1. LOS AMANTES DE
LA NUEVA ALIANZA
Guión cinematográfico
Javier Ortiz Tirado Kelly
Sergio Román Armendáriz
® México, D.F.
20 de diciembre, 1978.
2. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 2
I. ALBERCA DE LA MANSIÓN DE DON MIGUEL / EXTERIOR / MEDIODIA
De las aguas de la alberca emergen dos cuerpos desnudos:
Pablo (10 años) y su hermana María (12 años), hijos de don
Miguel y doña Rosario. Vuelven a sumergirse, bucean, como que
algo buscan en la profundidad de la alberca. Sus cuerpos se
rozan y se entrelazan. Salen a respirar y ríen. Se sumergen
nuevamente y ambos se ponen, bajo el agua, sus trajes de baño.
Sale Pablo a la superficie y María sale después; trae una
medalla en la mano y se la enseña a Pablo.
MARÍA:
¡Mira Pablo, lo que encontré!
Pablo toma la medalla y la mira con curiosidad.
MARÍA:
Te la regalo.
En ese momento se acerca Manuel, un sirviente de la casa,
de unos 50 años, bajo de estatura, rechoncho y bonachón.
MANUEL:
¡Ya niños, pa' fuera!
Los niños se le acercan, le echan agua y entre risas y ex-
clamaciones, desaparecen bajo las aguas para reaparecer al
otro extremo. Manuel, mientras tanto, corre de un lado al
otro, tratando de alcanzarlos desde el borde.
MANUEL:
¡Ya no juego! ¡Ándenles, pa' fuera!
De la puerta posterior de la casa, sale Nana Rita y se di-
rige al grupo. Su paso es seguro y su mirada es penetrante;
su rostro, de edad indefinible, esconde, a duras penas, algo
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de animal maligno; viste un uniforme convencional de
sirvienta; una pesada trenza le cae sobre la espalda.
MANUEL:
(A Nana Rita) … es que no me hacen caso…
Nana Rita, sobre el borde de la alberca, traza un escueto
gesto con la mano; y dice:
NANA RITA:
(A los niños) Pablo, María, ¡ya sálganse!
Como movidos por una orden superior, los niños salen con gran
docilidad; hay un aire como de hipnotizados en su andar, Nana
Rita los recibe con una toalla grande; y los envuelve; frota
sus cuerpos en una especie de rito que mucho tiene de profano.
Del interior de la residencia, una voz de hombre, la de don
Miguel, se deja escuchar, metálica, impositiva:
DON MIGUEL:
(En off) ¡Manuel! ¡Ven acá!
La voz del patrón precipita, fuera de cuadro a Manuel,
quien va a cumplir las órdenes, mientras el rito profano del
secar los cuerpos de los niños, continúa...
NANA RITA:
(Misteriosamente, a los niños) Suban a mi cuarto, hoy,
a las cinco en punto.
PABLITO:
(Mira a su hermana) No sé si podamos…
NANA RITA:
(Continúa el frotado) Sí van a poder… les voy a enseñar
un nuevo secreto.
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II. CUARTO DE NANA RITA / INTERIOR / TARDE
Se respira un ambiente de amontonamiento: cosas extrava-
gantes colocadas en las paredes o del techo; un crucifijo
colgado al revés, detrás de la cama; la cortina corrida sobre
la única ventana; la luz de un débil foco da a una mesa
redonda, sobre la cual hay también una lámpara de petróleo.
Nana Rita prepara, sobre esta mesita, unas cartas españo-
las. Pablito se ha subido a la cama para enderezar el cruci-
fijo. Nana Rita voltea, adivinando lo que con sus ojos no ha
podido ver.
PABLITO:
Es que se había caído Diosito.
NANA RITA:
(Va y lo vuelve a colocar al revés) ¡No! Así es mejor.
¿No ves que está descansando?
Vuelven a sentarse alrededor de la mesita. Los niños, de
pie, con cierto susto miran como Nana Rita echa las cartas y
masculla sus predicciones.
NANA RITA:
(Viendo una de las cartas) Aquí lo dice… (Voltea hacia
Pablito) ¡Dame la medalla!
Los niños se miran sorprendidos. Pablito saca de su bolsi-
llo la medalla; Nana Rita traza sobre ella un gesto de su mano
y después la coloca en el cuello de Pablo. Vuelve a las cartas
y lanza el caballero de la sota, con fuerza.
NANA RITA:
Tú serás de ella. (Lanza la reina con fuerza) Tú serás de
él… Dense las manos… (Los niños se las dan y Nana Rita
masculla predicciones ininteligibles) ¡Van a estar
unidos para siempre!
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MARÍA:
¿Para siempre?
NANA RITA:
¡Para siempre!
III.- SALA-COMEDOR DE LA MANSIÓN DE DON MIGUEL / INT / TARDE
Los niños sacan, de unas cajas, algunas esferitas que van
pasando a Manuel, quien las va colgando en el arbolito de
Navidad. Se escucha la voz del padre que interrumpe la acción.
DON MIGUEL:
(En off) ¡Apúrate, Manuel! Desde hace horas debió haber
quedado listo.
Manuel mira en dirección al padre de Pablo, fuera de cua-
dro, y asiente con la cabeza. Don Miguel da otra orden.
DON MIGUEL:
¡Y ustedes, a ensayar!
Los niños miran al padre, fuera de cuadro, y medio se que-
jan.
DON MIGUEL:
¡No me repelen y obedezcan!
Los niños salen de cuadro; a regañadientes van a cumplir lo
que se les ha mandado. Manuel continúa su trabajo en el ar-
bolito, mientras se escuchan las notas de piano, que Rosario,
madre de los niños, extrae del teclado. Vemos a doña Rosario que
sigue tocando. Los niños la acompañan con sus voces. Cantan
"Noche de Paz". Se escucha la voz impositiva del padre.
DON MIGUEL:
(En off) ¡Ya Rosario… basta de esa musiquita! ¿Qué no
se saben otra cosa?
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Las manos de Rosario cesan sobre el piano y quedan en re-
poso, como en un momento de resignación y de oración.
IV.- SALA-COMEDOR DE LA MANSIÓN DE DON MIGUEL / INT / NOCHE
El arbolito ya está prendido. Se escuchan las voces de los
niños Pablo y María que entonan "Noche de Paz". Pablo está al
piano y María cerca de él. La canción termina con una nota
desafinada y aguda de Pablo.
En la mesa del comedor están sentados Rosario, el padre
Marcos (sacerdote de unos 50 años), (de sotana negra y cuello
blanco) y don Miguel.
PADRE MARCOS:
(A los niños) ¡Bravo! ¡Muy bien!... Cantaron muy bo-
nito.
DON MIGUEL:
(Al padre) Vamos, Padre Marcos, no sea tan diplo-
mático… (A Pablito) ¡Sería bueno que ya cantes como un
machito!
Pablito se muerde el labio inferior y hace un gesto como
de querer llorar; María le toma la mano y se la oprime suave-
mente, como transmitiéndole un mensaje en clave; la madre los
abraza y les dice:
ROSARIO:
(Indicándoles sus respectivos lugares) Tú ahí y tú
allá.
Los niños se sientan en sus lugares correspondientes, mientras
Manuel deja en la mesa, a lado de Rosario, una bandeja que
contiene un gran pavo.
Mientras Nana Rita enciende, sobre el trinchador, dos can-
deleros, mismos que coloca después sobre la mesa. Es una mesa
grande que permite, a las pocas personas que están a su alre-
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dedor, se sientan cómodas pero faltos de plenitud comunicati-
va.
DON MIGUEL:
(Al padre Marcos) ¿Padre, no quisiera bendecir la
mesa? (El padre Marcos hace la señal de la bendición)
Estoy de acuerdo con usted; la música es interesante…
PADRE MARCOS:
¿Solo interesante? Dice el Quijote que donde hay músi-
ca no puede haber cosa mala.
DON MIGUEL:
Pero el Quijote estaba loco… Ahora, donde hay dinero
no puede haber cosa mala… y con pianos y musiquitas no
se hace dinero… el dinero se hace con los negocios,
Padre Marcos, con negocios… (Mira a Pablo y después a
Rosario) y éste es mi conflicto con Rosario; Mi mujer cree
que el dinero, con su perdón, es un obsequio del cielo, que
viene así nada más… ¡No! Hay que prepararse para hacer
dinero... Pablo tiene que prepararse para ser un hombre de
negocios, como su padre; no temerle a nadie ni a nada, como
un león que devora antes de ser devorado.
Nana Rita ha servido el último plato, que Manuel lo ha lle-
vado a Pablito. Los niños han cruzado miradas furtivas que se-
ñalan la perdida de la alegría inicial; los sentimos acorralados
por algún peligro. Nana Rita voltea hacia Manuel y le da una
indicación escueta con la cabeza. Manuel apaga la luz eléctrica
para que la cena continúe en medio del resplandor ambarino de las
candelas.
La exaltación de don Miguel se acerca a su punto culminante;
vemos como el tono, casi rojizo de las candelas, invade y se
posesiona de su semblante; su voz ha perdido su metal
acostumbrado para convertirse en un acento histérico.
DON MIGUEL:
(A Rosario) Pero por todos los diablos, no pudiste
escoger otra salsa... este relleno está quemado... parece
que lo hicieras a proposito.
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El tiempo flota detenido; hay un enorme silencio que pesa sobre
todos; sólo el rostro de Nana Rita hace florecer algo que parece
una sonrisa irónica; de pronto, Rosario se levanta y sale, casi
corriendo a su habitación, entre sollozos; sus hijos no saben
qué hacer. Pablo se levanta y corre detrás de su mamá; María lo
sigue inmediatamente.
PABLITO:
¡Mamá!
DON MIGUEL:
(A sus hijos) ¿Dónde van? ¡Quédense aquí!, que la cosa no
es con ustedes.
Los niños se han detenido, pugnan por volver; mas de
improviso continúan su carrera en dirección a su madre.
DON MIGUEL:
Los dejaré sin regalos... de mí, nadie se burla.
El padre Marcos toma del brazo a don Miguel y le implora.
PADRE MARCOS:
Por favor Miguel, cálmese.
DON MIGUEL:
Perdone usted padre... ¿una copita de cognac?
PADRE MARCOS:
No, gracias. Es mejor que ya me retire... Haga un es-
fuerzo, Miguel; Dios siempre nos observa.
Don Miguel no contesta; busca con la mirada a Manuel, quien
se ha metido a la cocina; le grita:
DON MIGUEL:
¡Manuel, lleva al padre Marcos!
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V.- RECAMARA DE ROSARIO / INTERIOR / NOCHE
Rosario y sus hijos, de rodillas recargados en un borde de
la cama gemela, rezan a un crucifijo. Se trata del Padre Nuestro.
Terminada la oración, la madre se persigna; lo propio hace
María, menos Pablo; la madre le mira y con suma paciencia,
como en cámara lenta, le toma su mano y le hace la señal de la
cruz, mientras les dice:
ROSARIO:
Hijitos… tenemos que perdonar, sólo así podemos ver la
luz y la paz nuevamente… aun en los momentos más
difíciles, Dios está con nosotros.
PABLO:
¿Cómo lo sabes?
ROSARIO:
Porque tengo fe en Él.
MARÍA:
¿Y qué es fe mamá?
ROSARIO:
Que creas firmemenre en Él, que pase lo que pase sien-
tas que nunca te abandona, que está muy cerquita de ti
para ayudarte y darte mucho amor. Dios es muy bueno y
siempre nos perdona.
PABLO:
¿Nos perdona aunque hagamos cosas malas?
ROSARIO:
Si nos arrepentimos y se lo pedimos con fe, Diosito
nos perdona.
Pablo, en una especie de arrepentimiento y solidaridad, se
abraza a su madre y casi llorando le dice
PABLO:
Te quiero mucho mami.
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VI.- ENCABEZADOSDEPERIÓDICOS
Esta secuencia debe plantear la situación actual (agosto de
1978)de Nicaragua, a través de los encabezados de los
periódicos mundiales; letreros por ejemplo: "Somoza debe caer"
"Crisis en Nicaragua" "Represión", etc.
Al final se hace un acercamiento a la palabra "NICARAGUA",
que se disolverá con la siguente escena.
VII.- TIENDADEABARROTESENMANAGUA/INTERTOR-EXT/TARDE
Un hombre de mediana edad está arreglando los estantes de
mercadería de una tienda de barrio. Unos jóvenes (tres) entran
a la tienda. Con precaución y cierto misterio, el tendero les
indica la puerta que da a la trastienda.
TENDERO:
Es por ahí. Pasen, pasen.
Por uno de los cristales que dan a la calle, vemos a una
joven, con su guitarra, acercarse. Cruza el umbral. El
tendero se vuelve hacia ella; es Ana (20 años), de una
belleza escondida y de una natural simpatía, aunque no es
de las chicas que impacta a primera vista:
TENDERO:
(En un susurro de misterio) Pase, Anita, pase...
Sus padres ya llegaron y los otros chicos,
también...
Ana se dirige a la puerta de la trastienda y sonríe al
tendero.
ANA:
Alabado sea el Señor.
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TENDERO:
¿Como va su viaje a México?
Ana detiene un poco su paso y contesta brevemente.
ANA:
Ya me dieron la visa.
TENDERO:
Ah, que bueno.
Ana entra a la trastienda y otros jóvenes llegan. El
tendero les señala la dirección:
TENDERO:
Por ahí, pasen.
VIII.- TRASTIENDA EN MANAGUA / INTERIOR / TARDE
Entre cajas, estantes, bolsas, víveres y demás elementos
de bodega, varios jóvenes están sentados alrededor de los
padres de Ana. Ana llega y los besa cariñosamente.
ANA:
¿Como van mamá?
MADRE DE ANA:
Bien Anita, gracias a Dios.
