1. Geografía humana: la población en el mundo
La Geografía Humana es la rama de la Geografía que se especializa en el estudio de las colectividades humanas y de las
transformaciones que sus actividades generan en la superficie terrestre. Su objeto de estudio, por tanto, son los paisajes
humanizados o antrópicos.
La geografía de la población se aplica al conocimiento de la distribución geográfica de las personas a nivel mundial. Para trabajar,
la geografía de población se apoya en la demografía, disciplina que proporciona la información estadística, cuantitativa o numérica,
con la cual puede establecer las tendencias de la población en el marco de un Estado-nación, de un continente o del mundo.
Cómo aumentó la población
La población es el conjunto de individuos que viven en un territorio determinado. La población no es un factor geográfico estático,
sino todo lo contrario. Su crecimiento ha experimentado una significativa aceleración, en especial desde mediados del siglo XX.
Si se piensa que los recursos alimenticios y energéticos son limitados, la situación de sobrepoblación (exceso de población en un
territorio) se traduce en un hecho muy preocupante, ya que pone en riesgo la vida en el planeta y la propia supervivencia del
hombre. Y no es para menos, si se calcula que la cifra de personas aumenta a un ritmo de 10 mil habitantes cada hora, y la
expectativa de vida también se ha incrementado.
A lo largo de la historia del hombre se pueden observar varias etapas de fuerte crecimiento poblacional, que se relacionan con una
revolución económica particular. La primera etapa de expansión se produjo en la etapa histórica conocida como Neolítico, cuando se
originó la agricultura y se desarrolló la domesticación de animales, este período se refiere a la primera revolución agrícola. En
esta época, el mayor suministro de alimentos, la explotación previsora de los recursos, la sedentarización (establecimiento de un
grupo humano en un lugar fijo) y la división del trabajo, permitieron un primer crecimiento demográfico, de modo que al comienzo
de la Era Cristiana la Tierra estaba poblada por unos 250
millones de personas, una tercera parte en el Imperio Romano,
otra tercera parte en el Imperio Chino y el resto diseminado por
el planeta. La crisis del imperio Romano estuvo acompañada de
las primeras grandes epidemias que provocaron una merma o
disminución en la población. En el año 1347 d. C. y hasta 1350
se extiende por Europa la peste negra o peste bubónica, una
gran epidemia que azotó a casi todo el continente europeo,
cuya población se estima se redujo en un tercio. Después de
esto, el crecimiento decayó, y, en general, fue bastante lento.
La segunda etapa se relaciona con la segunda revolución
agrícola y la Revolución Industrial. Los adelantos científicos
y tecnológicos, iniciados a mediados del siglo XVIII, afectaron a
la salud, la medicina y la alimentación, cambiando el rumbo de
la población mundial. Entre los adelantos en salud pueden
mencionarse el descubrimiento de Edward Jenner de la vacuna
contra la viruela, y, cincuenta años más tarde, el de la
penicilina por Alexander Fleming.
En el siglo XIX, estos avances se divulgaron por Europa
Occidental, aumentando la esperanza de vida de su población
y disminuyendo la mortalidad infantil. A fines de este mismo
siglo y principios del XX, se generalizaron en los países del sur
de Europa. Después de la Segunda Guerra Mundial, llegaron a
Asia, Latinoamérica y África. Como consecuencia de lo anterior,
la población creció explosivamente.
CENSOS Y REGISTROS VITALES >>> La información estadística que entrega la demografía se obtiene básicamente de los censos
y los registros vitales. El censo es un conjunto de operaciones destinadas a reunir, sistematizar y difundir, en forma ordenada, datos
demográficos, económicos y sociales que involucran a todos los habitantes de un territorio en un momento determinado o en un
período establecido. Da cuenta del número de habitantes y de sus características más elementales, como sexo, edad y nivel
educativo. Los registros vitales son aquellos documentos donde se inscriben los nacimientos, las defunciones y los cambios en el
estado civil de las personas. La principal característica de este tipo de estadísticas es su continuidad, porque son permanentemente
puestas al día. De allí que también reciban el nombre de estadísticas continuas.
Ecúmene y anecúmene
El ser humano necesita ciertas condiciones básicas para poder subsistir. La búsqueda de estas condiciones orientó sus preferencias
hacia el establecimiento de los asentamientos humanos en determinadas áreas, en especial hacia aquellos lugares que poseían los
siguientes requisitos: agua dulce, climas no muy rigurosos y tierras bajas y planas próximas al mar. Como el planeta ofrece pocas
zonas geográficas con esas características, estos lugares están hoy densamente poblados.
