2. ¿CUALES SON LAS PRINCIPALES RAZONES
POR LAS CUALES EL CONSUMO DE
PESCADOS Y MARISCOS A SIDO
DEFICIENTE EN NUESTRO PAIS HASTA EL
DIA DE HOY Y COMO ESTO A AFECTADO
EN LA SALUD DE LA POBLACION?
3. Los primeros en consumir productos del mar
fueron los aborígenes como los changos y
los mapuches entre otros, quienes supieron
aprovechar ampliamente los recursos del
mar, alimentándose de todos los mariscos y
peces que hoy se explotan e incluso de
otros que raramente se consumen ahora.
Pero con el paso del tiempo esto fue
cambiando debido a diferentes causas
que a continuación se detallan.
4. Pese a la longitud de las costas de Chile y la cercanía del
mar, el consumo de pescados y mariscos era, y aún sigue
siendo, limitado .Sin embargo, cabe distinguir que el
pescado tenía buena aceptación en las zonas costeras
donde se consumía fresco.
Estudios hechos a partir del año 1830 dicen; si el pescado
tenía alguna aceptación en los lugares vecinos a la costa
y los centros urbanos, encontraba resistencia en aquellos
lugares adonde tardaba en llegar y lo hacía en malas
condiciones.
Esta actitud se mantuvo en el tiempo. Un estudio sobre las
costumbres alimentarias en la zona central de Chile, de
los años 1960, señala tajantemente que “el pescado es
resistido en casi todas las esferas sociales” y que solo se
aceptan las llamadas “especies finas”, encabezadas por
el congrio colorado
5. La gente del campo por su parte decía que los pescados
producían urticaria porque contienen sustancias nocivas, que la
sangre expulsa a través de los poros, a lo que se agrega que
carecía de fuerza, que deja el estómago vacío y que el
aspecto de su carne y su piel es semejante al de las culebras. En
cambio, a los mariscos se les atribuía un alto poder regenerador
de funciones y de ayuda para recuperar la vitalidad del
hombre, por lo cual se los aceptaba por su “poder vivificante”
pero no por su sabor y a todas estas creencias se le suma el
proceso de descomposición, que era rápido en esa época por
falta de transportes adecuados, todo esto hacia que estos
producto del mar para el campesino estén asociados a la
putrefacción y por ende a enfermedades.
Las quejas por la calidad del pescado que se encontraba a la
venta son antiguas. El obstáculo principal que presentaba el
aumento del consumo de pescado fresco durante el siglo XIX
era la dificultad para su transporte, lo que deterioraba el
producto y encarecía su precio.
6. Un estudio de Dragoni y Burnet sobre la alimentación popular
en Chile, elaborado en 1935, de alguna forma confirma esta
resistencia al consumo. Su análisis de la composición de los
almuerzos y comidas en una muestra de familias de diversos
sectores a lo largo de Chile, durante catorce días, muestra que
el consumo de pescados y mariscos solo tenía alguna
significación en Iquique, Coquimbo y Puerto Montt.
Sin embargo, había interés en promover su consumo. Una
Cartilla de Higiene y Economía Doméstica, de 1908, utilizada en
la enseñanza escolar femenina, ponderaba sus virtudes: “el
pescado fresco es un alimento muy saludable y que reemplaza
ventajosamente a la carne por su fuerza alimenticia”.
Por otra parte una inducción al consumo de pescado durante
el siglo XIX debieron ser las prescripciones de la Iglesia para el
tiempo de cuaresma y otras fechas. Las normas canónicas
imponían guardar abstinencia de carne todos los días viernes
del año, los domingos de cuaresma.
7. En cuanto al comercio, en Santiago en el año 1874, los pejerreyes, que
se vendían entre 10 y 15 centavos cada uno conforme a su tamaño, de
20 a 30 cm; los róbalos, de los cuales un ejemplar chico de hasta una
libra (460 gramos) podía costar 20 a 30 centavos, y la trucha por la que
se pagaba entre 40 y 50 centavos por dos libras (920 gramos). Los
precios son un buen indicador de la estimación en que se tenía cada
especie.
Para el gerente de la empresa consultora Mar Activo, Carlos Toro, el
bajo índice de consumo de productos del mar que existe en Chile se
debe a que los recursos pesqueros son vistos como un bien económico,
y no se les ha dado el carácter y el valor nutricional y alimentario que
tienen.
Carlos Toro afirma que en Chile, la última gran campaña que se hizo
por parte del Estado para incentivar la ingesta de pescado fue en 1973,
con el Presidente Salvador Allende, quien por ser médico, entendía el
valor que estos recursos significan para la alimentación. Posteriormente,
a esto el panorama cambió, prueba de ello es que este sector sigue
dependiendo de un Ministerio de Economía y no de Agricultura, como
en otros países.
