2. -El cuento es la forma
literaria más común y
extendida. Sus
orígenes se sitúan en la
tradición oral. Aún hay
naciones y pueblos de
rico acervo oral de
cuentos que carecen
de literatura escrita.
3. El cuento nació
cuando el hombre dio
expresión articulada
a sus supersticiones y
creencias, al intentar
una explicación del
mundo que lo
rodeaba.
4. Así nacieron los mitos
y las leyendas.
Después, el hombre
necesitó ejemplificar
normas de conducta,
y nacieron las fábulas
y apólogos, en los
que se otorga el don
de la palabra a seres
que no lo poseen.
6. En Grecia vivió Esopo, cuya
sabiduría se refleja en las
fábulas que contó. Se cree
que murió 550 años antes
de Cristo. Presentaba sus
lecciones, a la gente de su
tiempo, de manera
indirecta y bajo la forma de
anécdotas breves, en los
que los actores eran los
animales que todos
conocían…
7. Los infortunios que
sufrían sus animales
parlantes eran los
mismos que había
hecho sufrir a sus
orgullosos y
atolondrados amigos, y
son los mismos que
hoy aquejan al género
humano
8. Estos mismos temas y otros nuevos,
contaron, también, Fedro (S. I); La
Fontaine (1621 – 1695); Tomás de Iriarte
(1750 -1791) y Félix María de Samaniego
(1745-1801).
9. En medio de una libertad
muy amplia de forma, el
cuento se refiere a todos
los casos y aventuras del
pensamiento, desde las
simples historias al calor
del fuego (cuya
inclinación al misterio es
fácil, llegando a
expresiones de
aquelarre).
10. Hasta las más
elaboradas de magia,
religión, cronología,
ciencia, con extremos
de complicación
argumental, temática y
expresiva, tanto o más
agudos que en
cualquier otra forma
literaria.
11. En términos generales, el cuento debe
ser más breve que la novela corta; debe
estar concebido con sencillez tal que le
permita llegar a sectores más amplios
que la novela y la novela corta.
12. Tradicionalmente se
mencionan dos formas
o tipos de cuentos: el
de ejemplificación
moral y el de simple
entretenimiento;
aunque esta
caracterización es
insuficiente.
13. En sus orígenes, el cuento fue puesto de manera
predominante en verso, pero desde fines de la
Edad Media es forma propia de la prosa.
Menéndez y Pelayo dice que Don Juan Manuel y
Boccaccio crean con sus cuentos la prosa
novelesca europea.
14. En Italia florece admirablemente el cuento medieval. A
mediados o fines del S. XIII se compila en Florencia,
por mano anónima, la serie llamada Novellino o Canto
novelle antiche, cuyas historias bíblicas, hagiográficas,
trovadorescas y caballerescas llenan la intención
general de instruir al cortesano.
15. Tres grandes cuentistas dominan el panorama del S. XIV:
Don Juan Manuel, Boccaccio y Chaucer, con sus
colecciones El conde Lucanor, El Decamerón y los Cuentos
de Canterburi (en versos); pero es principalmente de
Boccaccio que procede el cuento del Renacimiento,
durante el cual predominan, los cuentistas Italianos.
16. A principios del S. XVII,
Cervantes publica sus
“Novelas Ejemplares”; a
fines del mismo, aparece
“Cuentos de mi madre la
oca” (1697), de Charles
Perrault. Perrault dio
forma escrita a una serie
de cuentos tradicionales
que configuraron una
nueva forma: La Infantil.
17. De abundante acarreo
folclórico, estos cuentos
para niños retoman
antiguos mitos: así, La
Bella Durmiente de
Bosque es la hibernación
de la naturaleza; la
Cenicienta es la estación
nueva que se desposa
con el sol, en símbolo de
fertilidad.
18. Una nueva irrupción del cuento
oriental hubo en Europa a principios
del S. XVIII, con la traducción, que
hizo el orientalista francés Antoine
Galland, de Las mil y una noches.
19. Con el Romanticismo y el auge del
costumbrismo y el nacionalismo, los
cuentistas se multiplican en el S XIX. En
Alemania, se abre el siglo con “Cuentos de
niños y del hogar”, de los hermanos Grimm.
20. En Inglaterra, se destacan Dickens (El velo negro); Stevenson
(cuento de aventuras): Walter Scott, con sus Cuentos del
abuelo, inspirados en la tradición escocesa; Oscar Wilde (El
gigante egoísta; El príncipe feliz); Kipling; Luis Carroll (Alicia en
el país de las maravillas).
21. En Rusia, Gogol, Tolstoi, Chejov, Rushkin,
Gorki. En Francia, Prosper Mérimeé; Balzac;
Apollinaire; Maupassant (uno de los más
grandes cuentistas de la historia). En
España, Larra, Becquer, Valera, Alarcón,
Clarín (Leopoldo Alas).
22. En Dinamarca, Hans Christian Andersen (El patito
feo), señala la culminación moderna del género
de cuentos para niños. En Italia, merece especial
mención Carlos Callodi, con su célebre Pinocho.
23. En Norteamérica, hablando estrictamente de
obras para niños y jóvenes, tenemos a Mark
Twian. En América Latina, fue a mediados de
1539, cuando se hicieron los primeros libros,
en su mayoría con temas de carácter religioso.
24. Se abrieron imprentas en Lima, Perú También los
jesuitas del Río de La Plata y otras ciudades como
La Habana, Oaxaca, Bogotá, Quito, Córdoba,
Buenos Aires, Santiago de Chile, Guadalajara, etc.,
se dieron a la tarea de lanzar impresos.
