En este manual que consta de un documento conceptual sobre como potenciar la alimentación como base de la producción ganadera y de tres módulos-guía se delinean algunos de los aspectos de los sistemas silvopastoriles y reflejan inevitablemente la experiencia de los autores y su competencia en el tratamiento de estos temas.
3. 2
Autores
Rodrigo Molano.
Fredy Aguilar.
Juan Carulla.
Germán Afanador.
Departamento de Producción Animal
Universidad Nacional de Colombia
Revisión textos
Héctor Jose Anzola Vázquez, Fedegán- FNG
Camilo Arias Uscátegui.
ISBN 978-958-8498-30-0
Bogotá, junio de 2011
4. 3
PREFACIO ................................................................................................................................................... 5
FACTORES PARA POTENCIAR LA ALIMENTACIÓN COMO BASE DE LA
PRODUCCIÓN GANADERA .................................................................................................................. 7
1. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................... 7
2. FUNDAMENTOS Y CONCEPTOS DEL COMPONENTE NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN ..... 7
3. FACTORES A POTENCIAR CON LA ALIMENTACIÓN ..................................................................... 8
3.1. La eficiencia energética de los procesos de producción ganadera ............................. 10
3.2. Aspectos biológicos de la fertilización .................................................................................. 10
3.3. Aspectos biológicos de la ganadería extensiva y semi-extensiva ............................... 12
4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CONSULTADAS ............................................................................ 13
5. TERMINOLOGÍA USADA EN LOS MÓDULOS .................................................................................. 13
MÓDULO 1.
Sistemas de alimentación, generalidades de los requerimientos nutricionales asociados
al consumo de materia seca y a los sistemas de producción de carne y leche bovina
1. PRESENTACIÓN ........................................................................................................................................ 16
2. LOS SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN DE BOVINOS EN COLOMBIA ........................................... 16
3. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LAS TENDENCIAS DEL MERCADO
DE LA LECHE Y CARNE ........................................................................................................................... 17
3.1. Mercado de la leche sus tendencias y consideraciones sobre el sistema
de alimentación ............................................................................................................................. 18
3.1.1 Sistemas de alimentación y sólidos (proteína y grasa) en la leche ................. 19
3.1.2 Sistemas de alimentación y valor agregado en la producción primaria ....... 20
3.2. Mercado de la carne, sus tendencias y consideraciones sobre el sistema
de alimentación ............................................................................................................................. 21
3.2.1 Sistemas de alimentación y valor agregado en la producción primaria ...... 22
3.2.2 La suplementación estratégica en sistemas de alimentación en pastoreo ... 22
4. GENERALIDADES DE LOS REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES EN BOVINOS .................... 23
4.1. Requerimientos energéticos de los bovinos ....................................................................... 23
4.2. Requerimientos de proteína de los bovinos ........................................................................ 25
4.3. Requerimientos de minerales de los bovinos ..................................................................... 27
4.3.1 Los requerimientos de Ca ................................................................................................ 29
4.4. La suplementación de minerales ............................................................................................. 29
5. EL CRECIMIENTO DE LOS BOVINOS: FACTOR ESTRUCTURAL DEL CONSUMO
DE MATERIA SECA ................................................................................................................................... 31
5.1. La condición corporal para la valoración del crecimiento normal .............................. 33
5.1.1 Calificación de la condición corporal ......................................................................... 33
5.1.2 Condición corporal y producción bovina .................................................................. 35
5.1.3 ¿Cuándo evaluar la condición corporal? .................................................................... 36
5.2. Tamaño del animal, peso corporal y consumo potencial de materia seca .............. 37
5.2.1 Efecto de la producción de leche y la fase de lactancia sobre el consumo
de materia seca potencial ............................................................................................... 41
5.2.2 Efecto de las condiciones climáticas sobre el consumo potencial de
materia seca ......................................................................................................................... 43
CONTENIDO
5. 4
5.3. Ingestión relativa de materia seca .......................................................................................... 43
5.3.1 Calidad de la pastura ...................................................................................................... 43
5.3.2 Aspectos prácticos del consumo de bovinos en pastoreo ............................... 44
6. BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................................... 48
MÓDULO 2.
Definición de los sistemas de producción bovina de acuerdo al recurso
genético animal y a la oferta forrajera
1. PRESENTACIÓN ....................................................................................................................................... 50
1.1. Cálculos para el tamaño del hato y su composición ........................................................ 50
1.2. Cálculo de los requerimientos de energía metabolizable ............................................. 51
2. EL INVENTARIO DE LAS PASTURAS DISPONIBLES ....................................................................... 53
MÓDULO 3.
Balance nutricional a nivel empresarial, planeación forrajera y oferta
tecnológica regional
1. PRESENTACIÓN ....................................................................................................................................... 56
2. ADAPTACIÓN A LA VARIABILIDAD ESTACIONAL DE DISPONIBILIDAD DE FORRAJES .... 56
2.1. Presupuestos ganaderos ............................................................................................................ 57
2.1.1 Fortalezas ............................................................................................................................ 57
2.1.2 Debilidades ........................................................................................................................ 57
2.1.3 Oportunidades ................................................................................................................. 57
2.1.4 Amenazas ........................................................................................................................... 57
2.2. El uso de las tendencias del clima ........................................................................................... 58
3. ESTÁNDARES DE ALIMENTACIÓN Y BALANCE NUTRICIONAL A NIVEL EMPRESARIAL .. 58
3.1. Aforos de las praderas ................................................................................................................. 59
4. OPTIMIZACIÓN DE LOS SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN PARA LA PRODUCCÓN
DE LECHE Y CARNE ................................................................................................................................ 62
6. 5
La producción ganadera bovina es una
actividad empresarial extremadamente
competitiva que abunda en retos y opor-
tunidades y que requiere de los mejores
actores sociales y económicos para al-
canzar retribuciones financieras y desa-
rrollos personales para un proceso de
mejoramiento continuo. La empresa ga-
nadera es un negocio que organiza, com-
bina y reorganiza diferentes actores de
las cadenas productivas y los recursos
naturales tales como: la tierra, la ener-
gía solar, la precipitación, la irrigación,
los microorganismos, las plantas y los
animales, con la producción de alimentos
para los animales, el uso de fertilizantes
y químicos, la provisión de energía eléc-
trica y mano de obra, las habilidades y
destrezas del manejo productivo, el co-
nocimiento desarrollado en Ciencia Ani-
mal, la provisión de capital para la com-
pra de equipos, la provisión de recursos
financieros y en conjunto una dinámica
global para producir carne, leche, pieles,
coproductos y subproductos.
La naturaleza esencial de la producción
de bovinos en Colombia tiene un carác-
ter ancestral con cambios marginales
hasta la década pasada, momento en
donde la gestión empresarial adquirió re-
levancia y fue orientada hacia el negocio
con cambios continuos y dramáticos en
la visión de producción de carne y leche
en un contexto de mercado y de produc-
ción con calidad total. En este escenario
se distinguen dos tipologías de producto-
res, la primera con actividades a escala
y desarrollos de procesos de integración
vertical y horizontal y con tasas de retor-
no a la inversión, comparables con pro-
cesos industriales. En la otra categoría,
los pequeños y medianos productores
con negocios familiares y tasas de retor-
no importantes y competitivas sobre el
capital. Los primeros tipos de empresa-
rios trabajan sobre el negocio de la gana-
dería, mientras los segundos realizan su
gestión dentro de la ganadería. Algunos
tipos de productores tienen un carácter
dual, ya que gestan sus decisiones a es-
cala, pero mantienen un contacto conti-
nuo con la realidad productiva de peque-
ñas y medianas empresas ganaderas.
En cualquier sistema de alimentación, las
actividades que conducen a la conversión
del alimento determinan que un sistema
de manejo de la producción debe ser im-
plementado para convertir el alimento
en un producto incorporado al mercado
y con unos ingresos relevantes para el
productor. En algunos casos, estos pro-
cesos de conversión se segmentan hacia
el desarrollo de empresas de servicios
de producción de ensilajes, henos, suple-
mentos estratégicos, núcleos energéti-
cos, núcleos proteicos, aditivos alimen-
ticios, etc . En la actualidad el potencial
de estas actividades tiene un carácter
incremental en la medida que la indus-
tria bovina tiende a ser más intensiva. En
cualquier circunstancia, los mecanismos
de conversión del alimento están rela-
cionadas con: las actividades de los di-
ferentes tipos de animales, la estructura
de los hatos por edad, sexo y número y
los sistemas usados para reemplazar los
animales en reproducción. En este punto
se distinguen en las empresas ganaderas
colombianas dos tipos de sistemas: el de
ciclo completo que genera sus propios
reemplazos y el ciclo abierto que adquie-
re los reemplazos en el mercado.
Existen tres grandes categorías de sis-
temas de alimentación: el pastoreo con
sus capacidades de carga o alguna forma
de uso de la pradera a través del movi-
miento regular de los animales hacia la
pradera o fuera de ella; el uso de henos,
ensilajes, residuos de cosecha, cereales,
raciones mezcladas y la compra parcial
o total de alimentos concentrados. Las
oportunidades para explotar los anima-
les bajo nuevos o diferentes sistemas de
alimentación son valiosas desde el punto
de vista productivo, porque es un área
donde se reflejan las mayores ganancias
en rentabilidad. En consecuencia, el uso
eficiente de los recursos alimenticios es
el factor clave para asegurar una renta-
bilidad de la empresa ganadera, tanto
en el sistema de pastoreo como en la
PREFACIO
7. 6
producción confinada o industrial. Para
asegurar un uso eficiente del alimento
se debe propender por acciones como
una temporada de partos, un mayor con-
trol del pastoreo, la segregación de los
grupos por edades, el uso de comederos
que reduzcan el desperdicio, entre otras.
De otra parte, la suplementación estra-
tégica es crítica durante el último esta-
do de la gestación, los ciclos tempranos
de lactancia y el destete. La cantidad y
calidad de la materia seca producida y
utilizada por hectárea es la clave para la
rentabilidad de los sistemas de pastoreo.
En este manual que consta de un docu-
mento conceptual sobre como potenciar
la alimentación como base de la produc-
ción ganadera y de tres módulos –guía
se delinean algunos de los aspectos
descritos y sus contenidos reflejan ine-
vitablemente la experiencia de los auto-
res y su competencia en el tratamiento
de los sistemas de alimentación bovina .
El modulo uno trata los sistemas de ali-
mentación, generalidades de los reque-
rimientos nutricionales asociados al con-
sumo de materia seca y a los sistemas
de producción de carne y leche bovina. El
modulo 2 la definición de los sistemas de
producción bovina de acuerdo al recurso
genético animal y a la oferta forrajera y
el modulo 3 el balance nutricional a nivel
empresarial, planeación forrajera y ofer-
ta tecnológica regional.
8. 7
La alimentación de los bovinos se carac-
teriza por un ambiente de precios com-
petitivos, en el marco de una economía
globalizada y con diferentes alternativas
y expectativas de los productos en los
consumidores, mostrando en la actuali-
dad un escenario de reto en la gestión
tecnológica nunca antes visto para las
cadenas de producción. En este escena-
rio es necesario incorporar tecnologías
disponibles y económicas que permitan
mejorar la eficiencia bio-económica del
proceso productivo y mantener una fron-
tera competitiva para la carne y la leche.
