2. LA LIBERTAD
¿Qué es la libertad?
Es la facultad o capacidad del el ser humano de
actuar o no actuar siguiendo según su criterio y
voluntad. Libertad es también el estado o la
condición en que se encuentra una persona que no
se encuentra prisionera, coaccionada o sometida a
otra.
Se utiliza esta palabra para referirse también a la
facultad que tienen los ciudadanos de un país de
actuar o no actuar siguiendo su voluntad siempre que
este dentro de lo que establece la ley.
3. EL VALOR DE LA LIBERTAD
La libertad se considera un derecho del ser humano y
también un valor. Aparece en diversos ámbitos como
en la Filosofía, Religión, Ética y Moral.
El tema de la libertad y 'ser libre' forma parte de la
naturaleza humana, aunque no existe una libertad
absoluta, ya que las personas se ven condicionadas
por sus propias capacidades y el entorno.
Se suele aceptar que la libertad individual se debe
ejercer con respeto y responsabilidad moral.
A pesar de que se trata de una de las características y
derechos fundamentales del ser humano, la libertad en
muchos casos se ve condicionada por factores
externos que impiden la realización de la persona.
4. LIBERTAD DE EXPRESIÓN
La libertad de expresión es un derecho fundamental del ser
humano consistente en la capacidad de difusión libre de
información e ideas por distintos medios.
En algunos casos, la libertad de expresión se ve condicionada
por determinados factores como la difusión de cierto tipo de
contenidos en determinados contextos.
Por ejemplo, ciertos contenidos difundidos en televisiones en el
llamado 'horario infantil' están prohibidos por ley en algunos
países. En esta línea, la apología de la violencia o la incitación
al odio está penalizada en muchos países.
En algunos lugares, este derecho no existe y la difusión de
determinada información o de opinión está fuertemente
controlada y en ocasiones castigada por ley, especialmente en
países no democráticos.
Este derecho aparece reflejado en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, en el artículo 19. La libertad de prensa
o libertad de imprenta es una forma de libertad de expresión.
5. Libertad religiosa
La libertad religiosa o libertad de culto es un derecho
fundamental del ser humano consistente en la capacidad de
elegir libremente su religión, de no elegir ninguna (irreligión), o
de no creer o validar la existencia de un Dios (ateísmo y
agnosticismo) y ejercer dicha creencia públicamente, sin ser
víctima de opresión, discriminación o intento de cambiarla.
Este derecho aparece reflejado en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, en el artículo 18. indica: Toda persona
tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de
religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión
o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o
su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como
en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la
observancia.
6. La verdad¿Qué es la verdad?
La verdad es la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos
con la realidad. La palabra, como tal, proviene del latín verĭtas, veritātis.
En este sentido, la verdad supone la concordancia entre aquello que
afirmamos con lo que se sabe, se siente o se piensa. De allí que el
concepto de verdad también abarque valores como la honestidad, la
sinceridad y la franqueza.
Asimismo, la verdad se refiere a la existencia real y efectiva de algo, es
decir, a la realidad, a la existencia concreta en el plano de los hechos.
Por otro lado, como verdad se denomina todo aquel juicio o proposición
que no puede ser refutado racionalmente. En este sentido, la verdad es
lo opuesto a la falsedad, a la mentira.
7. Como verdad, por otro lado, también
podemos referirnos a la fidelidad a una idea,
a la convicción absoluta de su justicia y su
certeza. Por ejemplo: “Mi verdad es la Iglesia
católica y la palabra del Señor”.
Una verdad, por otra parte, es una expresión
clara, dicha resueltamente y sin adorno,
con que se reprende o se corrige a alguien:
“María le cantó sus cuatro verdades a Juan”.
8. La caridad
Es la tercera y más importante de
las virtudes Divinas enumeradas por San
Pablo (1 Cor, 13,13), usualmente llamada
caridad y es definida como: hábito
divinamente infundido, inclinación de
la voluntad del hombre a amar a Dios por
Sí mismo sobre todas las cosas y
al hombre por el amor a Dios.
9. La definición realza las características principales de la caridad
1- Su origen, por infusión divina: “el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.” (Rom. 5,5).
