3. Pastor incansable,, amigo entrañable
Padre Jacobo
Pastor incansable, amigo entrañable...
Pienso en el Padre y es tanto lo que me inspira...
Pienso en el Padre y es tanto lo que me inspira que no sé
cómo comenzar a relatar todo lo que significó en mi vida, en la vida
de nuestra familia y en la vida de nuestra comunidad...
Compartimos la vida...
En sus últimos días cuando lo visitábamos en su casa, y mientras
compartíamos el cálido té, que con tanto amor y ceremonia Mary nos
servía, me solía decir: - Tenemos más de treinta años de amistad señora
¿Se da cuenta?-, y sí , me daba cuenta de que el tiempo compartido (aún
en la distancia, en la época en que yo vivía en La Plata) fue tan hondo
y marcó tanto mi vida de fe, y nuestra amistad, que no sólo fueron
treinta años, fueron muchos más: compartimos la vida...
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4. Padre Jacobo
Yo era adolescente cuando lo conocí al Padre...
Yo era adolescente cuando lo conocí al Padre, él era mucho
mayor, y, sin embargo, qué agradable era charlar con él, de cualquier
tema, de todos los temas, del pueblo, del país , del mundo, de política,
de economía, de los problemas cotidianos, de los comentarios del
pueblo, de su niñez, de la guerra y la pobreza que sufrió, de su
mamá a quien añoraba... Nunca olvido ese cuento de cuando era
muy chiquito y la pobreza era tal, que fue y le sacó un huevo de
las gallinas del vecino, y su mamá lo reprendió mucho y lo obligó a
devolver. De sus charlas siempre nos quedaba una enseñanza, algo
para guardar... cuando él ya no estaba en la Parroquia e íbamos
a visitarlo el día domingo, nos preguntaba sobre la Misa, de qué
había tratado el Evangelio y la homilía y sobre quién había leído
las Lecturas, a veces nos descubría “in fraganti” porque no nos
acordábamos, entonces en las subsiguientes visitas, en el trayecto
hasta llegar a su casa, repasábamos todo eso para que no nos
“pesque” sin recordarlo.
Cuando volví al pueblo, después de estudiar, se me hacían
largos los días, tenía poco trabajo, mis amigas algunas todavía
estaban estudiando afuera, y, las que vivían acá estaban casadas
ocupadas en sus familias y en sus cosas ; justo en esos días se
abrió la carrera de magisterio y pensé en hacerlo, muchos me
dijeron que era una locura, si ya tenía una profesión: para qué hacer
magisterio?, cuando lo consulté al Padre él me animó; -hágalo, le va
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5. Pastor incansable,, amigo entrañable
a servir para tener otra mirada, otra forma de compresión, aún
para cuando sea madre...-, y lo hice, aunque no lo terminé porque al
siguiente año nos casamos y nos fuimos a La Plata, me sirvió mucho,
me dio otra óptica, otra apertura... siempre recuerdo aquellas
palabras del Padre... En ese tiempo me pidió que ayude con el grupo
juvenil de la Parroquia, el que se había formado como resultado de
la maravillosa Misión de los Padres Freddy y Vicente, yo realmente
no me animaba, nunca lo había hecho, pero no me atrevía a decirle
que no, así que comenzamos... Qué hermosos recuerdos!!! Qué lindo
compartíamos con él, cómo nos divertíamos...Una vez nos llevó al
Balneario, fuimos en un camión sentados en un banco de la Iglesia
que habíamos colocado en la caja. En las curvas el banco se corría
de lado a lado y todos gritábamos, y él que iba con nosotros se reía
y gritaba a la par nuestra. Después, las cenas en la casa Parroquial,
nos recibía con tanto gusto y alegría, con el aroma de las exquisiteces
que preparaba Mary, aunque fuera algo simple, ella lo preparaba
exquisito... tengo en mi corazón el cálido recuerdo de la cocina a
leña, con la pava de agua siempre caliente, preparada para un té o
un cafecito, sus chistes, su risa... qué bien nos sentíamos... El sábado
Santo, después de la Misa, nos invitaba a cenar y, en la mesa, por
obra de las manos laboriosas de Mary, evocaba su amada Eslovenia,
con las comidas típicas, el condimento picante y la potica (potitsa)
que él tanto disfrutaba.