Los componentes de los sistemas de
producción ganadera (genética, nutrición
y alimentación, y salud productiva) es-
tán interrelacionados y por consiguiente
deben ser analizados simultáneamente
como efectos integrados, con el objeto
de evaluar diferentes alternativas y so-
luciones de un componente en particular,
sobre la producción en sistemas de pro-
ducción de leche, carne y doble propósi-
to. La eficiencia de producción de carne
y leche bovina es función de factores tra-
dicionalmente investigados y analizados
en el campo de la nutrición, la genética,
las ciencias asociadas con la producción
de forraje, la economía de la producción
y el mercado. Se reconoce entonces, una
gama amplia de procesos de intercambio
y de interacciones complejas, que ha-
cen que la competitividad de la produc-
ción ganadera no sea consistentemente
óptima en un nicho o conglomerado de
producción. Por ejemplo, en un hato dife-
rentes tipos de individuos tienen reque-
rimientos disímiles de nutrientes para
crecimiento, reproducción y producción
de leche. Estos interactúan a nivel de
la población y de la empresa, en donde
se hace necesario describir los procesos
productivos a través de funciones fisioló-
gicas en algunos casos y en otros, aso-
ciados con el análisis de vías metabólicas
que producen agregados en las caracte-
rísticas finales del producto, de acuerdo
a las expectativas de los consumidores.
En consecuencia, la descripción de un
sistema de producción bovina y especí-
ficamente del componente de nutrición y
alimentación, requiere de la definición de
elementos referenciales a nivel del indi-
viduo, el hato, la microrregión, la región
natural y el país. En este documento se
analizan los factores referenciales que
potencializan la alimentación como el
componente estructural de la competi-
tividad de las empresas ganaderas, los
cuales son el marco orientador de las
guías para implementar el Plan de Ali-
mentación para la ganadería bovina Co-
lombiana.
En Colombia la mayoría de las empresas
ganaderas fundamentan la producción en
el uso de pasturas, por lo tanto es crítico
el manejo nutricional cuantitativo de los
animales en pastoreo y en ese sentido
es importante conocer la gran variedad
de recursos disponibles y su capacidad
de consumo para establecer un escena-
rio realista de los niveles de producción
de carne y leche esperados. El consumo
de alimento en pastoreo es afectado por
una gran gama de variables que incluyen
la cantidad y distribución espacial del fo-
rraje disponible, la cantidad y calidad del
forraje ingerido, el costo energético al
cultivarlo y la ponderación de los meca-
FACTORES PARA POTENCIAR LA ALIMENTACIÓN COMO
BASE DE LA PRODUCCIÓN GANADERA
Autor: Germán Afanador-Téllez, MVZ, M.Sc, Ph.D, Director Departamento
de Producción Animal, Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia,
Universidad Nacional de Colombia.
1. INTRODUCCIÓN
2. FUNDAMENTOS Y CONCEPTOS DEL COMPONENTE
NUTRICION Y ALIMENTACIÓN
9. 8
nismos de balance entre un consumo de
materia seca potencial y el consumo real.
La energía disponible en una pastura, va-
ría con las condiciones de pastoreo que
incluyen la disponibilidad de materia seca
(ton MS/ha) y su digestibilidad que a su
vez afectan la energía usada durante la
ingestión, la distancia recorrida para co-
sechar el alimento, la distribución de los
puntos de suministro de agua, el estado
del tiempo, la topografía y las interaccio-
nes que se derivan en conjunto de todos
estos factores. Un elemento crítico, es
cómo se cubren los requerimientos ener-
géticos de mantenimiento en condiciones
de pastoreo, comparado con animales
de confinamiento, ya que en situaciones
excepcionales el gasto energético por
pastorear podría alcanzar del 10 al 20%
de este requerimiento, mientras en con-
diciones críticas de ladera puede llegar al
50%, si se tiene en cuenta que el animal
recorre grandes distancias para alcanzar
las estaciones de pastoreo o el agua. En
contraste, el pastoreo rotacional en sis-
temas de lechería y carne especializada
administra uno a dos veces al día forraje
fresco y el animal debe recorrer cortas
distancias para cosecharlo, dependiendo
de la densidad de carga de la franja.
Un sistema de alimentación en pastoreo,
requiere también, identificar y definir pro-
cedimientos económicos para proveer
los requerimientos de proteína de los ani-
males. El bajo contenido de proteína cru-
da de las praderas tropicales durante el
periodo seco, reduce las tasas de creci-
miento de los animales jóvenes, extiende
el tiempo de pubertad y de primera mon-
ta, y afecta el comportamiento reproduc-
tivo y la lactancia en animales maduros.
En estas circunstancias, los productores
deben manejar un cierto nivel de certi-
dumbre de la respuesta a la suplementa-
ción de nitrógeno no proteico (NNP) y de
proteína en términos de tipo y cantidad,
de su capacidad para ser degradada en
el rumen y la de proveer proteína digesti-
ble a nivel del intestino delgado. La res-
puesta a recursos de nitrógeno no-pro-
teico como la urea tiende a ser mayor en
animales en confinamiento, que en ani-
males en pastoreo y en general los bene-
ficios de la suplementación, se reducen
en pastoreo en el objetivo de corregir las
pérdidas de peso corporal y mejorar la
supervivencia de animales en condicio-
nes muy críticas de calidad de la pastura,
más que en promover las ganancias de
peso corporal o aún de mantener el peso
corporal. Un método común y efectivo
para suministrar urea es mezclarla con
melaza. La melaza provee carbohidratos
rápidamente fermentables y suministra
los requerimientos de azufre que pueden
ser complementados con la inclusión de
P suplementario en la propuesta alimen-
ticia. La adición de 30 g de urea/kg de
melaza es una concentración que puede
ser suministrada a la mayor parte de los
animales, cuando poco o ningún alimento
está disponible con movimientos que se
estiman en 35-70 g de N procedente de
la urea por día.
La producción ganadera en Colombia
recrea un escenario complejo de gestión
tecnológica y empresarial que requiere
de la construcción de modelos de pro-
ducción ajustados y validados a una rea-
lidad, donde el componente más crítico
es la alimentación. Estos procesos per-
miten visualizar aspectos tan importan-
tes como la optimización del objetivo de
la producción (carne, leche, carne-leche),
estimar los efectos de los cambios en las
disponibilidades de recursos alimenticios
y su influencia sobre la producción final,
ganar conocimiento y cerrar las brechas
en torno a las relaciones con otros com-
ponentes como: la genética, la epidemio-
logía, la economía, etc.
Los sistemas de producción de bovinos
se estructuran a partir de relaciones
causa-efecto simples, como el fenotipo
de la progenie como una función de los
fenotipos de los padres, los requerimien-
tos nutricionales como una función del
peso corporal y el valor de las canales
como una función de la alimentación y de
su medición a nivel del matadero. La pro-
ducción de nutrientes, particularmente la
3. FACTORES A POTENCIAR CON LA ALIMENTACIÓN
10. 9
producción de forrajes debe contemplar
las especies de gramíneas y legumino-
sas, los efectos del pastoreo, la interac-
ción entre el consumo de materia seca y
las características del crecimiento de las
pasturas y la utilización por el animal.
De otra parte, diferentes genotipos y
cruces muestran indicadores diferencia-
les en la fertilidad, la longevidad, la pro-
ducción de leche, el tamaño adulto de las
vacas y las características de crecimien-
to de las progenies, las cuales afectan
en general la eficiencia del uso de los re-
cursos alimenticios. Los diferentes pesos
corporales óptimos al sacrificio sugieren
como alternativa el uso de vacas peque-
ñas y grandes toros en sistemas de cru-
zamiento con el objeto de maximizar la
producción de carne, por unidad de ener-
gía consumida. De tal forma, que la se-
lección por tamaño adulto y producción
de leche, no necesariamente conduce a
un incremento en la eficiencia productiva
y si plantea una interacción entre el ta-
maño referencial adulto y el sistema de
alimentación, basado en los ingresos ne-
tos parciales (Long, et al., 1975). Mien-
tras ganaderías con altos pesos adultos
producen los mayores ingresos en con-
diciones intensivas de producción, se
observan pequeñas diferencias en los in-
gresos entre vacas pequeñas medianas y
grandes bajo condiciones extensivas de
pastoreo. Los cruces de vacas pequeñas
con toros grandes producirían los mayo-
res ingresos, independiente del sistema
de alimentación (Fitzhugh, et al.,1975).
Los sistemas ganaderos tropicales, ba-
sados en el uso de pasturas, se caracte-
rizan por su baja productividad. La baja
calidad y el pobre manejo de los suelos,
la explotación de praderas nativas, el
bajo potencial genético de los animales
limitan la productividad de las praderas.
Sin embargo, es evidente que las tasas
de pariciones se pueden incrementar
hasta en un 50% en praderas no fertili-
zadas, cuando se suplementan con sales
mineralizadas. De otra parte, praderas
fertilizadas y bien manejadas proveen
suficiente fósforo al tejido vegetal para
cubrir los requerimientos de este mineral
en diferentes categorías de animales en
pastoreo, reduciendo los costos eleva-
dos de esta suplementación en las sales
mineralizadas. En este contexto también
se puede entender que un sistema de
producción extensiva de 580 has en ga-
nado de carne, produce alrededor de $12
millones por año, mientras una cifra si-
milar se podrá alcanzar en una extensión
de 50 hectáreas, con un sistema con una
carga intensiva, durante la fase de aca-
bado . En ganado de leche, ingresos de
$12 millones pueden ser observados en
explotaciones de 400 ha a nivel extensi-
vo y de solamente 15 ha a nivel intensivo.
En consecuencia, los altos costos de pro-
ducción, los períodos tan largos de retor-
no a la inversión y las debilidades en la
definición de los sistemas de producción
pueden definir un imaginario y una idea
errónea del éxito de la ganadería como
La dinámica de la función, objetivo de producción, refleja la importancia de establecer
prioridades en el diseño y formulación de los sistemas de alimentación y de su manejo
en condiciones prácticas. Estas prioridades en el proceso de decisión se pueden agru-
par en las siguientes áreas:
a) Relaciones entre la nutrición y el nivel de alimentación, el comportamiento hormonal
y la precocidad en los ciclos de crecimiento y estro de las novillas y de las vacas.
b) La eficiencia energética en la deposición de grasa, el mantenimiento y su moviliza-
ción por utilización durante el ciclo de vida de la hembra.
c) La variabilidad genética en los patrones de crecimiento, la influencia del plano nu-
tricional y el desarrollo del proceso de crecimiento compensatorio.
d) Los efectos de la temperatura ambiente, la humedad relativa, la composición cor-
poral y el estado fisiológico sobre los requerimientos de nutrientes.
e) Los efectos de las enfermedades a nivel subclínico sobre el crecimiento, la repro-
ducción y la longevidad de los individuos y los hatos.
11. 10
La eficiencia energética no solo depende
de las características genéticas, sino de
otras variables como las características
biológicas, la mano de obra y otros so-
brecostos por unidad de leche o carne
producida; que a su vez, dependen del
tamaño del animal y de otros factores
asociados al entorno productivo. La ca-
pacidad de carga es un indicador de efi-
ciencia del proceso de pastoreo y de la
producción de materia seca de la pastu-
ra. El pastoreo rotacional permite que la
pastura sea más eficientemente pasto-
reada, reduciendo las pérdidas de follaje
típicamente observadas en condiciones
de carga moderada y en suelos de alta
fertilidad. El manejo de la alimentación
permite acelerar la velocidad de creci-
miento y la producción de leche. Si este
incremento en la productividad produce
una inmediata eficiencia energética, de-
pende de la aceleración de los procesos
productivos de una parte y de los costos
de mantenimiento de otra.
¿Cómo esta mayor eficiencia energética
afecta la salud, fertilidad y longevidad
del animal? ¿Cómo estos incrementos
sucesivos en producción incrementan los
costos de producción en el corto y largo
plazo? Cuatro factores dan respuesta a
estos interrogantes: el animal, el mane-
jo nutricional y alimenticio y la eficiencia
de producción a largo plazo. La eficiencia
energética es la relación entre el diseño
de un producto animal para el mercado y
la energía requerida para producirlo. En
los sistemas ganaderos, como se ha in-
dicado, los productos carne y leche son
diseñados de acuerdo a las expectativas
de los consumidores y en concordancia
con unas categorías de energía para pro-
ducirlo; sin embargo, este balance tiene
que ser asociado a una rentabilidad, por
ejemplo, una vaca de 400 kg de peso cor-
poral puede producir leche con una efi-
ciencia energética similar que una vaca
de 600 kg, siendo la rentabilidad mayor
para la de menor peso corporal.
