Este documento contiene varios poemas cortos relacionados con la primavera y el mes de abril y mayo. Describe las flores, pájaros y cambios de estación típicos de la primavera a través de la poesía.
1. Primaveradas
CEIP VIRGEN DE TISCAR (QUESADA)
CURSO 2013/2013
2. LA PRIMAVERA BESABA
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recorde-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
!Juventud nunca vivida
quién te volviera a soñar!
Antonio Machado
3. MARIPOSA DEL AIRE
Mariposa del aire,
qué hermosa eres,
mariposa del aire
dorada y verde.
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
No te quieres parar,
pararte no quieres.
Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
¡Quédate ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?
(Federico García Lorca)
4. La maestra de las flores
En medio del prado
hay una Escuela,
adonde van las flores
y las abejas.
Amapolas y lirios,
margaritas pequeñas,
campanillas azules
que, con el aire, suenan;
rosas enanas, rosas.
Tulipanes de seda.
En el centro del prado
hay una Escuela
y a ella van las rosas
en Primavera.
En el recreo
cantan las flores
a las ovejas.
En el recreo
saltan las flores
sobre la hierba.
Y si llueve,
se ponen contentas
y crecen camino
de las estrellas.
En el centro del prado
hay una Escuela,
y una mariquita
es la maestra
Gloria Fuertes
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13. En el mes de abril Allí habla don Duardos:
No lloréis, mi alegría,
que en los reinos de Inglaterra
más claras agoas había
• En el mes era de abril
y más hermosos jardines,
En el mes era de Abril, y vuesos, señora mía.
de Mayo antes un día,
cuando lirios y rosas Ternéis trecientas doncellas
muestran más su alegría, de alta genelosía,
en la noche más serena de plata son los palacios
que el cielo hacer podía, para vuesa señoría,
cuando la hermosa infanta de esmeraldas y jacintos,
de oro fino de Turquía,
Flérida ya se partía, con letreros esmaltados
en la huerta de su padre que cuentan la vida mía;
a los árboles decía: cuentan los vivos dolores
que me distes aquel día
Quedaos adiós, mis flores, cuando con Primaleón
mi gloria que ser solía, fuertemente combatía:
voyme a tierras estranjeras, señora, vos me matastes,
pues ventura allá me guía. que yo a él no lo temía.
Si mi padre me buscare, Sus lágrimas consolaba
que grande bien me quería, Flérida que esto oía.
digan que amor me lleva,
que no fue la culpa mía; Fuéronse a las galeras
tal tema tomó comigo que don Duardos tenía;
que me venció su profía. cincoenta eran por cuenta,
todas van en compañía.
¡Triste, no sé a dó vo,
ni nadie me lo decía! Al son de sus dulces remos
la princesa se adormía
en brazos de don Duardos,
que bien le pertenecía.
Sepan cuantos son nacidos
aquesta sentencia mía:
que contra la muerte y amor
nadie no tiene valía.
(Vicente Gil)
14. Primavera
Abril, sin tu asistencia clara, fuera
invierno de caídos esplendores;
mas aunque abril no te abra a ti sus flores,
tú siempre exaltarás la primavera.
Eres la primavera verdadera;
rosa de los caminos interiores,
brisa de los secretos corredores,
lumbre de la recóndita ladera.
¡Qué paz, cuando en la tarde misteriosa,
abrazados los dos, sea tu risa
el surtidor de nuestra sola fuente!
Mi corazón recojerá* tu rosa,
sobre mis ojos se echará tu brisa,
tu luz se dormirá sobre mi frente...
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
15. En la negra túnica
ABRIL FLORECÍA
Abril florecía
la aguja brillaba;
sobre el velo blanco,
el dedal de plata.
frente a mi ventana. Señaló a la tarde
Entre los jazmines de abril que soñaba,
y las rosas blancas mientras que se oía
de un balcón florido, tañer de campanas.
vi las dos hermanas. Y en la clara tarde
La menor cosía, me enseñó sus lágrimas...
la mayor hilaba ... Abril florecía
Entre los jazmines frente a mi ventana.
y las rosas blancas,
la más pequeñita, Fue otro abril alegre
risueña y rosada y otra tarde plácida.