Hay una serie de características que definen la concentración poblacional en el mundo. La primera de ellas se refiere al alto
porcentaje de personas (90 por ciento) que viven en el hemisferio norte, debido a que en esta área se encuentra la mayor parte de
las tierras emergidas. La segunda característica se relaciona con la influencia de las condiciones naturales, como el clima y el relieve.
El clima influye directamente en los asentamientos humanos. Las bajas temperaturas y la aridez ofrecen condiciones muy difíciles, al
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Fuente: Icarito, La Tercera - Chile
2. igual que el exceso de precipitaciones y las temperaturas muy altas. Por esta misma razón, las regiones polares y áridas de ambos
hemisferios, así como las selvas ecuatoriales, son áreas muy poco pobladas.
El relieve influye en forma variada según la latitud (distancia de un lugar al Ecuador de la Tierra). Las montañas actúan como
obstáculos; en cambio, las llanuras concentran el mayor número de habitantes.
Las áreas más aptas están habitadas por una significativa cantidad de población y se conocen como ecúmene. Entre las regiones
que integran el ecúmene destacan, tanto por su extensión como por la cantidad de población que reúnen, las llanuras y valles bajos
con clima tropical, cálido y húmedo del este y sudeste asiático. En estos lugares, a pesar de que las lluvias provocan el desborde de
los ríos, las inundaciones se controlan gracias a la aplicación de técnicas hidráulicas que permiten aprovechar el agua en el regadío
de las plantaciones de arroz.
Lugares similares, aunque menos extensos, se encuentran cerca del golfo de Guinea, en África occidental, en el este y el sudeste de
Brasil, y en el sudeste de Estados Unidos.
Destacan también las llanuras de clima templado que ofrecen suelos aptos para producir cualquier tipo de cultivo. Estos lugares los
encontramos en Europa, en el centro de Estados Unidos, en el norte de China y en el oeste de Rusia, así como las llanuras de
Australia, Sudáfrica y la platense.
El ecúmene está integrado, igualmente, por algunas áreas montañosas de América del Sur (los Andes), Centroamérica (México), Asia
(Nepal, Filipinas), África central y oriental. La última área del ecúmene la constituyen los oasis que aparecen en medio de los
desiertos.
El anecúmene se puede definir como aquellos
lugares deshabitados o con escaso número de
población. Entre las áreas que forman el
anecúmene se ubican las tierras ricas en recursos
forestales, con grandes formaciones vegetales, o
con yacimientos mineros. Nos encontramos en
este caso con las selvas y los bosques tropicales
de latitudes bajas, como la región del Amazonas
en Sudamérica, y el sector centro occidental de
África e Indonesia. Están presentes también en las
estepas de Argentina, Estados Unidos y Australia.
Abarca también los desiertos, cuya ocupación
humana depende de los recursos mineros; las
tierras frías de las altas latitudes; y la alta
montaña, que se aprovecha para los deportes
turísticos.
La mayoría de las zonas anecúmene que registran
algún tipo de población, lo hacen solo por ciertos
períodos de tiempo y en función de alguna
actividad económica determinada.
Densidad urbana en el mundo
Las actividades políticas, económicas y administrativas que se desarrollan en las ciudades favorecen la concentración de la
población en espacios urbanos reducidos. En el campo ocurre la situación contraria, ya que en él las personas se agrupan en
pequeños núcleos o viven muy dispersas.
La densificación de las ciudades es un fenómeno que aumentó entre los siglos XIX y XX, como consecuencia del proceso
industrializador, en especial en lugares como Europa, Japón, Estados Unidos y Australia. Esta situación se debió a la mecanización
de la agricultura, que disminuyó la necesidad de mano de obra en el sector rural; y a las nuevas actividades generadas en el sector
industrial y de servicios.
Durante la segunda mitad del siglo XX, el proceso de densificación urbana (concentración humana en un territorio) aumentó en
ciudades de Asia, África y Latinoamérica. Según estimaciones, este es un fenómeno que continuará su incremento todavía en las
primeras décadas del presente siglo, ya que se espera que un 83 % del crecimiento demográfico mundial tendrá su origen en las
ciudades.
¿Somos un planeta sobrepoblado?
A pesar de los alarmantes pronósticos sobre el aumento de la población, lo cierto es que nuestro planeta no está sobrepoblado. Sin
embargo, no se puede negar la existencia de áreas altamente densificadas y problemas derivados de ello, como la pobreza, el
hambre, el deterioro del ambiente y las enfermedades. Aunque no son extensivos en todo el mundo, afectan a muchas personas.