El padre de Ana da comienzo a la reunión de oración y los
jóvenes voltean a verle:
PADRE DE ANA:
Alabemos al señor, muchachos, porque es buena su
misericordia. Demos gracias al señor Jesús porque ha
permitido que nos reunamos, otra vez, en su nombre"
TODOS:
Gracias Señor, gloria a tí Señor...
MADRE DE ANA:
Confiemos en el Espíritu Santo, hermanos, Él está con
nosotros, nos ilumina.
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PADRE DE ANA:
Cierto, no hay por qué temer, Jesús nos ama... Y si
nos metieran a la cárcel, ahí podríamos hablar a los que
no le han abierto las puertas. Él está tocando a
nuestra puerta. Sólo hay que abrírsela... Si nos
torturaran en su nombre, gloria a Dios, porque les
vamos a perdonar... y si nos matan, gloria a Dios,
porque resucitaremos en la vida eterna. Aleluya,
alabado seas Señor del Universo.
TODOS:
¡Gloria a Dios, Bendito seas Señor, Gracias Padre!
Todos oran. Algunos lo hacen en lenguas, otros elevan sus
brazos al cielo; otros, emiten un cántico, bajo de volumen,
pero profundamente espiritual. Ana empieza a tocar su
guitarra, también en bajo volumen. Todos van uniéndose al
cántico general.
NOTA: Cuando están orando, puede hacerse un intercorte a la
tienda para ver a unos soldados que pasan por ahí y echan un
vistazo de rutina.
IX.- ALBERCA DE TIPO COLONIAL / EXTERIOR / MAÑANA (ALTERNADA CON:) CUARTO DE
NANA RITA / INTERIOR / MAÑANA
Jacobo (25 años) novio de María (24 años), nada con ésta en
la alberca; cansados se suben al borde. Jacobo es un joven
seguro de sí mismo, con esa insolencia que da el dinero:
JACOBO:
(A María) ¿Qué te parece el anillito?
María mira su anillo de compromiso que relampaguea a la luz
del sol.
MARÍA:
Está padre.
JACOBO:
(La besa y) ¿Te gustó mucho, mucho?
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MARÍA:
Sí.
María vuelve a contemplar el anillo y besa a Jacobo dentro de
la alberca. Los pies de los dos juegan a través del agua -
mientras mantienen un sensual abrazo.
La cámara sube por sus cabezas para descubrir, en la azotea
de la casa, por una ventana del cuarto de servicio, una sombra
que se asoma y mira hacia el grupo de la alberca: es Nana Rita
que juega en el marco de la ventana antigua, un especie de so-
litario mágico, con un mazo de barajas españolas. Cuando sale
el caballero de la sota, la cámara baja para ver como, desde
la puerta de la casa, se acerca, por la parte de la espalda de
la pareja, Pablo (ahora de unos 22 años), con barba y cabello-
largo; lleva un morral de cuero al hombro. Los novios no se
han percatado de su presencia. Pablo se les acerca y alcanza a
escuchar unas palabras:
JACOBO:
Vas a ver que no te va a faltar nada. Conmigo vas a
ser bien feliz. Para mí no hay nada que sea caro,
sobre todo ahora que voy a quedarme con la fábrica de
papá.
PABLO:
Y por algo te vas a casar con mi hermana, también,
desgraciado...
MARÍA:
(En tono de reconvención) Pablo, por favor...
Jacobo se queda callado mientras Pablo le dice a su
hermana, desde el borde de la alberca:
PABLO:
No todo se compra con dinero...
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JACOBO:
Todo.
En ese momento se escucha, en off, la voz del padre.
DON MIGUEL:
(En off) Manuel, has dejado mal cortado el pasto;
¿qué te pasa caramba?
Sin mirar a Jacobo, pero refiriéndose a él, le dice a su
hermana:
PABLO:
Es igualito a papá.
MARÍA:
(Como para cambiar el tema) ¿Y ese morral, es nuevo?
PABLO:
Ya me voy.
MARÍA:
¿A dónde?
PABLO:
Ya te lo dije, ¿no? Me voy porque no aguanto más la si-
tuación; además que no necesito del dinero de papá para
vivir.
(Las manos de Nana Rita estrujan la carta del caballero de
la sota).
PABLO:
Ya te dije que no todo en la vida es dinero... hay
amor, por ejemplo, pero no el amor que se compra...
(mirando un poco al novio) sino el que se expresa por
encima de los prejuicios.
JACOBO:
¿Eres Poeta?
PABLO:
¡Qué te importa!
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MARÍA:
(Para reducir la tensión) ¿Te gusta mi anillo de
compromiso?
PABLO:
¡No! (Transición) A propósito, tampoco me gusta
esto.
Pablo se arranca la medalla que le había regalado María
cuando eran niños, y se la da. María la toma en silencio.
(La mano de Nana Rita estruja la carta de la Reina).
MARÍA:
(A Pablo, mientras éste se levanta y se va) ¡¿Oye,
pero vienes a la boda?!
Pablo se detiene, vuelve la cabeza, y sin contestar, se
aleja. Al hacerlo, mira hacia el cuarto de servicio, como
atraído por una fuerza superior o como al filo de un
desmayo... mientras la sombra de Nana Rita desaparece. Manuel
se cruza en su camino.
MANUEL:
No te vayas, Pablito.
PABLO:
Nos vemos. Dile a mamá que después le aviso donde voy a
estar. Bueno, tú ya sabes dónde está la comuna del
grupo, ¿no?
Mientras, María y Jacobo siguen jugueteando en la alberca.
JACOBO:
Está bien loco mi cuñado, ¿verdad?
MARÍA:
Quién sabe...
JACOBO:
¿Qué fue lo que te devolvió?
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Vemos la mano de María que se abre y muestra la medalla que
ya conocemos:
MARÍA:
No tiene importancia...
Deja caer la medalla que se sostiene un poco en la superfi-
cie, junto a los pies que ahora están quietos; luego, los pies
vuelven a su anterior jugueteo y la medalla se hunde en medio
de un constante movimiento de agua.
X.- CASA DE LA COMUNA / INTERIOR / NOCHE
Es un cuarto casi vacío. Sólo hay unas repisas y un "box
spring". Al fondo, en la estancia, se ve al existencialista
que lee un libro de Sartre. Es un cuarto, de la casa encalada
antigua, pero limpia. Pablo está entrando un colchón ayudado
por Trini (22 años), de una belleza agresiva o impetuosa;
cansados, dejan el colchón encima del box spring.
TRINI:
¡Qué buena onda que ya te saliste de tu casa!... yo
también tuve que hacerlo… es que los viejos, con sus
rollos sobre la moral, son una lata… mis padres además,
con lo del divorcio… pues, yo, ni con uno ni con
otro, sino conmigo misma, a vivir la buena onda,
porque esto es la buena onda, ¿No? Cada quien en su
cuarto, pero entrándole democráticamente a la
coperacha.
PABLO:
(Con un poco de fastidio) Ándale Trini, ayúdame con
esto.
Pablo saca de una caja algunos objetos de cama y de su
morral saca una foto de María, misma que coloca, casi sin
darle importancia, sobre una de las repisas. Trini curiosea
la foto y dice con cierta preocupación:
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TRINI:
No me digas que tienes chava…
PABLO:
Es mi hermana.
TRINI:
Uf, qué peso me sacaste de encima. (Pablo y Trini se
sonríen).
XI.- AUTOMÓVIL DE LOS PADRES DE ANA / INTERIOR / NOCHE
Es un automóvil modesto, que corre a regular velocidad;
van Ana y sus padres. El padre es quien lleva el volante;
Ana va atrás.
MADRE:
¿Vamos a tiempo?
ANA:
Sí, mamá.
MADRE:
(Con nerviosismo) ¿A qué hora llega tu avión a
México?
ANA:
Creo que a las siete. (Transición)
MADRE:
Ojalá lleguemos a tiempo. ¿Hay que llegar una hora
antes?
El padre de Ana ríe.
PADRE DE ANA:
Ya le has preguntado eso como veinte veces. (A Ana)
Prende las luces, ¿quieres?
Ana prende la luz interior del auto.
MADRE:
En estos tiempos hay que estar seguros de todo.
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ANA:
Hasta de circular con las luces encendidas, porque si
no…
Ana traza sobre su garganta una señal de degüello. La
madre se sonríe un tanto afligida.
MADRE:
¿Tienes los papeles en orden? ¿Y el dinero? No olvides
que te va a recibir el Padre Santiago.
Ana asiente varias veces. El padre ríe y siguiéndole la
broma a la mamá, pregunta a Ana:
PADRE DE ANA:
¿Hay que llegar una hora antes?
Todos ríen. La madre de Ana saca de su bolso una biblia
que se la da a Ana.
MADRE:
Ah, toma esta biblia, mi hijita; queremos que te
acompañe cuanto estés lejos.
ANA:
Pero si es la biblia de ustedes, ¡Ay!, gracias,
gracias mamá.
Ana abraza a su madre por las espaldas y le da un tronado
beso. La madre contiene las lágrimas. El padre, como para
suavizar la pena de la despedida se ríe e imita a la
madre.
PADRE DE ANA:
¿Hay que llegar una hora antes?
Ana ríe, el padre también, pero la madre deja resbalar
sus lágrimas por las mejillas.
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XII.- SALIDA INTERNACIONAL DEL AEROPUERTO DE MEXICO / EXT / AMANECER
Entre gente, cargadores de maletas y valijas, el padre
Santiago (de 40 años) viste informalmente, se abre paso en
dirección a Ana que parece un poco despistada, y apenas
puede sostener su maleta; con la otra mano carga su guitarra.
PADRE SANTIAGO:
¿Usted es Ana, verdad?
ANA:
¿Padre Santiago?
PADRE SANTIAGO:
Sí; llegas con mucho atraso.
ANA:
Es que salir de Managua es un verdadero problema.
Ambos caminan rumbo al estacionamiento, mientras platican.
PADRE SANTIAGO:
Sí, he leído de los guerrilleros sandinistas. Han
estado muy activos, ¿verdad?
ANA:
Y la represión también.
El Padre Santiago lleva la maleta y Ana lleva la guitarra.
PADRE SANTIAGO:
¿Y tus padres? ¿Cómo están todos nuestros hermanos
por allá?
ANA:
Pues… soportando la prueba… esperando…
PADRE SANTIAGO:
Ana, hemos seleccionado varias alternativas de
alojamiento; tu decidirás.
20. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 20
ANA:
Pues a donde me manden está bien… aunque, si me
permite ser un poquito egoísta, me gustaría vivir en un
barrio pobre. Quisiera compartir con gente humilde.
PADRE SANTIAGO:
¡Qué gusto que estés aquí; ven, vamos!
Ambos, suben al auto.
XIII.- IGLESIA CATÓLICA ANTIGUA / INTERIOR / NOCHE
Es un rostro un tanto inexpresivo el del Padre Marcos. Ter-
mina la homilía.
PADRE MARCOS:
Hablo del amor cristiano, de la pureza, del gran
esfuerzo para llegar a la verdad. En esta homilía he
querido dejar muy claro el conflicto y la esperanza;
la idea de morir para que sea Cristo el que viva en
nuestras vidas, la idea de un compromiso a
perpetuidad…
Los novios - Jacobo y María - se miran ansiosos, como
imaginando ya el lecho nupcial. Los padres de los novios y las
madres van vestidos de etiqueta. Sus ojos miran al Padre
Marcos, pero sus mentes quién sabe dónde vuelan. Los
invitados a la boda lucen también sus mejores galas.
Mientras el Padre sigue hablando, vemos a Pablo, vestido
solamente de traje, que entra por una puerta lateral. Lleva
prisa, no mira a nadie, a pesar de que todos se dan cuenta de
su tardanza. Llega hasta el frente y se sienta cerca de su
padre, quien lo mira con discreción y tratando de que nadie vea
ni oiga su disgusto, lo agrede desde la comisura de sus
labios:
DON MIGUEL:
¡No tienes vergüenza! ¿No te mandé dinero para que te
vistieras con decencia?
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Pablo no contesta. El Padre Marcos pide a los feligreses el
saludo de paz. El papá de Pablo saluda a su hijo, fingiendo
una sonrisa. Pablo ni siquiera le mira. Los invitados se
saludan indiferentemente. Alguna señora retira la cara para no
ser besada sobre el maquillaje.
El sacerdote finaliza y da la bendición. Pablo no se
persigna. Su madre lo mira con cierta ternura, como pidiéndole
que se persigne.
FLASH BACK: El momento en que la madre de Pablo lo
persignó, después de haber tenido el conflicto con su padre en
Navidad.
Pablo mira a su madre y se persigna. Mientras se escucha la
marcha nupcial, vemos a los novios bajar del altar; Pablo se
acerca a su hermana María, interrumpiendo la marcha, y la
besa. Al novio, ni siquiera le dirige la mirada.
XIV.- JARDÍN DE LA MANSIÓN DE DON MIGUEL / EXTERIOR / NOCHE
Varias mesas colocadas en el jardín acogen a más de 300 co-
mensales. Luces discretas y velas sobre las mesas. El conjunto
toca algún bossa nova. Un grupo de jóvenes brinda con "cubas" y
"vodka tonics".
El conjunto toca una fanfarria y los novios descienden de
la carcacha adornada para las nupcias. Un chofer (Manuel),
vestido de frack cierra la puerta y se arregla la corbata de
moño con poca destreza. Pablo se acerca al auto y sin
detener a los novios, platica con Manuel.
PABLO:
Ahora sí, Manuelito. ¿Qué se siente andar de
pingüino?
22. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 22
MANUEL:
Ya ni me digas, Pablito; pero pues qué quieres, tengo
que obedecer a mi patrón.
PABLO:
Vas a ver que pronto van a cambiar las cosas… También
quería que me vistiera de pingüino. Le voy a devolver
su dinero.
