Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
Debe permitirse la práctica de la eutanasia en casos de enfermedad terminal
1. A26. EL COMERCIO VIERNES 7 DE NOVIEMBRE DEL 2014
Opinión
“El Ejecutivo debe impulsar una reforma tributaria y laboral en serio”.
Editorial de El Comercio El paquete que necesitamos / 7 de octubre del 2014
EDITORIAL
¿La cuarta es la vencida?
El nuevo paquete reactivador es un paso adelante, pero se pudo ir más lejos.
HUMOR PROFANO EL TÁBANO
La palabra de Humala
El miércoles por la noche, el ministro de
Economía, Alonso Segura, anunció
que el Consejo de Ministros ya había
aprobado el cuarto paquete reactiva-dor.
Así, el gobierno espera, en pala-bras
del ministro, ayudar a “reenganchar la eco-nomía”
a través de una propuesta que se divide
en cuatro componentes: reducción de tramito-logía,
estímulo al consumo, cambios laborales y
cambios tributarios.
En lo que toca a la reducción de la tramitolo-gía,
hemos tenido una buena noticia, pues entre
las medidas que se debatirán en el Congreso se
estaría creando una certificación ambiental in-tegrada.
Hoy, a los estudios de impacto ambien-tal
(EIA) les sigue un largo período de obtención
de una serie de permisos. Con la certificación
integrada, el gobierno busca que, al menos ini-cialmente,
los EIA incluyan ya 12 de estas auto-rizaciones
(entre ellas, por ejemplo, permisos
de agua y de Osinergmin), lo que haría que –de
funcionar como espera el gobierno– conseguir
todo lo anterior demore siete meses en lugar de
tres años. De concretarse, esta medida podría en
efecto agilizar muchísimos proyectos mineros,
de hidrocarburos, hidroeléctricos y de infraes-tructura,
solo por dar algunos ejemplos. Además,
ha sido un acierto proponer fortalecer el Servicio
Nacional de Certificación Ambiental para las In-versiones
Sostenibles (Senace) otorgándole ma-yor
presupuesto y capacidades, pues será la enti-dad
encargada de este procedimiento.
Para incentivar el consumo,
por otra parte, el gobierno busca
inyectar directamente dinero a
la economía. Para ello, ya ha es-tablecido
–mediante un decre-to
de urgencia publicado ayer–
que se destinará, por única vez,
aguinaldos extraordinarios de S/.300 para 1,7
millones de funcionarios públicos y de S/.100
para los programas Juntos y Pensión 65. A esto,
que se espera que, sin ser significativo, sí tenga
un impacto a corto plazo aumentando el con-sumo,
se le ha sumado la decisión del Ejecuti-vo
de otorgar dinero adicional para que desde
el gobierno se ejecuten pequeñas obras que se
iniciarán en lo que queda del año y en el primer
trimestre del 2015. Así, el Ministerio de De-sarrollo
e Inclusión Social ha recibido S/.400
Esta semana, Ollanta Humala –en lo
que no fue, ni mucho menos, un inten-to
de desviar la atención de los posibles
pero negados nexos del prófugo Mar-tín
Belaunde con el Ejecutivo– le envió
una carta al presidente del BCR, Julio Velarde.
En esta le solicitaba, con amabilidad, que recon-sidere
el aumento de sueldo que le otorgó el di-rectorio
de esta institución.
El señor Humala, por supuesto, se esmeró a lo
largo de la carta en demostrar su más profundo
respeto por la institución, pues, aunque enfati-zó
“su profundo desacuerdo con esta decisión”,
agregó también que “respeta” su “autonomía” y
firmó manifestando sus sentimientos de “espe-cial
consideración”. El consejo, en todo momen-to,
era más bien amical.
Agradecemos, junto con el presidente Hu-mala,
que el señor Velarde haya reconsiderado y
TIBIO
El Ejecutivo pecó de
tímido en su propuesta
porque no contaría con
el apoyo político para ir
más allá.
- MariO MOlina - - DaMita De HierrO -
bajado su sueldo. Acción que, dicho sea de paso,
nadie ve como una respuesta a presiones injeren-cistas
del gobierno, sino solo como el resultado,
pongamos, de una meditación inducida, eso sí,
por el presidente.
Ojalá estas cartas se vuelvan costumbre; así
el Ejecutivo podrá funcionar como conciencia
moral del BCR, lo que, reiteramos, no es lo mis-mo
que injerir. La próxima semana sugerimos se
venga una misiva sobre cómo hacer para que el
dólar baje; mientras más valga el sol, después de
todo, más contentos los corazones de los votan-tes,
perdón, de los peruanos...
¿Debe perMitirse la práctica De la eutanasia en casOs De enFerMeDaD terMinal?