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6. Padre Jacobo
Era incansable...
Era realmente incansable, nunca decía que no, que no podía,
él siempre podía, siempre estaba, lo convocaban a una Misa en el
campo ahí estaba, le pedían una bendición en una Escuela Rural,
ahí estaba, a la hora de los responsos ahí estaba, en los Bautismos
y Matrimonios ahí estaba, una Misa en Ochandio o Santa Rosa... ahí
estaba, y como era incansable y nunca decía “no puedo” a veces
era su cuerpo el que le ponía límites ... alguna vez nos asustamos
mucho, pero él como el ave fénix, se levantaba y seguía. En la Misa
del 60º aniversario de su ordenación se desvaneció, la Misa continuó
presidida por Monseñor Jorge su amigo y compatriota. Más tarde,
gracias a Dios, el Padre ya estabilizado, pudo estar, a la hora del
postre, un ratito en el almuerzo al que se habían convocado para
celebrarle fieles y amigos. Ahí me pidió que leyera sus palabras
porque él no tenía fuerzas, eran tan hermosas, dinámicas, profundas...
yo por respeto no me quedé con ellas y mi memoria es limitada...
conservo en el corazón la esencia de su mensaje: la felicidad de
ser sacerdote y el valor de los amigos, hoy quisiera tener el texto
completo , para transcribirlo y compartirlo...
Cuando Paula nuestra segunda hija era bebé me pidió que
me sume al equipo de catequistas, yo no me sentía segura porque no
tenía conocimientos, pero él me animaba, me regalaba libros, y por
supuesto: no me daba opción: tenía que hacerlo...y lo sigo haciendo
desde hace 24 años ...
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7. Pastor incansable,, amigo entrañable
Era un soldado de Cristo...
Tenía una personalidad carismática, no descansaba un
instante en su labor pastoral, porque más que una labor era un
todo con su ser, era un soldado de Cristo, que en su humanidad,
con sus defectos y virtudes, llevó a todos y de diversas maneras la
Buena Noticia. Carácter alegre, movedizo, inquieto, sagaz, pícaro,
perceptivo, a veces parecía un torbellino, a veces hacía payasadas,
a veces se quedaba callado, silencioso y escudriñaba con su mirada
comprendiéndolo todo, era nervioso, inteligente, muy inteligente
y a veces parecía indómito.
Pero ese ser multifacético, que a veces parecía indómito,
se rendía totalmente, manso, dulce y amoroso, adorador sin
reservas ante su Señor, en el momento de la Consagración. Creo
que dejó impreso en mi corazón el momento de la consagración
en sus celebraciones de la Eucaristía, con tanta devoción su voz se
transformaba, todo su ser se entregaba y adoraba al Señor...
Tenía la capacidad de llegar a todos....era humilde...
Tenía la capacidad de llegar a todos, hombres y mujeres, niños,
jóvenes, adultos, mayores, él tenía conversación para todos, sonrisa
para todos, ¡trabajo para todos! ¡Pedidos para todos!, le gustaba
integrar, sumar, acercar, pedir. Hace un tiempo, charlando con Raúl
nuestro Diácono, él me dijo “ el Padre Jacobo era humilde” y yo me
7
8. Padre Jacobo
quedé pensando... tantas cosas que podría describir del Padre y
nunca había pensado que era humilde, y sí, era humilde, él pedía
ayuda de todo tipo con humildad, haciendo sentir a todos y cada
uno de nosotros cuán importantes éramos, cuan valiosos éramos,
cuan necesarios éramos. Él marcó nuestra pertenencia a Cristo y a
esta familia, la Iglesia. Desterró para siempre en muchos de nosotros
lo que podríamos denominar como “orfandad secular” Nos hizo
sentir iglesia, con nuestras limitaciones, pecados y defectos , nos
hizo descubrir que somos Iglesia, de la misma manera que somos
parte de nuestra familia aunque no seamos los mejores padres,
los mejores hijos, los mejores esposos, los mejores hermanos, no
dudamos nuestra pertenencia a nuestra familia, porque es parte de
nuestro ser, así nos hizo sentir Iglesia, nos educó ( casi sin darnos
cuenta) en la pertenencia a nuestra Iglesia. Y lo valioso de eso, es que
el quererlo tanto, y valorarlo tanto, no minimizó, sino justamente lo
contrario: acrecentó, el respeto y el afecto a los demás ministros,
y la disposición plena a trabajar en la Parroquia quien quiera
sea el Párroco que Dios nos mande. Nos educaba, no para que lo
quisiéramos a él ( aunque lo llegamos a querer tanto!) nos educaba
para que amáramos a la Iglesia de Cristo, para que fuéramos Iglesia.
