Resistencia extrema al cobre por un consorcio bacteriano conformado por Sulfo...
LA GRIPE
1. UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÈ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÒN
LICENCIATURA EN PEDAGOGÌA INFANTIL
PENSAMIENTO TECNOLÒGICO EN LA INTERACCIÒN FORMATIVA
ADULTO-NIÑO
DOCENTE: DIANA LÓPEZ ORTEGA
Clara Patricia Turriago Romero Còd. 20092187030
“El trabajo del historiador es proporcionar una descripción precisa de aquello que
nunca pasó”.
Jean Luc Godard
LA GRIPE ¿ENFERMEDAD O BENEFICIO?
La sociedad desde su origen ha afirmado que el dolor de cabeza, el cansancio corporal,
y la mayoría de dolores que a diario los invaden son equivalentes a la gripe, enfermedad
que según el pueblo solo se “cura” con analgésicos, que en algunos casos necesitan de
la firma de un experto en salud: el doctor, quien después de varios años de estudio, se ha
ganado el derecho de autorizar el consumo de los medicamentos, pero quien también
sabe que lo más importante es la ética profesional, por eso sin dudarlo ni pensarlo
escribe, o más hace un jeroglífico, autorizando el consumo de nuestra droga preferida,
el acetaminofen, una pequeña, mediana o grande pastilla que alivia cualquier
enfermedad, pastilla que nadie entiende porque tomar una cada ocho horas, pastilla que
busca ayudar al pueblo o mejor deberíamos decir beneficiar a unos pocos. Aunque
también existen aquellas personas que guiadas por los sábelo todo “los medios de
comunicación” se auto medican, sin saber si en realidad ese analgésico “Distran” es en
realidad la salvación para ese malestar, o si más bien lo único que están haciendo es
llenando los bolsillos de un individuo que en lo único que piensa es el poder y en el
beneficio propio.
Precisamente es aquí donde este trabajo tiene como objetivo reflexionar sobre el por qué
y el para qué de los analgésicos, reflexionar si somos una sociedad o un conejillo de
indias, necesitamos saber quiénes somos y para quienes somos. A continuación, una
breve y concisa investigación de la gripe.
LA GRIPE
La gripe es una infección que provoca fiebre, escalofríos, tos, dolores musculares, dolor
de cabeza y a veces dolor de oídos o problemas en los senos nasales. La gripe es un
importante problema de salud, tanto por la mortalidad que puede provocar directa o
indirectamente, como por las complicaciones que puede ocasionar y los costes
económicos y sociales que origina. La proporción de población afectada durante las
epidemias anuales oscila entre el 5 y 15% en poblaciones grandes, y es superior al 50%
en grupos de población cerrados como internados escolares o asilos.
2. El virus causante de la gripe tiene una elevada capacidad de sufrir variaciones en sus
antígenos de superficie (proteínas que tienen especial relevancia en la capacidad de
infección del virus y frente a las que los seres humanos producimos anticuerpos que nos
protegen). Estas variaciones implican la aparición de nuevos virus gripales, frente a los
que el ser humano no tiene protección. Actualmente existen vacunas antigripales con
una alta efectividad y seguridad para controlar la gripe, pero debido a esta alta
capacidad de los virus gripales de variar año tras año la vacuna debe actualizarse cada
nueva temporada y administrarse anualmente.
El Virus de la Gripe
Los virus de la gripe pertenecen a la familia de los Orthomyxoviridae. Existen tres tipos
de virus gripales: A, B y C. Los más importantes son los tipos A y B, ya que el C no
produce epidemias y sólo provoca infecciones sin síntomas o con cuadros clínicos poco
trascendentes y en casos aislados. El virus A es el principal causante de las epidemias
que se producen cada año y mientras que el virus gripal B se presenta generalmente en
brotes más localizados.
Los virus tipo A se dividen en subtipos basándose en dos proteínas (antigenos
principales) de la superficie del virus. Estas proteínas se denominan hemaglutinina (H)
y neuraminidasa (N) y forman las espículas que se insertan en la envoltura del virus.
Los virus gripales B y C, sin embargo, presentan menos rango de variación y no reciben
denominaciones de subtipo. Los subtipos más frecuentes de virus A que actualmente
están en circulación entre humanos y son anualmente incluidos en la vacuna antigripal
son A (H1N1) y A (H3N2). Además de estas, en la vacuna se incluye también una cepa
de virus B.
Variaciones en el Virus de la Gripe. Consecuencias
La capacidad de los virus de la gripe para producir epidemias deriva de su facilidad para
sufrir variaciones en las proteínas H y N. Estas variaciones pueden ser de dos tipos:
1. Deriva antigénica: Son variaciones menores que se producen por la acumulación de
mutaciones puntuales en los genes que codifican las proteínas H y N. Afectan a los
virus gripales A y B, siendo la causa de la deriva antigénica y la razón principal de que
las personas puedan enfermar de gripe más de una vez en la vida ya que los anticuerpos
generados en una infección previa no son totalmente eficaces para dar protección ante
una nueva infección por un virus que ha sufrido estas desviaciones. En el mismo
sentido, la consecuencia de estas variaciones es que la vacuna antigripal debe ser
modificada anualmente adaptándola a las cepas que se cree circularán en cada
temporada.