MANUEL:
A qué Pablito éste.
Pablo se aleja. Entra y comienza a beber. No se sienta en
ninguna mesa. Sólo merodea. La pista de baile está muy
concurrida. Algunas parejas bailan al estilo Travolta.
El sacerdote se acerca a Pablo. Es el Padre Marcos quien
hace un brindis con su recatada copita de cognac y le dice:
PADRE MARCOS:
Mira Pablo, creo que no te conviene ese ambiente de
drogadictos en que estás metido…
PABLO:
Ese ambiente es más sincero que éste… A su salud,
Padre.
PADRE MARCOS:
(Como apresurado por la competencia, bebe un trago,
pero antes brinda):
¡Por la verdad, Pablo!
PABLO:
Padre, ¿Usted ya encontró su verdad?
PADRE MARCOS:
La verdad está en Dios, muchacho.
PABLO:
(Medio borracho) Como dice un filósofo griego, la
verdad es que no existe verdad, ¿verdad?
El Padre Marcos ríe un poco mientras Pablo se aleja.
Vemos al fondo a Pablo que saca a bailar a su hermana
23. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 23
María. La canción, ya muy avanzada, termina pronto; algo se
dicen los hermanos y se van a caminar por la alberca. Nana
Rita cruza, con unas copas; se les acerca y les ofrece una.
Sólo Pablo renueva su copa. Nana Rita, medio misteriosamente,
les dice:
NANA RITA:
Recuérdenlo, unidos para siempre.
Nana Rita se aleja y ambos le miran sorprendidos, un poco
asustados.
MARÍA:
Nana Rita es una bruja.
PABLO:
¿En verdad, crees en brujerías?
En otro extremo del jardín, Don Miguel platica con el
Padre Marcos. Dos o tres señores los acompañan.
DON MIGUEL:
(Al Padre Marcos) Son tiempos duros, Padre. Hay que
luchar con el alma para mantenerse a flote; los
negocios empeoran, los hijos se van…
PADRE MARCOS:
No hay que impacientarse… usted tiene una salud
envidiable.
Manuelito se acerca, interrumpiendo, con una extensión del
teléfono.
MANUEL:
(Confidencialmente a Don Miguel) Tiene una larga
distancia, señor. Creo que es de Nueva “Yor”.
DON MIGUEL:
¿Sí?... Oh, hello Mr. Williams. . . Can you hold a minute,
pleace? (Da la extensión a Manuel y le dice) Voy a
contestar a mi despacho. (A los señores) Disculpen se-
24. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 24
ñores, tengo que atender este asunto. En un momento
estoy con ustedes.
Don Miguel se dirige al interior de la casa, pero antes de
llegar, Pablo se le cruza.
PABLO:
Papá…
DON MIGUEL:
Estoy ocupado, no puedo ahora… (Pablo se le acerca)
¿Qué quieres? ¡Qué fachas las tuyas!
PABLO:
(Sigue el caminar de su padre) Quería devolverte el
dinero. No me interesa quedar bien con esta gente; ni
lo quiero ni lo necesito.
Don Miguel hace un ademán de irse; Pablo le alcanza y le
mete el dinero en uno de sus bolsillos.
PABLO:
¡Tú nunca tienes tiempo!
DON MIGUEL:
(Sin detener su paso) ¡Majadero! (Y casi para sí)
Ojalá no haya colgado Mr. Williams.
Tratando de disimular un poco, Pablo va a despedirse de su
madre. Ella se separa del grupo y le besa.
ROSARIO:
Cuídate hijito… (Le acomoda el cuello de la camisa
rústica)
PABLO:
Sí, mamá. . . . (La besa y se aleja haciendo un
esfuerzo para no caerse de borracho).
XV.- IGLESIA CATÓLICA MODERNISTA / INTERIOR / NOCHE
La iglesia está llena de personas que acuden a la Asamblea
de oración. El Padre Santiago da la bendición final y los
25. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 25
asistentes salen, mientras el coro de muchachos toca la
canción de salida, que es muy breve. La gente termina de
salir cantando y después los muchachos del coro comienzan a
guardar sus instrumentos. La cámara enfatiza la presencia de
Ana, su fe y su natural simpatía que se demuestra por los
signos de magnífica relación juvenil que tiene con sus
compañeros. Un muchacho del coro le pregunta:
MUCHACHO 1:
¿Cómo van las cosas en Nicaragua?
ANA:
(Mientras ayuda a guardar algún instrumento) No he
tenido noticias últimamente… Sólo por los periódicos…
parece que las cosas van mal.
MUCHACHA DEL CORO:
¿Y tus padres?
ANA:
Estoy esperando noticias a través del Padre
Santiago.
Terminan de arreglar sus cosas y se despiden.
XVI.- CARCACHA DE LOS NOVIOS / INTERIOR / NOCHE
De una visión neblinosa o desafocada del rostro
semiborracho de Pablo, vamos a un gradual afocamiento que
nos permite ver cómo la cabeza de Pablo se bambolea al
ritmo de la carcacha nupcial, que conduce Manuel vestido
de frack. De vez en cuando, Manuel mira de reojo, a Pablo:
MANUEL:
Ah… qué Pablito éste…
Pablo, semiborracho, se mueve y deja oir unos sonidos de
la garganta. Manuel sonríe bonachonamente.
26. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 26
MANUEL:
¿Se te subieron las copas, Pablito?
PABLO:
Ya te dije… que no me lleves en esta carcacha… ¿qué tal
si la necesitan?... te van a amolar.
MANUEL:
Ah qué Pablito éste… a ver qué día me toca llevarte a
ti a la iglesia…
PABLO:
Nunca, jamás… esas son cursilerías…
Manuel ríe. Pablo arrastra las palabras con la
característica necedad y falta de control de los borrachos;
sin embargo, no ha perdido cierta dosis de lucidez que
recupera como a grandes trancos; entonces, habla con trabas,
mientras prende un cigarro de mariguana.
PABLO:
No señor, no… No estoy de acuerdo… tanto dinero
gastado para una sola noche… ¡No!... ¿Y, a tí qué?,
¿cuánto te paga el gentil caballero burgués que es mi
padre, cuánto te paga? Y tú siempre contento aunque te
grite y te joda (transición de ebrio)… Hay que luchar,
aunque no sepamos cómo… (Transición)… Aquí, entre nosotros,
y no le vayas a decir a nadie, ¿eh?... Estoy arrepentido de
haberme pasado de copas… de haberme codeado con esa gente,
(transición)… Oye, pensándolo bien, fue lo mejor que pude
haber hecho. No siempre se casa tu hermana favorita.
Han llegado. Manuel, con cariño y respeto ayuda a bajar a
Pablo y le encamina a la entrada de la comuna; se despiden.
MANUEL:
Cuídate Pablito. . . Esa yerba no es buena.
PABLO:
Mejor apúrale porque te van a correr.
Manuel arranca la carcacha y de lejos Pablo le grita.
27. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 27
PABLO:
¡Adiós pingüino!
Manuel saca la mano para despedirse, mientras Pablo se bam-
bolea tratando de entrar a la comuna.
XVII.- ESTANCIA DE LA COMUNA / INTERIOR / NOCHE
Los compañeros del conjunto musical en el que Pablo interviene
y con los cuales comparte esa comuna urbana, están en la sa-
la, alrededor de la T.V. que está trasmitiendo un noticiero
(22-agosto-1978) acerca de la acción guerrillera sandinista,
en Managua, de tomar el Palacio del Congreso con más de un
millar de importantes cautivos, a cambio de cuyas vidas
exigieron una buena suma de dolares, la libertad de valiosos
líderes revolucionarios presos, el salvoconducto de todos
los que participaron en la acción y la difusión por todos
los medios de comunicación masiva - de un alegato del FSLN -
; operación que fue conocida en el mundo entero , como la
operación del Comandante Cero.
Trini, un poco indiferente, echada sobre el piso, ve,
casi sin ver, los acontecimientos, como si pesara más el valor
físico de los protagonistas que desfilan por la pantalla
chica, que la acción de carácter; hay una actitud
provocativa, sensual, en el derramar de sus piernas.
Cuando Pablo entra, medio cayéndose, Trini se levanta y
acude a ayudarlo.
El existencialista está con un libro de Sartre en su
mano; los otros, con sus instrumentos que acompañan, en
silencio, la caminata del Comandante Cero, quien con una
metralleta en la mano, conduce a sus hombres y a sus
rehenes, hasta el avión que los llevará a Panamá. Sin
detenerse, Cero contesta las preguntas de los reporteros.
28. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 28
(STOCK SHOTS)
REPORTERO:
¿Y para qué tanto dinero, Comandante?
CERO:
Para comprar armas, hermano, para comprar armas.
De la imagen de la pantalla nos abrimos al grupo; Pablo
se ha detenido, en mitad de la sala, de pie,
semibamboleante, mirando casi sin entender la superficie
luminosa de la tele, a su lado, Trini insiste en ayudarlo,
pero él reafirma su autonomía; se zafa de ella…
PABLO:
A base de cañonazos, claro… (aplaude en forma gro-
tesca).
EXISTENCIALISTA:
(Dirigiéndose a Trini, sin ver a Pablo) Ya
llévatelo a dormir… Es todavía un nene…
GUERRILLERO 1:
(Al existencialista) Cállate… déjalo en paz…
GUERRILLERO 2:
Muy borracho, muy borracho, pero tiene razón. (Se da
la vuelta como para discutir) Sin cañonazos no va a
caer Somoza.
GUERRILLERO 1:
Claro… una revolución sin cañonazos no es revolución.
Pablo aplaude con su característica pesadez de ebrio, mien-
tras es llevado por Trini a su cuarto.
XVIII.- CASA DE LA VECINDAD DONDE VIVE ANA INTERIOR NOCHE
Es una salita modesta, con muebles baratos forrados de
plástico, muy limpia y arreglada. Allí están Ana y la señora
29. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 29
de la casa viendo la continuación del noticiero sobre la
situación de Nicaragua.
La señora, de edad avanzada, vestida con sencillez, no
puede ocultar su real preocupación, que contrasta con una
cierta serenidad de Ana.
SEÑORA:
Híjoles, Anita, y tus papacitos ahí…
ANA:
(Con un gesto entre confiado y doloroso) No debemos
temer, señora, si nuestros actos son en servicio
de Dios.
XIX.- CUARTO DE PABLO EN LA COMUNA / INTERIOR / NOCHE
Pablo se ha tirado encima de la cama. Trini le quita los
zapatos, se sienta al borde de la cama para desabrocharle el
cinturón, le contempla; el rostro de Pablo navega entre la
serenidad y la embriaguez; la mirada de Trini esconde cierta
temperatura de deseo. Pablo abre los ojos y le pregunta:
PABLO:
¿Qué ya tronaste con tu chavo?
TRINI:
Pues… (mueve afirmativamente la cabeza). ¿Oye, donde
tienes la mota?
Pablo hace un gesto vago. Trini se levanta y busca en un
pequeño estante; saca un cigarrito pequeño, lo enciende, le da
una chupada y vuelve al borde de la cama; ayuda a Pablo a
semiincorporarse y le pone el cigarro en la boca; le
pregunta:
TRINI:
¿Cómo se veía tu hermana?
30. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 30
PABLO:
Pues ahí, dos que tres…
Pablo deja caer la cabeza sobre la almohada; Trini, luego
de chupar otra vez el cigarrito, sin dejar de ver a Pablo,
casi automáticamente extiende su mano y deposita el cigarro en
el cenicero, mientras se acerca más y más a Pablo: resbalan de
beso en beso y de piel en piel; son dos cuerpos sin amor que
se torturan en busca de una comunicación que se les oxida, en
busca de una plenitud que se les escapa. En uno de los giros
del rito precopulatorio, la mirada sonámbula de Pablo se clava
en el techo neutro que se desbanda en una especie de fluir de
agua…
(FLASH BACK):
XX.- ALBERCA COLONIAL - PADRES DE PABLO / EXTERIOR / NOCHECITA
De ese fluir de agua, de esa tenaz agua del recuerdo, emergen
dos cuerpos infantiles, el de María y el de Pablo,
amarrándose entre sí, escapándose en la placidez de la
alberca incestuosa… como debajo de un sueño, como emergidos del
agua por la memoria y los años, los niños, casi adolecentes,
salen a flote:
MARÍA:
¿A qué te supo?
PABLO:
A pura agua.
Los dos ríen un momento; luego callan, mientras sobre la
superficie resbala el rostro enigmático de Nana Rita que les
espera al borde, con una toalla extra grande. Los dos
cuerpos, en silencio, se sumergen, mientras la superficie de
31. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 31
la alberca cobra un extraño parecido con el tono blanco de
un vestido de novia.
XXI.- CUARTO LUJOSO DE HOTEL / INTERIOR / NOCHE
Es un cuarto lujoso; es la noche de la luna de miel: entre
velas y luz tenue, María y Jacobo brindan con champagne, por su
felicidad. No les oímos, sólo les espiamos como a través de
una cerradura.
XXII.- CUARTO DE NANA RITA / INTERIOR / NOCHE
De la cerradura partimos para llegar a Nana Rita que está
sentada al borde de la cama, jugando cartas. La luz tenue de
la lámpara mortecina de petróleo ilumina su rostro demoníaco.
Saca el caballero de oros y lo estruja.
XXIII.- CUARTO LUJOSO DE HOTEL / INTERIOR / NOCHE
Jacobo comienza el rito precopulatorio; besa a María; las
manos de Jacobo trabajan afanosamente, entre los blancos del
vestido dé novia, desatando cintas y broches, rodando entre
ambulantes olas de encaje blanco; el blanco es tan blanco que
casi nos enceguece; hay, sin embargo, un frior que recorre la
habitación nupcial.