25. Fue Rafael Pombo (1833-1912), escritor
colombiano quien logra crear Personajes, a partir
del folclor anglosajón, donde inserta la poesía
para niños, el humor, la fantasía, la irreverencia,
lo absurdo, la imaginación propios de nuestras
culturas, creando nuevas historias llenas de color
que todavía hoy son disfrutadas por los lectores
de todas las edades.
26. Luego vendrían otros autores como Rubén
Darío, Gabriela Mistral, Horacio Quiroga y en
Costa Rica, Carmen Lyra (1888-1949). María
Isabel Carvajal fue maestra y escritora, “Los
cuentos de mi tía Panchita”, el cual se
convierte en un clásico de la literatura
costarricense, donde se emplea el habla
popular de la época.
27. Hasta aquí, este breve recorrido, con una alusión final a
algunos protagonistas del SXIX y principios del SXX, que
dieron forma a los primeros libros para niños y niñas de
Conforme pasa el tiempo, se puede notar que las
historias se van transformando, acercándose y
comunicándose, cada vez más, con las inquietudes,
fantasías y aspiraciones de los y las lectoras, tocando las
vivencias y problemas de una forma más natural, lúdica,
fresca y espontánea, en temas como el amor, la amistad,
la injusticia, la ruptura de los estereotipos de la vida, la
sátira y los miedos.
29. La respuesta aceptada como
correcta a la pregunta “¿Quién es el
autor de Cenicienta?”, formulada en
un concurso radial, ha sido:
“Perrault”. Eso dio lugar a tantas
protestas, que los organizadores del
concurso tuvieron que consultar a los
bibliotecarios.
30. Al cabo de muchas investigaciones, se
comprobó, en efecto, que Perrault había
publicado la historia de Cenicienta en 1697,
pero que un autor italiano de apellido Basile
había escrito el mismo cuento en 1630. Y en
esa fecha la historia de Cenicienta tampoco
era nueva, pues se trataba de un antiguo
cuento oriental que las cruzadas habían
llevado a Europa cuatro siglos antes.
31. Es lo que sucede con la
mayoría de los cuentos de
hadas. Antes de haber
alcanzado la forma literaria
con que se los conoce,
han atravesado
continentes y océanos
llevados por migraciones
de pueblos, a veces
transmitidos por esclavos,
otras por trovadores, por
expedicionarios o por
bohemios errantes.
32. En Egipto, los arqueólogos han descubierto algunos
cuentos escritos en papiro en la época del Imperio
Medio; es decir, en 2160-1788 antes de Cristo.
33. Así, los relatos que hoy se leen, se
remontan, generalmente, a orígenes
antiguos y han sobrevivido pasando de
una larga cadena de narradores o de
cantores populares.
Pero, no siempre es así.
34. Algunos cuentos de hadas modernos
son creaciones originales de sus
autores. Las obras de Hans Christian
Andersen, en Dinamarca, y de Luis
Carrol; en Inglaterra, pertenecen a esta
clase.
35. Un cuento de hadas no es necesariamente un
cuento en que se habla de hadas. Se puede
tratar de una fantasía de la imaginación, así
como Alicia en el País de las Maravillas, de
Luis Carrol, o de animales que hablan o
también de ogros y de genios.
36. Pero el elemento indispensable es la
magia, ya se trate de elfos, duendes,
gnomos, enanos, trasgos, gigantes,
sirenas. Ogros, dragones u otros seres
fantásticos.
37. Cuando un cuento de hadas se vuelve
tradicional en un país y expresa las
creencias, costumbres y aspiraciones
del pueblo, se registra como cuento
popular y pertenece al folklore de la
región.
38. Por supuesto, al pasar de un país a otro, de
un narrador a otro, el relato sufre
numerosos cambios. Algunas veces la
variante es intencional, para hacer la
historia más interesante o más al alcance
de diferentes pueblos; otras es accidental.
39. Ya sea que los cuentos de hadas
sucedan en las entrañas de la tierra, en
los mares, en las cimas de las montañas
o en los paramos, al claro de la luna, casi
siempre se trata de un país de bellezas,
en donde la honradez y la pureza de los
sentimientos triunfan al final, donde el
malo es castigado inevitablemente.
40. Entre los personajes del relato, el
hijo más joven es generalmente
más dulce, más inteligente que
sus hermanos y también el más
feliz; y, por supuesto, la hija más
joven es la bella entre sus
hermanas y la más maltratada de
ellas, pero la que triunfa al fin.
41. Los animales
hablan, y no es raro
ver alguna
metamorfosis que
ocurre en el
momento oportuno.
Los deseos
subconscientes de
los pobres y de los
desgraciados
siempre se realizan.
42. El campesino se
vuelva rey, el pobre
es cubierto de oro y
de piedras preciosas,
la injusticia de los
grandes (poderosos)
de la tierra es
castigada. Desde
hace 4000 años,
ningún narrador
cambió nada a todo
esto.
43. El cuento de hadas, de
dondequiera venga, tiene
como única razón de existir
la de satisfacer las secretas
aspiraciones de los que
siempre guardan la
esperanza y la eterna
juventud del corazón.
45. 1. Una lectura
equivocada
Esta estrategia va dirigida a niños
muy pequeños. Y como de lo que se
trata es que el niño sepa descubrir,
cuando por segunda vez escucha la
lectura de un cuento, los errores
que comete un lector, nos parece
que un buen titulo puede ser Una
lectura equivocada.
46. Participantes
Como hemos dicho, deben ser
niños pequeños. Incluso puede
hacerse con los pequeñines
que están a punto de aprender
a leer.