Veamos algunos de ellos:
• La pobreza: es una de las más devastadoras consecuencias de la densificación humana, en especial en naciones cuyo crecimiento
es más acelerado, como los países africanos, asiáticos y latinoamericanos, muchos de los cuales poseen economías deficitarias e
incapaces de satisfacer las necesidades básicas de la población.
• El suministro de alimentos: según estudios de la FAO, la población ha estado creciendo más rápido que el suministro de
alimentos. En consecuencia, se ha degradado, o perdido la capacidad productiva, de 2 millones de hectáreas de tierra arable.
• Salud pública: la propagación de enfermedades es mucho más frecuente en ciudades con altas concentraciones de personas.
• Medio ambiente: se han producido diversos problemas por causa de la intervención del paisaje natural. Entre estos encontramos
la contaminación del aire y del agua; la pérdida de casi la mitad de la cubierta forestal original del mundo; la extinción de especies
vivas y los cambios climáticos mundiales.
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3. Algunas fuentes señalan que no solo no existe una sobrepoblación, sino que la humanidad está experimentando una implosión
demográfica; es decir, una contracción en el crecimiento de la población. Esta implosión se debe a un fuerte movimiento en pro
del control demográfico mundial, que data de las últimas décadas, donde países desarrollados y agencias internacionales han
invertido millones de dólares en campañas para el control de la población, en especial en los países en desarrollo. Los siguientes
datos dan cuenta en parte de esta situación:
• En 1952 se fundó en Bombay la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF), la organización que más promueve el
control de la natalidad mediante diversos métodos.
• El gobierno de Estados Unidos ha otorgado millones de dólares
en fondos al Banco Mundial; a la Organización Mundial de la
Salud (OMS) y a organismos de la ONU, como el Fondo para la
Infancia (UNICEF), la Organización para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (UNESCO), que luego han sido utilizados para el
control de la población.
• El Fondo de Población de las Naciones Unidas otorga recursos
al gobierno chino para controlar la natalidad. En la actualidad,
China tiene una tasa de nacimientos de solo 1,8 por ciento
anual.
• Países como Japón, Canadá, y los de la Unión Europea,
también han estado promoviendo el control de la población y la
anticoncepción a nivel mundial, sobre todo a través de las
conferencias de las Naciones Unidas (ONU), como las
celebradas en Bucarest en 1974, México en 1984 y El Cairo en
1994.
DENSIDAD DEMOGRÁFICA >>> El concepto de densidad
demográfica o densidad de población se utiliza para comparar
el poblamiento humano en los distintos lugares del mundo.
Relaciona el número de habitantes de un lugar con una
determinada superficie, y se expresa en habitantes por
kilómetro cuadrado. Para calcular esta cifra, se divide la
cantidad de habitantes por la superficie del territorio, lo que da
el número aproximado de personas que habitan en un espacio
fijo.
CIFRAS DE POBLACIÓN (fuente: Fondo de Naciones Unidas para la Población, FNUAP)
• Total mundial (2003): 6.301.500.000
• Proyección al 2025: 7.823.700.000
Por continentes (actual):
• África: 850.600.000
• Asia: 3.823.400.000
• Europa: 726.300.000
• América: 833.000.000
• Oceanía: 32.200.000
RÁPIDO INCREMENTO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL >>> Según estimaciones del Fondo de Naciones Unidas para la Población,
la población mundial aumentó hasta los 6.000 millones de personas en el año 1999, y se espera una proyección de hasta 10.700
millones hacia el año 2050.
La tasa actual de crecimiento demográfico es de 1,33 % anual. No obstante, según la proyección mediana, se prevé que los
incrementos anuales han de disminuir gradualmente, desde 78 millones en la actualidad hasta 64 millones en el período 2020-2025,
y posteriormente han de disminuir de manera brusca hasta alcanzar una cifra de 33 millones en el período 2045-2050.
Tendencias demográficas
Según el Fondo de Naciones Unidas para la Población, las actuales tendencias demográficas se pueden catalogar como muy
divergentes, y se resumen básicamente en los siguientes aspectos:
• Alta fecundidad: la población está aumentando más fuertemente en los países más pobres; es decir, en aquellas zonas que están
menos preparadas para satisfacer las necesidades básicas y crear oportunidades.
Los países más afectados estarían concentrados en África y el Asia meridional, pero también existen en cada una de las regiones en
desarrollo. Las regiones donde es más acelerado el crecimiento demográfico son las de África subsahariana y partes del Asia
meridional y occidental.
