SlideShare a Scribd company logo
1 of 132
Download to read offline
Ramatís                                       Jesús y la Jerusalén Renovada




             Jesús y la Jerusalén
                 Renovada


    Ramatís
    Psicografiada por:   América Paoliello Marques




                                  1
Ramatís                                                                                   Jesús y la Jerusalén Renovada




     Traducción del portugués por MANUEL VALVERDE
     PRIMERA EDICIÓN
     EDITORIAL KIER S.A.
     Av. Santa Fe 1260 (1059) Buenos Aires -Argentina
     Se hallan reservados todos los derechos. Sin autorización escrita del editor, queda prohibida la reproducción total o
parcial de esta obra por cualquier medio —mecánico, electrónico y/u otro— y su distribución mediante alquiler o préstamo
públicos.
     Título original en portugués: JESÚS E A JERUSALÉM RENOVADA
     Título en castellano: JESÚS Y LA JERUSALÉN RENOVADA
     Diseño de tapa: Graciela Goldsmidt
     Composición tipográfica: Estudio Fotoarte
     Libro de edición argentina
     ISBN: 950-17-1345-8
     Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
     © 1998 by Editorial Kier S.A.
     Buenos Aires
     Impreso en la Argentina
     Printed in Argentina



                                                            2
Ramatís       Jesús y la Jerusalén Renovada




          3
Ramatís                                                        Jesús y la Jerusalén Renovada




             "Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos
          usurpando mi nombre diciendo: 'Yo soy el tiempo'. No le
          sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no
          os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas
          cosas, pero el fin no es inmediato. Entonces les dijo: Se
          levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá
          grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares,
          habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo."

                                                            Jesús
                                                     Lucas 21, 8-11



             "Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y
          apedrea a los enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a
          tus hijos, como una gallina reúne a sus polluelos bajo las
          alas, pero no habéis querido. Pues bien, se os va a dejar
          desierta vuestra casa. Porque os digo que ya no me
          volveréis a ver hasta que digáis: 'Bendito el que viene en
          nombre del Señor'!"

                                                            Jesús
                                                    Mateo 23, 37-39




                                      4
Ramatís                                                                        Jesús y la Jerusalén Renovada


    AL LECTOR

     En oportunidad del lanzamiento de esta segunda edición, conviene reflexionar sobre las palabras
proféticas del Evangelio de Jesús, que se encuentran en el comienzo de esta obra. Fueron
pronunciadas hace dos mil años para describir las grandes necesidades de la renovación de la
humanidad, constatando que la presencia personal del Sublime Amigo entre nosotros, en nada
consiguió alterar el panorama descripto por El en tiempos tan lejanos. De ese modo verificamos que,
si no fuera por nuestra injerencia espiritual, no habría necesidad de que otros espíritus de Luz
vinieran a renovar los comentarios esclarecedores sobre los llamamientos luminosos hechos por el
dulce Rabí de la Galilea. Nuestra gran eficiencia en términos científicos y tecnológicos sólo ha servido
para reafirmar la validez de las palabras del Señor, a quien, en la mejor de las hipótesis, le alabamos
en palabras y hasta podemos amarlo sinceramente, pero sin conseguir seguirlo como conviene.
Mientras tanto, el llamado continúa repitiéndose como un eco insistente. El "espíritu" se derramó
sobre toda carne, bajo la forma de mensajes numerosos, confrontándose, paso a paso, con el
"becerro de oro" como adoración a los bienes materiales de todo tipo, resultado de la negación
sistemática de las realidades mayores de la vida. Continuamos "matando a los profetas"
representados por nuestras esperanzas de inmortalidad basadas en los canales de la intuición y
'"apedreando" a los enviados de hoy, bajo la forma sutil y "civilizada" del menosprecio y la
marginalización cultural. Jesús, para muchos, fue un idealista, pero sus enseñanzas resultan inacce-
sibles y hasta peligrosas, en términos de seguridad personal. De esa forma, aún confirmamos sus
palabras: Todos son llamados y pocos los "escogidos" y grandes opciones necesitamos alcanzar, a
través de las cuales serviremos a la Fuerza Interna o Centella Divina que vive en nosotros o al dios
de la codicia, del placer delictuoso, de la agresividad y el desamor. Felizmente, entre los escombros
de la Civilización del Segundo Milenio comienza a esbozarse la Nueva Civilización del Tercer Milenio,
en lo que hoy llamamos "cultura alternativa", de la "minoría silenciosa", como señales precursoras de
las necesarias y profundas renovaciones. Las "revoluciones", que dejaron detrás de sí el sabor
amargo de los sentimientos antifraternos e imposibilitaron la armonización entre los seres humanos
están desacreditadas. Destruir, atacar, agredir para renovar, nos parecen hoy actitudes salvajes que
todavía la humanidad no consiguió superar, como si estuviera atada al carro de su propia
autodestrucción. Una buena parte de las personas con sensibilidad claman contra el destino,
sintiéndose impotentes y preparándose para asistir a la confirmación de las profecías que cumplen
con la Ley, pues "quien con hierro hiere con hierro es herido"... Mientras tanto, para el verdadero
espiritualista, las perspectivas de las hecatombes en el plano físico no es lo que debe preocuparle y
sí, el desastre moral que las acompañan. Y, aún así, el sentimiento de gratitud al Señor permanece
con nosotros, pues las grandes convulsiones morales son los síntomas de las próximas renova-
ciones, y el hecho de que sean dolorosas, no les quita el valor para las correcciones proporcionales
de los desvíos humanos a la Ley del Amor. Como se nos tiene repetido exhaustivamente: "El Señor
es nuestro Pastor y nada nos faltará". Si lo amamos, sabremos encontrarlo, no importa lo que pueda
sucedemos muy pronto. Es oportuno ofrecer al lector en general, algunas noticias acerca de cómo la
Fraternidad del Triángulo, de la Rosa y de la Cruz viene ofreciendo a todos los lectores, sin
excepción, una constante oportunidad en forma permanente y renovada, de cómo operar sobre las
enseñanzas para la Nueva Era. Cuatro años transcurrieron, y el proyecto de Inauguración Gradual de
la Comunidad del Hogar Nicanor sigue andando. Sabemos que ese cometido es una simiente
espiritual de difícil aclimatación en la tierra, pues representa una experiencia que intenta la posibilidad
de crear un estilo de vida compatible con los ideales de la legítima fraternidad entre los seres
humanos. Un pequeño grupo responde ante inmensos trabajos, sintiéndose sobrecargado con las
tareas y preocupaciones constantes, pero el desafío es por demás valioso. En algunos años de lucha
sentimos alegrías tan promisorias por los ideales que abrazamos, que invitamos a todos a reunirse
con nosotros en ese esfuerzo que no nos pertenece, pues viene siendo orientado por el Plano Espiri-
tual, lo que nos permite creer que por eso no desapareció. No recibimos todavía ayuda de ninguna
especie, aunque atendemos gratuitamente a toda familia necesitada, en el área de la educación,
salud, esclarecimiento espiritual y social. Como una comunidad laboriosa, tenemos proyectado no
                                                    5
Ramatís                                                                  Jesús y la Jerusalén Renovada


volvernos autosuficientes, sin querer igualar a los principios de la administración de empresa los
cuales no se deben contraponer con las enseñanzas espirituales. Siendo así, deseamos integrar la
cultura humana con la Espiritualidad dentro del Amor Evangélico pregonado por el Maestro.
    ¿Utopía? La respuesta nos pertenece. ¿Responderemos al llamado o nos apartaremos por
comodidad, recelo o incompetencia?
    La Vida se nos ofrece generosamente. "Vea quien tiene ojos para ver y oiga quien tiene oídos
para oír..."

                                                                              América R Marques
                                                         Río de Janeiro, Brasil, 14 de julio de 1982




                                                6
Ramatís                                                                      Jesús y la Jerusalén Renovada


    PALABRAS DEL MÉDIUM

     Conviene que nos situemos adecuadamente delante de la vida, mientras estamos en camino.
Nuestras naturales oscilaciones de humor, la necesidad que tenemos de someternos a experiencias
diversas para llegar a sentir la realidad de nuestros procesos internos, tanto bajos como elevados,
consecuentes de nuestra problemática de existir, constituyen el acervo material precioso, cuyos
componentes interactúan para una reconstrucción constante de nuestra contextura psíquica.
Necesitamos comprender que se haya superada la época en que la humanidad terrena trataba de
construir normas de acción basadas en una especulación filosófica, fruto de intelectos privilegiados,
considerados los genios de nuestra cultura. Las grandes inteligencias dictaban el pensamiento más
avanzado, determinando las tendencias de épocas señaladas por el progreso. Así sucedió con los
pensadores de Grecia, de la Edad Media y con el gran impulso representado por el Renacimiento.
Enseguida, surgieron los principios de la era científica moderna, el Positivismo, el Existencialismo y
una amplia gama de experimentaciones de carácter intelectual para orientar la vida humana. Cuanto
más compleja es la concepción filosófica en cuestión, mayor es el abismo entre el comprender y el
realizar. De esa forma, se da la aparición de una civilización sofisticada, donde la persona humana,
como tal, representa un aspecto más, impotente e insignificante, en la superestructura de acero, para
modelar, por formas prefabricadas, en el material plástico del existir humano. ¿Dónde está la paz?
Grandes corrientes del pensamiento actual buscan ávidamente una reacción a la tendencia artificial
de la vida en el planeta. Un gran flujo de curiosidad ansiosa busca los medios de vida espiritual a
través de los gurúes de Oriente. Se contesta a la mecanización de la vida y las protestas aparecen
bajo la forma de violencia, subversión y marginalidad. A la violencia de la deshumanización,
respondemos con endurecimiento, odio, rebelión, como quien estuviera desesperado y se protege
accionando contra todos. Nos parece así, porque los que buscan únicamente los subproductos de
esa rica fuente de vida, observamos sus resultados decepcionantes como la comercialización de las
enseñanzas del orientalismo o la desfiguración de lo real que degenera en un individuo
marginalizado. Surge entonces, nítidamente entre nosotros, el recuerdo de una advertencia preciosa:
"Guardaos de los falsos profetas", de aquellos que pregonan enseñanzas milagrosas para
proporcionar la adquisición de cualidades que hipertrofian el personalismo: poderes mentales, éxitos
en la vida, distorsionando el sentido real de la espiritualización, por hacer concesiones al mercado de
consumo y a su vez, afianzarse entre los hombres que tratan de conseguir el bienestar pasajero con
el olvido de la realidad de su futuro espiritual. En ese panorama rico en opciones, se acrecienta un
factor que amplía al infinito los caminos a seguir. Es la característica marca de nuestra época: no
existen más imposiciones o definiciones que sean aceptadas pacíficamente como válidas. El hombre
aprendió a contestar, discutir, reexaminar incansablemente todo cuanto le es propuesto. Parece que,
como un anuncio de la Nueva Era de la humanidad, cada cual siente que necesita determinar, en
forma autónoma, su propio destino. Se percibe, en todo eso, el nacer de una Nueva Era. Pero a la
libertad de ser corresponde la responsabilidad de situarse y responder por el resultado de las
opciones tomadas. En ese panorama, aparentemente caótico, aparece un dato de gran valor. Se
siente la búsqueda de lo que es simple. Parece que, después de ambular exhaustivamente por los
parajes áridos del frío intelecto, el ser humano siente la nostalgia de sus raíces de vida. Se habla del
problema ecológico y de volver a la naturaleza. Grupos y personas aisladamente abandonan las
ciudades cuya alma de cemento armado parece emparedar las necesidades de vivir plenamente. Y,
como señal promisoria de los «Tiempos son Llegados» se inicia la investigación del lado místico de la
vida, como una forma de combatir el resecamiento espiritual de nuestra cultura. Los investigadores
bucean en los fenómenos psíquicos de los llamados «primitivismos». Los médiums o sensitivos son el
blanco de la gran curiosidad. Y nunca se vieron tantas sectas y una difusión tan grande de las
enseñanzas espirituales de toda especie. Pero, hasta esa curiosidad que parece promisoria puede
constituir un riesgo para la humanidad. Si las directrices profundas del hombre moderno continuaran
con las características de la falta de amor, los dos factores —libertad en la autodeterminación y
dominio en el campo psíquico— no son suficientes para renovar la vida en el planeta, muy al
contrario, constituyen una amenaza feroz para la tranquilidad del existir humano. Empiezan a surgir
                                                   7
Ramatís                                                                     Jesús y la Jerusalén Renovada


noticias cada vez más frecuentes sobre el uso de los conocimientos acerca del mecanismo de la
mente para ejercer control sobre los demás, hacer espionaje, en fin, transferir los crímenes comunes
de la vida física hacia el campo más sofisticado de la ciencia mental. Una civilización que adquiere el
control del campo sutil será autodestructiva al extremo si no cesa en ese empeño y no escucha los
ecos amorosos de las enseñanzas vivas del «amaos los unos a los otros como yo os amé». Saliendo
del campo del conocimiento teórico y milenario que la humanidad posee en relación con los deberes
fraternos, necesitamos retornar a la simplicidad de la ejemplificación plena del amor. Todas las otras
conquistas serán periféricas y aparecerán como consecuencias naturales de un progreso «de adentro
hacia afuera». La presente obra, dictada por el querido amigo que es Ramatís, propende a
testimoniar el gran valor que el Oriente espiritualizado atribuye a la Misión del Maestro Jesús.
Pretende, de ese modo, alcanzar dos objetivos específicos: ayudar a quienes están aún a tiempo
para pasar a la «derecha» del Pastor y proporcionar a aquellos que «heredarán la tierra» elementos
de orientación sana para la consolidación de la fase de recuperación espiritual que seguirá a la
avalancha de pruebas redentoras en el final del siglo. Cuando estamos caminando por la Tierra, una
bendecida oportunidad de renovación se nos ofrece. Continuamos en esa obra, lanzando la invitación
al trabajo, a todos los hermanos que aún viviendo una época tan alterada como la nuestra, puedan
enriquecerse con los frutos de un trabajo de amor, inspirado en la figura inigualable del Maestro
Galileo. La Fraternidad del Triángulo, de la Rosa y de la Cruz proseguirá en la Tierra esforzándose
por ofrecer, a través de un pequeño número de trabajadores, la oportunidad de servicio iniciado con
la publicación del libro Mensajes del Gran Corazón, veintidós años atrás. En ese núcleo fraterno, día
tras día se consolida la bendecida tentativa de quebrar los eslabones del exclusivismo y vivir una
experiencia integradora con la vida. Continuamos creando los lazos, en una gran familia espiritual,
respondiendo al llamado de nuestros orientadores. En oportunidad del lanzamiento de la presente
obra, recibimos la propuesta para la creación de un Hogar de amparo a la infancia. Como los planes
no nos pertenecen, consideramos nuestro deber comunicarlos, para que se cumplan con la
colaboración de todos. Tenemos en el «Hogar Nicanor», la casa fraterna donde la niñez recibirá
amparo para hacerse hombres y herederos pacíficos de la tierra; el adulto recibirá orientación y
consuelo espiritual y la inteligencia espiritualizada encontrará campo propicio para la investigación y
el estudio científico del ser humano integral, teniendo en vista su destino eterno dentro del Universo.
Será simultáneamente, un hogar cristiano, una clínica para el sufrimiento humano y un núcleo para
las investigaciones valerosas munidas de los elementos científicos de vida, en armonía con la Fuerza
Creadora del Universo. En todas las transformaciones que hemos pasado y para seguir adelante, un
factor necesita preservarse, como hasta el presente: la figura del Cariñoso Nazareno, del Pastor
Amigo, de aquel que es el héroe de la Renuncia por Amor y que será el centro de nuestras medita-
ciones, pues apreciamos que El es el Camino de la Verdadera Vida.

                                                                         América Paoliello Marques
                                                           Río de Janeiro (Brasil) 7 de agosto de 1977




                                                  8
Ramatís                                                                      Jesús y la Jerusalén Renovada


    NECESARIA INTRODUCCIÓN DEL TRADUCTOR

     Hace muchos años que me entregué a la difusión del pensamiento del Maestro Ramatís. Ese
cometido lo realicé con ahínco y perseverancia. Después de algunos años de trabajo intenso en la
elaboración de un gran número de folletos explicativos, en especial sobre las enseñanzas de ese
Amigo e Instructor, Ramatís, padecíamos intensamente por no poder plasmar los libros que
considerábamos de vital importancia para la humanidad actual. El Maestro, a través de la sensibilidad
del hermano y amigo milenario Hercilio Maes, nos daba aliento y nos decía: «No apresurarse, todo
llega a su debido tiempo». Como mi forma de ser personal es un poco superactiva y como entendía
profundamente el alcance de dichos mensajes, importunaba al médium con mis apuros para realizar
esos libros. Hoy, la distinguida Editorial Kier S.A. ha cumplido en editar la serie de 14 obras, que
están debida y sabiamente concatenadas por dicho autor Espiritual. Si bien nos costó esfuerzos que
se nos comprendiera en el medio espiritualista, lo mismo sucedió en Brasil, pues todo lo realizado a
partir de la mediumnidad y con el propósito de poner en claro la idiosincrasia de los humanos
alejados del Plan Crístico del Divino Maestro de Maestros Jesús, no es precisamente un lecho de
rosas. Allí en Brasil y aquí en la Argentina, con extensión a todas las naciones de habla castellana, lo
primero que se recibió fue el mensaje de la «verticalización del eje de la tierra», como producto de la
influencia del que Ramatís llamó «astro intruso» y que aún la ciencia terrena no verificó. Esa obra
comenzó a difundirse, primero por folletos explicativos sobre el evento —me refiero al libro Mensajes
del Astral— y luego siguió en la serie no menos polémico La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores. No es de mi interés detallar el contenido de estas dos magníficas obras ya conocidas por
el asiduo lector del Maestro Ramatís. Le siguieron doce obras más, de elevado contenido espiritual,
para promover la elevación y disciplina del ser humano, a fin de que alcance el bienestar espiritual y
pueda proseguir su ascenso en la línea a la derecha del Maestro Jesús y que apunta a pasar la
prueba que le toca a toda la humanidad sin excepción, tanto a encarnados como desencarnados.
Como se podrá comprobar, en lo personal nunca quise usar el medio que se me brindaba en todas
las obras, de manifestar mi pensamiento. Sólo utilicé esa oportunidad en el primer libro Mensajes del
Astral, para agradecer a los muchos colaboradores y simpatizantes y a la Dirección de la Editorial
Kier, que se hicieron eco de la programación que teníamos en la Argentina sobre los textos del
Maestro ya editados en Brasil. Hoy, por causa muy especial, uso el medio para informar por qué
estoy manifestando mi sentir y cumplo con el deber, al presentar esta nueva obra del Maestro
Ramatís, pero con la diferencia notoria de la sensitiva, Dra. América Paoliello Marques. La nombrada
está involucrada en los planes Ramatisianos y desde hace mucho tiempo también recibía los libros de
la fuente misma de Ramatís. Sus obras son muy conocidas en Brasil y se empalman sabiamente con
las recibidas por el Dr. Hercilio Maes. Inclusive en algunas de ellas lleva su prólogo, como así
también la presentación del Maestro. Pues bien, como a cada uno en un plan —sea cual fuere su
naturaleza— se le condiciona un orden, la hermana cumplió con el asignado, según lo expuso en las
páginas que antecedieron. Ahora, después de un largo silencio desde la última obra editada en caste-
llano El Evangelio a la Luz del Cosmos es necesario comenzar con las ediciones de la hermana
América, para no dejar un vacío entre uno y otro médium, respecto de la ilación de los mensajes, y
con la altísima inquietud de seguir instruyendo a los adeptos y simpatizantes. Lo que aparentemente
pareciera una disonancia, no lo es. Debe interpretarse como que cada obrero de la obra Eterna entra
en acción a su debido tiempo y, reitero, dentro de un plan preestablecido por las elevadas Fuentes de
la Espiritualidad, responsable de derramar la Luz Divina en este valle de oscurantismo materialista
que parece involucrarnos a todos. Por otra parte, la hermana América —autora sensitiva de la
presente obra— es sumamente conocida en su patria y también en el exterior, pues ha llevado su
sentir Ramatisiano a muy elevadas esferas del saber humano. Y nosotros, desde la Argentina, lleva-
mos el mismo pensamiento por doquier, siguiendo una trayectoria confluyente entre los dictados por
ambos sensitivos y que el lector podrá apreciar. Hoy, en el presente, aprovecho para rendir loas al Dr.
Hercilio Maes, por su meritoria obra de bien en pro de la humanidad, no sólo con el pensamiento
Ramatisiano sino con el beneficio aportado a sus hermanos brasileños y de precaria condición social
y material, por medio de la bendecida medicina Homeopática, que siempre fue ejercida gratuitamente
                                                   9
Ramatís                                                                    Jesús y la Jerusalén Renovada


por él, aun para las personas de mejor condición social. Mi sincero agradecimiento por saber sosegar
mis ímpetus, que comúnmente me afloraban al retardarse las ediciones de las obras antes
mencionadas. En conexión con tan meritoria obra y prosiguiendo con ese plan mencionado y
descripto por la hermana América, haciendo gala de su elevada sensibilidad mediúmnica, como así
también la de los hermanos que trabajan a su lado, atendiendo a la niñez desvalida, bajo la
conducción espiritual de la Entidad llamada Nicanor, cuyo hogar lleva su nombre. Dicha Entidad, en el
pasado fue un discípulo del Maestro Ramatís, así como lo son algunos de ellos que, desde la Tierra,
complementan el trabajo de Amor del Maestro Jesús. Estas palabras anticipadas tendrán amplio
sentido cuando se haya leído el contenido elevado de Ramatís, en la presente obra. De ahora en
más, si la Providencia y el buen sentido constructivo de los seres humanos se encuentran
predispuestos, seguiremos editando las obras que forman parte de las recibidas por la hermana
América, tanto por la inspiración de Ramatís como por la de sus discípulos desde el Espacio,
reiterando que todo texto lleva la supervisión del Maestro y Mentor. Comenzamos una nueva etapa,
pero reitero, no es más que la prosecución de un plan previsto por ese Mundo Espiritual que dirige el
Sabio entre los Sabios, como suele decirse de las fecundas enseñanzas del Maestro Ramatís.