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9. Pastor incansable,, amigo entrañable
Era cumplidor de los horarios al extremo...
Era cumplidor de los horarios al extremo -Ni un minuto
antes! Ni uno después!-, él decidió que nos casáramos en la Misa de
las 19:00 del sábado, nosotros habíamos pensado en hacerlo más
íntimo pero él quiso que fuera en esa Misa con toda la gente que iba
habitualmente, y no hubo manera de que no fuera así... me acuerdo
de que mi cuñado me llevaba en el auto a la Iglesia, yo iba muy
ataviada para la ocasión, y en el trayecto nos encontramos con el
camión recolector de residuos que demoraba muchísimo y no nos
daba paso! cómo sufría! ¡Tenía terror de llegar tarde y que Jacobo
empezara la Misa sin mi!... por suerte llegué a tiempo, aunque hoy,
después de casi treinta años, me doy cuenta de que me hubiera
esperado...
Estaba feliz el día que nos casamos, también fue a la fiesta,
nos regaló un libro “El Evangelio del año 2000”de Laurent Gagnon,
(era el año 1984... parecía que faltaba tanto para el 2000...) y en
la dedicatoria escribió: “A los noveles esposos Dr. Osvaldo Gabriel
Asenjo-Dra. Sandra Analía Di Croce, el día que comienzan ascender
por el sendero de casados hacia la meta: Vivir feliz, y eternamente!
P Jacobo Párroco, San Cayetano Abril 7 de 1984.
Emocionado y contento, en la ceremonia, ya nos despedía y
se olvidaba de darnos los anillos, Cariac, que era nuestro fotógrafo,
le hizo mil señas hasta que el Padre se dio cuenta!... y salimos con los
anillos puestos!
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10. Padre Jacobo
Tenía tanto sentido del humor...
Tenía tanto sentido del humor! y un humor tan particular...
había que conocerlo, comprenderlo, dejó impresas en mi imaginación
algunas de sus frases típicas...a veces cuando veo actitudes o
respuestas de otro sacerdote me viene instantáneamente a la mente
lo que siempre decía: “cada cura con su locura”, o cuando voy a
servir algo en una casa que no es la mía, me acuerdo que cuando
íbamos a comer a su casa y había algún comensal alejado de la
fuente, él siempre atento a que todos estén servidos me decía: “Sirva,
sirva Señorita, sea generosa con lo ajeno”... y ante la cosas que nos
parecen increíbles recuerdo su infaltable: “ Ay Señor Colón! mire
cómo está el mundo!”
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11. Pastor incansable,, amigo entrañable
Le encantaba celebrar...
Le encantaba celebrar,- Primero la Misa...después la mesa!-
decía, y así se hacían hermosas cenas comunitarias, generalmente
a la canasta en el Salón Parroquial, para su cumpleaños o sus
aniversarios de ordenación sacerdotal, eran reuniones para estar
en comunidad y él invitaba mucha gente además de la que siempre
estaba en la Parroquia, otras personas que lo habían ayudado en
algo o colaborado, él iba personalmente a invitarlos a pedirles que
estén... y así se colmaba el Salón.
Él incluía, incluía, y cuidaba las ovejas del rebaño...
Él incluía, incluía, y cuidaba las ovejas del rebaño...Cuando
yo faltaba a Misa, caía en casa, indefectiblemente, ni me preguntaba
porqué no había ido, simplemente caía... y me recuerda Paula que
yo la mandaba urgente a buscar algún quesito rico para agasajarlo
y le servía el café con leche en las tacitas de porcelana...(aunque
muy lejos de la perfección de Mary) y entre charla y charla él se
enteraba porqué yo no había estado en Misa...
