El documento describe diferentes aspectos de la cultura escolar y las concepciones sobre la niñez y la adolescencia. Explica que la interacción entre estudiantes y contextos escolares puede generar riesgos o problemas, y que los docentes tienen un rol importante en la forma en que se relacionan los estudiantes. También analiza conceptos como el poder, la autoridad y la socialización de género en el contexto escolar.
2. Cultura escolar y vida en la escuela
• Cuando pensamos en la
interacción y relación entre los
alumnos y alumnas y entre
estudiantes y maestros/ director
es importante tener en cuenta
que los riesgos o problemas
aparecen como respuesta a la
interacción entre alumnos y
contextos y no tanto en función
de características propias o
inherentes a los alumnos.
3. Cultura escolar y vida en la escuela
• Si bien esta perspectiva o forma de
entender las relaciones entre
personas y entre personas y
contexto pone mayor
responsabilidad sobre el
docente/director, y no toda sobre
los alumnos y alumnas, también
permite pensar que tenemos
mayor poder de intervención en
cómo son y cómo se relacionan los
alumnos y alumnas tanto entre
ellos como con los maestros y
maestras y con el director/a.
4. Cultura escolar y vida en la escuela
• Asimismo, es importante
tener en cuenta que los
alumnos y alumnas necesitan
tener en el maestro o maestra
a una figura de autoridad
pero que a la vez pueda ser
alguien cercano con quien
compartir y con quien
relacionarse de forma
horizontal.
5. Cultura escolar y vida en la escuela
• Si partimos del supuesto de que la
cultura escolar y el clima en la
escuela son la forma en que los y
las alumnas así como profesores
perciben cómo es su vivencia
cotidiana en el aula y en la
escuela en general, habrán
muchos elementos que
intervienen en esto.
6. Cultura escolar y vida en la escuela
• El poder es un elemento clave al
momento de pensar en las relaciones
entre los seres humanos en general.
Hay una tendencia a pensar que el
poder es negativo o asociarlo
necesariamente a cualidades o
connotaciones negativas como abuso
de poder. Sin embargo, el poder no
siempre es negativo o no siempre
implica un abuso del mismo.
7. Cultura escolar y vida en la escuela
• Las relaciones entre hombres y mujeres, así como entre
personas del mismo sexo y entre personas de diferentes
edades van a ser relaciones marcadas por el poder, por ello
cuando pensamos en el clima escolar el poder es un elemento
clave.
8. • El poder puede ser visto como el
ejercicio de una relación de fuerza
(como propone Foucault) pero es
importante enfatizar que no
siempre implica que hay un abuso
de esa fuerza.
• Las relaciones donde hay alguien
que cuida de otro (como en el caso
docente alumno/a) también
implican poder así como el ejercicio
de proponer límites. La autoridad
parte siempre de la lógica de una
relación de poder.
La autoridad y el poder
9. • Los seres humanos, somos de todos los
que necesitamos y dependemos más del
cuidado del otro para sobrevivir. Somos el
mamífero que más tiempo necesita para
poder sobrevivir por nuestros propios
medios; todo ello implica la dependencia
de otros y por ende una relación de poder
asimétrica.
• Tener poder sobre alguien no es algo que
debería asustarnos, por el contrario
deberíamos hacernos conscientes todo el
tiempo del ejercicio de poder que hacemos
sobre los otros.
La autoridad y el poder
10. La autoridad y el poder
• El cuidado de los otros y otras
implica también la necesidad de
poner límites, sucede con los
niños y niñas así como con los
adolescentes.
• Los límites son una forma de
cuidar al otro en la relación
consigo mismo y con los demás.
• Implica decirle lo que no puede
hacer, para cuidarse a sí mismo y
para no dañar al resto.
11. La autoridad y el poder
• Los docentes representan a una autoridad en tanto adultos que
deben cuidar y mediar las relaciones entre ellos y los alumnos así
como entre los propios alumnos. Sin embargo, muchas veces los
alumnos cuestionan la autoridad del docente y del director y se
muestran “rebeldes”.
12. La autoridad y el poder
• Es importante resaltar que el
cuestionamiento de la autoridad
es también parte del desarrollo
de las personas y que frente a
ello los docentes no deben
responder de forma autoritaria,
sino más bien poder mostrarse
como personas dispuestas a
escuchar los cuestionamientos (lo
que no significa dejar de poner
límites).
13. Socialización de género
• Se piensa en las diferencias entre hombres y mujeres como
naturales y derivadas de la diferencia sexual, cuando en realidad
son diferencias que se construyen cultural y socialmente y que
responden a mandatos establecidos en un momento histórico
específico.
14. Socialización de género
Hombres y mujeres somos socializados de forma diferente:
Las mujeres aprenden a cuidar de los otros mostrando afecto mientras que
los varones son socializados como proveedores.
Los hombres aprenden a ser más agresivos y las mujeres a ser más
sensibles.
Todo esto responde a
expectativas y mandatos de
género, más que a una
naturaleza o a algo
predispuesto
genéticamente.