El número no tiene demasiada
importancia. Pueden ser
veinticinco, cuarenta... Debe
decidirlo en cada caso el
animador, de acuerdo con su
capacidad para dominar la
situación y conseguir el
silencio necesario para la
comprensión de la lectura y
para hacerla fructífera.
47. Objetivos que se persiguen
Los objetivos, en esa edad, son muy sencillos. Casi
podríamos decir que el principal, por no decir único,
es conseguir que escuchen la lectura de un cuento.
Pero podemos fijar estos:
•Atender a la lectura en voz alta.
•Entender lo que se les lee.
•Cultivar la atención.
48. Persona responsable
Un animador de voz agradable, que sea buen
lector, que tenga paciencia y agilidad mental para
cambiar sobre la marcha los nombres y la
acción de los personajes y también algunas
situaciones.
Material o medios necesarios
Un libro de cuentos sencillos, a la altura de los
participantes.
49. Técnica
Reunidos los niños que van a tomar
parte en la sesión, el animador lee el
cuento elegido en voz alta,
pausadamente, para que
comprendan el argumento
50. •Pregunta si les ha divertido, qué
personaje les parece mejor y par qué,
cuál es el momento más interesante
del cuento, etc.
51. •Luego, les advierte que lo va
a leer por segunda vez. Que
si él se equivoca en algo,
digan: « ¡ Te equivocas !».
52. •Lee de nuevo el cuento en voz
alta, sustituyendo nombres y
situaciones. Los niños que
detecten cada equivocación
deben decirlo en su momento.
53. •La reunión puede terminar rematando
la animación el mismo que la dirige,
anunciándoles que otro día leerán otro
cuento y se divertirán mucho con este
juego.
54. Tiempo necesario
Es conveniente que no se prolongue mucho
más de media hora, ya que se supone que el
cuento elegido es corto. Si hay comentarios
interesantes por parte de los niños, se puede
prolongar unos minutos mas, pero sin
excederse.
55. Interés y dificultad
El interés esta en el valor del mismo
cuento y en la forma de leer del
animador; y también, en parte, en los
comentarios que el cuento inspire a los
niños.
La dificultad mayor puede estar en la
falta de hábito del niño para escuchar lo
que le leen.
56. Análisis de la sesión
Por tratarse de niños muy
pequeños, el animador
tendrá que analizar
seriamente como ha
discurrido la sesión, si los
objetivos de la estrategia se
han logrado, como tales o
cuales detalles han
favorecido o perjudicado a la
sesión, etcétera, para, en la
próxima, enmendar aquello
que no resulto bien.
58. Esta estrategia pretende que los niños, por muy
péquenos que sean, puedan distinguir unos
personajes de otros, en un libro que hayan leído a
solas. Para lograrlo, se le presentan, dibujados en
varios cartones, vestidos y objetos que ellos deben
aplicar con acierto a los correspondientes
personajes del libro. De ahí el titulo ¿Esto de quién
es?
59. Participantes
Cómo se podrá observar, este juego es para niños muy
pequeños que ya comprenden lo que leen, y va encaminado
a que descubran como es cada uno de los personajes: su
aspecto físico, su ambiente, incluso sus rasgos psicológicos
y sociales.
Si se trata de niños muy pequeños, no podrá haber
demasiados participantes porque alborotarán más que
atenderán al juego; y en este, al contrario de lo que ocurre
en Una lectura equivocada, se requiere mas atención y
silencio. Posiblemente veinte o veinticinco niños será un
grupo suficiente.
60. Objetivos que se persiguen
•Entender la lectura.
•Saber distinguir unos personajes de
otros.
•Llegar a comprender cóma son los
personajes.
61. Material y medios necesarios
En primer lugar, libros suficientes para que los
niños, previamente, lean el cuento.
También, preparados con antelación, un número
importante de cartones en los que estén dibujadas
distintas indumentarias y objetos aplicables a los
diferentes personajes de libro leído: faldas, pantalones,
gorros, vestidos, gabardinas, zapatos, pelotas,
bicicletas, libros, etc.
62. Técnica
Cuando están reunidos todos los que van a participar:
1.El animador, para refrescar la memoria de los
niños, recuerda algunos pasajes del cuento,
sirviéndose de lo que hacen los personajes.
2.Luego, va mostrando uno a uno los cartones con las
prendas dibujadas, sin que los niños digan todavía
nada.
63. 3.Cuando los niños han asimilado los dibujos, que
tendrán que ser distintos a como aparecen en el
libro pero relacionados con cada personaje, el
animador preguntara a cada niño a quién le van
las prendas u objetos. El niño que acierta al
relacionar la prenda y el personaje gana un punto.
4.AI final, la puntuación decidirá el fruto con que se
ha leído el libro.
64. Tiempo necesario
Depende del número de niños y de la
agilidad que tengan para identificar
personaje –indumentaria o personaje-
objeto.
No deben ser sesiones largas.
65. Interés o dificultad
Hay varias causas para que este juego se haga
interesante. La primera, la elección del libro,
que debe estar acorde con la capacidad lectora
del niño. En segundo lugar, el que los dibujos
estén bien expresados, faciliten la relación con
los personajes y sean claros. También la
habilidad con que presente el juego el
animador.
66. Análisis de la sesión
Piense el animador si los cartones estaban bien
preparados (para varios personajes, adecuación a
los mismos); si el dibujo era verdaderamente
expresivo; si ha tenido suficiente paciencia para
esperar que los niños relacionaran dibujo con
personaje; si los niños se han entusiasmado con el
juego, etc.