• Baja fecundidad: 61 países están presentando tasas de fecundidad iguales o inferiores al nivel de reemplazo de la población, por
lo que sus habitantes podrían disminuir en el largo plazo. La opción más evidente sería que los países de baja fecundidad
aumentaran el número de hijos por familia, pero por lo general es más difícil que las tasas de natalidad comiencen a aumentar
cuando ya existía una disminución prolongada. A pesar de todo, siempre hay excepciones. Una de ellas es Suecia, y el fenómeno
experimentado al término de la Segunda Guerra Mundial, que fomentó el crecimiento demográfico.
• Aumento de las tasas de defunción y disminución de la duración de la vida: en los países más afectados por el SIDA, las
tasas de mortalidad están aumentando y la esperanza de vida está disminuyendo con una velocidad que bien puede cancelar los
adelantos logrados en los últimos veinte años.
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Fuente: Icarito, La Tercera - Chile
4. • Fomento del Estado a una política pronatalista, a través de subsidios para facilitar el mantenimiento de la familia.
La población en constante cambio
La población es un fenómeno dinámico, que está siempre cambiando. Esto, porque así como anualmente nace un número
determinado de personas, así también va desapareciendo otro tanto.
La población de un área o país aumenta o disminuye debido a dos tipos de movimientos: el movimiento natural (crecimiento
natural) y los movimientos migratorios (crecimiento artificial). El primer tipo se estudia a través de las variables de natalidad y
mortalidad, las que se relacionan con condiciones biológicas como edad y sexo.
La natalidad está condicionada dentro de un grupo humano por la cantidad de mujeres en edad fértil. La mortalidad, en tanto, se
relaciona con la cantidad de varones adultos mayores, los que tienden a fallecer antes que las mujeres.
La población crece naturalmente cuando la relación entre los nacimientos y las defunciones se inclina favorablemente hacia la
primera variable. Cuando ocurre el fenómeno inverso, se dice que el crecimiento experimentado es negativo.
Natalidad y fecundidad
Con el fin establecer comparaciones en el tiempo y
en el espacio, hay que relacionar el número de
nacimientos con la población de la que proceden.
Para esto se utilizan dos medidas: una es la tasa
bruta de natalidad, y la otra, la tasa bruta de
fecundidad.
La tasa bruta de natalidad relaciona el número
de nacidos en un período, generalmente un año,
con la población existente en ese mismo período.
Este índice está fuertemente influenciado por la
estructura por edades de la población.
La tasa bruta de fecundidad relaciona el número
de nacidos con las mujeres en edad de procrear.
También se utiliza como medida de fecundidad el
número promedio de hijos por mujer.
Diferencias en la mortalidad
El fenómeno de la mortalidad muestra, de manera mucho más evidente que la natalidad, las grandes diferencias que existen en el
mundo actual entre las poblaciones.
Para comprobar los índices de mortalidad, se utilizan tres medidas: la tasa bruta de mortalidad, o número de defunciones por cada
mil habitantes; la tasa de mortalidad infantil, o
número de niños fallecidos antes de contar un año
de vida, en relación al número de niños nacidos en
ese año; y finalmente, la esperanza media de
vida al nacer, o duración media de la vida.
El descenso en las tasas de mortalidad que
empezó en Europa occidental en el siglo XVIII,
tiende a extenderse al resto del mundo. La
disminución es hoy mayor en los países en vías de
desarrollo que en los desarrollados, debido a la
tardía incorporación de los primeros a la revolución
científica y médica. Además, la tendencia al
envejecimiento de los países ricos ha provocado en
ellos un aumento en la tasa de mortalidad. Una de
la causas de la mortalidad son las enfermedades,
las que se miden con una variable denominada
tasa de morbilidad; es decir, el volumen de
enfermedades registrado en una población.
Los movimientos migratorios
Dijimos que la población puede aumentar o disminuir de manera natural o artificial. Pues bien, los movimientos migratorios
influyen en las variables demográficas de manera artificial, ya que ellos provocan la salida de población de su lugar de origen
y su traslado a otra parte que la recibe.
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5. Este crecimiento de la población se denomina crecimiento bruto y comprende al crecimiento natural, más las migraciones netas, es
decir, el producto de la diferencia entre inmigrantes y emigrantes, conocido también como saldo migratorio.
Los movimientos migratorios pueden ser definitivos o temporales, voluntarios o forzados, internos o internacionales. Son
temporales cuando una persona viaja a otro lugar por un período de tiempo limitado, por ejemplo, para realizar una beca de
postgrado. Si, por el contrario, la persona decide establecerse en un nuevo país, se habla de migración definitiva.