El vestido va desprendiéndose de la forma que guardaba y
cae y cae y no deja de caer como un largo caer de espuma
infinita… La blancura nos hace perder el sentido… desafocamos.
Cuando recobramos, vemos a Jacobo y a María, en el lecho,
entre sábanas casi blancas, semiabrazados, en una espiral de
sugerencias y de inmovilidad… algo que tiene mucho de cortés y
de fatal, flota por todos lados; escuchamos:
JACOBO:
(Su voz es un hilo de incredulidad) ¿Qué… no eres
virgen?
32. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 32
María apenas mueve la cabeza en un gesto que podría ser
afirmativo.
JACOBO:
(Quedo, pero fríamente) ¿Por qué no me lo dijiste
antes?
MARÍA:
(Bajo un suave temor, insiste en su gesto ambiguo) Es
que… es que lo había prometido.
FLASH BACK:
De la alberca emergen los cuerpos de los hermanos
adolescentes. Sobre este recuerdo se escucha la voz de Jacobo
JACOBO:
(En off) ¿Prometido… a quién?
En el lecho, María dice con cierta convicción:
MARÍA:
No, no puedo decirte.
Jacobo sale bruscamente de cuadro; mientras escuchamos su
voz, vamos viendo las reacciones de María, su progresiva
angustia.
JACOBO:
(En off) …entonces para qué el vestido blanco?...
¿Por qué esa hipócrita blancura?...
MARÍA:
Por favor, perdóname… alguna vez podrás comprender.
María ha seguido a Jacobo con la mirada, hacia la puerta.
Inmediatamente después de la súplica de María, se escucha un
portazo violento.
Ahora vamos a la puerta; vuelve a abrirla Jacobo, quien
sin meterse, habla con un impersonal tono de ejecutivo; ordena:
33. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 33
JACOBO:
¡Haz las maletas, nos vamos inmediatamente!
María, queriendo contener su llanto, en medio del sonido
de otro portazo, muerde los pliegues de la sábana.
XXIV.- RECAMARA DE LOS PADRES DE PABLO / INTERIOR / NOCHE
Es una alcoba cuyo arreglo excesivo habla de una falta de
estilo; dos camas gemelas hablan de dos cuerpos y dos almas
separadas; la luz de discretas lámparas cae sobre esa soledad
acompañada (que es la de la mayoría de los matrimonios de
muchos años).
Platican con cortesía, pero, en el fondo, padecen cierta
desesperación; platican para sentir que aún existen. Están
exhaustos por el nerviosismo que ha significado gerenciar un
acontecimiento social así.
ROSARIO:
¡Qué cansancio, Dios mío! ¡Cuánta gente!... Creo que
se nos paso la mano.
DON MIGUEL:
No, por el contrario, ese lujo va a repercutir en mis
acciones, en mis negocios, mujer… ¡Qué apantallada les
di a todos esos!
ROSARIO:
Lo que más me gusto fue ver a María, tan linda, con su
vestidito de novia.
DON MIGUEL:
Es el que le correspondía… claro, la educación que les
dimos… ¿Sabes? (como recordando al hijo)… bueno, es la
educación que dimos a María, porque de tu Pablito mejor
ni hablar.
La cámara se aleja y sube: Dos cuerpos aplastados, cada uno
en su cama gemela, hundiéndose en la soledad y en el sueño.
34. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 34
XXV.- CARRETERA A TOLUCA/AUTO DE JACOBO / EXTERIOR / NOCHE
Un haz de luz de un automóvil súper rápido, se va abriendo
paso por el centro de la noche. Las llantas rechinan contra el
pavimento mojado. Los limpiaparabrisas funcionan con
ferocidad. Vemos los rostros de María y Jacobo congestionados
detrás del parabrisas; un escueto adorno nupcial, colgado al
azar del espejito interior del auto, adorno al cual los
cónyuges ya no le dan ninguna importancia y que por lo mismo ha
quedado allí, olvidado, marca con sus esguinces, el agresivo
ritmo del desplazamiento del coche alrededor, aumenta la
densidad de la niebla y se adelgaza el espesor de la luz de
los faros delanteros. La lluvia se vuelve indetenible. Algunos
rayos y truenos presagian algo fatal. Se abren, sin límites,
asustados, los ojos de María. El chirriar de los frenos
alcanza un tono insufrible. María grita, pero no la oímos;
busca amparo en el cuerpo de su marido, cual autómata, ha ido
aumentando, sin cesar, la velocidad y el peligro. Un chirriar
de frenos; un último girar brusco del volante en su órbita
máxima y cuyo crujir anuncia la ruptura de la dirección. Todo
es confusión.
En medio de una masa amorfa y humeante de cristales y
hierro retorcido, alcanzamos a distinguir la mano delicada de
María que ostenta, junto a algún indicio de la muerte de
Jacobo, el carísimo anillo de boda.
XXVI.- CUARTO DE ANA / INTERIOR / NOCHE
Es una modesta recámara la de Ana; pobre pero limpia.
Contra el ángulo opuesto al de la puerta, una cama pequeña,
pulcramente arreglada; en la mesita contigua, un florero y una
radio vieja. En el otro extremo, junto a una ventana, la
mesita que le sirve de escritorio y una lámpara barata. En
35. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 35
otro lugar, un lavamanos. Sobre una de las paredes, un
crucifijo sobrio. En la mesa que le sirve de escritorio, la
biblia que le regalaron sus padres.
Ana consulta la biblia, a la luz de la lámpara; lee un
versículo, lo dibuja en sus labios, mientras su mirada se
concentra en una oración. Una postal ampliada de Managua,
enviada a ella por sus padres, la devuelve a la realidad
inmediata; saca papel y pluma y comienza a escribir una carta;
nos acercamos al encabezado, que dice:
"México, D.F. a 15 de diciembre de 1978.
Queridísimos y respetados padres:
Confío en el Señor y con su ayuda, espero que estén bien,
muy bien…"
La cámara mantiene en profundidad a Ana, en un clima de
oración; la imagen austera y sensible de Ana, envuelta en una
delicada burbuja de luz, al igual que la fe, navega sobre la
penumbra del mundo.
XXVII.- JARDÍN CERCANO A LA ALBERCA COLONIAL / EXTERIOR / ATARDECER
Pablo conduce a su hermana María, vestida de luto, en una
silla de ruedas. El rostro doliente de María y el preocupado
de Pablo se nos figuran como entresacados de alguna pintura
clásica. Avanzan, en medio de la luz declinante del crepúsculo,
por un largo paseo matizado de flores amarillas. Más que
hablarse, sus pensamientos son los que se transparentan y
reflejan una angustia y una madurez que no les conocíamos.
PABLO:
El médico me dijo que estabas fuera de peligro.
MARÍA:
¿Fuera de peligro?
36. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 36
PABLO:
¡Sí!
MARÍA:
Fuera de peligro… ¿del cuerpo?
PABLO:
Del cuerpo, claro.
Un silencio. El tiempo retrocede para los dos y vemos sus
cuerpos de niños curvarse sobre la pulida superficie de la
alberca.
MARÍA:
(En un suspiro inaudible, muy ahogado) ¡No!
PABLO:
(Muy suave, inclinándose hacia ella, sin detener el
rodar de la silla) ¡Qué!... ¿Que te pasa?
MARÍA:
Nada… nada… es que me siento muy confusa ¿Por qué
Jacobo y no yo? (Deja salir las lágrimas) Me siento muy
mal, Pablo.
El Padre Marcos entra por un lado; se acerca a ellos, da
una palmada a Pablo y pregunta a María muy cariñosamente:
PADRE MARCOS:
¿Como vas, hijita?
MARÍA:
(Mientras Pablo se retira) Muy mal, Padre, ya no
aguanto
El Padre se arrodilla cerca de ella para confesarla.
XXVIII.- SALA ADYACENTE AL TEMPLO / INTERIOR / NOCHE
Los feligreses, unos de pie y otros sentados, pero todos
con una sencilla fe que se respira en el ambiente y no como
producto de poses, rodean al líder (Padre Santiago) que dirige
una pequeña reunión de oración por liberación. Sólo percibimos
37. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 37
las palabras, más por su soporte acústico que por su valor
semántico. Enfatizamos la presencia de Ana y su guitarra; todos
comienzan a cantar una estrofa que subraya la fe, después el
Padre Santiago toma la palabra:
PADRE SANTIAGO:
Benditos los pobres, porque de ellos será el Reino de
los cielos.
TODOS:
Aleluya, gloria a Dios, gracias Señor, etc.
PADRE SANTIAGO:
Hay, entre ustedes, personas que están sufriendo a
causa de malestares físicos y también a causa de
algunos problemas de tipo material, económico. Que
levanten la mano estas personas. Vamos a orar por
ellos, como Cristo y sus apóstoles lo hacían. Los que
estén cerca de estas personas, impongan sus manos
sobre ellas…
Varias personas han levantado sus manos, entre ellas,
Ana. Los que están cerca, imponen sus manos sobre su cabeza
y hombros. Todos oran. Un murmullo de cánticos y oraciones
"en lenguas" se eleva. El Padre Santiago vuelve a tomar la
palabra:
PADRE SANTIAGO:
Gracias Señor, Gloria a tí Jesús porque estás
actuando, con tu Sangre bendita los estás liberando.
¡Gloria a Dios!
TODOS:
Aleluya; alabado seas Señor; gloria a Dios, etc.
PADRE SANTIAGO:
Hermanos, la asamblea general ya va a dar comienzo en
la capilla. Pasemos todos a alabar al Señor.
TODOS:
Aleluya, gracias Señor.
38. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 38
Mientras todos salen, uno de los muchachos del coro se
acerca a Ana y entregándole una tarjeta, le dice:
MUCHACHO 1:
Ana, te traje esta dirección. Es de una peña
folklórica. Pensé que tal vez ahí podrías trabajar… ¡y
cantando! Si tú quieres, te acompañamos, a ver qué
pasa.
ANA:
Oye, muchas gracias, como caído del cielo.
MUCHACHO 1:
Pero no te aseguro nada ¿eh?
ANA:
No, no importa; lo que me emociona es que me haya
escuchado Jesús. ¿Sabes?, a través de tí me ha
contestado.
MUCHACHO 1:
Pues alabado sea el Señor.
Los dos sonríen y continúan su camino.
XXIX.- ZÓCALO O KIOSCO DE PUEBLO / EXTERIOR / TARDE
Algunos campesinos rodean al conjunto musical de la comuna.
Pablo toca la guitarra y canta: "Le tengo rabia al silencio",
de Atahualpa Yupanqui. Otros pueblerinos pasan, un tanto ale-
jados del lugar, pero sin dejar de mirarlo; otros siguen de
largo; otros se acercan y van aumentando el grupo.
Un campesino expresa nostalgia, un poco de rencor; sus ojos
parecen estar perdidos en otro tiempo; por la exagerada ausen-
cia de movimientos, esta imagen más bien parecerá una foto
fija.
Mientras la canción continúa, seguimos viendo rostros
humildes, rostros viejos y niños, de ambos sexos, callados,
39. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 39
perdidos, tristes o con cierta alegría ficticia y superficial;
rostros que proyectan apatía, cadavérica rebeldía.
Tres muchachitas ataviadas de color y de moda importada se-
cretean, y miran a Pablo con un deseo contenido. Alrededor de
ellas, un marco de hombres de manta, de sombreros de paja,
revelan el contraste de nuestra civilización.
Un panadero, con la canasta llena de bolillos tostados por
el sol y barnizados por el polvo del camino, detiene su
bicicleta vieja y se acerca para escuchar a Pablo, como si nunca
antes se hubiera divertido.
Un grupo de niños mugrosos, harapientos, descalcificados,
panzones de mal comer, medio ríen, desganados, sin la energía
para hacer travesuras.
Una madre niña, de rebozo, sostiene a su hijito.
Empieza a soplar el viento y el polvo, pero siguen ahí,
decorando su rutina con el canto.
Llega la autoridad del lugar; los reconocemos por algún
uniforme y alguna arma. La cámara observa desde arriba; no
oímos lo que hablan, solo vemos las señales inequívocas de la
canción interrumpida y del malestar del grupo. Desafocamos.
XXX.- PEÑA FOLKLÓRICA LATINOAMERICANA / INTERIOR / NOCHE
Cuando afocamos, otra vez, oímos la continuación de la can-
ción interrumpida de Pablo, que conserva su aspecto, pero ya
no está en el pueblo, sino en la peña, con el conjunto musical
de la comuna. Observamos el ir y venir de una peña corriente:
en una mesa, una muchacha recibe una declaración de amor; y
besa a su compañero.
Entran Ana y tres de sus amigos del coro; se sientan y
piden té y cafe. Ana mira a Pablo con cierto agrado. Pablo termina
40. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 40
de cantar y todos aplauden. Uno de los amigos de Ana se dirige
a ella:
MUCHACHO 1:
Ándale Ana, échate una canción. Así se acostumbra
aquí.
MUCHACHO 2:
De veras, Ana, cántale.
Ana se niega, se hace del rogar.
MUCHACHO 3:
No te hagas del rogar.
ANA:
No es que me haga, sino que estoy un poco nerviosa.
MUCHACHOS A CORO:
(Un poco alto de volumen) ¡Que cante, que cante!
