2. • Desde el punto de vista de la comunicación, la colaboración propicia que se genere un
lenguaje común, pues se establecen normas de funcionamiento grupal y se disminuye el
temor a la crítica y a la retroalimentación, con esto disminuyen también los sentimientos de
aislamiento y gracias a ello puede darse una mejora de las relaciones interpersonales entre
personas de diferentes culturas, profesiones, etnias, etc.
• Genera una interdependencia positiva, abarcando las condiciones organizacionales y de
funcionamiento que deben darse al interior del grupo. Los miembros del equipo se necesitan
unos a otros y confían en el entendimiento y éxito de cada persona.
• Estimula habilidades personales y de grupo al permitir que cada miembro participante
desarrolle y potencie las habilidades personales y grupales como: escuchar, participar, liderar,
coordinar actividades, realizar seguimiento y evaluar.
3. • La “construcción y organización de los grupos” es un punto clave para su posterior
funcionamiento: debemos asegurarnos de que los participantes no sólo desarrollen las
actitudes y valores adecuados para el trabajo colaborativo, sino que también reconozcan y
tengan en cuenta sus propios procesos internos. Es importante reconocer y hacer los ajustes
necesarios en función del proceso. Es conveniente garantizar un periodo de adaptación y
habituación a la dinámica en grupos. Los participantes deben adquirir seguridad y autonomía
en su funcionamiento.
• Se recomienda trabajar con equipos pequeños, pudiendo estar estos entre los tres y cinco
participantes.
• El trabajo en grupo colaborativo supone un ritmo de aprendizaje diferente al aprendizaje
individual. A la hora de temporalizar un curso basado en estrategias metodológicas
colaborativas no sólo deberemos tener en cuenta la dificultad de las actividades propuestas,
sino también el tiempo que cada grupo necesita para organizarse, tomar decisiones y llegar a
acuerdos. Además cada grupo puede llevar un ritmo de trabajo diferente, por lo que
deberemos ser flexibles cuando establezcamos un calendario de fechas límite para presentar
las tareas. Sin obviar esta flexibilidad, hay que decir que es conveniente tener previsto este
calendario para facilitar también la organización interna de los grupos.