2. El ideal pedagógico, naturalmente, no puede ser el mismo para todos; no sólo las
clases dominantes cultivan uno muy distinto al de las clases dominadas, sino que
procuran además que la masa laboriosa acepte esa desigualdad impuesta por
naturaleza de las cosas.
¿Cómo cumplieron esos propósitos las clases explotadoras?
3. Cuando los griegos entran en la historia apenas si quedan rastros de consumismo primitivo;
el matriarcado ha cedido el puesto a la autoridad paterna; la propiedad colectiva ha sido
desalojada por la privada.
Los jefes militares o basileus eran todavía elegidos por la comunidad, aunque ya había
tendencia a transmitir las funciones de los padres a hijos.
4. Desde el siglo X al siglo al siglo VIII (a. J.C), las tribus griegas vivían de manera casi
exclusivamente agrícola: cada familia formaba un todo que se bastaba a sí mismo.
En ese momento no hay comercio en Grecia.
5. A partir del siglo VII, con el mayor rendimiento del trabajo humano, la economía comercial
se insinuó por encima de la agrícola.
De más a más se comenzó a producir no solo para el uso sino también para el cambio.
6. Bajo el control y para el provecho de las clases superiores, el comercio fue confiado a los
esclavos a los extranjeros. Desligados del trabajo manual y del intercambio de los
productos, las clases superiores eran ya, en esa época, socialmente improductivas.
Aunque para el griego el comercio seguía siendo tan indigno como el trabajo, no
por eso dejaba de embolsar lo que sus esclavos le procuraban como mercaderes o
artesanos.
7. El pequeño comercio tenía ya una larga historia, el gran comercio, es decir, el marítimo,
el que dio después a Grecia su esplendor, tardo bastante en imponerse.
El escaso desarrollo de los medios de producción no permitía arrojar sobre el mercado
un gran excedente de productos.
La técnica de los antiguos consistía en la fuerza humana, ayudada por escasos
aparatos, palancas, rodillos y planos inclinados. Con semejante facilidad y baratura,
no había para que perfeccionar las técnicas.
8. A partir del siglo V, sin embargo, las exigencias de un comercio cada vez mas
floreciente impusieron dos innovaciones de una enorme importancia: la acuñación de
monedas que facilitó los cambios, y el perfeccionamiento de los aparatos de
navegación que permitió los largos viajes por el mar.
9. Prestando dinero en hipotecas, el noble- dueño ya de bastas tierras- se iba quedando
además con las tierras ajenas.
El ciudadano pobre que había perdido sus tierras podía considerarse muy feliz si lo
dejaban continuar cultivando esas tierras como colonos, a condición de pagar al
propietario los cinco sextos de su trabajo.