                                                                                    Manuel Valverde
                                                                                           Año 1996




                                                 10
Ramatís                                                                       Jesús y la Jerusalén Renovada


    PREFACIO

     Bendecidas sean las horas en que el Señor nos permite dirigirnos a vosotros. Seres encarnados,
alegraos, pues está próxima la hora de la redención. Cuando en vuestra casa terrena os disponéis a
desarrollar las «tareas del día» estáis sabiendo que tendréis un período de fatiga, pero es la previsión
del bienestar y la limpieza que seguirá después de soportar lo incómodo del polvo y el cansancio que
la tarea exige. En vuestra tela mental, colocad nítidamente la visión de la «Jerusalén Renovada», que
seguirá en la Tierra cuando haya pasado el huracán del dolor y se haya conjurado el fantasma del
miedo por él desencadenado, para entregaros a las reacciones positivas. Conseguimos identificar en
vosotros, en ocasiones decisivas y traumáticas, las reacciones de coraje y puesta en marcha de los
recursos en general. ¿Por qué habréis de temer a los «Tiempos son Llegados», si representan la más
bella de las promesas de vida que el Señor os puede proporcionar en esa fase evolutiva del planeta?
La historia está llena de hechos que demostraron la capacidad de autosuperación de los hombres,
individual y colectivamente. Vosotros que oís hablar de la fe, que aun siendo como el grano de
mostaza es capaz de renovar montañas, ¿cómo podéis temer a la época decisiva de renovación
espiritual del planeta? Nos alegra la aproximación de esa hora, pues ella permitirá que se agudice
aún más la percepción del hombre. Podrá canalizar los acontecimientos espirituales y el voluminoso
potencial de energías ya despiertas en el conjunto psicofísico avanzado que el ser humano terreno ya
posee. Será como un desafío obligatorio y provechoso para los espíritus adormecidos por la materia,
colocándolo en el plano secundario al cual deben vencer, es decir, eliminar finalmente la inercia
milenaria del materialismo involutivo. Como gotas homeopáticas de alta dinamización, las dificultades
del final de los tiempos vienen hipersensibilizando a las almas más afectadas por el espíritu. Mientras
tanto, las de menos receptividad marchan hacia el abismo que se abrió entre los hombres y su paz
interior, en esa fase en la cual el resecamiento espiritual provocó inmensas brechas en el panorama
espiritual de la Tierra. Hoy, esos seres sin norte se sienten como si el suelo les faltara bajo los pies.
Unos asumen la actitud interior de desesperación, dejándose arrastrar, sin reacción alguna, por la
avalancha de las incomprensiones y maldiciendo a Dios.
     Otros toman posición de desafío. No se sabe a quién ni a qué exactamente agradecen
indiscriminadamente, tanto a organizaciones como a personas. Sin embargo, la vida continúa im-
placablemente su programación renovadora y el proceso, cada vez, va siendo menos inteligible para
los que no tienen «ojos para ver». Nuestra tarea y la de aquellos que se comprometieron con la Era
del Consolador, es volver sobre vosotros, bajo la forma de palabras o irradiaciones, para que las
bendiciones espirituales sean de una comprensión más real de la situación que os toca vivir. El
desmemoriado, en la hora de la tempestad, sufre la inseguridad del camino a seguir. Aquel que posee
en sí la seguridad interior, que es capaz de funcionar como una brújula para encontrar el aprisco
acogedor, lucha, sufre, pero vence y llega a ser amparado, por saber dónde buscar su seguridad y
reconfortamiento. La voz del Pastor continúa sonando en las tinieblas de la ignorancia y de los olvidos
temporarios. Por eso mismo, los desmemoriados podrán optar por alcanzar un rumbo seguro. El
Maestro encontró los medios para esparcir sobre «toda carne» las «voces del cielo». Y aun así,
cuando el camino estuviera oculto por la oscuridad del materialismo y vuestra percepción espiritual
embotada, podríais, si estuvierais atentos, encontrar la senda interior de la buena voluntad que es
capaz de incorporarse a la caravana del Amor que hace dos mil años avanza hacia El. Cuanto más
os aproximéis, más audible será su llamado. Se intensificará como el sonido que suena más fuerte a
medida que nos aproximemos al fondo de la caravana donde nuestra intimidad espiritual puede
simbolizarse. El Señor os espera para el reencuentro milenario buscado, cuando el torbellino de las
pasiones y pruebas del fin del ciclo os impele hacia el «fondo de la caravana», tradicionalmente
deshabitada, de nuestro mundo interior. Allá hay calor espiritual y provisión; está el Pastor que espera
a las ovejas que atendieron a su llamado. Nos agradaría que meditaseis sobre el significado de la ex-
presión «final de los tiempos». Como todas las tentativas que el hombre hace para expresar la
Espiritualidad en palabras, acarrean un efecto menos positivo, esa expresión es causada por los
incontables desajustes psíquicos de almas tibias y poco preparadas para comprender lo que es
eterno. Es necesario meditar para asimilar, en su verdadero sentido, las más elementales nociones
                                                   11
Ramatís                                                                    Jesús y la Jerusalén Renovada


relacionadas con la vida espiritual y agudizar la percepción del que sobrepasa los conceptos de la
materia, pues con frecuencia hay una profunda antinomia entre los conceptos emitidos y la
contraparte espiritual que desea expresar. La mente humana, considerando los hechos inmediatos, al
referirse al «fin de los tiempos», debería, más acertadamente, referirse a los «nuevos tiempos que
son llegados», preanuncio de la era de Paz y Amor, cuando una convulsión sacude al planeta, física y
espiritualmente, para aligerar las miasmas milenarias que habéis incorporado y acomodado.
Felicitamos a la humanidad terrena. El desvelo en el cual se encuentra envuelta en esta hora decisiva
de su transición para acceder a una graduación más elevada de realizaciones, es indiscutible. Como
vosotros mismos —padres y educadores— os desveláis en las crisis de la adolescencia y juventud, el
Equipo Espiritual de Guardianes de la Humanidad terrestre moviliza todos los recursos para vuestra
más perfecta liberación. Alegraos con nosotros y haceos heraldos de los tiempos renovadores que
son llegados, en los cuales, aun por los medios más adversos, la Luz de la Espiritualidad se hará
sentir con intensidad decisiva entre los hombres.
                                                                                         Paz y Amor
                                                                                            Ramatís




                                                 12
Ramatís                                                                       Jesús y la Jerusalén Renovada


                                     I - ¿QUIEN ES EL PASTOR?

     Pregunta: ¿Qué desea de nosotros el Maestro Jesús, en esta hora decisiva de la vida planetaria?
Nos encontramos tan incapaces de poner en práctica Su sublime mensaje, que no sabemos por
dónde comenzar y, muchas veces, nos desanimamos. Sin entender cómo aplicar sus enseñanzas no
nos juzgamos, por lo tanto, aptos para participar de la Nueva Era que pronto aparecerá sobre el
planeta.
     Ramatís: Las respuestas os vendrán gradualmente, en proporción a que tratéis de sintonizaros
con El. El desligamiento periódico que os impusierais en relación con los intereses inmediatos de la
vida será el medio de comenzar a afinar vuestros «oídos» espirituales. Ningún peligro puede
esperarse en la Creación, que está hecha de armonía y concatenamientos naturales. Luchar contra el
inmediatismo de la vida material es tratar de percibir la vida del espíritu filtrándose a través de todas
las cosas; ha de ser el medio inicial para tomar posición y que permitirá el desarrollo de la percepción
espiritual.
     No habrá provecho real del Evangelio mientras permanezca para vosotros como fuente de
hermosas enseñanzas pero nunca practicadas. La Nueva Era es realmente provechosa para el
espíritu que a intervalos regulares detiene sus actividades externas y trata, en el silencio de la oración
y la meditación, de «oír» el eco de las palabras del Maestro, en su mundo interior, confrontándolas
con su modo particular de vivir. Para eso, necesita silenciar la interferencia de los ruidos de las más
variadas procedencias, que alcancen a su mundo interior.
     Pregunta: ¿A qué ruidos os referís?
     Ramatís: A las disonancias espirituales. Las ondas sonoras que alcanzan a los oídos físicos que
tienen el poder de perturbar al mundo interior del espíritu inmortal, si se encuentra en paz consigo
mismo. Mientras tanto, se acostumbra atribuir a la vida agitada del mundo moderno el móvil que
origina neurosis y toda especie de males. Reafirmamos la primacía del espíritu sobre la materia. Si
los ruidos externos os alcanzan la sensibilidad es porque no sois aún capaces de saberlos controlar.
     Pregunta: Nos parece un círculo vicioso. Si no tenemos control y el ambiente no nos facilita esa
adquisición, ¿cómo es posible conseguirla?
     Ramatís: Por la toma interior de la posición adecuada para los fines previstos. Si desearais
construir valores espirituales, necesitaréis dedicaros a las disciplinas del espíritu, de la misma forma
como os dedicáis a ejercitar el cuerpo físico y el intelecto, lo que ya hacéis con bastante éxito.
     Pregunta: En la Tierra, en el momento actual, ¿habrá medios para que el hombre se pueda
dedicar con éxito a la vida espiritual? ¿Qué nos sugerís?
     Ramatís: Hacer escala de preferencias para vuestras actividades. Lo que realmente amamos,
nos consume las mejores energías del espíritu y del cuerpo cuando estamos encarnados.
     Pregunta: ¿De qué forma podemos organizar esa escala?
     Ramatís: Definiéndoos con relación a los objetivos reales a los cuales deseáis dedicaros en
vuestra vida.
     Pregunta: Tenemos objetivos de diferentes especies en cada sector de nuestra existencia
terrestre. ¿Podríamos mantener en la mira, con igual firmeza, el interés de tantas metas?
     Ramatís: Mientras poseáis una visión fraccionada de vuestro ser, no conseguiréis programar con
seguridad, puesto que no seréis capaces de definir el centro gravitacional único sobre el cual
precisáis girar todo.
     Pregunta: ¿A qué centro gravitacional os referís?
     Ramatís: A vuestro espíritu inmortal.
     Pregunta: ¿No cree nuestro hermano que sea una definición poco accesible para nosotros?
¿Cómo realizarla aún estando adherido a la materia?
     Ramatís: Por el impulso que imprimís a vuestro proceso evolutivo. La voluntad esclarecida puede
                                                   13
Ramatís                                                                      Jesús y la Jerusalén Renovada


orientar vuestras decisiones íntimas. Mucho se habla hoy de las tensiones y represiones, en la
necesidad de investigar los procesos del inconsciente y creemos que ésa es una real necesidad para
el hombre, en la fase de su despertar espiritual. Por lo tanto, ¿qué hacer con las tensiones liberadas
por el proceso de emersión del inconsciente, si al efectuarse esos fenómenos, el hombre se
encuentra desarmado e ignorante en relación a la forma de orientarse? Se abre el redil, se sueltan las
ovejas hambrientas y sedientas, pero no se ofrece el Pastor para conducirlas a los verdes campos ni
al agua fresca que podría reconfortarlas.
     Pregunta: Aunque nuestra comprensión pueda aceptar que Jesús sea el Pastor a que os referís y
haya en nuestro espíritu profunda reverencia delante de la grandiosidad de sus enseñanzas,
juzgamos prematuro realizar una sintonía con El. Luego, consideramos oportuno y natural que las
ovejas no identifiquen al Pastor y salgan sin rumbo fijo por los campos. ¿Cuál es la solución para ese
impase?
     Ramatís: La solución la encontraréis dentro de vosotros, cuando os canséis de buscar afuera, en
las satisfacciones pasajeras y comprobéis que realmente no compensan los esfuerzos realizados
para conservarlas. Es cuestión de madurez espiritual. La fuerza de la fe será el eslabón de conexión
entre vosotros y el Sublime Peregrino. Pero ella ejercerá su papel revitalizador a partir del momento
en que hubiere germinado. Aunque sea el mínimo como el grano de mostaza, su valor será
insuperable, siempre que germine. Cuando se dice que el Señor de la Viña sólo tiene un salario para
los siervos de la primera y última hora, se desea resaltar la extraordinaria fuerza de que las cosas
espirituales se encuentran impregnadas de tal forma, que una segura emersión de la fe es capaz de
reformulaciones infinitas, aun con los espíritus más comprometidos con la Ley. Se desea expresar
con palabras comunes que, la fuerza del amor, es un impulso de tal forma poderoso que, al ser
despertado es capaz de refundir toda la contextura espiritual del ser. Es una especie de fuerza
multivalente, o sea, un dinamismo de naturaleza múltiple, capaz de filtrarse a través de todas las
manifestaciones del ser, impulsando todas sus potencialidades de forma que antes era imposible.
Loas a los siervos de la primera como a los de la última hora, pues recibirán el mismo salario, porque
el Amor no se altera —ya sea que toque al hombre criminal, como al santo— es fuerza única,
indivisible, inmune al deterioro psíquico del ser que recibe ese impulso. Jesús, al pasar por la Tierra,
curó y levantó, contagió a los puros y a los impuros con la misma esencia de Amor de que era
portador. Tanto al malhechor de los caminos como al fiel sacerdote de la Ley. La mujer sufrida y el
avaro recibieron el impacto de una energía que les dinamizaba el ser de forma incomprensible, que
les paralizaba por unos instantes las expresiones deletéreas en el sistema de las fuerzas espirituales
que los caracterizaban. Como una dínamo extraordinaria, generador de fuerzas espirituales
imponderables, el Sublime Peregrino se aproximaba a los seres en desequilibrio, ejerciendo sobre
ellos influencia confortante y renovadora. Los que se encontraban maduros por el sufrimiento
redentor se dejaban renovar por el extraño «injerto psíquico» en sus conceptos originales y se
convertían en una «nueva especie» que era capaz de dar frutos sazonados y sabrosos, de gusto
desconocido, pero innegablemente renovadores de las experiencias humanas, en un grado hasta
entonces desconocido en la Tierra. Magnetismo saludable fluía de sus manos y de todo su ser. Una
cascada de luz invisible a la vista de los humanos se desprendía de su frente, aureolándole la cabeza
y haciendo indescriptible la expresión de su rostro en los momentos en que, compasivo y poderoso,
se concentraba para emitir vibraciones de dulce consuelo para los padecimientos humanos. No se
podría expresar en palabras los conceptos espirituales elevados, por ser inaccesibles a la com-
prensión de aquellos seres cuya vida casi exclusivamente era carnal y no ofrecían elementos de
contacto con tales eventos espirituales que se desarrollaban delante de sus ojos, para las cosas de
tenor espiritual. Consciente de tal distancia entre su presencia renovadora y los seres que lo
rodeaban, les hablaba sin palabras, bajo la forma de vibraciones emitidas de su ser en términos de
eternidad. Podría decirse que «hablaba a través del tiempo» a la Centella de Vida Eterna existente en
cada ser, tocándolos de forma imposible de ser expresada incluso por los que eran alcanzados por la
sublime emisión de fuerzas cósmicas desencadenadas por la presencia del Sublime Pastor. Su
cuerpo estaba presente, pero su espíritu estaba en ese momento en una dimensión diferente,
actuando sobre el aura de la Tierra. Y los seres a los cuales se hacían visibles, presenciaban un

                                                  14
Ramatís                                                                       Jesús y la Jerusalén Renovada


supremo acto de magia blanca cuando, al emitir palabras sencillas, irradiaba para toda el aura de la
Tierra el indescriptible magnetismo cósmico del Amor, en cuotas inaccesibles —por su esplendor— a
los pequeñitos seres que lo rodeaban. Mientras tanto, los que los amaron, se renovaron por completo
y en proporción a la apertura de sus almas aceptaron su dulce magia. No lo hicieron súbitamente. Se
entregaron gradualmente, como la criatura que se aquieta de a poco ante el contacto de la presencia
materna, después de sufrir momentos de aflicción. Absorbe paulatinamente el magnetismo del Amor,
se siente segura, cobijada al calor y se adormece tranquila. El alma a la que le toca el impacto del
Amor del Cristo se tranquiliza y muy pronto aprende a entregarle sus dolores y debilidades, para
renovarse, proporcionalmente a la creencia firme en el abrigo seguro por Él representado. ¿Dejaron
de existir las tempestades? No, pero el Amigo siempre estará presente.
     Pregunta: No dudamos de que Él se encuentre presente, pero ¿y nuestra capacidad de
percibirlo? Sentimos dificultad para la expresión de nuestra fe. Hoy creemos y mañana estamos
sumergidos en la duda e inseguridad. En esas horas, aunque sepamos todo lo que comprendemos,
somos incapaces de vivir las enseñanzas recibidas, las cuales nos parecen hasta inaccesibles, por no
decir, en otra dimensión. De ese modo, ¿cómo acompañar al Pastor, sin perderlo de vista?
     Ramatís: El Pastor es el que os acompaña y no vosotros a Él. Vuestros pasos no serían lo
necesariamente largos y seguros para acompañarlo. De ese modo, podéis comprender que si Él os
ama como Amigo que dejó su morada celestial simbolizada en las Elevadas Esferas vibratorias, para
estar con vosotros y testimoniar en forma inolvidable Su Amor, fue porque tuvo la intención de daros
la noticia en forma tal que pudiera ligaros a través de los siglos, fuera de que os reencarnéis y
sumerjáis nuevamente en el olvido. Mientras tanto, en la Tierra, a cada renacimiento encontraréis la
tradición que os habla de un cariñoso Nazareno que se dejó inmolar para dar testimonio de su Amor.
¿No os basta tal hecho para que os resulte clara su intención sublime de permanecer con vosotros?
¿Qué mayor prueba de amor le sería exigida? Bien se ve que aún no podéis comprender el
significado del descenso de Jesús a la Tierra, cuando os juzgáis abandonados a los acontecimientos,
demostrando vuestra incapacidad de elevar el pensamiento y analizar el drama del Calvario en su
profundo significado. Todo aquel que se una a Él, en donde fuera y en todas las épocas, encontrará
el lazo indefinido de su Amor cuya vibración siempre estuvo en la Tierra como un aura protectora e
invisible. Mientras tanto, a partir de su corporización, se hizo más fácil su vínculo con Él, por la
memoria de los hechos accesibles al entendimiento humano: el sacrificio, la bendición del Amor, el
reconfortamiento a través de la palabra amiga, la memoria y recordación de su gesto de compasión y
justicia, en su grado más elevado. El hombre obtuvo así un punto y contacto de referencia, como una
fotografía del ser amado al cual se liga para orar, pedir e implorar, aunque eso es sólo un medio para
concretar la ligazón que se hace en forma independiente de toda exteriorización, cuando el real Amor
al Bien despierta en su ser.
     Pregunta: ¿A qué designáis como el «real Amor al Bien»?
     Ramatís: Por tratarse aún de un peregrinaje incipiente en el proceso evolutivo, el hombre
acostumbra confundir el «bien» con el «Bien».
     Pregunta: ¿Cómo podemos definir y comprender esa diferencia?
     Ramatís: Es cuestión del centro de gravedad. El «bien» posee una órbita individual. El «Bien»
posee la dimensión de la órbita universal. A medida que el hombre, como espíritu eterno, dilata o
expande la órbita de lo que considera benéfico, entra en una nueva dimensión e inevitablemente,
aprende a sintonizarse con el Bien. Soportar lo incómodo de la transición es el precio justo de tal
conquista.
     Pregunta: Consideramos a partir de la fe que poseemos, que todavía debe ser demasiado
pequeña. Siendo así, ¿el desánimo no será un agravante para los que se sienten tan distantes de la
conquista de esa amplia visión de la vida? ¿Cómo evitarlo?
     Ramatís: Vosotros os encontráis en situación similar a la del niño de la historia infantil que arrojó
fuera de la ventana algunos granos de porotos, por creer que eran inútiles. Al poco tiempo tuvo la
sorpresa de comprobar que habían crecido bastante y tomado altura. Fe, para la mayoría de los
hombres, es sinónimo de credulidad perjudicial. Ese es el legado recibido de la noche negra del
                                                   15
Ramatís                                                                     Jesús y la Jerusalén Renovada


fanatismo medieval, cuando se hablaba de la fe al pie de los instrumentos de tortura y se cruzaba la
Tierra para matar en nombre del Cristo, el cariñoso Pastor de la Galilea.
     Una asociación inconsciente, como una maldición no identificada, se incorporó al aura espiritual
de la humanidad, impidiéndole entrar y tomar mayor fuerza impulsora a la fe, producto del Amor.
Echa afuera, como el niño inconsciente, los pequeños granos mágicos que podrían sustentarle la
subida a los nuevos planos de la vida. Eso sucede, porque el hombre —aunque se envanece de tener
conocimientos intelectuales avanzados— desconoce la fuerza psíquica de que está dotado. Tanto se
deja sugestionar por los estereotipos grabados en la mente colectiva humana, que es incapaz de
investigar el valor de la simiente de luz que trae dentro de sí. Cuando más valúan su condición de
«ser humano» de lo que es el «ser racional», pasan a una nueva situación investigativa que empieza
a esbozarse en las revueltas desordenadas contra la situación vigente y en la búsqueda inhábil de las
manifestaciones del Amor. Quebrados los «tabúes» representados por la tradición, acciona en forma
subliminar contra las manifestaciones de fe, resultado de la corrupción sufrida en ese sector, lo que
inducirá al hombre a obtener una actitud serena en el análisis de los efectos. Hasta hoy, el hombre ha
tratado de combatir, muy justificadamente, la corruptela de la fe, que es el fanatismo, pero sin hacer
diferencia entre ambas manifestaciones opuestas. En lugar de la fuerza creadora interior, que es la
fe, él sólo ve su distorsión, el endurecimiento empobrecedor del fanático, tan infeliz en su distorsión
que ni la percibe. Además de eso, como es natural, trata de combatirla con armas semejantes —los
preceptos de la razón distorsionada— accesibles únicamente a las limitaciones de un intelecto
condicionado.
     Podríamos comparar esa situación al diálogo de un tartamudo con un sordo. El primero simboliza
al ser traumatizado por el dominio violento de las emociones en choque, peculiares de la mente
fanatizada, y el segundo, al intelectual que es capaz de oír con un aparato especial —los conceptos
de la erudición— pero sordo a las armonías reales que la verdadera fe en los destinos del hombre
pueda producir. Al «tartamudo» fanatizado le será imposible discurrir productivamente y conseguir
agradar y convencer, pues sus interlocutores no podrán creer que su fe sea poderosa al punto de
curar todos los males si aún no pudo combatir tal distorsión psíquica. Al «sordo» también la humani-
dad no le daría crédito, pues su deficiencia le impide la comunicación con las fuentes poderosas de la
vida y corta la capacidad de realización.
     La religión distorsionada continuará polemizando con la ciencia dedicada a los condicionamientos
materiales. Ambas actúan en planos bien diferentes de aquello que denominamos de fe y que
desbordaba en la personalidad amorosa de Jesús. Fe representa un impulso interior despierto en
forma irreversible, con el sentido direccional capaz, seguramente, de conducir sus potencialidades
latentes. Los jóvenes que hoy reaccionan contra los estereotipos sociales y religiosos, se aproximan a
la situación de llevarlos en el futuro a esa conquista, en la medida en que se admitieran nuevas
distorsiones en el camino evolutivo. Algunos ya presienten que será la presencia de Jesús el que los
liberará. Que perseveren en esa búsqueda. La simiente de la fe dejada por el Maestro en la Tierra es
lo suficientemente vigorosa como para servir de apoyo al ascenso de los espíritus a planos más
elevados en la espiritualidad, aunque estuvieran encarnados.
     Jesús, desvinculado de los compromisos, ya sea con la religión de su tiempo, con la
intelectualidad dominante, con los partidos de la política favorable o no a su pueblo, fue el ejemplo
digno de ser seguido por todo aquel que deseara elevarse por encima de las incomprensiones
humanas. Como ser humano era útil a sí mismo y a la comunidad, sin dejarse arrastrar por los
desvíos de la época. Ninguno jamás lo vio perjudicar a alguien, colocándose a favor o en contra de
las situaciones capaces de influir en los problemas poco dignos de su actuación. Todos sus pasos
eran en la dirección correcta de su conducta, en la participación armoniosa con la vida, integrándose
en términos de Amor.
     Si ese fuera el cuidado de los jóvenes y de los hombres en general, habrían comprendido y, aún
más, habrían podido «sentir» quién es el Pastor. De esa forma, seguramente imantados por Él, no
habría tempestad u oscuridad que pudiese desbandar al rebaño.