68. Si damos este título Cuándo y
dónde a esta estrategia, es
porque pretende que el niño
interprete el tiempo y el lugar en el
cuento que lee. Pero otros muchos
títulos pueden servir; incluso se
pueden hallar algunos que estén
más en consonancia con la edad, o
que respondan a algo mas
gracioso o que motive la risa.
69. Participantes
• A los niños no hay que fijarles
ninguna condición especial
para participar en este juego,
excepto la que se exige en
todas las animaciones: haber
leído el libro. Sí será
importante, sin embargo, que
el número de participantes no
sea excesivo: que no sean
menos de diez ni más de
veinticinco. Si el grupo es muy
numeroso, será preferible
dividirlo y tener dos sesiones.
•
70. Objetivos que se persiguen
• Entender lo que se lee. .
• Ejercitar la memoria.
• Distinguir tiempo y lugar
71. Material y medios necesarios
Es conveniente que cada niño puede disponer de
un ejemplar del libro para leerlo unos días
antes. AI menos hay que tener un numero
suficiente para irse prestando el libro, de modo
que lo puedan leer todos.
Las “preguntas – adivinanzas” serán el otro
material necesario, que tendrá que elaborar el
animador. Se preparan tantas tarjetas como
participantes; se pueden hacer en fichas de
cartulina.
En cada una se escribe una pregunta, tomada
de una idea del libro escogido para la
animación, pregunta que deberá hacer
referencia a un tiempo y a un lugar.
Tendrá que haberse elegido un libro que
permita este tipo de preguntas. Si las fichas se
hacen del tamaño de las cartas de la baraja,
son manejables y se reparten fácilmente en el
momento de realizar el juego.
72. Técnica
• El animador ha de tener bien
aprendida la clave de las
preguntas, para actuar
acertadamente en la sesión.
Asegurado esto, la animación
puede desarrollarse así:
• Con antelación los niños habrán
leído el libro. En atención a la
edad hay que procurar que la
lectura sea reciente, no de un mes
antes. En el caso de que no se
hubiese podido leer el libro con
antelación, si este es corto, se
puede realizar la lectura al
empezar la sesión.
73. Reunidos los niños con el
animador, este resume el
cuento, haciendo más hincapié
en aquellas cuestiones que se
quieren destacar.
A continuación el animador
reparte las tarjetas, con una
pregunta en cada una.
Se creará un clima de silencio
para que cada niño pueda leer
con atención su pregunta y
preparar la respuesta.
74. Cuando el animador comprende
que todos los niños se han
enterado de su pregunta, pide la
respuesta de uno en uno. El niño
debe contestar sin mirar el libro.
Pero también debe saber cada
participante que no ocurre nada si
no sabe contestar a la pregunta que
le ha correspondido. Si otros niños
la saben, pueden contestarla sin
más trascendencia.
AI final el animador resume la
sesión y hace un comentario
75. Tiempo necesario
Tendrá que destinarse todo el
que haga falta, pero sin que
resulte una sesión cansada. Por
ejemplo, podrá durar unos
treinta o treinta y cinco
minutos.
Como en la mayoría de las
estrategias en lasque es
necesario haber leído el libro, la
dificultad puede estar en la
falta de hábitos de lectura del
niño. En cambio, el interés va
unido al espíritu creativo, al
valor del descubrimiento, a la
necesidad de comunicar de
alguna forma el gusto por lo
76. Interés o dificultad
El juego se presta a
que resulte una
sesión muy animada.
Si no es así, el
animador debe
estudiar todos los
posibles fallos; que,
sin duda, los habrá.
78. Con esta estrategia
se pretende
encontrar los
personajes, incluso
secundarios, del libro
que se ha leído; por
eso nos parece este
un titulo expresivo y
gracioso.
79. Participantes
• El juego esta previsto para
ser realizado con alumnos
de 8, 9 y 10 años. Puede
haber unos veinticinco o
treinta participantes como
máximo. De todas
maneras, el animador, que
sin duda conocerá mejor el
terrero en cada situación,
deberá fijar el total de
participantes en la sesión.
80. Objetivos que se persiguen
• Entender la lectura.
• Gozar con lo que los personajes nos
hacen vivir.
• Educar la memoria.
• Fomentar el discernimiento del niño.
81. Material y medios necesarios
Puede haber dos formas de realizar la animación:
Dando a cada niño una hoja con la lista de los
personajes sobre los que se va a jugar.
Escribiendo dicha lista en la pizarra.
Según la forma que se elija, ese será el material
necesario.
Es de suponer que se tendrán libros en número
suficiente para que puedan leerlo con antelación
todos los que van a asistir a la sesión.
82. Técnica
El juego consiste en presentar una lista
con los personajes reales que se citan en
el libro, y otros inventados por el
animador, incluidos a modo de cuña.
El animador reparte la hoja con la
totalidad de los personajes a cada uno
de los niños. Y les da tiempo para leerla
en silencio.
Cuando se supone que los niños han
asimilado la lista, se les pide que
marquen con una cruz los personajes
que aparecen en el libro.
83. • Una vez que termina de
marcar la lista, cada uno
dice en voz alta los
personajes que están y los
que no están.
• Para ayudar a comprobar
la veracidad de cada
respuesta, el animador
pedirá que indiquen en
qué pasaje del libro
aparece cada uno. Esto
obliga al niño a observar
84. Tiempo necesario
Es probable que la sesión
dure unos cincuenta
minutos. Dependerá de la
intervención de los
participantes y del
contenido, más o menos
rico en personajes, del libro
elegido.
85. Interés o dificultad
• El interés se logra
despertando, con cierto
misterio, la curiosidad por
los personajes que
solamente aparecen una
vez y que escapan
fácilmente a la atención del
lector.
