Túpac Yupanqui, hijo del emperador inca Pachacútec, fue un gran conquistador que expandió las fronteras del imperio inca. Según crónicas coloniales, organizó una impresionante flota de balsas y 20,000 soldados para navegar hacia el oeste y descubrir islas en la Polinesia, llegando a lugares como Mangareva y la Isla de Pascua, dejando huellas de la presencia inca. La hazaña de Túpac Yupanqui de cruzar el Pacífico fue confirmada
1. EL ÉPICO VIAJE OCEÁNICO DE TÚPAC YUPANQUI (*)
Túpac Yupanqui, hijo de Pachacútec, el gran desconocido de la antigüedad peruana.
A él debe el Perú gran parte de sus
fronteras. Fue el mayor conquistador
que haya producido el Tawantinsuyo.
Este noble quechua quechuizó
naciones.
Cuando el explorador y
escritor español Pedro Sarmiento de
Gamboa empezó a escribir sus
crónicas, habían pasado solo 40
años después de la conquista del
Perú y todavía estaba en la memoria colectiva la gran hazaña del Auqui (hijo del inca) “Túpac
Yupanqui” quien organizó una flota de las más impresionantes que se vieron en las costas
sudamericanas, en su afán de conquistar nuevas tierras (Oceanía). En sus crónicas
Sarmiento narra como con una flota impresionante en numero de hombres y balsas el hijo del
Inca emperador PACHACUTEC partió hacia la lejana POLINESIA descubriendo unas islas a
las que las llamó Awachumbi y Ninachumbi.
Sarmiento de Gamboa cuenta en su crónica que: "andando Topa Inga Yupanqui
conquistando la costa de Manta y la isla de la Puná y Túmbez, aportaron allí unos mercaderes
que habían venido por la mar de hacia el poniente en balsas, navegando a la vela. De los
cuales se informó de la tierra de donde venían, que eran unas islas, llamadas una Auachumbi
y otra Niñachumbi, adonde había mucha gente y oro. Y como Topa Inga era de ánimos y
pensamientos altos y no se contentaba con lo que en tierra había conquistado, determinó
tentar la feliz ventura que le ayudaba por la mar... y... se determinó ir allá. Y para esto hizo
una numerosísima cantidad de balsas, en
que embarcó más de veinte mil soldados
escogidos". Y concluye la crónica: "Navegó
Topa Inga y fue y descubrió las islas
Auachumbi y Niñachumbi, y volvió de allá,
de donde trajo gente negra y mucho oro y
una silla de latón y un pellejo y quijadas de
caballo...".
El hecho es tan inusitado que
Sarmiento se ve obligado a explicar: "Hago
instancia en esto, porque a los que supieren
algo de Indias les parecerá una caso extraño
2. y dificultoso de creer".
En su libro "Túpac Yupanqui-Descubridor de Oceanía" el historiador peruano José
Antonio del Busto, nos cuenta con más detalles esta fascinante hazaña, resaltando que no fue
solo Sarmiento quien escribiera acerca de estos viajes hechos por el por entonces "principe
heredero Inca", sino que también existen crónicas de Martín de Murua y Miguel Cabello de
Balboa las cuales hacen mención a ello.
según las investigaciones, incluso hoy en día en la isla de Mangareva (localizada en
la Polinesia) que fuera llamada por Túpac Yupanqui como Awachumbi se conserva la leyenda
del REY TUPA, quien viniera de un lejano país situado al oriente con la intención de instruir a
la gente de la isla que aún se encontraba en la edad de piedra y pre-textil. Existe también en
la isla el Estrecho de Tupa, llamada así porque según la leyenda fue por ahí donde llegó a la
isla el misterioso personaje y su espectacular comitiva. También existe en esta isla de
Oceanía una danza llamada "La danza de Tupa" que conmemora su feliz desembarco,
acontecimiento imborrable ya conservado a través de la leyenda en la memoria de los
mangarevanos. Cabe resaltar también que Mangareva hoy en día, es la única ínsula
oceaniana con balsas de vela y otras características que recuerdan mucho a las
embarcaciones de totóra que se ven en las costas peruanas o en las del Lago Titicaca.
Otro enclave en la Polinesia a resaltar en esta travesía del llamado "Inca
Navegante" es la ISLA DE PASCUA, la cual también nos depara varias sorpresas. allí se
encuentra el no muy promocionado Templo de Vinapú, de innegable arquitectura incaica con
un tallado exactamente igual al de las calles cusqueñas en las épocas de Pachacútec y su
hijo Túpac Yupanqui. Cuenta el historiador José Antonio del Busto: "Tomé varias fotografías
de ese lugar (en la isla de Pascua) y después las traje al Perú para enseñarselas a mis
amigos arqueólogos, y todos me decían: '¡si, esto es inca! pero ¿donde has tomado estas
fotografías que tienen el mar atrás?', entonces les expliqué, 'esto es Pascua, es la Isla de
Pascua' ante su asombro". Para varios prueba irrefutable de la presencia incaica en la isla.