15. Socialización de género
• Es importante tener en cuenta que el espacio escolar es un lugar de
aprendizaje y reforzamiento de patrones y mandatos de género y
los docentes y directivos no sólo enseñan y reproducen esto
mediante los mensajes sino también a partir de sus propias
conductas y forma de ser.
Cada uno como maestro
debe tener conciencia de sus
propios prejuicios y
estereotipos de género, que
todos tenemos además.
16. El sistema de género
• El sistema de género no sólo define las relaciones entre hombres y
mujeres, sino entre personas del mismo sexo .
• Define también la estructura social en la cual estamos inmersos, así
como lo que se espera de las personas en cuanto a su forma de
relacionarse:
– Si son hombres y mujeres y a su vez cómo deben ser cuando se
relacionan con personas del mismo sexo o de diferente sexo.
– Por ejemplo en el caso de las mujeres se promueve las muestras de
afecto físico mucho más que en los varones, que en algunos casos
incluso se sanciona o reprime.
– Muchas veces los alumnos varones también necesitan muestras de
afecto pero se cree que no, no sólo por ser hombres sino porque sus
formas de pedir afecto pueden ser entendidas como todo lo contrario.
17. El sistema de género
• El sistema de género se retroalimenta y construye en un sistema de
relaciones de poder donde las diferencias entre personas de
diferentes culturas y estratos sociales y económicos, así como de
diferentes religiones y costumbres también juegan un papel clave.
18. Diferencias de clase, cultura, edad
• Las personas pertenecemos a
diferentes grupos sociales y
económicos, todo ello define no sólo
las condiciones materiales en las que
nos vamos a desarrollar como
personas, sino también los valores y
costumbres que tenemos.
• Todo esto a su vez está atravesado
por el tema de género. Las mujeres
son mujeres de determinada cultura,
en determinado contexto y siempre
en relación a otro.
19. Diferencias de clase, cultura, edad
• Las relaciones de poder también van a atravesar el cómo nos
relacionamos con las personas que son diferentes a nosotros.
• Las diferencias culturales, más allá de ser diferencias suelen llevar
(producto de nuestros propios prejuicios y estereotipos)
valoraciones negativas y/o positivas.
• A esto se suma las
diferencias en las
habilidades para el
aprendizaje, que pueden
ser alumnos/ as con
dificultades de
aprendizaje o con
necesidades educativas
especiales.
20. Diferencias de clase, cultura, edad
• Además añade las diferencias entre personas de diferentes edades o
grupos generacionales.
• Se cree que el adulto o la adulta merece mayor respeto por la edad
que tiene y en realidad es importante partir del supuesto de que
todas las personas merecemos respeto, independientemente de
nuestras características personales.
21. Algunas estrategias o ideas que pueden ayudar
Muchas veces estamos muy centrados o preocupados en mantener nuestro
rol de autoridad por el temor que tenemos a perder el control de la
interacción entre los estudiantes y la creencia de que si no tenemos todo
en orden los niños y niñas y adolescentes no van a poder aprender.
Es clave reconocer que a mejor y más cercana sea la relación con los
estudiantes más posibilidades de que nos escuchen y respondan ante
nuestras consignas vamos a tener. Ello no significa que seamos permisivos
o que olvidemos las diferencias entre nuestro rol y lugar y el de ellos y
ellas, pero sí que perdamos el miedo a relacionarnos de forma cercana y
cálida.
La validez de nuestra posición no depende de que nos mostremos como
distantes o rígidos o que infundamos orden a partir del temor que los
alumnos tengan a nuestro castigo, sino más bien a partir de enseñarles
que todos podemos colaborar y ser parte activa en crear un clima
agradable para todos y todas.
23. Representación social
de la niñez y adolescencia
• Conjunto de ideas que se asocian de
manera automática a lo que es la niñez y
la adolescencia, configurando un conjunto
de conocimientos cotidianos y “naturales”
que son compartidos por la mayoría de la
sociedad.
• Son como etiquetas sociales.
24. • Es un sentido común que da lugar a una
serie de actitudes, atribuciones,
valoraciones que condicionan los modos
de relacionarse con los niños(as) y
adolescentes, las expectativas presentes
y futuras que se tiene de ellos, y las
maneras de propiciar su socialización.
Representación social
de la niñez y adolescencia
25. La inocencia...
• En el caso de los niños, su mayor
virtud es su pureza. Hay que
conservarla, no contaminarla
con la sociedad.
• En el caso de los adolescentes,
esta inocencia no existe…
• Se les separa del mundo adulto.
Se les esconde información y se
busca limitar sus espacios de
interacción, sólo a aquellos
reservados, por la sociedad,
para los niños. Los adolescentes
tienen ese espacio en la
sociedad?
26. La fragilidad…
• El niño/ adolescente por
naturaleza no se puede
valer por sí mismo, es débil.
• Necesita la presencia
permanente, vigilante del
adulto para conducirse en
medio de un entorno
peligroso.
