperar la normalidad posible.
2020 ha significado un punto de inflexión. Con independencia de los
movimientos en los tipos de interés a corto plazo y de las compras tradicionales
de bonos en los mercados para abaratar su coste, el BCE empezó en marzo de
2020 y hasta el día de hoy a comprar deuda pública bajo un llamado programa
PEPP por valor de unos 810.200 millones de euros, como política compensatoria
ante la pandemia. Solamente de España figuran en los libros del BCE títulos
Covid por valor de 89.846 millones de euros.
Por supuesto, el programa PSPP representa una ayuda, y desborda el ámbito
estrictamente monetario para incurrir en una modalidad larvada de política
fiscal. Comprando títulos de los estados en el mercado secundario de forma
masiva -incluso saltándose los límites del 35% por país- el BCE rebaja los tipos
de los títulos incurriendo en una subvención. Cada punto de recorte le supone al
tesoro español un ahorro anual de cerca de 12.000 millones de euros.
2. Ahora, la semana pasada, el BCE ha puesto termino al programa de compra de
bonos Covid (PEEP)a partir de marzo de 2022. Pero que hay que estudiar la
medida con cautela para evaluar su intensidad. Porque, alternativamente, el
Institutocentral vaa seguir con las compras convencionales de bonos o programa
APP. De modo que, si hasta ahora compraba 20.000 millones de deuda al mes,
ahora lo elevará a 40.000 millones entre abril y junio, para situarse en 30.000
millones en el tercer trimestre y volver a los 20.000 millones a partir de octubre.
Aun resta un matiz importante. Las reinversiones de los valores comprados bajo
el marcodel PEPP se han prorrogado hasta al menos el final de 2024, y en su caso
el programa podría reanudarse si fuese el caso. De modo que el efecto de la
reducción en las compras sobre el tipo de interés de los bonos no parece
significativo a corto plazo.
A diferencia de lo decidido por la Reserva Federal americana, nuestro banco
emisor va a dejar intacta la batería de los tipos de interés nulos y negativos que
acompañan desde hace algún tiempo a su mandato. “Sigue siendo bastante
improbable que subamos los tipos de interés en 2022, pero nos guiamos por los
datos”, ha manifestado su presidenta, Christine Lagarde.
La conclusión de lo anterior es que la reciente reacción de los banqueros centrales
y en particular la del BCE debe calificarse de moderada, avalando
subliminarmente la tesis de que el vigente fenómeno inflacionista esta llamado a
ser transitorio.
La ‘forward guidance’ lanzada por la FED, el Banco de Inglaterra, el BCE y otros
permite modular expectativas durante los próximos meses. Y con cada reunión
de los Consejos en la que se retrasa el ajuste, se mantienen abiertos los grifos de
política monetaria, con el consiguiente impacto beneficioso en otros mercados,
básicamente en el de valores.
La reacción de los mercados a la política de los bancos centrales no está en
función de lo que anuncien los políticos. Es una función de lo que anuncian en
relación con lo que los mercados esperan que haga. Al enviar una señal clara y
agresiva ahora, se han dado espacio para poder actuar de forma moderada en los
próximos meses, salvo que las circunstancias se enconen.
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