Los pastos tropicales de corte responden
de una manera relevante a la fertilización
de compuestos (relación 3-1-2), (450 kg-
ha-año de N, 150 de P y 300 de K), en
la mayoría de las situaciones, aunque las
relaciones y cantidades deben ser ajus-
tadas de acuerdo a las características
del suelo y a los análisis de la planta. El
costo del fertilizante y el valor del forra-
je que será fertilizado son los principales
factores que determinan cuanta carne y
cuanta leche podrán ser producidos. La
cantidad óptima de fertilizante aplicado
a las pasturas o a los pastos de corte de-
penderá de muchos factores, entre ellos
la decisión de utilizar una fertilización or-
gánica (gallinaza, pollinaza o porquinaza).
En predios donde el costo de la tierra es
alto, el forraje adicional producido puede
tener una más alta rentabilidad en um-
brales superiores de fertilización, compa-
rado con la adquisición adicional de tie-
rra, para suplir la demanda de biomasa
forrajera de la empresa, especialmente
si los suelos tienen muy poca fertiliza-
ción natural, lo cual es común a las con-
diciones tropicales. Una mayor cantidad
de fertilizante puede ser usado produc-
tivamente cuando el régimen de lluvias
es adecuado y cuando se asegura que la
textura del suelo permite usar el forraje
eficientemente. La respuesta a los ferti-
lizantes puede realizarse en el contexto
de los requerimientos de forrajes, de tal
3.1 La eficiencia energética de los procesos
de producción ganadera
3.2 Aspectos biológicos de la fertilización
una empresa rentable, cuando es practi-
cada bajo esquemas de integración ver-
tical y horizontal a escala. La definición
de indicadores de producción de leche y
carne por hectárea por año, mostrarían
unos umbrales de transición hacia la
competitividad con retornos económicos
estables. En este sentido, la efectividad
de los sistemas ganaderos esta relacio-
nada con la interacción de la nutrición y
alimentación con innumerables factores
genéticos y ambientales; así como tam-
bién factores fisiológicos y económicos.
12. 11
forma que una alta aplicación incrementa
la disponibilidad de forrajes rápidamente
o una cantidad reducida puede suplir la
demanda de forraje para una cantidad
limitada de animales en pastoreo.
La respuesta a la fertilización tienen
un patrón de rendimientos decreciente
que puede ser estimado a partir de la
ecuación: kg de materia seca (MS) del
forraje/kg de fertilizante aplicado = 5.5
+ 0.9 Toneladas de aplicación anual del
fertilizante - 0.5 (Toneladas de aplicación
anual del fertilizante)2, de tal forma que
0.77 toneladas de fertilizante/año, pro-
ducirían 5.9 kg de MS/kg de fertilizan-
te aplicado o sea 4.5 toneladas anuales
adicionales de MS por efecto de la fer-
tilización o 12.33 kg de MS/día, lo cual
permitiría mantener diariamente 2.25
novillos de 300 kg de peso corporal. De
otra parte, los pastos de corte deben
transferirse del cultivo al animal con unas
pérdidas mínimas y es uno de los cuellos
de botella más importantes en la gestión
productiva. En operaciones a gran esca-
la, el pasto debe ser cortado mecánica-
mente y acondicionado en su tamaño de
partícula, para reducir las pérdidas; pero
en el caso de una producción abundante
de forraje, éste puede ser suministrado,
sin cortar para que el ganado rechace las
porciones menos digestibles. Aunque la
producción de forraje se incrementa con
un más amplio intervalo de corte, el valor
nutricional del forraje es menor en la me-
dida que se aumenta la edad de corte,
afectando fundamentalmente los conte-
nidos de proteína cruda, P, Ca y Mg así
como también su digestibilidad. En este
caso, un balance debe ser realizado ya
que entre mayor producción de biomasa
es obtenida, por un mayor intervalo en-
tre cortes, menores serán las ganancias
por calidad, cuando son comparadas con
unas frecuencias menores de corte y la
variable más importante para evaluar
desde el punto de vista productivo es la
digestibilidad. Las pérdidas por digesti-
bilidad en pastos de corte pueden ser es-
timadas en 0.32%/día con un valor inicial
a los siete días de 77% y un valor final a
los 100 días del 47% (% digestibilidad =
79.71 - 0.32 * Intervalo de corte (días)).
En condiciones de pastoreo la frecuencia
y altura de la pastura son los elementos
críticos de la gestión productiva. La pro-
ducción de materia seca de un pasto tro-
pical puede disminuir un 25% cuando se
pastoreada a 15 cm de altura, que cuando
se pastoreada a 5 cm (en pasto pango-
la, las producciones pasaron de 15 ton/
ha/año a 11 ton/ha/año). Igualmente,
el intervalo de pastoreo y la altura de la
pastura influyen sobre la persistencia de
la pradera en un año de pastoreo. En ge-
neral, se puede observar que pastorean-
do a una altura de 4 cm cada 28 días, la
persistencia de la pradera anual es del
70%, mientras que pastoreando alturas
entre 15-20 centímetros, la persistencia
anual es del 91%. Intervalos en pastoreo
menores de 28 días no afectan la ganan-
cia de peso corporal, ni los nutrientes di-
gestibles totales (TDN) movilizados por
el sistema/ha durante un año de produc-
ción. Se puede concluir que las alturas
de pastoreo más recomendadas durante
los períodos de rápido crecimiento de la
pastura son de 15 a 20 cm con intervalos
de pastoreo entre 3 y 4 semanas, mien-
tras que durante períodos de verano con
crecimientos lentos, los intervalos de uso
de la pradera se localizarían entre cuatro
a cinco semanas; aunque en algunos ni-
chos de producción las pasturas podrían
ser sometidas ocasionalmente a proce-
sos de sobrepastoreo.
En ganado de carne, un incremento en
las tasas de fertilización de 500 kg/ha/
año, que es el mínimo requerido para
mantener una buena pradera a 2500 kg/
ha/año como respuesta a un fertilizante
compuesto (15-5-10), produce cerca de
50 kg adicionales de ganancia de peso
corporal y un incremento de 5000 kg/
ha/año de TDN. De tal forma que el nivel
más económico de fertilización puede ser
determinado mediante la comparación
del costo del fertilizante aplicado y el
valor del incremento en la producción de
carne. En términos de producción de le-
che, una vaca de 550 kg requiere 4.4 kg
de TDN diariamente para mantenimien-
to y 3.6 kg para producir 12 L de leche,
para un total de 8 kg de TDN/vaca. De
tal forma que cada kilo de TDN ingerido,
13. 12
puede teóricamente, ser convertido a 1.5
L de leche. Por consiguiente, 5000 kg/
ha/año de TDN incrementales, cuando
la fertilización se incrementa en 2000
kg/ha/año, pueden teóricamente produ-
cir 7500 L de leche adicionales por año.
Los forrajes son típicamente el recurso
de nutrientes más barato para alimentar
los bovinos. La cantidad de forraje inge-
rido por un bovino es probablemente el
factor determinante de su valor nutri-
cional y económico, y depende amplia-
mente de la disponibilidad, palatabilidad
y digestibilidad de la pradera. Para unos
altos niveles de producción, los mayores
esfuerzos deben ser realizados en pro-
veer una adecuada cantidad de forraje
disponible de manera permanente. En
general, los consumos de forraje verde
pueden oscilar entre 12 a 13 kg por 100
kg de peso corporal diariamente (2.5 -
2.7 kilogramos de materia seca por cada
100 kilos de peso corporal), factores
como la edad de pastoreo y el corte li-
mitan la palatabilidad y la digestibilidad.
El valor nutricional de las pasturas está
estrechamente afectado por muchos fac-
tores, el contenido de proteína se incre-
menta con la fertilización nitrogenada y
las hojas contienen dos veces más pro-
teína, Ca y P comparado con los tallos.
Mientras la digestibilidad decrece con la
edad, al igual que la proteína, Ca, P y Mg,
los contenidos de lignina y de materia
seca se incrementan debido a una mayor
proporción de tallos. Las digestibilidades
de las praderas están también asociadas
con el potencial de consumo de materia
seca de la pastura y es así como a di-
gestibilidades mayores de 64%, el consu-
mo de materia seca se incrementa en un
1.7% por cada unidad de digestibilidad
(%). Por debajo del 64%, el consumo de
materia seca decrece exponencialmente
hasta alcanzar a nivel del 47% de diges-
tibilidad, con una disminución del 29% en
el consumo potencial de la pradera.
Uno de los mayores problemas asociados
con la competitividad de los sistemas
ganaderos extensivos y semi- extensivos
es la pobre distribución del pastoreo. En
general, el ganado tiende a congregarse
cerca a las fuentes de agua y en áreas de
pastoreo, donde el forraje es abundante.
Lo anterior produce un diferencial funda-
mental entre áreas con pastoreo margi-
nal y áreas con un pastoreo intensivo. Lo
anterior también contribuye a la erosión
y a la pobre calidad del agua suministra-
da. En este contexto, una mejor distribu-
ción del ganado conlleva a un incremento
en la calidad del forraje y un menor costo
en el uso de las cercas. En el caso de uso
de cercas eléctricas, se pueden reducir
los costos entre un 25 - 50% compara-
do con el sistema tradicional de alambre
de púas, requiriendo una menor mano
de obra. Esta es una forma de mejorar
la productividad, en este tipo de siste-
mas de producción. Otra tecnología para
mejorar la distribución de las praderas
es la localización de suplementos. Por
ejemplo, el uso de mezclas con semilla
de algodón o torta de algodón en la sal
o de bloques multinutricionales evitan
el sobrepastoreo y promueven un ma-
yor incremento en la disponibilidad de la
pastura a nivel de la finca. Igualmente, en
zonas de ladera mejoran la uniformidad
del pastoreo y produce un uso más efec-
tivo del forraje disponible. La localización
de estos suplementos a una distancia de
600 m mejora la utilización del forraje.
Una premisa fundamental es que la ca-
lidad y cantidad del forraje son elemen-
tos críticos para obtener unos resultados
significativos en materia de distribución
y uniformidad de la pradera en estos sis-
temas de producción. Con este tipo de
patrones de pastoreo se eliminan áreas
de excesivo uso, se reducen a la mitad
las áreas de alto pastoreo y se incremen-
tan de manera adecuada las áreas de
pastoreo en un 85%, reduciendo el uso
de áreas más sensibles en un 29%. En
estas condiciones críticas durante más
de cuatro meses, las ganancias de peso
corporal han sido mayores (+80 g/dia) y
la eficiencia alimenticia se incrementó en
un 7%. De otra parte, el uso de forrajes
3.3 Aspectos biológicos de la ganadería
extensiva y semi-extensiva
14. 13
complementarios implica la combinación
de diferentes especies con patrones de
crecimiento diferenciales, que permiten
mantener la consistencia en el tiempo
de la producción forrajera y de la inges-
tión de nutrientes por parte del hato. El
objetivo en este caso, es incrementar la
producción ganadera por unidad de área
a un costo efectivo. En general, exis-
te una alta correlación con los ingresos
cuando se establece este tipo de estra-
tegias. El mejoramiento de las praderas
y la disponibilidad de forrajes conserva-
dos en la empresa, reduce los costos de
producción por animal e incrementan los
ingresos. Igualmente, reduce los reque-
rimientos de tierra por unidad animal e
incrementan la producción de carne y
leche. En este sentido, los forrajes com-
plementarios mejoran la expresión del
potencial genético individual del animal,
mediante un incremento en la calidad de
la propuesta forrajera; la capacidad de
carga puede ser mejorada por un aumen-
to en la disponibilidad de forraje.
