Con el término «cristología" se indica la reflexión teológica que realiza la comunidad creyente sobre la persona de Jesús de Nazaret, proclamado en la fe Cristo y Señor. A partir de esta única reflexión que realiza la Iglesia a la luz de la unidad del misterio, se han desarrollado y se siguen desarrollando investigaciones concretas que toman en consideración una lectura peculiar de la persona de Jesús; estas reflexiones teológicas desarrolladas a lo largo de los siglos se llaman cristologías. Deben distinguirse tanto a nivel de metodología como de contenido y deben considerarse, en todo caso, en su complementariedad.
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CENTRO ARQUIDIOCESANO DE FORMACION CRISTIANA.
“Evangelii Gaudium”
PREGRADO EN TEOLOGIA
Cristología.
Clases de Cristología
Omar Enrique Parrado Torres
Egaudinista
Tutor Pbro. : Luis Carlos Cely Velásquez
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Introducción
Con humildad intentaremos con la ayuda del Espíritu Santo entender y facilitar al lector el
acercarnos a la las clases de cristología, no sin antes considerar que para ello adoptamos como
punto de partida la persona de Jesús de Nazaret para adentrarnos en la reflexión teológica del
creyente sobre la cristología como misterio, procurando recorrer la historia para distinguir la
reflexión que surge de las clases de cristologías.
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Clase de Cristologías
Cristología
Con el término “cristología” se indica la reflexión teológica que realiza la comunidad creyente
sobre la persona de Jesús de Nazaret, proclamado en la fe Cristo y Señor. A partir de esta única
reflexión que realiza la Iglesia a la luz de la unidad del misterio, se han desarrollado y se siguen
desarrollando investigaciones concretas que toman en consideración una lectura peculiar de la
persona de Jesús; estas reflexiones teológicas desarrolladas a lo largo de los siglos se llaman
cristologías. Deben distinguirse tanto a nivel de metodología como de contenido y deben
considerarse, en todo caso, en su complementariedad. Podemos reconocer varias cristologías:
aquí enumeraremos las más significativas.
Cristología bíblica
Surge en el momento en que se intenta conformar los datos de la exégesis con la teología
típica de cada autor neotestamentario. Se da una:
• Cristología bíblica global, entendiendo con ella los resultados que surgen del conjunto de
los textos sagrados, y una
• Cristología bíblica peculiar de Cada autor.
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Cristología patrística:
Se entiende la reflexión que aparece en los diversos Padres de la
Iglesia. También en este caso se estudia la perspectiva presente en los
diversos Padres, junto con la visión global que se percibe en todo el
período. Encierran un valor particular los datos contenidos en las
cristologías de los siglos IV y V en la escuela alejandrina y en la
antioquena: son también vitales los que provienen del conocimiento de
las disputas cristológicas que confluyen más tarde en los concilios de Nicea, Constantinopla y -
Calcedonia.
cristología ontológica
Intenta precisar a la luz de la reflexión especulativa, la realidad de la persona de Cristo.
Insistiendo en el dogma de Calcedonia, establece
el fundamento de la reflexión que ve a Jesús
como Hijo de Dios, es decir, como verdadero
Dios y verdadero hombre en virtud del misterio
de la encarnación. Buscando las razones que
conducen a la mente a comprender más de cerca
el misterio, esta cristología justifica el dogma por
el que “en una sola persona” hay - dos
naturalezas (DS 302).
Cristología funcional
Debe esta especificación al hecho de que estudia la obra realizada por Cristo y más
directamente su “función salvífica”, Surge particularmente como reacción frente a la
absolutización de la visión ontológica, que parecía olvidar el obrar mismo de Jesús de Nazaret.
Cristología desde arriba y cristología desde abajo son dos ulteriores especificaciones que se han
llegado a crear para designar la reflexión que destaca como punto de partida la Palabra de Dios y
el misterio (desde arriba), o bien el obrar histórico y terreno de Jesús (desde abajo): esta
distinción está sometida a una fuerte ambigüedad: en efecto, si es verdad que hay una prioridad
objetiva del Jesús de Nazaret, también es verdad que existe una prioridad de la fe que lo anuncia
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y profesa como Cristo. En este mismo sentido se puede ver la distinción entre cristología
ascendente y cristología descendente.
Con cristología desde dentro - fórmula propuesta recientemente por E. Biser - se intenta
realizar una síntesis entre las dos tendencias anteriores, presentando la clave interpretativa a partir
del mismo Cristo.
