El documento define la alegoría como una representación artística o literaria que simboliza ideas de manera generalmente consciente mediante la personificación. Menciona que las alegorías se usaron ampliamente en la antigua Grecia, Roma, la Edad Media y los períodos renacentista y barroco. Algunas alegorías comunes son la Abundancia, la Equidad, la Eternidad y la Riqueza. En la Edad Media, las alegorías aparecían en la decoración escultórica de iglesias representando virtudes
1. Instituto Universitario Nacional del Arte
Departamento de Artes del Movimiento
Historia Socio Cultural del Arte
Cátedra de Daniel Sánchez
Definición de Alegoría, según Juan Eduardo Cirlot
CIRLOT, Juan Eduardo: (1968) Diccionario de símbolos, Barcelona, Ed. Labor, 1969.
Alegoría: Representaciones gráficas o artísticas, imágenes poéticas y literarias;
simbolización [representación] generalmente consciente de ideas hechas, basada en la
personificación. Se comprende, pues, dado el intenso antropoformismo de la civilización
griega, que en ella tuvieran las alegorías una amplia función (durante el helenismo) que
luego paso a Roma y, por los poetas latinocristianos y los bizantinos, a la Edad Media. Las
alegorías fueron muy usadas durante todos esos tiempos y también, o más aún, en el
Renacimiento y en el Barroco, llegando, puede decirse, a nuestros tiempos. Aunque no son
símbolos, se basan en cierto material simbólico, o lo incluyen, y pueden tener repentinas
“resurrecciones” desde su pétrea situación de semiverdades. Se ha dicho que el símbolo da
la imagen (y la emoción) de una forma superior de realidad, mientras la alegoría, por el
contrario materializa –aunque sea estéticamente- ideas abstractas, virtudes, etc., de modo
más bien convencional. La Alegoría se hallaría en el extremo opuesto respecto del símbolo,
en situación parecida a la del signo convencional. Desde el lado histórico y humanista, con
todo, posee un valor mucho más considerable. Siendo las figuras humanas impotentes para
representar tantas abstracciones como se deseara alegorizar, hubo que recurrir al atributo
(objeto característico, ser, incluso ambiente, que se asocia a la personificación en modo
constante).No podemos hacer aquí una historia de la alegoría, sólo citaremos que, entre los
griegos, la mitología cita como “divinidades alegóricas” a la Fortuna, la Venganza, la Libertad,
la Ocasión, la Fama, la Paz, el Trabajo, la Noche, la Muerte.
Las alegorías más frecuentes son: la Abundancia, la Equidad, la Eternidad, la
Riqueza, la Buena Suerte, la Clemencia, la Concordia, la Felicidad, la Fe, la Fortuna, la
Alegría, el Honor, la Indulgencia, la Justicia, la Liberalidad, la Libertad, la Paciencia, la Paz, el
Pudor, la Salud, la Seguridad, la Esperanza, la Fecundidad, la Victoria, la Virtud. Cuernos de
la abundancia, alas, armas, palmas, la balanza, etc. Seguramente no bastarían para que las
alegorías así tratadas fueran identificables, pero el epígrafe las explica En la Edad Media
podemos hallarlas en la decoración escultórica de iglesias; en la catedral de Amiens
aparecen: la Caridad, la Esperanza, la Desesperación, etc. (vicios y virtudes), expresados
más por acciones que por atributos.
En el ocaso de la Edad Media y hasta el romanticismo, las alegorías, con los
emblemas, formaron parte de la decoración pictórica y también de la ornamentación
ocasional con objeto de “entradas” de príncipes en ciudades u otros hechos solemnes.