Plantas tipo C3: Plantas que emplean RUBISCO (Ribulosa bifosfato carboxilasa)
como enzima primaria, que captura CO2 con un primer producto, un ácido de tres
carbonos. Estas plantas muestran fotorespiración y son referidas como plantas de
estación templada.
Plantas tipo C4: Plantas que emplean fosfoenolpiruvato carboxilasa como enzima
primaria que captura CO2, con un primer producto un ácido de cuatro carbonos. Estas
plantas no muestran fotorespiración y son referidas como plantas de estación tropical.
Unidad animal: Una hembra bovina no lactante, con un peso de 500 kilos, alimentada
a nivel de mantenimiento o su equivalente en peso metabólico en otras especies o
clases de animales.
Brody, S. 1945. Bioenergetics and Growth. Reinhold Pub. Corp., New York.
Corsi, M, Martha, GB., Do Nascimiento, D and Balsalobre, MA. 2002.Impact of
grazing management on productivity of tropical grasslands.15 p.
Long, CR, TC Cartwright and HA. Fitzhugh, Jr. 1975. System analysis of sources
of genetic and environmental variation in efficiency of beef production (size and herd
management). Journal of Animal Science 40:409
Fitzhugh, HA, Jr., CR Long and TC. Cartwright. 1975. Systems analysis of sources
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complementarity. Journal of Animal Science 40: 421
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Van Soest, P. J., Wein, R. H., and Moore, L. A., Estimation of the true digestibility
of forages by the “in vitro” digestion of cell walls, in Proc. 10th Intern. Grassl. Conf.,
Helsinki, Finland, 1966, 438.
Vicente-Chandler, J., Silva, S., Rodríguez, J., and Abruña, F., Effect of two heights
and three intervals of grazing on the productivity of a heavily fertilized Pangola grass
pasture, J. Agric. Univ. P. R., 56, 110, 1972.
Rodríguez, J. and Silva, S., Effect of two heights and three intervals of grazing on
stand of a heavily fertilized star grass pasture, J. Agric. Univ. P. R., 59, 215, 1975.
4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CONSULTADAS
5. TERMINOLOGÍA USADA EN LOS MÓDULOS
15. 14
Unidad de referencia animal (URA): Vaca adulta con un peso de 500 kg, un inter-
valo entre partos de 13 meses, con una producción de 3500 L de leche por lactancia
(con un contenido de grasa de 40 g/kg y sólidos no grasos de 80 g/kg). El equivalente
en términos de requerimientos anuales de energía metabolizable para mantenimiento,
crecimiento, gestación, lactancia y activa voluntaria corresponde un valor de 36500
MJ (8724 Mcal).
Cosecha forrajera: Es una cosecha de plantas o de parte de plantas, diferentes a los
granos, producidos para pastoreo o para ser cosechados, para su uso como alimento
de los animales.
Capacidad de carga: Es la máxima tasa de carga que permite alcanzar un nivel de
blanco del comportamiento animal, en un método específico de pastoreo que puede
ser aplicado sobre un período de tiempo definido, sin deteriorar el ecosistema.
Disponibilidad de forraje: Relación entre el peso del forraje en base seca por unidad
de área y el número de unidades animales o unidades de ingestión de forraje, en un
punto dado en el tiempo.
Presión de pastoreo: Relación entre el número de unidades animal o de unidades
de forraje ingerido y el peso del forraje en base seca, por unidad de área a un tiempo
definido. Es la relación animal- forraje.
Densidad de carga: Relación entre el número de animales y las unidades específicas
de tierra que están siendo pastoreadas en un tiempo definido.
Tasa de carga: Relación entre el número de animales y las unidades de pastoreo,
utilizadas en un período de tiempo específico, generalmente un año.
Ciclo de pastoreo: Tiempo transcurrido entre el comienzo de un período de pastoreo
y el comienzo del siguiente período en la misma pradera, donde el forraje regularmen-
te es pastoreado y la pradera descansa.
Evento de pastoreo: Período de tiempo en que un animal pastorea sin parar.
Período de pastoreo: Período de tiempo en que pastorea el ganado en un área es-
pecífica.
Estación de pastoreo: Período de tiempo durante el cual el pastoreo se realiza nor-
malmente durante un año.
16. FEDEGAN
Gerencia Técnica
Subgerencia de Ciencia y Tecnología
Coordinación de Investigación y Desarrollo
Sistemas de alimentación, generalidades de
los requerimientos nutricionales asociados
al consumo de materia seca y a los sistemas
de producción de carne y leche bovina
Módulo
17. 16
La evaluación de los recursos alimenti-
cios para los bovinos se enmarca en el
uso de métodos que describen los dife-
rentes tipos de alimentos disponibles con
respecto a su habilidad para sostener
diferentes categorías y niveles de pro-
ducción de carne y leche, en determina-
das condiciones de producción. En este
contexto, no sólo es importante conocer
algunas características químicas especí-
ficas de los recursos alimenticios, sino
también sus características físicas, de tal
forma que los sistemas de alimentación
integran normalmente esta información
a índices apropiados de expresión de
los animales, para determinar si el nivel
deseado de producción de carne y leche
ajustado a los requerimientos del merca-
do y expectativas de los consumidores,
puede ser alcanzado mediante varias
propuestas de alimentación (Figura 1).
En general, los sistemas de alimentación
se basan en los mecanismos que go-
biernan la respuesta de los animales a
los diferentes nutrientes, con un mayor
énfasis en aspectos cuantitativos de la
digestión y el metabolismo. Los sistemas
de alimentación para producción de leche
tratan de mantener una curva normal de
lactancia con una buena persistencia
del proceso productivo y la manipulación
de la composición del producto, a partir
de estrategias específicas de alimenta-
ción. En estos sistemas de alimentación
se combina la capacidad de ingestión
del animal con los valores de proteína y
energía de los recursos alimenticios fo-
rrajeros y las necesidades de suplemen-
tación de recursos alimenticios concen-
trados, que permiten diseñar diferentes
relaciones forraje: concentrado. Los
sistemas de alimentación para la produc-
ción de carne tienen una aplicación más
generalizada que va más allá de regiones
geográficas específicas, pero que pre-
sentan grandes dificultades para prede-
cir el comportamiento en pastoreo, bajo
condiciones extensivas de producción.
Además, estos sistemas tienen grandes
limitaciones para evaluar el crecimiento
compensatorio y sus efectos sobre la
utilización de los recursos forrajeros y
el comportamiento animal, en la medida
que la respuesta depende de la longitud
y severidad de la restricción alimenticia.
Los sistemas de alimentación de bovinos
en Colombia se basan en el uso de pas-
turas y por ende las condiciones climáti-
cas tienen un efecto determinante sobre
la productividad natural (producción de
forraje por unidad de área), el uso de los
forrajes conservados y de los cultivos
agrícolas, en el caso de sistemas mixtos
(agricultura-ganadería). Esta producción
natural es modificada por las prácticas
de manejo de las pasturas que incluyen:
la siembra de variedades mejoradas de
pastos y forrajes, el riego, la fertiliza-
ción y el control de plantas arvenses. La
implementación y la frecuencia con que
dichas prácticas son realizadas definen
una gama de diferentes niveles tecno-
lógicos de manejo de las pasturas y de
productividad de carne y leche. En este
contexto, una clasificación inicial de los
sistemas de producción bovina puede
ser establecida teniendo como criterios
las condiciones climáticas y geográficas
(Tabla 1)
1. PRESENTACIÓN
2. LOS SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN DE
BOVINOS EN COLOMBIA
18. 17
Las empresas ganaderas en Colombia
no pueden estar ajenas a las tendencias
de los mercados y a las expectativas de
los consumidores que cada día deman-
dan productos de mayor calidad, ino-
cuos y seguros. Algunos segmentos de
mercado específicos también demandan
productos producidos bajo ciertos proce-
sos específicos (mercados orgánicos y
ecológicos) y/o que tengan propiedades
de calidad específicas (productos funcio-
nales o nutracéuticos). En este sentido,
los sistemas de alimentación se orientan
hacia lograr el cumplimiento de las me-
tas que el mercado exige y a como la
gestión de las empresas ganaderas lo-
gran alcanzarlas. A continuación se pre-
sentarán las tendencias de mercado de
la leche y de la carne y las implicaciones
que estas pueden tener sobre los siste-
mas de alimentación.
La alimentación de los bovinos en Co-
lombia está basada en el pastoreo, en-
contrándose diferentes niveles de uso de
la tecnología que va desde los sistemas
extractivos donde la intervención del
hombre es mínima y los animales pasto-
rean en grandes áreas, con pastos de re-
ducida productividad por unidad de área
y baja calidad nutricional hasta sistemas
intensivos (confinados o semiconfinados)
donde los animales son alimentados con
pastos de corte, alimentos conservados
(ensilaje, henolaje y heno), subproductos
agroindustriales y alimentos balancea-
dos comerciales.
Los sistemas de alimentación son la
base de la clasificación de los sistemas
de producción en Colombia, siendo com-
plementada dicha clasificación con la ac-
tividad predominante del sistema, ya sea
la producción de leche, la cría para la ob-
tención de animales destetos o de levan-
te, la ceba de dichos animales hasta que
son destinados para sacrificio, la finaliza-
ción de los animales para carne, la activi-
dad integrada de cría y ceba denominada
ciclo completo y finalmente la actividad
simultánea de producción de carne y
leche conocida como doble propósito,
donde se ordeña con ternero (Tabla 2).
3. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LAS
TENDENCIAS DEL MERCADO DE LA LECHE Y CARNE
Tabla No. 1.
Clasificación de los sistemas de producción bovina de Colombia según
sus condiciones climáticas
Sistema Características Climáticas Microregión/Región
Pasturas del trópico de altura. Sistemas desarrollados por encima de
los 2200 m.s.n.m donde predominan sis-
temas de lechería y carne especializada.
Altiplanicies y Laderas frías de la Región
Andina.
Pasturas de zonas tropicales
y subtropicales húmedas y
subhúmedas.
Precipitación anual superior a 1000
mm al año, altitud inferior a los 2200
m.s.n.m.
Microregiones húmedas y subhúmedas
de la Regiones: Caribe y Valles Interan-
dinos, Piedemonte Llanero y Caqueteño
de la región de la Orinoquía y Amazonia
y laderas y mesetas medias de la Región
Andina.
Pasturas de zonas tropicales y
subtropicales áridas y semiá-
ridas.
Precipitación anual entre 600 y 1000
mm, altitud inferior a los 2200 m.s.n.m.
Microregiones áridas y semiáridas de las
regiones: Caribe, Valles interandinos y
Andina.
Sistemas en semi-confinamiento
y confinamiento.
Los animales se alimentan de manera
controlada en establos con insumos
producidos por la empresa y cadenas
alimenticias conexas.
Sistemas asentados en cercanías a los
grandes centros de consumo.
Adaptación basada en Ruiz, 1997.
19. 18
La producción lechera Colombia-
na asciende a un volumen cercano a
17’000.000 litros/día. Actualmente, una
proporción importante de esta leche es
transformada por la industria formal y la
regulación existente prevé que en tiem-
pos relativamente cortos, no se pueda
comercializar leche cruda. En este con-
texto, se espera que sean industrias for-
males, las que procesen la totalidad de
la leche y por lo tanto serán el principal
mercado para la leche. Industrialmente,
algunos de los sólidos, proteína y grasa
principalmente, determinan en gran me-
dida los rendimientos en derivados lác-
teos tales como: quesos, leche en polvo
y mantequilla.
3.1 Mercado de la leche, sus tendencias y consideraciones
sobre el sistema de alimentación
Tabla No. 2.