•
• La dificultad puede estar en
la falta de hábitos de
86. Análisis de la sesión
• Será conveniente
analizarlos con detalle.
Sobre todo, examinar si se
han escogido con acierto
los personajes de la lista o
se ha dado un peso
demasiado importante a los
personajes negativos, etc.
•
88. Se puede aceptar como titulo el que
damos aquí, pero también seria
interesante animar a los niños a que,
cuando conozcan la estrategia, ellos
mismos le inventen otro titulo. Siempre
hay niños creadores que tienen
imaginación. No obstante, como de lo
que se trata es de hacer niños lectores
mediante el coloquio o comentario de los
libros leídos, nos parece un buen titulo el
propuesto: El libro y yo.
89. Participantes
El número de participantes está en
relación con el nivel lector de los niños.
Un grupo menor de diez asistentes tiene
poco dinamismo; más de treinta quizás
resulte demasiado numeroso. Un grupo
que alcance los sesenta es muy cansado
para el animador, aunque si tiene
experiencia podrá dominar la situación.
90. Objetivos que se persiguen
Hacer niños lectores.
Ayudarles a saber expresar sus ideas.
Educar su sentido crítico para que sepan tomar
postura ante situaciones concretas.
Enseñarles a descubrir la vida a través de la
literatura.
91. Material y medios necesarios
En el caso de El libro y yo los medios son
mínimos. Basta un aula o la sala de la
biblioteca que no sea excesivamente
grande.
El número suficiente de libros, de modo
que los participantes puedan leerlos con
antelación.
92. Técnica
Se emplearán las técnicas propias de un
coloquio:
Los asistentes en su totalidad, o al
menos un 80%, habrán leído el libro
fijado para esta animación.
Esta lectura previa será individual, y se
realizará con suficiente antelación para
que se pueda participar en el coloquio;
pero no será tan distante que los niños
hayan olvidado el libro. Sería ideal
dentro de los quince días anteriores.
Se empieza contando el argumento, cosa
que realizan los niños. Suele dar buen
resultado que lo cuenten entre unos seis
participantes, actuando por «relevos».
93. Cuando los seis voluntarios han
terminado el argumento, se
pregunta si algo ha quedado sin
decir. Se concreta el argumento y
se subsanan las omisiones si las ha
habido, evitando siempre que los
niños se interrumpan unos a otros.
Se entra de lleno en el diálogo,
invitando a los participantes a la
valoración de contenidos: que ha
gustado mas; que ha gustado
menos; que les parecía lo más
divertido; lo más profundo; lo más
real; lo más misterioso; lo más
aburrido; lo más maravilloso.
94. Se invita a los niños a establecer una
comparación entre lo leído y la vida real
y su problemática, evitando tocar
problemas personales.
Se propone el titulo del libro para la
próxima sesión de El libro y yo.
95. Tiempo necesario
Estará en relación con la edad y el número de
los participantes. Como orientación podemos
fijar de tres cuartos de hora a hora y media.
96. Interés o dificultad
Si se lleva un ritmo normal, el interés se logra
fácilmente, porque la mayor parte de los niños
quieren participar.
La dificultad radica en que no todos los
participantes tienen facilidad de expresión, o no
están habituados a que se les deje opinar. Puede
pasar también que la animación se centre
demasiado en el libro y no se alcance el 4º
objetivo
97. Análisis de la sesión
Es conveniente que el animador anote los
resultados después de una sesión de este tipo y
considere coma ha discurrido. ¿Ha sabido dejar
expresarse a los niños, sin inculcarles su propia
lectura? Es necesario que los niños alcancen su
nivel lector potenciándoselo al máximo, pero
no que el adulto les imponga su lectura. ¿Esto se
ha cumplido?, etc.
99. Nos parece adecuado el titulo,
ya que se trata de descubrir el
personaje a través de un breve
esbozo que se hace de él. Y
también porque el animador
hará a cada participante esta
pregunta: «De quién
hablamos?».
100. Participantes
Pueden ser niños muy pequeños o
niños y niñas mayores, según se
prepare la estrategia con un libro
muy elemental o una novela de
lectura más difícil.
En cuanto al número de
participantes, siempre que sea
posible conseguir la atención y el
silencio, pueden llegar incluso a
treinta.
101. Objetivos que se persiguen
• Comprender lo leído.
• Dar importancia a los
sentimientos y
actitudes.
• Ejercitar la atención.
102. Material y medios necesarios
• Como en todas las estrategias, se
necesitan suficientes ejemplares del
libro elegido.
• Algunas hojas de cartulina, o fichas para
confeccionar las cartas. En cada una de
estas fichas el animador escribirá un
esbozo de cada personaje, procurando
que sea expresivo y teniendo en
cuenta sus sentimientos, sus actitudes
y sus cualidades psicológicas. Bastara
fijar la atención en ocho o diez
personajes y considerar distintos
aspectos de cada uno, hasta conseguir
tantas cartas como niños participen.
• Se debe elegir un cuento o una novela
que tenga muchos personajes.
103. Técnica
• Preparado el material, y leído
previamente el libro por todos los
niños, la animación se lleva de la
siguiente forma:
• El animador habla con brevedad del
argumento, solamente para
recordar la obra a los participantes.
• Se reparte una carta, boca abajo, a
cada niño, pidiendo que nadie la lea
hasta que todos tengan la suya.
Cuando todos tienen ya su carta en
la mano, cada uno lee el contenido y
piensa en la respuesta que debe dar.