27. La dependencia…
• El niño/adolescente es invisible, su
vida depende de lo que su familia es
y quiere que sea.
• Los adultos saben que es lo que
necesitan los niños/ adolescentes.
28.
29. Lo defectuoso…
• Los niños/adolescentes no son
fiables, por lo tanto no deben ser
dejados solos a su libre albedrío.
• Hay que vigilarlos y formarles el
carácter para que maduren; hay
enseñarles los buenos modales, el
uso del lenguaje correcto y a
obedecer.
30.
31. Lo inexperto…
• Los niños/adolescentes saben muy poco, y por
lo que son propensos a equivocaciones y
desaciertos.
• Por lo tanto, hay que instruirlos, prepararlos
para la vida adulta.
“Despertar en el niño/a/adolescente o al hombre/mujer”.
• Para esto hay que tenerle paciencia para que
vaya madurando poco a poco.
32.
33. La responsabilidad…
• Sólo piensan en jugar, en pasarla bien; no
son responsables de sus conductas con ellos
mismos y con los demás; tienden a ser
egoístas y relajados. No piensan en el futuro.
• Por ello, corresponde a los adultos inculcarles
comportamientos disciplinarios,
especialmente a los adolescentes.
36. Aspiran al crecimiento
• A crecer en tamaño, fuerza, habilidad,
conocimiento, emoción.
• Orientan todo su comportamiento a la
búsqueda de situaciones que desafíen y
pongan a prueba sus habilidades o
permitan la adquisición de nuevas.
• Aspiran constantemente a ser más.
37. Tienden a actuar de manera autónoma
• Expresan sus preferencias y emociones
con espontaneidad.
• Exploran todo aquello que provoca su
curiosidad, desafían toda clase de riesgos
y prohibiciones.
• Construyen su identidad desde una
radical disposición a la autonomía.
38. Son curiosos y exploradores
• Se dejan llevar por el impulso de explorar
con libertad el mundo en que les tocó vivir.
• Tocan, muerden, frotan, cuando pueden se
desplazan, corren, buscan, suben, bajan,
tiran, pisan, arrastran, empujan, jalan...
• Están constantemente investigando,
descubriendo y redescubriendo el mundo de
su entorno, relacionándose curiosa y
desaprensivamente con él.
39. Son flexibles y creativos
• Demuestran una gran capacidad de
resistencia y adaptación a las circunstancias
más cambiantes, complejas y difíciles que
pudieran presentárseles.
• Aprenden a esperar, a tolerar, a callar, a
reservarse espacios y momentos, a avanzar
o retroceder, a mostrarse o a esconderse, a
replegarse o a desafiar, según como evalúen
sus fuerzas y sus oportunidades.
40. Buscan hacer divertido su actuar
• Disposición a jugar, a convertir todos sus
actos en experiencias agradables, a
disfrutar el instante, gozando el proceso,
sin la angustia por sus resultados y el
futuro.
• Buscan vivir con intensidad y placer cada
minuto de su existencia.
41. Se muestran afectuosos
• Exhiben con naturalidad su expectativa de
ser aceptados y acogidos por los demás.
• No ocultan sus afectos, revelando
espontáneamente empatía y generosidad
a quienes ama, sin pudor alguno de
mostrar cuánta necesidad sienten de
nosotros o de recibir señales que
demuestren cuan necesarios ellos nos
resultan.
42. Son muy sensibles al contacto corporal
• Muestran abiertamente la necesidad de
tocar a otras personas y de ser tocados por
ellas, necesidad que va más allá de las
demostraciones de afecto. Al igual que el
impulso a jugar, no tiene motivación
específica; se hace porque es agradable.
• Se abrazan, se aferran, acarician, palmean,
empujan, se juntan o se jalan, se entrelazan,
se apilan unos sobre otros, disfrutando su
cuerpo .
43. Son comunicativos
• Demandan con intensidad interactuar con
otros, mostrándose receptivos a la
comunicación de emociones y
sentimientos, en una constante necesidad
de intercambiar mensajes con las
personas de su entorno.
• Necesitan ser escuchados y escuchar que
les hablen.
44. Actúan en coherencia con sus emociones
• Si algo les causa pena, se entristecen; si
les causa rabia, se enfurecen; si los
alegra, se entusiasman; si los fastidia, lo
rechazan; si provoca su asombro, se
aproximan; si les inspira ternura, lo
abrazan.
• Obran en congruencia con su modo de
sentir.
45. Construyen con satisfacción su propia identidad
• Exploran con interés sus características
físicas, sexuales, sociales y emocionales,
fantaseando o ensayando diversas
posibilidades de ser.
• Espontánea curiosidad por su cuerpo,
examinándolo con placer, preguntando y
haciendo comparaciones con el de otros,
exigiendo saber más sobre sí mismos.
46. Si no os hacéis
como los niños pequeños,
no habéis de entrar
en el Reino de los Cielos
Mt. 18,3