Estado laico y eutanasia Rendirse o luchar
- óscar suMar -
Abogado
- luis sOlari De la Fuente -
Ex presidente del Consejo de Ministros
Hace pocas semanas, el Caso
Brittany Maynard ha pues-to
de nuevo sobre el tapete
la discusión sobre si la euta-nasia
para pacientes con en-fermedades
terminales debería ser per-mitida.
En general, la asistencia para el
suicidio representa un dilema moral. Para buena
parte de la población, nuestra vida le pertenece
a Dios. Por lo tanto, la propia persona no puede
disponer de su vida como si fuera una cosa. Acep-tando
esto, surge la pregunta: ¿El Estado debería
involucrarse en el problema?
Desde el punto de vista filosófico, no es una
pregunta zanjada –ni lo será jamás– si el Estado
debería involucrarse o no (es decir, cuán “neu-tral”
debería ser). Desde el punto de vista legal,
sin embargo, nuestra Constitución nos consagra
como un Estado laico. Para el propio Tribunal
Constitucional, “según el principio de laicidad,
el Estado se autodefine como laico o ente radi-calmente
incompetente ante la fe y la práctica
religiosa, no correspondiéndole ni coaccionar ni
siquiera concurrir, como un sujeto más, con la fe
religiosa de los ciudadanos”.
La fe o la moral cristiana no son, pues, los
fundamentos de la prohibición de la eutanasia.
¿Cuál es, entonces, el fundamento? Desde un
punto de vista más pragmático, el Estado, mu-chas
veces, influye en decisiones que considera
que los individuos realizamos en contra de nues-tros
propios intereses. Nuestro derecho a decidir
está aparejado a nuestra habilidad para tomar
decisiones racionales. En algunos casos –debi-do
a deficiencias permanentes o temporales en
nuestro razonamiento– somos incapaces para
tomar dichas decisiones.
Si una persona está cerca de tomar la decisión
de suicidarse, podemos presuponer vá-lidamente
que está en un estado mental
distinto al ordinario, sujeto a un estrés
particular que podría nublar su razona-miento.
¿Quisiéramos que estas perso-nas
tomaran dichas decisiones “en ca-liente”
o que lo pensaran dos veces? Creo
que la mayoría estaría de acuerdo con que es más
deseable que estas personas pudieran pensar
más antes de decidir suicidarse.
Sin embargo, asumiendo también que el sui-cidio
no asistido es una alternativa a la eutanasia,
¿cuál de las dos nos deja en una mejor posición
para lograr que las personas piensen mejor su
decisión? Sin duda, la eutanasia. Si opta por esta
alternativa, la persona deberá consultar a un es-pecialista
antes de tomar una decisión sobre su
vida. La prohibición de la eutanasia impide que
algunas personas piensen mejor su decisión. Des-de
este punto de vista, prohibir la eutanasia, antes
que jugar a favor de la racionalidad, juega en con-tra.
Siendo que la falta de racionalidad es la razón
para la intervención del Estado en primer lugar, el
resultado en este caso es contradictorio.
Fuera de lo dicho, es difícil pensar en el sui-cidio
como una decisión irracional en todos los
casos. Las personas tenemos miedo a la muerte
y consideración por nuestros seres queridos. Si
una persona decide quitarse la vida, en muchos
casos tendrá una buena razón para hacerlo.
En el caso específico de una persona con una
enfermedad terminal –o su familia–, difícilmen-te
podríamos pensar que esta decisión se tomará
de manera irrazonada. Teniendo esto en cuenta,
la regulación (en lugar de la prohibición) de la
eutanasia –para que se realice en condiciones se-guras
y compatibles con su importancia– parece
una alternativa más adecuada.
Deborah Britting, Phil Bau-mann,
Tracey Schoettelkotte
y Brittany Maynard fueron
diagnosticados de glioblas-toma
multiforme estadio IV,
tumor cerebral de alta malignidad.
Deborah Britting fue tratada con ciru-gía,
terapia de protones de intensidad modulada
y quimioterapia oral. Recuperada, continúa las
evaluaciones del ensayo clínico.
Phil Bauman fue tratado con dos cirugías y el
virus Delta-24-RGD, que diseminado en las cé-lulas
tumorales las obliga a “devorarse” a sí mis-mas.
Con un tratamiento convencional le dieron
14 meses de sobrevida. Con el tratamiento vía vi-ral
lleva 35 meses bien.
A Tracey Schoettelkotte le dieron tres meses de
vida. Consultó con el equipo adecuado y recibió
cirugía, radioterapia convencional y quimiotera-pia.
Relata cómo diez años después contemplaba
a su hijo de 9 años abrir sus regalos de Navidad, di-ciéndose:
“Soy una mujer afortunada”.
Brittany Maynard escogió ser sometida a eu-tanasia.