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12. Padre Jacobo
Tuvo tantos amigos...
La amistad era para él fundamental! la valoraba, la
cultivaba, la fomentaba, y nos educaba sobre su importancia.
Tuvo tantos amigos! en todos lados había un amigo que
le mandaba saludos, que lo recordaba. Hace unos años fui a Puan
donde tuve el placer de conocer al Padre Pascual (otro hacedor
maravilloso), y él también me habló del Padre Jacobo...
Qué amistad profunda tuvo con el Padre Fuhr! cómo se
querían! cuando la mamá del Padre Fuhr estaba tan enferma, todos
los días, durante un buen tiempo, Mary preparaba la comida e
iban a almorzar con él a Tres Arroyos, para que comiera comida
casera, para que no almorzara solo... El Padre Fuhr venía siempre a
visitarlo. Cuando los ochenta años del Padre Jacobo vino con otros
sacerdotes, y mientras Jacobo andaba a los saltitos saludando de
mesa en mesa, lo fuimos a saludar a Fuhr y le dijimos –Padre, qué
nos puede decir del Padre Jacobo?- y él, bien serio, con ese humor que
lo caracterizaba, nos respondió: -Jacobo...Jacobo es incorregible!- .
Le encantaba recibir, disfrutó tanto cuando Matea su
sobrina nieta le anunció su visita desde Europa! se preparó para
recibirla y nos incluyó en su alegría, la trajo a nuestras casas,
viajó con ella por la Argentina. Disfrutaba también tanto de las
cartas que siempre le llegaban (en ese tiempo no había internet y el
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13. Pastor incansable,, amigo entrañable
teléfono era carísimo) , también cuando él se iba a Europa, siempre
nos llegaba su postal.
Ya como emérito, su casa siempre recibía visitas, venían de
Buenos Aires: Monseñor Jorge, Helena y Boris, recuerdo haberme
encontrado con tanta gente, con los sacerdotes de la zona, Sieber
que iba siempre, con Botoque, Lucho, con Tulio, con Rolando, con
Martín Saenz Rosas que le traía pescado fresco, también Susy y
Miguel Sanchez le traían pescado fresco que le encantaba. Invitaba
a cenar a amigos, Isabel y Edi, Niní y Mario, Beba y Horacio, Estrellita
y Pedro, Marta y el Flaco, Irma y Pinocho, Cheli y Omar, a Graciela,
Lucy, a nosotros y a tantos otros...Cómo se divertía con los chistes
que le hacía el Flaco Pecker en el oído, lo hacía llorar de risa!
Recuerdo su amistad con el tío Palito, se identificaban en
el origen europeo, el amor a la vida, el buen humor, se tenían un
mutuo aprecio y respeto. Palito no era practicante y sin embargo
en los responsos coordinaban tan bien las oraciones... El Padre le
había pedido al tío que él lo llevara cuando llegara el final, pero
Dios quiso que fuera el Padre quien lo despidiera...
Conoció a mis suegros que son de La Plata, antes de que
nos casáramos y con los años siguieron compartiendo momentos
y charlas en reuniones en casa; no había vez que fuéramos a La
Plata, en que ellos, al preguntarnos por todos los parientes de acá,
preguntaran también: - ¿Cómo está el Padre Jacobo?- y en ese
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14. Padre Jacobo
pañuelo que es el mundo, el hijo de una amiga de Nelva, mi suegra,
también lo conocía...
Cómo apreciaba a los De Vries! estos artesanos de la madera,
descendientes de holandeses que pertenecían a la Iglesia Reformada,
los visitaba en su carpintería y ellos lo recibían con tanto respeto y
atención...
Le encantaba la buena mesa pero era a su vez simple y
agradable, cuando lo invitábamos disfrutaba de lo que le sirviéramos.
Le gustaba disfrutar y era sobrio a la vez, a veces parecía demasiado
campechano y sabía ser, a su vez, extremadamente delicado.
Como paciente era... impaciente...