2. Cambios antigénicos: Se definen como la aparición entre la población humana de un
nuevo virus gripal que presenta una o unas nuevas proteínas H y N totalmente distintas
de las que han presentado los virus que han estado circulando los años anteriores. En
determinadas circunstancias puede producirse un intercambio genético entre los virus
3. humanos y animales, que puede hacer que estos virus nuevos para el hombre sean
capaces además de transmitirse de una persona a otra. Estas situaciones pueden dar
lugar a las denominadas pandemias, que se caracterizan por afectar a población de todo
el mundo.
Cómo se Transmite la Gripe
La fuente de la infección está constituida por las personas enfermas. La transmisión se
produce fundamentalmente por vía aérea mediante gotitas que son originadas al hablar,
toser o estornudar por la persona enferma y que alcanzan a una persona sin gripe pero
capaz de padecerla. El virus entra en la nariz, garganta o pulmones de una persona y
comienza a multiplicarse causando los síntomas de la gripe. También puede
transmitirse, con mucha menos frecuencia, por contacto directo, por ejemplo cuando
una persona toca una superficie que contiene virus de la gripe -por ejemplo la mano de
un enfermo- y posteriormente se toca su nariz ó su boca.
Las personas enfermas son capaces de transmitir la enfermedad desde un día antes del
comienzo de los síntomas hasta unos 3 a 7 días después del comienzo de la enfermedad.
Los niños pueden transmitir la gripe incluso durante más de 7 días tras el comienzo de
los síntomas. Los síntomas de la enfermedad comienzan de 1 a 4 días después de que el
virus entra en el organismo. Algunas personas son infectadas por el virus de la gripe
pero no desarrollan síntomas de la enfermedad, sin embargo estas personas sí que
pueden transmitir la enfermedad a otros.
La fuente de la gripe en las infecciones humanas es fundamentalmente el hombre; sin
embargo los virus gripales infectan frecuentemente a animales como aves, caballos ó
cerdos que pueden ser fuente de nuevos subtipos para el hombre. Esta capacidad
demostrada de los virus gripales de los animales de saltar la barrera inter-especie y
afectar a los seres humanos hace que la gripe no pueda ser considerada como una
enfermedad erradicable.
Síntomas de la Gripe
La infección causada por los virus gripales ocasiona una alteración de la mucosa
respiratoria. La gripe es diferente de los catarros, la alteración es mucho más severa que
la provocada por virus catarrales. A las pocas horas de la infección el tracto respiratorio
está inflamado y congestivo.
El cuadro clínico inicial típico suele comenzar de forma brusca con fiebre y escalofríos,
acompañados de dolor de cabeza, congestión nasal, molestias de garganta, malestar
general, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca.
La fiebre y los dolores musculares suelen durar de 3 a 5 días y la congestión y la falta de
energía puede durar hasta 2 semanas. Algunos síntomas de la gripe son comunes a todas
las edades, sin embargo otros son más específicos de determinados grupos de edad. Por
ejemplo, en ancianos es frecuente la aparición de dificultad respiratoria o la producción
4. de esputo, mientras que en niños son síntomas frecuentes la otitis media o las molestias
abdominales. Estas molestias abdominales como nauseas, vómitos o diarreas son sin
embargo muy poco frecuentes en adultos. Los pacientes con alteraciones del sistema
inmunitario no presentan unas manifestaciones clínicas de la gripe significativamente
distintas de los sujetos sanos. Sí se ha demostrado que en este grupo la enfermedad
puede tener una mayor duración y que el virus puede persistir replicándose durante
semanas o meses.
La mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas, pero en algunos casos
pueden desarrollarse complicaciones. La gripe puede revestir más gravedad en personas
mayores, sobre todo a partir de los 65 años y en personas que padecen enfermedades
crónicas. Las complicaciones de la gripe son predominantemente respiratorias:
neumonías, bronquitis, sinusitis u otitis. Puede haber también deshidratación y
empeoramiento de enfermedades crónicas preexistentes como diabetes, asma o
problemas cardiacos. La gripe puede ocasionar reagudización de su patología en
pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o fibrosis quística y
también provocar la exacerbación aguda de su enfermedad en asmáticos.
Complicaciones neurológicas muy raras de la gripe incluyen el síndrome de Reye y el
síndrome de Guillain-Barré.
Como se describe en el apartado de vacunación, en todas estas personas con
enfermedades crónicas preexistentes y en los mayores de 65 años se recomienda
especialmente la vacunación antigripal.
En este sentido, la sociedad colombina cuenta son un excelente ejemplo de gripe,
fenómeno que tuvo su auge en el 2010, año en el cual sólo se habló de la gripe H1N1 (o
porcina). Ello se debió a que se trataba de un nuevo tipo de virus gripal y la vacuna
antigripal ordinaria no incluía la protección contra aquel virus. Por eso la gente
necesitaba ponerse dos vacunas antigripales. Pero este año, la vacuna antigripal
ordinaria se ha modificado, incluyendo la protección contra el virus H1N1.
La vacuna está disponible en forma de inyección y en forma de spray o nebulizador
nasal. La mayoría de niños de más de dos años pueden recibir la vacuna en forma de
spray nasal. Los niños menores de nueve años necesitan dos dosis de la vacuna si nunca
se han puesto una vacuna antigripal o no se pusieron la vacuna contra el virus H1N1
durante la estación gripal. Los niños de nueve años en adelante y los adolescentes solo
necesitan una dosis.
IDEAS TOMADAS DE:
http://kidshealth.org/kid/en_espanol/comunes/flu_esp.html
http://kidshealth.org/parent/en_espanol/infecciones/flu_esp.html
http://www.msps.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/gripe/gripe.htm#transmis
ion