                                                  16
Ramatís                                                                    Jesús y la Jerusalén Renovada


                                       II -COMO SEGUIRLO

     Pregunta: ¿Cómo traducir en términos espirituales el simbolismo de querer «seguir» al Maestro?
Si no lo «vemos», ese esfuerzo nos parece que es como caminar a ciegas, sin ser capaz de divisar
los detalles de la senda, aunque sepamos la dirección general, que es el Amor al prójimo.
     Ramatís: Comprendemos vuestro problema y no es por otra razón que hoy se intensifica el
intercambio espiritual. La visión atrofiada del hombre sumergido en la materia es casi siempre
deficiente para obtener de inmediato soluciones evangélicas, por lo tanto, amorosas. Aunque se
dedicara a la investigación de los hechos espirituales, es frecuente que su proceder todavía sea poco
espiritualizado. Conoce las leyes, sabe inclusive, que ellas fortalecen, pero no consigue acomodar su
comportamiento a las innumerables implicancias psicológicas desencadenadas por la Ley, que
parecen tan simples cuando se anuncian en el «amaos los unos a los otros».
     El hombre habituado a la complejidad del pensamiento académico —que todo parece simplificarlo
por el simple hecho de clasificar y sistematizar— se pierde en las complejidades profundas del
espíritu porque desconoce los mecanismos básicos en términos de eternidad. Pretende que, a través
de la inteligencia, su patrón de comportamiento sea superior a todos los seres vivientes de la
Creación, porque entiende y manipula todo lo que le rodea, inclusive el psiquismo, no sólo de sus
hermanos inferiores en la escala de la Creación, sino también del hombre, su compañero de
experiencias en el grado evolutivo más próximo.
     Esa necesidad de sistematización y clasificación demuestra que es un espíritu en el grado de
aprendizaje inferior, aún incapaz de adquirir aquella percepción globalizadora de los que «tienen ojos
para ver». Construye etapas penosamente, por la comprensión minúscula de las variadas
graduaciones donde el proceso de la vida le quita el velo a sus ojos deslumbrados y frecuentemente,
por efecto de ese deslumbramiento —tomando la parte por el todo— se demora, cristalizado, delante
del becerro de oro construido por sus manos, cuando debería alcanzar la cima del monte a fin de
iluminar su propia vida en contacto con el retumbar de los truenos que despertaron la sensibilidad de
un Moisés y las zarzas ardientes capaces de consumir sus falsas concepciones de la vida.
     Felices los que puedan comprender que tienen dificultades y aun habiendo tenido pruebas
irrefutables de los fenómenos espirituales, se controlan y son capaces de orar y vigilar, con la
intuición de no dejarse cristalizar en la autocontemplación estéril. Jesús fue un Maestro de Altísima
Luz, emanada de los planos siderales superiores. Sus enseñanzas traducen leyes cósmicas
condensadas. Por eso, quien desea seguirlo necesita aprender el «código» capaz de extraer todo el
contenido intraducible en palabras que El, como Maestro, consiguió adaptar en términos sencillos,
obedeciendo a una reducción fiel de aquellas leyes, traduciéndolas a través de la verdadera escala
en la cual los conceptos recorren una graduación infinita que se inicia en el Macrocosmos y
desemboca en la línea fiel de un pensamiento único a través del Microcosmos. El era capaz de
acompañar esa escala en su pureza, desde la Fuente hasta la manifestación en la materia. Sabía lo
que es, en la simiente o en el grano de polvo; tenía conexión con la fuerza que lo sustentaba. Su
pensamiento penetrante recorría las escalas de la Creación libremente, situando a cada ser correcta-
mente en el punto en que estacionaba en la graduación infinita de la escala. Sabía, inclusive, lo que
sería para el hombre terreno descifrar sus enseñanzas, por lo cual las revestía de simbolismo. Por
eso, os dejó la afirmación: «Vosotros sois dioses», para grabar indeleblemente su afirmación de que
podríais, a través del tiempo, crear un mundo de concepciones interiores que os habilitaría para
descifrar sus enseñanzas.
     Lejos de recriminaros por ser incapaces de afirmaros como fieles intérpretes de sus enseñanzas,
nosotros nos congratulamos con vosotros por ser capaces de reconocer con claridad vuestra
imposibilidad de poner en práctica sus enseñanzas tal como fueron transmitidas. Habiendo percibido
que algo os faltaba, encontrasteis la llave de vuestra iniciación. El primer paso del aspirante a la
iniciación evangélica es saber y reconocer que en el Evangelio se encuentra la sabia expresión de las
leyes de la Espiritualidad. Los que pasan distraídamente esas enseñanzas, juzgándolas como un
conjunto de nociones elementales, en verdad son realmente ciegos que, muchas veces, «conducen a
                                                 17
Ramatís                                                                    Jesús y la Jerusalén Renovada


otros ciegos», según el decir de Jesús. Para percibir en la Buena Nueva la más alta expresión de la
Ley Cósmica del Amor que rige a la vida, es necesario tener los ojos para ver, en el grado mínimo
indispensable para la adquisición de las aptitudes básicas de un aprendizaje infinito y redentor, que
se inicia cuando el ser deja de usar el intelecto como fuente de orientación y pasa a usarlo solamente
como medio complementario de evolución.
     Cuando el sentido direccional del espíritu despierta, «siente» más de lo que entiende. Capta, en
dimensión imponderable, todo lo que es capaz de orientarlo en relación con la Vida Superior,
imposible de traducirse por medio del intelecto, salvo parcialmente. Los que ven incongruencias en
los Evangelios son los que no tienen ojos para ver, están con la percepción espiritual embotada.
Aunque conozcan los mecanismos de los fenómenos en que la Espiritualidad se expresa, son
incapaces de ponerlos en movimiento, a no ser en sentido personal, limitando sus propias
concepciones estrechas. Aquel que conociendo esas leyes abre el canal de la intuición para la faja
vibratoria del Amor, de inmediato identifica, en las enseñanzas de Jesús, toda la Ley Cósmica, en una
línea de reducción proporcional al grado evolutivo de la humanidad terrena.
     Pregunta: ¿Qué cosa podríamos hacer a fin de facilitar esa apertura, para la percepción mayor de
las enseñanzas de Jesús?
     Ramatís: Existe un engaño muy frecuente, a causa del transcurso y condicionamiento de la vida
material, que consiste en esperar que en el camino por recorrer, la luz aparezca frente a nosotros. Y
buscáis en las agremiaciones, sociedades y personas, o en las corrientes del pensamiento más
diverso, la iluminación, como si ella pudiera venir desde afuera. Lo mismo sucede con las
enseñanzas de Jesús. Aunque reverenciadas y reconocidas, nada pueden mientras el aprendiz no se
decida a modificar su estructura interna, espiritual. Entonces encontramos al hombre circunspecto y
bien alineado por las normas de su religión o grupo filosófico, pero que aún es incapaz de encender
su propia luz. El también marcha buscando el lado luminoso de los caminos que recorre, pero
siempre dependiendo de quien proyecte esa luz en su camino. Es ciego por voluntad propia, porque
no resuelve quitarse la venda que oscurece su campo interior. Eso le representa una violencia doble,
primero porque sería obligado a echar mano a la dependencia externa a la que se habituó, y segundo
porque necesitaría hacer el trabajo y además, permitir y reunir los falsos conceptos que hasta
entonces apoyaba. Aún así, después de ese esfuerzo de coraje, precisa habituar su visión a la cla-
ridad ofuscante que las realidades espirituales internas acostumbran proyectar sobre Ja vida de los
recién nacidos en el espíritu.
     El choque traumático de esos desacondicionamientos representa el precio que es necesario
pagar por el aprendizaje real de la espiritualización. Mientras eso no suceda, el hombre podrá ser un
alumno aplicado en sus lecciones, asiduo a las disciplinas y severo en la vigilancia, pero no tendrá
posibilidades de encender dentro de sí la luz poderosa del real proceso del despertar espiritual.
     Pregunta: Notamos que en vuestras palabras podrían encontrarse matices de desprestigio para
las religiones organizadas o para el celo metódico con relación a las normas consideradas
provechosas para el avance evolutivo en que el hombre terreno se encuentra. ¿Qué nos podéis
decir?
     Ramatís: En un trabajo anterior nos hemos referido a ese problema, cuando os afirmamos que el
espíritu tiene un camino interior por desarrollar, que lo lleva de lo más simple a lo más complejo, de
las normas externas hacia las internas de la vida espiritual. Por lo tanto, será inútil que alguien
pretenda ser un iluminado si no es capaz ni siquiera de respetar el horario de su trabajo cuando el
jefe no está presente o de prestar un servicio, sin esperar recompensa. Las disciplinas del carácter
son el primer paso; sin ellas, las experiencias iluminativas jamás encontrarán campo propicio. El
neófito que entraba en los templos de la antigüedad, encontraba un verdadero sistema burocrático
capaz de impacientar y descorazonar a los menos esclarecidos, y que servía de filtro inicial para la
selección de los que eran capaces de doblegar sus tendencias sin recelo, sin llegar a resentir su
propia contextura psíquica.
     El cuidado que el hombre hoy emplea para evitar la represión, representa claramente el grado de
su flaqueza y resecamiento espiritual. La vara verde y excesivamente tierna se quiebra al querer
                                                 18
Ramatís                                                                       Jesús y la Jerusalén Renovada


usarla. Así también sucede con la que se resecó. Sólo la vara sana y gruesa es capaz de resistir los
vientos, balancearse bajo los impulsos externos y volver a su postura inicial. El hombre que se
somete a las disciplinas representadas por las normas de la vida diaria: el horario del ómnibus, la
impaciencia o descortesía del jefe, al desinterés del compañero de trabajo o las exigencias
imprudentes del cónyuge, en ese trato y aplicando las normas de su religión o sistema filosófico,
consigue al cabo de cierto tiempo y según su grado evolutivo, una resistencia espiritual, es decir, una
sensibilización capaz de habilitarlo para subir un nuevo grado, la de encontrar su centro coordinador
espiritual, por haber caminado en dirección centrípeta, en el acto de tener bajo control nuevas
expresiones que antes le eran inaccesibles.
     En un acto de «buena disposición» elaboró la antecámara del espíritu inmortal y se volvió apto
para pasar a otra etapa donde todo le será sorprendente. Para esa nueva etapa, antes necesitaba
saber enfrentar, sin desequilibrio, el medio externo, pues para actuar sobre el medio interno, las
sorpresas que presentan los grados evolutivos, le exigirán serenidad mayor a la que necesitó para
vencer la batalla exterior.
     Pregunta: Nos parece un tanto desanimadora vuestra afirmación. Las dificultades del medio
externo nos absorben demasiado y nos podríamos sentir bastante desanimados ante las dificultades
que ofrece la etapa siguiente. Eso es lo que nos parece a primera vista. ¿Estamos equivocados?
     Ramatís: Si así os parece será porque la primera etapa aún no fue cumplida. Cuando el ser
domina sus reacciones delante del medio, le invade una sensación de desahogo que inmediatamente
lo habilita para aplicar sus energías en terreno fértil y, así fortalecido, nada lo amedrentará. Encontró
en sí un tesoro ignorado hasta entonces porque no tenía tiempo para explorarlo. Al sentirse capaz de
vencer con menor consumo de energías las dificultades del medio, al aprender a desprenderse de
molestias inútiles, sin huir de las pruebas, desarrolla la serenidad que necesita para entrar en la
segunda cámara de su ser —la conciencia de su individualidad eterna— donde ahora se sitúa
preferentemente, sea con el bullicio de la ciudad moderna o en el ómnibus que frena violentamente,
en compañía del hermano que increpa al chofer desconsiderado. Sus actos externos se encuentran
bajo control automático, producto del entrenamiento a que se dedicó para la autorrenovación exterior.
Puede así, demostrarse con tranquilidad en los movimientos profundos de su psiquismo. El atavismo
animal ya no domina sus reacciones. Al contrario, habitualmente, él las domina. Sobra «espacio»
interior y tiempo psicológico para una vida en un plano más profundo. Se cambia el centro de
gravedad de su acción renovadora y la experiencia de la primera etapa deja residuos positivos para el
nuevo aprendizaje.
     Pregunta: ¿Cuáles serían esos «residuos positivos»?
     Ramatís: La falta de amor genera reacciones psicológicas comparables a los baches que se
hicieron en el camino espiritual que debiera haberse transitado de otra forma. El sufrimiento con su
cortejo de aflicciones, remordimientos, insatisfacciones, funciona como el origen de los residuos que,
a lo largo del tiempo, forman una nueva pavimentación, cuya base está cimentada por los
sentimientos del arrepentimiento producido por el llanto renovador. Aquel que llora extrae de sí
fuerzas capaces de lavar el alma, si ese llanto se manifiesta como un verdadero sentimiento de
renovación. Y el camino, aunque arreglado, está mejor pavimentado para el «cambio» necesario.
     Pregunta: Al meditar sobre vuestros esclarecimientos nos parece estar bastante alejados del
tiempo en relación con la psicología de nuestro momento. Nos parece imposible encontrar eco en la
mayoría de los seres humanos para que de esa forma, puedan seguir al Maestro.
     Ramatís: «Yo soy la voz que clama en el desierto», decía el profeta bíblico al anunciar la venida
del Mesías a Israel. Y por insistir, lo hicieron callar violentamente. ¿Quién puede engañarse y esperar
buena receptividad para los que continúan clamando en el desierto inhóspito de la humanidad
terrena? Las ideas de Dios, religión, preceptos morales, siempre existieron entre los pueblos
evolucionados de cada época, pero como simples coberturas para disfrazar las malezas espirituales
que ninguno jamás osaba descubrir sin correr serios riesgos morales y espirituales.
     Por vivir hoy una supercivilización, con avances capaces de estremecer el equilibrio de las
fuerzas cósmicas, no imaginéis que el panorama espiritual haya sido modificado bajo los vestidos
                                                   19
Ramatís                                                                    Jesús y la Jerusalén Renovada


engañosos de las mismas experiencias que siempre sirvieron para atenuar el impacto psicológico de
la humanidad, ennegrecida por los despojos pestilentes de la trama diabólica urdida por la oscuridad
de los planos involucionados, con el objetivo de impedir la propagación de la Luz. Púrpuras, joyas,
flores, perfumes, invocaciones, augurios, palacios, siempre sirvieron al lúgubre séquito de las
apariencias grandiosas que se encargaban de propiciar la descomposición moral del hombre, con el
aspecto grandioso de los mausoleos donde la Verdad era pomposamente velada y sepultada. La
«voz que clama en el desierto» será siempre escuchada como el alerta del profeta de mal agüero, el
que deshace placeres, pues todos se encuentran «felices» en la contemplación de la lujosa
apariencia con la cual providenciaban la sepultura, y enseguida, velan la Verdad para que no sea
exhumada. Con todas las pompas oficiales, llevarán también al agorero anunciador de las desgracias
a la picota de la execración pública, disfrazada, muchas veces, por una benevolencia
condescendiente con sus «excentricidades».
     Pregunta: Nos agradaría recibir mayores esclarecimientos sobre la situación que habéis descripto
como «dominio habitual del atavismo animal», que se obtiene en aquella primera etapa de la
formación del carácter, o sea, del control sobre las reacciones a los estímulos externos. Esa
situación, ¿no será provocada por las represiones nocivas para el equilibrio psíquico? ¿No se
encontraría allí la fuente de los desequilibrios que funcionan inconscientemente como formaciones de
energías que actúan y revelan la voluntad consciente?
     Ramatís: El hombre espiritualmente desatento insiste, cuando desea superar sus instintos. El
aprendiz de la espiritualidad elabora sus tendencias porque aprende diariamente a conocerse. Sabe
que debe contar con sus expresiones inferiores y convivir con ellas sin conflictos irreversibles, pues
representan exteriorizaciones de fuerzas que lo amparan en los grados menores del progreso. Se
observa y trata de impregnar cada señal del animal primitivo de su ser con la comprensión nueva y
recién conquistada. A las expresiones primarias asocia la elaboración venturosa de la experiencia
redentora del Amor en sus manifestaciones amorosas y perfeccionadas. Teniendo como punto de
partida el deseo de más Amor, sabe que el primer ser necesitado de esa vibración pura y renovadora
es «él mismo». No podrá reprimir violentamente a su ser, que es tan digno de Amor y respeto como el
de sus semejantes. Si faltara a su primera prueba interior de habilidad en el trato con la fuerza
creadora que en sí se manifiesta, no sería capaz de respetarla cuando las exteriorice en actitudes
también involucionadas hacia sus hermanos.
     Cuando Jesús afirmó que toda la Ley se resumía en el Amor a Dios y al prójimo, no deseaba
omitir el amor que necesitaba ser vibrado por el propio espíritu inmortal. Si amamos realmente a Dios,
ese Amor se ampliará a toda su obra, en la cual cada centella en proceso de expansión está incluida.
Amar a Dios es conocer gradualmente sus leyes, es iluminarse para la visión interior que se traduce
en respeto profundo a Sus sabios designios y de tal forma grandiosos, que mantiene la armonía entre
los opuestos.
     Se hizo muy común asociar represión con religiosidad, por una falsa concepción del proceso de
«religamiento» de la conciencia eterna a su fuente. Si el espíritu reconoce que nunca estuvo
desligado de ella, «se acepta» en una sublime comunión de paz con las energías creadoras,
sintiéndose impulsado hacia una elaboración continua, pero pacífica por el Amor hacia el cual, de allí
en más, se siente atraído. Sabe que, desde los procesos más simples de su existencia hasta los
más exigidos o evolucionados, existe una superior energía Creadora que vela por él y, por lo tanto, la
«gracia» es como su persona o entidad espiritual; desde ya, jamás le faltarán recursos para obtener
su renovación. Esa filosofía optimista produce resultados inefables en el alma que cree. Siente la
presencia del Bien que se opone a los efectos inarmónicos de su situación involutiva. Esa es la re-
percusión de la fe que «mueve montañas», en el decir de Jesús. El ser que la cultiva ya no se siente
solo ni perseguido de forma irreversible. No necesita reprimir o esconder sus males porque sabe que
atraviesa su grado de evolución incipiente, pero es amado y amparado para recuperar siempre el
bendecido ejercicio de la autosuperación. Confía, se confiesa, se observa sin exigirse severamente,
pero con la firme y sabia decisión de vencer, estimulado por la ley del Amor a la que declaró su
adhesión.
     Los Instructores Espirituales jamás condujeron a sus aprendices a la represión, pero sí, los
                                                 20
Ramatís                                                                      Jesús y la Jerusalén Renovada


estimularon para la renovación. En virtud de existir una ley de polaridad en el Universo, reprimir es
proceso negativo, que no consta en la pedagogía espiritual. Se busca desarrollar en el polo opuesto,
aquel en que la carencia se manifiesta y espera los efectos de la neutralización de las expresiones
involucionadas.
     Pregunta: ¿Las situaciones kármicas son un proceso represivo cuando fuerzan a alguien a vivir
situaciones opuestas a sus tendencias?
     Ramatís: El encadenamiento de las vidas kármicas tiene por finalidad desarrollar aptitudes
nuevas. Por ser una situación compulsiva, no es obligatoria ni represiva, porque siempre proporciona
medios para desarrollar nuevas capacidades, aunque también pueda representar neutralización
temporaria de otras. La negación al aprovechamiento de las nuevas formas del aprendizaje es lo que
provoca el desajuste que llamáis represión, porque el espíritu se niega a canalizar sus esfuerzos
evolutivos en el sentido de crecer en una nueva dirección. Se concentra en el llamado «infortunio» o
«mala suerte» y se desequilibra, porque se niega a progresar usando los medios disponibles.
     Pregunta: ¿No habrá ciertas pruebas que son capaces de desequilibrar al espíritu, por un exceso
de represión a sus tendencias?
     Ramatís: Podrá haber inhabilidad en la forma de conducir las pruebas, con el consecuente
agravamiento de los problemas, haciéndolos insoportables. En ese caso, el espíritu recibirá nuevas
oportunidades, siempre que se dispusiera a recomenzar el aprendizaje interrumpido, que no
necesitará ser obligatorio, pero obtendrá situaciones idénticas, aunque siempre de efectos
semejantes.
     Pregunta: ¿Cuál sería la explicación sobre esa inhabilidad? ¿Cómo comprenderla? ¿No podría
interpretarse como una «falla» en el sistema para la evolución de los espíritus?
     Ramatís: Es elemental y de buen sentido que donde pueda escogerse a voluntad, también podrá
haber formas diversas de solucionar un mismo problema. La alegría de la participación consciente en
la realidad esplendorosa de la Creación se obtiene a cambio de un tributo mínimo, si se compara con
los bienes a los que se tiene acceso en la oscilación entre grados mayores y menores de
aproximación al equilibrio de cada momento. Mentes empobrecidas han interpretado esos grados
como los causantes de las penas o recompensas eternas, cuando eterna sólo es la ley del Amor, que
sustenta el derecho de la oscilación generadora del equilibrio en mayor o menor espacio de tiempo.
El tiempo es una unidad de medida que sirve para medir y ordenar la evolución de los grados
inferiores de su procesamiento, dentro de lo que es relativo y condicionado a las mediciones espacio-
tiempo. Cuando el ser cambia en función a lo que lo rodea, usa el tiempo y el espacio como punto de
referencia para su autoestimulación, como alguien que quisiera usar un automóvil desprovisto del
mecanismo de autopropulsión y, entonces, necesita afirmarse en puntos de apoyo para obtener
impulso. El ser que vive en esa condición sufre la angustia de la relatividad del proceso evolutivo,
porque no sabe que dentro de sí posee la energía creadora. Todo desengaño y decepción es la
causante de esa falta de visión de conjunto que da a lo relativo la impresión de duradero. Los
entrechoques y decepciones causados por la inhabilidad constituyen una providencia redentora capaz
de servir de alerta y despertar para la orientación adecuada del libre albedrío. Las rutas humanas que
os conducen a la ciudad están llenas de peligros, y la velocidad de vuestro vehículo constituye un
riesgo y exige la atención del conductor. No por eso desistís de viajar, enfrentando todos los riesgos y
peligros, porque sabéis que de ello dependen el progreso y el bienestar del conjunto. Es la conciencia
mayor o menor que el conductor posee sobre las consecuencias de su conducta la que decide sobre
su seguridad y no sería posible construir carreteras exceptuadas de peligros, pues la evolución exige
una habilidad cada vez mayor en el trato con las fuerzas impulsoras del progreso.
     El conductor incapaz necesitará un entrenamiento intenso y prolongado, para gozar del beneficio
de la libertad de ir y venir. Tal es la Ley. Si observáis bien, podríais sentir la sinfonía de belleza y
armonía de la Creación, que significa una invitación permanente para vuestra integración a la
felicidad de existir, dando la impresión de que todo se coordina para impulsaros a esa integración
creadora de la vida. Responder por vuestra incapacidad o por vuestra renovación es el único precio
que pagáis para obtener el derecho de existir y evolucionar. Las fuerzas que coaccionan y sirven a
                                                  21
Ramatís                                                                      Jesús y la Jerusalén Renovada


semejanza de verdaderas «señalizaciones» de las rutas, deben ser bendecidas por vosotros, así
como el médico agradece a la fiebre, pues esta le demuestra la existencia del proceso infeccioso o el
dolor que localiza la posición del mal.
     Pregunta: Finalmente, ¿qué les aconsejáis a quienes se sienten como las ovejas descarriadas,
en este funesto final del siglo?
     Ramatís: «Mi reino no es de este mundo»; «pedid y obtendréis», «golpead y se os abrirá»;
«vosotros sois dioses». En esas palabras está estructurado un programa amplio y perfecto de acción
para todo aquel que tenga aptitudes y «ojos para ver» y «oídos para oír». Todo un caudal de
recomendaciones esotéricas de los más variados orígenes que podrían evocarse para alcanzar y
orientar vuestros esfuerzos de renovación. Pero, ¿por qué retornar a las complejidades de la forma, si
el contenido espiritual brilla extraordinariamente en las sencillas recomendaciones que pautan la
conducta diaria en la senda del amor pregonado por el Cristo? Podéis usar las normas de vuestra
predilección, intentando orientar vuestro aprendizaje por esta o aquella corriente espiritualista, pero
en ninguna de ellas alcanzaréis la liberación espiritual si no estáis capacitados para «oír» los
llamados austeros que simultáneamente el Maestro dejó vibrando, cuya fuerza se expresa en la
extrema simplicidad de sus enseñanzas de inigualable pureza, síntesis de toda Ley. Por detrás de
todos los velos de las iniciaciones se hallaba la belleza deslumbrante del Amor, cuyo representante
máximo en la Tierra es el Cristo, brillante en su gloria al dejarse inmolar como el cordero simbólico de
la redención humana. Su actuación en la Tierra, lejos de significar vuestro rescate de las sombras,
representó la claridad que plasmó para vuestra conciencia, como contraste de las tinieblas en que
vivís sumergidos. Se presentó ante los ojos de la humanidad con la pureza cristalina de los puros de
espíritu, a plena luz del día, en las calles repletas de espíritus encarnados y desencarnados. Nunca la
Magia Blanca del Amor se dejó contemplar tan generosamente, en un extraordinario espectáculo de
luz espiritual junto a las tinieblas del aura de la Tierra. El choque portentoso de esos opuestos, las
consecuencias del desafío representado por ese contraste, sólo un espíritu de la envergadura de
Jesús podía soportarlo sin que hubiera desvíos perjudiciales respecto de la obra programada.
     El amor «que cubre la multitud de las imperfecciones humanas» es aquel capaz de soportar sin
desequilibrio el peso de los «errores» que nada dicen al respecto, sin repudiar a quien los practica,
aunque le sirva de obstáculo a su acción destructiva. En simples palabras, totalmente exceptuadas de
las complejidades del simbolismo iniciático, Jesús tradujo la Ley del Amor, para el entendimiento del
hombre común. Ese es su trabajo redentor: simplificar y ejemplificar simultáneamente las elevadas
enseñanzas que la Espiritualidad permitió descender sobre la Tierra. Quien se siente como la oveja
descarriada sólo necesitará consultar cuidadosamente el Evangelio e impregnarse del «espíritu» con
el cual vivió Jesús y aplicar a sí mismo el contenido luminoso que emana de la Buena Nueva
redentora. No hay un solo detalle que no haya sido previsto por Jesús en su predicación. Ninguna de
las dificultades citadas en el proceso renovador del espíritu humano dejó de abordarse en sus
predicaciones y en sus ejemplos.
     Por lo tanto, es necesario que la humanidad lea y medite sobre Jesús. En todas las otras
enseñanzas espirituales del hombre encontrará reafirmaciones de su actuación renovadora e integral
y llena de todas las enseñanzas necesarias para vuestra evolución. No obstante, sólo en el Evangelio
se encuentra una concentración con el potencial necesariamente previsto integralmente para vuestro
proceso evolutivo. Muchos instructores le prepararon el camino, pero a El le tocó realizar la síntesis
capaz de satisfacer las necesidades de todas las ovejas extraviadas. Sus enseñanzas se basaban en
las dificultades características del espíritu humano, sin recelo de tocar las heridas milenarias
respetadas por los hombres delante de los preceptos sociales y religiosos.
     Si realmente hubiereis alcanzado el punto de madurez que fuera capaz de hacer surgir el Amor a
la Verdad de vuestro espíritu, reconoceríais en El la brillante luz que jamás iluminó a la humanidad y
os sentiríais agradecidos y recompensados por la oportunidad de seguirlo en vuestras experiencias
terrenas. Su mirada penetrante nunca repudió al pecador sinceramente deseoso de recomenzar. Los
amó de tal forma que escogió entre los suyos al que lo traicionaría; entregó a Pedro, que lo negaría,
la responsabilidad de su rebaño; acogió a Pablo en el camino de la persecución a los suyos. ¿Quién
se podría juzgar abandonado o perdido realmente, si Lo amara y buscara su sinceridad?
                                                  22
Ramatís                                                                  Jesús y la Jerusalén Renovada


    Jerusalén no lo amó y El lloró sobre ella. En todas sus palabras no se encuentra una sola de
condena. Sólo esclarecimientos respecto de las consecuencias de las infracciones a la Ley del Amor.
Señala los errores con claridad meridiana, en forma en que no deja dudas respecto del camino, pero
su voz no se levantó para condenar o juzgar al pecador arrepentido. Hay más júbilo en la casa
paterna por el retorno del hijo pródigo que en cualquier otra ocasión. ¿Quién puede sentirse
desheredado, después de todo lo expuesto?




