2. Tony Garnier fue un
arquitecto y
urbanista francés que
nació en Lyon en
1869 y creció en el
barrio de la Croix-
Rousse
3. Le caracterizaban la utilización funcional del hormigón, los
amplios ventanales, los inmuebles integrados en zonas
ajardinadas y las terrazas-jardín, así como una atenta mirada
a la luz, la vegetación, la ventilación y la higiene.
Su deseo era el construir un mundo donde la humanidad, la
naturaleza y los objetos convivieran en completa armonía.
No tuvo mucha suerte en sus inicios como arquitecto y
urbanista ya que sus obras no fueron muy acogidas, e incluso
de le llegó a considerar un utópico debido sobre todo a sus
propuestas de redistribución de las ciudades donde centraba
todo interés en las necesidades sociales.
4. Una de sus grandes obras fue la denominada “Ciudad
Industrial” en la que Garnier volcó todos sus empeños por
mejorar la convivencia humana y el bienestar, y supondría
un gran influencia para los que, posteriormente, decidirían
dar solución a la distribución de las ciudades.
A sus obras les llevaría mucho tiempo ser aceptadas y
reconocidas, pero sin duda Garnier seria considerado
como una de las grandes aportaciones del Modernismo.
6. La idea de Ciudad Industrial, que supondrá un avance en el
planeamiento urbanístico moderno, atiende a las principales
funciones de la ciudad: la producción, las viviendas y la
sanidad en cuanto a la organización de la ciudad se refiere.
Se define como un espacio público y organizado donde sus
35000 habitantes se pueden acomodar y aboga por un uso de
ladrillos y hormigón para edificios y la introducción del cristal en
las cubiertas.
Tiene en cuenta:
- una exhaustiva distribución de las áreas de trabajo y viviendas
- una separación entre industrias limpias y aquellas con más
riesgo
- proporcionar zonas verdes que puedan controlar los gases
nocivos.
11. Las ideas de Garnier se vieron motivadas en parte por el
surgimiento de agrupaciones de obreros y mujeres
trabajadoras en su ciudad natal. Coincide con la
aparición de grandes mentes que trataron de defender
los intereses y derechos sociales, como Emilio Zola que lo
hacía a través de escritos y panfletos y que ofrecía como
respuesta al conflicto entre clases (altos cargos y obrera)
un socialismo no autoritario, lo cual se verá reflejado en la
distribución de la ciudad industrial propuesta por Garnier y
que tratará de compatibilizar con las necesidades
materiales y morales del ser humano.
En el modelo de Ciudad del que se habla había una clara
división en ocupaciones: entretenimiento, administración,
cultura, escuelas, lugares de encuentro…