Semanas 64, 65 y 66 psicopatología de la vida futbolera, óliver átom
1. Semanas 64, 65 y 66 Psicotidianidades Junio 12, 19 y julio 4, 2014
Juan José Ricárdez López juanjose.ricardez@live.com.mx
Psicólogo clínico 044951-1009730
Quizáspor liberarse en estas épocas la efervescencia futbolera, es que se me ha ocurrido hablar
de este tema. Para la mayoría de mexicanos cuya infancia transcurrió durante los 90´s (época en
que la serie llegó a México), hubo una caricatura que representó particular importancia:
Súpercampeones (1981). La temática se centraba en las aventuras de un niño, Óliver Átom, que
soñabacon ser futbolistaycampeónde una Copa mundial con la selección de su país, Japón. Una
historia desarrollada entre las complicaciones propias de la emocionalidad infantil del
protagonista y los desafíos de perseguir su sueño futbolístico.
Hasta aquí todo sigue un curso normal: una caricatura pensada para niños y que promovía un
deporte.Noobstante,tiempodespués,inclusoposterioral de la trasmisiónde versiones distintas
de la serie, comenzaron a hacerse comunes varios rumores en torno a la historia que realmente
encubría la caricatura; específicamente en lo referente a un supuesto final nada esperanzador
para el infantil auditorio:
Oliverdisputael partidode la final de la Copa del Mundo: Brasil v/s Japón. Algo bastante
posible dentrode lahistoria.Losiniestroes que luego de que Oliver mete el último gol –
que le da el triunfo a su país – despierta en un hospital diciéndole a su madre que había
ganado el Mundial (recordemos que una parte de la aventura en Supercampeones son
recuerdos de Oliver ganando partidos mientras está en una sala de urgencias).
Luegode esto,una imagenmuestraaOliverabrazándola de felicidad, pero, el detalle, es
que él no tiene piernas: las perdió cuando era un niño y, entonces, recién estaría
despertadodel comatrasel accidente.Todoloque ocurrió enla saga Supercampeones,es
solo una realidad que Atom imaginó. (Creepypasta Wiky, ¿?).
No es mi intención debatir sobre la veracidad de este mito (en el sentido más respetuoso del
término), sino hablar sobre las implicaciones psicológicas que aparecen en torno al tema.
En el primer capítulo de la serie titulado El desafío (2012) conocemos a Óliver y a su madre. Se
sabe que el padre es un Capitán marino que, por su trabajo, está fuera de casa por períodos
prolongados. Hablemos primero de la relación madre-hijo. Los primeros segundos de la serie
hacenevidente ladistancia(anivelpsíquico) entre Óliver y su madre. Las primeras palabras de la
serie surgen de la madre y se dirigen a su hijo: “Óliver, ya nos vamos. ¡Baja!”, un mensaje
destinadoaincluiral otro.La escenainmediatanosmuestra aun Óliver autístico (que no autista):
solo, ensimismado y silencioso. Mira una imagen del último campeón de un Mundial mientras
tiene bajo el pie un balón de futbol. Esta condición autística se confirma con las que serán las
primeras palabras del protagonista en toda la serie: “Yo seré campeón del mundo algún día”. Es
decir, la madre lanza un mensaje que pretende incluir al hijo, y Óliver responde con uno que no
incluye a nadie más que a él. Inmediatamente, la madre vuelve a intentarlo: “¡Óliver, el camión
está a punto de irse!”, pero el infante en lugar de responder a la madre que le habla, habla a su
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vezcon su balón(objetoque nole hablani le escucha):“¡Vamosbalón,vuela!”. Partiendo de esta
escena, podemos presumir que Óliver está regido por su propia ley: ante la instrucción de la
madre, él parece identificarse con la labor gobernante (del padre que no está) y hace suyo el
mandatopara dirigirlo,finalmente,a otro que no puede oponerse ni rebelarse como él sí lo hace
con la madre.Dichode otro modo:Ólivernoestádispuestoasergobernado,prefiere ser él quien
gobiernasobre otroque no se rebela.Llegamos con esto a un detalle de la configuración familiar
de Óliver: el padre no está.
Sabemos que la estructura psíquica encargada de oponerse a las pulsiones es el superyó; y si
hubieraque explicarlosencillamente, diríamos que el superyó es el representante, en el mundo
interno, de las normas morales y culturales. El representante externo de estas normas, y que
cumple su función opositora del goce durante el período que va de los tres a los cinco o seis
primeros años de la vida, es el padre. El superyó es, pues, la ley del padre que uno mismo se
impone.EnÓliver no existe la ley del padre, sólo existe su propia ley. La función básica de la ley
del padre es la adaptación, la inmersión soportable a una realidad que siempre frustra el goce.