Ana, apenada, les hace una señal para que se callen,
para no atraer las miradas de su alrededor. Se levanta y
va al estrado; casi nadie lo nota pues lo hace con mucha
discreción; vemos, pero no oímos, como solicita la guitarra
a Pablo; éste se la da; Ana se acomoda y canta con suave voz,
pero con un estilo muy personal que poco a poco se va
imponiendo y captando la atención general. La entrega de
Ana es absoluta. Su canción es acorde a su manera de
pensar y de creer. Pablo la mira desde la mesa que
comparte con sus compañeros del conjunto, cada vez con más
atención; Ana, cada vez, canta con más entrega. Pablo la
sigue mirando. Ana no mira a nadie en particular; sólo
canta concentradamente. Pablo no le quita la vista. Ana
termina y el aplauso es general. Ella vuelve a la realidad
y se sonroja. Agradece con la cabeza y regresa a su sitio
donde la felicitan. Alguien grita para pedir otra
41. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 41
canción, pero ella está algo nerviosa y prefiere hacerse
la desentendida. Pablo, quien ha seguido a Ana con la
vista, durante todo el trayecto, se levanta, jala un
banquito y se sienta junto a ella, con el pretexto de la
guitarra.
PABLO:
Oye, cantaste muy bien…
ANA:
(Entregándole la guitarra) Gracias… fue tu guitarra
(ambos ríen).
MUCHACHO 1:
De veras, cantaste padre.
MUCHACHO 2:
De aquí a Hollywood.
Esas dos intervenciones deben caer como interrupciones;
Ana y Pablo no se percatan de esas palabras; están
interensimismados.
PABLO:
Oye, ¿cómo te llamas?
ANA:
Ana.
PABLO:
Ana. Ana. . . . ¿Tú no eres mexicana, verdad?
ANA:
¿Cómo lo sabes?
PABLO:
Ah… pues es que soy medio brujo (ríen)
MUCHACHO 1:
Viene de Nicaragua.
42. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 42
MUCHACHO 3:
(Al muchacho 1) Ya párale, ¿no ves que están en el
ligue? (Ana y Pablo siguen desconectados de los
demás).
ANA:
Soy Nica (Pablo se ríe un poco, como encontrándole
el otro sentido a la palabra) ¿De qué te ríes?
PABLO:
No, perdón, es que me estaba acordando de un
chiste… Eres antisomocista por supuesto.
ANA:
Digamos solamente que estoy en contra de la
injusticia.
PABLO:
Bueno… también cantas muy bien.
Ambos ríen con cierta complicidad como si empezasen a
manejar ese código tan privado, compuesto de pequeños
gestos y de vocablos inventados, que es el código de los
que se enamoran.
Ana empieza a tararear una canción folklórica, de
intención social cristiana. Pablo la interrumpe.
PABLO:
Oye, ¿No conoces otras canciones que no sean
mochas?
ANA:
¿Cómo mochas?
PABLO
(Mira alrededor como desconcertado porque Ana no
conoce la palabra) Pues… ¿Cómo explicarte…? (Se decide
y lo dice de una vez) ¡Beatas!
ANA:
(Con suave dignidad) Pues, esas canciones que tú
llamas mochas son las únicas que me interesan.
43. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 43
PABLO:
Vamos, quita esa carita (hace un ligero mohín).
El enojo te sienta… te ves chulísima (ambos ríen).
La risa de Ana se le va congelando en el rostro. Vemos,
entonces, que Pablo, aprovechando la ocasión, ha
colocado una mano sobre la rodilla de Ana, quien sin
perder su compostura y su amabilidad, pero con gran
firmeza, quita la mano de Pablo; lo determinante de su
gesto resta importancia a la "travesura" de Pablo.
PABLO:
(Inseguro) Disculpa…
ANA:
(Sonriente, otra vez) No hay cuidado…
(transición) Debe ser muy interesante trabajar en
algo que a uno le guste y con lo que se pueda
servir a los demás.
PABLO:
(Entusiasmado por la perspectiva, suelta las
palabras a enorme velocidad) Oye, si te interesa
le hablo al dueño de la peña y a mis cuates del
grupo.
ANA:
(Sonriente) Está bien…
PABLO:
¿Cuándo nos vemos?
Ana lo mira como diciendole "vas muy rápido,
muchachito". Pablo, como recobrando su aplomo, responde
a ese gestual cuestionamiento:
PABLO:
Te lo decía para tenerte una respuesta de trabajo,
¿no? (Ana insiste en su mirada) Oye, ¿o qué has
creído, eh?
44. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 44
Ana ríe para ayudar a Pablo a salir del enredo. La cámara
se aleja del grupo mientras la pareja ríe, como si fuesen
conocidos de toda la vida.
XXXI.- EXPLANADA DE C.U. / EXTERIOR / MEDIO DÍA
Un rostro blanco, angustiado, desvalido, gesticula viendo
directamente a la cámara. Hacemos un lento dolly back para
ver al mimo. Trae puesto un casco de obrero, como único
elemento de utilería. Hace un sintético mimograma de un día
de trabajo: Se trata de un obrero que sufre un accidente de
trabajo que le impide seguir ejercitando la misma labor. Sus
patrones lo despiden y no lo vuelven a tomar en cuenta. Es
un inválido que pide ayuda, que está hambriento, que no quiere
pedir limosna.
Mientras el mimo hace su representación debemos ubicar el
ambiente universitario del lugar y los carteles de
resistencia y lucha contra Somoza. Un gran círculo de
estudiantes rodea al mimo. Ahí está Pablo, viendo con
atención al actor ambulante. Trini pasa por ahí, con sus
libros bajo el brazo. Lo descubre y se acerca a él; por detrás
le tapa los ojos. Se descubren.
Mientras el mimo termina su representación y pasa a
recoger dinero con el casco de obrero, Pablo y Trini
platican, esperando a que llegue el mimo a su lugar.
PABLO:
(A Trini) Encontré una chavita que tiene una voz
estupenda; eso sí, es un poco mocha… pero se lo voy a
quitar… está de película.
A Trini no le hace mucha gracia y como que se lo prohibe.
Pablo hace un gesto como que es libre, como que no le tiene
45. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 45
que pedir permiso a nadie. Trini se enfada, pero sin querer
demostrárselo:
TRINI:
(Irónica) A lo mejor la chavita te pega lo mocho y
así vas a perder lo poco revolucionario que tienes.
PABLO:
Vamos a ver.
Pablo deposita su colaboración en el casco del mimo.
XXXII.- OFICINA DEL DUEÑO DE LA PEÑA / INTERIOR / DÍA
El despacho contiene muebles y papeles en cierto desorden
que revela una falta de gusto y de estilo; muchas cosas son
contradictorias, muchos aparatos electrónicos dispares y
juntos, lo que revela la condición de nuevo rico. El dueño de
la peña (de 40 años), regordete, con el rostro de rasgos
indígenas que traduce su humilde procedencia, es también
distribuidor de posters comerciales. Va vestido con un traje
muy caro pero que él lo luce, como si fuera un modelo de las
tiendas Milano.
Habla por teléfono, mientras con la mano libre juguetea con
un poster del Che Guevara que tiene sobre el escritorio:
DUEÑO:
(Por teléfono) Óyeme, no… pero estos posters se están
vendiendo muy bien… voy a necesitar 10,000 más para
mañana… pero ponles el color más fuerte… ¿Cómo cuál?
¡Pues el rojo, mano!... Así podemos cobrar $5.00 más por
poster… está bien, al ratito te mando el cheque.
Entra una señora muy humilde que tiene miedo de atravesar
el umbral o manchar la reluciente alfombra. El dueño cuelga el
teléfono con cierta violencia que se asocia con la presencia
de la recién llegada.
46. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 46
MADRE DEL DUEÑO:
Disculpa que te moleste, hijo… pero es que necesitaba…
DUEÑO:
Ya te he dicho, mamá, que no quiero que vengas por
aquí… Mira nomás que aspecto… ¿Qué dirán las gentes si
te ven?
MADRE DEL DUEÑO:
Pero hijo, necesito…
DUEÑO:
Ya sé, necesitas, necesitas… Yo también necesito, ¿y
qué? ¿No te mandé ya el cheque de este mes?
MADRE DEL DUEÑO:
Es que todo sube y sube.
DUEÑO:
No es que suba, es porque los vagos de mis hermanos te
lo quitan. ¡Ponlos a trabajar!
El dueño, con soberbia, saca un billete de $100.00 y se lo
tira sobre el poster del Che. La madre, tímida, se acerca y lo
recoge, mientras dice:
MADRE DEL DUEÑO:
Tus hermanos no son vagos… nomás no hay trabajo.
Al levantar el billete, redescubrimos los ojos del Che.
Cuando la cámara se reabre han pasado un par de horas; el
dueño despide a unos clientes, mientras Pablo entra.
PABLO:
(Al dueño) ¿Estás muy ocupado verdad?
DUEÑO:
(Sonriente) ¡Pabliux!, por lo menos saluda, ¿no?
Mientras Pablo saluda al dueño, entra Trini muy
cimbreante; al dueño se le iluminan los ojos.
47. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 47
DUEÑO:
¡Hola, guapa!
Trini, al pasar, le da un pellizco entre sensual y
cariñoso a Pablo; luego, llega al escritorio y se sienta en
una de las piernas complacientes del dueño; desde este
trono, mira a Pablo con cierto desenfado.
PABLO:
(Sin dar importancia al asunto) Ya hablé con mi grupo.
(Con la mirada consulta a Trini que hace un mal
gesto) Queremos probar a una nueva compañera que tiene
una voz estupenda.
TRINI:
(Completa la idea con ironía) … y otras cosas también
estupendas… y otras no tanto.
DUEÑO:
Sí… ¿y qué?
PABLO:
Queríamos informarte…
DUEÑO:
Mira Pabliux… esa es cuestión de ustedes…
El dueño se vuelve hacia Trini para coquetear, mientras
Pablo se retira del despacho sin voltear a verla:
PABLO:
(A Trini) ¿Te vienes ya?
XXXIII.- PEÑA FOLKLÓRICA LATINOAMERICANA / INTERIOR / DÍA
Sólo el grupo musical está en la peña. Pablo sale de la oficina
del dueño y se dirige al grupo. Ana está sentada junto a una
mesa, medio afinando su guitarra. Sobre el estrado, los
miembros del grupo ensayan. Pablo llama a Ana para
incorporarla al ensayo.
48. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 48
ANA:
¿Qué les parece si les enseño la del otro día?
TRINI:
(Que ha salido del cuarto y que contesta desde lejos)
Me parece demasiado mocha.
EXISTENCIALISTA:
Quizá, para aprenderla…
TRINI:
Ni para aprenderla.
GUERRILLERO 1:
Tú siempre tan optimista.
GUERRILLERO 2:
Ya no perdamos tiempo…
PABLO:
Bueno, mejor vamos a empezar con "Gracias a la vida"
Empiezan a cantarla. De pronto, a Ana se le olvida su parte
y el ensayo se detiene. Trini enciende un cigarro de mariguana
que se lo pasa a Pablo, mismo que le da un toque. Pablo le da
ciertas indicaciones a Ana que ella acepta con humildad. Pablo
le ofrece un toque a Ana, pero ella, con la misma firmeza y
amabilidad con las que había rechazado la mano de Pablo que
aquel día le había puesto en la rodilla, igualmente rechaza el
cigarro de mariguana. Hay cierto desajuste en el grupo. El
rito del cigarro concluye luego que todos, menos Ana, se han
dado sus respectivos toques.
PABLO:
(A ensayar) Un, dos, tres…
Comienzan "Gracias a la vida" con un aire muy profesional.
Ana y Pablo son quienes cantan y tocan guitarra. Cuando la
cámara se abre otra vez, el grupo continúa la canción pero ya
es de noche…
49. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 49
XXXIV.- PEÑA FOLKLÓRICA LATINOAMERICANA / INTERIOR / NOCHE
(CONTINUACIÓN)… Ya es de noche y la peña está llena de
clientes habituales. Al terminar la canción, el público
aplaude con efusividad. Comienza un ligero descanso; parte del
grupo se queda en el estrado; Pablo y Ana bajan y van hacia la
mesa en la que está el dueño; vemos, pero no olmos, la
presentación y la felicitación que recibe Ana del dueño. Ana y
Pablo se miran con una creciente complicidad.
XXXV.- CALLE MUY TRANSITADA EN EL CENTRO DE MEXICO / EXT / DIA
Ana y Pablo caminan por una muy transitada calle del primer
cuadro de México, D.F. Pablo lleva su guitarra y Ana también.
Además, Pablo lleva su infaltable morral. Van hablando pero no
se les escucha, debido al intenso ruido de la ciudad. Con otra
mano, Pablo va jugando con una moneda; al pasar junto a una
limosnera, sin verla, al azar, deja caer la moneda en su
regazo. Pablo sigue avanzando. Ana se ha detenido junto a la
limosnera y se ve que algo le platica, algo que deducimos es
consolador. Pablo le pega un chiflido y le hace una señal a
Ana para que se apure porque tiene luz verde el semáforo de
peatones; aunque Ana corre, la luz cambia a rojo y cuando
intenta cruzar, un coche se precipita encima; Pablo la saca
del peligro y ella agradece con un cariñoso gesto, mientras
los coches cruzan a velocidad por la bocacalle.
XXXVI.- ESTANCIA/COMEDOR DE LA COMUNA / INTERIOR / MEDIO DÍA
Los cuatro muchachos de la comuna comen informalmente.
Trini juega con una grabadora de cassettes, que reproduce una
cinta de chistes. Algunos ríen. Entran Ana y Pablo y alcanzan
a escuchar el final del chiste.
50. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 50
GRABADORA:
… entonces, el señor Presidente se paseaba por los
grandes ventanales del Palacio, sonriendo a diestra y si_
niestra, porque pensaba que los relámpagos de la
tormenta eran los flashes de los fotógrafos de la
prensa internacional… (Todos ríen)
PABLO:
A ver, regrésale al principio porque no lo oí
completo.
GUERRILLERO 1:
Es un chiste bobo que refleja la lucha de clases.
TRINI:
(Con intención) Un chiste buena onda… no apto para
mochos… perdón, para muchos.
Trini cambia el cassette por uno de música bobalicona.
GUERRILLERO 2:
Quita eso, Trinidad.