Pueden concederse cinco minutos de
104. • En ese memento el animador pide al
primer niño que lea su carta, y al
terminar de leer, le pregunta: «De
quién hablamos?». Y el niño debe
dar su opinión. Así, uno tras otro,
hasta lograr la participación de
todos.
• Cuando han intervenido todos los
asistentes, el animador pregunta,
en general, qué personaje es el más
atractivo, el más noble, el más
generoso, el más limpio, etc., con el
fin de destacar las cualidades más
importantes en el ser humano.
105. Tiempo necesario
• Estará en razón del número
y edad de los
participantes, pero lo
normal será emplear una
hora en el desarrollo de
esta estrategia.
106. Interés o dificultad
• Se logrará el interés del niño si se
han elegido bien los personajes,
destacando tanto los más
importantes como algunos
secundarios que tengan una
cualidad notable. Y fijando la
atención no solamente en los
que presentan valores positivos,
sino también negativos.
• La dificultad puede estar en la
escasa comprensión de lo leído y
en la mala elección del libro.
107. Análisis de la sesión
• El animador debe evaluar el
desarrollo de la animaci6n
empezando por su propia
situación. Pero también debe
considerar si el libro estuvo
bien elegido, si los personajes
eran adecuados, si se
destacaron o no los valores
que enriquecen al ser
humano, etc.
109. • Aquí no se trata de agarrar al
compañero como si se jugara al
escondite, sino en sentido
figurado: consiste en «agarrarle»
en una falta cuando lee en voz
alta un fragmento del cuento.
• Es una estrategia muy animada,
alegre, como debe serlo toda
animación, y emocionante, que
obliga al participante a estar muy
atento durante la sesión.
110. Participantes
• El resultado óptimo se obtiene con
niños y niñas de nueve anos en
adelante, a ser posible en número no
superior a treinta. Más de treinta
participantes podrían alargar la
animación, y esta prolongación
inoportuna resultaría
contraproducente.
111. Objetivos que se persiguen
• La comprensión a
través de la lectura en
voz alta. . La atención
a lo que se esta
leyendo.
• El dominio de sí
mismo.
• La dicción.
112. Material y medios necesarios
• Digamos, en primer lugar, que lo
más necesario es un local o aula
que no sea excesivamente grande y
que recoja bien la voz. También
será conveniente que cada
participante disponga de un
ejemplar del libro que se va a
emplear en esta animación. Si ello
no es posible, hay que disponer, al
menos, de cinco o diez ejemplares.
• También se necesitan algunos
silbatos, que no sean demasiado
estridentes, para usarlos los que
hagan de árbitros en su memento.
El animador ha de tener su silbato.
113. Técnica
• Los niños que toman parte en el juego
pueden haber leído el libro o el cuento
fijado, pero no es necesaria su lectura
previa.
• La animación se desarrolla así:
• Llegado el momento de la animación los
participantes se colocan en círculo
cerrado.
• AI menos los cinco primeros lectores han
de tener el libro en la mano.
• El animador y uno de los participantes, que
actuara coma árbitro, se sitúan fuera del
círculo, en lugares opuestos. Ambos
llevaran sus silbatos colgados del cuello, o
en la mano.
114. • El animador explica que se han
reunido para leer todo el mismo
libro en voz alta, por turno, uno
tras otro, y que luego lo
comentarán. Deben leer sin
cometer faltas de lectura.
• A una señal del animador, el niño
que se ha elegido para iniciar la
lectura empieza a leer en voz alta.
• En cuanto comete la primera falta
lectora, el que le sigue, situado a su
derecha y que a partir de ahora
llamaremos «el inmediato», dice:
«iAlto!» y continúa leyendo el a
partir de la equivocación. Pero sale
del círculo quien cometió la falta.
115. • Si el lector de turno comete falta y si el
inmediato no se ha dado cuenta, el
niño que está fuera del círculo señala
la falta con una pitada y el inmediato,
que debería haberla señalado, queda
descalificado y sale del círculo.
• Si tanto el inmediato como el que está
fuera del círculo no han señalado la
falta, el animador dará tres pitadas, y
el que queda descalificado es el árbitro
que está situado fuera del círculo,
ocupando su lugar uno de los
participantes (mejor si es uno que ya
ha leído un fragmento).En este caso
recibirá del animador un silbato.
• Si el lector no se equivoca, el
animador, a los noventa o cien
segundos, toca el silbato dos veces,
para que siga la lectura el inmediato.
116. • AI terminar la lectura se
comenta lo leído. Por eso los
eliminados deben seguir
escuchando la lectura de los
demás, para poder participar en
el coloquio.
117. Tiempo necesario
• Estará en razón del
número de
participantes, pero es
probable que no se
pueda hacer en menos
de una hora.
118. Interés o dificultad
• El interés depende de la rapidez y
agilidad mental de quienes
controlan el juego, de la atención
a los despistes que manifiesten los
niños, de la sagacidad de quienes
descubran las equivocaciones.
• La dificultad puede estar en la
falta de habilidad lectora de los
participantes, lo que puede ser
causa de que los errores sean
continuos y se pierda la ilación del
cuento.
119. Análisis de la sesión
• El animador ha de anotar, para sí
mismo, sus propios fallos y la
forma en que ha llevado la
estrategia: atención la lectura de
los niños, pitada o despiste en
su momento, si ha despertado
su entusiasmo, si se ha logrado
un dinamismo que permitiera
una sesión viva; o cualquier otro
detalle. Debe considerar
también si el cuento ha estado
bien elegido y si ha habido
exceso o escasez de lectura.
121. • Como el objeto del juego es
encontrar un titulo distinto del que
tiene el cuento o la novela que han
leído todos, esta estrategia puede
titularse Este es el título.