Ólivernoestádispuestoasoportarla frustracióndel goce,yde ahí el nombre el primercapítulo, El
desafío.Óliverdesafíaala realidad,ala madre,desafíaa Benji Price (el mejor portero y por cierto
mayor enedadque él y por quienevidencialafranca emocional ambivalente edípica: admiración
por él y deseo de desafiarlo), y con éllo desafía permanentemente al padre.
Por otro lado,ademásde susrasgos autísticos (entre loscualessobresale larelación de Óliver con
su balón,al más puroestilodel “objetotransicional”de Winnicott) ydesafiantes, son observables
en Óliver signos narcisísticos claros (ya habíamos comentado un poco que el protagonista
antepone su deseo al de el otro). Cuando parte en el camión de la mudanza, aparece una niña
corriendotrasél gritandoel nombre de Óliver(evidenciandoel aprecioque porél experimenta), y
él sólole responde,sin nombrarla: “¡Adiós, despídeme de todos!”. Frente a la empatía mostrada
por ella,Óliverrespondeconunmensaje objetivante: la utiliza para hacer algo que él no se tomó
la molestia de hacer, “despedirse de todos”.
Una característica recurrente de los personajes protagonistas de las caricaturas japonesas (como
Óliverde Súpercampeones,Gokúde Dragon Ball,o Seyade Caballerosdel Zodiaco), es que suelen
emocionarse ante la presencia de un oponente complicado. Parece imposible que resistan este
tipo de desafíos, y aceptan gustosos las contiendas. Pensando esto a la luz del narcisismo,
podríamosinterpretarestocomoun deseode eliminar a aquel que podría robar la admiración de
losotros.En muchasde estas series, el oponente poderoso, tras ser vencido por el protagonista,
terminauniéndose al equipo de éste y reconociéndolo, finalmente, como su líder (como sucede
con Benji y Steve de Súpercampeones, Pícoro y Vegueta de Dragon Ball, y Ioga, Shiru e Ikki de
Caballeros del Zodiaco), con lo cual el narcisismo del protagonista no puede menos que
robustecerse.
En Óliver, este narcisismo podría estar explicado, quizás, por la ausencia del padre:
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Todo niño,parapodersostenerse enlavida,necesitaestarenel deseode alguienespecial
(alguien como un padre) que sea capaz de desearle que viva de acuerdo con su propia
diferencia,capazde reconocerloincomparableque habitaenél:en ese niño único. (Leal,
2011, p. 103)
Si no está presente la figura de identificación (por la cual el niño experimenta la admiración-
envidia de sus cualidades), no queda otra opción que realizar, digámoslo burdamente, una
identificaciónconunomismo;osiguiendoal Freudde Introducción al narcisismo, si en lugar de la
búsquedade objetoparael depósitode la libido se dirigen todas las pulsiones al yo, tenemos un
narcisismo patológico. Átom se admira a sí mismo, y al igual que con los protagonistas de
caricaturas antesmencionados,podemosobservarfrancamenteenél laimposibilidad(inherentea
todo ser humano) de admirar a alguien sin envidiar las dotes que dan origen a esa admiración1
.
Por último habrá que mencionar unas palabras con respecto a la teoría de que, realmente, todo
cuanto ocurrió en la serie, ha sido un sueño de Óliver. Si nos pusiéramos empíricos, podríamos
descartarenérgicamente estaafirmación yaque nohay evidencia material que demuestre que la
versiónesverdadera;noobstante,al noserpartidariosde una“ideologíade laciencia”como lo es
el empirismo,sólose nosocurre preguntarnos:¿porqué apesarde nohaber evidenciasensible de
que la historia de los Súpercampeones fue un sueño de Óliver, no nos atrevemos a negarlo
decididamente?,larespuestaes,sencillamente:porque si hubiesesidounsueñotodotendría más
sentido.
Recordemosque Freudnosexplica que “una vez llevada a cabo la interpretación completa de un
sueñose nosrevelaéste comounarealizaciónde deseos” (1981, p. 159). ¿Qué deseó se significó
en el gran sueño de Óliver?, todos los propios de su estructura caracterológica (narcisística-
autísitca).Primero,podemospartirde lasensacióngeneralizadaentre el públicode laserie de que
lasnocionesde tiempoyespaciosondecididamenteirreales.MientrasÓliverconducíael balón,se
daba tiempo de pensar en muchas cosas, recordar, analizar y decidir. Las canchas de futbol de la
caricatura tendría que habertenidodimensionesmuchomayores a las aprobadas por la Fifa2
si se
toma en cuenta la velocidad a que corren los jugadores y el tiempo en que avanzan. Es decir;
existe en esta historia, como en el inconsciente revelado en los sueños, una ausencia total de
temporalidadyespacialidad;nocionesque,encambio, sí están en la realidad material a la que se
accede durante la vigilia.