Cristología existencial:
Se refiere a la acentuación que llega a ponerse en la experiencia del creyente y en la
provocación que la cristología llega a suscitar en la vida personal. El punto de partida parece ser
la experiencia que realizaron los discípulos de Cristo y la experiencia de cada uno de los
creyentes. La cristología de la liberación es una de las últimas tendencias que insiste en el aspecto
de la liberación realizada por Jesús; se desarrolla mostrando el encuentro que se realiza entre el
Cristo pobre con los pobres de hoy y supone el compromiso por una liberación "económica,
social y política de los grupos oprimidos y dominados” (L. Boff). La cristología desde fuera se
presenta como el intento de sistematizar la reflexión sobre Jesucristo, que se realiza fuera de la fe
cristiana por obra de autores que se impresionaron por su mensaje y por su vida. En estos casos,
como se trata de personas fuera del ámbito de la fe, es difícil poder hablar en sentido propio de
cristología; la investigación se mueve más bien en una perspectiva estética, filosófica o ética.
La cristología llega a asumir otras varias especificaciones, determinadas por la acentuación de
algunos aspectos de la vida de Cristo; los mismos nombres explicitan su contenido. Tendremos
entonces una cristología kenótica, cuando se toma como punto de partida el texto de Flp 2,7.
"Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose
semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre;"
Cristología pneumatológica
Que insiste en la acción del Espíritu y prefiere la lectura de Lucas;
Escatológica:
Que centra su atención entre el "ya" realizado y el "todavía no" que ha de realizarse del Reino
anunciado por Jesús;
Cósmica:
En la lectura de Teilhard de Chardin, que ve el fin de todo el movimiento de la evolución
universal en el punto omega, identificado con Cristo.
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Objetivos
Visualizar para su comprensión las clases de cristologías para diferenciarlas y considerar su
punto de partida de gran interés para continuar en este acercamiento a la salvación que ha sido
ofrecida en Jesús de Nazaret a la creación.
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Conclusiones
El Espíritu santo nos permite entender que es necesario reforzar la catequesis mistagógica para
crear en el cristiano de hoy la necesidad de conocer al Cristo, la cristología y rogar a Jesús de
Nazaret su revelación para entender el misterio de la salvación en Cristo Jesús.
Con humildad intentaremos con la ayuda del Espíritu Santo entender y facilitar al lector el
acercarnos a la las clases de cristología, no sin antes considerar que para ello adoptamos como
punto de partida la persona de Jesús de Nazaret para adentrarnos en la reflexión teológica del
creyente sobre la cristología como misterio, procurando recorrer la historia para distinguir la
reflexión que surge de las clases de cristologías.
Eso nos puede implicar avances significativos para:
• Mantenernos en la batalla espiritual permanente que realizamos como comunidad creyente.
• Acogernos a las reflexiones ofrecidas por los Padres de la Iglesia para crecer en nuestro
criterio de la salvación.
• Esforzarnos por conocer concilios como el de Calcedonia que nos permite adentrarnos en los
dogmas sobre Cristo.
• Implica dejarnos conducir por el Espíritu santo para caminar en la cristología ascendente y
entenderlo desde la descendente para trascender.
"Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose
semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre;"
J.A.Riestra nos dice:
“Las definiciones dogmáticas de los concilios ecuménicos constituyen un punto de
referencia fundamental para el estudio y la investigación de la cristología. Ciertamente
estas definiciones no agotan el misterio que intentan exponer o defender, pues son
siempre formulaciones humanas, y, por tanto, con los límites propios de toda palabra
humana. Es más, no agotan ni siquiera toda la comprensión de Cristo que la Iglesia,
asistida por el Espíritu Santo, había alcanzado hasta ese particular momento histórico.
La misma evolución de los concilios, y de las herejías a las que intentan responder,
muestra cómo cabe siempre una mayor profundización en el misterio de Cristo.
Estas mismas características no siempre son tenidas en cuenta y, en ocasiones, se ha
presentado la doctrina de concilios como Nicea o Calcedonia como una helenización
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del dogma cristológico, como manifestación de una falta de sensibilidad por los
aspectos soteriológicos. Y, sin embargo, estas acusaciones habría más bien que
dirigirlas a los diversos herejes de aquellos tiempos para los que la fe de la Iglesia
resultaba incomprensible precisamente a la luz de los postulados filosóficos y
culturales del helenismo de sus diversas épocas. Las investigaciones sobre este tema,
sin embargo, han puesto de manifiesto que los padres conciliares no se han dejado
seducir por la tentación de asimilar la verdad cristiana a las categorías filosóficas
griegas. Ciertamente el pensamiento cristiano ha hecho uso de conceptos que
provienen de la cultura griega, pero ha hecho igualmente uso de tantos otros que son
fruto de la razón humana en general, no de la razón griega.”
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Referencias Bibliográficas
cristología del bajo, cristología del alto, cristología de la kenosis, entre otras. Cristología y
cristologías: http://mercaba.org/VocTEO/C/cristologia_y_cristologias.htm
J.A. Riestra, Diccionario de Teología, Eunsa, Pamplona 2006, pp. 519-526, La formación del
dogma cristológico https://mercaba.org/Enciclopedia/F/formacion_del_dogma_cristolog.htm