Trini no hace caso; Ana saluda a todos.
ANA:
(Con naturalidad, sin amilanarse) Hola muchachos
¿como están?
TODOS:
(Coincidental y desfasadamente a coro) Muy bien, Ana.
Todos ríen por la coincidencia, mientras Pablo que lleva
su guitarra, jala a Ana hacia su cuarto.
XXXVII.- CUARTO DE PABLO / INTERIOR / MEDIODÍA
Entran Pablo y Ana al cuarto. Pablo acomoda la guitarra
que ha ido a guardar, en el lugar de costumbre. Ana revisa
con una rápida mirada, la habitación; observa la foto de
María con una muestra de curiosidad y preocupación. Pablo
se adelanta a cualquier juicio que pueda emitir Ana y para
explicarle alguna duda secreta, le dice:
51. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 51
PABLO:
Es mi hermana, María… si te conté… la del…
ANA:
Es muy bonita…
DISOLVENCIA A:
XXXVIII.- COMEDOR/CASA DONDE VIVE ANA / INTERIOR / NOCHE
Ana y Pablo están terminando de cenar.
PABLO:
Eres excelente, Ana, en la guitarra, en la cocina,
en… Faltaría ver si eres buena en…
La seriedad de Ana en ese momento, le inhibe; cambia de
conversación y dice:
PABLO:
Gracias… Oye, ¿no habría problema si prendiera un
toque?
ANA:
Sí lo habría.
Ana termina de comer y da un trago a su vaso de agua.
Inclina la cabeza, un instante para agradecer a Dios por
la cena. Mientras empiezan a recoger los trastos usados,
conversan.
PABLO:
Oye, Anita, creo que en lo de la mochería se te
está pasando la mano; ¿no crees?
ANA:
(Sonriente y muy amigable) No, no creo… ¿Por qué me
agradeciste la cena?
PABLO:
Bueno, eso es obvio, pero…
52. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 52
ANA:
… pero, entonces, también es obvio que yo le
agradezca al Señor todo lo que me ha dado y
también lo que no me ha dado…
PABLO:
Oye, pero la comida no te la da Dios. Es producto de
tu trabajo.
ANA:
Pues en algo ayudo yo; pero quién me da la salud,
la paz, la alegría por vivir y trabajar (Pablo la
mira incrédulo. Ana señala con el dedo índice
hacia arriba) ¡Sólo El!
PABLO:
La alegría también te la proporcionan los seres
que te rodean… además, yo sí creo en Dios, pero lo
que no me parece es que exageras…
ANA:
¡O eres o no eres! Si eres, creo que hay que
entregarse comprometidamente, sin condiciones,
porque Él no te pone todo su amor para que tú todavía
lo cuestiones.
PABLO:
Dios es Dios; pero todas esas cosas de la religión
católica, que a veces son tan hipócritas, ¿qué?
ANA:
La religión no es hipócrita. Pienso que somos
nosotros, los seres humanos, los que somos
hipócritas… y eso, ni hablar… somos bien débiles; caray…
ojalá fuéramos fríos o calientes… no tibiecitos.
PABLO:
(Medio dolido por la dulzura de Ana y queriendo
cambiar de tema) Bueno, ya basta… (Saca de su morral
un disco de Atahualpa y se lo da a Ana, a la vez que
se levanta para irse). Toma este disco; vas a ver lo
que es estar comprometido.
Ana recibe el disco y mientras va al cuarto cercano, dice
a Pablo:
53. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 53
ANA:
Muchas gracias… aguarda tantito, no tardo.
Ana corre al cuarto; Pablo la espera; Ana regresa
rápidamente cargando una biblia, la que le regalaron sus
padres, misma que observa como adoptando una decisión; se la da a
Pablo:
ANA:
Deseo que te lleves esta Biblia… (Ante la muestra de
asombro de Pablo)… pero sólo por un tiempo… es la
biblia que me regalaron mis padres en Nicaragua. Como
verás, le tengo mucha estimación… Quiero que la es-
cuches… siempre habla a tus necesidades, muy bonito.
Pablo toma la biblia con cierta resistencia.
ANA:
No creas que es un recetario o algo así… es la Pala-
bra oportuna de nuestro Dios…
PABLO:
De tu Dios… perdón, te lo agradezco de todas maneras
Se despiden y Pablo sale por la puerta.
XXXIX.- ESTANCIA/COMEDOR DE LA COMUNA / INTERIOR / NOCHE
Pablo entra a la sala. Uno de los muchachos, el
existencialista, estudia en la mesa del comedor, el guerrillero 1
tararea una canción, acompañándose de su instrumento; el
guerrillero 2 tumbado en la tele, con el volumen bajo. El
existencialista lee un libro de Sartre. Trini, en una esquina,
bolea unas botas nuevas.
Pablo hace un saludo general, apenas contestado, no por la
falta de compañerismo, sino porque así se expresan en esos
momentos, en que, aunque juntos, cada quien está en su onda. Pablo
54. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 54
se sienta en el rincón más apartado, junto a una luz tenue, se
recarga pensativo, estira los pies y casi suspira.
Trini se le acerca con sigilo y le muestra las botas como pre_
texto; Pablo le contesta con un gesto como ausente. Trini se
sienta a sus pies y le quita los zapatos, a tiempo que entona un
erótico cántico gutural. Trini se aprieta hacia el, hacia sus
rodillas:
TRINI:
(Con intención) ¿No tienes ganas de comer?
PABLO:
¡No!
TRINI:
¿No tienes ganas de platicar?
PABLO:
(Con más determinación) ¡No!
TRINI:
¿Entonces de qué tienes ganas?
PABLO:
De pensar…
Trini se levanta y se recarga en sus hombros, sin dejar su
suave pero insistente cántico gutural erótico. Pablo no hace
nada, ni para seguirle el juego, ni para escabullirse; sólo,
cuando la chava intenta besarlo, ladea su cabeza y se retira de
ella sin ser muy tosco.
TRINI:
Lo que pasa es que esa chava te trae en las nubes (Pa-
blo no reacciona; Trini insiste con mayor ironía)…
¿Amorcito?!
Pablo no le hace caso; entrecierra los ojos y se estira; su
mano se introduce al morral y acaricia algo que puede ser el libro
que le facilitó Ana, tanto por el libro en sí, como por ser
55. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 55
dado por Ana. El guerrillero 2 apaga el televisor y mira a
Trini.
GUERRILLERO 2:
(A Trini) Ya no des lata.
Trini se calla, recoge sus botas y vuelve a bolearlas; el
existencialista se acomoda y suspende su lectura; reflexiona
en voz alta:
EXISTENCIALISTA:
Este concepto de Sartre es fascinante… somos un
tránsito entre dos nadas.
GUERRILLERO 1:
Ese es un concepto usado por Ionesco…
GUERRILLERO 2:
¿Ionesco?
GUERRILLERO 1:
Lo acabo de ver representado en el teatro de Ciudad
Universitaria… "El rey muere"… ¿Cómo es que dice?
(Trata de recordar) Ah, ya… (a todos)… oigan esto, que
es bien mala onda: "La nada es nuestra patria natural;
la vida es nuestro exilio".
EXISTENCIALISTA:
(Doctoral) Bueno… el existencialismo es la fuente
alimenticia del teatro del absurdo…
GUERRILLERO 2:
Pues yo no veo qué onda con eso de Sartre y de
Ionesco.
TRINI:
¿Como qué onda?
GUERRILLERO 2:
Pues hay que ver qué onda se traen… yo creo que son
unos reaccionarios.
EXISTENCIALISTA:
(En tono de discusión) ¿A ver, por qué?
56. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 56
GUERRILLERO 2:
Porque eso de que la vida es un tránsito y lo demás me
huele a falta de lucha, a no luchar, compañeros, aquí,
ahora… (se voltea a Pablo) ¿Tú qué opinas, Pablo?
PABLO:
No sé… no me metan en sus broncas, bastante tengo con
las mías… (Se mete apresuradamente a su cuarto).
EXISTENCIALISTA:
¿Y a éste qué mosca le pico?
TRINI:
(Juguetona e irónica) Yo sí sé qué mosca le picó. (Ríe)
GUERRILLERO 1:
(Regresando al tema) A mí que no me vengan con jaladas, con
que la vida es un tránsito… ¡No!... hay que concientizar al
pueblo.
GUERRILLERO 2:
Concientizar sí… pero, lo más importante es entrenarlo,
levantarnos en armas, hacer la revolución.
EXISTENCIALISTA:
(Medio burlón) Claro, claro, ya sé… ¿y para eso han
comprado sus pistolas?
TRINI:
¿Para qué la violencia; para qué un estúpido
derramamiento de sangre?... Además a la gente le
gusta…
GUERRILLERO 2:
¿Le gusta qué?
TRINI:
Pues que la exploten.
EXISTENCIALISTA:
Quizá se ha desarrollado en las masas un inconsciente
gusto mazoquista. . . . es lo que Genet llama la
hipnosis del santo y el criminal, del servidor y del
amo… Por ejemplo, lo que sucede con las criadas…
57. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 57
GUERRILLERO 1:
Ya déjate de jaladas… la realidad es ésta (golpea la
mesa con vigor). No hay más tren que el que pita.
GUERRILLERO 2:
Con los obreros y campesinos se harán las guerrillas
populares.
TRINI:
Eso es lo que dice papá Mao y papá Stalin, y ya ves
lo que les paso…
GUERRILLERO 2:
Una cosa es la revolución y otra es el Estado.
EXISTENCIALISTA:
Tú lo has dicho…
Trini termina de bolear sus botas, y sin una palabra,
sale. Los chavos recogen las cosas de la mesa, el
existencialista bosteza…
EXISTENCIALISTA:
(Bostezando) Mañana será otro día… igual… ah… cómo me
gustaría estar en París, en casa de mamá… ay, el
Barrio Latino… el Sena…
XL.- CUARTO DE ANA / INTERIOR / NOCHE
Ana está recostada, medio sentada en la cama. La pequeña
lámpara esparce cierta tinta de unción. Tiene la guitarra en-
tre las manos y toca acordes melodiosos que brotan de una
inspiración que no es de este mundo.
Nos imaginamos que son sus manos las que reducen las
cuerdas de su guitarra. A veces se detiene y vuelve a empezar.
Su mirada está en otro espacio, en otro tiempo, perdida, quizá
enamorada. Canta algo que no comprendemos bien, pero que proyecta
armonía, paz y tranquilidad.
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XLI.- IGLESIA CATÓLICA MODERNISTA / INTERIOR / NOCHE
La iglesia está llena, y aunque es algo pequeña, están
representadas todas las clases sociales. Hacen alabanzas al
Señor, mientras los muchachos del coro terminan de comulgar;
entre ellos, también Ana, recibe la comunión. Regresan a su
lugar. Ahí están Pablo y el Padre Marcos que observan con
cierta curiosidad las manifestaciones carismáticas. Mientras
el Padre Santiago recoge el altar, los asistentes oran en
lenguas. También se escuchan melodiosos cánticos en lenguas.
Pablo mira atónito lo que ahí sucede. Ana alaba a Dios con
infinita entrega. Pablo no participa; sólo observa en una
actitud de respeto.
El Padre Santiago introduce una oración para curación de
los enfermos; pide a los que tienen algún mal físico, que sean
rodeados por los demás y que impongan sus manos sobre ellos. Se
efectúa la oración. Entre los asistentes hay una señora en
silla de ruedas. También hay un señor de muletas.
El Padre Marcos participa con cierta resistencia. Pablo
sólo observa, como si tuviera algo de miedo. Ana se levanta,
recarga su guitarra sobre la silla y se acerca a algún enfermo
cercano. La oración finaliza. El Padre Santiago empieza a dar
gracias a Dios, al Espíritu Santo, de que esté actuando. Se
escucha un armonioso coro de alabanzas, acompañado por alguna
flauta dulce. Muchas personas elevan sus manos, otros sus
caras.
La mujer de la silla de ruedas, como impulsada por una
fuerza invisible, se levanta de su silla, mirando hacia
arriba, en una actitud de oración fervorosa; al darse cuenta de
que se ha parado, comienza a moverse y poco a poco a brincar
emocionada.
59. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 59
Los que están a sus lados, brincan, lloran de alegría,
gritan sus alabanzas. Los demás empiezan a darse cuenta del
hecho y se unen en las alabanzas.
Ana canta en lenguas e improvisa con su guitarra. Pablo mira
entre incrédulo y nervioso. Si pudiéramos tocarlo, seguramente
tendría la piel chinita.
La señora que fue sanada se para ante el micrófono y da su
testimonio, en muy pocas palabras, ya que la emoción no le
permite extenderse demasiado. Finaliza con un elevado "Gracias
Padre".
El Padre Santiago también está emocionado; da gracias y
finalmente imparte la bendición. Mientras los muchachos del coro
cantan la salida, que es muy breve, los asistentes van
saliendo del templo.
Pablo se acerca al Padre Marcos y le pregunta:
PABLO:
¿Qué le pareció el teatrito?
PADRE MARCOS:
(Sin estar de acuerdo con el término usado por Pablo,
y apresurado por su ansia, le aprieta del brazo y a la
vez que se dirige al Padre Santiago, le dice a Pablo)
Disculpa, hijo… es que se me escapa el padre…
PABLO:
Adiós, padre.
XLII.- ATRIO DE LA IGLESIA MODERNISTA / EXTERIOR / NOCHE
Ana y Pablo salen al atrio, rumbo a la salida. Detrás de
ellos van algunos de los muchachos del coro.
MUCHACHO 1:
Ana… (Ana voltea hacia él, hacia atrás de ella) ¡Qué
bueno que estés en el coro!
60. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 60
Ana se sonríe y se despide. Van acercándose a la cámara, la
cual hace dolly back para seguirlos en su plática. Antes,
Pablo le ha ayudado a Ana a cargar su guitarra.