¿Por qué las tres primeras personas de-cidieron
vivir y la última morir? Simplemente
tuvieron esperanza y confiaron en ellas y en sus
familias. Tracey relata cómo el neurocirujano
oncólogo la miró a los ojos y le dijo: “¿Está usted
lista para pelear la pelea?”. Sin dudar, ella res-pondió:
“¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!”.
¿Por qué Brittany respondió reiteradamente:
“¡No!, ¡no!”, si la medicina moderna en su país ha
demostrado tener recursos para tratarla? De su vi-deo
del jueves 30 de octubre puede interpretarse
que aún no había descubierto el valor unitivo del
sufrimiento en la vida personal y familiar.
En mis cuarenta años de egresado como mé-dico
he atendido –con los oncólogos– a muchos
pacientes con tumores y he visto el impac-to
que han tenido los momentos más di-fíciles
en ellos y en sus familias. ¿Devas-tados?
No, nunca. Unidos como jamás
imaginarían que estarían unidos.
Inclusive no creyentes me han conmo-vido
imborrablemente. Recuerdo al ateo
que, ante la inminencia de la muerte, me pidió
ser bautizado. Fui su padrino. No falleció.
O aquel amigo que fue diagnosticado de en-fermedad
tumoral, con sobrevida de tres a cinco
años. Surgieron nuevos tratamientos y estuvo
con su familia 12 años más. No se lo llevó el cán-cer,
sino otra causa. Nunca “tiró la toalla”. Siem-pre
se levantaba y regresaba a la “pelea”.
Todos –menos Brittany– tenían inscrito en lo ín-timo
de su ser que el derecho a la vida no es disponi-ble
por nadie, menos por uno mismo. Por eso está
moral y socialmente condenado el suicidio y pena-do
matar. Tenían inscrito en su corazón que la vida
no es un “solo yo”, sino que la vida es un “nosotros”.
Me llamó la atención que al final del video
Brittany diga: “Ahora no parece el momento in-dicado”
y que continuara con un video de una or-ganización
proeutanasia, con un muy visible link
que solicitaba donaciones. Más llamó mi aten-ción
lo “producido” del video de Brittany, y que al
final invitara a ir a la web del Fondo de Brittany,
en la cual es inevitable dirigir la mirada hacia
donde está su link que solicita donaciones.
Lamentablemente, Brittany cumplió su anun-cio.
Ahí siguen los links en las mismas páginas,
solicitando donaciones, penosamente no para
dirigir a pacientes a las opciones modernas de
tratamiento y hacia la vida, sino para guiarlos a la
negación de sí mismos y hacia la muerte.
No se enfrentan ni se ganan batallas rindién-dose;
se enfrentan y se ganan luchando.
millones y el sector Educación S/.200 millones
adicionales. El éxito de este desembolso de di-nero
dependerá, sin embargo, de la capacidad
que tengan ambos sectores para gastarlo, pues
de nada servirá si lo mantienen paralizado.
En lo que toca a las medidas tributarias y la-borales
que se presentarán al Congreso, las más
esperadas en todo el año, tenemos
que, en general, se ha ido en la di-rección
correcta; sin embargo, no
se ha tratado de una reforma pro-funda
que vaya a lograr un impac-to
verdaderamente significativo
en el PBI en los próximos meses.
El ministro Segura ha afirmado que se ha pro-puesto
reducir a cero el arancel que se aplica a la
importación de insumos, medida que se suma a
la ya vigente reducción a cero del arancel para la
importación de bienes de capital. Si bien así se es-tará
reduciendo costos de producción y mejoran-do
el clima para hacer negocios, lo ideal hubiese
sido ir más lejos: por ejemplo, una reducción al
Impuesto a la Renta, que incentivaría verdadera-mente
el consumo y volvería el país más atractivo
para la inversión.
Acerca de las medidas laborales, el gobierno
ha anunciado la creación de un régimen especial
para promover la contratación de menores de 24
años, que incluirá medidas como el reembolso a
las pequeñas y medianas empresas de los costos
de seguridad social que estos trabajadores le sig-nifiquen
e incentivos fiscales por su capacitación.
Aunque esto será positivo en el mediano y largo
plazo, nuevamente sentimos que no se trata de
una reforma de fondo. Si queremos que el Perú
sea un país más atractivo para los negocios, es im-perante
abaratar la contratación, flexibilizando,
por ejemplo, el régimen de despidos y reducien-do
los sobrecostos laborales. Recordemos cómo
siete de cada diez peruanos siguen trabajando
en la informalidad y cómo la actual regulación
está pensada solo para favorecer a una minoría
privilegiada a costa de la exclusión de la mayoría
de trabajadores que se ven forzados a laborar sin
ningún tipo de protección legal.
Lo más seguro es que el Ejecutivo haya pecado
de tímido en su propuesta porque sabe que no con-taría
con el apoyo político para ir más allá. Lo cual,
entre otras cosas, lamentablemente restringe las
posibilidades de todo el país de salir adelante.