Tenía un gran aprecio por sus médicos, los quería y
valoraba, los invitaba a comer, era atentísimo con ellos, desde
lo pastoral y humano, pero como paciente no era lo que se puede
denominar “dócil”... era un paciente impaciente! se les escapaba
cuando lo internaban, se daba el alta él mismo...por supuesto que
con Mary cerca, la medicación la cumplía al pie de la letra, pero
¿quién lo hacía hacer reposo?...Recuerdo una vez que estábamos
en Mar del Plata y nos enteramos de que lo habían trasladado al
Padre algo complicado con su corazón, entonces con Florencia lo
llamamos a Raúl y él nos informó en que clínica lo habían internado;
compramos unas lindas flores y nos fuimos a verlo...al rato volvimos
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15. Pastor incansable,, amigo entrañable
al departamento con las lindas flores porque cuando llegamos... ya
no estaba: el Padre se había ido sin el alta médico!
Otra vez en Mar del Plata, sí lo encontramos, porque de
terapia intensiva no era tan fácil volar... recuerdo que Beba Amaro la
estaba acompañando a Mary para ayudar a cuidarlo, pasamos con
Florencia y también llegaba el querido Matías que era seminarista,
guardo en el corazón su imagen, tan joven y en tiempo de vacaciones,
sentadito en un banco, esperando el estrecho horario de visitas para
ver al Padre, ya mayor y enfermo...
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16. Padre Jacobo
Se alegraba con la noticia de un nuevo hijo en las familias...
Se alegraba tanto con la noticia de un nuevo hijo en la
familias! siempre decía que había pocos sacerdotes porque las
familias no tenían suficientes hijos, -¡Si tienen muchos, uno es para
Dios!- decía y nos contaba que ellos eran muchos hermanos.
Cuando esperábamos a María Magalí, y, en esos días,
también Irma y Carlitos Linares esperaban a Gonzalo, ambos varios
años después que sus hermanos, estaba contentísimo y pendiente de
los nacimientos. El 8 de agosto fue la primera visita que recibimos
en Chaves, a las pocas horas del nacimiento de Maga, estaba tan
feliz! Él le sacó las primeras fotos... ¡Fotos que nunca pudimos
ver porque fueron a parar a Europa con un rollo que mandó a sus
parientes!
El Ángel de la Guarda viajaba con él...
El Ángel de la Guarda viajaba con él cuando manejaba...
porque hacía cualquier locura y no iba despacio! Andaba en bicicleta,
muy de traje en bici, tan europeo, tan despojado del “qué dirán”, y
se paraba a saludar o a charlar con uno y con otro. Charlaba con
todo el mundo, lo conocía todo el mundo, recorría casas, barrios,
quintas, campos, negocios, talleres, bicicleterías, pedía, todo le
venía bien, todo agradecía...
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17. Pastor incansable,, amigo entrañable
Era un hacedor...
Era un hacedor, no sabía lo que era el ocio, proyectaba y
hacía, hacía, durante su administración construyó la Capilla de la
Resurrección, la de San Isidro Labrador y la casa en el Balneario.
En las Misas hacía TODO...tocaba las campanas, ponía el
tocadiscos, cantaba, leía, TODO; en las Primeras Comuniones no
paraba un instante, creo que por eso también se agotaba tanto,
eran otros tiempos de la Iglesia, pero nos educó en muchas cosas,
cuando lo sucedió el Padre Rubén que organizó los grupos y la
liturgia con mucha más participación de los fieles, pudo contar con
un buen grupo de gente con clara pertenencia y disponibilidad.
Sus monaguillos lo querían y seguían, él los invitaba a
desayunar y a charlar... y también hacía la cena anual de catequistas,
ahí nos daba un numerito y rifaba algún libro, era tal la expectativa
que creaba por el premio de la rifa con sus gestos y expresiones, en
medio de ese aquelarre de catequistas, que nos peleábamos por
sacarla; creo que Lucy todavía se está riendo gozosa del día que se
la ganó ella...
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18. Padre Jacobo
Como en las Misas hacía todo él...