?su aguja en el aire?, El balcón florido
miró a mi ventana. solitario estaba...
Ni la pequeñita
La mayor seguía risueña y rosada,
silenciosa y pálida, ni la hermana triste,
el huso en su rueca silenciosa y pálida,
que el lino enroscaba. ni la negra túnica,
Abril florecía ni la toca blanca...
frente a mi ventana. Tan sólo en el huso
el lino giraba
LUna clara tarde por mano invisible,
la mayor lloraba, y en la oscura sala
entre los jazmines la luna del limpio
y las rosas blancas, espejo brillaba...
y ante el blanco lino Entre los jazmines
que en su rueca hilaba. y las rosas blancas
?¿Qué tienes ?le dije? del balcón florido,
silenciosa pálida? me miré en la clara
Señaló el vestido luna del espejo
que empezó la hermana. que lejos soñaba...
Abril florecía
frente a mi ventana.
ANTONIO MACHADO
16. LA ROSA DEL JARDINERO
Era un jardín sonriente; -Rosa la más delicada
era una tranquila fuente que por mi amor cultivada
de cristal; nunca fue;
era, a su borde asomada rosa la más encendida
una rosa inmaculada la más fragante y pulida
de un rosal. que cuidé;
Era un viejo jardinero blanca estrella que del cielo
que cuidaba con esmero curiosa del ver el suelo
del vergel, resbaló;
y era la rosa un tesoro a la que una mariposa
de más quilates que el oro de mancharla temerosa
para él. no llegó.
A la orilla de la fuente ¿Quién te quiere? ¿Quién te llama
un caballero pasó, por tu bien o por tu mal?
y la rosa dulcemente ¿Quién te llevó de la rama
de su tallo separó. que no estás en tu rosal?
Y al notar el jardinero ¿Tú no sabes que es grosero
que faltaba en el rosal, el mundo? ¿Que es traicionero
cantaba así, plañidero, el amor?
receloso de su mal: ¿Que no se aprecia en la vida
la pura miel escondida
en la flor?
17. ¿Bajo qué cielo caíste? En la fuente limpia y clara
¿A quién tu tesoro diste ¿espejo que te copiara
virginal? no te di?
¿En qué manos te deshojas? ¿Los pájaros escondidos,
¿Qué aliento quema tus hojas no cantaban en sus nidos
infernal? para ti?
¿Quién te cuida con esmero ¿Cuando era el aire de fuego,
como el viejo jardinero no refresqué con mi riego
te cuidó? tu calor?
¿Quién por ti sólo suspira? ¿No te dio mi trato amigo
¿Quién te quiere? ¿Quién te mira en las heladas abrigo
como yo? protector?
¿Quién te miente que te ama ¿Quién para sí te reclama?
con fe y con ternura igual? ¿Te hará bien o te hará mal?
¿Quién te llevó de la rama, ¿Quién te llevó de la rama
que no estás en tu rosal? que no estás en tu rosal?
¿Por qué te fuiste tan pura ......
de otra vida a la ventura
o al dolor? Así un día y otro día,
¿Qué faltaba a tu recreo? entre espinas y entre flores,
¿Qué a tu inocente deseo el jardinero plañía,
soñador? imaginando dolores,
desde aquél en que a la fuente
un caballero llegó,
y la rosa dulcemente
de su tallo separó.
HERMANOS ÁLVAREZ QUINTERO
18. Abril Abril es aura que cruza
Con sus nieves y aguas mil entre flores a escoger;
al invierno el sol destierra; abril es una mujer,
suspira alegre la tierra y una mujer andaluza.
y ese suspiro es abril.
Abril ama, sueña, engríe
¡Abril!, el primer albor canta, bulle y alborota;
de la mañana en el cielo; abril es clavel que brota,
¡abril!, el primer anhelo; abril es boca que ríe.
¡abril!, la primera flor.
¡Abril! ¿A quién no has dejado
El primer ímpetu ardiente el recuerdo de un amor
de la vida, antes en calma; y las hojas de una flor
el primer grito en el alma; en el libro más preciado?
el primer sueño en la frente.