                                                23
Ramatís                                                                     Jesús y la Jerusalén Renovada


                                          III - ¿QUIENES SON LAS OVEJAS?

     Pregunta: De lo que nosotros conocemos y de los hombres en general, nos queda la impresión
de que la realidad es un verdadero caos espiritual. A primera vista, nos parece imposible hacer de los
hombres y de nosotros mismos, seres capaces de una definición interior tan profunda como la que
significa tener capacidad para seguir al Maestro Jesús. En otras palabras, nuestra «Jerusalén» no
parece nada fácil de ser renovada y en consecuencia, no conocemos a gran número de personas
empeñadas en pagar el precio en ese sentido. ¿Qué os parece?
     Ramatís: Es una observación procedente. Raras fueron las almas que, en una existencia en la
Tierra, ofrecieron el testimonio de esa adhesión integral. Pero, os preguntamos; ¿quién os exige tal
cometido? Jesús os afirmó que no se vería el reino del cielo ¡si no se naciera de nuevo! En ambos
sentidos, esa afirmación es real. Tanto necesitará el espíritu de varias encarnaciones, como en
sentido figurado, una verdadera «gestación» se efectúa para que pueda nacer el hombre nuevo del
que habla el Evangelio.
     Esa será una bendecida tarea en que os empeñaréis con alegría, desde el momento en que
podáis sentir principalmente, su significado redentor. ¿Qué puede alegrar más los días del cautivo,
que saber que es capaz de conquistar, por su propio esfuerzo, su pase de liberación? Desde ese
momento, nadie lo detendrá, si pone sus miras en el objetivo, sin vacilar. Y la aproximación de la hora
lo hará gradualmente más alegre, se encuentre donde sea y con el acontecimiento que hubiere, pues
su sensibilidad habrá despertado para el futuro que le espera y que interiormente, de alguna forma
está presente.
     Pregunta: Del esfuerzo sincero que podamos hacer para vivir las normas evangélicas, surge una
impresión penosa de duplicidad y oposición entre el Yo y el no yo, entre la conciencia eterna que
necesita aflorar y la estructura de la personalidad humana que vivimos. ¿Esa situación será
responsable por las famosas «cisiones» de la que nos habla la psicología oficial? ¿Cómo solucionar
ese problema?
     Ramatís: Dijo Jesús: «Quien no está conmigo, está contra mí». La dualidad de la naturaleza
humana en evolución es un proceso sano de polaridad indispensable para la definición consciente.
Quien no Lo ama a punto de dejar a su «padre y a su madre» no abandona los planos menores de la
evolución. Como ya tuvimos la oportunidad de decir, la «cisión» es el resultado de la indefinición. Es
el proceso manifestado por la posición enfermiza de no hacer opciones, por recelo de asumirlas
integralmente. Es necesario comprender que los psicólogos 1 identificaron los desajustes del ser
humano no para que ellos se sintieran amedrentados o paralizados de horror ante los desafíos
insuperables, sino más exactamente, para que se concienticen de las necesidades reaccionarias a
los procesos deficientes del mecanismo psíquico. Sólo así el trabajo arduo a que se entreguen será
útil a la humanidad.
     Al identificar la cisión, se localiza simultáneamente la debilidad. Como el médico reconoce el mal
para así poder combatirlo, sin pretender esterilizar a fin de proteger al enfermo, el psicólogo
necesitará despertar el deseo saludable de reacción de su paciente «escindido».
     Las descripciones de las causas de las cisiones son relatos de los factores que lo desencadenan,
pues la causa primordial reside en la debilidad delante de las tribulaciones, esto es, en el uso de las
reacciones inadecuadas.
     Pregunta: ¿Cómo impedir ese proceso, si con frecuencia aparece en la tierna infancia, cuando el
espíritu humano es tan indefenso?
     Ramatís: El proceso renovador del espíritu se realiza en una dimensión global que escapa al área
circunscripta al intelecto. Por esa razón, la Ley que es simultáneamente Justicia y Amor, no permite
que la «criaturita indefensa» sea expuesta a las correcciones de la reencarnación en ambientes
problemáticos.

    1
        El término aquí se usa en sentido literal.
                                                        24
Ramatís                                                                      Jesús y la Jerusalén Renovada


     Existe un mecanismo de interacción de las auras, un campo vibratorio que es un verdadero
diálogo inconsciente entre los espíritus encarnados en un proceso de reajuste recíproco. El «diálogo»
entre padres e hijos o entre otros grados de parentesco, en la primera infancia es realizado en
términos convenientes para una influencia recíproca, con el objetivo de despertar las reacciones
adecuadas.
     Pregunta: No habiendo comprensión sobre lo que pasa, ese diálogo ¿es provechoso?
     Ramatís: La comprensión plena, frecuentemente, obstaculizaría el proceso. Con una visión real
del panorama, normalmente los espíritus se sentirían envueltos en las emociones del pasado, dando
énfasis a las reacciones anteriores, casi siempre negativas. Cuando la madre toma en brazos a su
hijo que viene sobrecargado de sentimientos originados por las tribulaciones psíquicas, esas
emociones, al ser identificadas por los psicólogos, permanecen inexplicables. Ellos las registran sin
entender su origen. Ciertamente que ese proceso penoso de reajuste se transforma en un enigma sin
solución. Por ser ambos seres humanos, con mecanismos psíquicos semejantes, ¿cómo cometer la
injusticia de condenar las reacciones negativas de una u otra parte, si ellas provienen de la zona del
inconsciente del ser? Se espera, entonces, que el Amor del más viejo deshaga los eslabones del
odio, ya que en el ser que renace, esa percepción es gradual y muy lenta. Mientras tanto, el «adulto»
puede ser el ente menos evolucionado espiritualmente y ¿cómo apelar a su comprensión, en ese
caso? De esas consideraciones, se desprende la inoperancia de la comprensión intelectual en el
proceso renovador del espíritu, a no ser para los problemas que él, por evolución, ya consiguió
concientizar. También el despertar sucede por los choques psíquicos inconscientes, que no por eso
dejan de ser menos actuantes.
     Pregunta: De esa forma, nos parece que las «ovejas» quedarán perdidas en el matorral sin fin,
pues ni siquiera conocen el camino que las guíe hacia la ruta principal. ¿Qué nos podéis decir?
     Ramatís: Si les quitasen las «vendas» de los ojos serían capaces de transformarse en «lobos».
Las reencarnaciones en los procesos dolorosos de rescate son características de los espíritus menos
evolucionados, que no soportarían la visión global de su momento de renovación.
     Pregunta: ¿Cuál es el provecho de esa situación tan crítica?
     Ramatís: La aproximación a una neutralización de la agresividad obtenida por la aparición de las
sensaciones de impotencia.
     Pregunta: Eso, ¿no es contrario a las leyes de la evolución, que son esencialmente afirmativas
del ser?
     Ramatís: Afirmativas en el sentido del crecimiento y no de la autodestrucción.
     Pregunta: ¿Esos espíritus endeudados no evolucionarán mejor separadamente?
     Ramatís: Muchas encarnaciones les son proporcionadas, con el objetivo de preparar al espíritu
para un contacto que le sea especialmente adverso. Tanto en la Tierra como en el espacio, el ser
recibe todos los estímulos espirituales capaces de prepararlo para el reencuentro con los adversarios.
Ese trabajo «psicológico» no es reparado por los analistas, que aconsejaban la separación pura y
simple de los contactos provocadores del «rechazo». No acompañan inclusive a las «sesiones
analíticas» que se efectúan en el Espacio, cuando el espíritu se desprende en el sueño, intentando
recomponer sus energías.
     Una oportunidad reencarnatoria junto a los desafectos representa un evento largamente
esperado y necesario para el progreso del espíritu. Sin la neutralización de los lazos magnéticos
negativos, sin fuerza para desintegrar las «respuestas» que automatizó en el proceso antifraterno, no
conseguiría incorporar elementos positivos en relación con la situación vivida en el pasado espiritual y
que continuará en su economía psíquica indefinidamente, como un signo enfermizo no neutralizado
por el proceso renovador de la salud psíquica.
     Pregunta: ¿Cómo funciona, en el caso de la criaturita, ese mecanismo?
     Ramatís: Automatismo, es decir, condicionamientos que se neutralizan por extinción o
condicionamientos opuestos. La extinción se efectuará durante el proceso de renovación repre-
sentado por la separación de los desafectos, en el caso de las impresiones grabadas en el espíritu y
                                                  25
Ramatís                                                                      Jesús y la Jerusalén Renovada


que no sean excesivamente profundas. En ese último caso, necesitará programarse una convivencia
en términos capaces de propiciar la adquisición de las respuestas a las anteriores, por estimulación
proveniente del mismo ser que antes provocó las respuestas generadoras del conocimiento adverso.
De esa forma, se coloca al verdugo en los brazos de la víctima en sus primeros años de vida,
recogiéndose en el seno materno el espíritu que en el pasado le hiciera sufrir la opresión injusta, para
que ambos pudieran reconciliarse.
     Pregunta: Pero, sin conciencia de la trama en que se encuentran envueltos, ¿cómo expresar las
reacciones adecuadas?
     Ramatís: Ya hemos afirmado que la evolución es un proceso que escapa a los límites de la
comprensión intelectual. El espíritu siente y reacciona a un océano de estímulos, que no son los de la
palabra o de la percepción intelectiva. La Espiritualidad posee instrumentos psíquicos y
extremadamente plásticos para accionar sobre el psiquismo humano. Lo que los psicólogos están
tratando de hacer en la Tierra, desde que existen seres encarnados, y que los orientadores de la
humanidad realizan con éxito en el Espacio. Mientras tanto, ha llegado la fase de la evolución en que
los hombres despierten y deseen obtener participación consciente en el proceso para su habilitación
angélica y sólo puede ser loable, de esa forma, por lo menos en las intenciones, que podrían terminar
conduciéndolo a un camino seguro: el del reconocimiento del ser humano como espíritu eterno y
encarnado. Puesto que el espíritu, al encarnar, necesita olvidar para reaprender, la supervisión que
sufre es proporcional a sus necesidades. El olvido ayuda, porque permite que se vuelva moldeable
dentro de ciertos límites —señal de una reconciliación integral— y que por lo menos archive los
motivos compulsorios, para ser más agradable en el futuro, cuando se despierte a un mayor grado de
sensibilidad. Hasta ahora, en esta época hiperintelectualizada puede aceptarse en el campo emocio-
nal, tomado como positivo, facilitando reajustes hasta el infinito.
     Pregunta: ¿Nos podéis ejemplificar vuestra afirmación?
     Ramatís: Un ejemplo señalado de esa situación se encuentra en el tratamiento producido por el
electrochoque. Cortar temporariamente la comunicación del espíritu en su campo sensorial, produce
un coma artificial. Es expulsarlo de su campo bioelectromagnético habitual, con el objetivo de
desmemorizarlo y descargar el exceso de veneno psicofísico que pertenece a sus reacciones. Ese
lapso de memoria de sus tensiones rutinarias, asociado al impacto de un pseudodesencarne, produce
un desligamiento temporario, con la consecuente atenuación de sus males. Nada más traumático y
antinatural que ese proceso. Pero es un tratamiento que produce dos constantes en la terapia de
ayuda establecida para la evolución del hombre como espíritu inmortal: una está representada por el
desligamiento compulsorio que la muerte artificial provoca en los espíritus involucionados y la otra, es
la retracción de la memoria, que caracteriza a la reencarnación.
     Pregunta: ¿Nos podríais dar mayores detalles?
     Ramatís: Los hombres, ignorantes de la realidad del espíritu, encuentran en la muerte y en el
olvido del pasado dos elementos que, según su forma de ver, se contradicen con la sabiduría, belleza
y armonía de la Creación. Promueven críticas a las directrices del plano de la Creación considerando
que traumatiza a los seres vivientes con el inevitable paso del tiempo y la escena final de la vida.
Otros consideran errada la providencia del olvido temporario, en el caso de existir la reencarnación.
Mientras tanto, pocos se dedicaron a meditar sobre las posibles consecuencias, si tales leyes fueran
eliminadas. Y en la imposibilidad de conocer los efectos de esa providencia, continúan,
indefinidamente, con su prédica negativista contra las leyes naturales de la vida, concebidas por un
Creador magnánimo que pareciera querer enseñar por métodos menos esclarecidos de los
adoptados por los educadores sagaces de la Tierra. Esos comentarios destructivos fueron posibles
hasta que, al obtener los hombres mayores conocimientos, observaron que el impacto y el olvido
podrían funcionar como terapia en casos extremos. Respetando lo más posible el libre albedrío del
enfermo, intentan todos los recursos terapéuticos, pero concluyen que la ineficiencia de la técnica
psicológica y farmacológica comunes apelan a la imitación de la naturaleza, cuando produce desliga-
mientos por la desencarnación, simulado por la desaparición de la memoria, que el electrochoque
representa. Esa experiencia demuestra sobradamente que esas transformaciones psíquicas están

                                                  26
Ramatís                                                                    Jesús y la Jerusalén Renovada


apoyadas por procesos independientes de la comprensión común de las cosas que pasan en la zona
intelectual consciente y destacar, la inoperancia de una terapia espiritual basada en la simple
comprensión, cuando el espíritu atraviesa la fase evolutiva primitiva, durante la cual las vibraciones
instintivas y emocionales pueden fácilmente apoyarse en su campo psicológico.
     Los impactos producidos por la desencarnación y por el olvido del pasado son altamente
saludables para la evolución del espíritu que, de a poco, se incorpora a los «conocimientos»
profundos en el campo de su memoria, capaces de funcionar como una fuerza magnética de
atracción que lo ubicaría, cada vez con más seguridad, en su campo gravitacional interior, en
dirección a los destinos espirituales que le aguardan en el futuro. Por esa razón, aparecen en la
Tierra individuos que inexplicablemente poseen gran seguridad, sin tener cultura intelectual que la
justifique ante los ojos humanos. Y lo encontráis descripto en el dicho popular «Quien es bueno ya
nace bueno», que no deja de ser un reconocimiento a las leyes de la Espiritualidad, aunque dando
cabida a que el Creador sea interpretado como apadrinador de unos en detrimento de otros, en
cuanto el proceso reencarnatorio no fuera reconocido por todos.
     Pregunta: Consideramos ese punto de gran importancia. Pero, ¿cómo proceder ante la
consolidación de los conceptos contrarios, divulgados y fortalecidos diariamente por la corriente
materialista en la que la ciencia oficial se ubica?
     Ramatís: Los que optaron por la ciencia oficial precisarán esperar que ella, por sus propios
recursos, llegue a esclarecerlos.
     Pregunta: No obstante, nos parece que la tendencia se fortalece cada vez más, pues son amplios
los aspectos materialistas en que se refugian.
     Ramatís: Bien se expresa vuestra última afirmación en la necesidad de cobijarse, revelada
inconscientemente por el espíritu humano al escoger el materialismo en su posición actual. Tal fue la
confusión que surgió de las entrañas del proceso psicológico y religioso de la humanidad terrena, que
provocó la reacción generalizada en una opción sistemática, como si los hombres se defendieran de
una erupción volcánica amenazadora, capaz de enterrar a las colectividades. Entonces los seres
humanos se retiran de los valles —que antes les eran acogedores, gracias a las enseñanzas
cristianas— dirigiéndose hacia los terrenos del paganismo materialista y prefiriendo la condición de
los desheredados de la Espiritualidad a la sofocación de los gases pestilentes del desamor
propagado en nombre de la ira de Dios. Cual una acomodación geológica, la pretendida filosofía
cristiana esparcida hasta los más remotos lugares de la Tierra se transformó en una amenaza para la
sobrevivencia espiritual del hombre esclarecido, viéndose en la contingencia de repelerla,
apartándose hacia un terreno más firme: el materialismo, cuyos peligros son palpables y, por eso,
menos angustiantes. El hombre de hoy sabe que morirá, pero pretende utilizar la vida muy bien,
aprovechando todas las ventajas que se le presentan. Con respecto a la inseguridad de las
realidades espirituales, constató que hay más peligro en entregarse a las manos inhábiles de los
presuntos conductores, que investigar por sí mismo el desafío intrincado de su existir. Optando por el
hoy y ahora, limita su ansiedad, voluntariamente, defendiéndose de pensar en lo que no consigue
comprender.
     Pregunta: ¿No habrá formas más saludables de reaccionar a las avalanchas de las
incomprensiones sembradas a través de los siglos por los conductores espirituales de las masas
humanas?
     Ramatís: Esas reacciones serán el resultado de una fermentación psíquica sólo realizable a
través del tiempo.
     Pregunta: Nos parece, en cierta forma, que existe un poco de abandono en eso de dejar a la
humanidad entregada a sí misma. ¿Por qué fue permitido el deterioro de los principios espirituales tan
preciosos para la evolución humana?
     Ramatís: Porque la capacidad de selección es el primer test para la evolución.
     Pregunta: Nos parece una incongruencia el hecho de exigir esa capacidad para quien aún no
evolucionó.

                                                 27
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada
Jesús y la Jerusalén Renovada

More Related Content

What's hot

RAMATIS Esclarecimientos del Más Allá
RAMATIS   Esclarecimientos del Más AlláRAMATIS   Esclarecimientos del Más Allá
RAMATIS Esclarecimientos del Más AlláLionel Hernan Capello
 
RAMATIS La Sobrevivencia del Espíritu
RAMATIS  La Sobrevivencia del EspírituRAMATIS  La Sobrevivencia del Espíritu
RAMATIS La Sobrevivencia del EspírituLionel Hernan Capello
 
RAMATIS La Vida Más Allá de la Sepultura
RAMATIS  La Vida Más Allá de la SepulturaRAMATIS  La Vida Más Allá de la Sepultura
RAMATIS La Vida Más Allá de la SepulturaLionel Hernan Capello
 
KARDEC ALLAN El Espiritismo En Su Mas Simple Expresion
KARDEC ALLAN  El Espiritismo En Su Mas Simple ExpresionKARDEC ALLAN  El Espiritismo En Su Mas Simple Expresion
KARDEC ALLAN El Espiritismo En Su Mas Simple ExpresionLionel Hernan Capello
 
KARDEC ALLAN El Evangelio Segun el Espiritismo
KARDEC ALLAN El Evangelio Segun el EspiritismoKARDEC ALLAN El Evangelio Segun el Espiritismo
KARDEC ALLAN El Evangelio Segun el EspiritismoLionel Hernan Capello
 
KaKARDEC ALLAN El cielo y el Infierno
KaKARDEC ALLAN   El cielo y el InfiernoKaKARDEC ALLAN   El cielo y el Infierno
KaKARDEC ALLAN El cielo y el InfiernoLionel Hernan Capello
 
KARDEC ALLAN El Libro de los Espiritus
KARDEC ALLAN   El Libro de los EspiritusKARDEC ALLAN   El Libro de los Espiritus
KARDEC ALLAN El Libro de los EspiritusLionel Hernan Capello
 
Corazón energético
Corazón energéticoCorazón energético
Corazón energéticoquepasara2012
 
KARDEC ALLAN Caracter de la Revelacion Espiritista
KARDEC ALLAN Caracter de la Revelacion EspiritistaKARDEC ALLAN Caracter de la Revelacion Espiritista
KARDEC ALLAN Caracter de la Revelacion EspiritistaLionel Hernan Capello
 
Sexo en-dos-mundos
Sexo en-dos-mundosSexo en-dos-mundos
Sexo en-dos-mundosFAAM17
 

What's hot (20)

RAMATIS Magia de Redención
RAMATIS   Magia de RedenciónRAMATIS   Magia de Redención
RAMATIS Magia de Redención
 
RAMATIS Esclarecimientos del Más Allá
RAMATIS   Esclarecimientos del Más AlláRAMATIS   Esclarecimientos del Más Allá
RAMATIS Esclarecimientos del Más Allá
 
RAMATIS Sembrando y Recogiendo
RAMATIS  Sembrando y RecogiendoRAMATIS  Sembrando y Recogiendo
RAMATIS Sembrando y Recogiendo
 
RAMATIS Mediumnidad de Cura
RAMATIS   Mediumnidad de CuraRAMATIS   Mediumnidad de Cura
RAMATIS Mediumnidad de Cura
 
Luque Alvarez j Arpas Eternas T1
Luque Alvarez j   Arpas Eternas T1Luque Alvarez j   Arpas Eternas T1
Luque Alvarez j Arpas Eternas T1
 
RAMATIS Mediumnismo
RAMATIS  MediumnismoRAMATIS  Mediumnismo
RAMATIS Mediumnismo
 
RAMATIS La Sobrevivencia del Espíritu
RAMATIS  La Sobrevivencia del EspírituRAMATIS  La Sobrevivencia del Espíritu
RAMATIS La Sobrevivencia del Espíritu
 
Ramatís Fisiología del Alma
Ramatís  Fisiología del AlmaRamatís  Fisiología del Alma
Ramatís Fisiología del Alma
 
RAMATIS La Vida Más Allá de la Sepultura
RAMATIS  La Vida Más Allá de la SepulturaRAMATIS  La Vida Más Allá de la Sepultura
RAMATIS La Vida Más Allá de la Sepultura
 
KARDEC ALLAN El Espiritismo En Su Mas Simple Expresion
KARDEC ALLAN  El Espiritismo En Su Mas Simple ExpresionKARDEC ALLAN  El Espiritismo En Su Mas Simple Expresion
KARDEC ALLAN El Espiritismo En Su Mas Simple Expresion
 
KARDEC ALLAN El Evangelio Segun el Espiritismo
KARDEC ALLAN El Evangelio Segun el EspiritismoKARDEC ALLAN El Evangelio Segun el Espiritismo
KARDEC ALLAN El Evangelio Segun el Espiritismo
 
KaKARDEC ALLAN El cielo y el Infierno
KaKARDEC ALLAN   El cielo y el InfiernoKaKARDEC ALLAN   El cielo y el Infierno
KaKARDEC ALLAN El cielo y el Infierno
 
KARDEC ALLAN El Libro de los Espiritus
KARDEC ALLAN   El Libro de los EspiritusKARDEC ALLAN   El Libro de los Espiritus
KARDEC ALLAN El Libro de los Espiritus
 
Corazón energético
Corazón energéticoCorazón energético
Corazón energético
 
La gran memoria ram ii
La gran memoria ram iiLa gran memoria ram ii
La gran memoria ram ii
 
04 02 arpas eternas tomo 1 m. hilarion de monte nebo www.gftaognosticaespiri...
04 02 arpas eternas tomo 1 m. hilarion de monte nebo  www.gftaognosticaespiri...04 02 arpas eternas tomo 1 m. hilarion de monte nebo  www.gftaognosticaespiri...
04 02 arpas eternas tomo 1 m. hilarion de monte nebo www.gftaognosticaespiri...
 
