2. Su
modelo psicoanalítico privilegia el
campo relacional, incluyendo el papel
desarrollado por la cultura en relación a la
subjetividad y los vínculos. Es notable su
preocupación teórica por la confluencia
entre lo subjetivo, lo vincular y lo social.
5. Encuentro inaugural
El
cachorro humano, a diferencia del animal, nace
en un estado de indefención: necesita de Otro para
sobrevivir.
En un primer momento ese cuerpo, organismo
biológico, emite sonidos. Ese Otro (por lo general la
madre) interpreta ese sonido como un grito, pone
nombre a ese grito y satisface la necesidad.
6. Se
produce el primer encuentro boca –
pecho :
La madre ofrece al bebé su pecho porque
puso nombre a ese grito: “Tiene hambre”
El bebé experimenta sensaciones de
placer y displacer, sin reconocer aún a
ese pecho como exterior a si mismo…
7. Al
momento en que la madre ofrece el
pecho y calma la necesidad, se produce
la primer experiencia de satisfacción…allí
donde sólo había necesidad del orden de
lo biológico se genera un plus…junto con
el pecho la madre ofrece caricias, mimos,
palabras…
El cachorrro humano adviene a ese
espacio relacional en donde ese plus está
dado por el deseo, y en el recien nacido
se inscriben huellas, las primeras
marcas…
9.
“Función reservada al discurso de la madre en la
estructuración de la psique…”
La madre cumple la función de portavoz, porque desde
su discurso estructura la psique del niño
Portavoz en dos sentidos:
1) portavoz porque lleva al infans a través de su voz a
un discurso en el que comenta, predice, pone
palabras…
2)Portavoz porque es la representante de un orden
exterior, como delegado, porque en lo que dice está
también lo que dice o piensa el Padre
Portavoz del discurso sociocultural al que pertenece la
pareja parental y sus propias familias de origen.
El discurso de la madre es portador de significación
11. “Precediendo
al nacimiento del sujeto
hay un discurso preexistente que le
concierne: especie de sombra
hablada, y supuesta por la madre
hablante, tan pronto como el infans
se encuentre presente, ella se
proyectara sobre su cuerpo y ocupara
el lugar de aquel al que se dirige el
discurso del portavoz…”
12. Conjunto
de enunciados que son
testimonio del anhelo maternal
concerniente al niño.
Son
enunciados que se anticipan a la
enunciación que el propio niño hace de sí
mismo.
14. Son
funciones simbólicas y no biológicas,
quiere decir que no necesariamente la
existencia de una “madre” o de un “padre”
garantiza el ejercicio de la función, así
como su ausencia en lo real no significa
que no haya un efectivo ejercicio de esta.
15. Función Materna
En la constitución subjetiva se encuentra el Otro como
condición y posibilidad.
Este Otro que nutre, asiste, mima, toca, abriga, habla,
imagina a su bebe.
Los primeros tiempos de la vida de un bebe dependen
de estos contactos con su madre o de quien ejerza esa
función, y transcurren a partir de ellos.
En los orígenes de la constitución, la que violenta
significaciones sobre el infans es la función materna,
que interpreta que allí hay un llamado, un mensaje y
crea un significado y lo violenta de acuerdo a su propio
deseo (Violencia primaria).
16. Función Paterna
Es
imprescindible en la constitución subjetiva
del niño.
Es la encargada de efectivizar la separación
entre la madre y el bebé. El padre es el
representante de la ley y cumplirá con una
función de corte en aquella relación originaria.
Será el primer agente de “los otros”, propiciara
la salida al campo social introduciendo objetos
(ideas, emblemas, instituciones) que anticipan al
mundo exogámico.
17. Violencia
En principio es necesario esclarecer que el concepto
habitualmente refiere a acciones que se vinculan con la
agresión pero que la autora lo utiliza en un sentido
diferente:
en este caso el concepto de violencia se utiliza para dar
cuenta de una acción que lleva a cabo ese Otro para
instaurar algo, generar algo en el recién nacido, no destruir
18. Violencia Primaria
La autora dirá “le violenta” sentidos, significados, una imagen
de ese niño que será un proyecto, un anhelo. Es una
violencia legitima y fundante para el sujeto, en el cual la
función materna codifica y violenta significados sobre el
infans.
Es la acción mediante la cual se le impone a la psique de
otro, una elección, un pensamiento o una acción motivados
en el deseo del que lo impone.
Ejerce el efecto de anticipación del discurso materno y se
manifiesta esencialmente a través de esta oferta de
significación. Es la madre quien dirá si el niño tiene frió,
hambre o sueño, si esta triste o contento.
La madre impondrá a su hijo lo imaginado por ella. El
discurso de la madre tiene la función de estructuración de la
psique como portador de significación, pero solo en un
momento de la vida, luego pasa a ser obturante en la
posibilidad del sujeto de crear sus propias significaciones.
19. Violencia Secundaria
Es
un exceso, es aquella que no cesa de
imponer su propia significación, de
violentar sentidos, y que atenta contra el
funcionamiento del Yo y de sus
posibilidades de autonomía.
Se hace presente cuando la madre
impone y no deja que sea su hijo quien se
exprese
21. Piera
le otorga al conjunto social un estatuto
constitutivo (forma parte esencial o
fundamental) para el sujeto.
El contrato narcisista es un concepto central
para pensar la relación entre “cultura” y “psique”.
Es un pacto de intercambio entre el sujeto y el
grupo (familiar, concomitantemente social) que
tiene como signatarios al niño y al grupo. No es
un contrato cualquiera, es un pacto de
intercambio que implica obligaciones reciprocas
entre las partes.
Es el establecimiento de este contrato lo que
posibilita la conformación de “ciudadanía”
22. Desde
su llegada al mundo, el
GRUPO catectiza al infa ns como voz
futura a la que solicitará que repita
los enunciados de una voz muerta y
que garantice así la permanencia
cualitativa y cuantitativa de un cuerpo
que se autoregenerará en forma
continua …
23. En cuanto al NIÑO, y como contrapartida de
su catectización del grupo y de sus modelos:
Demandará
que se le asegure el derecho a
ocupar un lugar independiente del exclusivo
veredicto parental,
Que se le ofrezca un modelo ideal que los otros
no pueden rechazar sin rechazar al mismo
tiempo las leyes del conjunto,
Que se le permita conservar la ilusión de una
persistencia atemporal proyectada sobre el
conjunto y, en primer lugar, en un proyecto del
conjunto que, según se supone, sus sucesores
retomarán y preservarán