Un segundoelementoesel protagonismodel soñante.EnsuPsicoanálisisde los cuentosdehadas,
Bettelheimnosexplicacómoel niñose identificaconel héroe de los cuentos,identificaciónque le
resulta muy útil para enfrentar la vida cotidiana (1988). En los sueños infantiles, es común
1 Tema que abordamos más ampliamente en dos partes,en las entradas del 4 y 12 de abril de2013,
tituladas La envidia. http://psicotidianidades.blogspot.mx/2013/04/la-envidia-i-de-ii.html y
http://psicotidianidades.blogspot.mx/2013/04/la-envidia-ii-de-ii.html respectivamente.
2 Entre 90 y 120 metros de longitud,y entre 45 y 90 metros de anchura.(Fifa,2012,p. 7)
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escucharque el niñofabricauna historia de la cual él es el protagonista3
, tal como Óliver lo hace.
Si resultaraverdadel hecho de que Óliver (el soñante) había perdido las piernas, toma particular
importanciael hechode que el sueñosea,precisamente,unoque trata de éxitos en una actividad
en la que estas extremidades son imprescindibles4
. Según Adler:
el niñonace con un potencial intrínsecamente bueno. Pero existen factores que pueden
impedirel desarrollo sano del Sentimiento de Comunidad en el niño. En vez de sentirse
aceptado, apreciado y querido, el niño puede llegar a tener la convicción de que vale
menosque lasdemáspersonas,que esmenosquerido,menosaceptado,o menos fuerte.
Estos factores pueden ser de índole orgánica (una “minusvalía de órgano”), es decir,
debido a problemas de salud, a una disminución psíquica o a una discapacidad física.
(Oberst, Ibarz y León, 2004, p. 37)
Y para hacer frente al dolor del sentimiento de inferioridad, que es siempre:
un sentimientodolorosoydifícil de tolerar, los humanos tienden no sólo a compensarlo,
sinoinclusoasobrecompensarlo: (…) Y nace el afán de superioridad, o afán de poder. De
modo que el afán de poder, tan asociado con el nombre de Adler, no es algo natural en
una personapsicológicamente estable;eslaexpresión patológica de un individuo que en
el fondo se siente inferior, excluido, minusválido. (Oberst et al., 2004, p. 38)
Óliversobre compensaensugransueñoy saldasus limitacionesatravésdel futbol:1) enfrenta su
tendenciaautísticayconsigue conocergente,interactuarconotros,haceramigos(y rivales lo cual
también es un modo de relacionarse); 2) consigue un desenvolvimiento físico extraordinario,
realizando piruetas imposibles para los demás; y 3) se forja un narcisismo robustecido que le
impide experimentarel sentimientooriginal de inferioridad por su discapacidad. Este narcisismo,
es simbolizado claramente cuando Óliver brinca a muchos metros de altura, ya que desde ahí ve
“hacia abajo” a los demás, y estando arriba, todo se ve “muy pequeño”.
El narcisismo patológico de Óliver es generador también de ansiedades persecutorias
representadas por sus rivales, los cuales siempre le observan como alguien a derrotar (algunos
más sádicos como Steve); pero particularmente es Andy quien le impacta. Este chido, con una
afeccióncardíaca, paralizael cuerpode Óliver; quizás un poco por identificación con una persona
de saluddisminuida(recordemosque estamosenlahipótesisde que lahistoriaesun sueño), y un
3 Una vez, estando en la calle, tuve oportunidad de escuchar a un niño de entre 4 y 5 años contándole este
sueño a su padre: “soñé que era mi cumpleaños y que me hacían una fiesta, pero ya sabía que no era mi
cumpleaños”. El niño revela su deseo: fiesta, regalos, dulces, crecer, etc.
4 Aún con las adecuaciones que la Fifa permite a la cancha y reglamento cuando se trata de personas con
discapacidad (Fifa, 2012), estrictamente hablando, una persona sin ambas piernas no puede jugar futbol
(foot-ball).
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Juan José Ricárdez López juanjose.ricardez@live.com.mx
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poco por temores de la venganza del objeto (más o menos al estilo del Vegano): si lo mato
después vendrá a matarme.
Son éstaslasconsideracionesque hastael momentopodemoscompartir;si todohasido un sueño
hasta ahora, tal vez nunca lo sabremos.
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Referencias
Bettelheim, B. (1988) Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Distrito Federal: Grijalbo.
Fifa (2012) Reglas de juego. Zúrich: Fédération International de Football Association.
Freud, S. (1981) La interpretación de los sueños I. Distrito Federal: Iztaccíhuatl.
Leal, V. (2011) Ejercicios de escritura. Distrito Federal: Ediciones de la noche.
Oberst U., Ibarz V, y León R. (2004) La psicología individual de Alfred Adler y la Psicosíntesis de
Olivér Brachfeld. Revista de Neuro-psiquiatría, 67(1-2), 31-44.
SupercampeonHD1 (2012) Super Campeones Capitulo 001 Audio Latino [Completo]. Recuperado
de www.youtube.com/watch?v=O7s-ScCZvGw