KARDEC ALLAN Caracter de la Revelacion Espiritista
KARDEC ALLAN Caracter de la Revelacion EspiritistaKARDEC ALLAN Caracter de la Revelacion Espiritista
KARDEC ALLAN Caracter de la Revelacion Espiritista
 
Ram pensamiento
Ram pensamientoRam pensamiento
Ram pensamiento
 
33 el cristo...
33 el cristo...33 el cristo...
33 el cristo...
 
Sexo en-dos-mundos
Sexo en-dos-mundosSexo en-dos-mundos
Sexo en-dos-mundos
 

Similar to Jesús y la Jerusalén Renovada

Navegando20 enero.2013
Navegando20 enero.2013Navegando20 enero.2013
Navegando20 enero.2013Luis Contreras
 
1 Tiempo Interior 0911a(Noviembre)
1 Tiempo Interior 0911a(Noviembre)1 Tiempo Interior 0911a(Noviembre)
1 Tiempo Interior 0911a(Noviembre)Marian
 
18 11-12 lecturas
18 11-12 lecturas18 11-12 lecturas
18 11-12 lecturasluisdavidp
 
Domingo mundial de las misiones
Domingo mundial de las misionesDomingo mundial de las misiones
Domingo mundial de las misionesUCA
 
Libro miercoles-de-poder-2017
Libro miercoles-de-poder-2017Libro miercoles-de-poder-2017
Libro miercoles-de-poder-2017dina bonilla
 
Dom33 c13cas (17nov13)
Dom33 c13cas (17nov13)Dom33 c13cas (17nov13)
Dom33 c13cas (17nov13)escmauxi
 
Dgo 33 c. evang refle xpps
Dgo 33 c. evang refle xppsDgo 33 c. evang refle xpps
Dgo 33 c. evang refle xppsM4NE5
 
Carta abierta a los pastores
Carta abierta a los pastoresCarta abierta a los pastores
Carta abierta a los pastoresErnesto Divas
 
Carta abierta a los pastores
Carta abierta a los pastoresCarta abierta a los pastores
Carta abierta a los pastoresantso
 

Similar to Jesús y la Jerusalén Renovada (20)

Vigilia de Pentecostés
Vigilia de PentecostésVigilia de Pentecostés
Vigilia de Pentecostés
 
33 domingo t o b
33 domingo t o    b33 domingo t o    b
33 domingo t o b
 
Impacto Febrero Ups
Impacto Febrero UpsImpacto Febrero Ups
Impacto Febrero Ups
 
Navegando20 enero.2013
Navegando20 enero.2013Navegando20 enero.2013
Navegando20 enero.2013
 
Caminoalacruz all
Caminoalacruz allCaminoalacruz all
Caminoalacruz all
 
1 Tiempo Interior 0911a(Noviembre)
1 Tiempo Interior 0911a(Noviembre)1 Tiempo Interior 0911a(Noviembre)
1 Tiempo Interior 0911a(Noviembre)
 
18 11-12 lecturas
18 11-12 lecturas18 11-12 lecturas
18 11-12 lecturas
 
Leccion adultos: Señor de judíos y gentiles
Leccion adultos: Señor de judíos y gentilesLeccion adultos: Señor de judíos y gentiles
Leccion adultos: Señor de judíos y gentiles
 
Anuncio de-jesc3bas
Anuncio de-jesc3basAnuncio de-jesc3bas
Anuncio de-jesc3bas
 
Eucaritia ok
Eucaritia okEucaritia ok
Eucaritia ok
 
Domingo mundial de las misiones
Domingo mundial de las misionesDomingo mundial de las misiones
Domingo mundial de las misiones
 
Libro miercoles-de-poder-2017
Libro miercoles-de-poder-2017Libro miercoles-de-poder-2017
Libro miercoles-de-poder-2017
 
Dom33 c13cas (17nov13)
Dom33 c13cas (17nov13)Dom33 c13cas (17nov13)
Dom33 c13cas (17nov13)
 
Dgo 33 c. evang refle xpps
Dgo 33 c. evang refle xppsDgo 33 c. evang refle xpps
Dgo 33 c. evang refle xpps
 
Jovenes 01: El evangelio llega a Tesalónica
Jovenes 01: El evangelio llega a TesalónicaJovenes 01: El evangelio llega a Tesalónica
Jovenes 01: El evangelio llega a Tesalónica
 
Dietrich Bonhoeffer - El precio de la Gracia
Dietrich Bonhoeffer - El precio de la GraciaDietrich Bonhoeffer - El precio de la Gracia
Dietrich Bonhoeffer - El precio de la Gracia
 
Leccion discipular mediante parabolas
Leccion discipular mediante parabolasLeccion discipular mediante parabolas
Leccion discipular mediante parabolas
 
Lunes de la ii semana de pascua
Lunes de la ii semana de pascuaLunes de la ii semana de pascua
Lunes de la ii semana de pascua
 
Carta abierta a los pastores
Carta abierta a los pastoresCarta abierta a los pastores
Carta abierta a los pastores
 
Carta abierta a los pastores
Carta abierta a los pastoresCarta abierta a los pastores
Carta abierta a los pastores
 

More from Lionel Hernan Capello

More from Lionel Hernan Capello (11)

Machu picchu
Machu picchuMachu picchu
Machu picchu
 
Luque alvarez j arpas eternas t2
Luque alvarez j   arpas eternas t2Luque alvarez j   arpas eternas t2
Luque alvarez j arpas eternas t2
 
RAMATIS Esclarecimientos del Más Allá
RAMATIS   Esclarecimientos del Más AlláRAMATIS   Esclarecimientos del Más Allá
RAMATIS Esclarecimientos del Más Allá
 
Planifica..
Planifica..Planifica..
Planifica..
 
KARDEC ALLAN Espiritismo Moderno y Reformado
KARDEC ALLAN   Espiritismo Moderno y ReformadoKARDEC ALLAN   Espiritismo Moderno y Reformado
KARDEC ALLAN Espiritismo Moderno y Reformado
 
KARDEC ALLAN Que es el Espiritismo
KARDEC ALLAN   Que es el EspiritismoKARDEC ALLAN   Que es el Espiritismo
KARDEC ALLAN Que es el Espiritismo
 
KARDEC ALLAN Coleccion Oraciones Espiritas
KARDEC ALLAN  Coleccion Oraciones EspiritasKARDEC ALLAN  Coleccion Oraciones Espiritas
KARDEC ALLAN Coleccion Oraciones Espiritas
 
KARDEC ALLAN Viaje espirita en 1862
KARDEC ALLAN  Viaje espirita en 1862KARDEC ALLAN  Viaje espirita en 1862
KARDEC ALLAN Viaje espirita en 1862
 
KARDEC ALLAN viaje espirita en 1862
KARDEC ALLAN  viaje espirita en 1862KARDEC ALLAN  viaje espirita en 1862
KARDEC ALLAN viaje espirita en 1862
 
KARDEC ALLAN Obras Postumas
KARDEC ALLAN Obras PostumasKARDEC ALLAN Obras Postumas
KARDEC ALLAN Obras Postumas
 
KARDEC ALLAN El Genesis
KARDEC ALLAN El GenesisKARDEC ALLAN El Genesis
KARDEC ALLAN El Genesis
 

Recently uploaded

textos difíciles de la biblia-digital.pdf
textos difíciles de la biblia-digital.pdftextos difíciles de la biblia-digital.pdf
textos difíciles de la biblia-digital.pdfElizabethDiazLazo
 
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxEl Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxjenune
 
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptxCRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptxRicardoMoreno95679
 
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA VLA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA Vczspz8nwfx
 
HIMNARIO MAJESTUOSOL desde 1 hasta100.pptx
HIMNARIO MAJESTUOSOL desde 1 hasta100.pptxHIMNARIO MAJESTUOSOL desde 1 hasta100.pptx
HIMNARIO MAJESTUOSOL desde 1 hasta100.pptxDANIEL387046
 
La esposa del ungido (Ramona Estrada)-1-1(1).pdf
La esposa del ungido (Ramona Estrada)-1-1(1).pdfLa esposa del ungido (Ramona Estrada)-1-1(1).pdf
La esposa del ungido (Ramona Estrada)-1-1(1).pdfRamona Estrada
 
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.yhostend
 
SIMBOLOS DE LA PALABRA DE DIOS BIBLIA. pptx
SIMBOLOS DE LA PALABRA DE DIOS BIBLIA. pptxSIMBOLOS DE LA PALABRA DE DIOS BIBLIA. pptx
SIMBOLOS DE LA PALABRA DE DIOS BIBLIA. pptxDanFlorez2
 
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdfEXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdfinmalopezgranada
 
Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptx
Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptxDisciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptx
Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptxAlbertoValdivia26
 
Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)
Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)
Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)Opus Dei
 

Recently uploaded (15)

DIOS PUEDE SANAR TUS HERIDAS OCULTAS.pptx
DIOS PUEDE SANAR TUS HERIDAS OCULTAS.pptxDIOS PUEDE SANAR TUS HERIDAS OCULTAS.pptx
DIOS PUEDE SANAR TUS HERIDAS OCULTAS.pptx
 
textos difíciles de la biblia-digital.pdf
textos difíciles de la biblia-digital.pdftextos difíciles de la biblia-digital.pdf
textos difíciles de la biblia-digital.pdf
 
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptxEl Modelo del verdadero Compromiso..pptx
El Modelo del verdadero Compromiso..pptx
 
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitarSanta Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
 
Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobresLuisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
 
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptxCRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
CRECIMIENTO ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE 1.pptx
 
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA VLA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
LA POBREZA EN EL PERU - FRANCISCO VERDERA V
 
HIMNARIO MAJESTUOSOL desde 1 hasta100.pptx
HIMNARIO MAJESTUOSOL desde 1 hasta100.pptxHIMNARIO MAJESTUOSOL desde 1 hasta100.pptx
HIMNARIO MAJESTUOSOL desde 1 hasta100.pptx
 
La esposa del ungido (Ramona Estrada)-1-1(1).pdf
La esposa del ungido (Ramona Estrada)-1-1(1).pdfLa esposa del ungido (Ramona Estrada)-1-1(1).pdf
La esposa del ungido (Ramona Estrada)-1-1(1).pdf
 
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
Proverbios 8: La sabiduría viva de YHWH.
 
SIMBOLOS DE LA PALABRA DE DIOS BIBLIA. pptx
SIMBOLOS DE LA PALABRA DE DIOS BIBLIA. pptxSIMBOLOS DE LA PALABRA DE DIOS BIBLIA. pptx
SIMBOLOS DE LA PALABRA DE DIOS BIBLIA. pptx
 
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdfEXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
EXAMENES PREGUNTAS CORTA...........................S.pdf
 
Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptx
Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptxDisciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptx
Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptx
 
Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)
Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)
Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)
 
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CMLa oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
 