ANA:
(Feliz) ¿No te parece maravilloso lo que Dios
puede hacer?
PABLO:
Más bien me parece que esto es pura histeria
colectiva.
ANA:
¿Y qué me dices del milagro?
PABLO:
¿Cuál milagro? A esa señora la curó la energía
producida por las demás personas.
ANA:
Sólo la fe en el Espíritu Santo pue…
PABLO:
Oye… ¿Qué te parece si te invito mejor a cenar?
ANA:
Gracias… sólo la fe mueve montañas…
La pareja sale de cuadro
XLIII.- COCINA/COMEDOR DE LA COMUNA / INTERIOR / NOCHE
Ana prepara la mesa mientras Pablo prepara unas tortas de
jamón y queso. Sale con ellas y dice a Ana:
PABLO:
Salen tortas especiales de jamón y queso… (Luego
prosigue en una tonadita de anuncio comercial)… hechas
con amor, con toda confianza es Herdez.
Ana se sonríe y olfatea el aroma. Pablo deja las tortas en la
mesa y se dirige a su cuarto. Regresa rápidamente con una
61. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 61
botella de vino nacional. Ana se ha sentado. Pablo recoge el
abridor.
PABLO:
Tenía este vinito guardado. Vamos a brindar por el Es-
píritu Santo.
ANA:
No te burles, ¿eh?
PABLO:
Perdona, no quise molestarte. ¿No te parece que
ésta es una ocasión muy especial?
ANA:
Sí, sí me parece.
Pablo termina de abrir la botella y sirve dos vasos
de cartón. Le da uno a Ana y otro para él.
PABLO:
Bueno. Yo brindo por tu linda voz
Ana se sonroja un poco y brindan. Luego ríen un poco.
ANA:
Yo brindo por tu…
El guerrillero 2, el existencialista y Trini entran
haciendo ruido. Saludan y Pablo, medio sacado de onda, dice:
PABLO:
Qué tal… Les dicen los oportunos.
TRINI:
(A Ana con marcada ironía) Oye nena, ¡qué sólita…
y sin chaperón! Cuidado con este chavo…
(dirigiéndose a Pablo) es muy peligroso.
El existencialista se sienta en la mesa. El
guerrillero 2 desenrolla un poster del Frente
Sandinista de Liberación Nacional y lo muestra a Pablo
62. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 62
GUERRILLERO 2:
¿Qué te parece esta joyita? (A Ana) Me lo
trajeron de tu patria.
ANA:
¡Ojalá buscaran la paz!
EXISTENCIALISTA:
(Sin querer cortar la conversación, pero cortándola;
viendo la botella de vino con deseo y gorronería)¡Ah…
qué ven mis ojos!... (tomando la botella)… cosecha 77.
Sin pedir permiso se sirve un vaso de vino. Pablo y Ana se
miran algo sorprendidos. Pablo se levanta, toma la botella y
su plato.
PABLO:
Vente, aquí no se está en paz.
Mientras Ana se levanta para seguir a Pablo, el
existencialista, en sobreactuada actitud de ofendido y medio
burlón, dice a Pablo
EXISTENCIALISTA:
Óyeme, pero si yo he llegado en son de paz… qué irá a
pensar nuestra amiguita.
Ana se voltea medio preocupada, sin comprender la broma
ANA:
No… de verdad… si esta casa es tuya…
GUERRILLERO 2:
Y también tuya. Esta casa es de todos los que la
habitan y la visitan.
ANA:
Ah gracias.
TRINI:
(Con intención de molestar a Ana) Aquí todo… todo es de
todos.
63. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 63
Pablo y Ana entran al cuarto de Pablo.
XLIV.- CUARTO DE PABLO / INTERIOR / NOCHE
Pablo enciende una lámpara de luz tenue. Se coloca enfrente
de la única silla de tal manera que la oculta con su cuerpo;
le dice a Ana que si quiere sentarse. Ella no tiene otra
alternativa que sentarse en un borde de la cama. Pablo, en el
único asiento: un equipal.
PABLO:
A ver, y dime, ¿cómo quedaron las tortas?
Ana sonríe y antes de comer inclina la cabeza para dar gra-
cias.
ANA:
(Muy suave) Gracias te damos, Señor, por estos
alimentos, dales a los que no tienen. Gracias, Jesús.
Luego se persigna. Pablo la mira, analizándola. Ella
prueba la torta.
ANA:
Mmm. Está regia
PABLO:
Vaya, qué bueno… ¿oye, qué... tú siempre rezas antes de
cenar?
ANA:
Pues eso quisiera. Trato de dar gracias a Jesús por
todos mis momentos cotidianos.
PABLO:
¿No te parece que estás exagerando un poco?
ANA:
Por el contrario. El Señor me ha dado más cosas que
las que yo le he agradecido. ¿No te parece que habría
64. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 64
que agradecerle hasta por lo que hace por nuestros
semejantes?... Como la señora de la silla de ruedas.
PABLO:
¿De veras crees en milagros?
ANA:
No se puede dudar de ello. Lo de ahora ha sido
clarísimo. Además no hay de qué extrañarse. En la
Biblia está escrito que con fe puedes mover montañas,
curar enfermos… y no precisamente es que tú lo hagas por
tu propia fuerza, sino que a través de la fe, de creerlo,
el Espíritu Santo actúa, te usa como instrumento.
PABLO:
A mí no me gustaría pensar que sólo soy un títere de
Dios.
ANA:
Tal vez no puedas entenderlo ahora, pero si vieras
que yo sería más feliz en la medida de poder
abandonarme más, de dejar de ser yo, para que sea
el Señor quien actúe en mí. ¡Sería el títere más
feliz del planeta!
PABLO:
Pues en verdad no te entiendo bien… (Comen.
Transición) Oye… no te gustaría…
ANA:
¿Gustarme qué?
PABLO:
(Pablo se levanta, deja su plato en el suelo, da
unos pasos) Mira: Cómo te podría explicar… me parece
fuera de lo común… No… mejor dicho, es que no estoy
acostumbrado a eso…
ANA:
Anda, dime, ¿Acostumbrado a qué?
PABLO:
Pues a decir esas cosas.
ANA:
¿Te refieres a lo de Jesús?
65. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 65
PABLO:
No, no es eso.
ANA:
¿Entonces qué es?
Pablo se sienta junto a Ana, también en un borde de la
cama. La toma de los brazos y la mira a los ojos con
seguridad.
PABLO:
(Tomándola de los brazos) Mira Ana… me gustas mucho.
Ana se sonroja y lo sigue mirando. Con muchos trabajos le
contesta.
ANA:
Pues ahora sí… yo también… ¡Ay, qué difícil es esto!
PABLO:
(Medio preocupado) ¿Qué no te pasa lo mismo?
Ana sube la cabeza; lo mira y suavemente afirma con la cabe-
za. Pablo se acerca para besarla; cuando empiezan a besarse,
a ella se le cae el plato, sin querer y se separan. Ambos
ríen y después se abrazan. Pablo corresponde con otro beso.
XLV.- ESTANCIA DE LA COMUNA / INTERIOR / NOCHE
El existencialista se ha quedado leyendo a Sartre, mira su
reloj y se incorpora; deja su libro sobre la mesa y sale. Al
salir, lanza una mirada incrédula al guerrillero 1 que está
colocando el poster Sandinista en la pared. Por el otro
extremo, reingresa Trini con su cimbreante desplazamiento;
se queda viendo, con las manos en jarra sobre las caderas, y
las piernas un tanto abiertas en una especie de ángulo, el
poster que exhibe una leyenda: "En la montaña enterraremos
el corazón del enemigo"; en dicho cartel vemos, en primer
66. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 66
término, las suelas relucientes de un par de botas de
combate, clavadas en la tierra, como si perteneciesen a un
enorme guerrero caído. Trini contempla el poster, mira sus
botas y dice:
TRINI:
Están más padres las mías.
El guerrillero 1, al colocar las tachuelas que sostienen
el cartel, hace cierto ruido con el martillo, por lo cual
Trini, con la intención de siempre y mirando hacia la
habitación de Pablo, le dice:
TRINI:
(Al guerrillero 2) Puedes despertar a los angelitos.
Trini, a la vez, le hace cosquillas por la espalda; el
muchacho guerrillero se contorsiona.
GUERRILLERO 1:
(Con intención) Te corroe la envidia… a ver si me
ayudas…
El guerrillero 1 ha terminado de colocar las tachuelas;
ahora pasa sus manos extendidas sobre la superficie del
cartel; entran en cuadro las manos de Trini, que se
encuentran con las del guerrillero 1 en un roce que mucho
tiene de sensual. En off se escucha el diálogo siguiente:
GUERRILLERO 1:
¿Qué tal si me ayudas?
TRINI:
Te estoy ayudando, ¿no?
GUERRILLERO 1:
Yo digo… esta noche… Ah.
67. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 67
TRINI:
¿Qué me prometes?
GUERRILLERO 1:
Portarme bien…
TRINI:
(Con intención)¿Muy bien?
GUERRILLERO 1:
(Con doble intención) Requete bien…
TRINI:
Ahhh…
Las manos de los dos salen de cuadro después de ejecutar
ese rito carnal. Nos quedamos en el cartel, observando las
botas del guerrero caído.
XLVI.- CUARTO DE PABLO / INTERIOR / NOCHE
Ana y Pablo están medio recostados en la cama; se besan y
abrazan. Ana se separa con dulzura.
ANA:
… lo mejor es que nos calmemos.
PABLO:
¡Qué!... ¿No te gusto?
ANA:
¡Claro que sí!... pero es mejor que esperemos.
PABLO:
¿A poco crees en lo de la virginidad y esas cosas?
ANA:
¡Sí… sí creo!
PABLO:
Bueno, pues… (Se levanta enojado).
ANA:
No te pongas así. No es lo único que tiene una
relación. Pablo, mírame. Creo que si me empiezas a
68. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 68
amar, vas a ver que podemos encontrar cosas más
auténticas.
PABLO:
Pues, creo que… pues no sé, creo que eso es una
mochería.
Pablo se ha puesto de espaldas a ella. Ana se levanta algo
ofendida y se dirige a la puerta, mientras dice:
ANA:
Siento mucho que te hayas fijado sólo en eso.
Pablo se dirige a ella rápidamente y no permite que salga.
La toma con dulzura y energía a la vez.
PABLO:
Por favor… perdóname. No he querido herirte.
Ana no voltea, sigue ensimismada. Pablo le habla para cam-
biar su opinión; le habla con mucha franqueza.
PABLO:
Mira linda, no me he fijado sólo en eso. Me parece
que además te admiro por tu valentía y por tu
compromiso. Te quiero porque eres linda, porque me
encanta tu voz, porque eres inteligente y seria. Te
quiero por cosas más serias. ¿Sabes qué, Ana?
Ana voltea suavemente hacia él, pero aun no dice nada.
PABLO:
Creo que en el fondo estoy de acuerdo contigo… Pero
me he acostumbrado a llevar la contra en todo.
Pienso que también… (Le cuesta trabajo decir lo que
sigue; al fin lo hace) pues, podría ser bien bonito
que conservaras tu virginidad… (Con rapidez nerviosa)
No sé, estoy hecho bolas. Sólo quiero decirte que te
quiero respetar. Ya quita esa carita… ¿Si?... Te
quiero amar Ana.
Ana se convence y se abraza con mucha ternura.
69. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 69
ANA:
Yo también quiero amarte.
Siguen abrazados; luego Pablo se separa con suavidad.
PABLO:
Mira ya es tardísimo; mejor sería que te quedes,
ahora, aquí… (Ana hace un gesto de vacilación o duda,
ante lo cual, Pablo se adelanta y con sinceridad
añade)… Te prometo que nada va a pasar (El gesto de
Ana persiste). Si es por lo de Trini, no le hagas caso,
es una exagerada…
ANA:
No es por lo que dijo Trini, sino por la señora de
la casa…
PABLO:
Eso es lo de menos; le hablas por el teléfono de la
esquina…
ANA:
No tenemos teléfono.
PABLO:
Bueno… preocupada ya debe estar. Mañana se lo explicas
y listo… ahora, ponte cómoda en la cama, yo me quedo en el
suelo.
Sin esperar respuesta, Pablo sale. Ana, vacila un poco,
luego se decide; busca la pijama de Pablo; se viste para
dormir; se mete a la cama.
ANA:
Ya está… puedes pasar.
Pablo asoma la cabeza y dice:
PABLO:
(Medio juguetón) ¿Qué hace una desconocida en mi
cama? (Se acerca un poco a ella) Te voy a secuestrar.
Ambos ríen. Pablo apaga la luz; busca en un estante y
encuentra un cigarrito de mariguana; lo enciende.
70. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 70
PABLO:
(Ofreciéndole a Ana) ¿No quieres un toque?
ANA:
(Que ha reclinado, su cabeza, en la almohada, para
orar; se vuelve a Pablo) No, gracias.
En la semioscuridad enfatizamos el contraste y desnivel
de los cuerpos, pues Pablo se ha acostado; vemos la
serenidad de Ana y el nervioso punto rojo del cigarrillo de
Pablo.
ANA:
¡Prométeme que ya no vas a fumar!
Pablo titubea y sin decir palabra apaga el cigarrito. La
pantalla se oscurece.
XLVII.- CUARTO DE PABLO / INTERIOR / MAÑANA
Fade in lento sobre una de las ventanas que está iluminada por
el sol matinal. La cama está vacía y ya hecha. En el suelo,
Pablo duerme todavía. La puerta se abre; en silencio entra Ana
ya vestida y peinada. Trae dos pequeños desayunos en una tablita
de la cocina. Los deja en el suelo y se acerca a Pablo. Lo
besa en la frente.