Tipificación de los sistemas de alimentación de los bovinos en Colombia.
Sistema Características Climáticas Suplementación empleada
Actividades
predominantes
Pastoreo
extractivo
- Pasturas nativas que crecen
en suelos de baja calidad.
- Pastoreo continuo y con ba-
jas cargas animales.
- Sal. Cría y levante.
Pastoreo
extensivo
tradicional
- Pastos nativos y/o introdu-
cidos en pasturas que están
degradadas.
- Pastoreo rotacional.
- Sal mineralizada con regular fre-
cuencia.
Cría, cría y levan-
te, ciclo completo,
doble propósito.
Pastoreo
extensivo
mejorado
- Especies de gramíneas mejo-
radas como algunas varieda-
des mejoradas de Brachiaria,
Angleton, Colosuana, Kiku-
yo, Rye grass, Falsa poa, etc,
frecuentemente asociadas
con leguminosas como la al-
falfa y el trébol en el caso de
trópico de altura.
- Fertilización y en ocasiones
aplicación de riego a las pas-
turas para la obtención de
mayores cantidades de forra-
je y de mejor calidad.
- Pastoreo rotacional.
- Sal mineralizada.
- Suplementación energético- pro-
teica en épocas especificas con
mezclas de subproductos y resi-
duos de cosecha (papa, sorgo,
maíz, harina de arroz, semilla de
algodón)
Cría, ciclo com-
pleto, ceba, doble
propósito y leche-
ría especializada.
Pastoreo
extensivo
suplementado
- Pastos mejorados (Varieda-
des de Brachiaria mejoradas,
Kikuyo, Rye grass) y en al-
gunos casos con adición de
pastos de corte.
- Fertilización y riego frecuen-
te de las pasturas.
- Pastoreo rotacional y con al-
tas cargas animales
- Sal mineralizada.
- Suplementación nutricional
permanente con mezclas de
subproductos de cosecha y/o
agroindustriales (harina de arroz,
afrecho de cervecería, torta de
soya, mogolla de trigo, salvados,
etc).
- Alimentos conservados (ensila-
jes, henolaje y heno).
- Uso de alimentos balanceados.
Ceba, doble pro-
pósito, lechería
especializada.
Alimentación en
confinamiento
- Pastos mejorados cultivados
de manera intensiva para el
corte y suministro a los ani-
males en confinamiento.
- Sal mineralizada.
- Alimentos conservados.
- Alimentos balanceados.
Ceba, ceba fina-
lización, lechería
especializada.
Adaptación basada en Mahecha y Gallego (2002), Rivas y Holmann (2002), Rivera et al (SF)
20. 19
Varios estudios han abordado de mane-
ra particular el efecto de los diferentes
componentes de la dieta (proteína, gra-
sa, energía) sobre la composición de la
leche, pero en esta guía se ha buscado
orientar a la exploración de las herra-
mientas de manejo de la alimentación
en pastoreo (oferta y suplementación),
ya que estas son las que normalmente
están a disposición del ganadero y que
son críticas en sistema de producción
de bovinos de leche basado en pasto-
reo. La mayoría de la información que se
encuentra en la literatura ha sido desa-
rrollada en sistemas de lechería especia-
lizada, pero se considera que los aspec-
tos fundamentales de la influencia de la
nutrición sobre la calidad de la leche son
similares para cualquier sistema de pro-
ducción de leche.
Oferta forrajera – Se ha demostrado
que la oferta forrajera entendida como
la cantidad de forraje ofrecido al animal
(g de MS/kg de Peso Vivo) aumenta la
producción de leche y en la mayoría de
los casos, la concentración de proteína
cruda de la leche, mientras que la con-
centración de grasa se mantiene más o
menos estable. El efecto de una mayor
oferta sobre el volumen y la calidad de la
leche han sido asociados con un mayor
consumo de materia seca y por tanto de
energía. Recientemente, se ha estable-
cido una relación lineal entre el consumo
de forraje y las concentraciones de pro-
teína de la leche en hatos de la Sabana
de Bogotá. Adicionalmente, la proteína
en la leche desciende rápidamente al día
siguiente como consecuencia de una dis-
minución en la oferta de forraje y la recu-
peración del nivel previo toma un periodo
más largo de lo proyectado; por lo tanto,
la concentración de proteína en la leche
aparentemente sería muy sensible a va-
riación en el manejo de la cuerda eléctri-
ca, en sistemas de pastoreo por franjas.
Tipo de forraje y edad de cosecha - Exis-
ten pocos estudios que permitan com-
parar el efecto de diferentes forrajes y
edades de rebrote sobre la calidad de la
leche. Sin embargo, los pocos estudios
existentes sugieren que forrajes muy
jóvenes producen un mayor volumen de
leche y aumentan las concentraciones de
proteína, pero en algunos casos dismi-
nuyen las concentraciones de grasa. La
inclusión de leguminosas en la pastura
tiene efectos similares a la de los forra-
jes tiernos.
Suplementación con forrajes conser-
vados - El uso de forrajes conservados
(henos, henolajes, silos) ha venido en
aumento en Colombia para superar las
restricciones estructurales de oferta fo-
rrajera y también como una parte funda-
mental del sistema de alimentación. Las
observaciones iniciales sugerirían que el
uso de los forrajes conservados en pas-
toreo aumentaba el nivel de producción y
las concentraciones de proteína en aque-
llas explotaciones donde hay restriccio-
nes en la oferta forrajera, pero no en
aquellas donde el forraje es abundante.
Es más, en este último caso, las con-
centraciones de proteína y el volumen de
leche podrían disminuir al sustituir forra-
je por silo, particularmente cuando los
forrajes tienen una mejor calidad que el
silo (Kikuyos y ryegrases). El efecto de
Por esta razón, los sólidos fueron incor-
porados en los esquemas de pago de la
leche por calidad en la resolución 00012
de 2007 del Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural (MADR). Por lo tanto,
el productor debe estar consciente de
los factores que determinan la composi-
ción de la leche que incluye la alimenta-
ción. La alimentación de la vaca puede
explicar hasta un 40% de las variaciones
en la composición de la leche. En siste-
mas de alimentación basados en pasto-
reo, las herramientas con que cuenta el
productor son la pastura, el uso de fo-
rrajes conservados (henos y silos) y los
suplementos (granos, subproductos, su-
plementos comerciales).
3.1.1 Sistemas de alimentación y sólidos (proteína y grasa)
en la leche
21. 20
la inclusión de silo ha sido positivo sobre
las concentraciones de grasa en aquellas
explotaciones donde se manejan forrajes
muy tiernos y particularmente sobre el
uso del ryegrass.
Suplementación con granos, melaza y
tubérculos – Los estudios en pastoreo
sugieren que la suplementación de con-
centrado (granos de cereales) aumenta
la producción de leche, el % de proteína,
pero reduce el % de grasa. La adición de
melaza a la dieta de animales en pasto-
reo también aumenta la concentración y
la cantidad de proteína y de caseína en la
leche, sin disminuir las concentraciones
de grasa. Otros estudios que adicionan
melaza, no encuentran el mismo efecto
positivo sobre la proteína en leche.
Otros tipos de suplementación - El au-
mento en la cantidad de proteína de la
ración tiene efectos inconsistentes sobre
la concentración de proteína en la leche.
Sin embargo, normalmente aumenta la
producción de leche. La suplementación
de las dietas con harina de pescado es
una excepción pues varios trabajos han
reportado aumentos tanto en volumen
de leche, como en la concentración de
proteína posiblemente debido al perfil de
aminoácidos de este recurso. El uso de la
semilla de algodón en vacas en pastoreo
generalmente aumenta el porcentaje de
grasa en la leche y la producción de leche
corregida por grasa. Sin embargo, puede
disminuir la concentración de proteína de
la leche.
Normalmente se habla de valor agrega-
do cuando un producto es transformado
industrialmente y la tecnología aplicada a
este producto le da un mayor valor en el
mercado. En las últimas décadas, el con-
cepto de valor agregado también se ha
desarrollado en la producción primaria,
donde se busca que un mismo producto
se distinga entre un productor y otro, ya
sea por sus modos de producción o por
características intrínsecas del produc-
to. Los ejemplos más comunes de estos
cambios son los productos orgánicos que
ya representan una porción importante
de las ventas en Estados Unidos y Eu-
ropa. En Colombia, el desarrollo de este
tipo de mercados es aún incipiente. Sin
embargo, ya se encuentran en las tien-
das de cadena, productos de proteína
animal “orgánicos” con valores clara-
mente superiores a los producidos de
manera “tradicional”. Otra tendencia im-
portante en el consumo, es la búsqueda
de productos que mejoren o que puedan
tener efectos benéficos sobre la salud.
Los productos pecuarios que han segui-
do esta tendencia resaltan las propieda-
des de ciertos ácidos grasos (omega 3,
omega 6) en sus productos. En el caso
particular de la leche y sus derivados, la
presencia de sustancias nutracéuticas en
mayores concentraciones, como el ácido
linoléico conjugado (ALC), serán un ele-
mento importante en la decisión de com-
pra por el consumidor a futuro. Por ejem-
plo, la Universidad de Cornell (USA)
está liderando un grupo para orientar a
los ganaderos sobre cómo alimentar al
ganado bovino para obtener mayores ni-
veles de ALC en la leche. Chile también
ha seguido esta línea de investigación.
El ácido linoléico conjugado (ALC), es
un componente natural derivado del áci-
do graso linoléico (C18:2), existe en la
grasa de la leche y tejido adiposo de los
rumiantes. El término ácido linoléico con-
jugado se refiere a la mezcla de isóme-
ros posicionales y geométricos del ácido
linoléico. En el grupo de ácidos grasos
conjugados, el Cis 9 trans 11 es el isó-
mero más abundante en los productos de
los rumiantes y cuenta con más del 90
% de ALC en la grasa de la leche. Estos
conjugados del ácido linoléico poseen
una importante actividad biológica con
efectos benéficos para la salud (nutra-
céuticas). Estos beneficios incluyen ac-
tividad anti-carcinogénica y propiedades
anti-diabetogénicas, anti-adipogénicas
y anti-teratogénicas De otra parte, se
ha demostrado que la concentración de
ALC en la leche es mayor en animales en
pastoreo, lo cual podría dar una ventaja
3.1.2 Sistemas de alimentación y valor agregado en la
producción primaria
22. 21
comparativa para Colombia donde los
sistemas de producción están basados
en pastoreo. Se han encontrado con-
centraciones altas de ácido linoléico en
el pasto kikuyo, precursor de ALC en la
leche y datos preliminares confirman que
la leche de la Sabana de Bogotá tiene
concentraciones altas de este compues-
to, pero que varía de manera sensible
con la alimentación siendo mayores en
aquellas explotaciones que basan la ali-
mentación únicamente en forrajes fres-
cos y disminuyen cuando se usan ensi-
lajes y/o concentrados. Sin embargo,
algunos recursos alimenticios ricos en
ácidos grasos insaturados, como la hari-
na de arroz, ha demostrado que aumenta
las concentraciones de este compuesto
en la leche.
La preocupación mundial asociada a las
enfermedades transmitidas por los ali-
mentos ha generado legislaciones muy
exigentes para proteger la salud del
consumidor. En este sentido Colombia
al integrarse a la OMS asumió una serie
de compromisos asociados al estable-
cimiento de normas que garanticen la
inocuidad de los alimentos que además
le permitirán participar en un mundo glo-
balizado. El documento Conpes 3376
(2005) claramente señala como una lí-
nea estratégica la consolidación de un
estatus sanitario nacional para las cade-
nas cárnica y láctea. Este documento fija
como meta que para el 2010, los centros
de acopio deben contar con un programa
de control a proveedores y comprar la le-
che a hatos registrados (libres de bruce-
losis y tuberculosis). En este documento
se plantea que el ICA deberá implantar
el enfoque preventivo de inocuidad que
incluye la adopción de Buenas Prácticas
Agropecuarias en los Hatos.