Cuando por razones políticas, étnicas o religiosas un grupo es obligado a abandonar su país, se trata de un tipo de migración
forzada. En cambio, si es la propia persona la que elige trasladarse a otro lugar, con el fin de buscar una mejor condición de vida,
estamos ante una migración voluntaria.
Otras veces los movimientos migratorios se dan en el plano interno de un país o continente. Según sea el caso, se pueden clasificar
en internas o intracontinentales. Ejemplo de migración interna fue el desplazamiento desde el campo a la ciudad ocurrida el siglo
pasado en América, Europa y Asia, fenómeno conocido también como éxodo rural.
Como migración intracontinental destaca el caso de la actual movilización de personas desde Perú a Chile.
Hay otro tipo de migración, que se conoce como pendular, referida a aquellos desplazamientos que se hacen a diario entre el lugar
de residencia y el de trabajo o estudio. Como consecuencia de ellos, las ciudades deben adaptar su infraestructura vial mediante la
construcción de obras que favorezcan el traslado de un lugar a otro.
En la actualidad podemos también distinguir fenómenos migratorios muy diversos, como el nomadismo o trashumancia, las zafras
(por ejemplo en la esquila y la vendimia) y temporadas, las migraciones rural-urbanas y los refugiados.
Las migraciones rural-urbanas, del campo a la ciudad, se están produciendo en todo el mundo a un ritmo extraordinario. En 1950,
menos del 30% de los habitantes del mundo vivía en ciudades. En el año 2000, esta cifra creció a 2.900 millones de personas; es
decir, un 47% de la población mundial. Para el
2030 se prevé que vivirán en las zonas urbanas
4.900 millones, o sea un 60%.
Como refugiados se consideran a aquellos
migrantes que, producto de desastres naturales
(inundaciones, hambrunas) o artificiales (guerras),
deben abandonar su lugar de origen. Sin embargo,
la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los
Refugiados de 1951 ha acotado esta denominación
para las personas que “tienen un fundado temor
de ser perseguidas a causa de su raza, religión,
nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo
social u opinión política; y que, al encontrarse
fuera del país de su nacionalidad, no puede o no
quiere, debido a ese temor, acogerse a la
protección de su país”.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR) es el organismo
internacional que se preocupa de la situación de
los refugiados a nivel mundial.
EMIGRANTE E INMIGRANTE >>> Toda persona o migrante que se moviliza desde su lugar de procedencia a otro, posee
simultáneamente la calidad de emigrante respecto del lugar que deja, e inmigrante en el lugar de llegada. Por ejemplo, si tú, que
habitas en Uruguay, tuvieras que irte a vivir a Francia, serías emigrante desde Uruguay e inmigrante en Francia.
REGIONES SUPERPOBLADAS:
• sureste asiático, desde Japón a Indochina e India.
• noroeste de Europa.
• noroeste de Estados Unidos.
DESIERTOS HUMANOS:
• regiones polares.
• regiones áridas de los dos hemisferios.
• selvas ecuatoriales del Amazonas y Congo.
• las altas montañas.
CAUSAS MÁS FRECUENTES DE MIGRACIÓN >>> De acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Población, las causas
principales que motivan la migración internacional son las siguientes:
• La búsqueda de una vida mejor para una persona y su familia.
• Las disparidades de ingreso entre distintas regiones y dentro de una misma región.
• Las políticas laborales y migratorias de los países de origen y de destino.
• Los conflictos sociales y políticos que impulsan la migración transfronteriza, así como también los desplazamientos dentro de un
mismo país.
• La degradación del medio ambiente, que incluye la pérdida de tierras de cultivo, bosques y pastizales.
• El éxodo de profesionales o migración de los jóvenes con mayor nivel de calificación académica, desde los países en desarrollo,
para ocupar espacios laborales en las naciones industrializadas.
ANTIGUAS MIGRACIONES >>> Las migraciones más antiguas se remontan a los tiempos prehistóricos. Los últimos
desplazamientos importantes que han permitido ocupar extensas zonas, como Siberia, América del Norte, Australia y Manchuria, son
de fines del siglo XIX y primeros decenios del actual.
Durante el siglo XX han sido importantes las migraciones de europeos y asiáticos. Hasta 1920, cincuenta millones de europeos
emigraron a América, Australia, Nueva Zelanda y África del Sur.
En menor escala fue la migración de asiáticos hacia los países del océano Pacífico e Índico.
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Fuente: Icarito, La Tercera - Chile