Como en las Misas hacía todo él, ponía la música o cantaba
él y todos lo seguíamos, nos acostumbramos tanto que cantábamos
siguiéndolo a él. En uno de sus viajes a Europa, en que lo reemplazó
el Padre Pasanante, otro amigo suyo que cumplía años también el 22
de abril. La Misa empezó sin cantos y seguía sin cantos, si el Padre no
comenzaba a cantar, nosotros no cantábamos... en el momento de la
Comunión se puso firme: si no cantábamos no la daba, comenzamos
como pudimos y por ahí la canción se iba apocando y cuando las más
entonadas recibían a Jesús y no podían cantar, el canto desaparecía
del todo...- ¡Canteeen!- gritaba el Padre Pasanante y se plantaba...
al final entre asustados y tentados, llegamos a comulgar todos...
lo queríamos al Padre Vicente y valorábamos que estuviera, pero,
gracias a Dios, el Padre Jacobo volvió de Europa!
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19. Pastor incansable,, amigo entrañable
Siempre fiiiiiiiiirme! hasta la muerte, decía...
-Siempre fiiiiiirme! hasta la muerte!- decía, sus Misas
colmaban el Templo, no le gustaba que los fieles se quedaran parados
atrás, tenía su teoría sobre el quedarse atrás... Sus sermones eran
particulares, no explicaba directamente, se refería indirectamente,
había que entenderlo, jugaba con el idioma, hacía cuentos, chistes,
muchas veces provocaba polémica y quejas. Siempre nos contaba
que recién llegado a Tres Arroyos no conocía tanto nuestro idioma,
un domingo, en el sermón de la primera Misa de la mañana, dijo
un cuento sobre una persona ebria, pero nadie se rió, entonces en
la segunda Misa de ese mismo día se refirió al del cuento como
“borracho”, pero nadie se rió, entonces, en la tercera Misa dijo que
la persona estaba “en pedo” y el Templo estalló en un carcajada...-
Señorita, que quiere decir “en pedo”?- yo no sabía qué contestarle
-No sé Padre, “borracho”, no sé como traducirlo...-
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20. Padre Jacobo
Eligió la espiga de trigo y el girasol, representando nuestra
tierra agrícola...
A mediados de los años 70, no recuerdo la fecha exacta, proyectó
hacer una pintura decorativa en el Templo Parroquial, entonces le
pidió a mamá que con su Curso de Dibujo de la Escuela Profesional, le
diseñaran algo, así le presentaron varios bocetos y él entre esos eligió:
la espiga de trigo y el girasol, representando nuestra tierra agrícola,
flores de colores simbolizando la alegría, y él propuso además una
serie de círculos, unos discordes que simbolizaban el apartamiento
del hombre del Creador, y otros concordantes que significaban el
encuentro del hombre con Dios. Le encantaba ver al grupo pintando,
Viviana Arcángeli, Daniel Ibañez, Pedro Garcés, Lucas García, Carlos
Roque, Cristina Hernández, Luis Travaglia, Graciela Fernández, entre
otros, dirigidos por mamá que también pintaba, fueron plasmando el
color... Jacobo iba y venía, quedó feliz con el trabajo terminado y...
como no podía ser de otra manera, también compartieron un asado.
Se enteró de que mamá admiraba tanto a Miguel Ángel Buonarroti y,
en su siguiente viaje a Italia, le trajo un libro de su obra.
Su despertador era muy interesante...
Su despertador era muy interesante, el nos contaba que
antes de dormir y de rezar por las almas del purgatorio, les pedía
que lo despierten a determinada hora... y nunca le fallaron!!!
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21. Pastor incansable,, amigo entrañable
Nos enseñó a amar a San Cayetano...
Él nos enseñó a amar a San Cayetano, cantaba con tantas
ganas la canción que todos aprendimos “Nuestro San Cayetano,
modelo de hombre, varón de Dios...” y hacíamos la procesión, a
veces llovía, y éramos muy pocos, pero igual la hacía aunque fuera
alrededor de la Plaza... con los años mandó hacer la imagen de
bronce que está frente a la rotonda y de ahí comenzaron a partir las
procesiones, tal como las hacemos hoy.
Inspiró vocaciones...