Es, por lo tanto, distinto de y superior a la inclinación innata o el hábito
adquirido de amar a Dios en el orden natural. Los teólogos (v. Teología)
concuerdan al decir que es infundida junto con la gracia santificante, con la
cual está íntimamente relacionada ya sea por identidad real, como algunos
sostienen o, de acuerdo a una idea más común, por medio de una
emanación connatural.
2- Su morada es la voluntad humana. Aunque a veces la caridad es
intensamente emocional y frecuentemente reacciona sobre nuestras
facultades sensoriales, reside propiamente en la voluntad racional, un hecho
que no deben olvidar aquellos que la hacen una virtud imposible.
10. 3- Su acto específico, es decir, el amor de benevolencia y amistad. Amar a Dios es desearle
todo honor, gloria y todo bien; y esforzarnos, en la medida que podemos, obtenerlo para Él. San Juan
(14,23; 15,14) enfatiza el rasgo de reciprocidad que hace de la caridad una auténtica amistad del
hombre con Dios.
4- Su motivo, es decir, la bondad Divina o amabilidad tomada absolutamente y como dada a conocer
a nosotros por la fe. No importa si esa bondad es vista en uno, o varios, o todos los atributos Divinos,
sino que en todos los casos, nos debemos adherir a ella, no como una fuente de ayuda o premio
o felicidad para nosotros mismos, sino como un bien en sí mismo, infinitamente (v. infinito) merecedor
de nuestro amor, en este único sentido, Dios es amado por Sí mismo. Sin embargo, la distinción de
los dos amores: concupiscencia, la cual incita la esperanza; y benevolencia, la cual anima la caridad,
no deben ser forzadas a un tipo de exclusión mutua, pues la Iglesia ha condenado repetidamente
cualquier intento por desacreditar las obras de la esperanza cristiana.
5- Su alcance: Es decir, ambos, Dios y el hombre. Mientras solo Dios es todo amable, puesto que
como todos los hombres, por gracia y gloria, ya sea que realmente comparten o al menos son
capaces de compartir la bondad divina, se deduce que el amor sobrenatural (. orden sobrenatural)
más bien los incluye que excluye, de acuerdo a Mateo 22,39 y Lucas 10,27. Por lo tanto, una y la
misma virtud de la caridad concluyen en ambos, Dios y el hombre, en Dios principalmente y en el
hombre secundariamente.
11. La Caridad, junto a la Esperanza y la Fe es una
de las virtudes teologales que consiste en amar
a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo tal
como a nosotros mismos. En tanto, se llama
virtud teologal a aquel hábito que la inteligencia
y la voluntad poseen como don divino y que le
permite al hombre participar de alguna manera
de la naturaleza divina.
Por tanto, la misma resulta ser un concepto
sumamente importante dentro de la religión
cristiana y para quienes la profesan. De acuerdo
al Cristianismo la caridad se hace humana
cuando Jesús le dice a los Apóstoles que se
amen los unos a los otros como el los ha
amado. En tanto, la Biblia a través de San
Pablo, vehículos de la palabra de Dios, brindan
algunas características de cómo debería ser la
auténtica caridad: es paciente, servicial, no
conoce de envidia, nunca se jacta de nada, no
es engreída, no tiene intereses, es decorosa,
descarta el mal y tiende a la verdad.
12. Por otro lado, la palabra también se usa para referirse al sentimiento
que impulsa a los seres humanos a ser solidarios con sus semejantes.
Cuando por ejemplo se sucede una catástrofe natural como ser un
terremoto y como consecuencia de este miles de personas quedan sin
hogares, sin pertenencias y totalmente a la deriva, se suele apelar a la
caridad que normalmente los seres humanos tenemos para que cada
cual desde su lugar y con lo que pueda ayude a esas personas que se
han quedado sin nada. De por sí y más allá de las religiones, los seres
humanos solemos ser caritativos cuando alguna circunstancia límite
como la descripta se sucede. Organización de colectas, celebración
de festivales de música que tienen el objetivo de recolectar fondos
para paliar las necesidades de las víctimas suelen ser las muestras
más recurrentes de caridad humana.
14. Las personas tienen el derecho y deber de poder desarrollarse, pero
necesita la ayuda de los demás para poder lograr esto.
