El ibuprofeno inhibe la síntesis de prostaglandinas a nivel periférico, lo que lo hace efectivo para el tratamiento del dolor y la inflamación asociados con artritis, artrosis, dolores musculoesqueléticos, dolor dental, postoperatorio y de cabeza. Se administra por vía oral, preferiblemente con comida, y puede causar efectos adversos como dispepsia, diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, erupciones cutáneas, fatiga y mareos.