3. Lo correcto por sobre lo bueno
Importancia de la figura del otro
Relevancia de la persona
Primacía del bien común
Énfasis de la democracia participativa
4. La ETICA DISCURSIVA está más cerca de las posiciones
liberales que de las posiciones comunitarias.
Pareciera que la ETICA DISCURSIVA es una posición
intermedia entre el universalismo y el particularismo, pero no es
así.
5. Surge en los años 60 y cobra fuerza en los 70.
En los 80 irrumpe en el debate filosófico y tercia entre las
posiciones del Liberalismo y el Comunitarismo.
6. La Etica Discursiva quiere volver a traer el tema ético a la
esfera de lo público.
Busca saber cómo pueden llegar a justificarse racionalmente
las decisiones éticas, sin que por ello las decisiones del
ámbito privado pierdan validez.
Se busca la reconexión de lo público y lo privado que la
democracia liberal ha separado para protegerse de la
extinción socialista de lo privado.
7. Habermas ha afirmado que: “La racionalidad estratégica
es parasitaria de la racionalidad comunicativa”.
La validez universal debe buscarse mediante un discurso
libre de violencia, amenazas o coacciones.
Ésta es un idea regulativa que permite reducir al mínimo
la violencia metafísica, los efectos del poder.
Se trata de excluir toda fuerza persuasiva que exceda la
argumentación meramente racional.
8. Jürgen Habermas:
El discurso, la comunicación lingüística se mueve en tres
mundos diversos que corresponden a diversas pretensiones:
Mundo subjetivo >>> veracidadMundo subjetivo >>> veracidad
Mundo objetivo >>> verdadMundo objetivo >>> verdad
Mundo social >>> rectitud moralMundo social >>> rectitud moral
9. La expresión lingüística tiene, por tanto, tres pretensiones de
validez.
Los problemas de la verdad y la rectitud moral se plantean sólo
en las referencias objetiva y social, no en la subjetiva. Allí no
tiene cabida una pretensión tal.
Según Habermas, Rorty cometería el error de querer remitir
toda conversación a la esfera de la subjetividad.
10. La expresión lingüística tiene, por tanto, tres pretensiones de
validez.
Los problemas de la verdad y la rectitud moral se plantean sólo
en las referencias objetiva y social, no en la subjetiva. Allí no
tiene cabida una pretensión tal.
Según Habermas, Rorty cometería el error de querer remitir
toda conversación a la esfera de la subjetividad.