1. NEUROEDUCADORES CONSCIENTES DEL FUNCIONAMIENTO CEREBRAL
DE LOS ESTUDIANTES
Denisse Bahamondes G. : denisse_1218@hotmail.com
María Paz Contreras S. : mapariza@gmail.com
Constanza Gallegos M. : constanzagallegos@hotmail.com
RESUMEN
En este manuscrito definimos neurociencia como la ciencia que se ocupa
del sistema nervioso o de cada uno de sus diversos aspectos y funciones
especializadas, de acuerdo a esto planteamos que los profesores debiesen tener
estos conocimientos neurocientíficos para poder desempeñarse correctamente en
su rol de profesor, ya que la Neurociencia aún no es conocida masivamente como
tal, con esto se pretende que los docentes tengan los conocimientos necesarios y
suficientes para que sean capaces de guiar a los estudiantes en el proceso de
escolarización de acuerdo a las capacidades biológicas que estos poseen,
convirtiéndose también en Neuroeducadores, ya que comúnmente los profesores
no se adaptan a las necesidades educativas especiales o los distintos factores
que influyen en el día a día de los estudiantes, por lo que ignoran de qué modo
está funcionando el cerebro de los estudiantes lo que dificulta que sean buenos
guías o estrategas.
2. El cerebro va generando ciertas capacidades especificas y
complementando otras con el pasar de los años, por lo que continuamente se está
desarrollando y recibiendo nuevos conocimientos, toda persona está en
condiciones de aprender y comprender distintos conocimientos pero todo en su
debido momento ya que ciertamente se insta a los niños a aprender ciertos
contenidos cuando su cerebro aún no tiene las facultades neuronales para recibir
y almacenar estos aprendizajes lo que se transforma en una sobreexigencia que
termina agotando a los estudiantes, partiendo de la etapa preescolar hasta los
niveles superiores.
PALABRAS CLAVES:
Neurociencia, Neuroeducadores, Educación.
Para introducirnos en el concepto de qué es la Neurociencia, el diccionario
de la Real Academia Española la define como la “ciencia que se ocupa del
sistema nervioso o de cada uno de sus diversos aspectos y funciones
especializadas” (RAE, 2010) lo que nos conlleva a la definición de esta dentro de
la pedagogía, conocida como el estudio del trabajo que se realiza en el cerebro
del estudiante mientras este aprende, recuerda y olvida.
El profesor tiene una función sumamente relevante en la vida de sus
alumnos y alumnas, su misión como educador es formar estudiantes autónomos,
que logren desarrollar actitudes, valores, conocimientos y que puedan mejorar la
calidad de sus aprendizajes, por eso mismo es primordial que los docentes como
guías y estrategas, conozcan el funcionamiento del cerebro de sus estudiantes,
para poder desarrollar una enseñanza acorde con las necesidades individuales de
cada uno.
3. Durante años los profesores en Chile han enseñado sin saber cómo
funciona el cerebro de sus estudiantes cuando están aprendiendo. Cuesta
entender que personas que educan cerebros no conozcan esta área, siendo esta
primordial para fortalecer el aprendizaje de los estudiantes. Quizás la Neurociencia
sea una disciplina nueva y de poco conocimiento, pero sí es un hecho que como
tal, ha tomado fuerza y ha tenido un gran desarrollo en los últimos años.
Hay una responsabilidad compartida en cuanto al nivel de aprendizaje que
reciben los estudiantes, esta recae en el curriculum y los profesores, ambos tienen
una gran responsabilidad en cuanto a la exigencia de conocimientos que se les
pide, no todos los alumnos y alumnas poseen las mismas capacidades
intelectuales, quizás sea preciso que los aprendizajes se adapten de acuerdo a la
capacidad que cada uno posee. La neurociencia es ese puente fundamental para
el conocimiento del funcionamiento cerebral.
No se puede seguir ignorando esta área científica ligada a la pedagogía, si
se quiere formar verdaderos profesionales de la educación, sería fundamental que
los educadores conocieran y entendieran cómo funciona, aprende y procesa la
información el cerebro de sus alumnos y que el currículo se adapte para que sea
compatible con los distintos ritmos y estilos de aprendizajes de cada estudiante.
En la mayoría de los establecimientos escolares está la obligación por parte
de los profesores el exigirles a los estudiantes desde pequeños el máximo de sus
esfuerzos, al igual que los padres en sus hogares los impulsan a que asistan a
actividades extraescolares con el fin de que estos desarrollen ciertas capacidades
específicas o bien para potenciar otras existentes, ya que como dice Céspedes
(2007), siempre están en una búsqueda compulsiva de rendimientos cognitivos lo
que está conduciendo a una entrega igualmente compulsiva de contenidos, ya
que las mediciones de éxito académico garantizan una creciente demanda para
los establecimientos lo que convierte este erróneo concepto de escolarización en
un fin muchas veces mercantil, esta búsqueda anticipada de rendimientos significa
anticipar de manera forzada la actividad de módulos cerebrales funcionales que
recién se están organizando (p. 276), sin preocuparse de la sobreexigencia y el
4. agotamiento que esto implica para los niños y estudiantes en general.
Sobreexigir a los estudiantes es complejo, no todos pueden responder de
la misma manera a las exigencias que presenta el curriculum y los profesores;
¿Cómo hacerlo en estos casos, si las exigencias son para todos iguales?. Donoso
(2012) responde a esta interrogante:
Las planificaciones de los educadores son colectivas, pensando en
que todos deben aprender y responder a lo mismo; esto no es tarea fácil,
es indispensable promover y aplicar la neurociencia en la pedagogía. Sin
embargo tomando en cuenta, lentamente, los fundamentos que nos
entregan las neurociencias podemos ir realizando pequeños cambios en la
acción pedagógica. (p. 5).
Por lo tanto sería de suma importancia formar un equipo de profesionales de la
educación, que en conjunto con especialistas en ciencias y neurología, estudiaran
y analizaran la neurociencia en la educación, que conozcan procesos elementales
en el cerebro que estén ligados con el aprendizaje y lo apliquen directamente en
las escuelas, similar a como lo plantean Ricardo Puebla y María Paz Talma
(2011), al señalar que:
La disciplina de las neurociencias de la educación tiene que llegar a
establecerse como tal, incorporándola oficialmente en los currículos de
formación de educadores y configurándola en el concierto de las
especialidades del ámbito educativo. (p. 9)
Por su parte, Mora Gutiérrez, (2012), nos explica que:
Entre los hallazgos neurocientíficos que podrían tener un impacto
sobre la pedagogía podemos mencionar los siguientes: la capacidad del
cerebro de cambiarse a si mismo, el modo en como se relaciona el
aprendizaje con la estructura del cerebro, el nacimiento de nuevas
5. neuronas en el hipocampo, como se consolida la memoria, el gran impacto
de las emociones sobre el aprendizaje, la importancia del conocimiento
previo y la repetición. Son pequeñas islas, en el inmenso océano de
información disponible, que ameritan ser visitadas en el futuro. (p. 4)
6. Lista de referencias
Céspedes, A. (2007). Cerebro, inteligencia y emoción. Chile: Fundación mírame.
Donoso. C, Mora. S. (2012). Neurociencias y educación. Maestra básica, 100, 4-5.
Puebla. R, Talma. M. (2011). Scielo. Recuperado el 11 de Abril, de
www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-07052011000200023&lang=pt
Real Academia Española, (2010). Diccionario de la Real Academia Española (22
ed). España.
Blakemore. S, Frith. U. (2007). Como aprende el cerebro. Las claves para la
educación. Barcelona: Ariel