3. ¿Qué es?
Los exámenes o cuestiones de desarrollo consisten en una o
varias cuestiones que el estudiante debe desarrollar. En
ocasiones, el enunciado se presenta a partir de un texto o imagen
(p.ej., la reproducción de una obra de arte).
Por lo general, los exámenes de este tipo exigen, en el ámbito
universitario, respuestas extensas y una buena capacidad de
síntesis para condensar toda la información necesaria en el
limitado margen de tiempo de que se dispone.
Al tratarse de respuestas extensas, una buena redacción mejora
el resultado, aunque falte algún dato secundario en el desarrollo
del tema. Las respuestas a este tipo de exámenes son en su
mayoría textos de tipo expositivo. La exposición se logra
mediante la argumentación (p. ej. cuando el enunciado consiste
en una disertación a partir de una cita, o en preguntas de tipo
ensayístico donde debe defenderse un determinado punto de
vista) o mediante la descripción (p. ej. en el comentario de obras
de arte).
4. ¿Para qué sirve?
Para el profesor, el examen: Permite evaluar el aprendizaje, juzgar el nivel de
destrezas alcanzadas. proporciona información valiosa sobre la eficacia de
los procedimientos utilizados y la conveniencia de modificar sus
planteamientos docentes si fuera necesario.
Para el alumno: puede ser una motivación para el estudio. contribuye al
aprendizaje, ya que exige organización, capacidad de síntesis y aplicación de
los conocimientos adquiridos. ayuda a evaluar el método de estudio
personal. permite reconocer los temas o materias en los que el aprendizaje
ha sido efectivo y aquellas en las que resulta deficiente.
5. ¿Cómo puedes mejorar la preparación
de los exámenes?
Trabajar diariamente para asegurarte de que entiendes la materia.
Preguntar en clase cuando sea necesario.
Estudiar cada tema: subrayar, hacer esquemas, resúmenes…siguiendo
el método adecuado (el que cada uno eligió)
Cuando un tema queda bien aprendido, no se olvida fácilmente. En el
estudio de los siguientes temas tendréis que apoyaos en los anteriores,
por lo que os sirve de repaso y consolidación.
Cuando se aproxime el examen, tenemos que repasar para afianzarlos
más en la memoria.
Cuando se ha trabajado y se sabe el examen, no debemos
preocuparnos.
6. ¿Cómo comprender bien las preguntas
del examen?
Dejando los nervios en el pasillo.
Tomándote tu tiempo para leer bien las preguntas. Léelas todas. A
veces, puede haber más de una que haga referencia al mismo tema, y
tendrás que decidir el enfoque y el contenido para cada una.
Si cuando las has visto todas, alguna no es muy clara, pregunta al
profesor y te las aclarará.
Antes de contestar cada pregunta en particular, léela varias veces, hasta
que te asegures de su comprensión. Busca la palabra clave que te indica
qué hacer: explica, demuestra, define, calcula, encuentra…. Practica la
lectura comprensiva
Después de contestar, lee nuevamente la pregunta y la respuesta y
valora si ésta responde efectivamente a la primera.
7. ¿Cómo organizar el tiempo que
dispones del examen?
Es necesario conocer el valor de cada cuestión, pues no se le va a
dedicar el mismo tiempo a un tema valorando con tres puntos, que si
sólo merece uno.
Se hace una distribución rápida del tiempo. Debemos dejar tiempo
para el repaso.
Se debe comenzar por las cuestiones que mayor valoración tengan, y
por las que mejor se saben. La mejor forma de contestar es haciendo, al
principio, un esquema que nos guíe durante el examen.
Cuando no hay tiempo para responder alguna cuestión se deben
expresar las ideas básicas, aun que sea de manera superficial. Así
demostrarás que efectivamente sabías lo que debías poner.
Procura ser claro y breve; hacer bien un examen no consiste en escribir
mucho, sino contestar con precisión a lo que se te pregunta.
8. Métodos de repaso para el
examen, consejos:
No es necesario, leer todo nuevamente.
Deben repasarse esquemas bien hechos.
Recitar, recordar sin la ayuda del libro y de los apuntes. (Esquema de
recitación aconsejado en nuestra técnica de tomar apuntes ).
Intentar en los repasos hacerse preguntas de las que su pongas que
pueden salir en el examen.
Nos plantearemos cómo podemos indagar sobre las preguntas del
examen.
Hacer un horario minucioso para el repaso final.
Cada tema se debe repartir en la sesiones que sean necesarias
convenientemente planificadas.
Hay que dominar la materia de examen una semana antes de la fecha
del examen. De esta forma los últimos días podrás dedicarlos a los
resúmenes rápidos que refresquen vuestra memoria.
Si te retrasaste en el trabajo y tienes escasez de tiempo merece la pena
concentrarse en los temas más importantes.
9. Análisis del enunciado
Los enunciados de este tipo de exámenes pueden contener los siguientes elementos:
tema, focalización, instrucción y punto de vista.
El tema en el título de un enunciado es el mismo que el tema de un texto, es decir, la
cuestión principal sobre la que se trata:
Ejemplos:
Describe el ciclo vital de la mariposa.
