Este documento reflexiona sobre la necesidad de inclusión y normalización de las diferencias humanas como las alergias, intolerancias y discapacidades. Históricamente, estas condiciones se consideraban raras y estigmatizadas, pero ahora se reconoce que forman parte de la diversidad inherente a los seres humanos. Por lo tanto, se debe dar cabida a todas las situaciones personales en la escuela y la sociedad, ofreciendo alternativas para que cada persona pueda participar libremente sin etiquetas discriminatorias.
UROCS Y UAIRACS ENFERMEDADES PREVALENTES DE LA INFANCIA
Reflexion bloque 4
1. ...REFLEXIONANDO ...POR CUARTA VEZ...
Este cuarto bloque, hasta ahora es el que más me ha llevado a la reflexión y a la
comparación con el trabajo que desempeño como maestra de alumnos y alumnas a los
que se tienden a colgar etiquetas.
Hoy en día las alergias e intolerancias, así como las deficiencias y dificultades de
aprendizaje se hacen inherentes al ser humano y es por tanto lo que nos lleva a
normalizar su situación dando un paso hacia la inclusión. Tanto en el ámbito escolar
como en el social (y en el caso que nos ocupa, tan social, como es comer en un
restaurante), se debe dar cabida y buen servicio a la diversidad de situaciones
personales, para que todos y todas seamos capaces de convivir libremente, sin
segregación, y sin etiquetas de ningún tipo (no se es raro por ser intolerante, alérgico o
por tener discapacidad); se deben ofrecer una amplia gama de alternativas (porque se
puede y así lo obligan las leyes) permitiendo a cada cual incorporarse a aquellas que más
satisfagan sus logros o gustos personales.
Con respecto a los mitos, un poco más de lo mismo. No hace demasiado tiempo, las
personas con discapacidad eran encerrados en manicomios, simplemente por ser
diferentes, creyéndolos locos o locas, siguiendo a la cultura popular, sin darle la opción de
normalizarse y enseñarles a vivir en sociedad (así se creía, así era la práctica, no más).
Cuando supimos de las intolerancias (principalmente de los celíacos) eran tipos que
tenían que comer diferente, es más no tenían acceso a todos los productos que
habitualmente compramos en un ultramarino; tuvo que llegar un grande, como es
Mercadona, para incorporar prácticamente en la mayoría de productos que ofrece la
etiqueta, sin gluten; entonces como la mayoría de los productos tenían la etiqueta roja,
ya no éramos tan raros.
Insisto e insistiré siempre en el “No a las Etiquetas”, en ningún ámbito ni escolar,ni
social, ...las diferencias son inherentes al ser humano y están presentes en cualquier
proceso cotidiano, tanto si es en el proceso de Enseñanza/Aprendizaje, como en el
proceso soy alérgico e intolerante, también debo saber qué comer.
Termino mi reflexión con una frase que parafraseando a Einstein (no sabemos si tipo raro
o no , pero invento la Teoría de la Relatividad) decía: “Los bosques serían demasiado
silenciosos si solamente cantaran los pájaros que mejor saben hacerlo”.