Nos pedía que rezáramos para tener sacerdotes, “Oh! Jesús
danos sacerdotes! ... cantaba con tantas ganas... y nos chumbaba
desafiante: -¡Tienen que tener curitas industria nacional! ¡No
importados como yo!- y también sin darnos cuenta animó e inspiró
vocaciones, recuerdo las sentidas palabras del querido Padre Matías
en su primera Misa en nuestra Parroquia, evocando su niñez, cuando
el Padre les preguntaba a su grupo de catecismo quién de ellos iba a
ser curita y Matías no respondía, aunque reservaba en su corazón la
respuesta. También Jacobo sembró la vocación religiosa en el alma
de nuestra hija Florencia, que lo quiso tanto, y hoy está viviendo el
camino de consagración.
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22. Padre Jacobo
Le encantaba viajar...amaba las flores...amaba la música...
Le encantaba viajar, conocer lugares y gente, viajó por
nuestro país con amigos del pueblo, amaba ir a su Patria natal,
siempre nos insistía que debíamos amar a la Patria, nos decía
“Jesús también tuvo una Patria”, era sumamente respetuoso de las
autoridades civiles y nos educaba en el respeto.
Se deleitaba con los diferentes paisajes, estaba tan contento
y divertido en la nevada del invierno de 1991!, era un ecologista, en
un rincón de mi patio se reproducen, orondas y bien alimentadas, la
palada de lombrices californianas que nos dio hace muchos años y
que él tenía desde hacía ya tiempo. Amaba las plantas, los frutales,
las flores, nos contaba de las flores de su Patria natal, nos llevaba
al patio y nos hacía contemplar (no mirar) alguna rosa o el jazmín,
amaba la música, siempre nos hacía escuchar música clásica,
especialmente Haydn, Tchaikovski, Bach y otros...En una época se
le dio por criar pavos en la Parroquia, así, parte del tour de ir a
visitarlo, era ir al gallinero a darle de comer a los pavos, cosa que
no me gustaba ni medio porque nunca me gustó andar esquivando
donde pisar y menos en esa época que era joven y andaba siempre
con tacos, pero para no ser descortés con su gentil invitación, lo
acompañaba también a alimentar a los pavos mientras charlábamos,
creo que sentados sin hacer nada nunca charlamos, salvo a la hora
de la merienda o de la comida. También nos invitó a comer pavo.
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23. Pastor incansable,, amigo entrañable
María Florencia le prestó su medallita de la Virgen Milagrosa...
Cuando se fue a hacer una intervención en Mar del Plata,
y el Padre ya tenía más de ochenta años, María Florencia le prestó
su Medallita de la Virgen Milagrosa, que él llevó con tanto gusto,
cuando regresó pasó por la Municipalidad y, mostrándole la medalla,
le preguntó a Marcela si sabía quién era, Marcela le respondió que
era la Virgen María, y él insistía que no. Cuando se fue, Marcela
me llamó apenada y me dijo:- el Padre no está bien-, y me contó el
hecho. Era una tardecita fría y sonó el timbre de mi casa,- ¡Padre!-
grité -¡¿Qué hace con este frío?!-, estaba de pantuflas y llevaba el
poncho sobre los hombros, había venido en remise ( seguro que se
había “escapado” de Mary que no lo iba a dejar salir con ese frío),
muy tranquilo me dijo: –Hay que devolver lo que se presta- y me
entregó la medallita, y enseguida me preguntó -Recuerda quién
es?- - La Virgen María- respondí preocupada, porque me hacía
la misma pregunta obvia que le había hecho a Marcela, - ¡No! esa
no!- y miraba fijo: - La monjita a la que se le apareció!- me
dijo ya bastante impaciente, -Ah, Sí padre, Zoé Labouré-, le dije
comprendiendo su pregunta y alegrándome a la vez, -¡ Esa!...- y se
fue a los saltitos... en seguida la llamé a Marcela y le dije:- Quedate
tranquila, que Jacobo tiene la cabeza mejor que vos y que yo... como
siempre! -.
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24. Padre Jacobo
En sus últimos tiempos...
