El documento describe la historia del libro y las bibliotecas en la Edad Media. Durante la Alta Edad Media, los monasterios eran los principales centros de producción de libros, donde los monjes copiaban manuscritos en pergamino usando técnicas como la iluminación y las miniaturas. En la Baja Edad Media, las universidades y catedrales tenían importantes bibliotecas y surgieron bibliófilos privados como Lorenzo de Médici. La cultura islámica también tuvo un papel significativo en la difusión del