El comportamiento actual y la perspec-
tiva de la demanda de carne bovina es
incremental y debe cumplir variadas exi-
gencias de calidad. Los consumidores
desean que la carne sea un producto:
i) Identificado desde el origen, ii) Dife-
renciado con respecto a los productos
alternativos, iii) Seguro en términos sa-
nitarios, iv) Saludable para la dieta y v)
Conveniente en términos de comodidad
y simplicidad a la cocción. Estas carac-
terísticas se observan en la cotidianidad
en la apariencia de la carne (color, grasa
subcutánea, consistencia, textura, mar-
moreo y exudado), su calidad comestible
(jugosidad, terneza, aroma y sabor) y su
composición, siendo un grado mayor de
interés, la concentración de ácidos gra-
sos saturados e insaturados, por tener
efectos sobre la salud humana en rela-
ción con la aparición de cáncer y enfer-
medades cardíacas. En este sentido, una
relación funcional de ácidos grasos po-
liinsaturados - saturados debería ser de
0,4, indicador referencial para mejorar
la concentración de ácidos grasos poli-
insaturados, ya que la carne contiene un
valor de aproximadamente 0,1.
Los distintos tipos de sistemas de ali-
mentación permiten la obtención de
carnes con diferentes características en
relación al grado de terminación, color
de la grasa y a sus atributos sensoria-
les. Los componentes nutricionales del
alimento también están relacionados con
la salud humana, como la composición
de compuestos nutracéuticos y como el
contenido de isómeros del ácido lino-
léico conjugado (ALC). Con respecto a
los sistemas de alimentación basados en
concentrados, mediante el conocimiento
y manejo adecuado de nuestros siste-
mas, basados en pastoreo, pueden po-
tenciarse características organolépticas
y modificarse y reducirse el contenido de
grasas, obteniendo un producto más sa-
ludable y aportando grandes ventajas a
la cadena productiva.
Este tipo de requisitos, también, se han
convertido en una barrera en el comercio
de productos de origen bovino, exigiendo
que toda la cadena cárnica, adquiriera el
compromiso de cumplir y garantizar la
inocuidad de los alimentos, la protección
de la salud humana, animal y vegetal, la
3.2 Mercado de la carne, sus tendencias y consideraciones
sobre el sistema de alimentación
23. 22
certificación de sistemas sanitarios, la implementación de instrumentos como la traza-
bilidad, y la introducción de elementos de política asociados a la responsabilidad social,
ambiental y al bienestar animal. A nivel del eslabón primario, se han adoptado estrate-
gias que permitan reducir la edad al sacrificio, mejorar el aprovechamiento de la tierra,
reducir el impacto ambiental, mejorar y mantener el estatus sanitario, entre otros.
Independientemente de la finalidad del
ganado (cría, carne y/o leche), el gana-
dero debe explotar el potencial genético
de sus animales alimentándolos con las
cantidades correctas de los alimentos co-
rrectos; como en las máquinas, por más
capacidad de producción que se tenga,
de un animal no se puede esperar obte-
ner un producto, cuando no se le sumi-
nistran los insumos necesarios para pro-
ducirlo. Para elaborar una estrategia de
alimentación, que le permita cumplir con
sus objetivos productivos acordes con la
raza, el ganadero debe considerar nume-
rosos aspectos, relacionados con el ani-
mal (por ejemplo capacidad de consumo
de forrajes) y con el alimento (por ejem-
plo contenido de energía y proteína); la
combinación de estos aspectos constitu-
ye un sistema de alimentación, permitien-
do llenar los requerimientos nutricionales
de un animal para alcanzar cierto nivel
de producción, para manipular la com-
posición del producto y ajustarlas a las
tendencias y expectativas del mercado.
En cada sistema productivo, los cientí-
ficos, profesores, asesores, estudiantes
así como los productores, deben usar uno
o más sistemas como una herramienta
para integrar información de los recursos
alimenticios, del ganado y del ambiente,
permitiéndoles predecir el desempeño
animal más exactamente y saber cómo
y con qué alimentar al ganado de ciertas
características y en ciertas épocas. El
uso del concepto de sistema de alimen-
tación llevará hacia el éxito y rentabilidad
de la producción ganadera de carne.
Unos de los componentes de los siste-
mas de alimentación son los requerimien-
tos nutricionales que permiten una ópti-
ma expresión productiva de los animales
bajo condiciones ambientales, nutricio-
nales, sanitarias y de manejo adecuadas
para la raza. En el aspecto nutricional, el
ganado debe ser alimentado de acuerdo
a sus requerimientos nutritivos, los cua-
les varían según su peso vivo, nivel de
producción y estado fisiológico (gesta-
ción, lactancia, crecimiento, etc.). Estos
factores se consideran para calcular las
necesidades nutricionales del ganado y
para formular la cantidad óptima de ali-
mento que debe ser suministrada. La
estimación cuantitativa de los requeri-
mientos de energía, proteína, minerales
y vitaminas son necesarios para poder
calcular la cantidad de forraje (y suple-
mentos) requeridos para un nivel espe-
cífico de producción. Dichas estimacio-
nes son expresadas en términos brutos,
digestibles metabolizables o netos y en
las mismas unidades usadas para descri-
bir el suministro de nutrientes dietarios,
pero en la práctica los requerimientos
nutricionales deben ser suplidos sobre la
base de las limitantes impuestas por el
consumo de materia seca del animal.
Dado un potencial genético animal de-
terminado, la producción animal (carne
o leche) depende en gran medida de la
cantidad de nutrientes ingeridos. Por lo
tanto, en sistemas en pastoreo la can-
tidad de pastura ingerida y su digesti-
bilidad determinan en gran medida el
rendimiento animal. Cuando la oferta de
forraje es abundante, hay factores en el
forraje que pueden limitar su ingestión o
su digestibilidad. Los factores mas co-
munes que limitan la ingesta cuando la
oferta es abundante son: las deficien-
cias de minerales y/o proteína. Esto es
3.2.1 Sistemas de alimentación y valor agregado en la
producción primaria
3.2.2 La suplementación estratégica en sistemas de
alimentación en pastoreo
24. 23
especialmente cierto en forrajes tropi-
cales maduros o que crecen en suelos
pobres y/o durante las épocas de se-
quia. El objetivo de la suplementación
estratégica es la de potenciar el consu-
mo de forraje y su digestibilidad; es decir
maximizar el uso de los nutrientes que
la pradera aporta a través de la oferta
de minerales y/o proteína deficientes ya
sea durante todo el año o en épocas cri-
ticas (sequia). Esta suplementación se
hace en cantidades pequeñas.
Los fundamentos de la suplementación estratégica podrían definirse así:
1. El pasto es el principal alimento de la dieta y el suplemento participa en valores
inferiores al 10% de la dieta.
2. La suplementación de nutrientes deficientes en el forraje :
a. Maximiza el aprovechamiento de la energía disponible en los forrajes (digesti
bilidad).
b. Aumenta el consumo voluntario y por tanto el consumo de nutrientes totales.
3. La suplementación será exitosa si se dispone de forraje suficiente para una inges-
tión adecuada de materia seca por los animales.
La respuesta animal debido a la suplementación de minerales o proteína deficientes
en la ración, medida en aumento en el consumo voluntario, ganancias de peso corporal
o producción de leche, ha sido ampliamente documentadas en la literatura científica y
se ha establecido como una tecnología apropiada para maximizar el rendimiento ani-
mal en pastoreo. En Colombia, el uso de suplementación mineral ha sido ampliamente
adoptada por los ganaderos aunque persisten zonas donde aún solo se usa sal blanca.
Por el contrario, el uso de suplementos proteicos es apenas incipiente. Los dos temas
serán tratados mas adelante.
Para el cálculo de los requerimientos,
se han diseñado modelos que emplean
como insumo información de cada fin-
ca que describe el animal, el ambiente
y la composición nutricional de los ali-
mentos. Los modelos más relevantes en
la industria animal han sido diseñados
en Francia (INRA, 1989), Reino Unido
(AFRC, 1993), Norte América (NRC,
2001) y Australia (CSIRO, 2007). Las
necesidades energéticas de los animales
se dividen según la función que supla el
animal, como son los requerimientos de
mantenimiento, crecimiento, lactancia
y gestación. Es así, cómo las distintas
categorías de animales, presentes en
una finca (terneros, vacas secas, vacas
lactantes, etc) tienen diferentes reque-
rimientos, los cuales se deben calcular
y suplir apropiadamente para obtener la
máxima expresión productiva.
4. GENERALIDADES DE LOS REQUERIMIENTOS
NUTRICIONALES EN BOVINOS
El requerimiento energético de mante-
nimiento es la cantidad de energía que
debe ser catabolizada para proveer la
energía necesaria para las funciones
corporales esenciales y resulta en un ba-
lance energético de cero. El peso corpo-
ral es el factor que más influye en el re-
querimiento de mantenimiento y es una
variable típica en las ecuaciones para el
cálculo de dicho requerimiento. Las ra-
zas también difieren en su gasto de ener-
gía para mantenimiento, teniendo las ra-
zas del tipo Bos indicus menores gastos
energéticos que los Bos taurus, y de he-
cho entre las B. taurus, las razas con una
alta capacidad de producción de leche
tienen mayores gastos que las razas de
carne, por lo cual se usan factores de co-
rrección de 0,9 para las razas B.indicus,
1,0 para las razas B.taurus de carne
y 1,2 para las razas B.taurus de leche,
empleando valores intermedios para los
4.1 Requerimientos energéticos de los bovinos
25. 24
diferentes cruces. La edad y el sexo tam-
bién influyen en el requerimiento de man-
tenimiento, disminuyendo a razón de 8%
por año en los animales jóvenes y cayen-
do hasta cero a los seis años de edad,
siendo el metabolismo basal 15% mayor
en los machos enteros comparados con
los machos castrados o con las hembras.
La actividad voluntaria también está
comprendida dentro de los gastos ener-
géticos de mantenimiento, siendo un as-
pecto relevante en sistemas extensivos
de las Sabanas y la Orinoquía y en zonas
de laderas frías y de transición , calculán-
dose que por cada kilometro horizontal
y vertical recorridos, se gasta 2,6 y 28
Kilojoules (0.626 kcal y 6.69 kcal,, res-
pectivamente). El gasto energético del
pastoreo es de 3,42 KJ/Kg de peso vivo
por cada Kg de materia seca consumida
(0.817 kcal por cada kg de materia seca
consumida).
El estrés térmico por calor o frío, también
influye en el requerimiento de manteni-
miento, al aumentar el gasto energético
para ganar o disipar calor, por lo que fac-
tores como el largo del pelo, la tempera-
tura ambiental y humedad relativa, deben
tenerse en cuenta para poder corregir el
gasto energético de mantenimiento en
climas cálidos o en condiciones de frio,
o cuando hay temporadas de heladas.
Para hacer las correcciones pertinentes
debe considerarse las temperaturas crí-
ticas inferior y superior de cada raza y
estado fisiológico, pudiendo variar, en el
caso de la temperatura crítica inferior,
desde – 30°C para una vaca Holstein de
500 kg en pico de producción hasta 0°C
para un ternero de 50 Kg con un mes de
edad. El estado de salud es otro factor
que determina el gasto energético para
mantenimiento y en condiciones tropica-
les, este componente puede llegar a ser
de especial importancia cuando se pade-
ce de infestaciones de parásitos internos
y/o externos, incrementando ostensible-
mente este requerimiento energético de
mantenimiento.
