Este documento resume diferentes problemas de conducta que pueden ocurrir en el aula como la hiperactividad, la conducta violenta, el hostigamiento y las actitudes desafiantes. Explica las causas de cada problema y métodos para modificar la conducta como comunicarse con los padres, solicitar ayuda de especialistas, facilitar el trabajo académico y elogiar la buena conducta.
1. Si en el aula de clases usted encuentra
algunos problemas de disciplina , aquí
sabrá identificarlos y conocerá los
métodos de modificación de conducta.
2. LA CONDUCTA EN LA
ESCUELA
• LA HIPERACTIVIDAD
• El niño hiperactivo es aquel que
exhibe un grado de inquietud
motora mayor de lo que se espera
para su edad, física o mental, y que
por lo general carece de la
capacidad de mantener la atención
hacia un estímulo, lección o tarea.
Otra rasgo común acompañante es
el poco control de impulsos. Es una
característica de la forma de ser de
la persona condicionada por su
dotación genética.
3. LA CONDUCTA VIOLENTA
• El comportamiento
agresivo no surge de la
nada teniendo siempre
unos antecedentes que
lo pueden explicar. Es
aprendida de modelos
que el niño tiene en su
vida, como los familiares,
los personajes de la
televisión o el cine y
otros miembros de su
comunidad.
4. EL HOSTIGAMIENTO
• Molestar a alguien o
burlarse de él
insistentemente
poniéndole
sobrenombres y de otras
maneras. Las víctimas de
hostigamiento sufren
emocionalmente
llegando muchas veces
a la depresión, a la
negativa a ir a la
escuela o a solicitar que
se le cambie a otra.
5. LA CONDUCTA
IMPERTINENTE
• Bajo rendimiento académico
• Dificultades de comprensión
• Inmadurez emocional
• Atención deficiente
• Necesidad de llamar la
atención
• La intención de dificultar la
labor de enseñanza y
aprendizaje.
6. LAS ACTITUDES DESAFIANTES
• La actitud desafiante está
asociada muchas veces
a la conducta agresiva,
en parte porque suelen
ser coexistentes en un
mismo estudiante, y en
parte porque el reto que
le plantea al educador
suele acabar en un
forcejeo de intensidad
creciente entre ambos.
7. MÉTODOS DE MODIFICACIÓN
DE CONDUCTA.
• Dedicando algo de tiempo cada día para
conversar con el alumno y así poder
averiguar qué le está sucediendo.
• Comunicándose con los padres para
obtener más información y orientarlos
sobre cómo ayudar al niño o joven.
• Solicitando la ayuda del psicólogo que
asiste a la escuela, o en su defecto,
aconsejando una referencia a un
especialista externo.
• Facilitando al alumno el trabajo
académico si está experimentando
dificultades para cumplir con él.
• Interviniendo discretamente en aquellos
casos en los que la causa del desánimo
del estudiante esté relacionado con
rechazo, hostigamiento u otros conflictos
con el grupo.
• Realizar breves ejercicios de
concentración al inicio de cada clase.
• Durante la clase utilizar algunas palabras,
frases o conceptos claves a los cuales se
regrese con cierta frecuencia llamando
especialmente la atención sobre ellos.
8. EL NIÑO
HIPERACTIVO
• Observar el tiempo que es capaz de mantener la concentración en determinadas tareas
para poder organizarle mejor el tiempo de trabajo.
• Sentarlo alejado de otros alumnos indisciplinados.
• Darle órdenes claras y concisas asegurándose de que ha puesto atención y las ha
comprendido.
• Hacerle llamados al orden con firmeza pero no gritando ni con malos gestos.
• Darle responsabilidades que le agraden y le levanten la autoestima.
• Estar pendiente de sus buenas conductas para elogiarlo y menos de las malas,
especialmente cuando no son muy perturbadoras.
• Mantener contacto con tutores pedagógicos o maestros especiales que el niño tenga en
la escuela o en su casa para coordinar acciones.
9. LA CONDUCTA VIOLENTA
• De quién o quienes puede
estar aprendiendo las
actitudes y conductas
violentas.
• Qué traumas o
frustraciones puede estar
viviendo a nivel familiar.
• Qué ha logrado con sus
respuestas agresivas en el
ámbito familiar, escolar o
social: Cómo se ha
reforzado esta conducta.
10. ACTITUDES
DESAFIANTES
• Ganamos su amistad, aunque
tengamos que soportar al inicio
algunas reacciones inmaduras o
de malcriadez. La amistad con el
alumno no presupone que nunca
cometa errores.
• No obligar al niño que está
negativo a participar en las
actividades de la clase
• Tiempo-fuera si es necesario.
Solamente en circunstancias en las
que la oposición se convierta en
una conducta perturbadora
11. CONCLUSIÓN
• La educación de la juventud fuera del ambiente
familiar no es responsabilidad únicamente de la
institución escolar. Los estudiantes forman parte del
contexto social, de las comunidades en las que se
encuentran. Siendo la atención de los problemas de
conducta, especialmente de las que tienen un claro
carácter antisocial.