El documento resume la distinción que hace Benjamin Constant entre la libertad de los antiguos y la de los modernos. La libertad de los antiguos se centraba en la participación política directa pero implicaba una sujeción completa del individuo. La libertad de los modernos prioriza la libertad individual a través de un sistema representativo que protege derechos civiles como la propiedad y expresión. Constant defiende que ambos tipos de libertad pueden coexistir sin interferirse.