8. En la actualidad ni los 4.200 km de costa que acompañan a la
geografía de chile, ni el hecho de ser una de las potencias
pesqueras y acuícolas más importantes del mundo han
impulsado el consumo interno de productos del mar en el país.
Los 7 kg en promedio por habitante al año distan mucho del
total mundial, que llega a 17 kg anuales.
En chile, culturalmente se han privilegiado las proteínas de
cultivo terrestre, como el vacuno, ovinos, cerdos y aves, ya que
“otorgan mayor nivel de saciedad y sus precios son accesibles”,
en cambio, se dice que las proteínas de origen marino son de
alto costo y escasa disponibilidad, incluso en sectores costeros,
es importante cautivar a los consumidores con productos
atractivos, limpios, inocuos y accesibles. Las pescaderías casi no
existen en chile, con excepción de supermercados donde se
encuentran los productos del mar a alto precio y las caletas
costeras en las cuales los olores y residuos desincentivan mayor
afluencia de público.
9. último el marco legal que regula las actividades de extracción y
consumo de productos del ,mar es el Servicio Nacional de
Pesca (SERNAPESCA) es la Institución responsable de hacer
efectiva la política pesquera establecida por las autoridades
competentes, controlando el cumplimiento de la normativa
pesquera, acuícola y ambiental, así como los acuerdos
internacionales que regulan la actividad, con el fin de conservar
los recursos hidrobiológicos y contribuir al desarrollo sustentable
del sector y al crecimiento económico del país.
Una reseña Histórica al respecto dice que la primera legislación
del sector Pesquero Nacional data de 1934, en que por el
Decreto Nº 34 del 17 de Marzo de 1931, en el cual, en sus
considerandos, reconoce la necesidad de legislación y que los
pescadores carecen de técnicas adecuadas de extracción, de
comercialización y además no existe información adecuada de
todo los subsectores productivos pesqueros, lo que no facilita
una adecuada toma de decisiones en inversión y de políticas
para este importante sector productivos del país.
10. Los antecedentes respecto al consumo de pescado y
mariscos son fragmentarios, pero todos apuntan a un
aumento durante el período estudiado. La tendencia se
aprecia a través de las mayores importaciones de
productos de la pesca en la década de 1890, en el
mayor número de personas dedicadas a esta actividad,
el desarrollo de una industria pesquera más eficiente y de
mayor alcance, en cuanto se extiende a alta mar, y en
las mayores facilidades para su transporte, que
repercuten en un producto más fresco y por ende más
atractivo para el consumidor.
En resumen, las evidencias disponibles muestran que a
medida que aumentaron las facilidades de transporte, la
producción y consumo aumentó desde los comienzos del
siglo XX, pero aún sigue siendo deficiente debido a que
en Chile existe una cultura relacionada con la tierra y el
cultivo de animales
11. La falta de incentivos es otro de los motivos del bajo consumo, según Pablo Galilea,
subsecretario de Pesca, dice que al darle valor agregado a los productos y mejorar los
canales de comercialización, la actividad será más rentable a largo plazo. El margen
de comercialización de algunos productos frescos en Chile alcanza el 70% en el caso
de los supermercados y 49% en el mercado central, según datos de Subpesca, un
producto de bajo costo que podría ser comprado por la población se transforma en un
producto caro que la gente no puede comprar un ejemplo de esto es que en la playa,
a los pescadores les están pagando $7 mil por la caja de merluzas y en el terminal las
venden a $30 mil, con todo esto se agobia al pescador y, además, se deprime el
consumo, porque no hay políticas al respecto que regulen estas prácticas.
Según el informe de Subpesca, una forma de aumentar la oferta sería reemplazar el
uso para harina de pescado de algunas especies como anchoveta y sardinas, y
orientarlas al consumo humano pero esto requiere un costoso cambio tecnológico y la
implementación de altas exigencias de calidad, para terminar la Subsecretaría de
Pesca explica que los factores que inciden en un consumo interno crítico de pescados
son la oferta y disponibilidad de productos, los precios y comercialización, la
asociatividad, políticas de fomento, aspectos regulatorios y fiscalización
12. En cuanto a la salud el pescado y el marisco son una
parte importante de una dieta saludable ya que
contienen proteínas de alta calidad y otros nutrientes
esenciales que son bajos en grasas saturadas y contienen
ácidos grasos omega-3. Una dieta bien equilibrada que
incluya pescados y mariscos variados puede contribuir a
la salud cardiaca, y al crecimiento y desarrollo
adecuado de los niños. Por tanto, las mujeres y los niños
pequeños en particular deben incluir pescados o
mariscos en sus dietas debido a sus muchos beneficios
nutricionales. La falta de consumo de estos productos en
la población chilena contribuye al aumento de obesidad
de la población y con ello también a las enfermedades
asociadas como diabetes hipertensión, entre otras.