Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Vidrio
1. EXPERIENCIA: Vidrio
Hay sólidos que no presentan formas geométricas regulares ni están formados por pequeños
cristales. Se llaman sólidos amorfos. El vidrio y los plásticos son ejemplos de ellos.
El vidrio, al que paradójicamente llamamos cristal, no tiene estructura cristalina. El vidrio de las
ventanas se obtiene calentando juntos una mezcla de arena, carbonato de calcio y carbonato de
sodio. Fundido puede moldearse fácilmente, convertirse en láminas o soplarse para hacer objetos
de muy diversas formas.
Existen diferentes tipos de vidrios: uno muy importante, por sus aplicaciones, es el vidrio resistente
al calor, o vidrio Pyrex. Este vidrio contiene una pequeña cantidad de boro ( B ) , y su propiedad más
importante es que se dilata muy poco con el calor, por lo que necesita una temperatura muy alta
para que se funda.
· Corta un trozo de un tubo de vidrio
Con el tubo de vidrio sujeto en la mano izquierda, sitúa el filo de una lima triangular apoyada en
el tubo y sujeta con el dedo pulgar derecho. Haz girar el tubo con la mano izquierda, un cuarto de
vuelta aproximadamente. Coloca los pulgares, como indica el dibujo, por el lado opuesto al corte
y, haciendo fuerza, rompe el tubo por dicho corte.
· Redondea o pule los extremos de un tubo de vidrio que hayas cortado
Pon el extremo del tubo de vidrio en la parte más externa de la llama de un mechero durante un
breve tiempo, girando el tubo continuamente en ambos sentidos. Observa bien que el tubo no se
cierre. Déjalo enfriar antes de redondear el extremo opuesto.
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2. · Prepara capilares
Coloca el tubo de vidrio en la llama del mechero como indica la figura, gira continuamente el
tubo, próximo a la parte inferior de la llama, que es la más caliente. Cuando el tubo esté
suficientemente caliente y ablandado, sácalo de la llama y estíralo verticalmente hasta obtener el
diámetro deseado.
· Prepara codos
Calienta el tubo poniéndolo en la llama de un mechero al que se ha colocado una mariposa para
extender la llama, haciéndolo girar a ambos lados. Cuando esté bien reblandecido sácalo de la
llama y dóblalo levantando los extremos para que la parte blanda vaya hacia abajo. Levanta los
extremos hasta que consigas el ángulo deseado (codo).
· Introduce un tubo de vidrio o un termómetro en un tapón de goma
Pon en el orificio del tapón una pequeña cantidad de glicerina o agua que sirvan como lubricante.
Envuelve el tubo en un trapo y coge por el extremo cercano al orificio en que se ha introducido,
empujándolo suavemente y girando también con suavidad , de lo contrario podría romperse.
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