En clima frío, característico de la mayoría
de los sistemas de lechería especializada
de Colombia, el cambio en los requeri-
mientos energéticos podría ser mínimo
por la gran cantidad de calor producido
por el alto consumo de alimento, sin em-
bargo puede observarse una reducción
en la digestibilidad de la materia seca de
1,8 % por cada 10°C de reducción en la
temperatura, por debajo de los 20°C. El
estrés por calor, además de incrementar
el gasto energético, induce a cambios
metabólicos y de comportamiento como
el jadeo, reducción del consumo de ener-
gía y aumento del consumo de agua y re-
ducción de la actividad voluntaria y de la
tasa metabólica; un estrés calórico suave
a severo puede incrementar los requeri-
mientos de mantenimiento en 7 y 15%,
respectivamente. Con base en el análisis
de los factores animales y ambientales
que predisponen al estrés térmico de-
ben tomarse medidas como la provisión
de sombra o resguardo, que permitan
disminuir el requerimiento de manteni-
miento, puesto que entre menor sea el
gasto energético de mantenimiento, más
energía habrá disponible para funciones
de producción como crecimiento, lactan-
cia y gestación. Otros factores como el
estado fisiológico, nivel de alimentación,
etc, también influyen en el requerimiento
energético de mantenimiento.
La energía requerida para la síntesis de
nuevo tejido corporal depende del con-
tenido neto de energía del tejido y/o de
las eficiencias de uso. Los requerimien-
tos de gestación o preñez dependen de
la energía contenida en los productos
de concepción y del crecimiento del feto
y/o también de la eficiencia con la que la
energía es depositada; la energía reque-
rida para la gestación se asume que es
cero cuando el día de gestación es menor
a los 190 días. La energía para la síntesis
de leche es función del contenido neto
de energía y de la eficiencia con la cual la
energía en el alimento o en las reservas
corporales de la vaca es usada para la
producción de leche; por cada Kg de le-
che corregida por grasa (4%), se ha cal-
culado un valor de 3,13 MJ (0,749 Mcal/
kg de leche producida).
26. 25
En el caso del componente proteína en
los sistemas de alimentación de rumian-
tes se parte de una base estructural si-
milar relacionada con el nitrógeno prove-
niente de la dieta, el nitrógeno reciclado y
el nitrógeno endógeno. La proteína cruda
de la dieta es dividida en proteína degra-
dable y no degradable en el rumen, la pri-
mera con una composición de nitrógeno
no proteico y proteína verdadera. La pro-
teína verdadera es degradada a péptidos
y aminoácidos y eventualmente deami-
nada a nitrógeno amoniacal o incorpora-
da a la proteína microbiol. El nitrógeno
no proteico está compuesto de nitrógeno
presente en el ADN, ARN, amonio, ami-
noácidos, pequeños péptidos, de los cua-
les el nitrógeno proveniente de los pép-
tidos, aminoácidos y amonio son usados
para el crecimiento microbiano. Del ru-
men sale nitrogeno amoniacal, proteina
no degradada (de la dieta o endógena) y
proteína microbiana. Cuando la proteína
degradable se encuentra en exceso de la
requerida por los microorganismos rumi-
nales, la proteína de la amonio, absorbi-
da y metabolizada a urea en el hígado y
perdida en la orina. En este contexto, la
estrategia más efectiva para reducir las
pérdidas de nitrógeno es manipular la
degradación de la proteína en el rumen
o mejorar la eficiencia del uso del nitró-
geno a nivel ruminal. Estas pérdidas de
nitrógeno pueden ser reducidas disminu-
yendo la degradación de la proteína en el
rumen y /o incrementando el nitrógeno
usado por los microorganismos rumina-
les. La síntesis de proteína microbiana en
el rumen es la mayor fuente de proteína
de los rumiantes ya que contabiliza del
50-80% del total de proteína absorbida.
La magnitud de este flujo hacia el intesti-
no delgado depende de la disponibilidad
de nutrientes y la eficiencia del uso de
esos nutrientes por las bacterias rumina-
les. El flujo total de nitrógeno microbiano
está negativamente correlacionado con
el pH ruminal, pero no existe una relación
entre el pH ruminal y la eficiencia en sín-
tesis de proteínas microbiana. La eficien-
cia de uso del nitrógeno por la bacteria
ruminal depende de la eficiencia de uso
de la energía; de tal forma, que el uso
de un valor fijo basado en la energía dis-
ponible para estimar los requerimientos
de proteína degradable a nivel ruminal es
impreciso. Igualmente, la distribución del
nitrógeno dentro de las células bacteria-
nas cambian con la tasa de fermentación
y por lo tanto el nitrógeno proveniente
de aminoácidos debería ser considerado
como una medida de la síntesis de pro-
teínas microbiana comparado con el total
de nitrógeno de origen bacteriano.
Para estimar los requerimientos de pro-
teína se considera la cantidad de ami-
noácidos requeridos para reemplazar
la proteína del tejido degradado (man-
tenimiento) o retenida en productos de
crecimiento, preñez y síntesis de leche,
y si es el caso debe también tenerse en
cuenta la eficiencia de uso para cada
caso. El requerimiento de mantenimiento
puede ser estimado de las pérdidas en-
dógenas de nitrógeno en heces y orina,
y variará según el peso vivo. La proteína
requerida para la ganancia de tejido cor-
poral dependerá de la proteína contenida
en la ganancia, la cual depende del peso
vivo y de la tasa de ganancia. La proteína
requerida para la preñez es determina-
da por la cantidad de proteína deposita-
da en el feto y en otros productos de la
concepción y dependerá del estado de la
preñez y del tamaño del ternero. La pro-
teína secretada en la leche es determina-
da por la producción de leche y el conte-
nido proteico de la misma, el cual puede
variar marcadamente entre individuos y
entre razas.
Los requerimientos de proteína a nivel
tisular son suministrados por aminoáci-
dos absorbidos en el intestino delgado,
contenidos en los microorganismos que
dejan el rumen y en proteína dietaria
que escapa de la degradación del rumen,
posteriormente son digeridos en el trac-
to posterior. Bajo este enfoque los re-
querimientos proteicos también pueden
expresarse como se ha indicado como: i)
la cantidad mínima de Proteína Degrada-
ble en rumen necesaria para llenar los re-
querimientos de los microorganismos, y
por debajo de la cual se reduciría el con-
sumo y la digestibilidad del alimento; y
ii) la cantidad de proteína no degrada en
4.2 Requerimientos de proteína de los bovinos
27. 26
rumen, necesaria para suplir los requerimientos de proteína que no se alcanzan a lle-
nar con las fuentes microbianas.
La cantidad de proteína y su equivalente en alimento o NNP a suplementar puede
ser calculada conociendo la composición del forraje y el consumo potencial del ani-
mal. Para estimar la cantidad de proteína a suplementar se pueden usar dos criterios
diferentes. El primero que busca asegurar que la dieta tenga como mínimo el 7% de
proteína y el segundo asegurar que la dieta mantenga una relación de 12 a 14 g de
proteína por cada 100 g de TDNs. Para ambos casos las ecuaciones para estimar lo
que se requiere serian iguales:
1) Proteína a suplementar (kg/d) = Deficiencia de proteína *Consumo de alimento
Donde,
2) Deficiencia de proteína(%) = Aporte de proteína - requerimiento (%)
3) Consumo de alimento (Kg de MS)* = Peso vivo * 2,5%
Nota: El consumo de alimento puede estimarse de diferentes maneras. Aquí se sugie-
re un valor de 2,5% que pude ser menor (2,0%), si los forrajes están maduros.
Por último, la cantidad de alimento o suplemento se puede estimar con la siguiente
formula:
4) Cantidaddealimento(kg/d)=Proteínaasuplementar(kg/d)/%proteínadelalimento
El contenido de proteína degradable en
la dieta debe estar en un mínimo entre
30 y 40% de la proteína cruda y en vacas
de leche de alta producción la proteína
no degradable en rumen debe ser de
35% de la proteína cruda. Por lo general
en los suplementos alimenticios se suple
proteína no degradable, pero debido a
la pobre calidad del forraje en algunas
zonas y/o en algunas épocas, eventual-
mente se debe suplementar proteína
degradable.Si se asume que no existen
factores limitantes como deficiencia de
minerales en el rumen, la síntesis de
proteína microbial es determinada por
la cantidad de energía disponible en el
rumen, proveniente de la fermentación
de la materia orgánica, y la cantidad de
proteína degradable incorporada en la
proteína microbial por unidad de energía
varía según el nivel de alimentación que
afecta la tasa de pasaje en el rumen. El
nivel mínimo de proteína requerido en el
alimento para no limitar el consumo es
de 7% PC y para no limitar el crecimien-
to de los microorganismos ruminales es
13% de los nutrientes digestibles totales.
En general, la suplementación proteica
busca maximizar el consumo de forraje
por parte del animal y optimizar la fer-
mentación de este en el retículo- rumen.
Se ha demostrado que cuando las pas-
turas contienen niveles de proteína infe-
riores a 7% el consumo disminuye lineal-
mente al disminuir el nivel de proteína
independientemente de la disponibilidad
de forraje en la pastura. Adicionalmente,
la digestibilidad del forraje también dis-
minuye bajo esta circunstancias y se ha
sugerido que se requiere por lo menos
12% a 14% de proteína por cada 100g
de nutrientes digestibles (NDT) para un
adecuado crecimiento de los microor-
ganismos ruminales (NRC, 1996). Es
importante señalar que en la época seca
los forrajes tropicales pocas veces lle-
gan a estos niveles de proteína y tampo-
co lo hacen los henos y/o ensilajes que
se usan en esta época. Por lo tanto, se
presenta una oportunidad para usar esta
tecnología en épocas secas o en suelos
pobres en el trópico bajo Colombiano.
Las tecnologías existentes para suple-
mentar proteína en pastoreo incluyen la
suplementación directa de alimentos ri-
cos en proteínas (tortas, semillas, harina
de pescado, balanceados) o suplemen-
tos con aporte de nitrógeno no proteico
(NNP) como son los bloques multinutri-
cionales (minerales y NNP), sales pro-
teinadas (sales minerales con NNP), y
melaceros (melaza y NNP). Adicional-
mente, se ha promovido la inclusión de
leguminosas en la pastura o de corte que
normalmente aportan proteína adicional
a la dieta.
28. 27
Requerimiento según primer criterio - Para maximizar el consumo del forraje se con-
sidera que la dieta debe contener como mínimo 7% (primer criterio) y este valor debe
ingresarse en la ecuación 2 como el requerimiento.
Requerimiento segundo criterio - Si se decide usar el segundo criterio, es importante
conocer la digestibilidad o los NDT adicionalmente al valor de proteína. Se multiplica
el valor de los NDT o la digestibilidad por 12% (dietas ricas en granos) o 14% dietas
ricas en forrajes y este valor representa la proteína requerida para los microorganis-
mos ruminales como porcentaje de la MS de la ración. Este valor se considera el
valor de proteína degradable que debe tener la dieta y se usa como el requerimiento
en la ecuación 2. Adicionalmente, la concentración del forraje se debe multiplicar por
0,8 asumiendo que el 80% de la proteína del forraje es degradable.
Las fuentes de proteína verdadera (tortas, semilla, harinas de pescado) tienen venta-
jas sobre el uso de fuentes de NNP. Sin embargo, si la fuente de proteína que se va
a utilizar incluye urea (NNP) se deben guardar una serie de precauciones ya que este
recurso es potencialmente tóxico. Estas son:
1. No se debe usar urea cuando las concentraciones de proteína en el forraje son
adecuadas (7% de proteína o 12 a 14% por cada 100 de TDN).
2. No exceder una dosis de 0,2g por kg de peso vivo.
3. La urea debe suplementarse con sistemas que restrinjan su consumo (bloques
multinutricionales, sales proteinadas, melaceros). No se recomienda ofrecer la do-
sis en una sola toma o a libre voluntad. En caso de mezclarla con pasto de corte o
silo se recomienda como mínimo en dos raciones al día.