Jesús y la Jerusalén Renovada

  • 1. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada Jesús y la Jerusalén Renovada Ramatís Psicografiada por: América Paoliello Marques 1
  • 2. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada Traducción del portugués por MANUEL VALVERDE PRIMERA EDICIÓN EDITORIAL KIER S.A. Av. Santa Fe 1260 (1059) Buenos Aires -Argentina Se hallan reservados todos los derechos. Sin autorización escrita del editor, queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio —mecánico, electrónico y/u otro— y su distribución mediante alquiler o préstamo públicos. Título original en portugués: JESÚS E A JERUSALÉM RENOVADA Título en castellano: JESÚS Y LA JERUSALÉN RENOVADA Diseño de tapa: Graciela Goldsmidt Composición tipográfica: Estudio Fotoarte Libro de edición argentina ISBN: 950-17-1345-8 Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 © 1998 by Editorial Kier S.A. Buenos Aires Impreso en la Argentina Printed in Argentina 2
  • 3. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada 3
  • 4. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada "Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre diciendo: 'Yo soy el tiempo'. No le sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato. Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo." Jesús Lucas 21, 8-11 "Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, pero no habéis querido. Pues bien, se os va a dejar desierta vuestra casa. Porque os digo que ya no me volveréis a ver hasta que digáis: 'Bendito el que viene en nombre del Señor'!" Jesús Mateo 23, 37-39 4
  • 5. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada AL LECTOR En oportunidad del lanzamiento de esta segunda edición, conviene reflexionar sobre las palabras proféticas del Evangelio de Jesús, que se encuentran en el comienzo de esta obra. Fueron pronunciadas hace dos mil años para describir las grandes necesidades de la renovación de la humanidad, constatando que la presencia personal del Sublime Amigo entre nosotros, en nada consiguió alterar el panorama descripto por El en tiempos tan lejanos. De ese modo verificamos que, si no fuera por nuestra injerencia espiritual, no habría necesidad de que otros espíritus de Luz vinieran a renovar los comentarios esclarecedores sobre los llamamientos luminosos hechos por el dulce Rabí de la Galilea. Nuestra gran eficiencia en términos científicos y tecnológicos sólo ha servido para reafirmar la validez de las palabras del Señor, a quien, en la mejor de las hipótesis, le alabamos en palabras y hasta podemos amarlo sinceramente, pero sin conseguir seguirlo como conviene. Mientras tanto, el llamado continúa repitiéndose como un eco insistente. El "espíritu" se derramó sobre toda carne, bajo la forma de mensajes numerosos, confrontándose, paso a paso, con el "becerro de oro" como adoración a los bienes materiales de todo tipo, resultado de la negación sistemática de las realidades mayores de la vida. Continuamos "matando a los profetas" representados por nuestras esperanzas de inmortalidad basadas en los canales de la intuición y '"apedreando" a los enviados de hoy, bajo la forma sutil y "civilizada" del menosprecio y la marginalización cultural. Jesús, para muchos, fue un idealista, pero sus enseñanzas resultan inacce- sibles y hasta peligrosas, en términos de seguridad personal. De esa forma, aún confirmamos sus palabras: Todos son llamados y pocos los "escogidos" y grandes opciones necesitamos alcanzar, a través de las cuales serviremos a la Fuerza Interna o Centella Divina que vive en nosotros o al dios de la codicia, del placer delictuoso, de la agresividad y el desamor. Felizmente, entre los escombros de la Civilización del Segundo Milenio comienza a esbozarse la Nueva Civilización del Tercer Milenio, en lo que hoy llamamos "cultura alternativa", de la "minoría silenciosa", como señales precursoras de las necesarias y profundas renovaciones. Las "revoluciones", que dejaron detrás de sí el sabor amargo de los sentimientos antifraternos e imposibilitaron la armonización entre los seres humanos están desacreditadas. Destruir, atacar, agredir para renovar, nos parecen hoy actitudes salvajes que todavía la humanidad no consiguió superar, como si estuviera atada al carro de su propia autodestrucción. Una buena parte de las personas con sensibilidad claman contra el destino, sintiéndose impotentes y preparándose para asistir a la confirmación de las profecías que cumplen con la Ley, pues "quien con hierro hiere con hierro es herido"... Mientras tanto, para el verdadero espiritualista, las perspectivas de las hecatombes en el plano físico no es lo que debe preocuparle y sí, el desastre moral que las acompañan. Y, aún así, el sentimiento de gratitud al Señor permanece con nosotros, pues las grandes convulsiones morales son los síntomas de las próximas renova- ciones, y el hecho de que sean dolorosas, no les quita el valor para las correcciones proporcionales de los desvíos humanos a la Ley del Amor. Como se nos tiene repetido exhaustivamente: "El Señor es nuestro Pastor y nada nos faltará". Si lo amamos, sabremos encontrarlo, no importa lo que pueda sucedemos muy pronto. Es oportuno ofrecer al lector en general, algunas noticias acerca de cómo la Fraternidad del Triángulo, de la Rosa y de la Cruz viene ofreciendo a todos los lectores, sin excepción, una constante oportunidad en forma permanente y renovada, de cómo operar sobre las enseñanzas para la Nueva Era. Cuatro años transcurrieron, y el proyecto de Inauguración Gradual de la Comunidad del Hogar Nicanor sigue andando. Sabemos que ese cometido es una simiente espiritual de difícil aclimatación en la tierra, pues representa una experiencia que intenta la posibilidad de crear un estilo de vida compatible con los ideales de la legítima fraternidad entre los seres humanos. Un pequeño grupo responde ante inmensos trabajos, sintiéndose sobrecargado con las tareas y preocupaciones constantes, pero el desafío es por demás valioso. En algunos años de lucha sentimos alegrías tan promisorias por los ideales que abrazamos, que invitamos a todos a reunirse con nosotros en ese esfuerzo que no nos pertenece, pues viene siendo orientado por el Plano Espiri- tual, lo que nos permite creer que por eso no desapareció. No recibimos todavía ayuda de ninguna especie, aunque atendemos gratuitamente a toda familia necesitada, en el área de la educación, salud, esclarecimiento espiritual y social. Como una comunidad laboriosa, tenemos proyectado no 5
  • 6. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada volvernos autosuficientes, sin querer igualar a los principios de la administración de empresa los cuales no se deben contraponer con las enseñanzas espirituales. Siendo así, deseamos integrar la cultura humana con la Espiritualidad dentro del Amor Evangélico pregonado por el Maestro. ¿Utopía? La respuesta nos pertenece. ¿Responderemos al llamado o nos apartaremos por comodidad, recelo o incompetencia? La Vida se nos ofrece generosamente. "Vea quien tiene ojos para ver y oiga quien tiene oídos para oír..." América R Marques Río de Janeiro, Brasil, 14 de julio de 1982 6
  • 7. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada PALABRAS DEL MÉDIUM Conviene que nos situemos adecuadamente delante de la vida, mientras estamos en camino. Nuestras naturales oscilaciones de humor, la necesidad que tenemos de someternos a experiencias diversas para llegar a sentir la realidad de nuestros procesos internos, tanto bajos como elevados, consecuentes de nuestra problemática de existir, constituyen el acervo material precioso, cuyos componentes interactúan para una reconstrucción constante de nuestra contextura psíquica. Necesitamos comprender que se haya superada la época en que la humanidad terrena trataba de construir normas de acción basadas en una especulación filosófica, fruto de intelectos privilegiados, considerados los genios de nuestra cultura. Las grandes inteligencias dictaban el pensamiento más avanzado, determinando las tendencias de épocas señaladas por el progreso. Así sucedió con los pensadores de Grecia, de la Edad Media y con el gran impulso representado por el Renacimiento. Enseguida, surgieron los principios de la era científica moderna, el Positivismo, el Existencialismo y una amplia gama de experimentaciones de carácter intelectual para orientar la vida humana. Cuanto más compleja es la concepción filosófica en cuestión, mayor es el abismo entre el comprender y el realizar. De esa forma, se da la aparición de una civilización sofisticada, donde la persona humana, como tal, representa un aspecto más, impotente e insignificante, en la superestructura de acero, para modelar, por formas prefabricadas, en el material plástico del existir humano. ¿Dónde está la paz? Grandes corrientes del pensamiento actual buscan ávidamente una reacción a la tendencia artificial de la vida en el planeta. Un gran flujo de curiosidad ansiosa busca los medios de vida espiritual a través de los gurúes de Oriente. Se contesta a la mecanización de la vida y las protestas aparecen bajo la forma de violencia, subversión y marginalidad. A la violencia de la deshumanización, respondemos con endurecimiento, odio, rebelión, como quien estuviera desesperado y se protege accionando contra todos. Nos parece así, porque los que buscan únicamente los subproductos de esa rica fuente de vida, observamos sus resultados decepcionantes como la comercialización de las enseñanzas del orientalismo o la desfiguración de lo real que degenera en un individuo marginalizado. Surge entonces, nítidamente entre nosotros, el recuerdo de una advertencia preciosa: "Guardaos de los falsos profetas", de aquellos que pregonan enseñanzas milagrosas para proporcionar la adquisición de cualidades que hipertrofian el personalismo: poderes mentales, éxitos en la vida, distorsionando el sentido real de la espiritualización, por hacer concesiones al mercado de consumo y a su vez, afianzarse entre los hombres que tratan de conseguir el bienestar pasajero con el olvido de la realidad de su futuro espiritual. En ese panorama rico en opciones, se acrecienta un factor que amplía al infinito los caminos a seguir. Es la característica marca de nuestra época: no existen más imposiciones o definiciones que sean aceptadas pacíficamente como válidas. El hombre aprendió a contestar, discutir, reexaminar incansablemente todo cuanto le es propuesto. Parece que, como un anuncio de la Nueva Era de la humanidad, cada cual siente que necesita determinar, en forma autónoma, su propio destino. Se percibe, en todo eso, el nacer de una Nueva Era. Pero a la libertad de ser corresponde la responsabilidad de situarse y responder por el resultado de las opciones tomadas. En ese panorama, aparentemente caótico, aparece un dato de gran valor. Se siente la búsqueda de lo que es simple. Parece que, después de ambular exhaustivamente por los parajes áridos del frío intelecto, el ser humano siente la nostalgia de sus raíces de vida. Se habla del problema ecológico y de volver a la naturaleza. Grupos y personas aisladamente abandonan las ciudades cuya alma de cemento armado parece emparedar las necesidades de vivir plenamente. Y, como señal promisoria de los «Tiempos son Llegados» se inicia la investigación del lado místico de la vida, como una forma de combatir el resecamiento espiritual de nuestra cultura. Los investigadores bucean en los fenómenos psíquicos de los llamados «primitivismos». Los médiums o sensitivos son el blanco de la gran curiosidad. Y nunca se vieron tantas sectas y una difusión tan grande de las enseñanzas espirituales de toda especie. Pero, hasta esa curiosidad que parece promisoria puede constituir un riesgo para la humanidad. Si las directrices profundas del hombre moderno continuaran con las características de la falta de amor, los dos factores —libertad en la autodeterminación y dominio en el campo psíquico— no son suficientes para renovar la vida en el planeta, muy al contrario, constituyen una amenaza feroz para la tranquilidad del existir humano. Empiezan a surgir 7
  • 8. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada noticias cada vez más frecuentes sobre el uso de los conocimientos acerca del mecanismo de la mente para ejercer control sobre los demás, hacer espionaje, en fin, transferir los crímenes comunes de la vida física hacia el campo más sofisticado de la ciencia mental. Una civilización que adquiere el control del campo sutil será autodestructiva al extremo si no cesa en ese empeño y no escucha los ecos amorosos de las enseñanzas vivas del «amaos los unos a los otros como yo os amé». Saliendo del campo del conocimiento teórico y milenario que la humanidad posee en relación con los deberes fraternos, necesitamos retornar a la simplicidad de la ejemplificación plena del amor. Todas las otras conquistas serán periféricas y aparecerán como consecuencias naturales de un progreso «de adentro hacia afuera». La presente obra, dictada por el querido amigo que es Ramatís, propende a testimoniar el gran valor que el Oriente espiritualizado atribuye a la Misión del Maestro Jesús. Pretende, de ese modo, alcanzar dos objetivos específicos: ayudar a quienes están aún a tiempo para pasar a la «derecha» del Pastor y proporcionar a aquellos que «heredarán la tierra» elementos de orientación sana para la consolidación de la fase de recuperación espiritual que seguirá a la avalancha de pruebas redentoras en el final del siglo. Cuando estamos caminando por la Tierra, una bendecida oportunidad de renovación se nos ofrece. Continuamos en esa obra, lanzando la invitación al trabajo, a todos los hermanos que aún viviendo una época tan alterada como la nuestra, puedan enriquecerse con los frutos de un trabajo de amor, inspirado en la figura inigualable del Maestro Galileo. La Fraternidad del Triángulo, de la Rosa y de la Cruz proseguirá en la Tierra esforzándose por ofrecer, a través de un pequeño número de trabajadores, la oportunidad de servicio iniciado con la publicación del libro Mensajes del Gran Corazón, veintidós años atrás. En ese núcleo fraterno, día tras día se consolida la bendecida tentativa de quebrar los eslabones del exclusivismo y vivir una experiencia integradora con la vida. Continuamos creando los lazos, en una gran familia espiritual, respondiendo al llamado de nuestros orientadores. En oportunidad del lanzamiento de la presente obra, recibimos la propuesta para la creación de un Hogar de amparo a la infancia. Como los planes no nos pertenecen, consideramos nuestro deber comunicarlos, para que se cumplan con la colaboración de todos. Tenemos en el «Hogar Nicanor», la casa fraterna donde la niñez recibirá amparo para hacerse hombres y herederos pacíficos de la tierra; el adulto recibirá orientación y consuelo espiritual y la inteligencia espiritualizada encontrará campo propicio para la investigación y el estudio científico del ser humano integral, teniendo en vista su destino eterno dentro del Universo. Será simultáneamente, un hogar cristiano, una clínica para el sufrimiento humano y un núcleo para las investigaciones valerosas munidas de los elementos científicos de vida, en armonía con la Fuerza Creadora del Universo. En todas las transformaciones que hemos pasado y para seguir adelante, un factor necesita preservarse, como hasta el presente: la figura del Cariñoso Nazareno, del Pastor Amigo, de aquel que es el héroe de la Renuncia por Amor y que será el centro de nuestras medita- ciones, pues apreciamos que El es el Camino de la Verdadera Vida. América Paoliello Marques Río de Janeiro (Brasil) 7 de agosto de 1977 8
  • 9. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada NECESARIA INTRODUCCIÓN DEL TRADUCTOR Hace muchos años que me entregué a la difusión del pensamiento del Maestro Ramatís. Ese cometido lo realicé con ahínco y perseverancia. Después de algunos años de trabajo intenso en la elaboración de un gran número de folletos explicativos, en especial sobre las enseñanzas de ese Amigo e Instructor, Ramatís, padecíamos intensamente por no poder plasmar los libros que considerábamos de vital importancia para la humanidad actual. El Maestro, a través de la sensibilidad del hermano y amigo milenario Hercilio Maes, nos daba aliento y nos decía: «No apresurarse, todo llega a su debido tiempo». Como mi forma de ser personal es un poco superactiva y como entendía profundamente el alcance de dichos mensajes, importunaba al médium con mis apuros para realizar esos libros. Hoy, la distinguida Editorial Kier S.A. ha cumplido en editar la serie de 14 obras, que están debida y sabiamente concatenadas por dicho autor Espiritual. Si bien nos costó esfuerzos que se nos comprendiera en el medio espiritualista, lo mismo sucedió en Brasil, pues todo lo realizado a partir de la mediumnidad y con el propósito de poner en claro la idiosincrasia de los humanos alejados del Plan Crístico del Divino Maestro de Maestros Jesús, no es precisamente un lecho de rosas. Allí en Brasil y aquí en la Argentina, con extensión a todas las naciones de habla castellana, lo primero que se recibió fue el mensaje de la «verticalización del eje de la tierra», como producto de la influencia del que Ramatís llamó «astro intruso» y que aún la ciencia terrena no verificó. Esa obra comenzó a difundirse, primero por folletos explicativos sobre el evento —me refiero al libro Mensajes del Astral— y luego siguió en la serie no menos polémico La Vida en el Planeta Marte y los Discos Voladores. No es de mi interés detallar el contenido de estas dos magníficas obras ya conocidas por el asiduo lector del Maestro Ramatís. Le siguieron doce obras más, de elevado contenido espiritual, para promover la elevación y disciplina del ser humano, a fin de que alcance el bienestar espiritual y pueda proseguir su ascenso en la línea a la derecha del Maestro Jesús y que apunta a pasar la prueba que le toca a toda la humanidad sin excepción, tanto a encarnados como desencarnados. Como se podrá comprobar, en lo personal nunca quise usar el medio que se me brindaba en todas las obras, de manifestar mi pensamiento. Sólo utilicé esa oportunidad en el primer libro Mensajes del Astral, para agradecer a los muchos colaboradores y simpatizantes y a la Dirección de la Editorial Kier, que se hicieron eco de la programación que teníamos en la Argentina sobre los textos del Maestro ya editados en Brasil. Hoy, por causa muy especial, uso el medio para informar por qué estoy manifestando mi sentir y cumplo con el deber, al presentar esta nueva obra del Maestro Ramatís, pero con la diferencia notoria de la sensitiva, Dra. América Paoliello Marques. La nombrada está involucrada en los planes Ramatisianos y desde hace mucho tiempo también recibía los libros de la fuente misma de Ramatís. Sus obras son muy conocidas en Brasil y se empalman sabiamente con las recibidas por el Dr. Hercilio Maes. Inclusive en algunas de ellas lleva su prólogo, como así también la presentación del Maestro. Pues bien, como a cada uno en un plan —sea cual fuere su naturaleza— se le condiciona un orden, la hermana cumplió con el asignado, según lo expuso en las páginas que antecedieron. Ahora, después de un largo silencio desde la última obra editada en caste- llano El Evangelio a la Luz del Cosmos es necesario comenzar con las ediciones de la hermana América, para no dejar un vacío entre uno y otro médium, respecto de la ilación de los mensajes, y con la altísima inquietud de seguir instruyendo a los adeptos y simpatizantes. Lo que aparentemente pareciera una disonancia, no lo es. Debe interpretarse como que cada obrero de la obra Eterna entra en acción a su debido tiempo y, reitero, dentro de un plan preestablecido por las elevadas Fuentes de la Espiritualidad, responsable de derramar la Luz Divina en este valle de oscurantismo materialista que parece involucrarnos a todos. Por otra parte, la hermana América —autora sensitiva de la presente obra— es sumamente conocida en su patria y también en el exterior, pues ha llevado su sentir Ramatisiano a muy elevadas esferas del saber humano. Y nosotros, desde la Argentina, lleva- mos el mismo pensamiento por doquier, siguiendo una trayectoria confluyente entre los dictados por ambos sensitivos y que el lector podrá apreciar. Hoy, en el presente, aprovecho para rendir loas al Dr. Hercilio Maes, por su meritoria obra de bien en pro de la humanidad, no sólo con el pensamiento Ramatisiano sino con el beneficio aportado a sus hermanos brasileños y de precaria condición social y material, por medio de la bendecida medicina Homeopática, que siempre fue ejercida gratuitamente 9
  • 10. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada por él, aun para las personas de mejor condición social. Mi sincero agradecimiento por saber sosegar mis ímpetus, que comúnmente me afloraban al retardarse las ediciones de las obras antes mencionadas. En conexión con tan meritoria obra y prosiguiendo con ese plan mencionado y descripto por la hermana América, haciendo gala de su elevada sensibilidad mediúmnica, como así también la de los hermanos que trabajan a su lado, atendiendo a la niñez desvalida, bajo la conducción espiritual de la Entidad llamada Nicanor, cuyo hogar lleva su nombre. Dicha Entidad, en el pasado fue un discípulo del Maestro Ramatís, así como lo son algunos de ellos que, desde la Tierra, complementan el trabajo de Amor del Maestro Jesús. Estas palabras anticipadas tendrán amplio sentido cuando se haya leído el contenido elevado de Ramatís, en la presente obra. De ahora en más, si la Providencia y el buen sentido constructivo de los seres humanos se encuentran predispuestos, seguiremos editando las obras que forman parte de las recibidas por la hermana América, tanto por la inspiración de Ramatís como por la de sus discípulos desde el Espacio, reiterando que todo texto lleva la supervisión del Maestro y Mentor. Comenzamos una nueva etapa, pero reitero, no es más que la prosecución de un plan previsto por ese Mundo Espiritual que dirige el Sabio entre los Sabios, como suele decirse de las fecundas enseñanzas del Maestro Ramatís. Manuel Valverde Año 1996 10
  • 11. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada PREFACIO Bendecidas sean las horas en que el Señor nos permite dirigirnos a vosotros. Seres encarnados, alegraos, pues está próxima la hora de la redención. Cuando en vuestra casa terrena os disponéis a desarrollar las «tareas del día» estáis sabiendo que tendréis un período de fatiga, pero es la previsión del bienestar y la limpieza que seguirá después de soportar lo incómodo del polvo y el cansancio que la tarea exige. En vuestra tela mental, colocad nítidamente la visión de la «Jerusalén Renovada», que seguirá en la Tierra cuando haya pasado el huracán del dolor y se haya conjurado el fantasma del miedo por él desencadenado, para entregaros a las reacciones positivas. Conseguimos identificar en vosotros, en ocasiones decisivas y traumáticas, las reacciones de coraje y puesta en marcha de los recursos en general. ¿Por qué habréis de temer a los «Tiempos son Llegados», si representan la más bella de las promesas de vida que el Señor os puede proporcionar en esa fase evolutiva del planeta? La historia está llena de hechos que demostraron la capacidad de autosuperación de los hombres, individual y colectivamente. Vosotros que oís hablar de la fe, que aun siendo como el grano de mostaza es capaz de renovar montañas, ¿cómo podéis temer a la época decisiva de renovación espiritual del planeta? Nos alegra la aproximación de esa hora, pues ella permitirá que se agudice aún más la percepción del hombre. Podrá canalizar los acontecimientos espirituales y el voluminoso potencial de energías ya despiertas en el conjunto psicofísico avanzado que el ser humano terreno ya posee. Será como un desafío obligatorio y provechoso para los espíritus adormecidos por la materia, colocándolo en el plano secundario al cual deben vencer, es decir, eliminar finalmente la inercia milenaria del materialismo involutivo. Como gotas homeopáticas de alta dinamización, las dificultades del final de los tiempos vienen hipersensibilizando a las almas más afectadas por el espíritu. Mientras tanto, las de menos receptividad marchan hacia el abismo que se abrió entre los hombres y su paz interior, en esa fase en la cual el resecamiento espiritual provocó inmensas brechas en el panorama espiritual de la Tierra. Hoy, esos seres sin norte se sienten como si el suelo les faltara bajo los pies. Unos asumen la actitud interior de desesperación, dejándose arrastrar, sin reacción alguna, por la avalancha de las incomprensiones y maldiciendo a Dios. Otros toman posición de desafío. No se sabe a quién ni a qué exactamente agradecen indiscriminadamente, tanto a organizaciones como a personas. Sin embargo, la vida continúa im- placablemente su programación renovadora y el proceso, cada vez, va siendo menos inteligible para los que no tienen «ojos para ver». Nuestra tarea y la de aquellos que se comprometieron con la Era del Consolador, es volver sobre vosotros, bajo la forma de palabras o irradiaciones, para que las bendiciones espirituales sean de una comprensión más real de la situación que os toca vivir. El desmemoriado, en la hora de la tempestad, sufre la inseguridad del camino a seguir. Aquel que posee en sí la seguridad interior, que es capaz de funcionar como una brújula para encontrar el aprisco acogedor, lucha, sufre, pero vence y llega a ser amparado, por saber dónde buscar su seguridad y reconfortamiento. La voz del Pastor continúa sonando en las tinieblas de la ignorancia y de los olvidos temporarios. Por eso mismo, los desmemoriados podrán optar por alcanzar un rumbo seguro. El Maestro encontró los medios para esparcir sobre «toda carne» las «voces del cielo». Y aun así, cuando el camino estuviera oculto por la oscuridad del materialismo y vuestra percepción espiritual embotada, podríais, si estuvierais atentos, encontrar la senda interior de la buena voluntad que es capaz de incorporarse a la caravana del Amor que hace dos mil años avanza hacia El. Cuanto más os aproximéis, más audible será su llamado. Se intensificará como el sonido que suena más fuerte a medida que nos aproximemos al fondo de la caravana donde nuestra intimidad espiritual puede simbolizarse. El Señor os espera para el reencuentro milenario buscado, cuando el torbellino de las pasiones y pruebas del fin del ciclo os impele hacia el «fondo de la caravana», tradicionalmente deshabitada, de nuestro mundo interior. Allá hay calor espiritual y provisión; está el Pastor que espera a las ovejas que atendieron a su llamado. Nos agradaría que meditaseis sobre el significado de la ex- presión «final de los tiempos». Como todas las tentativas que el hombre hace para expresar la Espiritualidad en palabras, acarrean un efecto menos positivo, esa expresión es causada por los incontables desajustes psíquicos de almas tibias y poco preparadas para comprender lo que es eterno. Es necesario meditar para asimilar, en su verdadero sentido, las más elementales nociones 11
  • 12. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada relacionadas con la vida espiritual y agudizar la percepción del que sobrepasa los conceptos de la materia, pues con frecuencia hay una profunda antinomia entre los conceptos emitidos y la contraparte espiritual que desea expresar. La mente humana, considerando los hechos inmediatos, al referirse al «fin de los tiempos», debería, más acertadamente, referirse a los «nuevos tiempos que son llegados», preanuncio de la era de Paz y Amor, cuando una convulsión sacude al planeta, física y espiritualmente, para aligerar las miasmas milenarias que habéis incorporado y acomodado. Felicitamos a la humanidad terrena. El desvelo en el cual se encuentra envuelta en esta hora decisiva de su transición para acceder a una graduación más elevada de realizaciones, es indiscutible. Como vosotros mismos —padres y educadores— os desveláis en las crisis de la adolescencia y juventud, el Equipo Espiritual de Guardianes de la Humanidad terrestre moviliza todos los recursos para vuestra más perfecta liberación. Alegraos con nosotros y haceos heraldos de los tiempos renovadores que son llegados, en los cuales, aun por los medios más adversos, la Luz de la Espiritualidad se hará sentir con intensidad decisiva entre los hombres. Paz y Amor Ramatís 12
  • 13. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada I - ¿QUIEN ES EL PASTOR? Pregunta: ¿Qué desea de nosotros el Maestro Jesús, en esta hora decisiva de la vida planetaria? Nos encontramos tan incapaces de poner en práctica Su sublime mensaje, que no sabemos por dónde comenzar y, muchas veces, nos desanimamos. Sin entender cómo aplicar sus enseñanzas no nos juzgamos, por lo tanto, aptos para participar de la Nueva Era que pronto aparecerá sobre el planeta. Ramatís: Las respuestas os vendrán gradualmente, en proporción a que tratéis de sintonizaros con El. El desligamiento periódico que os impusierais en relación con los intereses inmediatos de la vida será el medio de comenzar a afinar vuestros «oídos» espirituales. Ningún peligro puede esperarse en la Creación, que está hecha de armonía y concatenamientos naturales. Luchar contra el inmediatismo de la vida material es tratar de percibir la vida del espíritu filtrándose a través de todas las cosas; ha de ser el medio inicial para tomar posición y que permitirá el desarrollo de la percepción espiritual. No habrá provecho real del Evangelio mientras permanezca para vosotros como fuente de hermosas enseñanzas pero nunca practicadas. La Nueva Era es realmente provechosa para el espíritu que a intervalos regulares detiene sus actividades externas y trata, en el silencio de la oración y la meditación, de «oír» el eco de las palabras del Maestro, en su mundo interior, confrontándolas con su modo particular de vivir. Para eso, necesita silenciar la interferencia de los ruidos de las más variadas procedencias, que alcancen a su mundo interior. Pregunta: ¿A qué ruidos os referís? Ramatís: A las disonancias espirituales. Las ondas sonoras que alcanzan a los oídos físicos que tienen el poder de perturbar al mundo interior del espíritu inmortal, si se encuentra en paz consigo mismo. Mientras tanto, se acostumbra atribuir a la vida agitada del mundo moderno el móvil que origina neurosis y toda especie de males. Reafirmamos la primacía del espíritu sobre la materia. Si los ruidos externos os alcanzan la sensibilidad es porque no sois aún capaces de saberlos controlar. Pregunta: Nos parece un círculo vicioso. Si no tenemos control y el ambiente no nos facilita esa adquisición, ¿cómo es posible conseguirla? Ramatís: Por la toma interior de la posición adecuada para los fines previstos. Si desearais construir valores espirituales, necesitaréis dedicaros a las disciplinas del espíritu, de la misma forma como os dedicáis a ejercitar el cuerpo físico y el intelecto, lo que ya hacéis con bastante éxito. Pregunta: En la Tierra, en el momento actual, ¿habrá medios para que el hombre se pueda dedicar con éxito a la vida espiritual? ¿Qué nos sugerís? Ramatís: Hacer escala de preferencias para vuestras actividades. Lo que realmente amamos, nos consume las mejores energías del espíritu y del cuerpo cuando estamos encarnados. Pregunta: ¿De qué forma podemos organizar esa escala? Ramatís: Definiéndoos con relación a los objetivos reales a los cuales deseáis dedicaros en vuestra vida. Pregunta: Tenemos objetivos de diferentes especies en cada sector de nuestra existencia terrestre. ¿Podríamos mantener en la mira, con igual firmeza, el interés de tantas metas? Ramatís: Mientras poseáis una visión fraccionada de vuestro ser, no conseguiréis programar con seguridad, puesto que no seréis capaces de definir el centro gravitacional único sobre el cual precisáis girar todo. Pregunta: ¿A qué centro gravitacional os referís? Ramatís: A vuestro espíritu inmortal. Pregunta: ¿No cree nuestro hermano que sea una definición poco accesible para nosotros? ¿Cómo realizarla aún estando adherido a la materia? Ramatís: Por el impulso que imprimís a vuestro proceso evolutivo. La voluntad esclarecida puede 13
