La tarjeta sanitaria individual se ha convertido en un documento clave para el acceso a la asistencia sanitaria y en una herramienta de gestión. Se ha desarrollado una base de datos de población protegida por el Sistema Nacional de Salud que recoge información sobre los ciudadanos y permite la movilidad entre comunidades autónomas y el acceso a la historia clínica digital. Esta base de datos ofrece datos útiles para la planificación de recursos y la evaluación del sistema.