En sus últimos tiempos, cuando íbamos a visitarlo, a veces
nos poníamos de acuerdo, a veces simplemente nos encontrábamos
ahí, Florencia, Marcela, Graciela, Lucy y yo, y nos sentábamos
alrededor de su cama. Él que estaba débil casi no hablaba, pero le
indicaba a Mary que nos sirviera el té, y nos pedía que charlemos
aunque no tenía muchas fuerzas para hablar. Le gustaba escuchar
nuestro parloteo, nuestra compañía, por instantes dormitaba, pero
se despertaba en seguida y con un hilito de voz nos decía: -hablen,
cuenten - quería que nos quedáramos. Mary traía ese té (ese té!
que, aunque uso la misma marca y he mirado como lo hace, nunca
puede igualarlo) en las tacitas de porcelana, ella no permitía que
la ayudáramos, pese a que tenía tantísimo trabajo y noches sin
descanso, quería que estemos con él, porque eso lo hacía feliz...
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25. Pastor incansable,, amigo entrañable
Amaba la vida...
Amaba la vida! un hombre con tanta fe en la vida eterna
era un enamorado de esta vida, un apasionado de la vida, cuando
su salud le daba algún susto enseguida le pedía prórroga a Dios, y
al tiempo le volvía a pedir... pidió muchas prórrogas... pero en sus
últimos días estaba ya con toda la disposición de descansar en los
brazos del Padre, un poco cansado de ese último tramo que se hacía
sufriente y lento..., en una nochecita del 27 de noviembre , día en que
María Santísima se apareció a Zoé Labouré y le pidió que acuñara
la Medalla Milagrosa, el Padre Jacobo se fue despacito, suavemente,
a encontrar con Jesús...
En las bellas palabras de despedida, pronunciadas en el
cementerio por su amigo tan querido Edi, se resume todo su ser:
tan amante de la vida, tan hacedor, tan esperanzado, tan activo,
tan incansable, tan maravillado como un niño ante la obra de la
Creación... Contaba Edi que el Padre le insistía en ir al campo a
buscar nueces y un día lo llevó, juntaron y cuando regresaban, Edi
observaba que el Padre tenía sus manos juntas y encerraba algo en
ellas, cuando ya no aguantó más le preguntó impaciente (él, como
el Padre, también nació un 22 de abril) –Padre, se puede saber qué
tiene en las manos?- y el Padre abrió sus manos y dejó asomar,
pequeño y firme, en un terrón de tierra, un retoño de nogal...
De ese retoño hemos saboreado en la potica (potitsa) y en
otras preparaciones exquisitas de Mary, infinitas nueces...
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26. Padre Jacobo
Pienso en él, y es tanto lo que me inspira...
Pienso en él y es tanto lo que me inspira que sé que con estas
simples palabras no puedo transmitir quien era, solo espero que al
recordar algunos de los tantos momentos compartidos, rasgos de
su personalidad, de su obra pastoral y de su actitud ante la vida,
haya logrado plasmar en estas pinceladas de estilo impresionista,
el ser humano maravilloso que dejó su impronta en el corazón de
todos los que tuvimos el privilegio de compartir la vida con
quien fue, un Pastor incansable, nuestro amigo entrañable...
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27. Pastor incansable,, amigo entrañable
Gracias, muchas gracias...
Quiero agradecer a nuestro Arzobispo Guillermo José,
un Padre y Pastor muy cercano a nuestra comunidad, por
autorizar el traslado de los restos del Padre Jacobo al lugar
de su pertenencia; al Obispo auxiliar Pedro María, que siempre
contribuye a iluminar con su alegría y simpleza; al Padre Pablo,
nuestro querido Párroco, por su generosa disponibilidad que
lo hizo posible, y por su idea de reunir recuerdos, porque así
logré enlazar los que estaban diseminados por mi casa y por
mi corazón y pude (aunque rudimentariamente) ordenarlos,
para trasmitirlos a nuestros nietos, que no tuvieron el regalo
de conocerlo personalmente; a Raúl, nuestro querido Diácono,
que silencioso y casi invisible, camina siempre junto a nosotros.
A Mary, que lo cuidó con tanta devoción y entrega.
También agradezco a los que me ayudaron a recordar,
y a los que sin haberles consultado menciono en estas palabras
que, sin duda, tienen muchas inexactitudes, porque la intención
no fue hacer un documento histórico, sino simplemente,
recordar a un ser querido y compartir mis vivencias de un
tiempo feliz... a todos gracias, muchas gracias...
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