  • 14. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada orientar vuestras decisiones íntimas. Mucho se habla hoy de las tensiones y represiones, en la necesidad de investigar los procesos del inconsciente y creemos que ésa es una real necesidad para el hombre, en la fase de su despertar espiritual. Por lo tanto, ¿qué hacer con las tensiones liberadas por el proceso de emersión del inconsciente, si al efectuarse esos fenómenos, el hombre se encuentra desarmado e ignorante en relación a la forma de orientarse? Se abre el redil, se sueltan las ovejas hambrientas y sedientas, pero no se ofrece el Pastor para conducirlas a los verdes campos ni al agua fresca que podría reconfortarlas. Pregunta: Aunque nuestra comprensión pueda aceptar que Jesús sea el Pastor a que os referís y haya en nuestro espíritu profunda reverencia delante de la grandiosidad de sus enseñanzas, juzgamos prematuro realizar una sintonía con El. Luego, consideramos oportuno y natural que las ovejas no identifiquen al Pastor y salgan sin rumbo fijo por los campos. ¿Cuál es la solución para ese impase? Ramatís: La solución la encontraréis dentro de vosotros, cuando os canséis de buscar afuera, en las satisfacciones pasajeras y comprobéis que realmente no compensan los esfuerzos realizados para conservarlas. Es cuestión de madurez espiritual. La fuerza de la fe será el eslabón de conexión entre vosotros y el Sublime Peregrino. Pero ella ejercerá su papel revitalizador a partir del momento en que hubiere germinado. Aunque sea el mínimo como el grano de mostaza, su valor será insuperable, siempre que germine. Cuando se dice que el Señor de la Viña sólo tiene un salario para los siervos de la primera y última hora, se desea resaltar la extraordinaria fuerza de que las cosas espirituales se encuentran impregnadas de tal forma, que una segura emersión de la fe es capaz de reformulaciones infinitas, aun con los espíritus más comprometidos con la Ley. Se desea expresar con palabras comunes que, la fuerza del amor, es un impulso de tal forma poderoso que, al ser despertado es capaz de refundir toda la contextura espiritual del ser. Es una especie de fuerza multivalente, o sea, un dinamismo de naturaleza múltiple, capaz de filtrarse a través de todas las manifestaciones del ser, impulsando todas sus potencialidades de forma que antes era imposible. Loas a los siervos de la primera como a los de la última hora, pues recibirán el mismo salario, porque el Amor no se altera —ya sea que toque al hombre criminal, como al santo— es fuerza única, indivisible, inmune al deterioro psíquico del ser que recibe ese impulso. Jesús, al pasar por la Tierra, curó y levantó, contagió a los puros y a los impuros con la misma esencia de Amor de que era portador. Tanto al malhechor de los caminos como al fiel sacerdote de la Ley. La mujer sufrida y el avaro recibieron el impacto de una energía que les dinamizaba el ser de forma incomprensible, que les paralizaba por unos instantes las expresiones deletéreas en el sistema de las fuerzas espirituales que los caracterizaban. Como una dínamo extraordinaria, generador de fuerzas espirituales imponderables, el Sublime Peregrino se aproximaba a los seres en desequilibrio, ejerciendo sobre ellos influencia confortante y renovadora. Los que se encontraban maduros por el sufrimiento redentor se dejaban renovar por el extraño «injerto psíquico» en sus conceptos originales y se convertían en una «nueva especie» que era capaz de dar frutos sazonados y sabrosos, de gusto desconocido, pero innegablemente renovadores de las experiencias humanas, en un grado hasta entonces desconocido en la Tierra. Magnetismo saludable fluía de sus manos y de todo su ser. Una cascada de luz invisible a la vista de los humanos se desprendía de su frente, aureolándole la cabeza y haciendo indescriptible la expresión de su rostro en los momentos en que, compasivo y poderoso, se concentraba para emitir vibraciones de dulce consuelo para los padecimientos humanos. No se podría expresar en palabras los conceptos espirituales elevados, por ser inaccesibles a la com- prensión de aquellos seres cuya vida casi exclusivamente era carnal y no ofrecían elementos de contacto con tales eventos espirituales que se desarrollaban delante de sus ojos, para las cosas de tenor espiritual. Consciente de tal distancia entre su presencia renovadora y los seres que lo rodeaban, les hablaba sin palabras, bajo la forma de vibraciones emitidas de su ser en términos de eternidad. Podría decirse que «hablaba a través del tiempo» a la Centella de Vida Eterna existente en cada ser, tocándolos de forma imposible de ser expresada incluso por los que eran alcanzados por la sublime emisión de fuerzas cósmicas desencadenadas por la presencia del Sublime Pastor. Su cuerpo estaba presente, pero su espíritu estaba en ese momento en una dimensión diferente, actuando sobre el aura de la Tierra. Y los seres a los cuales se hacían visibles, presenciaban un 14
  • 15. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada supremo acto de magia blanca cuando, al emitir palabras sencillas, irradiaba para toda el aura de la Tierra el indescriptible magnetismo cósmico del Amor, en cuotas inaccesibles —por su esplendor— a los pequeñitos seres que lo rodeaban. Mientras tanto, los que los amaron, se renovaron por completo y en proporción a la apertura de sus almas aceptaron su dulce magia. No lo hicieron súbitamente. Se entregaron gradualmente, como la criatura que se aquieta de a poco ante el contacto de la presencia materna, después de sufrir momentos de aflicción. Absorbe paulatinamente el magnetismo del Amor, se siente segura, cobijada al calor y se adormece tranquila. El alma a la que le toca el impacto del Amor del Cristo se tranquiliza y muy pronto aprende a entregarle sus dolores y debilidades, para renovarse, proporcionalmente a la creencia firme en el abrigo seguro por Él representado. ¿Dejaron de existir las tempestades? No, pero el Amigo siempre estará presente. Pregunta: No dudamos de que Él se encuentre presente, pero ¿y nuestra capacidad de percibirlo? Sentimos dificultad para la expresión de nuestra fe. Hoy creemos y mañana estamos sumergidos en la duda e inseguridad. En esas horas, aunque sepamos todo lo que comprendemos, somos incapaces de vivir las enseñanzas recibidas, las cuales nos parecen hasta inaccesibles, por no decir, en otra dimensión. De ese modo, ¿cómo acompañar al Pastor, sin perderlo de vista? Ramatís: El Pastor es el que os acompaña y no vosotros a Él. Vuestros pasos no serían lo necesariamente largos y seguros para acompañarlo. De ese modo, podéis comprender que si Él os ama como Amigo que dejó su morada celestial simbolizada en las Elevadas Esferas vibratorias, para estar con vosotros y testimoniar en forma inolvidable Su Amor, fue porque tuvo la intención de daros la noticia en forma tal que pudiera ligaros a través de los siglos, fuera de que os reencarnéis y sumerjáis nuevamente en el olvido. Mientras tanto, en la Tierra, a cada renacimiento encontraréis la tradición que os habla de un cariñoso Nazareno que se dejó inmolar para dar testimonio de su Amor. ¿No os basta tal hecho para que os resulte clara su intención sublime de permanecer con vosotros? ¿Qué mayor prueba de amor le sería exigida? Bien se ve que aún no podéis comprender el significado del descenso de Jesús a la Tierra, cuando os juzgáis abandonados a los acontecimientos, demostrando vuestra incapacidad de elevar el pensamiento y analizar el drama del Calvario en su profundo significado. Todo aquel que se una a Él, en donde fuera y en todas las épocas, encontrará el lazo indefinido de su Amor cuya vibración siempre estuvo en la Tierra como un aura protectora e invisible. Mientras tanto, a partir de su corporización, se hizo más fácil su vínculo con Él, por la memoria de los hechos accesibles al entendimiento humano: el sacrificio, la bendición del Amor, el reconfortamiento a través de la palabra amiga, la memoria y recordación de su gesto de compasión y justicia, en su grado más elevado. El hombre obtuvo así un punto y contacto de referencia, como una fotografía del ser amado al cual se liga para orar, pedir e implorar, aunque eso es sólo un medio para concretar la ligazón que se hace en forma independiente de toda exteriorización, cuando el real Amor al Bien despierta en su ser. Pregunta: ¿A qué designáis como el «real Amor al Bien»? Ramatís: Por tratarse aún de un peregrinaje incipiente en el proceso evolutivo, el hombre acostumbra confundir el «bien» con el «Bien». Pregunta: ¿Cómo podemos definir y comprender esa diferencia? Ramatís: Es cuestión del centro de gravedad. El «bien» posee una órbita individual. El «Bien» posee la dimensión de la órbita universal. A medida que el hombre, como espíritu eterno, dilata o expande la órbita de lo que considera benéfico, entra en una nueva dimensión e inevitablemente, aprende a sintonizarse con el Bien. Soportar lo incómodo de la transición es el precio justo de tal conquista. Pregunta: Consideramos a partir de la fe que poseemos, que todavía debe ser demasiado pequeña. Siendo así, ¿el desánimo no será un agravante para los que se sienten tan distantes de la conquista de esa amplia visión de la vida? ¿Cómo evitarlo? Ramatís: Vosotros os encontráis en situación similar a la del niño de la historia infantil que arrojó fuera de la ventana algunos granos de porotos, por creer que eran inútiles. Al poco tiempo tuvo la sorpresa de comprobar que habían crecido bastante y tomado altura. Fe, para la mayoría de los hombres, es sinónimo de credulidad perjudicial. Ese es el legado recibido de la noche negra del 15
  • 16. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada fanatismo medieval, cuando se hablaba de la fe al pie de los instrumentos de tortura y se cruzaba la Tierra para matar en nombre del Cristo, el cariñoso Pastor de la Galilea. Una asociación inconsciente, como una maldición no identificada, se incorporó al aura espiritual de la humanidad, impidiéndole entrar y tomar mayor fuerza impulsora a la fe, producto del Amor. Echa afuera, como el niño inconsciente, los pequeños granos mágicos que podrían sustentarle la subida a los nuevos planos de la vida. Eso sucede, porque el hombre —aunque se envanece de tener conocimientos intelectuales avanzados— desconoce la fuerza psíquica de que está dotado. Tanto se deja sugestionar por los estereotipos grabados en la mente colectiva humana, que es incapaz de investigar el valor de la simiente de luz que trae dentro de sí. Cuando más valúan su condición de «ser humano» de lo que es el «ser racional», pasan a una nueva situación investigativa que empieza a esbozarse en las revueltas desordenadas contra la situación vigente y en la búsqueda inhábil de las manifestaciones del Amor. Quebrados los «tabúes» representados por la tradición, acciona en forma subliminar contra las manifestaciones de fe, resultado de la corrupción sufrida en ese sector, lo que inducirá al hombre a obtener una actitud serena en el análisis de los efectos. Hasta hoy, el hombre ha tratado de combatir, muy justificadamente, la corruptela de la fe, que es el fanatismo, pero sin hacer diferencia entre ambas manifestaciones opuestas. En lugar de la fuerza creadora interior, que es la fe, él sólo ve su distorsión, el endurecimiento empobrecedor del fanático, tan infeliz en su distorsión que ni la percibe. Además de eso, como es natural, trata de combatirla con armas semejantes —los preceptos de la razón distorsionada— accesibles únicamente a las limitaciones de un intelecto condicionado. Podríamos comparar esa situación al diálogo de un tartamudo con un sordo. El primero simboliza al ser traumatizado por el dominio violento de las emociones en choque, peculiares de la mente fanatizada, y el segundo, al intelectual que es capaz de oír con un aparato especial —los conceptos de la erudición— pero sordo a las armonías reales que la verdadera fe en los destinos del hombre pueda producir. Al «tartamudo» fanatizado le será imposible discurrir productivamente y conseguir agradar y convencer, pues sus interlocutores no podrán creer que su fe sea poderosa al punto de curar todos los males si aún no pudo combatir tal distorsión psíquica. Al «sordo» también la humani- dad no le daría crédito, pues su deficiencia le impide la comunicación con las fuentes poderosas de la vida y corta la capacidad de realización. La religión distorsionada continuará polemizando con la ciencia dedicada a los condicionamientos materiales. Ambas actúan en planos bien diferentes de aquello que denominamos de fe y que desbordaba en la personalidad amorosa de Jesús. Fe representa un impulso interior despierto en forma irreversible, con el sentido direccional capaz, seguramente, de conducir sus potencialidades latentes. Los jóvenes que hoy reaccionan contra los estereotipos sociales y religiosos, se aproximan a la situación de llevarlos en el futuro a esa conquista, en la medida en que se admitieran nuevas distorsiones en el camino evolutivo. Algunos ya presienten que será la presencia de Jesús el que los liberará. Que perseveren en esa búsqueda. La simiente de la fe dejada por el Maestro en la Tierra es lo suficientemente vigorosa como para servir de apoyo al ascenso de los espíritus a planos más elevados en la espiritualidad, aunque estuvieran encarnados. Jesús, desvinculado de los compromisos, ya sea con la religión de su tiempo, con la intelectualidad dominante, con los partidos de la política favorable o no a su pueblo, fue el ejemplo digno de ser seguido por todo aquel que deseara elevarse por encima de las incomprensiones humanas. Como ser humano era útil a sí mismo y a la comunidad, sin dejarse arrastrar por los desvíos de la época. Ninguno jamás lo vio perjudicar a alguien, colocándose a favor o en contra de las situaciones capaces de influir en los problemas poco dignos de su actuación. Todos sus pasos eran en la dirección correcta de su conducta, en la participación armoniosa con la vida, integrándose en términos de Amor. Si ese fuera el cuidado de los jóvenes y de los hombres en general, habrían comprendido y, aún más, habrían podido «sentir» quién es el Pastor. De esa forma, seguramente imantados por Él, no habría tempestad u oscuridad que pudiese desbandar al rebaño. 16
  • 17. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada II -COMO SEGUIRLO Pregunta: ¿Cómo traducir en términos espirituales el simbolismo de querer «seguir» al Maestro? Si no lo «vemos», ese esfuerzo nos parece que es como caminar a ciegas, sin ser capaz de divisar los detalles de la senda, aunque sepamos la dirección general, que es el Amor al prójimo. Ramatís: Comprendemos vuestro problema y no es por otra razón que hoy se intensifica el intercambio espiritual. La visión atrofiada del hombre sumergido en la materia es casi siempre deficiente para obtener de inmediato soluciones evangélicas, por lo tanto, amorosas. Aunque se dedicara a la investigación de los hechos espirituales, es frecuente que su proceder todavía sea poco espiritualizado. Conoce las leyes, sabe inclusive, que ellas fortalecen, pero no consigue acomodar su comportamiento a las innumerables implicancias psicológicas desencadenadas por la Ley, que parecen tan simples cuando se anuncian en el «amaos los unos a los otros». El hombre habituado a la complejidad del pensamiento académico —que todo parece simplificarlo por el simple hecho de clasificar y sistematizar— se pierde en las complejidades profundas del espíritu porque desconoce los mecanismos básicos en términos de eternidad. Pretende que, a través de la inteligencia, su patrón de comportamiento sea superior a todos los seres vivientes de la Creación, porque entiende y manipula todo lo que le rodea, inclusive el psiquismo, no sólo de sus hermanos inferiores en la escala de la Creación, sino también del hombre, su compañero de experiencias en el grado evolutivo más próximo. Esa necesidad de sistematización y clasificación demuestra que es un espíritu en el grado de aprendizaje inferior, aún incapaz de adquirir aquella percepción globalizadora de los que «tienen ojos para ver». Construye etapas penosamente, por la comprensión minúscula de las variadas graduaciones donde el proceso de la vida le quita el velo a sus ojos deslumbrados y frecuentemente, por efecto de ese deslumbramiento —tomando la parte por el todo— se demora, cristalizado, delante del becerro de oro construido por sus manos, cuando debería alcanzar la cima del monte a fin de iluminar su propia vida en contacto con el retumbar de los truenos que despertaron la sensibilidad de un Moisés y las zarzas ardientes capaces de consumir sus falsas concepciones de la vida. Felices los que puedan comprender que tienen dificultades y aun habiendo tenido pruebas irrefutables de los fenómenos espirituales, se controlan y son capaces de orar y vigilar, con la intuición de no dejarse cristalizar en la autocontemplación estéril. Jesús fue un Maestro de Altísima Luz, emanada de los planos siderales superiores. Sus enseñanzas traducen leyes cósmicas condensadas. Por eso, quien desea seguirlo necesita aprender el «código» capaz de extraer todo el contenido intraducible en palabras que El, como Maestro, consiguió adaptar en términos sencillos, obedeciendo a una reducción fiel de aquellas leyes, traduciéndolas a través de la verdadera escala en la cual los conceptos recorren una graduación infinita que se inicia en el Macrocosmos y desemboca en la línea fiel de un pensamiento único a través del Microcosmos. El era capaz de acompañar esa escala en su pureza, desde la Fuente hasta la manifestación en la materia. Sabía lo que es, en la simiente o en el grano de polvo; tenía conexión con la fuerza que lo sustentaba. Su pensamiento penetrante recorría las escalas de la Creación libremente, situando a cada ser correcta- mente en el punto en que estacionaba en la graduación infinita de la escala. Sabía, inclusive, lo que sería para el hombre terreno descifrar sus enseñanzas, por lo cual las revestía de simbolismo. Por eso, os dejó la afirmación: «Vosotros sois dioses», para grabar indeleblemente su afirmación de que podríais, a través del tiempo, crear un mundo de concepciones interiores que os habilitaría para descifrar sus enseñanzas. Lejos de recriminaros por ser incapaces de afirmaros como fieles intérpretes de sus enseñanzas, nosotros nos congratulamos con vosotros por ser capaces de reconocer con claridad vuestra imposibilidad de poner en práctica sus enseñanzas tal como fueron transmitidas. Habiendo percibido que algo os faltaba, encontrasteis la llave de vuestra iniciación. El primer paso del aspirante a la iniciación evangélica es saber y reconocer que en el Evangelio se encuentra la sabia expresión de las leyes de la Espiritualidad. Los que pasan distraídamente esas enseñanzas, juzgándolas como un conjunto de nociones elementales, en verdad son realmente ciegos que, muchas veces, «conducen a 17
  • 18. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada otros ciegos», según el decir de Jesús. Para percibir en la Buena Nueva la más alta expresión de la Ley Cósmica del Amor que rige a la vida, es necesario tener los ojos para ver, en el grado mínimo indispensable para la adquisición de las aptitudes básicas de un aprendizaje infinito y redentor, que se inicia cuando el ser deja de usar el intelecto como fuente de orientación y pasa a usarlo solamente como medio complementario de evolución. Cuando el sentido direccional del espíritu despierta, «siente» más de lo que entiende. Capta, en dimensión imponderable, todo lo que es capaz de orientarlo en relación con la Vida Superior, imposible de traducirse por medio del intelecto, salvo parcialmente. Los que ven incongruencias en los Evangelios son los que no tienen ojos para ver, están con la percepción espiritual embotada. Aunque conozcan los mecanismos de los fenómenos en que la Espiritualidad se expresa, son incapaces de ponerlos en movimiento, a no ser en sentido personal, limitando sus propias concepciones estrechas. Aquel que conociendo esas leyes abre el canal de la intuición para la faja vibratoria del Amor, de inmediato identifica, en las enseñanzas de Jesús, toda la Ley Cósmica, en una línea de reducción proporcional al grado evolutivo de la humanidad terrena. Pregunta: ¿Qué cosa podríamos hacer a fin de facilitar esa apertura, para la percepción mayor de las enseñanzas de Jesús? Ramatís: Existe un engaño muy frecuente, a causa del transcurso y condicionamiento de la vida material, que consiste en esperar que en el camino por recorrer, la luz aparezca frente a nosotros. Y buscáis en las agremiaciones, sociedades y personas, o en las corrientes del pensamiento más diverso, la iluminación, como si ella pudiera venir desde afuera. Lo mismo sucede con las enseñanzas de Jesús. Aunque reverenciadas y reconocidas, nada pueden mientras el aprendiz no se decida a modificar su estructura interna, espiritual. Entonces encontramos al hombre circunspecto y bien alineado por las normas de su religión o grupo filosófico, pero que aún es incapaz de encender su propia luz. El también marcha buscando el lado luminoso de los caminos que recorre, pero siempre dependiendo de quien proyecte esa luz en su camino. Es ciego por voluntad propia, porque no resuelve quitarse la venda que oscurece su campo interior. Eso le representa una violencia doble, primero porque sería obligado a echar mano a la dependencia externa a la que se habituó, y segundo porque necesitaría hacer el trabajo y además, permitir y reunir los falsos conceptos que hasta entonces apoyaba. Aún así, después de ese esfuerzo de coraje, precisa habituar su visión a la cla- ridad ofuscante que las realidades espirituales internas acostumbran proyectar sobre Ja vida de los recién nacidos en el espíritu. El choque traumático de esos desacondicionamientos representa el precio que es necesario pagar por el aprendizaje real de la espiritualización. Mientras eso no suceda, el hombre podrá ser un alumno aplicado en sus lecciones, asiduo a las disciplinas y severo en la vigilancia, pero no tendrá posibilidades de encender dentro de sí la luz poderosa del real proceso del despertar espiritual. Pregunta: Notamos que en vuestras palabras podrían encontrarse matices de desprestigio para las religiones organizadas o para el celo metódico con relación a las normas consideradas provechosas para el avance evolutivo en que el hombre terreno se encuentra. ¿Qué nos podéis decir? Ramatís: En un trabajo anterior nos hemos referido a ese problema, cuando os afirmamos que el espíritu tiene un camino interior por desarrollar, que lo lleva de lo más simple a lo más complejo, de las normas externas hacia las internas de la vida espiritual. Por lo tanto, será inútil que alguien pretenda ser un iluminado si no es capaz ni siquiera de respetar el horario de su trabajo cuando el jefe no está presente o de prestar un servicio, sin esperar recompensa. Las disciplinas del carácter son el primer paso; sin ellas, las experiencias iluminativas jamás encontrarán campo propicio. El neófito que entraba en los templos de la antigüedad, encontraba un verdadero sistema burocrático capaz de impacientar y descorazonar a los menos esclarecidos, y que servía de filtro inicial para la selección de los que eran capaces de doblegar sus tendencias sin recelo, sin llegar a resentir su propia contextura psíquica. El cuidado que el hombre hoy emplea para evitar la represión, representa claramente el grado de su flaqueza y resecamiento espiritual. La vara verde y excesivamente tierna se quiebra al querer 18
  • 19. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada usarla. Así también sucede con la que se resecó. Sólo la vara sana y gruesa es capaz de resistir los vientos, balancearse bajo los impulsos externos y volver a su postura inicial. El hombre que se somete a las disciplinas representadas por las normas de la vida diaria: el horario del ómnibus, la impaciencia o descortesía del jefe, al desinterés del compañero de trabajo o las exigencias imprudentes del cónyuge, en ese trato y aplicando las normas de su religión o sistema filosófico, consigue al cabo de cierto tiempo y según su grado evolutivo, una resistencia espiritual, es decir, una sensibilización capaz de habilitarlo para subir un nuevo grado, la de encontrar su centro coordinador espiritual, por haber caminado en dirección centrípeta, en el acto de tener bajo control nuevas expresiones que antes le eran inaccesibles. En un acto de «buena disposición» elaboró la antecámara del espíritu inmortal y se volvió apto para pasar a otra etapa donde todo le será sorprendente. Para esa nueva etapa, antes necesitaba saber enfrentar, sin desequilibrio, el medio externo, pues para actuar sobre el medio interno, las sorpresas que presentan los grados evolutivos, le exigirán serenidad mayor a la que necesitó para vencer la batalla exterior. Pregunta: Nos parece un tanto desanimadora vuestra afirmación. Las dificultades del medio externo nos absorben demasiado y nos podríamos sentir bastante desanimados ante las dificultades que ofrece la etapa siguiente. Eso es lo que nos parece a primera vista. ¿Estamos equivocados? Ramatís: Si así os parece será porque la primera etapa aún no fue cumplida. Cuando el ser domina sus reacciones delante del medio, le invade una sensación de desahogo que inmediatamente lo habilita para aplicar sus energías en terreno fértil y, así fortalecido, nada lo amedrentará. Encontró en sí un tesoro ignorado hasta entonces porque no tenía tiempo para explorarlo. Al sentirse capaz de vencer con menor consumo de energías las dificultades del medio, al aprender a desprenderse de molestias inútiles, sin huir de las pruebas, desarrolla la serenidad que necesita para entrar en la segunda cámara de su ser —la conciencia de su individualidad eterna— donde ahora se sitúa preferentemente, sea con el bullicio de la ciudad moderna o en el ómnibus que frena violentamente, en compañía del hermano que increpa al chofer desconsiderado. Sus actos externos se encuentran bajo control automático, producto del entrenamiento a que se dedicó para la autorrenovación exterior. Puede así, demostrarse con tranquilidad en los movimientos profundos de su psiquismo. El atavismo animal ya no domina sus reacciones. Al contrario, habitualmente, él las domina. Sobra «espacio» interior y tiempo psicológico para una vida en un plano más profundo. Se cambia el centro de gravedad de su acción renovadora y la experiencia de la primera etapa deja residuos positivos para el nuevo aprendizaje. Pregunta: ¿Cuáles serían esos «residuos positivos»? Ramatís: La falta de amor genera reacciones psicológicas comparables a los baches que se hicieron en el camino espiritual que debiera haberse transitado de otra forma. El sufrimiento con su cortejo de aflicciones, remordimientos, insatisfacciones, funciona como el origen de los residuos que, a lo largo del tiempo, forman una nueva pavimentación, cuya base está cimentada por los sentimientos del arrepentimiento producido por el llanto renovador. Aquel que llora extrae de sí fuerzas capaces de lavar el alma, si ese llanto se manifiesta como un verdadero sentimiento de renovación. Y el camino, aunque arreglado, está mejor pavimentado para el «cambio» necesario. Pregunta: Al meditar sobre vuestros esclarecimientos nos parece estar bastante alejados del tiempo en relación con la psicología de nuestro momento. Nos parece imposible encontrar eco en la mayoría de los seres humanos para que de esa forma, puedan seguir al Maestro. Ramatís: «Yo soy la voz que clama en el desierto», decía el profeta bíblico al anunciar la venida del Mesías a Israel. Y por insistir, lo hicieron callar violentamente. ¿Quién puede engañarse y esperar buena receptividad para los que continúan clamando en el desierto inhóspito de la humanidad terrena? Las ideas de Dios, religión, preceptos morales, siempre existieron entre los pueblos evolucionados de cada época, pero como simples coberturas para disfrazar las malezas espirituales que ninguno jamás osaba descubrir sin correr serios riesgos morales y espirituales. Por vivir hoy una supercivilización, con avances capaces de estremecer el equilibrio de las fuerzas cósmicas, no imaginéis que el panorama espiritual haya sido modificado bajo los vestidos 19