HERMANOS ÁLVAREZ QUINTERO
Abril es por maravilla
flor de eterna juventud;
abril es fuerza y salud;
abril sabe a manzanilla.
19. LA CANCIÓN DE FLOR DE MAYO
Las olas vienen, las olas van,
Flor de Mayo, como un rayo cantando vienen, llorando irán...
de la tarde, se moría...
Yo te quise, Flor de Mayo, «¡No me dejes!», yo le grito;
tú lo sabes; ¡pero Dios no lo quería! «¡No te vayas, dueño mío:
el espacio es infinito
Las olas vienen, las olas van, y es muy negro y hace frío, mucho
cantando vienen, cantando irán. frío!»
Flor de Mayo ni se viste Sin curarse de mi empeño,
ni se alahaja ni atavía; Flor de Mayo se alejó,
¡Flor de Mayo está muy triste! y en la noche, como un sueño,
¡Pobrecita, pobrecita vida mía! misteriosamente triste se perdió.
Cada estrella que palpita, Las olas vienen, las olas van,
desde el cielo le habla asi: cantando vienen, ¡ay cómo irán!
«Ven conmigo Florecita,
brillarás en la extensión igual a mí.» Al amparo de mi huerto
una sola flor crecía:
Flor de Mayo, con desmayo, Flor de Mayo, y se me ha muerto...
le responde: «¡Pronto iré!» Yo la quise, ¡pero Dios no lo quería!
.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..
Se nos muere Flor de Mayo, AMADO NERVO
¡Flor de Mayo, la Elegida, se nos fue!
20. EN LAS MAÑANICAS
En las mañanicas
del mes de mayo
cantan los ruiseñores,
retumba el campo.
En las mañanicas,
como son frescas,
cubren los ruiseñores
las alamedas.
Ríense las fuentes
tirando perlas
a las florecillas
que están más cerca.
Vístense las plantas
de varias sedas
que sacar colores
poco les cuesta.
Los campos alegran
tapetes varios,
cantan los ruiseñores,
retumba el campo.
Lope de Vega.
21. ROMANCE DEL PRISIONERO
ROMANCE DEL PRISIONERO
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
22. ROMANCILLO DE MAYO
Por fin trajo el verde Mayo Son otras las intenciones
correhuelas y albahacas y son otras las palabras
a la entrada de la aldea en la frente y en la lengua
y al umbral de las ventanas. de la juventud temprana.
Al verlo venir se han puesto Van los asnos suspirando
cintas de amor las guitarras, reciamente por las asnas.
celos de amor las clavijas, Con luna y aves, las noches
las cuerdas lazos de rabia, son vidrio de puro claras;
y relinchan impacientes las tardes, de puro verdes,
por salir de serenata. de puro azul, esmeraldas;
plata pura, las auroras
En los templados establos parecen de puro blancas
donde el amor huele a paja, y las mañanas son miel
a honrado estiércol y a leche, de puro y puro doradas.
hay un estruendo de vacas
que se enamoran a solas Campea Mayo amoroso;
y a solas rumian y braman. que el amor ronda majadas,
ronda establos y pastores,
La cabra cambia de pelo, ronda puertas, ronda camas,
cambia la oveja de lana, ronda mozas en el baile
cambia de color el lobo y en aire ronda faldas...
y de raíces la grama.
(Miguel Hernández)
23. VOLVERÁN LAS OSCURAS
GOLONDRINAS
Volverán las oscuras golondrinas pero aquellas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...
Volverán las oscuras golondrinas esas... ¡no volverán!
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales,
jugando llamarán;
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
pero aquellas que el vuelo refrenaban tal vez despertará;
tu hermosura y mi dicha al
contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros
nombres, pero mudo y absorto y de rodillas
esas... ¡no volverán! como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...
Volverán las tupidas madreselvas desengáñate,
de tu jardín las tapias a escalar, ¡así no te querrán!
y otra vez a la tarde, aun mas
hermosas, Gustavo Adolfo Becquer
sus flores abrirán;