La saliva se produce principalmente en las glándulas salivales mayores y menores ubicadas en la boca. Se compone principalmente de agua pero también contiene moléculas orgánicas e inorgánicas. Produce entre 500-700 ml por día y su función es lubricar, proteger contra bacterias, mantener la integridad de las mucosas y preparar los alimentos para la deglución. La cantidad de saliva puede verse afectada por factores fisiológicos y patológicos como medicamentos, afectando la calidad de vida.