  • 20. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada engañosos de las mismas experiencias que siempre sirvieron para atenuar el impacto psicológico de la humanidad, ennegrecida por los despojos pestilentes de la trama diabólica urdida por la oscuridad de los planos involucionados, con el objetivo de impedir la propagación de la Luz. Púrpuras, joyas, flores, perfumes, invocaciones, augurios, palacios, siempre sirvieron al lúgubre séquito de las apariencias grandiosas que se encargaban de propiciar la descomposición moral del hombre, con el aspecto grandioso de los mausoleos donde la Verdad era pomposamente velada y sepultada. La «voz que clama en el desierto» será siempre escuchada como el alerta del profeta de mal agüero, el que deshace placeres, pues todos se encuentran «felices» en la contemplación de la lujosa apariencia con la cual providenciaban la sepultura, y enseguida, velan la Verdad para que no sea exhumada. Con todas las pompas oficiales, llevarán también al agorero anunciador de las desgracias a la picota de la execración pública, disfrazada, muchas veces, por una benevolencia condescendiente con sus «excentricidades». Pregunta: Nos agradaría recibir mayores esclarecimientos sobre la situación que habéis descripto como «dominio habitual del atavismo animal», que se obtiene en aquella primera etapa de la formación del carácter, o sea, del control sobre las reacciones a los estímulos externos. Esa situación, ¿no será provocada por las represiones nocivas para el equilibrio psíquico? ¿No se encontraría allí la fuente de los desequilibrios que funcionan inconscientemente como formaciones de energías que actúan y revelan la voluntad consciente? Ramatís: El hombre espiritualmente desatento insiste, cuando desea superar sus instintos. El aprendiz de la espiritualidad elabora sus tendencias porque aprende diariamente a conocerse. Sabe que debe contar con sus expresiones inferiores y convivir con ellas sin conflictos irreversibles, pues representan exteriorizaciones de fuerzas que lo amparan en los grados menores del progreso. Se observa y trata de impregnar cada señal del animal primitivo de su ser con la comprensión nueva y recién conquistada. A las expresiones primarias asocia la elaboración venturosa de la experiencia redentora del Amor en sus manifestaciones amorosas y perfeccionadas. Teniendo como punto de partida el deseo de más Amor, sabe que el primer ser necesitado de esa vibración pura y renovadora es «él mismo». No podrá reprimir violentamente a su ser, que es tan digno de Amor y respeto como el de sus semejantes. Si faltara a su primera prueba interior de habilidad en el trato con la fuerza creadora que en sí se manifiesta, no sería capaz de respetarla cuando las exteriorice en actitudes también involucionadas hacia sus hermanos. Cuando Jesús afirmó que toda la Ley se resumía en el Amor a Dios y al prójimo, no deseaba omitir el amor que necesitaba ser vibrado por el propio espíritu inmortal. Si amamos realmente a Dios, ese Amor se ampliará a toda su obra, en la cual cada centella en proceso de expansión está incluida. Amar a Dios es conocer gradualmente sus leyes, es iluminarse para la visión interior que se traduce en respeto profundo a Sus sabios designios y de tal forma grandiosos, que mantiene la armonía entre los opuestos. Se hizo muy común asociar represión con religiosidad, por una falsa concepción del proceso de «religamiento» de la conciencia eterna a su fuente. Si el espíritu reconoce que nunca estuvo desligado de ella, «se acepta» en una sublime comunión de paz con las energías creadoras, sintiéndose impulsado hacia una elaboración continua, pero pacífica por el Amor hacia el cual, de allí en más, se siente atraído. Sabe que, desde los procesos más simples de su existencia hasta los más exigidos o evolucionados, existe una superior energía Creadora que vela por él y, por lo tanto, la «gracia» es como su persona o entidad espiritual; desde ya, jamás le faltarán recursos para obtener su renovación. Esa filosofía optimista produce resultados inefables en el alma que cree. Siente la presencia del Bien que se opone a los efectos inarmónicos de su situación involutiva. Esa es la re- percusión de la fe que «mueve montañas», en el decir de Jesús. El ser que la cultiva ya no se siente solo ni perseguido de forma irreversible. No necesita reprimir o esconder sus males porque sabe que atraviesa su grado de evolución incipiente, pero es amado y amparado para recuperar siempre el bendecido ejercicio de la autosuperación. Confía, se confiesa, se observa sin exigirse severamente, pero con la firme y sabia decisión de vencer, estimulado por la ley del Amor a la que declaró su adhesión. Los Instructores Espirituales jamás condujeron a sus aprendices a la represión, pero sí, los 20
  • 21. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada estimularon para la renovación. En virtud de existir una ley de polaridad en el Universo, reprimir es proceso negativo, que no consta en la pedagogía espiritual. Se busca desarrollar en el polo opuesto, aquel en que la carencia se manifiesta y espera los efectos de la neutralización de las expresiones involucionadas. Pregunta: ¿Las situaciones kármicas son un proceso represivo cuando fuerzan a alguien a vivir situaciones opuestas a sus tendencias? Ramatís: El encadenamiento de las vidas kármicas tiene por finalidad desarrollar aptitudes nuevas. Por ser una situación compulsiva, no es obligatoria ni represiva, porque siempre proporciona medios para desarrollar nuevas capacidades, aunque también pueda representar neutralización temporaria de otras. La negación al aprovechamiento de las nuevas formas del aprendizaje es lo que provoca el desajuste que llamáis represión, porque el espíritu se niega a canalizar sus esfuerzos evolutivos en el sentido de crecer en una nueva dirección. Se concentra en el llamado «infortunio» o «mala suerte» y se desequilibra, porque se niega a progresar usando los medios disponibles. Pregunta: ¿No habrá ciertas pruebas que son capaces de desequilibrar al espíritu, por un exceso de represión a sus tendencias? Ramatís: Podrá haber inhabilidad en la forma de conducir las pruebas, con el consecuente agravamiento de los problemas, haciéndolos insoportables. En ese caso, el espíritu recibirá nuevas oportunidades, siempre que se dispusiera a recomenzar el aprendizaje interrumpido, que no necesitará ser obligatorio, pero obtendrá situaciones idénticas, aunque siempre de efectos semejantes. Pregunta: ¿Cuál sería la explicación sobre esa inhabilidad? ¿Cómo comprenderla? ¿No podría interpretarse como una «falla» en el sistema para la evolución de los espíritus? Ramatís: Es elemental y de buen sentido que donde pueda escogerse a voluntad, también podrá haber formas diversas de solucionar un mismo problema. La alegría de la participación consciente en la realidad esplendorosa de la Creación se obtiene a cambio de un tributo mínimo, si se compara con los bienes a los que se tiene acceso en la oscilación entre grados mayores y menores de aproximación al equilibrio de cada momento. Mentes empobrecidas han interpretado esos grados como los causantes de las penas o recompensas eternas, cuando eterna sólo es la ley del Amor, que sustenta el derecho de la oscilación generadora del equilibrio en mayor o menor espacio de tiempo. El tiempo es una unidad de medida que sirve para medir y ordenar la evolución de los grados inferiores de su procesamiento, dentro de lo que es relativo y condicionado a las mediciones espacio- tiempo. Cuando el ser cambia en función a lo que lo rodea, usa el tiempo y el espacio como punto de referencia para su autoestimulación, como alguien que quisiera usar un automóvil desprovisto del mecanismo de autopropulsión y, entonces, necesita afirmarse en puntos de apoyo para obtener impulso. El ser que vive en esa condición sufre la angustia de la relatividad del proceso evolutivo, porque no sabe que dentro de sí posee la energía creadora. Todo desengaño y decepción es la causante de esa falta de visión de conjunto que da a lo relativo la impresión de duradero. Los entrechoques y decepciones causados por la inhabilidad constituyen una providencia redentora capaz de servir de alerta y despertar para la orientación adecuada del libre albedrío. Las rutas humanas que os conducen a la ciudad están llenas de peligros, y la velocidad de vuestro vehículo constituye un riesgo y exige la atención del conductor. No por eso desistís de viajar, enfrentando todos los riesgos y peligros, porque sabéis que de ello dependen el progreso y el bienestar del conjunto. Es la conciencia mayor o menor que el conductor posee sobre las consecuencias de su conducta la que decide sobre su seguridad y no sería posible construir carreteras exceptuadas de peligros, pues la evolución exige una habilidad cada vez mayor en el trato con las fuerzas impulsoras del progreso. El conductor incapaz necesitará un entrenamiento intenso y prolongado, para gozar del beneficio de la libertad de ir y venir. Tal es la Ley. Si observáis bien, podríais sentir la sinfonía de belleza y armonía de la Creación, que significa una invitación permanente para vuestra integración a la felicidad de existir, dando la impresión de que todo se coordina para impulsaros a esa integración creadora de la vida. Responder por vuestra incapacidad o por vuestra renovación es el único precio que pagáis para obtener el derecho de existir y evolucionar. Las fuerzas que coaccionan y sirven a 21
  • 22. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada semejanza de verdaderas «señalizaciones» de las rutas, deben ser bendecidas por vosotros, así como el médico agradece a la fiebre, pues esta le demuestra la existencia del proceso infeccioso o el dolor que localiza la posición del mal. Pregunta: Finalmente, ¿qué les aconsejáis a quienes se sienten como las ovejas descarriadas, en este funesto final del siglo? Ramatís: «Mi reino no es de este mundo»; «pedid y obtendréis», «golpead y se os abrirá»; «vosotros sois dioses». En esas palabras está estructurado un programa amplio y perfecto de acción para todo aquel que tenga aptitudes y «ojos para ver» y «oídos para oír». Todo un caudal de recomendaciones esotéricas de los más variados orígenes que podrían evocarse para alcanzar y orientar vuestros esfuerzos de renovación. Pero, ¿por qué retornar a las complejidades de la forma, si el contenido espiritual brilla extraordinariamente en las sencillas recomendaciones que pautan la conducta diaria en la senda del amor pregonado por el Cristo? Podéis usar las normas de vuestra predilección, intentando orientar vuestro aprendizaje por esta o aquella corriente espiritualista, pero en ninguna de ellas alcanzaréis la liberación espiritual si no estáis capacitados para «oír» los llamados austeros que simultáneamente el Maestro dejó vibrando, cuya fuerza se expresa en la extrema simplicidad de sus enseñanzas de inigualable pureza, síntesis de toda Ley. Por detrás de todos los velos de las iniciaciones se hallaba la belleza deslumbrante del Amor, cuyo representante máximo en la Tierra es el Cristo, brillante en su gloria al dejarse inmolar como el cordero simbólico de la redención humana. Su actuación en la Tierra, lejos de significar vuestro rescate de las sombras, representó la claridad que plasmó para vuestra conciencia, como contraste de las tinieblas en que vivís sumergidos. Se presentó ante los ojos de la humanidad con la pureza cristalina de los puros de espíritu, a plena luz del día, en las calles repletas de espíritus encarnados y desencarnados. Nunca la Magia Blanca del Amor se dejó contemplar tan generosamente, en un extraordinario espectáculo de luz espiritual junto a las tinieblas del aura de la Tierra. El choque portentoso de esos opuestos, las consecuencias del desafío representado por ese contraste, sólo un espíritu de la envergadura de Jesús podía soportarlo sin que hubiera desvíos perjudiciales respecto de la obra programada. El amor «que cubre la multitud de las imperfecciones humanas» es aquel capaz de soportar sin desequilibrio el peso de los «errores» que nada dicen al respecto, sin repudiar a quien los practica, aunque le sirva de obstáculo a su acción destructiva. En simples palabras, totalmente exceptuadas de las complejidades del simbolismo iniciático, Jesús tradujo la Ley del Amor, para el entendimiento del hombre común. Ese es su trabajo redentor: simplificar y ejemplificar simultáneamente las elevadas enseñanzas que la Espiritualidad permitió descender sobre la Tierra. Quien se siente como la oveja descarriada sólo necesitará consultar cuidadosamente el Evangelio e impregnarse del «espíritu» con el cual vivió Jesús y aplicar a sí mismo el contenido luminoso que emana de la Buena Nueva redentora. No hay un solo detalle que no haya sido previsto por Jesús en su predicación. Ninguna de las dificultades citadas en el proceso renovador del espíritu humano dejó de abordarse en sus predicaciones y en sus ejemplos. Por lo tanto, es necesario que la humanidad lea y medite sobre Jesús. En todas las otras enseñanzas espirituales del hombre encontrará reafirmaciones de su actuación renovadora e integral y llena de todas las enseñanzas necesarias para vuestra evolución. No obstante, sólo en el Evangelio se encuentra una concentración con el potencial necesariamente previsto integralmente para vuestro proceso evolutivo. Muchos instructores le prepararon el camino, pero a El le tocó realizar la síntesis capaz de satisfacer las necesidades de todas las ovejas extraviadas. Sus enseñanzas se basaban en las dificultades características del espíritu humano, sin recelo de tocar las heridas milenarias respetadas por los hombres delante de los preceptos sociales y religiosos. Si realmente hubiereis alcanzado el punto de madurez que fuera capaz de hacer surgir el Amor a la Verdad de vuestro espíritu, reconoceríais en El la brillante luz que jamás iluminó a la humanidad y os sentiríais agradecidos y recompensados por la oportunidad de seguirlo en vuestras experiencias terrenas. Su mirada penetrante nunca repudió al pecador sinceramente deseoso de recomenzar. Los amó de tal forma que escogió entre los suyos al que lo traicionaría; entregó a Pedro, que lo negaría, la responsabilidad de su rebaño; acogió a Pablo en el camino de la persecución a los suyos. ¿Quién se podría juzgar abandonado o perdido realmente, si Lo amara y buscara su sinceridad? 22
  • 23. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada Jerusalén no lo amó y El lloró sobre ella. En todas sus palabras no se encuentra una sola de condena. Sólo esclarecimientos respecto de las consecuencias de las infracciones a la Ley del Amor. Señala los errores con claridad meridiana, en forma en que no deja dudas respecto del camino, pero su voz no se levantó para condenar o juzgar al pecador arrepentido. Hay más júbilo en la casa paterna por el retorno del hijo pródigo que en cualquier otra ocasión. ¿Quién puede sentirse desheredado, después de todo lo expuesto? 23
  • 24. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada III - ¿QUIENES SON LAS OVEJAS? Pregunta: De lo que nosotros conocemos y de los hombres en general, nos queda la impresión de que la realidad es un verdadero caos espiritual. A primera vista, nos parece imposible hacer de los hombres y de nosotros mismos, seres capaces de una definición interior tan profunda como la que significa tener capacidad para seguir al Maestro Jesús. En otras palabras, nuestra «Jerusalén» no parece nada fácil de ser renovada y en consecuencia, no conocemos a gran número de personas empeñadas en pagar el precio en ese sentido. ¿Qué os parece? Ramatís: Es una observación procedente. Raras fueron las almas que, en una existencia en la Tierra, ofrecieron el testimonio de esa adhesión integral. Pero, os preguntamos; ¿quién os exige tal cometido? Jesús os afirmó que no se vería el reino del cielo ¡si no se naciera de nuevo! En ambos sentidos, esa afirmación es real. Tanto necesitará el espíritu de varias encarnaciones, como en sentido figurado, una verdadera «gestación» se efectúa para que pueda nacer el hombre nuevo del que habla el Evangelio. Esa será una bendecida tarea en que os empeñaréis con alegría, desde el momento en que podáis sentir principalmente, su significado redentor. ¿Qué puede alegrar más los días del cautivo, que saber que es capaz de conquistar, por su propio esfuerzo, su pase de liberación? Desde ese momento, nadie lo detendrá, si pone sus miras en el objetivo, sin vacilar. Y la aproximación de la hora lo hará gradualmente más alegre, se encuentre donde sea y con el acontecimiento que hubiere, pues su sensibilidad habrá despertado para el futuro que le espera y que interiormente, de alguna forma está presente. Pregunta: Del esfuerzo sincero que podamos hacer para vivir las normas evangélicas, surge una impresión penosa de duplicidad y oposición entre el Yo y el no yo, entre la conciencia eterna que necesita aflorar y la estructura de la personalidad humana que vivimos. ¿Esa situación será responsable por las famosas «cisiones» de la que nos habla la psicología oficial? ¿Cómo solucionar ese problema? Ramatís: Dijo Jesús: «Quien no está conmigo, está contra mí». La dualidad de la naturaleza humana en evolución es un proceso sano de polaridad indispensable para la definición consciente. Quien no Lo ama a punto de dejar a su «padre y a su madre» no abandona los planos menores de la evolución. Como ya tuvimos la oportunidad de decir, la «cisión» es el resultado de la indefinición. Es el proceso manifestado por la posición enfermiza de no hacer opciones, por recelo de asumirlas integralmente. Es necesario comprender que los psicólogos 1 identificaron los desajustes del ser humano no para que ellos se sintieran amedrentados o paralizados de horror ante los desafíos insuperables, sino más exactamente, para que se concienticen de las necesidades reaccionarias a los procesos deficientes del mecanismo psíquico. Sólo así el trabajo arduo a que se entreguen será útil a la humanidad. Al identificar la cisión, se localiza simultáneamente la debilidad. Como el médico reconoce el mal para así poder combatirlo, sin pretender esterilizar a fin de proteger al enfermo, el psicólogo necesitará despertar el deseo saludable de reacción de su paciente «escindido». Las descripciones de las causas de las cisiones son relatos de los factores que lo desencadenan, pues la causa primordial reside en la debilidad delante de las tribulaciones, esto es, en el uso de las reacciones inadecuadas. Pregunta: ¿Cómo impedir ese proceso, si con frecuencia aparece en la tierna infancia, cuando el espíritu humano es tan indefenso? Ramatís: El proceso renovador del espíritu se realiza en una dimensión global que escapa al área circunscripta al intelecto. Por esa razón, la Ley que es simultáneamente Justicia y Amor, no permite que la «criaturita indefensa» sea expuesta a las correcciones de la reencarnación en ambientes problemáticos. 1 El término aquí se usa en sentido literal. 24
  • 25. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada Existe un mecanismo de interacción de las auras, un campo vibratorio que es un verdadero diálogo inconsciente entre los espíritus encarnados en un proceso de reajuste recíproco. El «diálogo» entre padres e hijos o entre otros grados de parentesco, en la primera infancia es realizado en términos convenientes para una influencia recíproca, con el objetivo de despertar las reacciones adecuadas. Pregunta: No habiendo comprensión sobre lo que pasa, ese diálogo ¿es provechoso? Ramatís: La comprensión plena, frecuentemente, obstaculizaría el proceso. Con una visión real del panorama, normalmente los espíritus se sentirían envueltos en las emociones del pasado, dando énfasis a las reacciones anteriores, casi siempre negativas. Cuando la madre toma en brazos a su hijo que viene sobrecargado de sentimientos originados por las tribulaciones psíquicas, esas emociones, al ser identificadas por los psicólogos, permanecen inexplicables. Ellos las registran sin entender su origen. Ciertamente que ese proceso penoso de reajuste se transforma en un enigma sin solución. Por ser ambos seres humanos, con mecanismos psíquicos semejantes, ¿cómo cometer la injusticia de condenar las reacciones negativas de una u otra parte, si ellas provienen de la zona del inconsciente del ser? Se espera, entonces, que el Amor del más viejo deshaga los eslabones del odio, ya que en el ser que renace, esa percepción es gradual y muy lenta. Mientras tanto, el «adulto» puede ser el ente menos evolucionado espiritualmente y ¿cómo apelar a su comprensión, en ese caso? De esas consideraciones, se desprende la inoperancia de la comprensión intelectual en el proceso renovador del espíritu, a no ser para los problemas que él, por evolución, ya consiguió concientizar. También el despertar sucede por los choques psíquicos inconscientes, que no por eso dejan de ser menos actuantes. Pregunta: De esa forma, nos parece que las «ovejas» quedarán perdidas en el matorral sin fin, pues ni siquiera conocen el camino que las guíe hacia la ruta principal. ¿Qué nos podéis decir? Ramatís: Si les quitasen las «vendas» de los ojos serían capaces de transformarse en «lobos». Las reencarnaciones en los procesos dolorosos de rescate son características de los espíritus menos evolucionados, que no soportarían la visión global de su momento de renovación. Pregunta: ¿Cuál es el provecho de esa situación tan crítica? Ramatís: La aproximación a una neutralización de la agresividad obtenida por la aparición de las sensaciones de impotencia. Pregunta: Eso, ¿no es contrario a las leyes de la evolución, que son esencialmente afirmativas del ser? Ramatís: Afirmativas en el sentido del crecimiento y no de la autodestrucción. Pregunta: ¿Esos espíritus endeudados no evolucionarán mejor separadamente? Ramatís: Muchas encarnaciones les son proporcionadas, con el objetivo de preparar al espíritu para un contacto que le sea especialmente adverso. Tanto en la Tierra como en el espacio, el ser recibe todos los estímulos espirituales capaces de prepararlo para el reencuentro con los adversarios. Ese trabajo «psicológico» no es reparado por los analistas, que aconsejaban la separación pura y simple de los contactos provocadores del «rechazo». No acompañan inclusive a las «sesiones analíticas» que se efectúan en el Espacio, cuando el espíritu se desprende en el sueño, intentando recomponer sus energías. Una oportunidad reencarnatoria junto a los desafectos representa un evento largamente esperado y necesario para el progreso del espíritu. Sin la neutralización de los lazos magnéticos negativos, sin fuerza para desintegrar las «respuestas» que automatizó en el proceso antifraterno, no conseguiría incorporar elementos positivos en relación con la situación vivida en el pasado espiritual y que continuará en su economía psíquica indefinidamente, como un signo enfermizo no neutralizado por el proceso renovador de la salud psíquica. Pregunta: ¿Cómo funciona, en el caso de la criaturita, ese mecanismo? Ramatís: Automatismo, es decir, condicionamientos que se neutralizan por extinción o condicionamientos opuestos. La extinción se efectuará durante el proceso de renovación repre- sentado por la separación de los desafectos, en el caso de las impresiones grabadas en el espíritu y 25
  • 26. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada que no sean excesivamente profundas. En ese último caso, necesitará programarse una convivencia en términos capaces de propiciar la adquisición de las respuestas a las anteriores, por estimulación proveniente del mismo ser que antes provocó las respuestas generadoras del conocimiento adverso. De esa forma, se coloca al verdugo en los brazos de la víctima en sus primeros años de vida, recogiéndose en el seno materno el espíritu que en el pasado le hiciera sufrir la opresión injusta, para que ambos pudieran reconciliarse. Pregunta: Pero, sin conciencia de la trama en que se encuentran envueltos, ¿cómo expresar las reacciones adecuadas? Ramatís: Ya hemos afirmado que la evolución es un proceso que escapa a los límites de la comprensión intelectual. El espíritu siente y reacciona a un océano de estímulos, que no son los de la palabra o de la percepción intelectiva. La Espiritualidad posee instrumentos psíquicos y extremadamente plásticos para accionar sobre el psiquismo humano. Lo que los psicólogos están tratando de hacer en la Tierra, desde que existen seres encarnados, y que los orientadores de la humanidad realizan con éxito en el Espacio. Mientras tanto, ha llegado la fase de la evolución en que los hombres despierten y deseen obtener participación consciente en el proceso para su habilitación angélica y sólo puede ser loable, de esa forma, por lo menos en las intenciones, que podrían terminar conduciéndolo a un camino seguro: el del reconocimiento del ser humano como espíritu eterno y encarnado. Puesto que el espíritu, al encarnar, necesita olvidar para reaprender, la supervisión que sufre es proporcional a sus necesidades. El olvido ayuda, porque permite que se vuelva moldeable dentro de ciertos límites —señal de una reconciliación integral— y que por lo menos archive los motivos compulsorios, para ser más agradable en el futuro, cuando se despierte a un mayor grado de sensibilidad. Hasta ahora, en esta época hiperintelectualizada puede aceptarse en el campo emocio- nal, tomado como positivo, facilitando reajustes hasta el infinito. Pregunta: ¿Nos podéis ejemplificar vuestra afirmación? Ramatís: Un ejemplo señalado de esa situación se encuentra en el tratamiento producido por el electrochoque. Cortar temporariamente la comunicación del espíritu en su campo sensorial, produce un coma artificial. Es expulsarlo de su campo bioelectromagnético habitual, con el objetivo de desmemorizarlo y descargar el exceso de veneno psicofísico que pertenece a sus reacciones. Ese lapso de memoria de sus tensiones rutinarias, asociado al impacto de un pseudodesencarne, produce un desligamiento temporario, con la consecuente atenuación de sus males. Nada más traumático y antinatural que ese proceso. Pero es un tratamiento que produce dos constantes en la terapia de ayuda establecida para la evolución del hombre como espíritu inmortal: una está representada por el desligamiento compulsorio que la muerte artificial provoca en los espíritus involucionados y la otra, es la retracción de la memoria, que caracteriza a la reencarnación. Pregunta: ¿Nos podríais dar mayores detalles? Ramatís: Los hombres, ignorantes de la realidad del espíritu, encuentran en la muerte y en el olvido del pasado dos elementos que, según su forma de ver, se contradicen con la sabiduría, belleza y armonía de la Creación. Promueven críticas a las directrices del plano de la Creación considerando que traumatiza a los seres vivientes con el inevitable paso del tiempo y la escena final de la vida. Otros consideran errada la providencia del olvido temporario, en el caso de existir la reencarnación. Mientras tanto, pocos se dedicaron a meditar sobre las posibles consecuencias, si tales leyes fueran eliminadas. Y en la imposibilidad de conocer los efectos de esa providencia, continúan, indefinidamente, con su prédica negativista contra las leyes naturales de la vida, concebidas por un Creador magnánimo que pareciera querer enseñar por métodos menos esclarecidos de los adoptados por los educadores sagaces de la Tierra. Esos comentarios destructivos fueron posibles hasta que, al obtener los hombres mayores conocimientos, observaron que el impacto y el olvido podrían funcionar como terapia en casos extremos. Respetando lo más posible el libre albedrío del enfermo, intentan todos los recursos terapéuticos, pero concluyen que la ineficiencia de la técnica psicológica y farmacológica comunes apelan a la imitación de la naturaleza, cuando produce desliga- mientos por la desencarnación, simulado por la desaparición de la memoria, que el electrochoque representa. Esa experiencia demuestra sobradamente que esas transformaciones psíquicas están 26
  • 27. Ramatís Jesús y la Jerusalén Renovada apoyadas por procesos independientes de la comprensión común de las cosas que pasan en la zona intelectual consciente y destacar, la inoperancia de una terapia espiritual basada en la simple comprensión, cuando el espíritu atraviesa la fase evolutiva primitiva, durante la cual las vibraciones instintivas y emocionales pueden fácilmente apoyarse en su campo psicológico. Los impactos producidos por la desencarnación y por el olvido del pasado son altamente saludables para la evolución del espíritu que, de a poco, se incorpora a los «conocimientos» profundos en el campo de su memoria, capaces de funcionar como una fuerza magnética de atracción que lo ubicaría, cada vez con más seguridad, en su campo gravitacional interior, en dirección a los destinos espirituales que le aguardan en el futuro. Por esa razón, aparecen en la Tierra individuos que inexplicablemente poseen gran seguridad, sin tener cultura intelectual que la justifique ante los ojos humanos. Y lo encontráis descripto en el dicho popular «Quien es bueno ya nace bueno», que no deja de ser un reconocimiento a las leyes de la Espiritualidad, aunque dando cabida a que el Creador sea interpretado como apadrinador de unos en detrimento de otros, en cuanto el proceso reencarnatorio no fuera reconocido por todos. Pregunta: Consideramos ese punto de gran importancia. Pero, ¿cómo proceder ante la consolidación de los conceptos contrarios, divulgados y fortalecidos diariamente por la corriente materialista en la que la ciencia oficial se ubica? Ramatís: Los que optaron por la ciencia oficial precisarán esperar que ella, por sus propios recursos, llegue a esclarecerlos. Pregunta: No obstante, nos parece que la tendencia se fortalece cada vez más, pues son amplios los aspectos materialistas en que se refugian. Ramatís: Bien se expresa vuestra última afirmación en la necesidad de cobijarse, revelada inconscientemente por el espíritu humano al escoger el materialismo en su posición actual. Tal fue la confusión que surgió de las entrañas del proceso psicológico y religioso de la humanidad terrena, que provocó la reacción generalizada en una opción sistemática, como si los hombres se defendieran de una erupción volcánica amenazadora, capaz de enterrar a las colectividades. Entonces los seres humanos se retiran de los valles —que antes les eran acogedores, gracias a las enseñanzas cristianas— dirigiéndose hacia los terrenos del paganismo materialista y prefiriendo la condición de los desheredados de la Espiritualidad a la sofocación de los gases pestilentes del desamor propagado en nombre de la ira de Dios. Cual una acomodación geológica, la pretendida filosofía cristiana esparcida hasta los más remotos lugares de la Tierra se transformó en una amenaza para la sobrevivencia espiritual del hombre esclarecido, viéndose en la contingencia de repelerla, apartándose hacia un terreno más firme: el materialismo, cuyos peligros son palpables y, por eso, menos angustiantes. El hombre de hoy sabe que morirá, pero pretende utilizar la vida muy bien, aprovechando todas las ventajas que se le presentan. Con respecto a la inseguridad de las realidades espirituales, constató que hay más peligro en entregarse a las manos inhábiles de los presuntos conductores, que investigar por sí mismo el desafío intrincado de su existir. Optando por el hoy y ahora, limita su ansiedad, voluntariamente, defendiéndose de pensar en lo que no consigue comprender. Pregunta: ¿No habrá formas más saludables de reaccionar a las avalanchas de las incomprensiones sembradas a través de los siglos por los conductores espirituales de las masas humanas? Ramatís: Esas reacciones serán el resultado de una fermentación psíquica sólo realizable a través del tiempo. Pregunta: Nos parece, en cierta forma, que existe un poco de abandono en eso de dejar a la humanidad entregada a sí misma. ¿Por qué fue permitido el deterioro de los principios espirituales tan preciosos para la evolución humana? Ramatís: Porque la capacidad de selección es el primer test para la evolución. Pregunta: Nos parece una incongruencia el hecho de exigir esa capacidad para quien aún no evolucionó. 27