122. Participantes
• Suele dar buen resultado
realizarla con niños de once
años en adelante. Suele
hacerse, incluso, con
estudiantes de secundaria y
los resultados son
interesantes.
• Como hay que pensar, elegir
y votar, será conveniente
que los participantes no
sean muchos: quince,
veinte...
123. Objetivos que se persiguen
• Leer en profundidad.
• Saber comunicar a
los otros el propio
descubrimiento
• Reflexionar sobre lo
leído.
124. Material o medios necesarios
• Un libro para cada uno de los niños que
participan. Deben haberlo leído antes
de la sesión y tenerlo en la mano
durante ella. Papel y lápiz o bolígrafo,
para que escriban los niños. Una pizarra
para anotar los títulos que inventen los
participantes.
•
125. Técnica
• El animador explicará la finalidad que
tiene el título en un libro: diferenciar
unas obras de otras, singularizarlas,
dar a conocer el contenido, atraer al
lector, etc. También les hará caer en
la cuenta de que hay títulos de una
sola palabra y otros que forman una
frase entera; que pueden ser de buen
gusto o no; estar bien o mal
redactados; atraer al lector o no, etc.
• Se empieza por considerar si el libro
leído lleva un título adecuado o
podría mejorarse.
• Sea bueno o malo, se trata de
encontrarle otros títulos
126. • Cada niño escribe en su papel el
título que le parecería mejor.
Puede que se le ocurran varias. En
ese caso, los escribe en su papel y,
en una segunda lectura, que hará
en silencio, va tachando los que
le gustan menos, quedándose con
uno solo.
• Pasado un tiempo prudencial, el
animador pide que cada uno lea
en voz alta el titulo que ha creado.
Un solo titulo por participante. Se
repite la lectura de los títulos
para que todos los niños se
enteren bien. En la pizarra, o
equivalente, el animador o uno
de los niños va escribiendo todos
los títulos que vayan saliendo.
127. • Se empieza, luego, a eliminar
títulos, para reducirlos a tres o
cuatro; para ello, los niños van
votando a favor de un título cada
uno.
• Se eligen los tres que han tenido
mas votos, y se precede a votar
de nuevo, hasta que quede un
solo título.
• Cuando sale el definitivo, su autor
ha de explicar que le ha movido
a crearlo o que ha tenido más en
cuenta para ello. Si hay tiempo
suficiente, podrán explicar sus
motivos los que quedaron
finalistas. El animador resume la
sesión y hace un comentario.
128. Tiempo necesario
• Tendrá que destinarse todo
el que haga falta, pero sin
que resulte una sesión
cansada. Si el número de
participantes es excesivo, se
alargara demasiado; pero se
puede simplificar aligerando
las votaciones.
129. Interés o dificultad
• Como en la mayoría de los
juegos en que es necesario
haber leído bien el libro, la
dificultad puede estar en la
falta de hábitos de lectura
del niño. En cambio, el
interés puede venir por el
espíritu creativo del niño, el
valor del descubrimiento, la
necesidad de comunicar a
otros el gusto por lo leído,
etc.
130. Análisis de la sesión
• Esta estrategia se presta a que la sesión sea
muy animada. Sino es así, el animador debe
estudiar los posibles fallos: mala elección del
libro; número excesivo de participantes;
abulia del animador; exceso de tiempos
muertos, etc.
132. • Esta estrategia se apoya en el orden
cronológico de los acontecimientos. Se
utilizan en ella párrafos completos del
libro leído, y los niños deben ordenarlos
según su aparición en la obra.
• Nos parece adecuado el titulo porque
responde a la acción del juego.
133. Participantes
• Si el libro que se escoge es
muy sencillo, la animación
puede realizarse con niños de
poca edad, siempre que sepan
leer individualmente. Para
hacerla con niños y niñas
mayores, el libro tendrá que
ser un poco más elevado.
• El número de participantes
estará en razón de la edad.
• Quince puede ser un numero
ideal, y treinta el máximo que
se puede aceptar.
134. Objetivos que se persiguen
• Ejercitar la atención en la lectura
• Valorar el orden de la narración y el
ritmo
• Educar la colaboración entre
compañeros
• Dar importancia a las cuestiones que
aparecen en la obra.
135. Material o medios necesarios
• Se deben tener tantos ejemplares
del libro como sean necesarios
para que puedan leerlo todos los
niños que quieran participar.
Siempre es aconsejable, al menos,
un libro para cada dos, a fin de que
puedan leerlo en los ocho días
anteriores a la animación. En todo
caso, la lectura no ha de hacerse
más de dos semanas antes.
• Otro material indispensable son las
fichas o cartas, cada una de las
cuales llevará escrito un párrafo del
libro. Debe haber una ficha para
cada participante.
136. Técnica
• Se colocan todos los niños, sentados o
de pie, en línea recta frente al
animador.
•
• En primer lugar, el animador entrega
una carta o ficha a cada participante,
después de barajarlas bien para que
se altere el orden de los párrafos que
contienen. Los niños deben leerlas
hasta que cada jugador tenga su carta.
•
• Entonces se les conceden cinco
minutos para que las lean en silencio.
•
137. • Cuando cada niño sabe ya lo que dice su
carta, el animador indica al primero de la
fila que lea en voz alta el párrafo que le ha
correspondido. A continuación lee su carta
el niño que está a su lado. Si el pasaje que
describe esta segunda carta va en el libro
antes que el del compañero que ha leído
primero, este debe cederle el puesto y
colocarse segundo. Lee el tercero y debe
decir si su fragmento ocurre antes o
después que el de sus compañeros. Si es
antes que el de los dos, estos deben
dejarle el primer sitio. Si es después, no
deben moverse. Si la escena esta entre
los dos, debe ocupar el segundo puesto.