Pero No es lo único. También está la evidencia de un filón de raza andino entre la
población nativa de la ínsula. Es un bolsón ándido que, si atendemos escritos posteriores,
hablaba el quechua o runa simi. Finalmente, como nota romántica y nostálgica, se recuerda la
leyenda de la dulce Uho, doncella raptada por una mancha de quelonios marinos que la llevó,
navegando, al país donde nace el astro rey. Este país, cosa notable, estaba protegido por un
banco de neblina. Por eso la doncella Uho se alarma, se asusta y teme adentrarse en una
creciente oscuridad. Y le dice a su amado, un "príncipe" amo de la tortuga mayor, entiéndase
de la balsa real con su caseta, pues las tortugas viajan como las balsas, con su casa a
cuestas:
"Es oscura como la noche esta tierra, esposo mío, Mahuna-te-Ra’a. Mi tierra es
luminosa y clara, por eso mis ojos la buscan con anhelo, esposo mío, Mahuna-te-Ra’a..."
El "príncipe", quien está llamado a ser monarca en su país, no se llama Tupa o
Túpac, pero se nombra Mahuna-te-Ra’a, nombre exótico que para sorpresa nuestra se
3. traduce Hijo del Sol. La leyenda hace a Uho reina al lado de su regio esposo, pero es del caso
entender que nunca llegó a Coya, pues se destino sería ser Pihui, esposa secundaria, si no
Shipacoya, concubina... Hoy en la isla de Pascua, acaso desde entonces, se denomina "tupa"
a las torrecillas de piedra desde las cuales se espera y avista la llegada anual de las tortugas.
Por supuesto que cuando empezaron hace muchos años con las primeras
investigaciones acerca de los viajes de Tupac Yupanqui, muchos dijeron que era una locura,
que con la tecnología de la epoca de los Incas era imposible hacer semejante viaje. Fue ahí
cuando el explorar noruego Thor Heyerdahl decidió acabar con el debate del si era o no
posible hacerlo. Organizó la llamada exploración Kon-tiki (nombre tomado del dios solar de
los incas, Wiracocha, de quien se decía que antiguamente había llevado el nombre de "Kon-
Tiki") la cual consistía en demostrar que la travesía desde las costas del Perú hasta la
Polinesia eran posibles usando la misma tecnología de la época usando balsas idénticas a la
usada durante la expedición y movidas únicamente por las mareas, las corrientes y la fuerza
del viento, que es casi constante, en dirección este-oeste, a lo largo de la linea ecuatorial. La
travesía comenzó el 28 de abril de 1947. Heyerdahl y otros cinco integrantes viajaron durante
101 días a lo largo de casi 7.000 km por el océano Pacífico, hasta llegar a un arrecife en el
atolón de Raroia, en las islas Tuamotu, el 7 de agosto de 1947. Toda la tripulación llegó a
tierra sana y salva. La conclusión del prestigioso explorador noruego era clara: Pensar que
Túpac Amaru pudo haber llegado desde las costas de Sudamérica hasta la Polinesia era una
empresa totalmente factible para la epoca.
Ese fue Túpac Yupanqui, hijo de Pachacútec, el gran desconocido de la antigüedad
peruana. A él debe el Perú gran parte de sus fronteras. Casi todo el territorio que hoy es
nuestro lo conquistó él. Fue el mayor conquistador que haya producido la raza cobriza en
América. Hizo dos campañas al Chinchaysuyo (norte), dos al collasuyo (sur), dos al Antisuyo
(este) y dos al Contisuyo (oeste). De todas tornó victorioso. Cruzó dos veces la línea
ecuatorial y cuatro el Trópico de Capricornio. La verdad es que el quechua conquistó bastante
más que el macedonio, Quechuizó naciones. Gran conquistador, hoy lo descubrimos como
gran navegante. Atravesó el Pacífico de lado a lado y dejó huellas fehacientes para que el
mundo lo reconozca como el gran "Inca navegante", Conquistador del Ande, Emperador de
los Cuatro Suyos y explorador de Oceanía.
(*) Aporte del Dr. Daniel Dionicio Gonzales, para la Revista “ALBOR SANJOSEFANO” de la I.E. San
José de Pacasmayo, teniendo como fuente de consulta la revistas “Pachakutiq Qhapaq Apu” del
Cusco