Esa ayuda puede ser económica, institucional, legislativa y de
pequeños grupos sociales.
15. Este principio se impone porque toda persona, familia, y
cuerpo intermedio tiene algo de original que ofreces a la
comunidad.
Todas la sociedades superiores deben de ponerse en
actitud de ayuda para el desarrollo de otras personas.
16. La aplicación del principio de subsidiaridad es
muy útil para el quehacer estatal, pues se
trata de trabajar en equipo con los particulares
colaborando para el desarrollo integral y por
etapas; por ejemplo, en las zonas más
alejadas del país, el Estado debe invertir para
mejorar los caminos de acceso a la ciudad
llevando luz, agua.
17. Se trata de uno de los principios más largamente
repetidos y propios de la enseñanza de la Iglesia
católica ya tratado en la que se considera la
primera encíclica de temas sociales, la Rerum
novarum
18. La participación
Va de la mano con la principio subsidiaridad y consiste en que un
ciudadano debe participar en diferentes tipos de actividades
contribuyendo a la economía, a la vida cultural, social y política a la
comunidad que el pertenece.
19. La participación en la vida comunitaria es uno de los
pilares más fuertes, ya que en ella las personas se
relacionan mutuamente y forjan mejores sociedades.
20. Algunos ejemplos de buenas prácticas de los principios
de la participación ciudadana:
Cuando juntos, autoridades y ciudadanía, asumimos
corresponsablemente la necesidad de dar respuesta
a la problemática de nuestra comunidad.
Tenemos responsabilidad social si hacemos cosas
en beneficio común.
Somos solidarios al tomar parte en actividades que
permitan, entre todos, resolver los problemas
comunes.
Practicamos la tolerancia al escuchar y respetar las
opiniones de los demás.
21. PRINCIPIO DE LA JUSTICIA
La justicas es el ejercicio de reconocer a los demás como personas, es
un principio moral que inclina a obrar y juzgar siguiendo la verdad
dando a cada quien lo que le compete. Por encima de todo, las
cosas deben ser justas y con igualdad.
22. La justicia social va de la mano con la
dimensión mundial, es donde entran los
siguientes aspectos: políticos, sociales y
económicos. Busca plenamente la
verdad y ser equitativos en todo nuestro
contexto, ser justo es actuar con el valor
de la solidaridad, la solidaridad consiste
en dar sin esperar nada a cambio, no
solo se hace con las personas que nos
rodean, sino también con países vecinos,
etc.
23. De ninguna manera se puede hablar de caridad cristiana sin que
exista justicia. Ésta es la primera exigencia de la caridad.
En este sentido es necesario que la justicia esté acompañada y
vivificada por la caridad. Ambas garantizan el bien común y el
desarrollo integral de las personas.
25. La solidaridad se envuelve en un criterio
de fuerza ética y moral haciendo que la
conciencia humana resista de un modo
inimaginable ante los desafíos que
enfrenta una sociedad en el día a día.
La solidaridad es una virtud humana,
que de algún modo es raíz de todas las
virtudes sociales.
26. La persona solidaria, es aquella que
manifiesta o expresa un interés y un espíritu
de ayuda por los demás. Esta persona,
trasciende las barreras del mero interés, y
supera los límites de las buenas intensiones.
Su espíritu desinteresado hace que este en un
constante esmero en servir al otro intentando
siempre ser efectivo, aunque las dificultades
sean una limitación en su camino. Sin
embargo estas dificultades, no son un límite
para su espíritu de emprendedor y de ayuda
27. también es una verdadera y propia virtud moral, no
un sentimiento superficial por los males de tantas
personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la
determinación firme y perseverante de empeñarse
por el bien común; es decir, por el bien de todos y
cada uno, para que todos seamos verdaderamente
responsables de todos
28. El hombre es solidario en la medida
en que es social por naturaleza.
29. Elementos de solidaridad
Justicia hacia
la parte más
desfavorecida
en los
contratos y en
las
estructuras.
Caridad
cristiana
hacia las
necesidades
de cualquier
especie.
30. La solidaridad se nutre de la virtud cristiana de
la caridad. Es el amor entregado y
desinteresado a los demás.