Las nociones de derecho y deber en el derecho constitucional español.
Comenta y compara la evolución contable de estas dos empresas.
La focalización es una limitación detallada del tema (a veces puede no aparecer).
Ejemplos:
Describe el ciclo vital de la mariposa.
Las nociones de derecho y deber en el derecho constitucional español.
Comenta y compara la evolución contable de estas dos empresas.
Define el concepto de intertextualidad a partir de la comparación de los dos textos
siguientes de Carles Riba y Paul Valéry.
Argumenta a favor o en contra de la proliferación de especies no autóctonas en el Delta del
Ebro.
Traduce y analiza este pasaje de la Odisea.
10. La instrucción es la operación concreta que se pide hacer. Se basa en
unas palabras clave que son las más habituales en los enunciados de
exámenes y ejercicios, aunque no siempre aparecen explícitamente.
Ejemplos:
Describe el ciclo vital de la mariposa.
Las nociones de derecho y deber en el derecho constitucional español.
El punto de vista es, en las preguntas de tipo ensayístico, la posición
argumentativa que se pide (no siempre aparece explícitamente)
Ejemplos:
Describe el ciclo vital de la mariposa.
Las nociones de derecho y deber en el derecho constitucional español.
11. Pasos para analizar un enunciado
Identifica el tema.
Identifica la focalización y determina qué relación
mantiene con el tema (¿Es un ejemplo, un apartado,
un tipo, un caso concreto, un ámbito, una causa, un
efecto, una solución...?
Observa si hay una instrucción y analiza qué pasos o
apartados implica.
Observa si hay un punto de vista implícito o explícito
y, en caso afirmativo, si coincide con el tuyo o no. Si no
coincide y te resulta imposible, elige otra pregunta y
evita ésta. Si no, planifica cuidadosamente cómo
responderla siguiendo el punto de vista que se exige.
12.
Planificación deexamenrespuesta
Los errores típicos de este tipo de
la
consisten en contestar telegráficamente, de
forma desordenada, o desarrollar un punto en
exceso en detrimento de los demás. Para
evitarlos, conviene planificar la respuesta,
aunque sea mínimamente:
Una vez analizado el enunciado, y antes de
empezar a contestar, haz un borrador con un
breve esquema del contenido de tu respuesta
para organizar la información. Así evitarás
que se te olviden las ideas y sabrás en cada
momento lo que te queda por completar en el
tiempo disponible.
Si el examen consta de varias preguntas,
dedica unos minutos a leer y analizar todos
los enunciados; de este modo podrás
comenzar por las preguntas que mejor
domines. Reserva también unos minutos para
el repaso final, y divide el resto del tiempo
disponible entre cada una de las preguntas.
13. Como ordenar la información
La información contenida en la respuesta debe seguir un
esquema estructurador (introducción - desarrollo -
conclusión) que facilite al examinador la lectura de tu
examen y le permita comprobar tus conocimientos. En
esto, el proceso de escritura de la respuesta a un examen se
asemeja a cualquier otro texto de tipo expositivo.
Para conocer y practicar diversos métodos de organización
de ideas en un texto.
14. El primer párrafo (o introducción) anuncia los elementos del tema
que desarrollarás en los párrafos siguientes. En estas primeras líneas,
puedes: delimitar el tema partiendo de una definición o un marco
espacio-temporal: adelantar la estructura general de la respuesta para
facilitar la lectura al examinador: "En todo proceso de colonización se
pueden distinguir tres fases sucesivas: la conquista, la organización y la
explotación.“ Al leer esta introducción, el evaluador espera que el
desarrollo de la respuesta presente un párrafo o apartado dedicado a la
conquista, otro a la organización y otro a la explotación.
El desarrollo de la respuesta debe ampliar la información en orden
jerárquico, es decir, distinguiendo la información principal y la
secundaria. El tema principal se ramifica en nuevos subtemas a base de
añadir nueva información; y esta nueva información, a su vez, puede
desglosarse en otros bloques de contenido.
15. Esta jerarquización de la información puede marcarse
mediante diversos recursos tematizadores, es
decir, recursos que convierten un elemento en nuevo tema
del texto al que se referirá la información que aparezca a
continuación. Los recursos que indican el cambio de tema
pueden ser:
Estructuras lingüísticas: en cuanto a...; respecto a...
Adverbios que delimitan el campo de aplicación temático:
físicamente, matemáticamente, estructuralmente, etc.
Recursos tipográficos diversos: numeración de
párrafos, letras siguiendo el orden alfabético, etc.
16. Cierre de las respuestas: el párrafo
final.
La estructura prototípica del texto académico destaca la posibilidad de un
fragmento final recapitulativo, donde: se recogen o sintetizan las ideas más
relevantes de las expuestas, se valora la importancia del tema tratado, o
bien, se desarrolla un último aspecto del tema. Conviene introducir este
párrafo o fragmento final mediante fórmulas de finalización y conclusión:
por último, finalmente, en definitiva, en resumen.