El sector lácteo de Estados Unidos ha cambiado desde los años 70, con un hato más pequeño pero más productivo. Ahora produce el doble de leche por vaca y prefiere los quesos sobre la leche líquida. Aunque es proteccionista, importa casi el doble de lo que exporta en productos lácteos. Colombia puede aumentar sus exportaciones a este mercado importante, especialmente de quesos y leche en polvo.
1. Preferencias lácteas del norte
Sector ganadero de USA ha cambiado su composición desde los años 70.
Ahora tiene un hato más pequeño. Incrementó al doble su productividad por
vaca (de 4000 a 9000 litros de leche por lactancia). En productos lácteos,
importa casi el doble de lo que exporta y la preferencia de consumo es el
queso. El mercado estadounidense se mueve en un marco proteccionista,
condición que ha contribuido a incrementar el precio de la leche de 30 a 50
centavos de dólar el litro.
Por: José Félix Lafaurie Rivera*
Quienes han mirado al norte, particularmente, a Estados Unidos, notan que
el consumo de los lácteos goza de una alta aceptabilidad por parte de sus
habitantes y que en los últimos años éste, se ha incrementado. Es un
mercado de gran importancia que se caracteriza por los cambios en su
conformación y en las preferencias. Estos cambios permiten detectar la
existencia de una canasta de oportunidades de negocios para hacer
propuestas encaminadas a ampliar el comercio exterior de Colombia con
Estados Unidos.
Actualmente las exportaciones colombianas de productos lácteos
representan solamente el 4% de nuestra producción. Hacia Estados Unidos
Colombia exportó, en 2003, 802 toneladas de derivados lácteos,
especialmente quesos (67%) y leche en polvo, concentrada y evaporada
(23%). Es una cifra pequeña, que puede aumentarse en la medida que
abramos campo en este mercado, si tenemos en cuenta que importa casi el
doble de lo que exporta (exportaciones por US$ 730 millones e importaciones
por US$1.109 millones).
Si bien es cierto que Estados Unidos aporta el 15% de la producción mundial
(80.000 millones de litros), y ha mostrado cambios relevantes en las últimas
tres décadas en productividad, también es relevante su elevado consumo.
Mientras en los años 70 el eslabón primario de ese país lo conformaban más
de 650.000 fincas con un promedio de 20 cabezas por explotación, en la
actualidad, se compone de algo más de 90.000 fincas, con 100 vacas por
explotación. En el mismo periodo se dio una reducción del 25% en el hato
lechero e incrementos en la productividad por vaca, que llevaron los índices
nacionales de poco más de 4.000 litros por lactancia a casi 9.000 litros.
Además, los costos de producción son muy sensibles al tamaño de los hatos.
Las fincas con más de 500 animales dedican 2 horas de trabajo por cada
tonelada de leche producida y las de menos de 50 animales, utilizan 17
horas.
2. Y que decir del consumo. Mientras el de leche líquida disminuyó 35
kilogramos (de 120 kg a 85 kg), en ese mismo lapso, el de queso aumentó
casi dos veces. Ahora alcanza los 62 kg año (de 78kg a 140 kg). Esto muestra
los cambios en el tipo de lácteo consumido, prefiriendo ahora el consumo de
quesos.
No obstante, estas buenas perspectivas, no hay que olvidar que el mercado
lácteo norteamericano se mueve en un marco proteccionista, que garantiza
los ingresos de los productores mediante la fijación de precios mínimos.
Asimismo, que las exportaciones se apoyan en el pago de compensaciones
para poder ser comercializadas a precios de mercado y que existen
instrumentos de protección arancelaria y para−arancelaria para las
importaciones.
El precio al productor de la leche, que venía de una constante reducción
hasta ubicarse en 30 centavos de dólar por litro en 2003, motivó al gobierno
de USA a implementar políticas de incentivos a las exportaciones que han
presionado el precio al alza en la mayor parte de 2004 (50 centavos de
dólar).
Un mercado en donde la preferencia por los quesos y algunos derivados, va
en aumento, en donde los precios se mantienen al alza y los productos
importados representan casi el doble de la exportaciones, merece atención,
sobre todo cuando tenemos un mercado competitivo para dar la pelea.
Miremos las preferencias del norte.
*Presidente Ejecutivo de Fedegan