•
138. • Así sucesivamente debe transcurrir la
animación, hasta que se hayan leído todos los
párrafos y los niños estén en el orden en que
ellos creen que van los párrafos en el libro.
• Cuando todos están ya de acuerdo con el
orden, el animador les hace leer de nuevo las
cartas. Después de darles una ultima
oportunidad para que los niños recompongan
el libro según su criterio, el animador dice
entonces si el orden es el correcto o no.
139. Tiempo necesario
• El que exija el juego. Si los niños leen con
destreza y encajan fácilmente el orden de los
hechos, puede terminarse en cuarenta
minutos. Si no, puede prolongarse algo mas.
140. Interés o dificultad
• Si los participantes han leído con
atención el libro, no faltará el
interés. Lo acrecentará el hecho
de tener que correr puestos y
colocarse en el lugar adecuado.
• La dificultad puede estar en la
falta de memoria o en la poca
retención de los hechos por parte
de algún niño. Y también porque,
ante el cambio de puestos, se
alborote demasiado. Esto debe
evitarlo el animador valiéndose de
su autoridad.
141. Análisis de la sesión
• Debe medirlo seriamente el animador, cuando
la sesión haya terminado. Es una estrategia
que se le puede ir de las manos, porque el
movimiento puede hacer perder la atención al
texto.
143. • En forma de combate amistoso se desarrolla esta
estrategia, en la que los propios participantes
llevan el juego a base de preguntas y respuestas
sobre un libro leído.
• La profundidad con que hayan leído cada uno de
los contendientes la novela o el cuento elegido es
lo que dará pericia a cada equipo.
• Aquí se pone de manifiesto, una vez más, que la
valía de cada individuo beneficia al conjunto.
144. Participantes
• Para esta estrategia deben ser niños y niñas
mayores, a partir de 12 años.
• El número no debiera pasar de veinte o
treinta. Es más, con diez, cinco en cada
equipo, se puede realizar una animación muy
interesante.
145. Objetivos que se persiguen
• Profundizar en la lectura.
• Aprender a valorar lo que tiene importancia
en el libro.
• Descubrir lo que pasa inadvertido y, sin
embargo, juega un papel.
146. Material o medios necesarios
• Exclusivamente los ejemplares
del libro elegido, necesario
para la lectura previa por
parte de los niños, y un
cuaderno y un bolígrafo para
cada uno de los participantes.
Puede ser útil una pizarra
donde el animador anote la
puntuación de los equipos.
• El animador ha de tener
también su cuaderno y
bolígrafo para tomar nota de
las preguntas que salen o
pedírselas a los jugadores.
147. Técnica
• El animador, antes de la animación,
organiza a los participantes en dos
equipos y les explica en que consiste
la estrategia:
• Cada miembro de un equipo
interrogará a otro del equipo
contrario sobre un tema o situación
que aparezcan en el libro. Pueden
ser una escena, un diálogo, un
pensamiento, una frase, etc. Si el
oponente contesta bien, gana un
punto. Si no, pierde un punto.
148. • Los jugadores de cada equipo se reunirán
previamente, elegirán entre ellos un portavoz y
elaborarán las preguntas para participar.
Seleccionadas las preguntas, se las repartirán entre
ellos para tener cada uno unas cuantas para el
combate. La sesión se realiza en estos tiempos:
• Colocados los dos equipos uno frente a otro, el
animador se sitúa, de árbitro, junta a los dos grupos,
de forma que pueda oír y ver a ambos equipos.
149. • Dada por el animador la orden de empezar, el
primer niño de un equipo hace su pregunta.
• Contesta el primer niño del equipo contrario, si
sabe.
• Si hay respuesta válida, el árbitro, el animador,
anota un punto a favor del equipo que ha
respondido bien.
150. • Entonces el niño preguntado interroga al
que le preguntó, con una de las preguntas
que tiene preparadas.
• Si contesta favorablemente, gana un
punto para su equipo.
• Así discurre la animación hasta que todos
los niños de uno y otro equipo han
tenido ocasión de preguntar y ser
preguntados.
• Pueden establecerse varias rondas
completas si el número de participantes y
el tiempo lo permiten, y también si el
libro (extensión, contenido) ofrece
posibilidades para hacer tantas preguntas.
Si no, se deja en dos rondas o en una sola.
151. • Cuando han terminado los dos equipos, el árbitro
lee la puntuación que ha conseguido cada uno.
• Por cada pregunta contestada el equipo ganó un
punto. Por cada pregunta no contestada el
equipo perdió un punto.
• Entre otras cosas, la puntuación final puede
indicar mejor lectura del libro por parte del
equipo ganador o mejor habilidad para
preguntar lo más intrincado o profundo.
152. Tiempo necesario
• Puede destinarse una hora u hora y media,
según la capacidad de los niños y la agilidad
que desarrollen durante el juego.
153. Interés dificultad
• El interés dependerá de la habilidad que
tengan los niños para preparar y hacer las
preguntas. La dificultad surge cuando los
niños no saben leer el libro y, por tanto, se
encuentran desarmados a la hora de elaborar
sus propias preguntas.
154. Análisis de la sesión
• El animador ha de analizar si
ha sabido preparar
debidamente a los niños. No
debe elaborarles él las
preguntas, pero sí enseñarles a
elaborarlas. Por eso,
precisamente, puede ser muy
importante realizar antes una
sesión preparatoria, desde
luego con un libro distinto del
que se va a emplear, para que
los chicos sepan como actuar.