4. Se recomienda aumentar gradualmente la cantidad de Urea hasta alcanzar la dosis
recomendada (una a dos semanas).
5. Se debe añadir azufre (4g por cada 100 de Urea) para optimizar la síntesis de pro-
teína microbial. Flor de azufre es adecuada fuente de azufre.
6. El N contenido en 1g de urea equivalen al N contenido en 2,87g de proteína cruda.
Es decir que un gramo de urea equivale a 2,87g de proteína.
Por último, las respuestas a la suplemen-
tación de minerales o proteína son efi-
cientes cuando hay forraje disponible. Es
importante entender que la suplementa-
ción estratégica no reemplaza el forraje
y por lo tanto su éxito radica en que haya
suficiente forraje disponible para el con-
sumo animal. Esta tecnología esta dise-
ñada para suplir las deficiencias de algu-
nos nutrientes en el forraje pero no para
reemplazar la materia seca de la pastura.
Para épocas críticas como el verano es
importante que haya disponibilidad de
forraje (heno en pie, heno o silo). Algu-
nos ganaderos reservan praderas para la
época seca (heno en pie). Estas prade-
ras normalmente son bajas en proteína y
minerales debido a su avanzado estado
de madurez. Con el uso de la suplemen-
tación estratégica (minerales y proteína)
estas praderas son una excelente fuente
de nutrientes para el animal. En Brasil, el
uso de esta tecnología ha disminuido las
perdidas de peso y en algunos casos per-
mitido mantener pequeñas ganancias de
peso en época seca reduciendo el tiem-
po al sacrificio, mejorando la rotación de
capital y haciendo mas productiva la ex-
plotación.
Los bovinos requieren de algunos ele-
mentos inorgánicos para mantener un
adecuado estado de salud y lograr un
desempeño productivo apropiado. Así
mismo, los microorganismos presentes
en su tracto digestivo también requieren
de ciertos elementos para su adecua-
do crecimiento y por lo tanto, las defi-
ciencias de minerales pueden generar
disminución en la digestibilidad de los
forrajes consumidos e incluso con dismi-
nución en el consumo de materia seca.
4.3 Requerimientos de minerales de los bovinos
29. 28
Los minerales esenciales son catorce y
su importancia va desde suplir funcio-
nes vitales corporales como es el caso
del fósforo y el yodo, hasta minerales
aparentemente no esenciales pero que
influyen de manera significativa sobre
la productividad de carne y leche. Algu-
nos minerales se expresan en un ran-
go, donde los más altos valores deben
ser utilizados en animales durante las
fases de rápido crecimiento, gestación
y lactancia y los valores menores para
suplir los requerimientos de manteni-
miento con un bajo nivel de producción.
Los minerales requeridos por los bovinos
son clasificados de acuerdo a las canti-
dades requeridas, en este contexto los
macrominerales se requieren en canti-
dades relativamente altas en la dieta de
los animales y se suelen expresar como
porcentaje de la materia seca, por el con-
trario los microminerales se requieren en
pequeñas cantidades y sus requerimien-
tos y contenidos en los alimentos se sue-
len expresar en partes por millón (ppm,
mg/kg, g/ton). Los requerimientos de
minerales, al igual que con los otros nu-
trientes, también pueden ser calculados
siguiendo una metodología factorial don-
de los requerimientos parciales para las
funciones de mantenimiento, crecimien-
to, gestación y lactancia son sumados
para obtener el requerimiento total. En
este sentido la productividad potencial
de carne o leche del animal es definida
por el requerimiento de minerales, lo
cual es más evidente en las vacas de
mediana y alta producción de leche, las
cuales “pierden” una cantidad conside-
rable de minerales que son calculados
a partir de la cantidad de leche produ-
cida y la concentración de mineral en el
producto, esta cantidad puede ser con-
siderada como el requerimiento parcial
del mineral para la función de lactancia.
En general, los requerimientos de mine-
rales de los bovinos para lactancia (Tabla
4), son afectados por factores asociados
con el animal, el ambiente y la disponi-
bilidad de los recursos alimenticios y
suplementos empleados en los diferen-
tes sistemas de alimentación (Tabla 3).
Tabla No. 3.
Factores que determinan el requerimiento de minerales en los bovinos.
Factor Efecto
Nivel de
producción
Altas tasas de crecimiento o producción de leche demandan mayores can-
tidades de minerales, las cuales serán depositadas en los productos (leche
o carne).
Temperatura
ambiental
En temperaturas superiores a la termo-neutralidad, el bovino realiza pro-
cesos de termorregulación incluyendo una mayor sudoración que conduce
a una mayor perdida de minerales especialmente de electrolitos como el
sodio.
Interacción
con otros
nutrientes
Excesos de un mineral puede inducir la deficiencia de otro, por ejemplo ex-
cesos de fósforo pueden inducir deficiencias de calcio.
Deficiencias de azufre pueden inhibir el crecimiento microbial a nivel ruminal,
especialmente si los forrajes son deficientes en proteína y se utiliza nitróge-
no no proteico en la dieta del animal.
Biodisponibi-
lidad de las
fuentes
Las diferentes fuentes de minerales presentan diferentes biodisponibilidades
delmineralasuplementar.Porejemplo,elfosfatodicálcicotieneentre87-95%de
biodisponibilidad,mientrasqueelfosfatomonocálcicotienealrededorde99%.
Las fuentes orgánicas de minerales presentan una mayor biodisponibilidad
pues corresponden a estructuras mineral-compuesto orgánico que hace que
el mineral se absorba mediante mecanismos propios del compuesto (Ej.
transportador de aminoácidos) que son más eficientes que los transporta-
dores de los elementos inorgánicos.
30. 29
Tabla No. 4.
Requerimientos de macrominerales por litro de leche.
Mineral Requerimiento por litro de leche
Calcio 1.22 g.
Fósforo 0.9 g.
Sodio 0.63 g.
Cloro 1.15 g.
Potasio 1.5 g.
Magnesio 0.17 g.
Fuente NRC 2001.
Los requerimientos de Ca para bovinos
en pastoreo varían entre 2-4 g/kg de MS
y solamente estos valores deben ser ajus-
tados en vacas lactantes. En general, la
mayoría de las pasturas contienen nive-
les adecuados de calcio, pero cuando se
suministran niveles altos de suplementos
basados en el uso de granos de cereales,
el nivel de calcio debe ser ajustado para
cubrir el requerimiento. El mayor riesgo
para una deficiencia de calcio, se presen-
ta en vacas de alta producción con un
proceso de hipocalcemia aguda (parálisis
postparto, fiebre de leche) durante los
primeros tres días después del parto, en
donde los requerimientos de calcio se in-
crementan repentinamente y de manera
sustancial, para soportar la producción
de leche. La incidencia de estos eventos
en ganaderías de carne o doble propósito
son mínimas. Una sustancial reducción
en la incidencia de hipocalcemias, se da
mediante la implementación de una es-
trategia de estímulo de activación hor-
monal de la absorción intestinal de cal-
cio con el suministro de dietas bajas en
calcio durante el último tercio gestación.
Esta absorción de calcio en el intestino
delgado es afectada por el balance ácido
base y por lo tanto una reducción en la
relación catión-anión de la dieta reduce
el riesgo de hipocalcemia. El uso de sa-
les aniónicas (cloruros o sulfatos de Ca o
Mg) para alcanzar un balance electrolíti-
co negativo depende fundamentalmente
de los niveles de potasio en las pasturas,
estrategia que debe ser complementada
con una reducción en los niveles de pota-
sio de los suplementos, mediante el uso
de recursos alimenticios bajos en pota-
sio y la utilización de fertilizantes ricos
en este mineral.
4.3.1 Los requerimientos de Ca.
La suplementación de minerales se en-
marca en los antecedentes de Colom-
bia en donde predominan los sistemas
de pastoreo y por consiguiente, los ba-
lances nutricionales de minerales deben
contemplar el aporte del forraje consu-
mido, y en el caso de los sistemas don-
de se usan suplementos, se debe con-
templar también el aporte de minerales
de estos suplementos. De esta manera
las deficiencias o desbalances minera-
les deben ser superadas mediante el
uso estratégico de sales mineralizadas,
las cuales en condiciones prácticas son
diseñadas atendiendo a un patrón re-
gional promedio de fertilidad de los sue-
los y contenido mineral de los forrajes.
La nutrición mineral de los animales, in-
cluidos los bovinos, ha evolucionado de
un escenario donde se busca evitar defi-
ciencias o desbalances, a uno donde los
diferentesmineralessonusadosparapro-
mover respuestas fisiológicas de interés.
En este sentido, minerales como el zinc
y el selenio son utilizados para fortalecer
la respuesta inmune buscando prevenir
enfermedades (por ejemplo mastitis), y
el cromo para mejorar la tolerancia al es-
trés. El selenio también tiene relevancia
a la hora de mejorar el desempeño repro-
ductivo de hembras y machos bovinos,
mediante descensos en la prevalencia de
retenciones de placenta en las hembras
y mejor calidad del semen en los machos.
4.4 La suplementación de minerales
31. 30
La suplementación mineral busca cubrir
las deficiencias o remediar los desbalan-
ces de estos que se presentan en la pas-
tura en relación a los requerimientos del
animal. De esta manera se logra maxi-
mizar el consumo de forraje y se evitan
varios problemas que aparecen cuando
hay deficiencias de minerales (bajas ga-
nancias de peso, baja fertilidad, otros).
Las recomendaciones de minerales para
animales en pastoreo se presentan en la
tabla 5.
En las pasturas, el suelo determina en
gran medida la disponibilidad de minera-
les y por lo tanto su concentración en el
tejido de la misma; aunque hay factores
genéticos y de madurez de la planta que
pueden generar diferencias en el conte-
nido de minerales entre una planta y otra
en las mismas condiciones de suelo. En
general, los forrajes Colombianos son
deficientes en Na, Ca, P, S, Co, Cu, I,
Se y Zn y ricos en Fe y Mn, debido a las
características de los suelos. Las con-
centraciones de K en el tejido de los
forrajes se consideran suficientes para
cubrir los requerimientos animales en
todo el territorio nacional aunque algu-
nos suelos se consideran deficientes en
este mineral para un óptimo rendimiento
de la pradera y su concentración en el
forraje disminuye en la época seca. Por
último, aunque existen deficiencias de
Mg en algunas regiones este mineral
normalmente se considera adecuado en
el forraje para cubrir los requerimientos
del animal. Existen algunas excepciones
importantes a estas generalidades como
son a) excesos de Se en zonas de Mag-
dalena medio y cordillera oriental parti-
cularmente las vegas del rio Negro, b)
excesos de Na en vegas del rio Bogotá
y algunos suelos del litoral atlántico y
c) excesos de P en forrajes de lechería
especializada. En todos los casos con
implicaciones prácticas ya que el Se en
exceso es altamente toxico, los excesos
de Na deprimen el consumo de sal mi-
neral y los excesos de P pueden genera
deficiencias de Ca.
Tabla No. 5.
Recomendaciones de minerales en la dieta de bovinos. Cantidad diaria
para Ca y P dependiendo de la función productiva y concentraciones
mínimas en la dieta para los demás minerales*.
Mineral [ ] Dieta Mantenimiento Crecimiento Lactancia
Macrominerales
Calcio 0,031 g/kg PV 20 g/kg 2,5 g/Lt
Fosforo 0,024 g/kg PV 8 g/kg 1,4 g/Lt
Potasio % 1.0
Magnesio % 0.10 0.20
Sodio % 0.08
Azufre % 0.15
Microminerales
Co, ppm 0.10
Cu, ppm 10
Fe, ppm 50
I, ppm 0.5
Mn, ppm 20 40
Se, ppm 0.1
Zn, ppm 30
* Adaptado de NRC (1996)