1. HISTORIA DEL
BOMBILLO
El bombillo, no cabe duda, fue una "brillante" idea. Pero como
casi todos los inventos del hombre, surgió como una mezcla
de casualidad, suerte, curiosidad y mucha inventiva.
2. El padre de esta lámpara incandescente fue el inventor norteamericano
Thomas Alva Edison. En nuestro número pasado, ya reseñamos
brevemente la biografía de este científico. Repasando un poco,
recordamos que Edison fue el primer inventor "en serie".
Él patentó más de mil invenciones y edificó la primera fábrica de
inventos. Se trataba de un edificio creado especialmente para "inventar
inventos" y ponerlos a funcionar. De todos los que realizó, Edison estaba
particularmente orgulloso del fonógrafo o "máquina de voz".
3. Sin embargo, otra de sus máximas creaciones, no nació en esta
"fábrica de inventos". Según se relata en varios libros (como The
Wyoming Lynching of Catlle Kate, escrito por George Hufsmith)
parece que Edison llegó a la luz del bombillo pescando... Sí señor,
sentado a la orilla de un río con una caña de pescar.
4. Todo comenzó en julio de 1878, cuando Edison fue incluido en el
grupo de personalidades que viajó a la población de Wyoming,
Estados Unidos, para ver un eclipse solar. Finalizado el evento
astronómico, el inquieto científico se fue de pesca a un hermoso
remanso llamado Lago Battle, en las montañas de la Sierra Madre.
5. Según esta historia, a Edison se le rompió el bambú de pesca. Sin
embargo, lo guardó y horas más tarde aún lo tenía en el campamento.
Allí lo puso a arder en la fogata y notó que la fibra del bambú
demoraba muchísimo tiempo encendida, sin consumirse.
6.
7. Este evento supuestamente inspiró a Edison a buscar la manera de
hacer que un filamento "ardiera" o se "encendiera" por mucho tiempo sin
apagarse. Esto de encontrar la fórmula de "una luz que nunca se apague",
dio paso entonces a los experimentos a través de los cuales, el incansable
inventor y su equipo de colaboradores llegaron hasta el bombillo que hoy
conocemos... ¡Y todo gracias a un mal día de pesca!
Como moraleja, esta anécdota de Edison sirve para confirmar que
incluso los "malos momentos" de la vida, esos en donde las cosas no salen
como uno quisiera, pueden servir para generar "ideas brillantes". Si aplicas
esta manera de pensar, seguramente a ti también un día se te "prenderá el
bombillo".
8. En realidad los bombillos no se "prenden", se encienden. Sin embargo es muy
usual decir "préndelo". ¿Sabes por qué? Se debe a una interpretación al pie de la
letra del idioma castellano. Cuando los bombillos de Edison nacieron, hace ya
muchos años, se usaban siempre colgados del techo (o sea asidos, agarrados,
aferrados al techo) Es decir, estaban prendidos del techo. De allí, devino el término
de "prendido" para identificar al bombillo cuando está "encendido".
Ahora, ya sabes que el bombillo puede estar "prendido" o colgado de alguna
parte aunque esté encendido o apagado. Dicho de otra manera: prendido es, en
Latinoamérica, sinónimo de colgado y originalmente nada tenía que ver con
encendido y menos aún con apagado.
En España y en el resto de nuestros países se sigue usando la palabra prendido
para significar que algo está adherido o pegado: así decimos que una planta o árbol
"prende", cuando retoña o crece sanamente. Una lumbre "prende" cuando cobra
fuerza en los maderos de una hoguera o chimenea
9. Electromagnetismo: Surge de la unión de electricidad y
magnetismo. Se llama así al conjunto de fenómenos magnéticos que
son inducidos por electricidad o por la acción mutua de corriente e
imanes. Esta unión de electricidad y magnetismo sirve como base a
muchos motores y máquinas.
10. Casi todos los artefactos que usamos a diario poseen componentes
electromagnéticos. El electromagnetismo ha sido siempre esencial
para desarrollar las aplicaciones de la electricidad. Gracias a él los
científicos han logrado "manejar" a la energía eléctrica, debido a la
utilización de la atracción magnética de las partículas atómicas (sobre
todo del electrón o carga negativa).
Electromotor: Produce o desarrolla electricidad. Es toda máquina
que transforma en efectos mecánicos las acciones que ocurren entre
corrientes o entre imanes y corrientes. A los artefactos
electromotores, se les llama también electromotrices.