ANA:
Pablini. Pablo, ya levántese flojito
Pablo, a medias despierto, le sonríe y bosteza con
discreción. Ana lo mira sonriente. Pablo se reincorpora y
recarga su espalda en el filo de la cama. Sonríe a Ana y le da
una mano. Los dos sonríen; enfatizamos la ternura de las manos
unidas, con sencillez, en oposición de las manos de Trini y del
guerrillero que, en la noche anterior, trazaron sobre el
poster una especie de rito carnal.
71. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 71
XLVIII.- SEGMENTO AUTÓNOMO CON ENCABEZADOS DE PERIÓDICOS MUNDIALES
Quiebra de los negocios de Don Miguel; baja de las
acciones; crisis en todas sus empresas; bancarrota de los
negocios nacionales en los que tiene intereses Don Miguel;
absorción por parte de las transnacionales.
Secuencia de encabezados de periódico; juego visual de
diferentes angulaciones, lentes, jerarquización de datos, etc.,
enfatizando, a veces, ciertas palabras; otras, todo el
encabezado; utilizando los acercamientos y los alejamientos
ópticos para crear un clima de creciente inseguridad e
intranquilidad; culminación en la ruptura de la economía de Don
Miguel, para desenlazar en una escena sin palabras en donde
vemos una junta de hombres de negocios; junta presidida por Don
Miguel, en un opulento salón cercado de cristales asépticos que
vuelven, a los personajes, muy lejanos e impersonales. Al
cerrarnos sobre el rostro derrotado de Don Miguel, concluimos
el segmento.
XLIX.- (SECUENCIA ALTERNA) RECAMARA DE LOS PADRES DE PABLO, CUARTO DE NANA
RITA Y LUGARES DE LA MANSION / INT / NOCHE
Nana Rita, con su mazo de barajas españolas, oficia el rito
de su "solitario" mágico, y subraya la presencia de las cartas
con las que tiene identificados a Don Miguel y a Rosario.
Los padres de Pablo en la recámara que ya conocemos,
enfrentan la crisis financiera, con diferentes actitudes:
Rosario, en la cama gemela que le corresponde, reza en bata de
dormir; Don Miguel, con el traje con el cual lo vimos en la
junta, mide sus pasos cortos, pero insistentes y nerviosos, la
habitación; lleva un brazo cruzado en la espalda; y, con la mano
libre, fuma, fuma y fuma…
72. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 72
Nana Rita, en su dormitorio, va ajusfando los anillos del
rito, las cartas de la brujería.
ROSARIO:
Descansa, Miguel… mañana podrás examinar mejor la
situación
DON MIGUEL:
¿Qué dirán ahora esos desgraciados que me deben tantos
favores?...
ROSARIO:
Olvídate del qué dirán los demás.
DON MIGUEL:
No puedo… les sigo viendo hinchados de satisfacción… esos
perros estarán listos a morder las manos que los han
alimentado… y esos inútiles de María y Pablo,
¡¿Qué?!... ¿Qué se puede esperar de ellos?
ROSARIO:
No puedes esperar más de lo que sembraste.
DON MIGUEL:
Déjate de sermones (para sí) Si no lo hubiese hecho…
(Casi, a Rosario) Si no hubiese invertido todo mi
capital en esas malditas acciones de Nueva York.
ROSARIO:
Pero ya lo hiciste.
DON MIGUEL:
Ya lo hice, lo hice y nunca me lo podré perdonar… ¿Qué
dirán ahora esos desgraciados que me deben tantos
favores?
ROSARIO:
Olvídate ya de eso.
DON MIGUEL:
No puedo… por fin me destruyeron.
ROSARIO:
No te han destruido… tienes vida, salud… tienes esta
casa; la podemos vender y comenzar otra vida más
modesta; es excesiva para nuestras necesidades.
73. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 73
DON MIGUEL:
¿Vender esta casa? (Indeciso) ¿Vender esta casa?...
Ahora vemos el rito de Nana Rita, en fragmentos, a veloci-
dad distinta; también en fragmentos de la residencia, en los
rincones, en los larguísimos y lujosos corredores, detrás de
los ventanales y jardineras, en los espacios de estar y en si-
tios que no reconocemos, siempre recortada por un fluir de nie-
bla o de sahumerio, siempre acompañada de un ruido entremezclado,
en bajo volumen, de lejanas cadenas, ayes torturados, impreca-
ciones, maullidos nocturnos y lastimeros, premoniciones: así
marcaremos la satanización de la casa, en un pacto entre ese lu
gar y la posesión que rompe cualquier límite terreno; un pacto
de malignidad hasta las últimas consecuencias.
L.- FACHADA/GARAGE DE LA MANSIÓN DE DON MIGUEL / EXT / NOCHE
Ese fluir de niebla o de sahumerio que ha acompañado al rito
satanizante de Nana Rita con respecto a la casa y a sus
moradores, cede.
La cámara recupera su visión normal para descubrirnos la
fachada imponente de la residencia. En ese viaje de
redescubrimiento de la fachada captamos, en un extremo, a
Manuel, quien acaba de colocar un cartel apropiado con la
leyenda "SE VENDE".
Entra en cuadro el flamante automóvil de Don Miguel, quien lo
conduce. Manuel acude a abrirle la puerta del garage. Don
Miguel, sin descender del coche, al cruzar por la puerta del
garage, se detiene y le dice a Manuel:
DON MIGUEL:
Como ya te dije, Manuel, apenas la casa se venda, te
doy tu indemnización.
74. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 74
MANUEL:
Gracias señor, aunque yo preferiría seguir con
usted.
DON MIGUEL:
Mejor regrésate a tu pueblo y ahí pones tu
carnicería.
Don Miguel vuelve a arrancar para dejar el coche más
adelante. Mientras, Manuel, dice para sí,
MANUEL:
A'í Dios dirá…
LI.- ESTANCIA DE LA COMUNA / INTERIOR / TARDE
Los muchachos de la comuna están en la estancia,
excepto el existencialista que sale de su cuarto con una
valija de viaje; los demás siguen sus quehaceres
habituales: unos viendo la T.V. con un programa especial
que transmite noticias sobre la situación de Nicaragua;
otros en sus tareas de estudios o en sus instrunientos; Trini,
acicalándose.
TRINI:
(Al existencialista) Apúrate que ya llego tu taxi
del aeropuerto.
El existencialista se detiene, y mira a su alrededor;
al notar que nadie le da importancia, les dice:
EXISTENCIALISTA:
Bueno, chavos, ahí nos vimos… suerte…
Abraza con cariño fraternal a Trini y le da un beso en
la mejilla.
TRINI:
Así que te nos vas a París… A lo mejor ahí te caigo…
de luna de miel…
75. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 75
EXISTENCIALISTA:
Órale… allí me escribes y… no chavos, adiós para
siempre.
PABLO:
Escribes de vez en cuando.
El existencialista, al ver el desinterés de todos, sale.
Afuera se escuchará el partir de un vehículo.
GUERRILLERO 1:
(Como resentido) Pinche existencialista… qué va a
hacer a París… desgraciado burgués.
TRINI:
Tú hablas así porque estás ardido… ya te viera yo en su
lugar.
GUERRILLERO 1:
Primero muerto.
GUERRILLERO 2:
¿Sabes qué, Trini?... La onda es otra. Hay que
quedarse con su pueblo, ¡aquí! ¡Hacer la revolución!
PABLO:
(Afinando su guitarra) Déjate de palabras… (Tararea
"Gracias a la vida")
TRINI:
(Con intención, a Pablo) ¿Y tú qué, amorcito?
Pablo no se inmuta y sigue tarareando la canción.
GUERRILLERO 1:
Esa canción debería, por ejemplo, dar gracias a la
lucha.
GUERRILLERO 2:
Claro, ¿qué es la vida sin lucha?
PABLO:
¿Y qué es la vida sin una fuerza de la que provenga?
76. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 76
TRINI:
En estos últimos días tu filosofía me molesta, San
Pablito…
GUERRILLERO 1:
(Adelantándose a la respuesta de Pablo) (A Trini) ¿Y
cuándo te nos casas, mi querida burguesa?
PABLO:
(Al guerrillero 1) No le hables así a tu futura
patrona.
GUERRILLERO 1:
¿Patrona, ésa? ¡Mangos! Nosotros también nos vamos.
Esa frase termina por marcar un silencio absoluto. Nadie
vuelve a hacerse caso; sólo se escucha el incansable rumor de
la televisión.
LII.- TIENDA/TRASTIENDA EN MANAGUA EXTERIOR - INTERIOR DÍA
El tendero está cumpliendo sus obligaciones habituales;
arregla, despacha, etc. Lo vemos pero no lo oímos; su actitud
es bondadosa, cordial. Levanta la vista y mira, pensativo, a
través del cristal de la vitrina, el paso pausado de un pesado
camión de guerra de la Guardia Nacional de Nicaragua, repleto de
soldados armados con metralletas. A lo lejos, en distintas
direcciones, circulan tanques, policías armados que cruzan en
veloces motocicletas, ambulancias con las sirenas despiertas,
soldados a pie, agentes represivos de andar remolón, vestidos
de civil, que caminan y se mezclan con inocentes ciudadanos
que cruzan aprisa.
Un ciudadano entra a la tienda y platica con el tendero; no
oímos los parlamentos, pero las actitudes de los dos
demuestran una situación de inminente peligro. (Tal vez,
podría ser la "Subjetiva" de uno de los "orejas" o agentes).
77. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 77
El ciudadano sale, ha comprado una mercancía pequeña; se
pierde a distancia, en sentido inverso al de los agentes a
pie; sin embargo, un agente llama a un motociclista. Muy al fondo
vemos su detención y captura.
El tendero cierra la puerta del establecimiento, aunque no
sea la hora rutinaria de hacerlo; queda dentro del
establecimiento muy pensativo; luego, se dirige a la
trastienda.
Afuera, el panorama de creciente peligro va en aumento
pues, aparte de los signos externos, se empieza a escuchar
tableteo de las ametralladoras y explosiones lejanas que se
van acercando más y más.
LILI.- CUARTO DE ANA / INTERIOR / NOCHE
Disolvemos de la anterior secuencia. Ana termina de leer la
carta en la que sus padres le han relatado el clima de tensión
que persiste en Nicaragua.
A la luz de la lámpara que ya conocemos, Ana termina de leer
los últimos renglones: "Cuídate, hijita, que nuestro Señor Je-
sucristo esté siempre contigo. Tus padres te aman."
Ana cierra la carta y queda pensativa, un tanto preocupada,
pero en la seguridad del Señor.
De repente, mira el reloj y algo parece preocuparle más. Se
levanta y mira por la ventana que da a la calle. Al no ver lo que
está buscando, regresa y da unos pasos por el cuarto, algo
nerviosa.
LXV.- ESTANCIA DE LA COMUNA / INTERIOR / NOCHE
Sentados, en la mesita de la estancia de la comuna, Pablo y
Manuel platican; tienen una botella destapada y a medio
vaciar; vasos de cartón y botanas; la actitud de los dos, por
78. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 78
lo que dicen y como lo dicen, nos lleva a establecer que están
eufóricos, con una exaltación que proviene del licor que están
bebiendo.
No es necesario escuchar ciertas expresiones o vocablos; el
hecho de perderlos o de oírlos como semiborrados van a ayudarnos a
transmitir esa sensación de embriaguez. Los dos ríen con
cierto nerviosismo.
MANUEL:
Ah, qué Pablito éste.
PABLO:
… y con lo que mi padre te pague vas a poner tu car-
nicería, ¿no? (brindan) Por tu carnicería.
Siguen bebiendo. Pablo prende un cigarro de mariguana y
después sube el volumen del tocadiscos con "Gracias a la
vida".
PABLO:
Esta canción me recuerda. . . me recuerda a mi amor…
MANUEL:
Pues llévala a la cena…
PABLO:
(Pensativo)… la última cena… (ríe para ocultar sus
profundos sentimientos)(de pronto, como recordando
algo, salta de su asiento) ¡Se me había olvidado!...
¿Qué hora es?... Tenía una cita con mi amor.
Manuel lo calma con ciertos gestos y le ayuda a sentarse.
"Pablo con necedad, se levanta y se dirige rápidamente a su
cuarto.
PABLO:
(Al zafarse de Manuel) ¡Déjame ir a ver el reloj!
MANUEL:
¡Híjoles, Pablito, ojalá no te mande al diablo!
79. Los Amantes de la Nueva Alianza – Guión cinematográfico 79
Pablo se mete al cuarto bamboleándose, con su cigarrito de
mariguana entre los dedos.
LV.- CUARTO DE PABLO / INTERIOR / NOCHE
Pablo entra al cuarto, con el cigarrito de mariguana en la
mano, medio distraído y preocupado; entra bamboleándose. Ya
adentro, después de haber dado unos pasos, descubre a Ana, de
espaldas, que está sentada en la cama, con la cabeza recargada
sobre sus manos, inclinada, en una actitud que podría ser de
oración. Pablo se ha detenido; la mira, sin poderse detener
fijamente en el suelo.
PABLO:
¿Otra vez orando?... ¿A qué hora llegaste que ni me di
cuenta?
Ana no contesta, no se mueve. Pablo se le acerca; se hinca
junto a ella. Trata de levantarle la cara; ella no se deja.
PABLO:
¿Qué te pasa?
Pablo logra levantarle la cabeza y vemos a Ana; cuyos ojos
están cubiertos de lágrimas. Al verla, Pablo no sabe qué
decir. Se siente culpable; aunque no ha recordado que trae el
cigarrito de mariguana entre los dedos. El humo le llega a
Ana.
ANA:
(Llorosa) Quítame ese cigarro de aquí.
Pablo, con cierta dificultad en su andar, va y apaga el
cigarro en el cenicero. Se acerca a Ana y vuelve a
arrodillarse.